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“Cuando intentan cubrir a los políticos no se dan cuenta de lo que pasa. En octubre de este año, la Contraloría va a empezar a investigar la responsabilidad administrativa funcional. Si revisa este caso y realiza un informe, todos los que han tapado el tema en el Consejo Universitario o en la Comisión Investigadora pueden terminar inhabilitados. Todo, por un político que puede irse mañana”, advierte el abogado y profesor Vignolo.

La Sunedu también está facultada para iniciar un procedimiento sancionador a la universidad, por infringir su propio reglamento, que establece los procedimientos y sanciones que se deben aplicar cuando se detectan faltas a la probidad académica. Sudaca consultó sobre esta posibilidad a la Superintendencia. La respuesta, a través de su oficina de comunicaciones, fue que el caso aún está siendo revisado por la Dirección de Supervisión. Recién luego de que dicha área elabore un informe, podría pasar a la Dirección de Fiscalización y Sanciones.

Sudaca también logró comunicarse con Daniel Chirinos, vicerrector de Investigación de la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle. Chirinos señaló que existe un informe adicional al que se remitió a la Sunedu, el cual se encontraría en la Comisión de Ética. Pero no quiso dar más detalles sobre el contenido del mismo, ni explicar por qué no ha sido remitido a la superintendencia. Menos, quiso explicar por qué la universidad optó por mirar para otro lado en un caso que pone en entredicho no solamente a la honestidad intelectual nada menos que del ministro de Educación, sino también el prestigio académico de la casa de estudios.

**Fotoportada por Darlen Leonardo

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Y no es un jirón que está situado en ningún paraje remoto, ni en un espacio subterráneo, en los extramuros de la seriedad moderna. No, se encuentra en las inmediaciones del Ministerio Público, BCR, Reniec, Catedral de Lima, Municipalidad Metropolitana, Palacio de Gobierno y otros símbolos de la legalidad y la formalidad. 

¿Alguien hizo algo realmente contundente, castigó el plagio monumental, puso en vereda a los falsificadores? No, impunidad total a vista y paciencia de toda la sociedad, de quienes representan la ley y de los ciudadanos que supuestamente la respetan, incluyendo ilustrados y educados, que usaron los servicios ilegales. ¿De qué diablos nos sorprendemos tanto?

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Cuando el presidente Castillo era un niño, sus profesores le enseñaron lo que pudieron para que formara parte de la primera generación en su familia que supiera leer y escribir. También le enseñaron a memorizar y sin duda lo castigaron si lo encontraron plagiando o soplando durante alguna prueba que tuviera que rendir. Concluida la secundaria, el presidente Castillo entró a uno de los institutos pedagógicos reabiertos para seguir la carrera de educación. Existen estudios muy buenos sobre la mala formación que recibían en aquel entonces los jóvenes que se convertirían en los nuevos profesores del país. Después obtuvo su bachillerato en una sede de la Universidad César Vallejo, que en aquel entonces era una institución libremente improvisada, y luego, obligado por la reforma magisterial que comenzó el año 2007 para conseguir docentes realmente bien formados, siguió una maestría que requiere una tesis para la titulación. 

Hacer una tesis no es una tarea sencilla. Hasta ahora no queda claro por qué se pide para obtener el título de todas las carreras universitarias, cuando se trata de una investigación sustentada académicamente y en la mayoría de ellas esa labor no forma parte del perfil profesional.  Sin embargo, una maestría en psicología educativa, ¿cómo no la va a solicitar? Pero revisando la formación del presidente, ¿una persona con esa formación podría aprender a hacerla en el breve plazo de una maestría? 

Sea cual sea la forma en la que el presidente Castillo y su esposa consiguieron la tesis (les fue obsequiada, la mandaron a hacer o la plagiaron ellos mismos), era imprescindible para mantenerse en la carrera magisterial. El tema está en que no sólo han sido ellos. Sino que gracias a universidades como César Vallejo a las que no les importó si sus egresados sabían o no investigar, miles de docentes que se han encargado de la educación de cerca de la mitad del país se mantienen hasta hoy en su carrera magisterial gracias al plage más grande que hubiesen podido utilizar, sin el peligroso reto de tenerlo que esconder.

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