El pasado 13 de marzo una noticia sorprendió al mundo cinematográfico. La muerte de William Hurt. El oscarizado actor tuvo un deceso tranquilo mientras dormía en su casa de Portland en Oregon, Estados Unidos. Se fue con 71 años, tres nominaciones a los Globos de Oro, otras tres nominaciones al Oscar, más una estatuilla ganada en 1985, un Bafta y la Palma de Oro en Cannes en el mismo año y por la misma película: El beso de la mujer araña.
“Quisiera que me ofrecieran más oportunidades como esta (El beso de la mujer araña) todos los días”. Hurt no dudó en tomar un avión e internarse en Brasil para grabar el largometraje que lo llevaría a la fama y a convertirse en un icono para la comunidad LGTBI Q+.
La historia escrita por Mario Puig fue llevada a la pantalla bajo la dirección del brasileño-argentino Héctor Babenco. En ella, dos personajes se encuentran en una cárcel brasileña, donde tendrán que compartir una celda a pesar de ser muy opuestos entre sí. Valentin Arregui, es un prisionero político, un revolucionario, interpretado por el actor Raúl Julia y Luis Molina, es el personaje gay que le valió el Oscar a William Hurt.
Luis Molina, el personaje de Hurt, transcurre el film narrando historias románticas estelarizadas por Sonia Braga. Este ejercicio narrativo, se convierte en un paliativo para su compañero de celda, frente a las constantes torturas que recibe y un ejercicio para empatizar entre ambos. En aquella época todavía la inclusión y diversidad no pertenecían a una agenda izquierdista, esta paradoja ha tomado años en madurar. Pero este fue un punto de partida, para incluir estas banderas y derechos civiles dentro de las propuestas de cambios que el mundo actual necesita.
En 1985 William Hurt fue el primer actor en ganar el Oscar por interpretar a un personaje abiertamente LGTB IQ+. Personaje que además da un giro importante en las caricaturescas formas en las que había sido representada la comunidad gay hasta ese momento. El beso de la mujer araña logró ese cambio histórico, además del aplauso de la crítica internacional.
Una sonriente Sally Field anunció al ganador a mejor actor, en la ceremonia del Oscar en 1985. William Hurt movía la cabeza sorprendido y aplaudía mientras llegaba al escenario. Una vez allí, dedicó el premio a su compañero Raul Julia. Con evidente nerviosismo y sin muchas palabras, Hurt celebró, no sólo por él.
Tan solo un año después de llevarse la estatuilla a casa por El beso de la mujer araña, ya tenía otra nominación al Oscar por Te amare en silencio en 1986. Película que también abre la pantalla a una minoría que no había sido tomada en cuenta antes, esta vez, con discapacidad auditiva. Su coprotagonista Marlee Matlin se llevó el Oscar y se convirtió en la actriz más joven y con discapacidad auditiva en hacerlo.
Luego vendría Al filo de la noticia en 1987 del director James L. Brooks y por tercera vez consecutiva, logró otra nominación al Oscar por su personaje como el periodista Tom Grunick
William Hurt ha participado en más de 100 producciones. Sus personajes han variado desde su primera aparición en 1977 en la serie Kojak, hasta llegar al universo de Marvel como el General Ross.
El actor americano que supo sorprender desde su primer film Viaje alucinante al fondo de la mente en 1980, demostró su amplio registro actoral con esta cinta de ciencia ficción y por la que consiguió su primera nominación al Globo de Oro y la que marcó además su carrera en ascenso. Por lo que pudo rechazar un papel en el Parque Jurásico de Spierlberg y darle el sí a David Cronenberg con otro film que también le daría otra nominación al Oscar: Una historia de violencia. Cinta del 2005.
William Hurt obtuvo el Oscar por ser Luis Molina, personaje que logró empatizar con una sociedad indiferente frente a las minorías. Este precedente permitió a películas como Milk (2008) Brokeback Mountain (2015) Dallas Buyers Club (2014) alcanzar el reconocimiento también, con personajes LGTBIQ+ o el caso de Moonlight (2017), Una mujer fantástica (2017) Call me by your name (2017) Bohemian Rhapsody (2018) o la reciente Green Book (2019).
Hurt nunca se consideró una estrella del cine, nunca destacó por hablar en público y se incomodaba frente a las entrevistas.
