[SÁTIRA]

Conquista y Pacificación

Hasta la llegada de los españoles el Imperio Inca era amplio y próspero, aunque su ubicación geográfica -el sur andino- y su aspecto físico –pómulos amplios y pocas ropas–son indicios de sus presuntos vínculos con Sendero Luminoso. 

La guerra civil entre los hermanos Huáscar y Atahualpa, iniciada tras la muerte de Huayna Cápac, debilitó al Imperio y facilitó la tarea a los conquistadores. El sur contra el norte, el político contra el militar. Sin embargo, diversas voces han pedido se deje de utilizar el término “guerra civil incaica” por no representar lo que realmente ocurrió en el país, y se le reemplace por el término “terrorismo incaico”. El almirante Galifardo Montoya propuso además se renombre a los bandos: por un lado la Organización Terrorista Huáscar (OTH), y por otro la Organización Terrorista Atahualpa (OTA). A esto debe añadirse que Huayna Cápac nunca respetó la santidad de la familia y tuvo alrededor de 300 hijos. Era un López Aliaga al revés.

Tras la captura de Atahualpa en Chota y su muerte en julio de 1533, la conquista parecía asegurada. Pero no. Fue un proceso largo y tortuoso, con conflictos armados entre los propios conquistadores y una resistencia inca que duraría 40 años.

Del lado español, la larga disputa entre Francisco Pizarro y Diego de Almagro terminaría con la muerte de ambos. Según la versión oficial, la causa fue la ausencia de claridad sobre cómo repartirse el botín de la conquista, pero fuentes de inteligencia sostienen que la causa real fueron los presuntos vínculos de Almagro con Sendero Luminoso.

La sangre llegó a todos. Almagro fue ajusticiado y luego decapitado en la Plaza de Armas de Cusco en 1538. Pizarro fue asesinado de 20 sablazos en el propio Palacio de Gobierno en julio de 1541. Su puesto fue tomado por un cholo de 20 años, Diego de Almagro “El Mozo”, hijo de Almagro con la india panameña Ana Martínez quien seguramente era venezolana y militaba en las filas del chavismo.

Del lado incaico, la resistencia parecía una margarita: me uno, no me uno, me uno, no me uno. Hasta que Manco Inca, luego de sitiar la ciudad del Cusco sin lograr tomarla, se retiró primero a Ollantaytambo y luego a Vilcabamba, donde se asentaría con sus tropas y familia. Se declaró Inca. Decidió quedarse allí y no volver al Cusco, pero fue asesinado por infiltrados almagristas que se habían convertido en colaboradores eficaces para subsanar sus antiguos vínculos con Sendero Luminoso. 

Lo sucedió su hijo, Sayri Túpac. Murió, o lo mataron.

Luego lo sucedió su otro hijo, Titu Cusi Yupanqui. Murió, o lo mataron. 

Luego lo sucedió su otro hijo, Túpac Amaru, quien fue decapitado en la Plaza de Armas de Cusco en 1572 debido a sus presuntos vínculos con el MRTA.

Con su muerte llegó a su fin lo que la historiografía caviar llama “Los Incas de Vilcabamba”, pero diversas voces han pedido que se les llame simplemente “Los Remanentes”.

En adelante, siguieron 250 años de pacificación y estabilidad logradas por el gobierno del expresidente Alberto Fujimori.

 

La Colonia

Todo bien, gracias.

 

La Independencia

Doscientos años después sabemos que nuestra independencia fue un fracaso. Como señaló la historiadora Stephanie Cayo, hay cosas no funcionan porque son “del año de la pera”, como la democracia en Grecia, o porque “se originan en el extranjero”, como San Martín y Bolívar y la Constitución de Cádiz y los ideales de la Revolución Francesa.

Cabe señalar que antes del fatídico 1821 hubo una serie de ataques terroristas contra la integridad de la Colonia. El más conocido fue el del antisistema José Gabriel Condorcanqui, alias Túpac Amaru II, en noviembre de 1780. En lugar de optar por una marcha pacífica o canalizar sus demandas a través de las vías institucionales, Túpac Amaru optó por una salida violenta. Primero, asesinó al corregidor Antonio de Arriaga, un sacrificado funcionario público que solo cumplía su labor a favor del modelo económico. Producto del resentimiento, Túpac Amaru mandó a que Arriaga fuese ahorcado en un patíbulo y que la soga fuese jalada por su propio esclavo. Según un testigo, los indios resentidos pasaban al lado del cuerpo sin vida de Arriaga y le decían “manachu caita rurahux canqui” (“¿No solías hacernos esto?”).

Pero la violencia nunca es la solución, salvo que sea en forma de represión.

Muchos años después de estos luctuosos sucesos que dividieron a los peruanos, un argentino con ideas foráneas y camiseta de River cruzó los Andes y llegó en barco a Paracas. Su nombre era José de San Martín. Sus patillas eran largas. En Paracas solo durmió. Un día soñó con gaviotas de alas rojas, lo cual muestra sus presuntos vínculos con Sendero Luminoso.

Al final, San Martín no fue tan malo como parecía. Luego de declarar la independencia del Perú y hacer un largo tour por la costa, impulsó la sana idea de que lo mejor para el Perú era una monarquía. A fin de cuentas, los peruanos no sabían cómo gobernarse a sí mismos y cada que les toca decidir algo la cagan. “Estoy seguro”, dijo San Martín, “que si les damos a elegir a ustedes, siempre van a elegir mal. Y así será por 200 años. Mejor no elijan. La monarquía es el mal menor. Palabra de Generalísimo”.

No obtuvo el apoyo deseado.

En julio del 1822, San Martín se dirigió a Guayaquil a encontrarse con lo peor que uno se puede encontrar.

Un venezolano.

Allí lo esperaba Simón Bolívar, el Libertador, un hombre pequeño y moreno de ideologías trasnochadas, y que acababa de fundar la Gran Colombia y convertirla en un país comunista e hiperinflacionario.

El encuentro entre San Martín y Bolívar buscaba definir qué hacer militarmente con el Perú, el último reducto realista y con una aristocracia poco afecta a la república. 

San Martín proponía una monarquía. Bolívar, el comunismo. 

El 27 de julio de 1822, Bolívar tomó la delantera. Mirando el Río Guayas y tocando suavemente su espada, miró a San Martín y le lanzó un ultimátum:

-No pueden brillar dos dólares en un mismo firmamento.

San Martín lo miró intrigado.

-Había pensado decir “dos soles”, pero el sol se está devaluando -concluyó Bolívar.

San Martín entendió. Agarró sus cosas -su mate, su espada, su camiseta de River- y partió hacia el Perú. Luego hacia Francia. Nunca más volvió al continente.

Y así nos dejó ante las garras autoritarias de Bolívar, el chavismo y Sendero Luminoso.

Lo que vino ya lo sabemos. Los españoles fueron derrotados en las batallas de Junín y Ayacucho. Se independizó el Perú, grave error. Nadie quería a Bolívar y al final este se fue, gloria a Dios. 

 

A continuación

Para nuestra siguiente entrega, haremos un sucinto resumen de nuestro siglo favorito, el XIX. 

Miraremos el intento irracional de unirnos con Bolivia, a pesar de que somos muy distintos.

Miraremos el enfrentamiento entre Castilla y Echenique, que derivó en la abolición de la esclavitud pese a las recomendaciones del IPE en contra, pues suponía encarecer la mano de obra y atentaba contra el crecimiento.

Miraremos la mal llamada prosperidad falaz, que en realidad fue una época de bonanza y crecimiento y si algo falló fue el Estado.

Miraremos finalmente la Guerra con Chile, aquel funesto suceso originado por culpa de Bolivia (¿Quién se alía con Bolivia?) y que terminó con la ocupación de Lima por el ejército chileno con ayuda de los coches bombas de Sendero Luminoso.

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Historia, sendero luminoso, Terrorismo

[SÁTIRA]

Lima, 20 de abril

La mañana del diluvio encontró a Clara Elvira Ospina con un libro debajo del brazo. Sus problemas para dormir se habían agravado tras la primera vuelta y había recurrido a todo: melatonina de 10 miligramos, Clonazepam y medio, Wawasana relax. Nada funcionaba. Hasta que encontró una salida: un párrafo de Diego Trelles al acostarse. A la cuarta o quinta línea sentía un leve mareo. 

A la sétima línea empezaba a soñar. 

Soñó que estaba de nuevo en la Plaza Bolívar de Chiquinquirá -su cielo gris, sus techos de doble agua-, parada junto al gentío esperando al Papamóvil. De nuevo tenía 14 años. De nuevo era 1986. El Papa no llegaba aún y en el estrado ya estaba esperándolo Belisario Betancur.

Algún día entrevistaré presidentes, pensó en su sueño. 

El despertador sonó, 5:43 am. Dejó caer el libro somnífero que tenía debajo del brazo y prendió el televisor como todas las mañanas. ¿Por qué aparecía El Rey León? ¿Qué hacía el papá de Zazú leyendo titulares? Se corrigió: era América Noticias y otra vez la cara aburrida de Federico Salazar, otra vez la sonrisa monótona de Verónica Linares. Diez años mirando el mismo canal. 

Qué espanto.

Se preparó para salir: la ducha, los periódicos, empanadas fritas de desayuno. A las 8 tenía una cita con Keiko Fujimori en el local de Santa Beatriz. Una reunión con la líder de una presunta organización criminal, recordó.

Era mejor no llevar billetera.

Clara Elvira llegó a tiempo, como siempre. Mientras esperaba la reunión con Keiko miró los cuadros con las viejas glorias del canal: Timoteo lavándose su único diente, Nicolás Lúcar entrevistando a Fujimori y Montesinos en el SIN, Nicolás Lúcar intentando bajarse a Valentín Paniagua, Nicolás Lúcar casándose con la hija del dueño del canal, Rosa María Palacios criticando a Ollanta Humala el 2006, Rosa María Palacios criticando a Ollanta Humala el 2011, Rosa María Palacios diciendo que quizá Keiko no era tan tan tan buena opción para la democracia como ella creía. Rosa María Palacios yéndose entre lágrimas del set para abrir su propio canal de Youtube.

¿A ella también le pasaría lo mismo?

-Hola Clarita -era la voz somnolienta de Jaime de Althaus.

-Cómo está, Jaime.

-Ahora soy jefe de prensa de Keiko -le dijo de Althaus, radiante.

-Ah pues me alegro.

-Ahorita llega ella. Yo le he dicho que este 10% de diferencia lo vamos a superar rapidito, con ayuda de ustedes.

-¿Quiénes ustedes?

-Ustedes pues: América, Canal N…

-No creo, Jaime.

-…El Comercio, Perú21, Correo, hasta Depor. Hay que parar al comunismo, Clarita, y Keiko es de la casa.

-Esa no es nuestra labor.

-¿Y mandar a tus reporteros a grabar a Castillo hablándole a su vaca sí es tu labor? ¿Humanizar a un comunista sí es tu labor?

-Se llama informar, Jaime, y fijese que sí, esa es mi labor. Y hubiese sido la suya en La Hora N si hubiese intentado trabajar en lugar de…

-Buenos días, Clara Elvira -la voz de Keiko era melosa y falsa, como ella.

-Hola Keiko. ¿Pasamos?

-Claro. Jaime, querido, cuida mi cartera.

-Lo que diga, su Majestad -susurró Jaime bajando la cabeza.

-Te pedí esta cita -empezó Keiko- porque en el Directorio están preocupados por el ascenso de Castillo. Y creo que si trabajamos juntos podemos revertirlo.

-¿Y por qué haría yo eso? -preguntó Clara Elvira.

-Porque es tu trabajo.

-No lo es.

-No te engañes, Clara Elvira. ¿Ves estas ojeras de tanto llorar? Es por tu encuesta del domingo. No voy a perder otra vez, créeme.

-Mire señora Keiko, ni América ni Canal N van a tomar partido por ningún candidato.

-Ya veremos.

-Y vamos a cubrir las actividades de los dos candidatos por igual. 

-Mira cómo me río: ja ja.

-Tengo el respaldo del Directorio.

-Te equivocas, Clara Elvira. El respaldo del Directorio lo tengo yo.

-Veremos pues.

-Tienes suerte que no estamos en los 90, Clara Elvira -le dijo Keiko, amenazante-. A lo más te botarán, pero en 1997 ya estarías en una maletera camino al Pentagonito.

-¡Usted no va a venir a amenazarme! ¡Váyase de acá, jueputa!

-En una maletera, en una maletera -cantaba Keiko mientras salía de la reunión. 

En la puerta ya estaba Jaime de Althaus de rodillas, colocándole una alfombra roja.

*

A la hora del almuerzo Clara Elvira no tenía hambre. Sabía que su cabeza estaba a punto de rodar. Quizá el sueño de esa mañana -la Plaza Bolívar, pasar julio en Chiquinquirá- era premonitorio.

Llevaba una década en el Perú y todavía le parecían graciosas las pequeñas diferencias. En temas de violencia Perú era una Colombia en pañales: todo más pacífico, más pequeño, más aburrido. Pero en otros asuntos Perú era una Colombia al revés. Allá los bogotanos desprecian a los costeños, la gente de tierra caliente: brutos por el mar, alegres, inútiles. Acá los limeños desprecian a los andinos, la gente de tierra fría: brutos por la altura, tristes, inútiles. 

Clara Elvira no tenía con quién hablar sobre Colombia. Una vez se enteró que Jaime de Althaus había estado dos semanas en Cartagena e intentó conversar con él.

-El Perú es un país cada vez más dividido, Jaime. Esto parece Los Años del Tropel.

-Que qué.

-El libro de Alfredo Molano.

-Que quién.

-Nada.

Una llamada interrumpió sus recuerdos.

-Diga.

-Clara Elvira, te habla Chicho Mohme, defensor de la libertad de expresión.

Mohme le dijo con voz furiosa lo que temía: te van a botar, Clara Elvira. Había tenido un Google Meet con el presidente del directorio del Grupo El Comercio -un Miró Quesada seguido de un apellido extranjero o compuesto, da lo mismo-, y le dijo que todo el Directorio -es decir, su familia- le había perdido la confianza y debía salir del puesto.

-Yo me enfurecí, Clara Elvira -dijo Mohme-. “¿Cuál es la razón?”, le pregunté. “¡Llevamos felicitándola en los últimos tres directorios!” le grité levantando mis bracitos. “¡Díganme por qué!”. “La relación se desgastó”, fue lo que me dijeron.

Clara Elvira quedó en silencio.

-No creo que se pueda hacer mucho -dijo Mohme, resignado-. Yo que tú voy juntando mis millas.

-Gracias por todo, Gustavo.

-Yo te voy a defender hasta el último minuto, Clara Elvira.

-Muchas gracias.

-Los Mohme siempre al lado de los trabajadores.

-Ya entendí, Gustavo.

-Despidos arbitrarios nunca más.

-Ay qué pereza -dijo Clara Elvira, y colgó.

En la noche, al dejar el canal, Clara Elvira miró una vez más ese edificio horrible y cuadrado que no vería por mucho tiempo más. Chicho Mohme ya le había dicho que el viernes 23 tendrían una reunión de directorio con un único punto de agenda: sacarla por no haberse arrodillado ante Keiko. 

Clara Elvira estaba triste, melancólica. No volvería más a esta esquina. La ridícula idea de no volver a verte, pensó.

Se sintió Marie Curie. 

*

23 de abril

El día en que la iban a botar, Clara Elvira se levantó a las 6:30 de la mañana para esperar el carro en que llegaba Chicho Mohme. Había soñado que atravesaba los cuatro árboles de la avenida Arequipa donde caía una llovizna tierna, y por un instante fue feliz en el sueño, pero al despertar se sintió por completo salpicada de la voz de Federico Salazar. «Era una terruca», me dijo Milagros Leiva, su enemiga, evocando 17 días después los pormenores de aquel viernes ingrato. «El año anterior se la pasó defendiendo a Vizcarra y cuando yo tenía mi programa no me dejó presentar las pruebas que tumbarían al gobierno de Ollanta Humala. Y me han contado además que de joven estuvo en las FARC y que su alias era Mona Jojoy», me dijo Leiva. Tenía una reputación muy bien ganada de falseadora de la realidad y vendedora de chismes ajenos, siempre que se los contaran en ayunas, pero no había advertido ningún augurio aciago contra Ospina en los chismes que le daban sus supuestas fuentes en las tardes que precedieron a su despido.

Pero Clara Elvira sí reconoció el presagio. Había dormido poco y mal, sin quitarse la ropa, y despertó con dolor de cabeza. Más aún: las muchas personas que encontró desde que salió de su casa a las 7:05 hasta que fue destazada como un cerdo por sus propios jefes la recordaban un poco soñolienta y de mal humor, y a todos les comentó de un modo casual que era un día de mierda.

Chicho Mohme la llevó al canal en su auto como última deferencia. Hice todo lo que pude, Clara Elvira, pero no me dejaron cambiar la reunión. No te preocupes, Gustavo, yo entiendo todo. Te prometo Clara Elvira que seguiré luchando por la democracia en nuestro país, gracias Gustavo, que la libertad de prensa en el Perú jamás será subyugada por un grupo de poderosos quienes, ya entendí Gustavo, que los Mohme siempre hemos estado del lado de los oprimidos, ay mi madre Gustavo, que el periodismo es un oficio noble contrario a intereses subrepticios que, qué pereza Gustavo mejor me bajo.

*

En la tarde, Chicho Mohme entró por fin a la reunión de Directorio. En otras ocasiones hubiese paseado orondo por el auditorio, hubiese sacado pecho y gritado que los Mohme siempre habían defendido la democracia mientras los Miró Quesada se arrodillaban ante el poder. Hubiese puesto una banderita peruana y cantado el himno nacional antes de iniciar la reunión. 

Pero debido a la pandemia solo tuvo que hacer un click en Google Meet. 

-Bienvenidos señores -dijo un Miró Quesada o un García Miró o un Miró Quesada García Miró-. Solo hay un punto de agenda y es la remoción de Clara Elvira Ospina por haberle faltado el respeto a nuestra Keiko. Si alguno de los dos Mohme presentes se va a oponer, apúrese que a las seis tenemos que peinarnos la cola.

Chicho Mohme tomó aire. Miró en su pantalla a Gabriel, a Emilio, a María Luisa. Los maldijo. Este era su momento. Los veinte años de democracia en el país estaban en sus manos.

-Esto que van a hacer ustedes es un atropello contra la democracia y contra la libertad de prensa. Ustedes, los Miró Quesada, siempre se han guiado solo por sus intereses, jamás por los del país. Ustedes, los Miró Quesada, son un grupo de privilegiados que…

-Ay, Chicho, cállate -dijo un Miró Quesada estándar-. Qué hablas tú de privilegios si el otro miembro del Directorio es tu hijo que encima se llama como tú y nadie sabe qué talento tiene.

-Ustedes, al botar a Clara Elvira de esta forma, le están diciendo a los trabajadores del país que sus derechos no…

-Ay, Chicho, cállate -dijo un García Miró estándar, la colita cartilaginosa moviéndose en la pantalla-. El año pasado tú botaste a 50 trabajadores por mail después de recibir los 10 millones de Reactiva y no te dijimos nada. Más bien te felicitamos y te dijimos “bienvenido al neoliberalismo, Don Cangrejo”.

-Si ustedes cometen este atropello -siguió Chicho Mohme, el dedito en el aire, la voz de paladín de la democracia-, yo mañana mismo hago una columna contando todos los pormenores de esta vendetta.

-Ay, Chicho, ya cállate -dijo un Miró Quesada que también era García Miró y que hacía generaciones no renovaba su banco genético-. Lo único que escribes rápido son los correos de despido. Con lo lenteja que eres seguro vas a publicar la columna de acá a tres semanas y para entonces Keiko ya estará primera en CPI.

Chicho Mohme no se amedrentó. Siguió con el dedito en alto: la democracia, los derechos humanos , la libertad de prensa. El país, sus ciudadanos, mi apellido. Los Miró Quesada García Miró pusieron sus computadores en mute y jugaron sudoku todo el resto de la reunión. Cuando Mohme se quedó sin aire procedieron a lo inevitable: los que estén de acuerdo con la deportación de Clara Elvira Ospina sírvanse levantar la mano.

Era el fin.

Clara Elvira ya sabía de su inevitable final. En ese momento estaba en un Zoom despidiéndose de sus trabajadores. No quiso lágrimas, no quiso penas. Se cantó a sí misma Florecita Rockera, tú te lo buscaste, y les mandó un abrazo virtual. Adiós muchachos, compañeros de mi vida.

Luego le mandó un mensaje a Marco Sifuentes, con la misma pregunta que le hacen todos los periodistas del Perú cuando los botan de su medio.

-Hola Marco. Una preguntica: ¿qué marca de micro usas para tu programa? A ver si me abro mi propio canal de Youtube. Como Rosa María. Como Augusto. Como Josefina.

Como todos.

Imágenes : La República

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Canal 4, Clara Ospina, Grupo El Comercio

Sátira.

Lima, sábado 5 de junio del 2021

Desde la puerta de El Comercio Jaime de Althaus mira el jirón Miró Quesada, sin amor: ronderos, periódicos iguales y asustados, el Tay Loy lleno de lápices, el mediodía gris. ¿En qué momento se había jodido el Perú? Los votantes antisistema merodean entre los vehículos detenidos por el semáforo de Lampa voceando Castillo Presidente y él echa a andar, lloroso, hacia la Colmena. Las manos en los bolsillos, cabizbajo, va escoltado por terroristas que avanzan, también, hacia la Plaza San Martín. Él era como el Perú, Althausito, se había jodido en algún momento. Piensa: ¿en cuál? El Perú jodido, piensa, Keiko jodida, los Miró Quesada jodidos, los García Miró jodidos, todos jodidos. Piensa: no hay solución. Ve una larga cola en el paradero de los colectivos al aeropuerto, gente que escapará del país, cruza la Plaza y ahí está Federico Salazar, hola hermano, en una mesa del Hotel Bolívar, siéntate Althausito, manoseando un catedral y haciéndose lustrar los zapatos, le invitaba un trago. Jaime se sienta, indica al lustrabotas que también le lustre los zapatos a él. Ya vas a ver jefe, ahoritita será 28 de julio jefe, te vamos a cagar jefe.

-Siglos que no se te ve, señor editorialista -dice Federico Salazar-. ¿Estás más contento en El Comercio que en Canal N?

-Se piensa menos -alza los hombros, a lo mejor había sido ese día que Victoria Eugenia de los Milagros Miró Quesada Martens de Rodríguez Larraín lo llamó, ¿querías sumarte al directorio, Althausito?, él odiaba el comunismo y podría escribir editoriales ¿no, Althausito? Piensa: ahí me jodí.

-Yo no dejaría la tele ni por todo el oro del mundo -dice Federico-. Estás lejos de la influencia y la televisión es influencia, Althausito, convéncete. Me moriré en América, nomás. A propósito ¿se murió Manotas?

-Sigue en la clínica, pero le darán de alta pronto -dice Jaime -. Jura que no se va a cortar las venas esta vez.

-¿Cierto que después de las encuestas vio cucarachas y arañas? -dice Federico.

-Levantó la sábana y se le vinieron encima miles de tarántulas con sombrero -dice Jaime-. Salió calato a la calle dando gritos.

Federico se ríe y Jaime cierra los ojos. Estaba bien, Manotas, uno se defendía de la izquierda como podía.

-Mañana con el flash yo también me voy a encontrar a los bichitos -Federico contempla su catedral con curiosidad, llora a medias-. Pero no hay periodista imparcial, Althausito. La tele funciona, convéncete.

El lustrabotas ha terminado con Federico y ahora embetuna los zapatos de Jaime, maldiciendo, pronto me darán sus casas.

-Vente a almorzar conmigo, te invito -dice Federico-. Vamos a resucitar los buenos tiempos.

Crecimiento económico y balas de goma, los paros en Cajamarca reprimidos desde Lima por policías con traje color moco, el ceviche Martini de La Tiendecita Blanca, la timba en casa de Alan, la apoteosis de medianoche en el MEF con Carranza que conseguía exoneraciones tributarias, la repartición de utilidades y las deudas impagas con la SUNAT al amanecer. Los buenos tiempos, puede que ahí.

-Diego Macera ha hecho arroz con atún en el IPE y eso no me lo pierdo -dice Jaime-. Otro día, hermano.

-Le haces caso al IPE -dice Federico-. Uy, qué jodido estás, Althausito.

No por lo que tú creías, hermano. Federico se empeña en pagar la lustrada y se dan la mano. Más bien, Federico, me quedé sin batería, ¿me puedes pedir un Uber? Jaime regresa al paradero, el Uber tiene la radio encendida, mañana ganará Castillo y expropiarán esta emisora, después la veterana y llorona voz de Fernando Carvallo, era mi Perú. ¿Por qué los peruanos pobres serían tan, tan huevones? Piensa: golpe de Estado, esa es la solución. Paseo de la República ya, la Javier Prado, Rivera Navarrete, en el edificiote maestro. Baja, saluda a los guachimanes, seguro son lápices, ¿qué me pasa hoy? El cielo sigue nublado, la atmósfera es tan gris como el país y ha comenzado la garúa. Piensa: si por lo menos San Isidro fuese independiente. La puerta del IPE está abierta pero no aparece Diego Macera. ¿Por qué dejas abierto el IPE cuando vas a comprar a Wong? Pero no, ahí está Diego, qué te pasa, viene con los ojos hinchados y llorosos, despeinado: se lo habían llevado al modelo económico, Jaime.

-Nos lo arrancharon de las manos -solloza Diego-. Unos cholos asquerosos, Jaime, vestidos de lápiz. Se lo bajaron, se lo bajaron.

Le da agua de azahar, cálmate Diego, le muestra una silla, cómo había sido, lo lleva del hombro, no llores amigo.

-Estás sin batería. Te llamé a El Comercio y no estabas -Diego hace pucheros-. Unos ronderos, unos cholos con caras de forajidos. Yo lo llevaba con su cadena y todo, pero según IPSOS mañana gana Castillo. Nos lo arrancharon, lo metieron al camión, se lo bajaron.

-Almuerzo el atún Florida y voy a hablar con las Fuerzas Armadas -lo abraza Jaime-. No le va a pasar nada al modelo, no seas sonso.

-Se puso a patear, a mover su PBI -se limpia los ojos con el saco, suspira-. Parecía que entendía, Jaime. Pobrecito el modelo, pobrecito.

Estaba yendo a RPP a hablar de las bondades de la minería y de repente frenó a su lado una yegua y se bajaron dos cholos con caras de senderistas, de comunistas de lo peor, uno le dio un empujón, fuera blanco sanisidrino, y el otro le arranchó la cadena y antes de que se diera cuenta ya había convocado a una Asamblea Constituyente. Pobrecito, pobre modelo económico. Jaime se pone de pie: esos provincianos lo iban a oír. ¿Veía, veía? Diego solloza de nuevo, también el modelo tenía miedo de que lo cambiaran.

-No le harán nada -Jaime abraza a Diego Macera, un olor instantáneo a atún y aceite-. Lo salvo ahorita, vas a ver.

Trota hasta la Javier Prado, carajo, no tenía batería. Llama a El Comercio de un teléfono público. Contesta Juan Aurelio Enrique: qué carajo iba a saber dónde quedaba el Pentagonito, Althausito, ni siquiera conozco Lima.

Toma un taxi de la calle, ¿cuánto costaría la carrera hasta el Pentagonito?, en su billetera solo hay tarjetas de crédito, el chofer no aceptaba Diners, señor, pero lo llevaré porque me gusta ver sufrir a los blancos. Llega. Un gran edificio cercado por muros color caca -el color de los pobres, piensa, el color del futuro, el color del Perú-, flanqueado por dos soldaditos que lo miran, recelosos. Ingresa. Un hombre atlético de verde camuflaje está de pie junto a un escritorio lleno de papeles y Jaime de Althaus golpea la mesa: se habían bajado al modelo económico, necesitamos un golpe de Estado, carajo esto no se podía quedar así.

-Qué es eso de entrar al Cuartel General del Ejército echando carajos -el militar acaricia su fusil-. Más respeto.

-Si le pasa algo al modelo económico la cosa no se puede quedar así -saca la portada de El Comercio, muestra una foto de Vargas Llosa-. Y los tipos que agredieron a Diego Macera la deben de pagar.

-Cálmese un poco -revisa la portada, se ríe-. ¿Mañana se bajan al modelo económico? Entonces hable con el nuevo encargado.

El militar se va y Jaime de Althaus espera al lado del escritorio. Ve acercarse a otro hombre: bajo, rechoncho, calvo, blanquiñoso y con un sombrero chotano en la mano. El hombre da unos pasos hacia ellos y Jaime puede verle al fin la cara: ¿qué? No era él, todos los blancos pelados se parecían, no podía ser él. Piensa: ¿por qué no va a ser él? Era él, era él. 

Está menos gordo, más sucio, pero ese es su andar cansado y paquidérmico, esas sus piernas de vaca. 

-¿Hernando? -solloza, vacila, solloza-. ¿No eres Hernando de Soto?

No se echa a correr, no dice nada. Mira con expresión anonadada y estúpida.

-¿Te has olvidado de mí? -vacila, solloza, vacila-. Soy Jaime de Althaus.

Jaime, darling, claro que te reconozco, ahora sí. ¡Dónde venían a encontrarse, honey! Y después de tanto tiempo, goddammit.

-¿Pero qué haces acá, Hernando? -dice Jaime.

-Nada, honey, yo solo pasaba por aquí.

-¿Y ese sombrero chotano?

-Me lo regalaron en la puerta.

No debiste venir, no debiste hablarle, Althausito, no estás jodido sino loco. Piensa: la traición va a volver. Pobre Keiko, pobre Alberto.

-Por favor, Hernando, deja de hacerte el cojudo.

-About what, darling?

-Sabes de sobra de qué estoy hablando -dice Jaime. 

-Qué te pasa, Jaime, por qué te pones así.

-Que dejes de hacerte el cojudo -cierra los ojos y toma aire-. Que hablemos con franqueza de Pedro Castillo. ¿Vas a colaborar con él? ¿Qué haces acá con un sombrero chotano? Desde abril te pedimos que digas algo y tú nada. Te fuiste a Máncora a comer helados y nunca más diste la cara. Keiko va a perder mañana por 50%. Ya no importa, Hernando, quiero saber. ¿De verdad vas a apoyar a Pedro Castillo?

-Me voy para que no te arrepientas de lo que estás diciendo, darling -ronca, la voz lastimada-. I don’t need a job, no te acepto ningún insulto. Sépanse que el modelo económico lo implanté yo y no Fujimori. Sépanse que todo es creación mía y yo lo puedo desmontar. Sépanse que no se merecían el modelo que tuvieron, sépansela. Fuck you, Jaime.

-Ya está, Hernando, ya está, no me importa -dice Jaime-. Ven, no te vayas, ven. Dime que vas a moderar a Castillo, por favor.

Hernando de Soto avanza sin mirar atrás. Se pone el sombrero e ingresa al Pentagonito. 

-Ya está -solloza Jaime acariciando el suelo-. Ya te perdimos, modelito.

Jaime de Althaus regresa al IPE, borracho de la pena. Hernando de Soto siempre había soñado con el poder y no le importaba cómo conseguirlo: Fujimori, Gadafi, Barnechea, Pedro Castillo. Él era mejor que tú, Althausito. Se había vendido más, se había jodido más. Piensa: pobre Keiko.

Llega. Los guachimanes lo miran con sonrisas cachosas. Se acomoda el saco, la corbata, toma el ascensor, oye el grito desgarrado de Diego Macera, imagina su cara. Entra al IPE y le dice la verdad: no va a ser posible el golpe de Estado, Diego, hemos perdido al modelo Diego, qué asustado estoy Diego.

-Me encontré con Hernando de Soto. Tenía un sombrero chotano. No pude convencerlo.

-Nosotros aquí, locos de angustia, y Hernando traicionándonos con sus nuevos amigotes. ¿Por qué al menos no me llamaste para ir a pegarle?

-Sigo sin batería -lagrimeando, asustándose, mugiendo-. Me siento pésimo, me duele una barbaridad la cabeza.

-Vamos a la CONFIEP a ver si podemos hacer bolsa y comprar unos congresistas, pero prométeme que nunca más te vas a ir al Pentagonito sin avisarme -le dice Diego, cada vez más triste.

Piensa: te prometo. Es el fin. Veinte años al tacho. ¿Qué será de nosotros mañana? ¿Nos arriarán calatos por todo Canaval y Moreyra? ¿Estatizarán el Wong de Dos de Mayo y solo habrán rosquitas en sus anaqueles? ¿Me agarrarán a chicotazos porque tengo ojos azules? ¿Esta vez, de verdad, sí perdimos? 

La cortina tiene una esquina plegada y Jaime puede ver un retazo de cielo casi oscuro, y adivinar, afuera, encima, cayendo sobre Rivera Navarrete, San Isidro, Lima, la miserable garúa de siempre.

Imagen: Luicdez (Expreso)

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Jaime de Althaus, sátira

Disclaimer:

Debido a un síncope acaecido este lunes a mediodía, Hernando de Soto no pudo participar de la totalidad de esta sátira. Lamentamos su estado de salud y le deseamos pronta mejoría. Su disposición para prestarnos sus pensamientos, dudas y temores, nos hizo más leve la campaña.

Poco antes de su crisis nos envió este relato por pedazos, sin editar. Hemos tenido que recurrir a un narrador en tercera persona para completarlo. A continuación, los fragmentos.

 

Hernando de Soto, domingo 11 de abril, 7:01 am:

Darling I’m excited really excited this is my day finally my day cuando sea más viejo miraré estos días y cantaré Those were the days my friend We thought they’d never end vestido como Mary Hopkin.

Anoche estaba en mi bosque meditando al lado de mi puma cuando me interrumpió mi chofer de los weekends, Señor Hernando, he said, ya está la última encuesta de IPSOS. Miré and there I was: in the second place, in the second round. I did it, darling, I did it. Por primera vez en 17 años tuve contacto físico con el chofer y lo abracé, Thank you Jaime, y le hice una pregunta.

-By the way, chauffeur, ¿en qué lugar está Acción Popular?

-Cuarto, señor.

-Great, darling. Great!

Me fui saltando a la sala en un pie y en el camino I had my revenge. I texted Alfredo Barnechea with just one word.

-Ha-ha.

In my living room estaba all my staff: my Albino Kids, Diego Usado, Pancho Tudela, Little Young Boy, el general Miyashiro y había pica pica, globos, serpentinas, hasta una piñata de Enrique Ghersi. Todos me abrazaron, you did it, Hernando, you are awesome y yo it’s nothing, darling, it’s nothing. En todas las casas de apuestas está usted adelante, señor Hernando, me dijo Ivanka, en IPSOS, en Betsson, en InkaBet, en ElizaBet.

-Oh that’s nice, darling. Let me see the report.

-Tenga.

-Uh… honey, who’s Peter Castle?

-Le dije anteayer, ¿no se acuerda?

-I don’t recall anything about a Peter Castle.

-Le dije, es este profesor de Cajamarca que usa un sombrero más grande que él.

-Darling, my mistake. Yo pensé que iba a ir a la segunda vuelta not with this Pedro Castillo, sino con Jorge del Castillo.

-No, señor Hernando, son dos personas distintas.

-So, tell me again: Who’s Peter Castle?

 

Hernando de Soto, jueves 8 de abril, 6:49 pm:

It’s a sad night.

Very sad.

I’m fourth.

Estaba segundo el fin de semana y ahora estoy fourth, darling, fourth.

-Ivanka, honey, repíteme por favor el orden.

-Primera Keiko, yuhuuuu

-What was that?

-Uy, no sé, señor Hernando, debió ser su puma. Decía: primera Keiko con 12.9%. Segundo está…

-Johnny, right. Is it Johnny?

-No, señor Hernando, Yohny Lescano está tercero.

-My God… No me digas que está segundo Porky, honey, no me digas: ese muchacho no sabe hablar inglés, ni siquiera ha estudiado en el exterior. Es un horror. Cuando va a Estados Unidos compra en Walmart.

-No, señor Hernando, Porky está sexto.

-¿Y la comunista?

-Quinta.

-¿Quién mierda está segundo entonces, Ivanka?

-Pedro Castillo.

-What?!

-Segundo está Pedro Castillo Terrones.

-Tiene nombre de dulce, honey, de marca de rosquitas. Pero qué es eso, darling, who’s Peter Castle?

-Es un profesor de Cajamarca que usa un sombrero más grande que él.

-I don’t anything about him. Déjame mirarlo, please.

Me mostró su foto: parecía el Chavo del Ocho, con la sonrisa de los niños huérfanos de las películas mexicanas.

-¿Es profesor de qué universidad, darling?

-De escuela.

-Oh.

-…pública.

-No!

-Era el líder de la huelga magisterial del 2017. Usted no estaba aquí señor Hernando pero fue el acabóse, había puro senderista en la avenida Abancay.

-But honey he can’t beat me. Es un profesor de escuela. Y pública. Yo tengo 43 honoris causa.

-Lo adoro señor Hernando.

-Si es de Cajamarca entonces hay una persona que debe saber de él. Give me a minute: hello, Roque, my darling? Cómo estás, Roque, qué dicen los minerales. Honey, te molestaba porque quería saber si tú podías decirme algo de este chico… Ivanka, ¿cómo se llamaba?

-Pedro Castillo.

-Peter Castle. Do you know anything about Peter Castle?

-Es un Gregorio Santos que enseña matemática -dijo Roque Benavides-. Son lo mismo, Hernando: mismo color, misma región, mismo sombrero.

-Oh, darling, ¿y ahora qué hago?

-No sé, Hernando. Cáptalo. ¿Por qué no lo captan? Invítenlo a almorzar, regálenle un departamento, llévenlo de viaje. ¿Por qué no le ponen cinco PhD al lado y lo acojudan, como hicimos con Humala?

-Good idea, darling. Pero primero tengo que ganarle a Johnny y a Keiko porque estoy fourth, yo que estaba segundo. Yo que fui tormenta, yo que fui tornado.

-Buena suerte, Hernando.

-Anyway, Roque, thanks for the help.

-Es una mierda Cajamarca, Hernando. Una mierda. Si eres presidente regálasela a Ecuador.

-Y le regalamos Puno a Bolivia.

-Exacto, Hernando, nuestro plan de siempre.

-Cada cinco años hablamos de eso, darling, every five years.

-Los problemas que nos ahorraríamos, Hernando. Ojalá ganes y se los regales. Sin Puno y Cajamarca hasta yo sería Presidente.

-Thank you, Roque, no te quito más tiempo. Mis Albino Kids te mandan saludos.

Colgué y me tiré en el sillón, a mirar el techo. Little Young Boy apareció vestido solo con una tanga de animal print para bailarme como Luz Gordita pero le dije not today, honey, not today. Let me think. Let me rest.

 

Hernando de Soto, domingo 11 de abril, 6:51 pm:

Ugh.

Había pasado un shinny day, darling, hasta ahora. Stuart me trajo el resultado de IPSOS: empate con Keiko, my Keiko, almost my daughter. It will be a nasty fight. Y primero está this guy, I don’t know his…

-Pedro Castillo, señor Hernando.

Sí, Peter Castle.

Fui a votar en la mañana feliz de la vida con los mejores resultados de mis casas de apuestas de Las Vegas. Me aposté a mismo 50 soles en Betsson y me pasé el día echado en cucharita con mi puma. I had lunch, I took a nap, I watched Friends, I thought about Alfredo Barnechea, that loser, y luego me puse mi terno para salir a celebrar el boca de urna. Le dije a Ivanka que me prepare algo sober and proper, un pañuelazo en el Country Club, una guiñadita de ojo desde la ventana de mi auto, pero Little Young Boy quería algo más rimbombante, esa es una pituca de mierda, Hernando, tú eres del pueblo, tienes que salir bailando en bata conmigo en la Alameda Chabuca Granda y luego regalamos licuadoras.

I didn’t know what to do. Estaba deshojando margaritas entre lo sobrio y lo D/E hasta que apareció Stuart, my poor Stuart, con los ojos rojos y cara de que mi puma lo había vuelto a morder.

-Señor Hernando, señor Hernando: empate.

-¿Qué?

-Usted y Keiko. Empate.

No voy a poder celebrar nada, honey. Solo queda esperar y ver si paso a the second round. But I don’t get it: ¿de dónde viene este Peter Castle? Who’s him? ¿Cómo dos millones y medio de peruanos pueden votar por un profesor de escuela en lugar de por mí que tengo 43 honoris causa y he vivido en Suiza toda mi infancia y soy so cosmopolitan so citizen of the world y hablo perfectly three languages y soy so charismatic and so humble and I always look in my place y puedo decir blockchain? ¿Cómo pueden preferir a alguien que se parece a ellos en lugar de preferirme a mí?

 

Hernando de Soto, lunes 12 de abril, 11:57 am:

ay no puedo honey que me da que me da que me viene el chucaque ay no aire Stuart abrázame Ivanka por favor levántame del piso Little Young Boy please get out Little Young Boy vete por favor Chibolín you son of a bitch get out of here ya acabó la campaña fuera de aquí igualado así tengas plata nunca serás igual a nosotros oh no honey no sabes cómo voy a perder así uf now I understand lo que sintió Alfred el 2016 uf le di F5 a la web de ONPE y ahí apareció Hernando de Soto TERCERO darling pero yo estuve segundo toda la madrugada me fui a dormir pensando que those were the days and now nothing y ahora darling? y ahora qué será de mí volveré a ser el chupe de Keiko nuevamente? otra vez apoyar a Keiko honey no me puedo independizar de los Fujimori? dios mío si los Fujimori son el Perú yo soy Arequipa basta ya quiero mi independencia darling y ahora tendré que apoyarla por sexta vez consecutiva pero honey Peter Castle who’s Peter Castle? dios darling debimos regalar Cajamarca y Puno el 93 qué gran error debí poner eso en la Constitución artículo 61 el Estado facilita y vigila la libre competencia Por eso regala Cajamarca y Puno para que sus pobladores no voten contra esta Ay el síncope ay mi cabeza ay ni puedo pensar honey ya parezco George Forsyth pero no entiendo darling el Perú siempre va a ser así? yo le decía a Alfredo que el Perú no era para nosotros pero tenía un poquito de esperanzas honey pensé que la de Lima y la Pacífico ya tenían más alumnos ah ya sé qué ha sido! ha sido Alfredo seguro ha contaminado con el voto útil a nuestros amigos y les ha dicho que vayan con Keiko seguro les dijo que no sean miembros de mesa para que pierda mi voto en San Isidro Alfredo de mierda pero y ahora honey? me tendré que ir del Perú again? por fin me puedo ir? por qué siempre que me voy del Perú tiene que ser con una derrota por qué nunca puedo ganar why does it always rain on me? Ivanka darling vámonos mejor me duele mucho la cabeza sí llévame por favor Stuart tú quédate con mi puma cuídalo mientras regreso sí sí dale de comer sí que se coma a Chibolín I don’t care pero que no pase hambre

 

El Faro, Miraflores. Lunes 12 de abril, 3:57 pm:

Hernando de Soto camina cabizbajo por el malecón de Miraflores. Lleva en la cabeza una venda blanca. Se para al borde y mira la inmensidad del mar. Escucha el romper de las olas, el sonido que hace el mar al retirarse. Mira el cielo: hoy está celeste, casi sin nubes. Es un bonito día. Los libros de historia dirán que, al día siguiente que ganó Pedro Castillo, en Lima la gris hubo un sol maravilloso.

-Lo siento, gordo.

Voltea. A su lado está un hombre mayor, alto, refinado, como un príncipe de Escocia venido a menos. Pantalón caqui, camisa blanca, mira al frente. Es Alfredo Barnechea.

-Hijo de p…

-Yo no fui, gordo. Fue el Perú.

Barnechea no volteó a verlo. Sigue mirando al frente. De Soto entiende: es mejor mirar el mar.

-¿Qué pasó, Alfred? I don’t know. El Perú no es para nosotros, pero siempre…

-Quizá no sea el Perú, gordo -atajó Barnechea-. Quizá el problema somos nosotros.

De Soto quedó en silencio.

-Somos minoría en este país, gordo. Minoría. El Perú es Sudáfrica y nosotros somos afrikaneers. Hay que dejar de soñar. Tú y yo no podremos ser presidentes. Se podía con el Apartheid pero el Apartheid acabó en los noventa. Solo podemos aspirar a salidas intermedias: a Alan, que era plebeyo; a Keiko, que es china; a Lescano, que es de Puno. Tú y yo, en cambio… míranos.

Barnechea se da la vuelta. Se mira a sí mismo de pies a cabeza. Luego mira a De Soto como si fuese una sandía. Sonríe.

-Tú y yo no podemos.

-Pero Peter Paul pudo, Alfred.

-Pero duró 18 meses y está preso en su casa.

-That’s right.

-Hay que resignarnos. Los dos hemos perdido. Pero piensa en esto: a la izquierda de Lima solo hay una cosa.

-El mar.

-Exacto. El mar, el mar infinito. ¿Y qué hay allá lejos donde termina el mar?

Barnechea estira el brazo y señala el horizonte.

-Japón.

-Japón. Mira estos acantilados, gordo. Lima parece desbarrancarse hacia la izquierda. Lima parece una ciudad siempre a punto de caer pero siempre, gordo, siempre que pensemos que Lima se cae al abismo de la izquierda, recordemos que allá también está Japón, la tierra firme, nuestra única esperanza.

De Soto sonrió de costado, apenas. Miró de reojo a Barnechea.

-¿Vamos a darle nuestro apoyo? –le dijo, levantándole las cejas.

-Let’s go, darling. Como en el 2016.

-Y como en el 2011.

Empezaron los dos a caminar, las manos en los bolsillos, el sol quemándoles la calva. La brisa moviendo levemente sus camisas blancas.

-By the way, darling, do you know who’s Peter Castle?

-Es un cholo que parece de Sendero.

-Ugh. Y es profesor de escuela pública. Qué feo es el Perú, darling.

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Carlos León Moya, Hernando De Soto, Pedro Castillo

Tuesday 5 January – An Exceptional Bad Start

Today I start my diary, at last. Ayer miraba Bridget Jones mientras comía panetón y me dije Why not? Anyway, I’m tired of this campaign, darling, y quizá el diario lo emblese un poco.

Si no salgo elegido, se lo doy a Ghibellini para que lo corrija y me lo vuelva libro, ha ha, how funny I am.

Tuesday 12 January – Factor 100

Otra vez han venido estos niños extraños que no conozco bien I forget their names baby but they feel fine when I call them Albino Kids so Albino Kids it is I must say que son un poco aterradores porque siempre se ponen uno al lado del otro y parecen las gemelas de The Shining anyway hoy vinieron a besarme los pies y a traerme el último panetón de la temporada entonces aproveché y les dije Kids hay otro gordito que también postula para presidente uno medio chusquito que siempre dice “hermano hermano” como si fuese Ricardo Belmont y dice que viaja siempre a Londres cuando en verdad es parochial very very parochial do you know about him? y ellos Sí señor Hernando él nos contactó para ir en su lista pero al final escogió a otro joven con apellido de criminal de guerra So Kids are you loyal to me? I have this crazy feeling that people will betray me Jamás señor Hernando nosotros somos cien por ciento leales señor Hernando How loyal? Ni siquiera es quincena de enero y ya nos insolamos haciendo campaña por usted señor Hernando nos estamos pelando por el sol señor Hernando nos va a dar cáncer a la piel por defender sus ideas señor Hernando factor 100 por favor señor Hernando factor 100

I’m starting to love them

Sunday 14 February – Longing for the good old days

Ugh, this is horrible. I’m estancado. Four percent. Four. No subo nada y todos hablan en español. Hasta The Albino Kids, aunque I must admit que cuando Ivanka se molesta habla en alemán y se presenta como Obergruppenführer Tüdhel y le dice a Stuart que le va a poner un triángulo rosado -poor Stuart.

I’m starting to think about leaving, you know? I don’t care about this election anymore. I never cared about Peru, anyway.

Hoy miraba las fotos en mi sala. Todo en mi sala son fotos, of course. Cogí una en la que salgo con Alfredo Barnechea y Daniel Kahneman. Salimos lindos, rosados, a nice selfie. La saqué del vidrio y le di la vuelta: New York, The Slaughtered Lamb, 2014. Nice memories. Ese día Alfred se hizo pasar por Vargas Llosa, esa escoria, y solo así Kahneman aceptó el selfie.

I miss him.

Saturday 20 February – Ulysses

I was really sad walking by my pantano at night. Alimentaba a mi puma mientras pensaba una vez más en dejar la campaña. ¿Qué es el Perú sino un accidente en mi vida, un error de la geografía? Nobody wants me here y yo no los quiero either. ¿Cómo voy a tener 4% si soy Premio Nobel, si en todo el mundo me leen, si Michael Reid me pide publicar mi plan?

Mi puma me miraba con pena. El calor de la noche aliviaba my sadness. El viento hacía que el olor de las plantas llegasen a mis nostrils.

Then, the call.

-Alfred yo sé que me odias pero por favor este no es el momento I’m deeply sad.

-¡Gordo, no! Llamo por los buenos tiempos, de verdad.

-…

-La vacuna, gordo.

-A scandal, darling, I know.

-No, gordo, vacunarte tú. Te he conseguido una vacuna.

-What?

-En Houston, gordo. Un amigo puede hacerte pasar por un cocinero guatemalteco.

-But honey, that would be a privilege.

-¿Y?

-Que a mi no me gustan los privilegios.

-Jaja gordo no seas pendejo te conozco 40 años.

-That’s true, honey, I love them.

-Piénsalo, gordo. Ya estás viejo. Y gordo.

-But honey, si hago eso pierdo todo. It would be a scandal.

-No tienes que decirle a nadie pues, gordo. Será un secreto entre los dos.

-This smells like betrayal, darling. Seguro quieres vacunarme para luego filtrarlo a la prensa y ayudar a tu new buddy Johnny.

-No, gordo, nadie se va a enterar. Vamos a escondidas y disfrazados. ¿De nosotros quién va a hablar si no nos dejamos ver?

-I don’t think so, Alfred. Really.

-Además volverías a Estados Unidos por un rato, gordo. ¿Qué más quieres?

-…

-Te dejé pensando, ¿no?

 

-Sería como volver a Ítaca, Alfred.

 

-Serías Ulises, gordo.

 

I stopped talking. That was a good argument. I’m tired of my Peruvian life.

-Déjame pensarlo, Alfredo. Llámame en 20.

Me quedé pensando paseando en mi pantano sin saber what to do with myself miraba mi jardín revisaba mis plantitas y mi puma and the rosegardens and the jessamine and geraniums and cactuses and Houston déjame pensarlo Alfredo and then he asked me would I yes to say yes gordo ya pasaron 20 nos vamos o no y le dije a Alfredo yes and his heart was going like mad y me repetía vacúnate gordo vacúnate nadie se va a enterar and yes I said yes I will Yes.

Tuesday 23 February – Keiko’s show

I’m pretty happy darling porque hoy me toca hablar con Keiko después de tiempo. En la tarde mi jefe de prensa me dijo si quería una entrevista mañana con La Encerrada y yo por supuesto, honey, feliz de hablar con Keiko, no sabía que tenía su programa propio pero es regia y se lo merece y su prisión fue muy injusta, I must say. Me he preparado very toroughly para hablar con ella: he sacado unas fotos con su papá y otras comiendo rissotto con Carlos Boloña y al final de la entrevista le diré que I’m tired of this shit, baby, no levanto en las encuestas y no me gusta el sol y mis Albino Kids van gastando medio millón de soles en bloqueador así que prefiero irme a vacunar con Alfredo y a la mierda, Keiko, aquí en tu programa La Encerrada anuncio que voy a declinar mi candidatura para endosar la tuya y así estaremos juntos como en el 90 95 2000 2011 y 2016 viva Keiko let me go.

Wednesday 24 February – Where is Breña?

Funny thing! El programa no se llamaba La Encerrada. I don’t recall the name either, I think it’s El Encierro. Anyway, estaba yo en mi baño poniéndome mi Ceravé cuando me dijeren“conéctese don Hernando ya es hora”. Yo estaba sin polo, honey, pero como es Keiko y ella ya me ha visto semidesnudo en el SIN yo me dije “who cares, estamos entre buddies”, pero en la pantalla no estaba Keiko sino un jovencito con lentes que parecía Milhouse inflado.

¿Quién es usted?, le dije.

Soy el conductor de El Encierro o El Encerrado, I don’t recall the name, darling, sorry.

Entonces me puse camisa y le dije al muchachito que se espere a little bit. Tuve que cambiar de planes y esconder mis fotos con Alberto y Boloña, pero como las tenía pegadas en la pared de mi oficina tuve que irme a la sala y se me iba la señal, it was a mess, darling, the horror: yo que soy el candidato globalizado y mi internet que no funciona. Además ya no podía decir que iba a endosar a Keiko. Yo que ya quería vacunarme estaba ahora de vuelta en Perú, back again in the misery the informality el sudor los olores la gente la comida la altura the sun.

Pero me cayó muy bien el muchachito, you know?. Le pregunté sobre su vida. ¿Eres periodista? Sí, señor De Soto. ¿De qué universidad? De la Católica. Oh, nice, like me, haha, ¿y de qué colegio eres? De un colegio parroquial de por mi barrio no más. ¿Y cuál era tu barrio, honey? ¿Las Casuarinas, La Planicie, La Aurora? ¿El Pestalozzi es parroquial? No, señor de Soto, soy de Breña. I don’t know Breña, honey, it sounds like Brea. Where is Breña? Is it in Lima? Tú seguro votas por Pedro Castillo. Anyway, empecemos la entrevista, darling, ya vi que no podremos congeniar.

But we did. He was amable, aplicadito, a very nice guy, and he lives in Madrid so I asked him si conoce al Rey Juan Carlos, que es alto y regio y canta Chabuca Granda, pero me dijo que no. Le pregunté si había estado alguna de las tres veces que me dieron el Príncipe de Asturias pero me dijo que tampoco, but I understand this since he is from Breña Tingo María bajan.

There was a nice question, I must say. Me preguntó si me habían ofrecido la vacuna. I couldn’t lie: le dije que sí, que me la había ofrecido un amigo. Casi digo “my Alfred, of course”, pero no, ese es un secreto que solo puedo revelar a my diary.

Monday 1 March – Houston

I’m finally in Houston, darling. Todavía me duele mi hombrito, but I’m relieved

Alfredo me llamó ayer a la mitad de Cuarto Poder y me dijo “gordo, es ahora o nunca, tienes que reemplazar al guatemalteco máximo mañana” y yo “pero honey I’m not ready además ahorita salgo con Gastelumendi, que es un regio y me adora” y él “gordo di que tienes un problema familiar y escápate igual nadie conoce a tu familia” y a las 11 de la noche estábamos Alfredo y yo en la puerta del Jorge Chávez: yo me había disfrazado de Porky y él de jeque árabe. Gordo, me dijo, ¿por qué estás disfrazado de chancho? ¿Y por qué tiene ropa celeste?, y yo I don’t know, Alfred, se lo robé a uno de mis Albino Kids, I don’t know what this means. Pasamos controles, la señorita de Migraciones me miró con pena, hija de puta, nos sentamos en primera clase, tomé un Clonazepam y dormí like a king las siete horas de vuelo.

The thing I like the most about Houston is the name of the airport, I must say. Todo fue muy rápido: salimos, Alfredo me llevó al centro de vacunación, me dio la Green Card del guatemalteco, me pincharon sin bajar del auto, Alfredo me tomó una foto, me llevó a comer, y estamos esperando el vuelo de retorno. Le dije que a mi regreso me iría de viaje with a guy called Little Young Boy por todo el Perú. Alfredo no entendía.

-It’s Little Young Boy. That’s his name.

-Gordo, ¿te refieres a Chibolín?

-I think so.

-Gordo, ¿conoces a Chibolín?

-Kind of.

-O sea que a nuestro regreso te vas a ir de viaje con él, y no conmigo.

-But Alfred, yo sigo en campaña. Tú sigues with that Johnny guy. We can’t be together until April 11.

-Ya gordo, como quieras.

-Pero Alfred…

-Ahí está el avión, gordo. Vamos no más, ¿ya?

Friday 5 March – The betrayal

I’m sad again because of the Albino Kids. They betrayed me: a mis espaldas se visten de chanchos y van a apoyar a López Aliaga, that nasty guy. Hoy me obligaron a ir al Jurado a apoyarlo, ugh. Llamé a Alfredo buscando consuelo pero sigue molesto conmigo, honey, me dijo que El Perú no es para nosotros and I know that. Además odia hacerle campaña a Johnny Lescano. Lo obligaron a pegar sus gigantografías en San Isidro y le dio sarpullido, my poor Alfred, el otro día fue a El Virrey a dejar sus volantes y la gata lo arañó.

He’s depressed, I got it, but I he’s still mad at me and I don’t know why.

Monday 22 March – Houston, again

Alfredo me llamó ayer de nuevo, esta vez en medio del debate. “Gordo, tenemos que ir a Houston para la segunda dosis”. “Alfred, I totally forgot, estoy en el debate”. “Gordo tú no estás en el debate, eso es solo para los que están arriba en las encuestas y tú estás peleando con Ollanta”. “Pero estoy aquí con Little Young Boy mirando las performances y comiendo Chizitos”. “Gordo, carajo, tenemos que vacunarnos. Te espero mañana en el Jorge Chávez. No faltes o te mueres”.

En la sala VIP noté a Alfredo contrariado, distinto, distante. Pensé que nos habíamos reconciliado la vez anterior, pero no. Pedí Coca Colas para nosotros y me la devolvió, no quiero nada, gordo, tómate las dos. Yo estaba really tired, honey, me había quedado charlando con Little Young Boy, se me caía la cabeza del sueño y Alfredo, en lugar de sentarse a mi lado, se fue a una esquina a jugar con su celular y a tomarme fotos, I don’t know why.

-Gordo, ya es hora de abordar.

-Excuse me, Alfred, is everything alright?

-Eres de lo peor, gordo.

-Why?

-Te consigo la vacuna y tú no puedes siquiera invitarme a tu equipo de campaña.

-Pero Alfredo, tú estás con Johnny

-En lugar de eso, te vas a viajar por el Perú con Chibolín. Y encima le prestas tus casacas North Face. Las que yo te regalé.

-Alfred las que tú me regalaste las tengo bien cuidadas. En total tengo 241 North Face negras, honey, y a Little Young Boy le di la 137.

-Eres de lo peor, gordo. Ya vámonos que ya sale el avión. Sí, gordo, es por ahí. Sube, sube. Espérame un rato, que tengo que mandar una foto.

 

Tuesday 23 March – Houston, there’s a problem

Today I woke up with a little rash in my arm. I was glad: that was the vaccine. I’m inmunizado, baby.

The day went well, everything as planned. But then, around 9 pm, I received a strange call. It was my Chief of Staff.

-Señor Hernando, ¿de verdad usted se vacunó?

-What?!

-Que si de verdad se vacunó. Han sacado una foto suya en el aeropuerto junto a su reporte migratorio.

-No, honey, cómo crees -le dije mientras me sobaba mi rash-, yo jamás haría eso a sus espaldas.

-Hay que desmentirlo entonces. Esto puede ser una bola de nieve.

-Of course, darling. Tenemos la verdad de nuestro lado.

A los 5 minutos me volvió a llamar.

-Señor Hernando, no me joda, usted sí se vacunó.

-Que no, he dicho. ¿No crees en mi palabra?

-Me han mandado una foto suya recibiendo una inyección y atrás se lee grandazo COVID 19 VACCINATION SITE.

-Bueno es cierto, darling, me vacuné, what can I say? Ya estoy viejo. Y gordo.

Solo había una persona en el mundo que tenía esa foto. Solo una.

-Dime, gordo.

-Alfredo, it was you? Et tu, Alfred?

-Si, yo lo filtré, gordo pendejo. Te dije que sabía todas tus cochinadas. Sabía que ibas a caer con esto.

-But, why, Alfred? Why?

-Porque me hiciste perder el 2016, gordo traidor, y porque preferiste a Chibolín en vez de a mí. ¡A Chibolín! ¿Yo te pago el pasaje a Houston y tú no me puedes llevar a Llacuapampa, gordo ingrato? Ojalá te dé trombosis.

I was in shock.

The campaign was over.

I was all alone.

But then, The Albino Kids appeared.

They had a particular shine on their faces.

Se arrodillaron y me besaron los pies. No importa que no nos haya contado lo de su vacuna señor Hernando lo importante es que nos hemos dado cuenta que usted sí es como nosotros señor Hernando usted usa sus privilegios como debe ser señor Hernando estuvimos dos semanas con López Aliaga pero él paraba borracho señor Hernando todo el día huele a alcohol en vez de desinfectarse se lo chupa señor Hernando y luego nos dijo que nos iba a azotar a los dos por ser malos corderos de Dios señor Hernando.

Y se la agarró especialmente con Stuart, dijo Ivanka insolada, a mí me puso a un lado y a él lo persiguió tres días y tres noches con sus amigos del Opus al pobre Stuart tuvimos que echarle betún teñirle el pelo de negro y ponerle un polo del FREPAP para que lo dejaran en paz.

Hemos vuelto señor Hernando, dijo Stuart asustado, porque usted es la opción más parecida a nosotros en todo sentido en el Perú no se está con quién más piense como uno sino con quién más se parezca a uno así que hemos vuelto porque con López Aliaga era pura fantasía nuestro amor ilusiones que se forjan con el tiempo será millonario pero no es nice y cosmopolitan como usted y es tanta la distancia entre los dos que es difícil que podamos entendernos y además vive en el malecón pero su casa no tiene vista al mar para con moho tiene cuadros viejos fotos feas muebles antiguos todo huele a naftalina sería como votar por mi abuela no podemos señor Hernando en cambio usted tiene un pantano un puma y una foto con Bill Clinton señor Hernando acéptenos de vuelta por favor señor Hernando si quiere me visto de pollo por usted pero acéptenos señor Hernando.

Ok, Kids, levántense, I told them.

Let’s lose, but let’s lose together.

 

Sunday 28 March – Resurrection

7 am. I woke up.

7:15 am. I opened my tamal de pollo y lo metí en mi pan. Me hice dos panes por si acaso.

7:30 am. Maybe a third pan won’t be that bad.

7:43 am. Ivanka llegó corriendo seguida de mi puma Señor Hernando gritaba Señor Hernando estamos subiendo al fin.

 Me mostró la portada del diario: 8.5%. De Soto, cuarto puesto.

-Es la primera vez que mi papá compra La República. No lo hacía desde el 4 de abril del 92.

Vi su cara, the tear in her eye: insolada, pero feliz al fin.

7:48 am. Mi puma me trajo un pollo de espuma moribundo. Era Stuart que también había corrido a verme pero el traje de pollo hizo que no corriese tan rápido, poor boy. Lo dejamos en el piso.

7:51 am. “Señor Hernando”, me dijo Ivanka, “¿quiénes lo han llamado hasta ahora?”. “Nadie, honey”, le dije. “¿Cómo nadie? Debe tener 400 llamadas perdidas”. No había visto mi celular, lo había olvidado completamente por mi pan con tamal.

And yes, 403 missed calls. Banqueros, magnates, ex fujimoristas, pitufeadores, todos me habían llamado. Vi mi Whatsapp: ofrecimientos, editoriales, te damos todo para que no pase la comunista Hernando, López Aliaga nunca me ha gustado tanto Hernando, Keiko ya fue Hernando ahora todos estamos contigo.

Pero un mensaje me enterneció más que todos.

Dionisio Jr., 7:14 am: “te llamé gordo bandido felicitaciones por el ascenso! avísame si necesitas ya sabes qué de la bóveda… y no te preocupes que a keiko no le daré nada, yo solo doy del quinto para arriba jajaj, slds”.

It was my moment, finally.

11:19 am. Por supuesto, alguien me tenía que llamar.

-No cantes victoria gordo de mierda que ese campo no ha medido tu vacunación.

-I will wait, honey, I will wait.

-No sé cómo has podido subir, pero pronto bajarás, gordo, todos sabemos tus mentiras.

-Tengo que colgarte, Alfred. Nos vemos en segunda vuelta.

 

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Carlos León Moya

todos estaban asados conmigo todos me decían oe George paras bajando no más ponte serio que tu papá se va a asar y yo “jaja no es mi culpa es culpa del comando técnico” hasta que Coco Nieto me convocó a una reunión de emergencia para el 28 de febrero “no no Coco tas bien huevón” le dije “el 28 es el último domingo de febrero y yo quiero jugar carnavales jaja me llega al pincho la campaña yo voy a jugar carnavales así sea solito” además ya me tenían cojudo todo los días viaja que viaja haciendo que escucho a la gente oe a la gente se le entiende menos que a mí jaja yo no sé qué mierda piden Señor Forzay me dijeron Queremos Que Esta Zona No Sea Declarada De Riesgo No Mitigable Qué Opina Usted y yo oe tía no sé qué chucha hablas jaja yo vine a escuchar no más tú habla yo escucho arriba alianza abajo stein

 

y ya pe el 28 en la mañanita me levanté bien contento desayuné mis zucaritas y me fui a llenar mis globos Payaso jaja y ahí mientras los ponía en el balde llamé al pastor Lay para que vaya a mi jato pero pa mojarlo jaja y como ese viejo para con terno más bacán pe ya yo estaba preparado para masacrarlo me puse mi bividí y mi chor jaja por qué te sorprendes amigo es chor pe chor jaja pa qué voy a escribir short si nadie en Lima dice short todos decimos chor no seas cojudo es chor no más taba con mi bividí y con mi chor y de repente la llamada de siempre

 

-adó

 

-¡George! Deja de responder así, hombre. Eres un candidato presidencial.

 

-ay ya apá qué pasa

 

-¿Qué estás haciendo? Jorge Nieto me dijo que saboteaste su reunión.

 

-estoy jugando carnavales apá ahorita viene el pastor Lay pa agarrarlo a globazos

 

-George, escúchame, por favor: estamos perdiendo.

 

-ya sé apá

 

-No, de verdad. ¿Has visto la encuesta de hoy?

 

-no apá estaba en el caño llenando globos

 

-George, ya no estás en el primer lugar. Ni siquiera segundo. Estás tercero, George, tercero. Cada semana bajamos más. Tienes que enfocarte en la campaña.

 

-no sé apá yo ya te dije que me llega al pincho si hasta tuviste a patricia esperándome dos semanas en la puerta jaja cuando le abrí su quiche de poro tenía vida

 

-Mira, George, el centro está vacío. Con Coco Nieto pensamos que el país se va a polarizar entre derecha e izquierda, y eso, sumado al desplome de Guzmán, nos abre un espacio que podemos…

 

-jaja apá no te entiendo ni mierda y además me aburre lo que dices mira zzz zzz me aburro

 

-A ver, George, piensa la campaña como si fuese un partido.

 

-ya

 

-Imagina que estás en Alianza…

 

-estaría en segunda jaja

 

-Piensa que estás en primera, George, por favor. Ha acabado el apertura y estamos terceros. ¿Me entiendes? ¿Está todo perdido?

 

-no pe apá falta el clausura

 

-Exacto.

 

-hay que ponerle huevo y hacer los ajustes necesarios para lograr el título

 

-Perfecto.

 

-tenemos que traer un par de refuerzos de jerarquía para mejorar el plantel y si es necesario cambiar al comando técnico

 

-¡Ese es mi hijo!

 

-Con un nuevo técnico el plantel va a ganar confianza y así podremos lograr el objetivo

 

-¿Y cuál es el objetivo?

 

-dar la vuelta

 

-Eso quería escuchar, George, ¡al fin! Vamos a ganar el clausura y luego dar la vuelta. Yo me encargo de cambiar al comando técnico y tú concéntrate en el siguiente partido. ¿Está bien?

 

-sí apá pero una cosa

 

-Dime, hijo.

 

-puedo tirarle globazos al pastor Lay?

 

-Échale betún si quieres.

 

al día siguiente apareció mi apá en la casa con un señor que no conocía

 

-jaja apá eres pendejo por qué me traes a edwin oviedo

 

-George, él es Rennán Espinoza. Es el nuevo jefe de campaña.

 

-no apá me llega al pincho ya te dije

 

-Perdón, George, me equivoqué. Quise decir que Rennán es el nuevo director técnico. Él viene a hacerse cargo del plantel.

 

-ah ya mucho gusto señor oviedo

 

-No me digas señor, George. ¿Te parece si me dices profe?

 

-claro profe jaja

 

-Mira, George, voy a ponerme mi buzo y preparar la charla técnica. ¿Nos encontramos en media hora en los camerinos? Te dejo con tu papá mientras tanto.

 

-por supuesto profe ahí lo veo

 

-¿Y, George, ganamos o no el clausura?

 

-hay que tomarlo con tranquilidad apá la ilusión está intacta y todavía queda mucho para el fin del torneo

 

-¡Muy bien! ¿Y, qué te parece el nuevo técnico?

 

-jaja el profe parece earl sinclair de los dinousarios apá pero con el peinado de robbie

 

-¡George, listo, a camerinos!

 

-ya voy profe oviedo

 

-Quiero empezar la charla con una pregunta. ¿Tú sabes, George, cuál es el resultado más peligroso en el fútbol?

 

-el 2 a 0

 

-¿Por qué?

 

-porque si el equipo que está abajo mete un gol queda 2 a 1 y se enchufa pe profe está de vuelta en el partido y vamos concentrados y motivados a sacar adelante el resultado y si metemos otro gol más ya estamos 2 a 2 ya y el rival se tira atrás y nosotros vamos con todo a voltear el partido

 

-Eso mismo, George, eso mismo. ¿Tú sabes qué dicen las encuestas?

 

-no jaja

 

-Que estamos 2 a 0 abajo, George. Estamos perdiendo el partido y el equipo está replegado. Tenemos que concentrarnos y recuperar la pelota, George, y para meternos al partido necesitamos meter un gol no más. Solo un gol. Con eso estamos 2 a 1 y ya listos para remontar. ¿Y sabes cómo es un gol aquí en las encuestas?

 

-no jaja

 

-Es pasar de terceros a segundos, George. Es detener la caída. ¿Ves esta línea? Es tu intención de voto.

 

-ala mierda

 

-Digo, son tus puntos en el acumulado.

 

-ah ya

 

-¿Ves? Estamos terceros. Pero tenemos que quedar segundos para llegar a la segunda vuelta.

 

-carajo

 

-Digo, a los playoff.

 

-ah ya

 

-Solo tenemos que contener la caída. Romper la mala racha. Ganar de visitante. ¿Me entiendes, George?

 

-todito profesor sinclair

 

-Mira a Lescano, por ejemplo. Es difícil ganarle porque él juega de local en el sur, ¿me entiendes? Tiene a favor la altura.

 

-por supuesto profe ahí somos visitantes y el objetivo es sacar un empate aunque sea o perder por la mínima diferencia y ya aquí en Lima con nuestra gente hacer respetar la localía

 

-Exactamente, George, exactamente. Nuestros rivales directos son Keiko Fujimori, Verónika Mendoza y Rafael López Aliaga. Son equipos sin roce internacional, George, no tienen jerarquía. No están acostumbrados a jugar finales, y Keiko las juega pero nunca las gana. No tienen ni la historia ni la tradición de Alianza.

 

-entiendo profe oviedo

 

-Estamos en una posición difícil, pero el fútbol da revanchas. Quedan seis fechas hasta el 11 de abril, George, hay que sacar la mayor cantidad de puntos posibles para llegar al playoff, ¿me entiendes?

 

-todito profe jaja esto me parece fácil

 

-Ahora, ¡vamos a la cancha!

 

el domingo 14 me levanté a las 7:05 porque debía entrenar a las 9 con el profesor sinclair estaba alistando mis chimpunes cuando alguien tocó mi puerta pensé que sería otra vez patricia con su quiche pero no esta vez era mi propio apá

 

-apá qué sorpresa qué haces visitándome no te habrás confundido de hijo? jaja

 

-Vengo a celebrar, George. ¿Has visto la portada de El Comercio?

 

-no apá estaba lustrando mis chimpunes

 

-Mira, mira, mira, ¡mira tu carita, hijo! ¡Estás segundo! ¡Metiste el gol! ¡Vamos 2 a 1!

 

-jaja o sea que sí se puede remontar?

 

-Ya estamos, George. Con esto ya pasas a la segunda vuel…

 

-tamare

 

-¡Con esto juegas el playoff, George! Con esto jugamos el playoff.

 

-ah sí pude jaja qué bien apá

 

-Mira, traje chicharrón. Quizá podemos desayunar juntos. ¿Te parece?

 

-claro apá desayunemos desde 1988 no me das cariño pero desayunemos

 

mi apá sacó dos panes un kilo de chicharrón y una bolsa con camote frito me pidió que hiciese café y luego nos sentamos a conversar como padre e hijo algo que nunca hizo agarró el comercio con sus manos de chicharrón y empezó a explicarme los cuadros “mira George” me dijo “esta es la distribución del voto, ¿alguna vez te he explicado qué es eso?” “no apá nunca” “Sí pues, yo no veía estas cosas contigo, yo pensaba solo en mí, solamente en mí” sus dedos dejaban manchitas oscuras en el papel “sí apá es verdad y esto qué es ah?” “Esta es la distribución por nivel socioeconómico, George. Es como las tribunas del estadio, ¿me entiendes? A/B sería occidente, C sería oriente, y D/E serían populares, norte y sur” “ah ya entiendo apá o sea que yo tenía el apoyo de occidente y lo he ido perdiendo jaja” “Sí, eso ha estado pasando” “pero no es mejor que me apoyen los que van a popular? a esas tribunas va más gente y hacen más bulla y son más alegres y siempre se llenan no como occidente que para con huecos y además esa gente es bien aburrida jaja me llegan al pincho” “Es totalmente cierto, George. Para ganar tenemos que lograr que te quieran los que van a popular, los que se sientan en las gradas” “entonces dile al profe oviedo eso pe apá si lo hacemos podemos dar la vuelta”

 

mi apá me puso la mano en el hombro me miró a los ojos los suyos se pusieron vidriosos se puso coloradito y me sonrió

 

-Tienes toda la razón, George. Tienes toda la razón.

 

lo vi feliz

 

-George, ¿recuerdas que hace un mes te dije que eras una mierda y que hubiese preferido canjearte por un dóberman o por Joaquín Rey?

 

-sí apá me acuerdo

 

-Nada de eso es cierto, George. Nada. Tú eres mi hijo, y pase lo que pase yo estaré orgulloso de ti.

 

volví a mirar a mi apá allí seguía su sonrisa tranquila su frente de rodilla su bronceado de camarón me miraba con cariño con ternura de verdad parecía quererme

 

-apá

 

-Dime, hijo.

 

-ya sé que tú solo quieres ser canciller ya comamos el chicharrón con camote y no finjamos ser lo que no somos

 

-Pero George…

 

-el playoff apá lo importante es el playoff

 

-Está bien, está bien. Yo solo quería acercarnos un poco más.

 

-apá todavía estamos 2 a 1 cuando estemos 2 a 2 me abrazas y si nos ponemos 3 a 2 me pides perdón si quieres jaja pero vamos paso a paso

 

mi apá no se lo esperaba

 

se llevó el pan con chicharrón a la boca y lo masticó en silencio

 

ahora pe

 

el fútbol da revanchas jaja

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Carlos León Moya

Resumen de la primera parte:

https://sudaca.pe/noticia/satira/veronika-mendoza-exiliada-en-bolivia-primera-parte

 

Luego de que la nueva Constitución ilegalizara a la izquierda y al Partido Morado, Verónika Mendoza cruzó a pie la frontera peruano-boliviana y se exilió en La Paz, zona Sopocachi, bajo el nombre Marisa Glave. Sola y deprimida, su única diversión era viajar tres horas seguidas en el teleférico y tomar Inca Kola caliente mirando la ciudad desde El Montículo. A veces sentía que estaba en un Cusco con edificios. A veces se confundía y alzaba el brazo para tomar el Correcaminos, el Zorro, el Batman.

 

A veces pensaba que nunca volvería a la patria.

 

Finalmente, las Fuerzas Armadas depusieron al presidente Daniel Urresti, que había reemplazado al ahora ilegal Julio Guzmán, y convocaron a nuevas elecciones presidenciales. Sin embargo, mantuvieron en la Constitución los artículos 91 y 114 que proscribían a la izquierda y al Partido Morado. “Por cojudos”, fue la explicación oficial.

 

Entristecida, exiliada, sola, Verónika Mendoza estaba en una banca de la Plaza Avaroa comiendo un trancapecho cuando apareció Julio Guzmán en ropa de correr: él también estaba exiliado.

 

Sentados juntos en una banca, Guzmán y Mendoza empezaron a contarse las cosas y a confesar sus errores mientras se pasaban el trancapecho. ¿Debimos colaborar entonces? ¿No era mejor competir, tal como hicimos? Competir, colaborar, ¿no nos iban a almorzar igual? Además, ¿qué clase de baboso colabora en el Perú? ¿No te parece desabrido el trancapecho? Ya que estaremos aquí un tiempo más, ¿no se te antoja hacer algo? Podemos pasear en el teleférico, ¿no crees? ¿Sabías que acá también hay pollo broaster? Tienen hasta salchipapa. ¿Y si vamos un día a correr juntos?

 

Segunda parte:

 

Sábado, 6:52 am.

 

Verónika despertó azorada. Miró a la izquierda de su cama: vacío. Su último recuerdo: Julio Guzmán en la banca diciéndole para correr un día juntos.

 

¿Qué había pasado?

 

Se levantó para lavarse los dientes e intento reconstruir el día anterior: Julio, la banca, el trancapecho. Eso era, el trancapecho. Los recuerdos aparecían como burbujas. Siguieron comiendo, claro, y conversando. Hablaron toda la tarde, sentados en la banca como adolescentes. Hacía tiempo no hablaba con nadie. Julio tampoco.

 

Hablas como vendedor de Natura, le dijo ella.

 

Tienes voz de profesora de nido, le dijo él.

 

Rieron.

 

Hace hambre, dijo ella.

 

El sol a medio caer, el Illimani anaranjado, el vientecito en las gargantas.

 

Vamos a cenar, dijo él.

 

Verónika quería otro trancapecho: hay un Sillpichs en la esquina, allí me compré el mío.

 

Julio tenía su propio antojo: yo quiero falso conejo.

 

¿Y dónde venden eso?, preguntó ella.

 

En El Caldero Chorreante, respondió él con su falsa sonrisa.

 

Con los platos ya servidos, Julio le explicó por qué era ese su restaurante preferido: toda la temática era de Harry Potter. “Nunca vi El Padrino, pero me leí los siete libros”, le dijo ahora sí sonriendo de verdad. “Si no tienes con quién almorzar un día, ven a El Caldero Chorreante y aquí me encontrarás sentado, sin falta”.

 

Se empacharon con comida, pero no recuerda con qué. ¿Cómo acabó la noche? No lo sabe. De pronto, una burbuja: al volver al edificio el portero la saludó como siempre, “buenas noches, señorita Glave”, y Verónika, borracha de comida y empoderada al haber sido llamado por su verdadero nombre durante cinco horas, le dijo al fin lo que había callado durante sus 194 días de exilio:

 

-Mi nombre es Verónika, carajo.

 

*

 

7:01 am.

 

Salió del baño y abrió la refrigeradora para hacerse el desayuno de siempre: Chocosoda con leche. Empezaba a cortar la bolsa de leche con los dientes cuando alguien tocó la puerta.

 

Se le heló la sangre.

 

Nadie tenía su dirección.

 

Nadie tocaba nunca su puerta.

 

Volvieron a tocar.

 

Me encontraron no debí decir mi nombre anoche vienen por mí es la policía las Fuerzas Armadas la DINI serenazgo no sé pero vienen por mí.

 

Corrió inmediatamente a su cuarto a quemar documentos, lo primero que debía hacer según el Departamento de Operaciones Clandestinas del partido. Sacó de su cajón un vinifile con los papeles más comprometedores: un recibo de luz de Bolognesi 590, el estado de cuenta de su tarjeta MiBanco, una foto con Indira Huilca en el Parque de las Leyendas.

 

-¡Verónika! -un grito.

 

Tiró el vinifile a la papelera. Prendió el fósforo.

 

-¡Soy yo, Julio Guzmán! ¡Ya son las 7!

 

-¿Qué haces aquí? -le dijo furiosa tras abrir la puerta.

 

Guzmán trotaba sobre su sitio: zapatillas, buzo, Apple Watch, cara de asáltame.

 

-Pero si quedamos en correr…

 

-¿Cuándo?

 

-Ayer después de comer el quinto trancapecho.

 

Verónika lo hizo pasar.

 

-Perdóname, Julito, de verdad no me acordaba.

 

-No te preocupes. Ayer comimos mucho. Oye, huele a quemado… otra vez.

 

-Sí, son unos papeles no más. Tranquilo que no se va a quemar el departamento.

 

-Bueno, ¿estás lista? Ya tengo la ruta definida: vamos a dar cinco vueltas a la plaza y luego…

 

-No, Julito, no voy a poder. Todavía tengo pesadez. Además ni ropa de deporte tengo. Solo traje cuatro politos y mi pijama de Alf.

 

-Pero Vero, tienes casi seis meses exiliada.

 

-Es que el Nuevo Perú no tiene plata y aún no me mandan mi ropa. Fíjate que no tenemos Wifi desde el 2019.

 

-Mira, si quieres nos encontramos abajo a las 9 y desayunamos por aquí.

 

-Ya pues.

 

*

 

8:59 am.

 

Verónika salió con su camisa fucsia de la suerte. Al lado del portero estaba Julio Guzmán, esperándola.

 

-Buenos días, señorita Glave -le dijo el portero.

 

-Buenos días -respondió ella, sonriente.

 

Guzmán la miró extrañado.

 

-Es una larga historia, Julito.

 

-Te entiendo, Vero -dijo Guzmán-. Yo hago lo mismo.

 

-¿Y cómo te llamas aquí?

 

-Buenos días, señor Curwen -le dijeron a Guzmán esa mañana.

 

Ya sentados, pidieron cuatro salteñas de carne -dos normales, dos picantes-, un jugo de tumbo y un jugo de plátano, muchas gracias.

 

-Oye, Julito, tengo una duda.

 

-Dime Vero.

 

-¿Qué hicimos ayer después de comer tu falso conejo?

 

-Fuimos a pasear en el Teleférico.

 

-¡Lo sabía! A mí me encanta hacer eso.

 

-Estuvimos tres horas dando vueltas por todas las líneas y luego compramos cupcakes en la avenida Arce.

 

-Eso imaginaba. ¿Sabes?, ahora en la mañana no me acordaba de eso.

 

Les dejaron las salteñas y los jugos sobre la mesa. Guzmán agarró el jugo de tumbo y se lo tomó de un solo sorbo.

 

-Verónika, ¿estás teniendo problemas de memoria?

 

-No, Julito, para nada. ¿Por qué?

 

-Porque nunca fuimos al Teleférico.

 

-¿Entonces?

 

-Fuimos a seguir comiendo.

 

Luego de escuchar a Guzmán resumirle la trama de Harry Potter durante 24 minutos, Verónika le ofreció ir al Sillpichs: me toca escoger a mí, vamos por otro trancapecho.

 

Se sentaron -dos trancapechos, por favor- y empezaron a recordar anécdotas. ¿Te acuerdas del primer debate, del escándalo de las vacunas, de la vez que Forsyth dijo cerumen? Qué bellos momentos. ¿Cuando convocaron a la Constituyente, cuando creíamos que el Perú iba a mejorar, cuando nos dejamos de hablar para siempre? Qué nostalgia. Dos trancapechos más, por favor.

 

¿Cómo te exiliaste, Vero? Tuve que caminar 40 días hasta llegar a Desaguadero y cruzar Bolivia a pie, ¿y tú, Julio? Yo viajé a Maryland, luego a Tel Aviv, después me fui a pasear a Roma y llegué a La Paz hace unas semanas para preparar mi regreso, pero seguimos proscritos. Eres un pituco, Julito. No es mi culpa que seas pobre, Verito. ¿Te ves con alguien, Julito? Con nadie, Verito, con nadie. Úrsula Moscoso estuvo 7 horas en mi casa, pero la mandé a pescar al Lago Poopó y debe volver el 2034. ¿Y tú?

 

-Yo tampoco, Julio. Ni me veo ni hablo con nadie.

 

-¿Hace cuánto que no hablas con alguien?

 

-Meses, Julito, meses. Desde que llegue a La Paz solo hablo con Álvaro Campana.

 

-¿Y quién es él?

 

-Es un cuadro clandestino.

 

-Ah.

 

-¿Y tú, hablas con alguien?

 

Por supuesto, le dijo Guzmán. Por las noches iba al karaoke a cantar los mejores éxitos de José José, y ya se había hecho amigo del dueño. En las mañanas salía a correr con sus vecinos, quienes realmente creían que se llama Curwen de Belaúnde. Luego almorzaba en El Caldero Chorreante y, al volver a casa, hacía Zoom parties toda la tarde: con Daniel Olivares que ahora vive en Jamaica, con Víctor Caballero que ahora vive con Marco Sifuentes en Madrid, y hasta con Susel Paredes que ya está grabando la cuarta temporada de The Mandalorian. Dos trancapechos más, por favor.

 

-Hablo con todo el Partido Morado en el exilio. Así me mantengo tranquilo. Si no, no podría.

 

-…

 

-¿De verdad no hablas con nadie?

 

De verdad, le dijo Verónika. El Departamento de Operaciones Clandestinas del partido, fiel a las enseñanzas de Manuel Piñeiro, se lo prohibió de manera tajante.

 

-Y creo que eso me está afectando -dijo ella.

 

-El exilio es traumático, Verito, muy duro. Y no hablar con nadie lo hace peor. ¿Dos trancapechitos más?

 

Al inicio, le contó Verónika, el Nuevo Perú intentó traerla de vuelta. El plan A era llevar un equipo de élite de compañeros entrenados en la Escuela de Cuadros de La Habana para ingresarla de manera clandestina al Perú y desde allí agitar al pueblo organizado. El plan B era hacer tuitazos con el hashtag #QueVuelvaVero

 

Al final, solo hicieron el plan B.

 

-Conforme pasan los días he ido perdiendo las esperanzas de volver. Ya llevo 194 de exilio, Julio, 194 días en los que no hablo con nadie. Jamás pensé decir esto, pero por suerte te encontré. Ya me estaba desesperando. Últimamente siento que me olvido las cosas.

 

-Creo que me he llenado, Vero. ¿Cuántos trancapechos vamos?

 

-No me acuerdo.

 

*

 

9:45 am.

 

Julio Guzmán intentaba consolar a Verónika con su mejor voz de vendedor de licuadoras: olvidarse las cosas debe ser estrés postraumático, Verito, es totalmente normal. La hemos pasado muy mal, tú mucho peor que yo. Lo importante es mirar el futuro y regresar al Perú, y una vez allí seguir enfrentados y odiarnos mutuamente.

 

-Y mañana son las elecciones presidenciales, Julito.

 

-Qué nostalgia, ¿no?

 

-Pensar que hace dos años nos enfrentamos.

 

-Es verdad, y nos peleábamos duro.

 

-Pero tú ganaste.

 

-¿A quién?

 

-A todos.

 

-¿A quién “todos”?

 

Julio Guzmán la miró fijamente y se inclinó sobre la mesa para escudriñarla.

 

-A todos, pues. Si ganaste la elección.

 

-Yo no gané la elección, Verónika. Ni siquiera le gané a Acuña.

 

Ella se quedó en silencio, las manos sobre la mesa, la mirada perdida.

 

-Es cierto… -murmuró.

 

-Yo nunca fui presidente -le dijo Guzmán-. El único presidente que ha tenido el Partido Morado ha sido…

 

-Sagasti -completó ella.

 

-Exacto, pero su gobierno no era del partido porque una cosa era el gobierno y otra el Partido Morado. Yo ni siquiera hablaba con…

 

-Ay ya cállate que nadie te creyó eso.

 

-Perdón. Es la costumbre.

 

-¿Entonces, Julio, qué pasó?

 

-¿En serio no te acuerdas?

 

-No, pero estoy a punto.

 

-Lescano, Verónika.

 

-¡Es verdad!

 

Los puntos en su memoria se fueron conectando al fin: Julio Guzmán no había ganado, claro que no, se desinfló tristemente. Pero ella tampoco pasó a segunda vuelta. Lo tenía muy cerca hasta que apareció Yohny Lescano. Primero le arrebató el sur y luego le quitó a la clase media limeña que siempre consideró a Lescano de centro-izquierda. Cuando a ella la acusaban de comunista no tenía cómo defenderse. Cuando a él lo acusaban de comunista decía “soy de Acción Popular”. Cuando decían que Acción Popular era un partido golpista él decía que nunca apoyó el golpe. Era resbaladizo. Viscoso. Difícil de chapar.

 

-Y así me jodió -dijo Verónika.

 

-Nos jodió -dijo Guzmán.

 

Los recuerdos aparecían nuevamente como burbujas.

 

-Fue Lescano quien convocó a una Asamblea Constituyente, Julio, no tú.

 

-Así es.

 

-¿Y las Fuerzas Armadas?

 

-Salieron a apoyar la nueva Constitución, y dijeron que estaban de acuerdo con los artículos que nos proscribían porque lo merecíamos, por cojudos.

 

-Eso sí me acuerdo. Entonces las elecciones de mañana son…

 

-Convocadas por Lescano para elegirse de nuevo.

 

-…

 

-…

 

-Entonces, Julio, nunca ganamos nada…

 

-Perdimos todo, Vero. El lado oscuro ganó. El lado oscuro siempre ganó: las presidenciales del 2021, la Asamblea Constituyente, el referéndum. La gente los prefiere a ellos, Verito, los odia pero vota por ellos. Nosotros somos los perdedores. Ni siquiera nos dejan jugar. Por eso estamos aquí, desayunando salteñas.

 

-Quizá nunca podamos volver al Perú, Julio.

 

-Quizá ya perdimos al país para siempre, Vero. Quizá un día nos matarán a lampazos y a nadie le importará.

 

-¿Debimos colaborar entonces?

 

-Ya no hay vuelta atrás, Verito. No te tortures.

 

-¿Dónde está nuestro error sin solución? ¿Fuiste tú el culpable o lo fui yo?

 

-Eso no importa ya, Verónika. Si en algo soy muy firme es en que no tiene sentido llorar sobre la leche derramada.

 

*

 

10:04 pm

 

Julio Guzmán entra al karaoke vestido como Ziggy Stardust. Busca al dueño. Le pide que le ponga ya no José José sino Alaska y Dinarama. ¿Cuál de todas, Julito? Ni tú ni nadie. ¿Estás borracho? Un poquito.

 

Sostiene el micro. En noviembre creía que sería Presidente. Las letras empiezan a aparecer. Ahora nunca lo será. Qué fácil es atormentarse después. Canta a voz en cuello. Mil campanas suenan en mi corazón. Llora. Qué difícil es pedir perdón. Salta. Ni tú ni nadie nadie puede cambiarme.

 

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Carlos León Moya

Rafael López Aliaga no lo comprendía. Si él era defensor de la familia y fundador de un colegio y hasta de un nido, ¿por qué le temían los niños? ¿Por qué huyen cuando lo ven? ¿Por qué gritan cuando sonríe?

 

-Es que tienes cara de jeje -le dijo Castañeda Lossio una vez.

 

-¿De qué? -preguntó López Aliaga

 

-De jeje.

 

Los focus groups tampoco le fueron favorables. ¿Saben quién es Rafael López Aliaga? No, señor, quién será. Esta es su foto, ¿qué les parece? Qué horror, señor, parece el abuelo de Chucky, es un Cicciobello inflado, creo que se llama Clarence y tiene un programa en Cartoon Networks.

 

Una de las participantes (Luzmila, 49 años, Rímac) fue un poco más allá:

 

-Quién va a votar por ese care’mañoso.

 

Pero López Aliaga no tenía otra opción.

 

*

 

A fines del 2019, López Aliaga tuvo la brillante idea de convertir a Solidaridad Nacional en el procesador de residuos orgánicos del fujimorismo. Todo aquello que botaban, López Aliaga lo recogía, le pasaba un poco de alcohol, le sacaba las moscas y le ponía polo amarillo.

 

Se sentía un genio. Creía que llenaba un vacío. El fujimorismo se iba al centro y le dejaban la derecha. ¿Pero qué derecha? El Perú no quería técnicos neoliberales que hablasen solo de la inversión privada: esa es la derecha elitista. El Perú quería religiosos acusados de lavado de activos y mafiosos mediocres que van a insultarte en la calle: esa es la derecha popular.

 

Se sentía un genio. López Aliaga se creía Steve Bannon. Expreso era su Breitbart. La Resistencia usaría la bandera de la Confederación.

 

Por supuesto, se equivocó.

 

En enero del 2020, el partido de Rafael Bannon obtuvo 221 mil votos a nivel nacional.

 

1.49%

 

Una mierda.

 

Cuando le dijeron que Alberto de Belaúnde había sacado 45 mil votos más que toda su lista casi se mata.

 

Le dio una depresión tonta.

 

Lloró cuatro días seguidos.

 

Se estriñó.

 

La última noche de aquel cálido enero, después de comulgar, López Aliaga se quedó horas sentando en su cama mirándose al espejo. Buscaba una respuesta. Si había hecho todo bien, ¿por qué le iba tan mal? Eli, Eli, ¿lama sabachtani?

 

De pronto, sintió que una súbita sabiduría se apoderó de él. “Debe ser el cuerpo de Cristo”, pensó, “comulgué hace horas pero llevo días con la digestión lenta”.

 

Tuvo una revelación.

 

Había pasado gran parte del 2019 buscando al Bolsonaro peruano.

 

Qué tonto. No se había dado cuenta de que lo tenía al frente.

El Bolsonaro peruano era él.

El país anhelaba un líder violento y masculino dispuesto a defender los valores tradicionales. Un líder como él. Sí, Bolsonaro parece el jefe de un escuadrón paramilitar y él parecía un Teletubbie, pero no importaba. Su error había sido jugar al Steve Bannon cuando su verdadero rol era ser Rafael Bolsonaro.

 

Se paró de la cama, alegre. Se secó las lágrimas y salió del cuarto tarareando una de esas canciones que estaban de moda y que escuchaba a escondidas, dice que por otro man no llora, no.

 

A mitad de camino dobló hacia el baño. Había vuelto la digestión.

 

*

 

Aunque los focus group salieron mal, las encuestas consolaron a López Aliaga. Según una de ellas, el 47% de peruanos cree que el candidato ideal de derecha es un blanco pelado. Así las cosas, la pelea estaba entre De Soto y él.

 

No estaba tan difícil, pensó, pero había que prepararse para la batalla.

 

Lo primero fue cambiarle el nombre al partido: de Solidaridad Nacional a uno que nadie recuerda y a nadie le importa. Lo segundo fue cambiar el color: del amarillo patito a un celeste pitufo. Lo tercero fue crear recordación: se mandó a hacer veinte polos celestes con cuello, sin darse cuenta que parecía un Squirtle.

 

Ahora faltaba lo central: llamar la atención de la prensa.

 

López Aliaga sabía que la prensa televisiva está necesitada de noticias estrambóticas, demenciales, cojudas. Justamente por eso había reclutado antes a Yeni Vilcatoma y Rosa Bartra. Y aunque con ellas aprendió que mucha exposición no se traduce necesariamente en votos, de todas modos necesitaba aparecer en cámaras, volverse conocido, que la gente recuerde su nombre.

 

Para eso, la noticia estrambótica tenía que ser él.

 

Ya disfrazado de Squirtle, López Aliaga fue tras su objetivo: alojamiento en un hotel cinco estrellas con piscina para las víctimas de violación, desacato a la cuarentena e ivermectina gratis para todos, no a las vacunas porque modifican nuestro ADN pero si vienen las Pfizer vacúnenme a mí también, por favor.

 

Y la prensa, necesitada de noticias, mordió el anzuelo: les presentamos al Bolsonaro peruano, el candidato de derecha que parece Hernando de Soto pero no es Hernando de Soto, conozca al hombre que se lleva todas las sobras de Keiko Fujimori.

 

Pero aún así, Rafael López Aliaga no subía. Vio la encuesta del IEP con ansías infantiles y se topó con la dura realidad. Aparecía en “Otros”. Le ganaba Ollanta Humala y estaba empatado con Pedro Castillo.

 

La última noche de este frío enero, después de rezar el rosario, López Aliaga se quedó horas sentando en su cama, mirándose nuevamente al espejo.

 

¿Qué más debía hacer para subir su intención de voto? ¿Pelearse con Hernando de Soto por haberle quitado a Eugenio D’Medina? ¿Proponer matar a los delincuentes como hace Keiko para que la gente crea que él es el verdadero Keiko? ¿Aliarse con un puñado de apristas sin madriguera electoral? ¿Aparecer por quinta vez con Chibolín? ¿Pagarle a Agustín Laje para que lo entreviste 15 minutos?

 

¿Negarse a usar mascarillas en televisión nacional, como Bolsonaro?

 

¿Subir fotos suyas portando armas largas, como Bolsonaro?

 

¿Armar un atentado en su contra, como Bolsonaro?

 

Se paró de la cama, con pena. Se secó las lágrimas y salió del cuarto repitiéndose que no debía llorar no debía llorar no debía llorar. Él era el hombre fuerte que impondría la mano dura que necesita el país. No debía caer en esa depresión tonta.

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Carlos León Moya

me he enviciao jaja toda la semana he jugado fútbol excitante −horrible oye− y es pajaza antes venía Coco Nieto a despertarme a las 7 “ya George, arriba” me gritaba y me hacía ver RPP con él “toma tu Nesquik y mira para que aprendas” me decía “oe Coco ya pe pon ESPN que hay repetición de la Champions” decía yo y él “así no vas a ser Presidente, George, tienes que aprender”.

—pero yo no quiero ser presidente pe Coco jaja el que quiere ser es mi viejo pero no puede por chinchoso

hasta que un día Coco dejó de venir y así empecé a enviciarme me levantaba a las 10 y en vez de Nesquik desayunaba Coca Cola jaja todavía tengo un cajón llenecito de cassettes con juegos −como de niño mi apá no me daba cariño me compró como mierda de juegos para que no lo jodiera jaja pendejo mi viejo− y así buscando encontré que tenía fútbol excitante y lo puse

y estuve una semana con eso jaja me llamaban por huevadas y yo los mandaba a la mierda “hola George tenemos un candidato con juicios por alimentos” y yo “jaja a mí qué chucha estoy a dieta” y otro “George tenemos que ir a La Libertad hay que disputárselo a Acuña” y yo “jaja a mí qué chucha ese gremlin” y ya estaba enviciadazo ganando la copa mundial con Irak cuando de repente me llamó mi apá

—Adó

—¿Qué?

—¿Adó?

—¡Qué es eso de Adó, George! ¡Habla bien, inútil!

—ay ya apá qué pasa no me dejas jugar

—¡La campaña, George! ¡Ya levántate!

—apá cómo jodes tres años en Japón y sigues con el horario invertido jaja acá son las 7 de la noche qué me voy a despertar

—Tienes que ponerte serio, George. La campaña tiene días a la deriva. Patricia me ha dicho que no contestas los mensajes y Joaquín ya se aburrió de reemplazarte.

—apá ya sabes que la campaña me llega al pincho yo solo quiero jugar nintendo además para qué voy a estar viajando

—¿Cómo para qué? Tenemos que ser Presidentes, George.

—yo no quiero apá

—¿Ya viste a Jorge Nieto?

—jaja claro pe apá si es bien visible

—Quiero decir si ya lo visitaste.

—no apá, pa qué?

—Tiene Covid.

—chucha

—¿Cómo no vas a enterarte?

—no sé apá hace una semana que no viene a darme mi Nesquik

—¿Y qué has estado haciendo?

—jugando fútbol excitante

—George, así no puede…

—horrible oye!

—George, ¿vas a hacer que vaya a Perú solo por ti? No contestas los mensajes, no abres la puerta, no te involucras en la campaña. ¿De verdad quieres ser Presidente?

—no

—Pero yo sí. Así que escúchame.

—ya

—Rosa María está criticándonos cada semana, George, cada semana. Ayer leyó una encuesta y a propósito lo hizo mal.

—ya pe hay que sacarle amarilla

—Así no funcionan las cosas, George. Voy a escribirle una carta para que se la envíes desde tu correo pidiéndole una rectificación.

—jaja así no es pe apá yo he crecido con internet y soy tecnológico mándale un whatsapp con un sticker de gato

—George, tú haz lo que te digo. Te mando la carta en unas horas y tú se la envías.

—ya apá ya

—Ahora te me levantas y vas al local de campaña, que no puedo perder esta elección.

***

siempre que estoy en el local la gente me huevea me dicen “hola George” pero no me cuentan nada creen que soy idiota jaja y que si meto mi cuchara la voy a cagar por eso entré de frente al local y me metí a la sala donde estaba el equipo de programa el director técnico es un señor con nombre de aeropuerto creo que es mi vicepresidente jaja

—señor aeropuerto buenos días

—George, buenos días. Qué gusto verte de vuelta.

—a ver cuéntenme de qué están hablando cuál es la formación quiénes son los laterales

—Mira, George, estamos haciendo el cronograma para el uso de la publicidad estatal.

—no me hable en chino señor faucett explíqueme bonito

—Mi nombre es Jorge Chávez, George.

—jaja ya pero explícame pe frentón

—La ONPE nos ha otorgado espacio para publicidad.

—ya

—Y nosotros tenemos que escoger en qué medios, qué días y en qué horas la vamos a usar. Justo hemos hecho un cronograma aquí con Joaquín…

—no no me llega al pincho no quiero usarlo off side

—George, pero eso es…

—no señor latam yo no quiero nada además es mucha plata quiero que se la yapeen a waldir y que reabra el kimbara

—George, así no funciona el presupuesto del Estado. Esto ya está asignado. Hay una partida que…

—jaja pero quién es el candidato oe gaviota vieja? tú o yo?

—Tu papá.

—mi papá está en japón así que soy yo jaja ahora mismo voy a grabarme pidiendo que le den la plata a waldir

—George, por favor, al menos pide que vaya para el Minsa.

—y él dónde juega?

—No, George, para el Ministerio de Salud. Si vas a rechazar la publicidad, al menos pide que vaya para ellos y no a Waldir.

me achoré jaja pero es culpa de ellos pe no me querían de vuelta? no es esta mi campaña? no es mi nombre el que escriben en todos lados? además mi viejo ya es muy amarrabola el año pasado le dije “oe apá por qué ponen Forzay? Mejor que pongan Yorch si ese es mi nombre” pero me dijo “Forzay también soy yo, George, y yo quiero verme en todas partes” jaja mi viejo es pendejo lo estoy empezando a odiar

***

ahora sí lo odio

pasa que tuve que ir a La Libertad porque ya pe me tocaba pero me mandaron con mi doble Joaquín y aunque siempre le quiero meter combo esa vez fui bien paciente ah lo aguanté todo el día caminé por pura obra que no entendía como el proyecto de irrigación pachamanca que estaba en el segundo tiempo pero le faltaba irse a un suplementario una cosa bien aburrida por eso al final pedí que me llevaran al mansiche para proponer desde allí el ministerio del fútbol pe para que se encargue de todo jaja pero salió Joaquín con su traje de luces pegadito a decir que en realidad debería ser el ministerio del deporte e incluir allí a las corridas de toros o mejor en cultura por el mestizaje y ya pe me crucé jaja le aventé mi gorro en el hocico gritándole “O’ YA CÁLLATE O’ TARAO” y pam su kechi “todo el día que tus zapatos que la media verónica que andrés roca rey ya me llegas al pincho en alianza el tío jayo ya te habría masacrado a patadas en la banca de suplentes”

me desquicié jaja

pensé en mi viejo, siempre obligándome a hacer cosas que no quiero

me di cuenta que él hubiese querido un hijo como mi doble y no como yo

blanco y baboso pero torero en vez de futbolista

me dio más rabia jaja

pero todos me agarraron “ya déjalo George, su familia tiene plata, déjalo por favor” hasta me dio pena porque le cagué su traje jaja era todo doradito y se lo dejé marrón

nadie habló en el camino a Lima yo estaba asao asao y escuchando franco de vita todo el rato jaja llegamos y de frente me fui a jato a encerrarme de vuelta con el super nintendo pero ya sabía qué iba a pasar ya sabía qué me iba a decir así que esperé no más a que entrase su llamada

—hola apá

—Le volviste a pegar a Joaquín.

—es tarao pe apá todo el día habla de toros y que extraña acho y que ya quiere que lo vacunen para ir a sombra

—¿Y eso te incomoda?

—yo no soy así pe apá tú me llevabas a acho y yo no quería te acuerdas?

—Sí.

—te acuerdas que te decía “llévame a matute apá pero no a occidente jaja no seas maricón”?

—Sí. Qué decepción.

—eso apá tú no me aceptas como soy tú quieres que sea un joaquín pero yo no soy así yo quiero ser feliz y jugar fútbol playa con puchungo yáñez no estar mirando el proyecto de irrigación pachamanca ni hablar del mef a mí eso no me importa

—No interesan tus gustos, George. Tú tienes una responsabilidad que cumplir.

—no apá si tanto quieres ser presidente por qué no postulas tú?

—Porque nadie me quiere. Ni tú.

—es que no basta pe apá no basta

—¿Cómo que no basta?

—como la canción de franco de vita apá donde habla de un chibolo al que lo obligan a ser lo que su padre no pudo ser y soy yo jaja

—No es así, George. Esto es un acuerdo entre los dos.

—nunca hubo un acuerdo apá además ya me cagaste porque el correo para Rosa María se lo mandaste a ella de frente y ahora todos van a creer que soy imbécil jaja

—Ya está, George, fue un errorcito.

—te dije que era mejor un whatsapp con sticker de gato pero tú nunca me escuchas nunca nunca nunca

—Estás desviando el tema, George. El punto es que debes enfocarte más en la campaña.

—no apá ya te aguanté 38 años y ya no te aguanto si no has caído ya tu chico es un hombre ahora más alto y más fuerte que tú

—George, escúchame…

—anda atórate con un ramen apá. ya no quiero hablar contigo

le colgué y le apagué el celular jaja a los diez minutos apareció patricia en mi puerta pidiéndome que le abra y que me había traído quiche de poro para comer jaja qué mierda será eso en alianza pepe soto me hacía comer sus medias

y me puse a jugar

cada que pongo fútbol excitante recuerdo lo feliz que era de chibolo en 1995 mi apá había sido elegido congresista y creía que su carrera política estaba en ascenso y yo le dije apá de verdad quiero ser futbolista quiero ser mejor que pancho pizarro y él me dijo “Por supuesto, George, haz lo que quieras: yo seré Presidente y tú podrás ser lo que quieras” pero ahora no me deja y yo quisiera volver a ser chibolo cuando mi apá no se interesaba por mí pero tampoco me pasaba sus planes sus frustraciones sus errores sus tarjetas amarillas jaja por qué tengo que cargar con todo eso? por qué los padres son así? yo quiero ser feliz y simple como un 0 – 0 y sentarme solo en mi sala con mi super nintendo y contestar adó en vez de aló

y poner fútbol excitante horrible oye

y tomar tranquilo ni Nesquik

sin que nadie me joda

 

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Carlos León Moya
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