Uno de los principales logros de la película es la forma en la que abordan las emociones del personaje de Phoenix. En lugar de exagerar con rigidez, oscuridad y trauma, él está solo un poco triste y es un poco solitario. Esa contención emocional en el personaje principal ayuda a la audiencia a conectar con facilidad con una película sobre personas cerradas tratando de abrirse y sentir más.
No se deje engañar por la fotografía en blanco y negro. De entre todos los logros del director, es su mejor elección. El color de la película hace posible que diferentes áreas de Estados Unidos se sientan como el mismo lugar, a pesar de ser muy diferentes. Porque la película viaja a cinco diferentes ciudades muy diferentes entre sí y esa no es distracción alguna para el foco de la historia.
En este guion se habla poco. Durante todo el metraje, propone a la audiencia elocubrar sobre qué pasará a continuación. Por ejemplo, Jesse tiene una extraña rutina antes de irse a dormir donde pretende ser un huérfano buscando dormir con alguien más y no solo. Ese guiño a la locura del cual no se discute en absoluto brinda con sutileza una sensación de “todo puede pasar aquí” a una narrativa en esencia simple y convencional.
Esta es una película rellena de personas esperando poder abrirse más hacia la vida y las emociones, hacia las personas, hacia las conexiones. En ese sentido, aceptarse a uno mismo y al resto es una necesidad diaria. Como en la vida misma. Porque adaptarse, dar pasos hacia los lados, nutrirse de fuentes externas, explorarse a sí mismo, es solo como todos vivimos, siempre. Y al final, lo más importante para progresar en ello es el deseo de escuchar.