Cambios frecuentes en el gabinete es una característica de este gobierno. Así, cambiar un Ministro cada once días permitió establece un record sudamericano en noviembre del año pasado. Es plausible suponer que el presidente Castillo los lleva a cabo para ampliar el apoyo político a su gestión o potenciar las capacidades técnicas de su gabinete. Salvo contadas excepciones, no ha sido la tónica. Así, por ejemplo, el cambio de cuatro de sus Ministros conjuró la amenaza de censura que recaía sobre alguno de ellos con lo cual demostró iniciativa y sentido de oportunidad para realizarlo. Medida que sorprendió a muchos.
Finalmente, el Presidente es el responsable de trazar los ejes estratégicos de su gestión. En ese sentido, teniéndolos como marcos de referencia, los Ministros se encargan del diseño, formulación e implementación de políticas públicas. Pero si su mandato dura unos pocos días o semanas, el logro de objetivos sectoriales no será posible y, por lo tanto, el bienestar de los ciudadanos se irá empeorando cada vez más, erosionando aún más la poca legitimidad tanto del presidente Castillo como de sus Ministros y continuará así hasta un nuevo cambio de gabinete ministerial.