[EMPRENDE] La mayoría de los antropólogos resume el concepto de comunidad como aquellas instituciones sociales que se constituyen en unidades básicas, que tienen modos de asociación elementales, grupos humanos cuyos miembros tienen intereses, cultura, prácticas, percepciones, y valores en común, etc. Por esta razón, la comunidad se convierte en un elemento importante de observación para diversas investigaciones que en la actualidad pueden permitir se abra el entendimiento de cómo la cultura a veces se transforma. La comunidad genera condiciones de subsistencia, convivencia y desarrollo de los individuos, y de su socialización, de ahí se presentan redes que crean vínculos que funcionan como base y permiten el acceso a bienes y servicios de necesidad de las personas en el espacio ocupado. Hay actividades que se dan en espacios determinados acondicionados para el desarrollo de la convivencia comunitaria.

El espacio geográfico permite diversas interacciones, que se dan con el medio ambiente, donde el sistema de adaptabilidad de las personas va condicionando la convivencia en diversos aspectos, entre ellos, el económico. Con la generación de expresiones culturales se va construyendo identidades comunitarias. Por otro lado, existen individualidades que van presentando particularidades, como sujetos mismos, como ciudadanos, como habitantes, hasta como lideres. Entonces, la interacción de los individuos genera pensamientos conjuntos. En términos socio económicos, es necesario considerar también este concepto para desarrollar algunas ideas que van siendo utilizadas y que a futuro constituirán en las zonas urbanas, sobre todo, una nueva fuerza de atención y seguimiento. Ya existe, sin embargo, aún están siendo invisibles para muchos. Eso en un espacio emprendedor debería ser considerado.

Las comunidades en todo lugar contribuyen a la formación de las identidades, convirtiéndose en el marco de referencia para el fortalecimiento o quizás debilitamiento de los valores, para las percepciones o también para los comportamientos y actitudes, que pueden ser regionales y/o locales, hasta cierto momento barriales, sin perder de vista, también que se pueden o ya se han generado las comunidades internacionales con el componente digital. La comunidad se generaliza en construcción desde otras perspectivas, pero a su vez se hermetiza por la identidad colectiva que se va generando en espacios independientes y diferentes. De esta forma cada ser humano va a aceptar o se va a enfrentar a un continuo proceso de construcción de su propia identidad, percibiéndose en muchos casos, como parte de un colectivo mayor que lo diferencie de otra comunidad. Las adhesiones a distintos grupos van formando de alguna forma comunidades que afectiva y responsablemente impulsa el respeto a reglas, a la colaboración entre sus miembros, y de esta forma contribuye al desarrollo y crecimiento conjunto. En este lado tiene mucho que ver la construcción de las percepciones.

Teniendo como base, este argumento que intenta redefinir, en estos tiempos algún rasgo del gran concepto tradicional que tenemos de comunidad es que avistamos la generación o formación de un tipo distinto de comunidades que tiene que ver en parte con las percepciones de las nuevas generaciones. Se van gestando las comunidades de marca y también las comunidades de practica entre otras que trataremos en su momento. En las comunidades de marca, por ejemplo, se van creando grupos de personas que comparten un tipo de identidad vinculada a una marca en particular, pero no solo es eso, es todo lo que conlleva transversalmente con las prácticas, usos y creencias sobre determinadas marcas, cohesionando y hermetizando a los individuos frente al “otro”, de esta forma se va generando los sentidos de pertenencia y también de identidad. La cadena de diferenciación comienza ahí, así de sencillo. Por otro lado, también existen las comunidades de práctica, el futbol, el gym, las motos, etc., van generando también intereses particulares, construyendo significados, y creando una suerte de códigos culturales muy simbólicos frente a una marca.

En consecuencia, es muy fácil, percibir que existe una clara afinidad entre las comunidades que se van formando y que permite la interacción segura de éstas una vez identificadas. Para conseguirlo, es muy necesario entender los valores utilizados desde la practica hacia la marca, cuáles son los códigos o símbolos que identifican, cual es el medio de comunicación más adecuado, de qué forma se van involucrando en formar parte de una comunidad nueva, y muchas otras interrogantes que son necesarias hacerse, para que desde un monitoreo de lo cultural que se percibe también aquí, se pueda sobrellevar un mercado veloz, cambiante, competitivo, y que para los nuevos emprendimientos llanos a la construcción de elementos, les permitan optimizar su oportunidad. Siempre es un reto.

Nuestra formación antropológica nos permite avistar (tratando de ubicarnos en estos tiempos), el fenómeno de las comunidades de una manera holística, percibiendo nuevas prácticas, nuevos valores, distintos símbolos, avistando funciones, identificando jerarquías y notando diferencias. Este ejercicio conceptual y analítico que se ha hecho busca contribuir como siempre al debate hacia el descubrimiento de nuevos caminos de superación. Adelante emprendedores, considerar esta opción de reflexión.

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Antropología, Comunidades digitales, Emprendimiento, Percepciones, valores

[EMPRENDE] En los últimos años, la realidad permite darnos cuenta de que, propiciar un clima de paz social y poder sostenerlo, generaría las condiciones necesarias para que la economía de un país pueda entrar en un franco crecimiento, y mantener óptimos niveles de desarrollo, y una de estas condiciones es plasmar rasgos de credibilidad y confianza en las instituciones públicas y también privadas. Tema para considerar con mucha seriedad, pues, en tiempo real es una situación que necesita mucha atención.

El Perú es un país que está atravesando por un proceso de múltiples alteraciones sociales, debido a varios factores que el lector podrá identificar, pensando muchos en la mundialización del mercado e individualización de la sociedad, otros tantos optarán por reducir el problema a los efectos de las migraciones extranjeras “extremas y desordenadas” de hace algunos años, y todo pues, en fin, se reduciría a los efectos que ha traído el mercado global. Sin embargo, el problema es mucho más de fondo y parte cuando se comienza a percibir rasgos de criminalidad que afectan notablemente a la economía, pues ahuyenta a los inversores a nivel nacional, además a los consumidores a los cuales muchas veces les produce miedo, les ocasiona pérdidas, y hace que se desperdicien recursos, elevando costos y cambiando hábitos y conductas del consumidor y también a los que apuestan por una empresa.

Ahora bien, es una verdad que los emprendedores, no son ajenos a esta realidad, el caos social, el desorden constante, la inseguridad en la ciudad y la informalidad de conductas generan grandes pérdidas en los negocios promovidos con la ilusión propia de la oportunidad anhelada. Gran problema.

La falsas libertades que se dan en la sociedad generan a la larga problemas estructurales que juegan en contra para el buen desarrollo de las apuestas comerciales y de servicios que brindan las nuevas y pequeñas empresas que vemos a diario funcionar en las ciudades, la confianza se va perdiendo y las dudas de contar con personal eficiente y competente reducen las posibilidades de una sostenibilidad en la atención, además, el estar pendientes que los negocios funcionen en tranquilidad tiene la barrera de la inseguridad de las calles, asaltos al paso en tiendas o restaurantes, inhiben la mayor presencia de consumidores.

Por otro lado, es una verdad, que, ante la novedad en los servicios, que aplacan el efectivo monetario y el marketing operacional que se da para que la atención sea más cómoda para el usuario, la modernidad por un lado y la personalidad individual de la atención, juegan roles que contrastan un dualismo que debemos tomar en cuenta.

La modernidad en todo sentido se ve como un avance natural, al cual, la sociedad debe adaptarse, pero como en todo sistema, también este trae sus malas interpretaciones y vivezas que hacen peligroso considerar su buena utilización. Los pagos por aplicativo están siendo objeto de trampas informáticas que a la larga generan dudas en una generación que se va adaptando, este es un tema que habría que tocar a fondo, en otro artículo. Asimismo, las personalidades individuales son objeto de estigmas que se van generando por ese caos cotidiano que percibe la sociedad y los deliverys, en este caso, no son ajenos a esa desconfianza que ve acrecentando temores y desconfianza. En fin, se podrían enumerar muchas situaciones que contravienen toda apuesta emprendedora, sin ánimo de justificar, las debilidades mencionadas en artículos anteriores sobre la construcción sostenida de un emprendimiento, sin embargo, es necesario evaluar estas situaciones que se andan presentando en lo cotidiano.

Entonces, considero que, ante esta realidad, la necesidad mencionada líneas arriba sobre el propiciar un clima de paz social o de seguridad ciudadana es un compromiso que debería afrontarlo el estado, desde las instituciones públicas que pueden ayudar a minimizar los efectos de las inseguridades generadas por estos cambios que se han dado en la sociedad. Generar confianza, ordenando y regularizando estadías, identificando los cuellos de botella que permiten la criminalidad, apuntando a un seguimiento exhaustivo y castigos ejemplares para los que abusan de la tecnología para lo abusivo, en sí, tomar cartas en el asunto comentado. Para que el desarrollo y crecimiento de nuestro mercado interno, al menos, sea óptimo.

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Confianza Institucional, Desarrollo Económico, Emprendedores, inseguridad ciudadana, Paz Social

[EMPRENDE] Pensar siempre en el “paradigma globalizador” ha generado, quizás, para los gobiernos latinoamericanos, la necesidad de impulsar el desarrollo del comercio exterior y la modernización de la tecnología, acentuando en muchos casos los desequilibrios y desigualdades sociales y económicas en sus regiones y motivando de esta forma también, sucesos de migración de las regiones pobres hacia los lugares donde se concentra la mayor y mejor inversión. En muchos casos también permite que las culturas tradicionales vayan perdiendo claridad en sus hechos y que el manejo de la biodiversidad se altere en las regiones. Perdiendo además de vista, muchas oportunidades que se dan, al no reconocer actividades que se encuentran institucionalizadas y que tienen un fuerte componente social, siendo poseedoras de interesantes estrategias que, con el apoyo estatal, podrían revertir situaciones a futuro.

Por mencionar una de ellas, sería bueno auscultar un poco en lo que significan las empresas sociales rurales que son entidades muy organizadas con bienes en propiedad común y que manejan actividades que son por excelencia formas colectivas para la producción y que basan su desarrollo generando todo tipo de bienes bajo los principios agroecológicos sustentables y plasman su mirada en el tema de mercado sin obviar lo ecológico. Aún toman decisiones mediante asambleas, existe la autogestión y hay una economía llamada solidaria que no marca distancia de la tradicional historia de nuestros antepasados.

Creo yo, también, que continuar hablando de una economía solidaria, es seguir considerando la imagen de los apoyos mutuos, de las cooperaciones familiares y de las diversas formas de compartir conocimientos teniendo muy presente el sentido propiamente solidario. Esta estrategia lo que puede permitir es lograr que se satisfagan y se optimicen los procesos de desarrollo en los espacios locales, permitiendo en el sector rural un mejor nivel de vida de su población, motivando la participación conjunta para la potencialización de los recursos. Sin embargo, la realidad también nos permite reconocer que muchas empresas sociales rurales cuentan con recursos limitados, pues la mano de obra empírica, las habilidades de experiencia pura y el bajo capital alarga, pero no corta el camino para el cumplimiento de los estándares requeridos para los mercados locales, regionales y/o nacionales.

Es por esta sencilla razón que una de las prioridades, considero, es la necesidad de fortalecer las políticas para el desarrollo de todo el sector rural y poner en la agenda política la búsqueda de soluciones sostenibles integrales que trabajen procesos y no momentos de asistencia que no llevan a cubrir seriamente la necesidad y la posibilidad de cambio real. De esta forma, no sería iluso pensar en la posibilidad de emprendimientos comunales sostenibles, de la posibilidad de trabajos decentes en el campo, o de frenar las migraciones internas actuales de nuestra población, por una apuesta de cambio y de identidad fortalecida por las nuevas oportunidades que se generarían, en fin, son muchos también los problemas ya conocidos que se enfrenta en el sector rural, como la informalidad, la debilidad de algunas instituciones que no cubren expectativas siendo ineficaces en todo sentido, los sistemas de producción poco desarrollados; las infraestructuras inadecuadas y por supuesto lo más importante los accesos limitados a una buena y verdadera educación, a la inclusión financiera real y asistida y también a la  necesaria asistencia sanitaria. Superar estos temas, harían más eficiente y seríamos más eficaces en un contexto moderno integrado.

También cabe recordar que las economías llamadas rurales no solo son agricultura, como es bien sabido, éstas se caracterizan por tener una gran diversidad de actividades económicas, el turismo, el procesamiento y venta de productos de la tierra, en algunos casos la minería y diversos servicios que salen de la sociedad rural misma, para ello es muy importante contar con intervenciones intersectoriales, y que estén muy adaptadas al contexto rural propiamente. Superar la débil coordinación entre las instancias gubernamentales es fundamental para garantizar que las intervenciones obtengan los resultados esperados. Es papel fundamental del Estado brindar asistencia continua y considerar el acompañamiento constante a todas las apuestas empresariales que pueden surgir o que están plasmadas en la realidad rural, existen los programas sociales, existe la infraestructura, existen los expertos, lo que si falta es la planificación con base a un conocimiento probado de campo que supere los errores que los gabinetes y subjetividades cometen al plantear soluciones de apoyo sostenido, pero no eficaces.

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comunidades locales, desarrollo rural, economía solidaria, empresas sociales, oportunidades de desarrollo.

[EMPRENDE] En estos tiempos, los emprendimientos comienzan a ser considerados (con razón), como importantes unidades básicas para la economía, encontrándose en constantes procesos de cambio, volviéndose también en actores determinantes para la generación de riqueza y de empleo, y de esta manera contribuyendo al cambio de la sociedad. En algunos artículos anteriores, mencionamos la capacidad que tienen muchos emprendedores constituidos para convertirse en agentes del cambio, en general, los cambios económicos y los cambios sociales que son los que de alguna forma contribuyen al desarrollo sostenido plasmado en los crecimientos económicos competitivos. Además, es también interesante poder identificar las dinámicas que llevan los emprendedores, que siendo diversos muestran características constituidas que son interesantes para tomar en cuenta, que van desde la aplicación de novedosas estrategias de marketing hasta el descubrimiento oportuno de particularidades regionales y que a la par se convierten en interesantes oportunidades que generan innovación y fortalecen elementos que los hacen más competitivos. Todo esto en el marco natural de las oportunidades que genera el mercado mismo, que se autorregula y que exige estrategias que la necesidad de crecimiento obliga.

En el Perú la constitución de microempresas, cual escalones siguientes de los emprendimientos, se constituyen también en un importante porcentaje. Que suman en una realidad cada vez más palpable para nuestra sociedad, son unidades empresariales que también generan empleo y que miran las oportunidades del mercado con más optimismo. Las mypes van en franco proceso de cambio y de desarrollo, descubriendo o sintiendo la necesidad de estar acorde con lo nuevo que trae el mercado global. Dan la mirada a lo digital, a lo virtual y lo ambiental también, pues, para subsistir hay que saber adaptarse. Sin embargo, en nuestra sociedad globalizada, joven, inmersa en el mercado de muchas maneras, se obliga casi siempre a hacerlo de manera empírica.

Y es ahí, donde recae la responsabilidad del Estado, que está obligado a ser parte directa en el fortalecimiento y acompañamiento de estos emprendimientos y estas microempresas, viendo habilidades y capacidades, capacitando, apoyando y dando además las herramientas que sirvan para la sostenibilidad de los negocios. No hay que esperar que en las mypes a nivel nacional donde la experiencia diaria las ha fortalecido y que de manera empírica comienzan a posicionarse en espacios nuevos, comiencen a presentarse las desilusiones de un ausentismo de los responsables de la sostenibilidad empresarial.

Las instituciones del estado, que ven el tema no solo de la pequeña empresa, sino de todo tipo de apuestas comerciales y de las formas en que se posicionan estas apuestas, deben tener en claro que la articulación entre ellas es muy importante, desde el ministerio de cultura como constructor de una identidad pasando por los ministerios que velan por los intereses en todo sentido de la población, aportante y receptiva de sus atenciones como Estado, aquellos que atienden programas sociales, aquellos que se constituyen en poblaciones más vulnerables, aquellos que regulan la optimización dela convivencia con el medio ambiente, y tantos otros, deberían generar una apuesta conjunta que identifique necesidades y apoye al alto porcentaje de emprendedores y mypes, que a lo largo de esta corta historia de treinta años en el Perú, vemos día a día. Dicho esto, entonces nos daríamos cuenta que muchos programas sociales pueden ser usuarios o beneficiarios de la microempresa, cuántas mujeres podrían particularizar su apuesta, y no por eso parecer discriminante, cuántas mypes pueden comenzar el dialogo internacional, cuántas oportunidades se gestarían si tuviéramos muy en claro la importancia de poner el tema de la calidad acreditada y normativamente permitida para la venta y producción de los recursos, validando presencia, en fin, una serie de cuestiones exigen un trabajo gradual, con procesos definidos y no fotografías de momento que muestran solo el título del libro que muchas veces no será escrito.

Entonces, es sencillo resumir, que como se dijo en el artículo anterior, no solo las capacitaciones con apoyo financiero se convierten en una necesidad extrema para las mypes, sino que también la relación estrecha y compartida en acciones de las instituciones del estado, permitirán una atención más integral y comunicante, y de esta forma generar los verdaderos cambios que se necesita para el desarrollo país.

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[EMPRENDE] A través de los años, estando inmerso en temas de capacitación y asistencias técnicas para el desarrollo productivo, los cuales permitían afianzar capacidades y fortalecer habilidades para la sostenibilidad deseada en supervivencia de familias campesinas, o de pequeños negocios, o quizás de emprendimientos rurales, tocó alguna vez ser parte de una apuesta muy interesante y que tiene muchos años en práctica legitimándose en el tiempo a nivel del sector rural propiamente.

Es la presencia de los llamados Yachachiq, que tiene su significado de la composición, de dos palabras quechuas: la primera que es “Yachay” y que quiere decir “saberes” o “conocimientos” y la palabra “chiq” que quiere decir “enseña” o “hace que el otro aprenda”, en suma los Yachachiq son personas que tienen el encargo de enseñar y transmitir sus conocimientos con una base empírica muy fuerte pero importante para el desarrollo de cualquier proyecto que necesite, pues son lideres locales y regionales que han sido legitimados por sus propios coterráneos, identificándose plenamente en el desarrollo propuesto por cualquier proyecto que busque habilitar la entrada tecnológica y/o empresarial en muchas familias, en este caso campesinas. Hay mucho por hablar de los Yachachiq, lideres natos, gente capacitada, horizontal y con la capacidad y privilegio de ser parte activa de las poblaciones que llevan su acompañamiento, repito técnico para beneficio de la parcela o el negocio, interesante el análisis de su existencia.

Sin embargo, el mencionar y recordar la existencia de los Yachachiq, trae a reflexión, la importancia de las capacitaciones a todo nivel y en todo estadío, las mypes, los emprendedores, no perder esos espacios, pero con la salvedad de identificar bien al capacitador, saber de las capacidades y legitimidad que pueda tener frente a sus capacitados. La capacitación tiene un papel muy importante para la consecución de metas y proyectos, pues es un proceso mediante el cual todos los trabajadores y sobre todo los emprendedores adquieren los conocimientos, herramientas, habilidades y actitudes para interactuar en el entorno laboral y cumplir con el trabajo que se les encomienda.

El desarrollo de habilidades para la empresa y las propias habilidades humanas permiten al buen emprendedor poder concretar una mejor idea de negocio para su empresa y de esta forma brindar nuevos empleos desarrollando calidad y fortaleciendo las habilidades llamadas blandas. Por consiguiente, el objetivo principal que podemos identificar en la capacitación es la mejora de la eficiencia y capacidad de los emprendedores permitiendo el incremento de los índices de productividad.

Como primer punto, seguimos apostando por las capacitaciones técnicas, tecnológicas a todo nivel y los emprendedores o las mype deberían estar siempre atentos a estas. Pero eso no lo es todo, lo más importante y urgente es contar con un mercado no solo capacitado sino con la oportunidad que su capacitación esté a la medida con la capacidad de inversión que pueda hacer para mostrar el éxito de su aprendizaje, y para eso, la atención a ese detalle debe ser prioritaria. El acceso a los financiamientos, las garantías de inversión, los préstamos a bajo costo para los emprendedores, la ayuda a la capitalización de las mypes, sobre todo, las garantías mínimas, el apoyo a nuevas estrategias financieras, entre otros, deberían considerar detalles que van más allá de la frialdad de un préstamo cualquiera a beneficio exclusivo de la banca, por los intereses de devolución. Si no se corrige ese tema, las capacitaciones van a significar lo que hasta ahora la percepción indica: Innecesaria.

¿Por qué innecesaria?, pues en las mypes a nivel nacional existen miles de Yachachiq que empíricamente han aprendido y enseñan desde la práctica en el día a día, sus negocios han sido fruto de mucho esfuerzo y de aprendizaje cotidiano y desde la experiencia de campo. Pero si las capacitaciones, repito, necesarias, se dieran de la mano de un acompañamiento que fortalezca y abra mercado de manera tangible y concreta con un apoyo financiero, entonces la práctica y la experiencia cobrarían relevancia y el crecimiento y el desarrollo deseado de los generadores de este mercado interno potente que vivimos, llegaría a optimizar lo planificado desde el estado y desde el mismo mercado competitivo.

Capacitación si, pero generando el espacio y las oportunidades para que las capacitaciones tengan un desarrollo sostenido y acompañado. Los empresarios que lean este articulo comprenderán el punto y los emprendedores que inician este mundo de retos saben perfectamente que las oportunidades deben ser integrales. Una red económica, social y cultural fortalecen plenamente cualquier apuesta para el crecimiento económico, teniendo lo local y lo regional como base importante.

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capacitación emprendedores, desarrollo rural, mercado peruano, MYPES, Oportunidades, Yachachiq

[EMPRENDE] En éstas últimas décadas se ha vivido y se vive en un sistema económico globalizado y con características muy marcadas, con oportunidades que han permitido una reconfiguración general en los temas económicos, sociales y hasta políticos y que han basado su desarrollo en las nuevas tecnologías con un sentido de competencia brutal. Sin embargo, en muchos aspectos se han agudizado los niveles de pobreza, desigualdades, exclusiones sociales y muchas veces problemas socio ambientales o medio ambientales.

No debemos negar el valor que trae entender que las competitividades generadas por los avances tecnológicos muchas veces se hacen necesarios para el desarrollo y el crecimiento económico de las poblaciones y de los espacios donde se presentan los mercados, pero con esto también los cambios pueden agudizar crisis sino son considerados con seriedad y planificación desde el conocimiento real de nuestra realidad. Todo cambio debe ser contextualizado y analizado. A todo ello lo resumimos como un crecimiento económico que genera y permite de forma tangible también el desarrollo social, toda vez que permite ampliar las condiciones para producir y los factores que generan la forma de producir. A esto se le conoce como desarrollo económico; Y cuando la sociedad se desarrolla más, vale decir, cuando la sociedad va logrando la coherencia en sus interacciones, es donde se aprecia al crecimiento y desarrollo económico como más sostenibles.

Y los emprendimientos en este esquema de cambios y definiciones cumplen un papel importante, pues son los emprendedores, los que se han convertido en los protagonistas claves para impulsar los nuevos procesos de un cambio social. La mirada hacia el emprendedurismo, se da en la actualidad desde el ámbito científico, político, económico. Existen miles de artículos académicos sobre emprendimiento en la plataforma Google, en muchas instituciones se convocan a concursos para emprendedores, agencias de cooperación que fomentan el desarrollo de iniciativas emprendedoras, las universidades convocan concursos y otorgan premios  para emprendedores, existen centros de investigación e incubadoras de empresas, etc., es decir, el emprendedor como figura de sujeto de cambio ya comienza a ser parte de la investigación misma desde muchos campos del conocimiento y desde diversas perspectivas lo que aún no permite tener un concepto común de emprender y el trato del termino mismo.

Cómo se define el emprendedor y cómo se lo percibe realmente es el punto de la investigación actual en muchos lados. Es el emprendedor el reflejo de una sociedad mundial cambiante que lo convierte en el máximo representante del cambio social, es aquel sujeto económico que va a generar nuevos mercados y va a generar nuevos espacios. En una sociedad post industrial, se impone una suerte de flexibilidad que obviamente la impone el mercado con sus demandas generando la aparición y el fomento del emprendimiento. Pues en una sociedad de mercado, y sin analizar mucha teoría, ésta flexibilidad del sistema, individualiza, permitiendo nuevas posibilidades para el desarrollo del individuo y por ende motivando el despegue individual pensado en clara alusión a las posibilidades que brinda un mercado permisible.

Ahora bien, todo está excelente, en lo expuesto anteriormente, pero hay un tema que nunca hemos tocado en este periplo de artículos y es que la historia nos habla de un gran número de personas que siempre han estado en nuestra sociedad, convirtiéndose por mucho tiempo en personajes queridos y odiados, pero necesarios en el día a día, pero no formalizados ni considerados y que tienen una actividad económica que por muchos es considerada temporal y que se desarrolla normalmente en las áreas públicas cuyo capital no exceda de dos Unidades Impositivas Tributarias (UIT) anuales, y carezcan de vínculo laboral con sus proveedores, además de constituir única fuente de ingresos, estos son los comerciantes ambulantes, cuya actividad comercial de venta al por menor es realizada generalmente en lugares públicos sin establecimiento comercial permanente utilizando instalaciones desmontables, transportables o móviles.

Claro ejemplo de un segmento que es y no es emprendedor, que tienen que formalizarse o tienen que regularizarse, pero que no siempre están bien considerados y además excluidos de toda política que piense en el crecimiento y desarrollo sostenido.  Entonces la pregunta sería: quiénes generan su continuidad informal e histórica, supongo que entramos al tema de los cambios económicos mundiales y las crisis que podría generarse en los espacios de libre mercado auto regulado o la informalidad de la subsistencia. Gran papel también de los sujetos del cambio.

No niego que el ser emprendedor es muy bueno, yo creo en ello, en los emprendimientos sociales, sobre todo, pero no podemos negar que la informalidad social, de la cual comenté artículos pasados, genera que se haga uso del concepto del vendedor ambulante, distorsionando la real definición casi costumbrista, disfrazándola de emprendedurismo para la formalización. La pregunta al final, los ambulantes del Perú son emprendedores o se quedan en la categoría de desempleados, que están subsistiendo con la histórica forma de auto emplearse: ser ambulante. Respondamos

 

 

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ambulantes, Autoempleo, Desempleo, Emprendedores, Formalización, sistema económico

[EMPRENDE] En las últimas décadas, desde finales del siglo pasado, el mundo ha cambiado sustantivamente, la economía global ha configurado un modo de vida que ha condicionado de distintas formas a las sociedades existentes en todas partes, las conductas y enfoques de convivencia se rigen por individualismos e historias que transcurren en tiempos reales y las particularidades que los pueblos generan, está entre los hermetismos culturales de algunas poblaciones o la aculturación total y disposición al cambio total. Clara realidad que la globalización ha permitido.

Estos fenómenos de cambio también se han trasladado al tema de las movilidades humanas y claro, las fronteras se han acortado, tanto internas como exteriores. Hace algunos años el considerar las migraciones internas como objeto de estudios era tener en cuenta la generación de redes sociales, aquellas redes que eran el componente más importante para el crecimiento, asentamiento y desarrollo de grupos humanos que se beneficiaban de un tipo de capitalización que significaba el posicionamiento en un mercado que era descubierto y los primeros emprendimientos utilizaban este tipo de estrategias. Esta estrategia generaba un impacto en la economía.  La red social vista como un instrumento de interacción con un claro objetivo: capitalizarse. Al acercarse los países con el traslado continuo de las personas a través de las fronteras y la movilidad continua que la coyuntura general obliga, las redes sociales tienen otro significado y siendo aún una estrategia, el objetivo de generar cambio es mucho más ambicioso, efectivo y global.

No es un secreto entonces que hoy en día, las redes sociales juegan un papel muy importante en casi el 80% de las personas, de alguna u otra forma, y por supuesto esto también esta impactando en la economía. Supongo que estas redes sociales le han dado un giro de 360 grados al manejo del mercado o marketing. Las redes sociales, ahora son más que una estrategia, más que una herramienta, las redes sociales son un aliado no solo para las empresas, sino también para los negocios y para los clientes, pues establece una firme conexión entre ellos. Considerar las redes de mayor impacto ahora es casi una obligación y creo que nadie puede estar ajeno a ello, no hay componente cultural que lo impida y el impacto en la economía está en el Facebook, Instagram, Twitter, WhatsApp, LinkedIn y YouTube. La influencia es fuerte.

No podemos negar que la tecnología ahora tiene un rol dominante en la sociedad. La interacción social ha cambiado y es mediante las redes, lo que permite a las empresas poder vender, distribuir y promocionar sus productos o servicios; con mayor facilidad y sobretodo mayor alcance. Si bien es cierto un gran número de usuarios de las redes de las distintas plataformas, las usan para un tema personal, amical y familiar, estos mismos no son ajenos desde la experiencia diaria a utilizar estas mismas redes para comprar o vender algo. La capitalización va no de las redes humanas sino de las redes tecnológicas. Ojo con eso.

En estos momentos, podemos afirmar que la economía y las redes sociales van juntas, convirtiéndose ambas en un modo de vida en las personas en tanto empleados, emprendedores, amas de casa, en fin, de todo aquel que sea consumidor de algún producto, es decir, todos, se desenvuelven en clara aceptación de esta nueva forma de interacción. Muchos de nosotros deberíamos seguir esa corriente.

Entonces comencemos a considerar esta economía como una economía de redes donde se visualiza un sistema de producción, intercambio y consumo que está utilizando la tecnología en su modo más moderno y se nutre de la información y comunicando en red. Es decir, la economía tradicional ha cambiado, se ha transformado, ahora con el uso del internet la virtualidad genera y fortalece la producción, el intercambio y por ende el consumo. Sin duda, estas redes tecnológicas de información y comunicación han logrado la conexión de mercados y personas de manera más efectiva y algunas veces eficiente. Dando lugar a formas más simples y sencillas de intercambio de propiedad entre compradores y vendedores. Los costos, la inversión, los mercados, los proveedores y sobretodo los usuarios superan las limitaciones de los mercados en espacios físicos limitados.

Sin embargo, es importante hacer una precisión, debemos tomar en cuenta que no es lo mismo pensar en una economía digital que pensar en una economía de redes, pues la economía digital es un sistema de transacciones económicas puramente digitales; al comprar un producto por internet, por ejemplo. Otra cosa es cuando en una economía de redes las personas o las organizaciones transan económicamente pero el servicio es físico. Por ejemplo, los taxis por aplicativo. Clara diferencia que permite entender que en este mundo cambiante las opciones se siguen dando y las lecturas y aplicación de la sociedad aún sigue siendo importante. Este tema tiene para rato.

 

 

 

[EMPRENDE] La intención de los artículos que he presentado durante este tiempo es la de sumar temas para el análisis y de manera terca insistir en la propuesta de debate entre los investigadores sociales o también económicos para que se pueda aportar soluciones de cambio y así abrir el camino para la comprensión. De esta forma, siempre espero encontrar alternativas para un posible crecimiento y desarrollo del país. El debate sobre temas sociales, económicos y también políticos creo yo, pueden marcar una agenda que trate y desarrolle las particularidades que se muestran en el día a día de nuestra población.

Son temas que buscan abrir un panorama para pensar y aportar alternativas, situándonos en un espacio donde las características culturales, sociales y económicas son muy variadas y la construcción de esquemas de supervivencia se basan en la realidad misma. La resiliencia de nuestros emprendedores, la migración interna de hace décadas reconfigurando el país, las contribuciones de nuestra diversidad ecológica vistas desde el mercado o la adaptabilidad social pensada o asumida naturalmente por historia y cultura, que los antropólogos, (no todos), avistan como un mecanismo de desarrollo autosostenido, son temas que vistos y analizados seriamente y sin pasiones, muestran, repito, una realidad  nueva y única, posibilitando un cambio a mediano y largo plazo.

En consecuencia, en este artículo, me permito poner un tema que me parece interesante y podría generar también debate o intercambio de opiniones, en el afán de explicarnos cuál es la definición que se puede dar a nuestra sociedad, que de por sí, creo yo es sui generis, producto de estar imbuida en un círculo vicioso que lo ha generado la corriente globalizadora y que nos pone, como un país periférico dependiente de los cambios motivados por el mercado internacional y dominante. Quizás por eso, la existencia de muchos emprendedores por necesidad y que buscan fortalecer la oportunidad avistada. Para ello, es importante revisar si somos una sociedad conformista,

La conformidad social la definen desde las ciencias sociales como el nivel en el que un individuo o grupo puede alterar su opinión y actitud para adaptarse y encajar en las normas de otro individuo o grupo. Asimismo, muchas de estas normas actúan de forma implícita, guiando la interacción y el comportamiento de los miembros que lo componen. La capacidad que tiene el hombre para la toma de decisiones de manera individual hace pensar, se dice, de un sentido de libertad, sin embargo, muchas personas, quizás todos nosotros, no somos conscientes que día a día somos influenciados socialmente. Ser conformistas es aceptar los cambios de creencias o de conductas debido a una fuerte presión de los grupos mayoría, modificando las disposiciones previas de los sujetos y direccionándolas hacia las normas establecidas por el colectivo dominante.

No es solo actuar como actúan los demás, es estar condicionados a cómo actúan normalmente, se pierde la autonomía y se cambia el comportamiento, los pensamientos y los sentimientos de las personas con respecto a una norma social. Se puede hablar de una mejor adaptación, es lo normal, se muestra cierta coherencia en el accionar diario, uniformidad y convivencia, o se podría también entender que las figuras dominantes, dominan también la vivencia diaria y es cómodo.

La normativa también genera conformismos sociales, pues ella contribuye a la búsqueda de la aceptación y lógicamente es válido, y por qué no también pensar que la masa comunicacional es influyente en la aceptación de un cambio y por ende de la pérdida de autonomía. Lo cierto es que una sociedad conformista o camino a serlo es punto de análisis, sobrando los casos que la definen como positiva o quizás negativa para el crecimiento de nuestro territorio y nuestra población.

A veces, nos conformamos sin creer realmente en lo que se va construyendo; la conformidad social pasa por una aceptación obligada de acuerdo a circunstancias que responden a una realidad implícita o explícita pero que solo busca ser atendida mas no aceptada interiormente. Otras veces nos alineamos creyendo en lo que la mayoría grupal ya nos propone y la hacemos verdad, ahí aceptamos por la presión social.

En resumen, el tema de conformismo social, nos permite analizar de cerca las motivaciones que cualquier grupo tendría para hacer valer la aceptación de lo que ocurre o de permitir construir a lo que verdaderamente no ocurre. El ser independiente genera alternativas de cambio, otra es parte de una situación generada por las masas. ¿La pregunta es, como nos definimos nosotros? ¿La sociedad peruana es conformista, es seguidora voluntaria o es rebelde cultural y socialmente hablando también? Creo que los emprendedores tendrían una primera respuesta. Esperemos que dice el tiempo

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Sea como fuere, es un tema fresco de debate, entre el altruismo que son los emprendedores sociales, a manera de resumen y los emprendimientos dimensionados hacia un crecimiento puramente económico. Lo cierto es que en la actualidad la creación de empleo en areas deprimidas, el involucramiento e integración de las mujeres en los temas laborales o emprendedores, la atención a los problemas de financiamiento a los más pobres, son diversas áreas de actividad de los emprendimientos sociales, donde además no solían actuar los emprendimientos de mercado. Sin embargo, la configuración actual, hace posible que los nuevos emprendimientos sean inclusivos, sociales, integradores, ya sea por necesidad, por tradición, por cultura o por estrategia. Se es altruista sin serlo, se es individualista sin proponérselo, en fin, la atención a estas apuestas de mercado siempre va a tener aristas para la investigación y también para la interpretación. He ahí la tarea de muchos que piensan el país.

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