Regresemos a Rosendo Serna (quien al no haber mostrado ninguna vergüenza por su robo califica perfectamente bajo el rubro de sinvergüenza: regresemos entonces al sinvergüenza.) Ayer señaló que él solo copió los textos para analizarlos posteriormente. Eso es completamente falso. ¿Por qué? La respuesta no tiene nada que ver con Turnitin, y mencionar que el texto obtuvo un porcentaje de similitud de 70% (tal como hacen, por ejemplo, en La República) es un error que solo contribuye a crear confusión. La razón por la que lo que dice Rosendo Serna es falso es que, si él realmente hubiera querido analizar los textos, los habría puesto entre comillas y habría indicado al autor original. Pero lo que hizo este ladrón de ideas es hacerlos pasar como suyos (¡se robó hasta los agradecimientos!)
Aplicar un marco teórico general a una situación social específica es un trabajo digno de una tesis doctoral, sobre todo si dicha aplicación es creativa y novedosa. Eso no está en discusión. Lo penoso es que el ministro ladrón tranquilamente hubiera podido expresar todas esas ideas citando las fuentes correctamente, y explicándolas con sus propias palabras. Esta explicación sería un valor añadido, y el texto dejaría de ser una mera copia. Pero eso implicaría sentarse a leer, pensar, y escribir. Es decir, trabajar. Pero parece que a Rosendo Serna le dio flojera trabajar, y por eso decidió robar.
* Manuel Barrantes es profesor de filosofía en California State University Sacramento. Su área de especialización es la filosofía de la ciencia, y sus áreas de competencia incluyen la ética de la tecnología y la filosofía de las matemáticas.