Fuerza Popular

Por Giovani Alarcón y Alba Ñaupas

A las 10 de la noche de ayer domingo, todas las caras dentro del local de Fuerza Popular eran de autogol. Sudaca, que había seguido a la candidata Fujimori todo el día, intentó arrancarle alguna declaración a los voceros de su partido. Luis Carranza, ‘Nano’ Guerra García y Patricia Juárez se excusaron, casi con pena. Lo propio hizo Pedro Cateriano, que no ha sido vocero oficial de la campaña, pero estuvo muy cerca. El conteo rápido de Ipsos y América TV ponía a Castillo 0,4 puntos por encima. 

 

Afuera del local, las juventudes fujimoristas -que habían celebrado eufóricas el flash a boca de urna- ya no estaban. El toque de queda las había obligado a replegarse. Los pocos simpatizantes que quedaban apenas atinaban a levantar la mirada. Todo era silencio, caras de preocupación y luz de las pantallas de sus celulares. Un escenario absolutamente distinto a las sonrisas y los gritos de las horas previas. 

El día en que se definió si Keiko Fujimori jalará su ‘trica’ electoral, la candidata naranja empezó su itinerario en las alturas de Lima. Su ‘desayuno electoral’ fue en el asentamiento humano La Morenita de Fátima, en San Juan de Lurigancho. Un cerro con vista panorámica e inundado de niebla, que muchos de sus recientes y fervorosos partidarios probablemente no conocen. Hubo panes con jamón, avena con manzana y tamales. Allí Fujimori destacó la participación de la selección peruana de fútbol -de cuyos jugadores, algunos, había recibido el endoso en días previos- y el perdón. Bajando el cerro, incluso se animó a posar para el lente de Sudaca en la foto que inicia esta crónica.

Keiko Fujimori en desayuno tradicional
Keiko Fujimori en desayuno tradicional en SJL (Foto: Giovani Alarcón).

Tras la comilona protocolar, dejó a su hermano Kenji en la casa de su madre en San Borja y fue a la suya en Surco. Desde allí fue a votar en el IE 7086 Los Precursores, donde la aglomeración de simpatizantes, detractores y periodistas terminó con un policía en el suelo. Volvió a casa y pidió un barquito de sushi para aplacar la tensión. Algunos vecinos paraban paseando a sus mascotas esperando algún balconazo desde el tercer piso que no se dio. Poco antes de las 7 enrumbó a su local de campaña en la calle Campanillas, en La Molina, para recibir los primeros resultados.

En La Molina, decenas de simpatizantes, en su gran mayoría jóvenes fujimoristas, escucharon el flash a boca de urna. Tensos, aunque esperanzados, recibieron la noticia de que su candidata llevaba -teóricamente- la delantera. Se tomaron varias ‘selfies’ para recordar el alegre momento. Aunque se trataría de una agitación efímera, algunos conversaron con Sudaca.

Juventudes fujimoristas
Juventudes fujimoristas (Foto: Giovani Alarcón.

Luis Eduardo Pacaya, coordinador de juventudes de Loreto, reconoció que la diferencia del boca de urna no era mucha y apeló a la cautela. Al ser consultado por la razón del antivoto hacia Fujimori, señaló que es culpa de la educación escolar, que no enseña sobre el terrorismo, y de los anteriores gobiernos. 

Respecto a los pasivos políticos de Keiko Fujimori, investigada por lavado de activos, su semblante cambió y solo atinó a decir que todos somos humanos y cometemos errores. “Lo otro es que ha sido investigada, pero no sentenciada, hay presunción de inocencia”, zanjó.

Videos y videntes

Pasadas las 8 de la noche, una hora después del boca de urna, el equipo de Fuerza Popular difundió un video que mostraba cómo había recibido la noticia el círculo íntimo de Keiko Fujimori. Un recurso audiovisual apenas justificado por la pandemia. No fue hasta cerca de las 9:30 pm, más de dos horas después del resultado y la llegada de varias pizzas al local, que permitieron el ingreso de la prensa al local de Campanillas. 

Pizzas llegan al local de Campanillas, antes del conteo rápido.
Pizzas llegan al local de Campanillas, antes del conteo rápido.

El vídeo difundido por el fujimorismo muestra en primera línea a Keiko, su esposo, sus hijas, Kenji y Patricia Juárez, quienes celebran con algarabía los resultados preliminares. Abrazos profundos y sonrisas inmensas detrás de las mascarillas, que con el pasar de los minutos se irían disipando. 

Con la prensa ya dentro del local de campaña, a poco del conteo rápido, Fujimori se dirigió a los medios durante apenas 3 minutos. Como si ya supiera lo que se le venía, tras esa breve declaración decidió retirarse raudamente del lugar. “Los resultados se han recibido con alegría, pero al ver que el margen es tan pequeño, es fundamental mantener la prudencia. La campaña ya culminó y será fundamental tender puentes y encontrar espacios de diálogo entre los grupos políticos. El país, a través del mapa de los resultados de boca de urna, muestra dos grandes bloques con ciudadanos que quieren todos un cambio”, dijo.

A las 10 de la noche, 3 horas después del flash electoral, la balanza se inclinó al otro bando y Perú Libre pasó a liderar con 50.2%, frente al 49.8% de Fuerza Popular (unos 70 mil votos, aproximadamente). 

Ante la negativa a declarar de Cateriano, Carranza, Guerra García y Juárez, el único que atinó a compartir algunas palabras fue Reynaldo Dos Santos, el autodenominado ‘vidente’ de la farándula que previamente había dado su apoyo a Fujimori.

Reynaldo Dos Santos, vidente farandulero.
Reynaldo Dos Santos, vidente farandulero.

Minutos antes del conteo rápido de Ipsos, Dos Santos aseguraba tajantemente que Fujimori ya “es la presidenta del Perú” porque él ya lo había visto desde hace tiempo. “Hay una luz de esperanza, el comunismo no se va a instalar en el Perú”, había asegurado para luego relativizar sus palabras. 

“Desde el 2002 vengo diciendo que ella iba a ser presidente, lo que pasa es que una profecía no tiene tiempo, pero se puede ver el hecho en sí, y el hecho está ahí y no va a cambiar”, afirmó, cuando los números del conteo rápido no cuadraron con su predicción. El viejo truco del vidente. 

Si después de casi 15 años aún no acierta, quizás Dos Santos debería ir buscando otro trabajo. Y Fujimori, quién sabe, lo mismo. 

 

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Oscar Galarza es psicólogo, tiene 60 años y recientemente ha tenido que bloquear de su Facebook a su mejor amigo de la juventud. La razón, explica, son los ataques que recibía de este por hacer pública su decisión de votar por Perú Libre. “Yo me pregunto: si psicólogos pierden la amistad por cosas que no valen la pena, por una señora Fujimori que nos dice que va a cambiar, por un señor Pedro Castillo que dice que no va a ser totalitario, ¿qué podemos esperar?”, comenta Galarza, presidente de la Asociación de Psicólogos de Lima.

 

No es el único. La periodista Victoria Pineda contó el pasado 3 de junio en su cuenta de Twitter: “En serio, es increíble las cosas que tengo que ver y responder por WhatsApp. Estas elecciones estoy perdiendo a varios «amigos», pero no me arrepiento”. Y acompañó su mensaje con el pantallazo de la discusión.

En una reciente entrevista para Sudaca, la también periodista Rosa María Palacios contó un pasaje similar acerca de las interacciones que tiene con sus conocidos por redes sociales. “Un sector de mi familia cree que soy comunista. Aunque tú no lo creas. No sé por qué, probablemente por no decir ‘Keiko, te amo’, o algo por el estilo. Y otro sector cree que soy demasiado de derecha, ¿cómo es posible?”, apuntó.

“Bruno” (22), por ejemplo, es un estudiante del último año de psicología de la Universidad de Lima. Utilizamos un seudónimo porque el entrevistado no quiere revelar su identidad por temor a quedar expuesto a reacciones hostiles. Pero cuenta su experiencia con su entorno universitario. “Más [me han afectado] las reacciones que tienen otras personas que el mismo resultado de las elecciones. Creo que se ha cerrado bastante el diálogo al menos en varios grupos sociales limeños. El que no tiene tu opinión es el enemigo […] Muchos están totalmente decididos a irse del país”, dice. 

Y si en grupos privados la polarización es notoria, redes públicas como Twitter son un verdadero caldero. “Mucha gente esta semana ha renunciado a Twitter. ‘Esta semana he decidido no abrir Twitter’ es como la frase de la semana. Como Twitter puede ser anónimo y la gente habla sin reparos. Veo cosas tan fuertes de los dos lados, ‘mi amiga tal y mi amigo tal se han dicho esto’, me cuentan. Qué difícil será volver a hablarte con el enemigo”, dice Graciela Cardó, vicepresidenta de la Sociedad de Peruana de Psicoanálisis.

¿Qué hay detrás de estas interacciones? “Es el famoso pensamiento binario”, sostiene la especialista. “En los momentos de crisis, de cambio, tendemos a pensar de nuevo así: los buenos, los malos; los míos, los otros; el nativo, el extranjero; hombre, mujer; yo, tú. Y el pensamiento binario implica dominación, implica que uno es mejor que otro, siempre es así”, añade. 

Óscar Galarza coincide y se anima a poner un ejemplo personal. “El ‘yo-tú’, que es una relación humanizante, se empieza a transformar en un ‘yo-ello’. Por ejemplo, a los que vamos a Pedro Castillo nos están llamando ignorantes, brutos, comunistas, que queremos un país como Venezuela o Cuba. Y los de esta parte llaman a los que van a votar por Keiko Fujimori: delincuentes, autocráticos, corruptos. Al final, ¿qué tengo que ver yo, que voto por Pedro Castillo, con un comunista? ¿Qué tienes que ver tú, que votas por Keiko Fujimori, con una corrupta? La consecuencia es un mecanismo muy violento. Es: yo soy bueno, tú eres malo”, explica.

Óscar Galarza, presidente de la Asociación de Psicólogos de Lima, en conversación con Sudaca vía Zoom.

«Todo es defensa acérrima de su posición, ni siquiera del candidato o candidata, todo es lo que tú quieres, son tus ideales, tus esperanzas, son procesos psíquicos complejos», complementa Graciela Cardó.

La distancia que los separa

Hoy, a menos de nueve horas del flash, la preocupación por la situación del país va alcanzando su pico y pueden surgir algunos síntomas. “Hay bastante insomnio, ansiedad, somatizaciones como dolores de cabeza, de cuerpo. Mucha gente ha estado definitivamente más ansiosa, preocupada, fastidiada, irritada, y es que si estás peleando todo el tiempo…”, dice Cardó.

La familia Taboada vive algo similar a lo que describe la psicóloga. Lucía Taboada (23), una estudiante de derecho en la Universidad del Pacífico, dice que ella y su hermana -que estudia la misma carrera en la Universidad Católica- viciarán su voto. Los actos de corrupción y violación de derechos humanos cometidos por el fujimorismo han sido decisivos para ambas.

Pero sus padres, de 60 y 52, votarán por Fuerza Popular. El recuerdo del terrorismo que vivieron durante las década del 80 fue una de las razones. Y llegó a su momento más álgido luego del atentado en el VRAEM. “Así era todos los días”, recuerda Lucía que dijo su papá evocando aquella época. “El medio televisivo que mi papá más consume es Willax y es notoria la campaña de miedo [de ese canal]”, apunta.

Su madre, por otro lado, insistía en lo peligrosa que era la opción de Perú Libre para la economía. “He invertido tanto en ustedes para que al final se queden sin trabajo”, le escuchó decir a su mamá, quien, preocupada, recordaba que durante el primer gobierno de Alan García ganaba el equivalente a S/20 al mes. “Sí, estaba triste al punto que se puso a llorar”, comparte Lucía.

En medio de la polarización, algo que apunta Graciela Cardó parece pasar desapercibido: “Los dos intentan proponer mejoras. Obviamente. Nadie va a proponer destruir el país. Pero la gente lo vive así. [A los ojos de ambos bandos], los dos candidatos están proponiendo destruir el país”.

Graciela Cardó, psicoterapeuta y vicepresidenta de la Sociedad Peruana de Psicoanálisis (SPP). Foto: Crecedu.

Desde su consultorio en San Miguel, Oscar Galarza ha advertido un paralelo quizás más profundo. “En todos los años, nunca se ha visto una polarización tan fuerte y, por lo tanto, lo que veo en muchos hogares es que los hermanos se están distanciando, padres e hijos pelean por situaciones electorales, amigos que están perdiendo la amistad, y ciertamente [esto] va a traer como consecuencia demasiados problemas en las interrelaciones familiares. Ello aunado al Covid-19, que ya por sí solo es un problema”, apunta. La votación empieza y acaba hoy. ¿Habrá futuro para las relaciones rotas que deja?

 

Fotocomposición de portada por Leyla López.

 

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La lección del último quinquenio fue clara: ningún presidente de la República puede sentirse fijo en su cargo. Censuras, vacancias y renuncias fueron parte del menú político de los últimos años. Como el escenario de inestabilidad no ha mejorado (sino, lo contrario), hay una alta probabilidad de que ello se repita. Y los llamados a cubrir el hueco serán –nuevamente– los vicepresidentes. Estos son los perfiles y las ‘credenciales democráticas’ de quienes podrían asumir la conducción del país.

 

 

Galarreta: a la cabeza del obstruccionismo

Luis Galarreta, candidato a la primera vicepresidencia de Fuerza Popular, es –de todos los postulantes– el que más recorrido tiene en la política peruana. Su kilometraje incluye haber ocupado una curul de manera ininterrumpida desde el 2006 hasta el 2019, cuando el Congreso fue disuelto por Martín Vizcarra. Antes de eso, también fue regidor provincial de Lima.

En estas elecciones, Galarreta postuló al poco conocido Parlamento Andino y fue elegido como representante del fujimorismo. En declaraciones para América Noticias, a mediados de marzo, aseguró que su candidatura a ese órgano supranacional se dio por un pedido de su partido, y agregó que dentro del Congreso había cumplido con “lo que corresponde” y que para él “la política no es una aventura, es una carrera”.

Parte de esa ‘carrera en la que ya cumplió’ incluye haber sido la cabeza del Congreso obstruccionista, término que su propio partido hoy acepta. Galarreta presidió el Parlamento entre el 26 de julio del 2017 y la misma fecha del 2018, uno de los periodos más conflictivos de la relación Legislativo-Ejecutivo del último quinquenio. Durante su presidencia se le negó la confianza al expremier Fernando Zavala y pasaron las dos mociones de vacancia contra Pedro Pablo Kuczynski (PPK).

Además, fue cuestionado por la compra de televisores, frigobares y flores meses antes del Mundial Rusia 2018. Cuando fue increpado por los medios, defendió las adquisiciones y aseguró que aprobarían “otra ley para que saquen la publicidad de algunos medios mermeleros”, en alusión a la llamada ‘Ley Mulder’.

Un año antes, cuando era vocero de la bancada naranja, se hizo público el chat de Telegram “Mototaxi”, donde la agrupación liderada por Keiko Fujimori coordinaba sus movimientos legislativos. En medio del debate para censurar al entonces ministro de Educación, Jaime Saavedra, Galarreta escribió: “Jaja recién leo que está temblando… pero para jodernos era valiente!”. La decisión de tumbarse a Saavedra ya estaba tomada.

 

 

Aunque el ex congresista parezca un fujimorista de larga data, lo cierto es que milita recién desde el 2018. Antes militó en el PPC y en Renovación Nacional. Hoy es secretario general del partido naranja y, como tal, está involucrado de lleno en la campaña. Esto incluye ser consejero de la nueva bancada electa, la que tendrá la labor de limpiar la cara del fujimorismo en el Legislativo.

De darse el caso que Fujimori gane las elecciones y luego deba dejar Palacio, ponerse la banda presidencial será un déjà vu para Galarreta. En marzo del 2018, como presidente del Congreso, la vistió brevemente tras la renuncia de PPK y antes de la toma de mando de Martín Vizcarra.

A pesar de ser un acto simbólico –y durar unas cuantas horas– Galarreta no desaprovechó la oportunidad de posar campante con la banda presidencial. Junto a sus colegas de bancada improvisaron una sesión fotográfica mientras esperaban a Vizcarra. La sonrisa entonces no cabía en su rostro. ¿Tendrá la oportunidad de revivir ese momento en el futuro?

GalarretaBandaPresidencial
Galarreta cuando tuvo la fortuna de utilizar la banda presidencial brevemente. A su lado Luz Salgado, colega fujimorista.

 

Juárez: del amarillo al naranja

La plancha presidencial del fujimorismo la completa, en la segunda vicepresidencia, Patricia Juárez. Aunque sus posibilidades de asumir son pequeñas, ‘Patty’ ya ganó en estas elecciones: será congresista fujimorista por Lima, cargo que había intentado alcanzar en el 2011 con Solidaridad Nacional.

Precisamente, su pasado político es totalmente amarillo. Juárez fue regidora provincial y teniente alcaldesa de la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) entre los años 2014 y 2018. Como tal, fue una férrea defensora de la gestión de Castañeda Lossio hasta que el sol del partido se apagó.

El ex burgomaestre es hoy investigado por el Equipo Especial Lava Jato y la acusación salpicó a ‘Patty’. Ambos son acusados de haber favorecido a la constructora brasileña OAS con la entrega de peajes, presuntamente a cambio de un aporte de US$480 mil para la campaña municipal del 2014, donde Juárez fue electa regidora.

La ex funcionaria edil enfrenta un glosario de delitos: concusión, negociación incompatible, tráfico de influencias, asociación ilícita y cohecho pasivo propio. El caso recién está empezando, según reveló el portal Convoca.

Con esa mochila infame la hoy candidata a la vicepresidencia abandonó a Castañeda en el 2018, y renunció a su partido. Divagó brevemente, pero al año siguiente se reubicó como secretaria general del último bastión solidario: Miraflores. Luego llegó Patricia Juárez a Fuerza Popular, otro partido que también tiene problemas con las palabras “Lava Jato”. Intercambiando el amarillo por el naranja, la ex teniente alcaldesa aceptó la invitación de Keiko Fujimori a finales del año pasado.

 

Boluarte: las denuncias por maltrato

En las últimas semanas apareció en televisión una representante de Perú Libre que, hasta ese momento, había pasado desapercibida para la mayoría de la prensa. Su nombre era Dina Boluarte y, con mayor solvencia que el propio Castillo, defendió a su partido ante las cámaras. Esta vocera inesperada también es la candidata a la primera vicepresidencia del lápiz.

La única experiencia en el sector público que lista en su hoja de vida es la de jefa de la oficina de Reniec en Surco desde el año 2007, al que hoy ha pedido licencia sin goce de haberes. Tras su crecimiento como figura mediática y vocera de su partido, un sector de la prensa empezó a escudriñar su gestión en esa entidad registral. Encontró unas cuantas cosas.

Boluarte tiene, según Canal N, tres denuncias policiales entre los años 2011 y 2020. Dos de ellas ocurrieron alrededor de su local laboral, la Reniec.

La primera fue en mayo del 2015. Paula Parina denunció a Boluarte por lesiones ante la Policía. «La denunciante trabaja como lava carros en el lugar de los hechos y a eso de las 4 p. m. se presentó Boluarte, la misma que agredió físicamente a la denunciante, debido a que su espacio de estacionamiento estaba siendo ocupado por otro vehículo», describe el parte policial.

El otro incidente en la Reniec de Surco es más reciente. En febrero del 2020 la activista transexual Marina Kapoor la denunció por maltrato. Luego de esperar varias horas para que la atiendan en la oficina que dirigía Boluarte, Kapoor pidió el libro de reclamaciones. Esto, según su versión, hizo estallar a la hoy candidata a la vicepresidencia de Perú Libre.

“Escuchó ‘libro de reclamaciones’ y la señora es la que más bien se exaltó. Salió de su oficina y comenzó a decir al vigilante ¿quién ha dejado entrar a este señor aquí, cuando se dio cuenta de que era una mujer transexual”, explicó la denunciante a Canal N.

Frente a ambas revelaciones Boluarte respondió, nuevamente, en una pantalla televisiva. Y a nivel internacional. Frente a la pregunta de Fernando del Rincón sobre estas denuncias en CNN la candidata aseguró que “sus manos están bien limpias”, que no tiene “ni un acto de corrupción” y se quejó porque no “dicen nada del otro lado” en referencia al fujimorismo.

 

 

La funcionaria registral está ligada a Perú Libre hace años, aunque milita solo desde finales del año pasado. Su cercanía incluye dos postulaciones previas. La primera fue a la alcaldía de Surquillo en el 2018 –cuando el partido aún se llamaba Perú Libertario– y la segunda al Congreso en el 2020. En ambas oportunidades fracasó.

También intentó postular este año al Parlamento, pero fue excluida por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) porque la personera legal del lápiz presentó documentación de subsanación sobre su candidatura fuera de plazo. ¿Cambiará su suerte si sale ganador Castillo?

 

El excluido

La fórmula presidencial de Perú Libre solo tiene a Boluarte como candidata a la primera vicepresidencia. La razón: el otro vicepresidente fue excluido por tener una sentencia firme de corrupción.

Se trata de Vladimir Cerrón, el fundador y secretario general del partido. Cerrón también es autor del ideario que fue presentado como plan de gobierno en primera instancia al JNE. Este documento fue actualizado después porque, entre otros graves problemas, no tenía ninguna mención relevante sobre la pandemia.

A pesar de no ser el candidato presidencial, Cerrón ha tenido un rol protagónico en esta campaña. Como ideólogo del lápiz, ha hecho trabajo político en redes sociales, aunque no siempre parece hacerlo a favor de Castillo.

Su simple presencia política ya es cuestionable. El llamado “médico del pueblo” fue gobernador de Junín en dos periodos entre el 2011 y 2019. Su segunda gestión terminó abruptamente cuando fue sentenciado por el delito de negociación incompatible.

La justicia determinó que Cerrón, junto a otros miembros de su gobierno regional, favorecieron al Consorcio Altiplano mediante el pago de S/850 mil por “gastos adicionales” en la ejecución de un proyecto de saneamiento en La Oroya en 2011, durante su primer gobierno regional. Por este delito Cerrón tendrá que cumplir cuatro años de prisión suspendida y está inhabilitado de ejercer cargos públicos durante un año. La decisión fue ratificada a mediados de abril.

Tanto Castillo como otros representantes de Perú Libre se han cansado de decir que Cerrón no fue sentenciado por corrupción, sino “por la corrupción”. Un juego de palabras que lo victimiza e ignora las pruebas en su contra.

Incapaz de volver a postular a la presidencia –lo hizo en el 2016 cuando su partido aún se llamaba Perú Libertario– quiso pasar “escondido” dentro de la plancha presidencial del lápiz, pero el Jurado Electoral Especial de Lima Centro 1 declaró improcedente su candidatura.

CerrónBandaPresidencial
Vladimir Cerrón con su banda presidencial durante su gobierno regional en Junín.

Como Galarreta, el fundador de Perú Libre ya sabe lo que es usar la banda presidencial. Al menos una imitación. Durante su gobierno regional Cerrón se lucía en eventos públicos portando una muy parecida a la original, pese a que ese no era el protocolo. Mientras dure su sentencia se quedará con las ganas de tentar la verdadera.

 

**Fotoportada: Leyla López (Fuente: Andina)

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Kenji Fujimori, antes de esta reconciliación, dijo que Fuerza Popular busca perpetuarse en el poder. ¿Cuál sería la diferencia con lo que dijo el electo congresista de Perú Libre, Guillermo Bermejo [que no van a soltar el poder si lo consiguen]? 

Esta campaña, más allá del riesgo de la amenaza comunista de Perú, ha servido para reconciliaciones, como la de [Mario] Vargas Llosa o [Máximo] San Román. La de Kenji con Keiko me ha parecido extraordinaria. No ha estado dentro de un cálculo*. Él deberá contestar sobre su opinión [anterior]. Lo que Bermejo ha dicho es algo que lo vas a vivir en historia del castrismo, en historia de Venezuela y Centroamérica cada vez que el comunismo ha entrado. 

*Nota de edición: Según Datum, para 7 de cada 10 peruanos fue una estrategia de campaña.

¿Y cómo podrían garantizar que ustedes dejarán el poder en cinco años, considerando lo que históricamente ha ocurrido con el fujimorismo?

El gobierno de los 90 fue exitoso, pero también somos conscientes de que hay temas que no pueden repetirse. La reelección es uno. El 27 de julio se entrega el mando democráticamente. La gente que se va sumando [a la campaña fujimorista] también lo tiene claro y son garantes de que cumpliremos la palabra. No vamos a hacer lo que hacía Vizcarra, que se reunía con fiscales. La garantía es, primero, nuestra palabra; segundo, las personas que se suman; y tercero, la prensa. Keiko no tendría ningún motivo por el cual quedarse porque ella es una demócrata. Puede haber muchos cuestionamientos, pero hemos pedido disculpas del caso, y nunca hubo nada fuera del marco constitucional. Uno puede decir que fue un exceso [la actitud de la bancada fujimorista en el Congreso disuelto], pero fue dentro del marco constitucional. Ella se va el mismo 27 de julio del 2026. 

En una entrevista reciente a Perú 21, Keiko indicó que afrontaría la justicia recién en el 2026. ¿Busca dilatar los procesos? 

El proceso va a continuar con los demás coimputados. Para mí es claro: es absurdo cuestionar [a Fujimori] por un hecho que no estaba prohibido. Me refiero al financiamiento privado, que espero sea más transparente algún día. A partir de 2018 se vuelve una prohibición legal, antes no. Existe un peritaje de los últimos 10 años a KF así como a su esposo, que nos da tranquilidad. Lo que sí estuvo mal es que no se informó a la ONPE en su momento, pero son temas administrativos.

Nota de edición.: Según el penalista Carlos Caro, el delito de lavado de activos prescribe, pero los plazos de prescripción son de entre 15 a 30 años. Además, el plazo de prescripción se congelaría durante un eventual mandato presidencial. 

Pero no se trata de aportes privados y nada más. Está el presunto delito de lavado de activos, que incluye dinero de procedencia ilícita en torno al caso Odebrecht

Es una figura que no tiene ningún sustento. Tendrá que ser comprobada en el juicio oral. Es parte del derecho de la fiscalía plantear su hipótesis, pero se ha ido cambiando en el tiempo. Primero se habló de un grupo dentro de Fuerza Popular, luego fue el partido. Primero fueron aportes ilícitos, luego fue lavado. El núcleo original es el financiamiento privado. Con lo de Odebrecht ni siquiera hay una vinculación directa, pero tendrá que comprobarse en un proceso penal si lo que dice una o dos personas es real o no. 

En el partido de Perú Libre hay personas que están llevando procesos y también está la condena por corrupción de Vladimir Cerrón. Pero en Fuerza Popular también hay personajes con procesos en camino. ¿Qué responde ante esto?

En el tema de las ligaduras [el caso sobre esterilizaciones forzadas], así sea una sola persona, tiene que verse quien será responsable. Es un juicio que se archivó, pero si se quieren investigar nuevamente, habrá absoluta libertad para el Poder Judicial dentro de su autonomía. En el caso de la investigación al señor Aguinaga, no dejo de reconocer que, así sea una sola mujer y ha habido algo mal hecho, habrá que asumir responsabilidad. 

Pero si tiene un proceso abierto, ¿por qué se le llevó como candidato?

Cuando se evaluó el caso de la candidatura de Alejandro no estaba esta nueva ocasión en que se le ha vuelto a abrir el proceso. No es que no importe, sino que no estaba presente el tema en el momento.

Keiko dijo que se trataba de una política de planificación familiar. ¿Lo respaldan?

Ella dijo que el concepto como política pública era eso [planificación familiar]. Si dentro de este, hubo un exceso de una o dos personas, se tendrá que indagar. Respetamos que se inicie nuevamente la investigación, pese a que se ha archivado antes. Si una mujer fue violentada de su libertad, se tiene que saber quiénes son los responsables. No se puede hablar de un pasivo si la campaña todavía está en carrera. Cualquier análisis será posterior a esta.

¿En Fuerza Popular están convencidos de que Pedro Castillo es cercano al terrorismo, como dicen varios de los que atacan su candidatura?

Es difícil que un ciudadano peruano haya aceptado ser candidato de un grupo con Cerrón, que además era su candidato a vicepresidente, incluso con las manifestaciones lamentables que ha tenido respecto al terrorismo. No puedo decir si Castillo es cercano o no al terrorismo directamente, pero sí te puedo decir que lo que me preocupa es si es solo una figura. ¿Decide? ¿Toma decisiones? ¿Analiza con quien está? Aquí [en el fujimorismo] lo que siempre se va a encontrar al frente es el dedo acusador de corrupción, pero en nuestro lado no tengo ninguna investigación por terrorismo. Alrededor de él, sí hay mucha gente que está vinculada, conversa y están en fotos. El 80% de su bancada es de Cerrón. 

Ya, pero Fuerza Popular reivindica el gobierno de Alberto Fujimori, que según la CVR incurrió en terrorismo de Estado. Incluso Keiko ha dicho que lo indultará si sale elegida.

El indulto es una potestad constitucional y tiene que estar dentro del marco legal, donde se evalúan otros parámetros y condiciones. No veo una contradicción. Cualquier exceso que esté muy bien sancionado en contra de la lucha contra el terrorismo, nunca he escuchado que se haya negado que eso se sancione. Es una decisión de Keiko que respaldamos y que consideramos es sobre alguien que ha pagado suficiente prisión. Siempre en el marco constitucional.

Alberto Fujimori aún no ha pagado la reparación civil que le debe al Estado, que con intereses suma más de S/51 millones, dispuesta en sus condenas. 

No hay prisión por deuda. Si la norma legal dice que no se puede indultar sin que se cancele eso, tendrá que hacerse. Eso lo verán los abogados. Si es que es un requisito pagar [para el indulto], se tendrá que hacer a quien corresponda.

¿Entonces pagará lo que debe antes del indulto?

No conozco los requisitos específicamente, pero no se hará nada que vaya fuera del marco legal.

Keiko Fujimori también ha pedido perdón a Jaime Saavedra y Fernando Zavala. Usted presidió el Congreso. ¿Qué piensa al respecto?

Lo de Fernando fue cuando era presidente del Congreso, Saavedra fue antes. Hice un mea culpa donde reconocí que caí en eso. Debí persuadir mejor de que no era el camino. Respaldo y coincido en las disculpas. En general, [disculpas] no solo a ellos dos sino a cualquier persona y todos aquellos que esperaban un trabajo entre Fuerza Popular y PPK. Entramos dolidos en ambos lados. Me apena y me obliga doblemente a rectificar y pedir disculpas por no revertir esa situación. Cuando veo el riesgo al frente [se refiere a Perú Libre] me molesta, porque hicimos mal e impide que la gente vote por nosotros. 

¿No son disculpas solo por campaña, que es a lo que suena después de todo lo visto?

Las disculpas no son por la campaña. En su momento, hubo una reunión con el señor [Salvador] Del Solar para calmar la situación política. Hace dos años hay una visión distinta, por lo que las disculpas no tienen que ver con lo de ahora. No se llegó a buen puerto con Vizcarra y otros parlamentarios, pero la posición de Keiko de disculpa y corrección es desde hace dos años. 

¿Cuánto le pondría de nota al Congreso confrontacional, que fue disuelto?

Gran parte de la confrontación fue por el señor Vizcarra que tenía un proyecto personal y sabía de sus temas de corrupción. Hay dos lecturas de esa situación. No voy a desgastarme en explicar que había otra posición. El problema fue pisar el palito. No pondría nota, pero se perdieron dos años. Jalado está, eso lo tengo claro. 

¿Han llamado a la izquierda para tender puentes?

No tuve ninguna opción para comunicarme con Verónika Mendoza, sé que Miki [Miguel Torres] es amigo y que alguna vez estuvo con ella en algún proyecto, pero sentí rechazo [por parte de Mendoza]. Yo era el responsable de esos puentes en esos momentos. Si resulta electa Keiko Fujimori, no habrá problema para armar agendas en común. No creo que se nieguen para hospitales o vacunación.

¿Pedro Cateriano será primer ministro?

Pedro tiene todas las condiciones como Carlos Neuhaus o Luis Carranza, de asumir cualquier responsabilidad. A ninguna persona [se les ha ofrecido un puesto], ni a los que armaron el texto del [primer] plan [de gobierno], Rescate 2021. Todas han participado de manera absolutamente voluntaria. Con ninguno se ha hablado de ningún cargo del futuro gobierno. Esto será un gobierno abierto, de diferentes partidos. Que no se tenga ninguna duda que no es el regreso del fujimorismo.

¿Pero hubo alguna intención concreta de sumar a técnicos de centro o centro izquierda? ¿O los han contactado y no ha habido mayor avance con eso?

Hemos conversado con mucha gente de otros sectores. De los que se suman, muchos han sido críticos del fujimorismo. El 70% son de la otra orilla. De izquierda, hay personas también, pero claro, estamos acostumbrados a ver figuras de izquierda como Mendoza o de algún partido reconocido. Ellos se la han jugado por Cerrón. Pero hay otros, como sindicatos o personajes, con los que conversamos y se van a sumar en un hipotético gobierno. No porque no queramos, pero ya tienen posiciones tan marcadas. 

¿Cuál es el papel de sus asesores ecuatorianos? Fuentes de alto rango de Fuerza Popular han explicado a Sudaca que se han sumado hace poco. 

Ha habido muchas campañas paralelas. Nos hemos enterado por ahí que algún fulanito está trayendo a algún asesor. Pero el efecto interesante es que hay una multicampaña. Han venido amigos de muy buena fe que traen asesores del extranjero. Tenemos una línea que la maneja el comando principal. Recibimos un montón de sugerencias, pero siempre hemos dicho que, en una segunda vuelta, traer gente requiere tiempo. El señor Jaime Durán [asesor político ecuatoriano], por ejemplo, necesitaba tiempo para hacer análisis, pero nunca hemos hecho ninguna coordinación. 

¿Quiénes conforman su comando de campaña principal?

La campaña principal parte de este comando liderado por Keiko Fujimori, donde estamos yo, ‘Miki’ Torres, ‘Nano’ Guerra García y Carlos Raffo. Para mí, ‘Miki’, es el creador de este grupo. 

¿Los ecuatorianos Roberto Izurieta y Juan Mateo Zúñiga no son parte de la campaña?

A Izurieta lo conocí algunos minutos, me pareció un tipazo, y fue a saludar a Keiko. Lo contó en RPP, pero no está participando. Hubo un momento donde a Lima llegó medio Quito. ¿Por qué? No sé. 

Pese a las estrategias y los reconocimientos, las últimas encuestas no los favorecen y amplían, incluso, la brecha con Castillo. ¿Qué harán?

Hay un gran sector de la población que, con justa razón, creen este canto de sirena. Ve que la cosecha se muere, donde la pandemia ha disparado la pobreza del 20% al 30% y se registran 10 años perdidos. Miran al sistema económico que todos alaban, pero no les ha llegado nada de desarrollo. Hay un descontento con absoluta lógica, pero nosotros haremos cambios profundos. Lo necesario para no destruir lo que hemos crecido. Después del debate, muchos han visto que al otro lado hay una improvisación absoluta. Lo otro es el sector indeciso, pero cada acción tiene su tiempo de maduración. Vamos a mencionar las propuestas para cambiar al Estado inerte y elefantiásico.

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Alberto Fujimori, Elecciones 2021, Fuerza Popular, Keiko Fujimori, luis galarreta

Junto a Alba Ñaupas

Luego de la actuación aplastante de su mayoría parlamentaria, la nueva bancada de Fuerza Popular dice querer enmendar los errores del pasado. ¿Qué hace para lograrlo? Buscan los consejos de quienes les hicieron ganarse a pulso la etiqueta de obstruccionistas.

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Congreso, Elecciones 2021, Fuerza Popular, Keiko Fujimori

Es una buena fórmula verbal la empleada por Keiko Fujimori para expresar su diferencia respecto del cambio radical que propone Pedro Castillo. Según la última encuesta de Ipsos, 86% de la población quiere un cambio del modelo (32% radical, 54% moderado), de modo que mal puede estacionarse como una simple defensora del modelo.

Pero cualquier narrativa antiestablishment que quiera desplegar la candidata de Fuerza Popular tiene que ser respaldada por los hechos y por los gestos. Y en esa medida, poco o nada ayuda que presente un equipo técnico conformado por los rostros gastados de Carmen Lozada, Martha Moyano, Jorge Baca y Patricia Juárez!!! Eso es más de lo mismo. No es renovación. ¿No tenía a nadie más que mostrar? Si la idea era reforzar el albertismo, es un esfuerzo absurdo porque ese voto ya lo tiene consigo.

Es verdad que el antivoto keikista viene disminuyendo (de 70% en marzo a 50% en la última medición), pero si Keiko de verdad quiere aliviar esa mochila va a tener que mostrar algunos propósitos de enmienda respaldados en nombres frescos, independientes, no fujimoristas.

El de Luis Carranza es, por ejemplo, una buena muestra de lo que debe mostrar. Carranza es un economista que garantiza un manejo macroeconómico serio y fue él el artífice del boom económico del segundo gobierno de Alan García. Pero a la par se necesita conocer una baraja de potenciales Premier o, muy en particular, de probables ministros de Educación, considerando que las mayores rabias y furias keikistas de los últimos cinco años se asentaron en ese sector (teniendo como víctimas a Jaime Saavedra y Marilú Martens).

Keiko tiene el camino cuesta arriba. Debe recuperar el sector AB derechista (empeño que ya está casi logrado), debe conquistar los sectores D y E (aún en proceso), debe asegurarse algún porcentaje significativo en el arisco sur antifujimorista (lo más complicado), y debe aminorar el antivoto (tarea que parece haber olvidado).

Todo ello requiere de una estrategia fina, múltiple, de varios frentes de batalla simultáneos. Pero no puede cometer errores tan ingenuos como el del anuncio de su “equipo técnico” de la vieja guardia. Le resta, no le suma.

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La economía peruana está mucho menos dolarizada que años atrás [bajó del 70% en 2004 al 24% en 2021]. Se podría pensar que entonces los vaivenes del dólar no nos afectan en lo cotidiano. ¿Es cierto o qué mostraría lo contrario?

El pan y el pollo, por ejemplo. El pollo come maíz y el maíz no se hace en el Perú, porque no tenemos un buen clima para producirlo. Nosotros vivimos del pollo, es el alimento del peruano. Cada vez que sube el tipo de cambio, sube el precio del maíz y nosotros pagamos más por el pollo. Igual sucede con el trigo, nosotros no tenemos clima para hacer trigo, lo tiene Argentina, lo tiene Brasil. Cada vez que el tipo de cambio sube, sube el precio del pan, porque sube la importación del trigo. No es tan bueno que suba el precio del pan porque a los ciudadanos nos golpea el bolsillo. Además, con estos mismos dólares, se paga el petróleo, el aceite, la ropa o la soya que también la importan. Entonces, tienes que usar más soles para comprar los mismos dólares. ¿Se genera inflación? Sí. ¿Y eso es malo? Sí. Porque nos cuesta más a todos los ciudadanos de a pie.

La gente, al buscar aferrarse a una moneda más segura y salir a comprar dólares,  genera que haya menos dólares en el mercado también. Entonces, colaboran con el alza del dólar… 

Es un círculo vicioso o virtuoso, pero generas una espiral. Tú compras tus dólares y en la tarde ves a alguien: «Oye, ¿sabes que compre dólares?». «¿Por qué compraste dólares?». «No, mira, por si acaso». Esa persona se queda pensando toda la noche y al día siguiente dice: «¿Sabes qué?, voy a comprar dólares». Se genera esa bola de nieve, en que la gente empieza a pasarse la voz, y a mí me ha pasado los últimos cinco días, ha sido el triple de llamadas de personas que preguntan sobre el tipo de cambio en los dos últimos meses. Además ahora es virtual, tú entras a una página web y cambias al toque. ¿Por qué la gente actúa así? Porque las personas que tienen 50 años a más lo vivieron con Alan García 1. Hay un recuerdo detrás de tu cerebro que te dice «alerta, alerta», que grita «¿te olvidaste?». 

¿Crees que sean conscientes de que sí se genera un alza en productos básicos?

No son conscientes, porque además en este momento tú no estás tomando una decisión 100% racional, estás tomando una decisión un poco emocional. Y en ese punto emocional, eres tú contra el mundo, «yo voy a cambiar mis dólares, pensar en los demás no me importa, yo por lo menos quiero tener dólares». Quizás un poco tomada por la angustia, todos los días sube el cambio: «pucha, debí cambiar ayer que estaba en 3.67, ahora está en 3.68». No es nada la diferencia, pero no importa, tú ya estás [pensando]: «Ha subido, no compré, se me pasó». Te genera esta ansiedad hasta que compras.

Usualmente esto pasa en la bolsa [de valores] también. Yo he comprado, y suele haber una etapa en la cual sube muy rápido, que es lo que pasó la semana pasada. El dólar llegó a 3,85, y ahora ya regresó a 3,79. Creo que hay un poco de esta bola nieve y que el Banco Central [de Reserva] ha contenido muy bien, ha estado vendiendo dólares tres veces más diariamente, que lo que ha vendido en los últimos meses, en enero, febrero por decir. 

¿La experiencia de gobiernos anteriores en personas que están en sus 50 años o 60 qué rol juega en este círculo vicioso?

Juega en la parte más emocional y más temerosa de la experiencia pasada. Es el ´cuco´ que no quieres volver a ver y que te está tocando la puerta. Entonces, esas personas son las que cambiaron dólares en noviembre o en diciembre y que ahora les están diciendo a sus hijos: «Oye, hijito, yo tendría dólares, me acuerdo y te puedo recomendar eso». Entonces, empiezan a generar esa ansiedad. Sin duda, yo creo que esas personas, la mayor parte, no tienen soles hoy día y tampoco han tenido más de la mitad de su plata en soles en los últimos 20 años, porque siempre tuvo ese miedo de que algo malo puede pasar. La confianza se demora en generar. Los más jóvenes nacieron en un entorno en que el dólar no se movía tanto como hace años. Entonces, en su experiencia el sol es una moneda normal y fuerte, donde no hay inflación o hay poca. Te puedo generar angustia contándote historias, pero no las has vivido. 

Hablamos del primer gobierno de Alan García, ¿no?

Con Alan García literalmente ibas a tomar café [por la mañana] y en la tarde te costaba 50% más. Entonces, si tenías dólares, no importaba, tú cambiabas tus dólares y podías comprar dos cafés en la tarde, ya no uno. Porque se generó esta inflación tan grande en precios locales… He trabajado para una compañía de seguros y me contaron que iban con bolsas a Ocoña a cambiar dólares. Ya no contaban los billetes, los pesaban. La historia es que si tienes tus dólares te va a ir bien, no importa lo que pase con el sol.

Imagínate que Castillo o Keiko digan: «Vamos a hacer un gobierno donde vamos a tener cierta línea macro». Todos sabemos que están mal muchas cosas, pero imagínate que le den paz al mercado. El tipo de cambio debería regresar a 3,30, por donde está el precio del cobre. De 3,30 a 3,80, yo creo que es puro nerviosismo, puro miedo, pura angustia, pura sensación de que hacia adelante pueda estar peor de lo que estoy ahora y la economía lo va a reflejar. Entonces, me voy a la moneda fuerte, el dólar se ha denominado como la moneda reserva. Cada 100, 150 años, hay una moneda reserva en el mundo, hoy es el dólar. Probablemente en 50 años sea la moneda china, pero estamos todavía en el periodo del dólar.

¿En qué características del primer gobierno de Alan García encuentras similitud con lo que pudiera pasar con Pedro Castillo?

La primera es que en el primer gobierno de Alan, él tenía como que esta idea regional, que no solo era de él, sino pasaba en toda América Latina, de cerrar la economía, es decir: «Señores no vamos a permitir que se importen productos, los vamos a hacer acá. De esa manera yo voy a generar fábricas, voy a generar empleo». Cerró la economía. Pero hoy día vas a tener un impuesto de entrada de 300%, si tu celular te costaba S/300, mañana te costaba 1000. ¿Pero qué pasaba? En verdad no podías hacer el celular porque no tenías ni las fábricas ni la gente, ni los ingenieros, ni la tecnología.

Dos: el tema de nacionalizar las empresas, que no nos ha funcionado a los países chicos y no muy desarrollados, porque terminas utilizando para la empresa del Estado a todos tus partidarios, así sepan o no sepan manejar la empresa, no importa, los metes ahí. Luego, vendría la reducción de libertades en general también. Alan García trató de estatizar la banca. 

De los resultados de la primera vuelta y las primeras encuestas, ¿qué impactos adviertes en nuestras decisiones económicas?

Tengo el temor ahora mismo de que estas dos semanas han hecho que las personas se asusten. Las personas y las empresas. Han dicho: «Uy, no compro, no invierto. Tenía que hacer esta operación, ¿sabes qué? No, no lo compro». El que quería comprar un terreno para hacer un edificio de viviendas, tampoco lo va a hacer. Se ha parado de golpe la inversión. Como en la pandemia, «nadie sale a la calle», más o menos de golpe. Entonces creo que vamos a sentir el efecto en los siguientes dos meses. Económicamente el país se va a frenar pero rapidísimo. ¿Y qué tiene que hacer el gobierno? Tratar de que las obras sigan avanzando. Carreteras, pistas, lo que sea. Pero el privado se ha asustado, ha dicho: «¿Sabes qué? No sé si invertir mi plata». No se contrata a nadie, no se paga nada, se aguantan a ver qué pasa. Y ese miedo afecta la inversión, afecta el consumo, afecta un montón de cosas. Eso no lo recuperas tan rápido. 

Y conforme se acerque el día de la elección, ¿qué prevés que suceda con el tipo de cambio?

Creo que el dólar no va a seguir subiendo como lo ha estado haciendo porque se van a pegar los dos candidatos. Ninguna elección, creo yo, de dos participantes termina siendo 70-30, 60-40. Si tú ves todas las elecciones en Chile, en Ecuador, en Alemania, siempre terminan siendo medio pegadas, porque se polariza, forman bandos. Entonces yo creo que a medida de que se empiecen a pegar, el tipo de cambio va a empezar a relajarse un poco, a estar menos tenso. Si mantenemos esa diferencia, que creo yo que es muy poco probable, el tipo de cambio va a reflejar eso. 

¿Y ya con el resultado de la segunda vuelta?

En caso que gane Pedro Castillo y si es que no hace una hoja de ruta, el tipo de cambio va a seguir subiendo para el 28 de julio. ¿Por qué hasta el 28 de julio? Porque el 29 él va a empezar a decir y hacer cosas. Pero como tienes tiempo antes de que asuma, tú vas a comprar dólares antes, y ahí el Banco Central va a vender [dólares]. El Banco Central tiene muchas reservas, muchas, muchas, muchas. Puede vender todos los dólares que están en soles en el banco. Pero la idea es que no te quedes sin dólares, porque necesitas esa plata como reserva, para comprar productos, etc. Entonces va a ser una devaluación lenta [del sol], pero se va a dar. Vamos a perder reservas, tenemos una línea de 11 mil millones con el Fondo Monetario [Internacional], y la van a jalar (utilizar). 

¿Habrá un punto de quiebre o momento decisivo?

El día que nombre al Banco Central y al Ministro de Economía será la segunda parte importante. Cuando tengan que cambiar a todos los miembros del Banco Central, ese día va a ser como la fecha clave donde las personas van a decir «ok, tengo miedo» o «ya no tengo tanto miedo como antes». En los casos en que es injustificado, en que [Castillo] nombre un banquero central o un Ministro de economía que la gente diga «mira, a este tipo le gusta la estabilidad más que otra cosa”, entonces el tipo de cambio se va a empezar de nuevo a apreciar. 

Si él no le quita la ansiedad, el 4 está a la vuelta de la esquina. De 3,85 a 4 ya no es tanto. Entonces, sin duda, si [Castillo] no quita esta sensación de angustia, porque dice: «No, yo voy a seguir con mi plan, que es una locura, pero no importa», antes del 28 de julio estamos en 4, te lo firmo sin duda. Y 4,50 a fin de año también, esa es mi percepción. El otro caso es al revés: si hay estabilidad, ya sea porque Keiko nombra gente de confianza, o Castillo nombre gente de confianza; el tipo de cambio se iría a 3,60, 3,50, 3,40, y ahí te conviene tener soles.

«No hay nada más cobarde que un dólar», dice la conocida frase, ¿quiénes son los que reflejan más su ansiedad o miedo?

La persona natural de a pie, la que tiene sus poquitos ahorros y que se muere de miedo de que lo poquito valga menos de aquí hacia adelante. Todas las empresas también y los grandes. Pero yo diría, el que más temor tiene es el que ha ahorrado durante mucho tiempo. S/50,000, por ejemplo, y de repente dice: «Pucha, con esos S/50,000 pude haber comprado 15 mil dólares, y ahora puedo comprar S/12,000, luego S/10,000. Pero el carro que quería sigue costando en dólares, ya no puedo comprar el carro». En ese momento te das cuenta que, efectivamente, tus soles valen menos. Y [sucede que] el carro lo quería comprar para hacer taxi, para utilizarlo como fuente de trabajo. En ese momento, esa persona dice «mejor voy comprando dólares, porque ese taxi va a seguir en dólares». Yo creo que ese es el que sufre más.

Claro, lo sufre, lo pierde.

Y no lo recupera.

¿Pero quienes tienen más poder de mover el tipo de cambio son las empresas grandes? ¿O entre los chiquitos pueden tener igual impacto?

Yo creo que los millones de chiquitos pueden mucho más que las empresas grandes, porque con las empresas grandes, finalmente el Banco Central dice: «¿Cuánto quieres comprar?». «Quiero comprar 200 millones». El Banco Central se lo da. Entonces, cuando viene un millón de chiquitos todos los días, son 200, 200, 300, es mucho más potente. 

Pocos días antes de la primera vuelta fui al Jirón Ocoña y la lectura de los cambistas era que los vaivenes del dólar eran reflejo de las encuestas. “A veces vienen como palomas a comprar, otras a deshacerse de los dólares”, “Mucho psicosocial”, era su lectura final y repetitiva.

Y eso es un negocio bien peruano. Tú vas a Chile, por ejemplo, y hay algunas casas de cambio. Vas a Colombia igual, casi no hay. Porque en esos países no se dolarizó la economía, por decir. Pero es un muy buen negocio ser cambista.

 

Foto de portada: Gestión.

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La campaña de Keiko Fujimori no sólo cambiará de rumbo, sino que sumará rostros internacionales. El ecuatoriano Roberto Izurieta será uno de ellos, según una fuente altamente confiable y cercana al comando de campaña de Fuerza Popular, y ya estaría trabajando como asesor externo.

Izurieta es especialista en comunicación política y ha sido asesor, por ejemplo, del expresidente ecuatoriano Jamil Mahuad, quien firmó el acuerdo de paz con Alberto Fujimori en 1998.

 

Izurieta también ha asesorado a otros presidentes como Álvaro Colom en Guatemala, o los derechistas Horacio Cartes en Paraguay y Enrique Peña Nieto en México. El ecuatoriano es un viejo conocido en estas tierras: según su hoja de vida, trabajó en una de las campañas de Alejandro Toledo.

Medios ecuatorianos lo vinculan a la campaña del 2017 en la que el banquero Guillermo Lasso perdió las elecciones presidenciales en Ecuador. Izurieta ha admitido ser amigo del actual presidente de Ecuador y ha estado muy pendiente de su última campaña, de este año, en la que sí ganó. A inicios de abril Lasso remontó el marcador de entre 10 y 15 puntos de ventaja que le daban a fines de marzo algunos sondeos a su contrincante, el correista Andrés Arauz.

El pasado 13 de abril, por ejemplo, el especialista resaltó en CNN −a la par de su apoyo informal− tres ejes de la estrategia de Lasso que lo llevaron a la victoria: la espontaneidad en los debates, apuntar hacia los privilegios y promover “encuentros” con la gente. “Mientras Andrés Arauz y su equipo seguían en una onda triunfalista, Guillermo Lasso dio un giro a su campaña, la acercó a la gente y sus problemas dando paso a su nueva línea: los encuentros. De esta manera, Lasso pasa de una primera vuelta donde daba la idea de dar lecciones basado en su capacidad y experiencia, a eventos genuinos con la enorme diversidad del electorado nacional. Fue un éxito”, escribió. Sería un anuncio de lo que se viene en Perú, donde Fujimori ya busca con desesperación debatir con su contrincante.

Para llegar al público más joven, donde prevalece un fuerte componente de antivoto, en la tienda naranja contarían con el apoyo de otro ecuatoriano: Juan Mateo Zúñiga, consultor político y miembro de la Asociación Latinoamericana de Consultores Políticos, integrada por un equipo de jóvenes liderados por él.

Su experiencia se basa principalmente en campañas electorales en su país y se encargaría de la estrategia digital de Fuerza Popular. En la reciente primera vuelta en Ecuador, fue asesor de la “sorpresa” de los comicios: Xavier Hervas, un empresario que se estrenaba en la política nacional. El desconocido quedó en un meritorio cuarto lugar.

“Nosotros creemos que la estrategia es el contraste. No necesariamente tenemos que salir a pelear con alguien o hacer algo en negativo, sino a diferenciarse de los otros. El contraste en este caso fue Xavier [Hervas] contra todos los políticos. Los políticos que nos defraudaron, que nos llevaron a la crisis”, contó Zúñiga en una entrevista para el portal de su país Primicias.

El reto del ecuatoriano será extrapolar eso a una candidata más bien protagonista -en gran parte- de la reciente crisis del país. En todo caso, las redes sociales serán una de las herramientas clave de Zúñiga, que para la segunda vuelta en Ecuador asesoró a la campaña de Lasso. De hecho, es el responsable de que el electo presidente haya incursionado en la red social Tik Tok, tal como lo ha hecho Keiko Fujimori en la primera vuelta.

Sudaca se contactó con ambos asesores a través de sus redes sociales, pero no respondieron al cierre de edición de esta nota.

Hace dos días, el excongresista Luis Galarreta negó al diario Correo que vayan a contratar a un asesor extranjero, pero esto no sería tan cierto. Si bien ambos ecuatorianos no son parte del equipo de campaña ni se reúnen a diario con este, sí se suman como consejeros externos y, qué duda cabe, jugarán un rol importante. 

El comando de campaña de Keiko Fujimori está integrado por el jefe de plan de gobierno, Nano Guerra García, el publicista Carlos Raffo y los excongresistas Miguel Torres y Galarreta, quienes se reúnen diariamente, según pudo conocer este medio. Esto seguirá así.

Sudaca se contactó con los mencionados integrantes del equipo de Keiko Fujimori, pero al cierre de esta edición o se excusaron de revelar datos internos de la estrategia o no respondieron.

Por otro lado, y pese a que un círculo de viejos fujimoristas ya rodea a la candidata, las fuentes naranjas niegan que Alberto Fujimori cumpla un papel de estratega en la campaña, aunque admiten que el expresidente sí llama a su hija para darle consejos y lanzarle alguna crítica constructiva.

En esa línea, no está contemplado que Keiko Fujimori firme una hoja de ruta ni extienda pedidos de perdón por la corrupción de la década del 90 ni por la actitud vehemente mostrada por sus congresistas en el período 2016-2020. En el círculo de Keiko creen que ya han reconocido suficientes errores y no están dispuestos a seguir con el autoflagelo.

“No forma parte de la estrategia ahora [pedir perdón]. Se va a anunciar un cambio de rumbo, pero no pasa por una hoja de ruta ni algún perdón”, refiere una fuente de la tienda naranja.

Cambio de rumbo

Como ha sido evidente, un primer momento de la campaña ha estado marcado por el discurso contra el comunismo, plasmado en videos institucionales del fujimorismo en redes sociales.

En paralelo, han surgido otras acciones que no coordina directamente Fuerza Popular, pero que tampoco rechaza. Claro ejemplo son los anuncios que han surgido en distintos paneles publicitarios de la empresa Punto Visual en Lima. El gerente de esta empresa es Alberto Luis de Azambuja, pareja de la excongresista Cenaida Uribe. Otro ejemplo, aunque menos estruendoso, es la campaña en redes bajo el hashtag “#pormifamilia”, promovida por Robby Ralston.

Pese a que dicen ser ajenos a ambas estrategias, en la interna no consideran esto como un error. A la consigna del anticomunismo se han sumado ya voces como las de Mario Vargas Llosa y la del mismo Kenji Fujimori señalando que la exprimera dama del régimen fujimorista es la opción democrática y representa la defensa del modelo económico. Que se sumen más voces sería parte de los que llaman a la interna “la estrategia cívica”.

En esta segunda vuelta también se ha descartado contar con las empresas publicitarias que vienen tocando la puerta de Fuerza Popular. En el comando de campaña se preguntan para qué quieren spots si ya tienen minutos asegurados en los medios.

En el fujimorismo, además, parecen tener bastante fe en lo que vienen haciendo cierta prensa, como el Grupo El Comercio, y consideran que no hay necesidad de hacer una campaña de “terruqueo” cuando desde la concentración y otros medios ya la vienen haciendo por su cuenta.

Pero toda esta primera parte de la estrategia, específicamente la defensa del modelo y la lucha contra el comunismo, sólo habría tenido como objetivo atraer a aquellos votantes de derecha que no respaldaron a Keiko Fujimori en la primera vuelta.

Al interior de Fuerza Popular dicen que han sido plenamente conscientes de que ese discurso no iba a calar en los sectores D/E. Por eso, ahora tienen como referencia la campaña de Luis Fernando `el Macho` Camacho, líder ultraderechista y religioso, quien puso en aprietos a Evo Morales en las últimas elecciones bolivianas tras hacer un paro de 21 días en el país del sur. El símil que buscan es ir desde los sectores más acomodados para luego dar un llamado a los estratos sociales más bajos.

Así, para el sector D y E, el objetivo será promover un mensaje antiestablishment, por lo que no debería generar sorpresa si es que Keiko empieza a esgrimir un discurso populista que critique a grupos de poder y reivindique programas sociales de su padre como el Foncodes, los vasos de leche, entre otros, como ha hecho ya en recientes entrevistas.

Con ello se avecina una campaña con múltiples variantes, aunque abierta a colaboración de diversos sectores y poderes fácticos que puedan sumarse, de acuerdo a fuentes del fujimorismo. Luego, viene la conquista del antivoto, que tiene una lógica distinta. Esta segunda fase se develaría en los próximos días.

 

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A diferencia del 2016, uno de los hitos de Keiko Fujimori para esta nueva campaña electoral ha sido la reconciliación con su padre, el exdictador Alberto Fujimori. De hecho, hace una semana la candidata reconoció que recibe consejos de este y, a inicios de abril, señaló que lo iba a indultar “si es que se me da la confianza” 

Sin embargo, el expresidente aún tiene millonarias deudas con el país. De acuerdo a información oficial de la Procuraduría Especializada en Delitos de Corrupción que obtuvo Sudaca, Alberto Fujimori no ha pagado las reparaciones civiles por tres procesos penales en los que fue condenado.

 

Casos

El primer caso corresponde a un proceso por peculado doloso y falsedad genérica en los que quedó demostrado que Fujimori se apropió ilegalmente de S/52,5 millones junto a su exasesor Vladimiro Montesinos y los exministros Carlos Boloña Behr, Carlos Bergamino Cruz y Guillermo Salas Guevara Schultz.

Por estos hechos, Fujimori fue condenado en julio de 2009 a 7 años y 6 meses de pena privativa de la libertad y la inhabilitación por 2 años y 10 meses para ejercer cualquier cargo público. En aquella oportunidad se le fijó una reparación civil de S/3 millones que debían pagar entre todos sus cómplices. A la fecha, sólo se han saldado S/876.618.

Teniendo en cuenta los intereses generados desde la condena, la Procuraduría le atribuye a Fujimori una deuda de S/5.142.824,98.

El segundo caso corresponde a un proceso de peculado doloso, cohecho activo e interferencia o escucha telefónica. La condena está relacionada con el control de medios de comunicación, como fue la adquisición de canal 10 y la compra de la línea editorial del diario Expreso, con el objetivo de alcanzar la fraudulenta reelección del 2000.

Asimismo, junto con Montesinos, los ministros de Defensa, del Interior y el jefe del SIN, ejecutaron el ‘Plan Emilio’, que consistía en interceptar las comunicaciones de periodistas, políticos y demás personajes incómodos al régimen.

En setiembre de 2009, Fujimori fue condenado por este caso a 6 años de pena privativa de la libertad efectiva y se le fijó una reparación civil de S/.24.060.216. Hasta el 2017, por el incumplimiento en el pago, la deuda creció a S/45.859.447,47.

Además, se resolvió que Fujimori pague S/107.000 a cada uno de los 28 agraviados (unos S/3 millones en total), entre los cuales figuran César Hildebrandt, Cecilia Valenzuela, Alberto Borea, Javier Pérez de Cuéllar y Javier Diez Canseco. En la documentación enviada por la Procuraduría no se precisa si se ha realizado el pago a estos personajes.

La tercera arruga que tiene Alberto Fujimori con el Estado tiene que ver con una condena por usurpación de funciones, por la cual se le impuso una reparación civil de S/400.000 y dos años de inhabilitación en cualquier cargo público. El caso está relacionado al teatro que armó el expresidente para, supuestamente, capturar a su asesor Vladimiro Montesinos. Para el “operativo” se llegó a suplantar al representante del Ministerio Público y se allanó la casa del “doc” sin orden judicial. Los intereses han hecho que la deuda se incremente a S/687.010,39.

En total, según el informe de la Procuraduría Anticorrupción, Fujimori tiene una deuda de S/51.689.282,84, incluyendo los intereses solicitados que representan casi la mitad (S/24.229.066,84) y que están pendientes de una pericia en la Vocalía Suprema de Instrucción del Poder Judicial desde el 2017.

Sin embargo, el exmandatario “no ha abonado ningún monto por concepto de reparación civil”, apunta el documento. La Procuraduría precisa que Fujimori no cuenta con ningún bien que amerite interponer alguna medida cautelar, aunque se ha enviado un oficio a la Universidad Agraria La Molina (UNALM), para embargar su pensión de excatedrático; y al Congreso, para verificar si es que cobra su pensión como expresidente.

La UNALM informó que, a partir de julio de 2017, se reactivó la pensión de cesantía a favor de Fujimori por S/1.589, pero de acuerdo al Código Procesal Civil dicho ingreso no se puede embargar. Por el lado del Congreso, la respuesta fue que “no existe disposición de reconocimiento de pensión a favor del señor Alberto Fujimori Fujimori, ni ha recibido solicitud al respecto”.

El autor de este artículo se contactó con el abogado del expresidente, César Nakazaki. Este señaló que, al sólo tener ingresos por pensión o regalías que puedan generar sus cuadros o algún libro, “las reparaciones civiles millonarias no se establecieron para ser pagadas, sino con el único propósito de alargar la carcelería». Evitó referirse así a los intereses generados durante estos años y si su patrocinado ha decidido pagar o no su deuda con el país.

Otros deudores

Por otro lado, del elenco corrupto que protagonizó el régimen de Fujimori, quien lidera el ranking de deudores es justamente su exasesor Vladimiro Montesinos con S/548,1 millones de los cuales sólo ha pagado S/10,7 millones.

Le sigue César Victorio Olivares, quien fue gerente general de la Caja de Pensiones Militar Policial, con una deuda de S/340,6 millones, de los cuales apenas ha pagado S/10.000. A continuación, están José Francisco Crousillat Carreño y José Enrique Crousillat, quienes deben aún S/79,5 y S/77,1 millones respectivamente.

La lista la integran también los tristemente célebres hermanos Winter con un saldo por S/12,4 millones de soles; Víctor Joy Way, con S/9 millones; y el publicista Carlos Raffo, con S/2,3 millones de soles de saldo pendiente. Raffo ha sido relacionado por varios medios de comunicación como consejero de Keiko Fujimori en temas publicitarios para esta campaña.

La candidata Keiko Fujimori ha manifestado que su padre no será funcionario, pero que sí es motivo de orgullo contar con sus consejos. Quizá tendría más orgullo si es que el exmandatario decidiera cumplir con sus deudas.

Lista de deudores a marzo de 2021.
Lista de deudores a marzo de 2021.

 

Deuda de Alberto Fujimori con el Estado a 2021.

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Alberto Fujimori, Fuerza Popular, Keiko Fujimori, Vladimiro Montesinos
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