No habrá votos para la vacancia, pero sí para ajustar al gobierno lo suficiente como para evitar que el desastre que nos va a dejar como herencia sea mayúsculo. La mediocridad imperante no la va a poder resolver el Legislativo, es lamentablemente inexorable, pero sí puede hacer bastante para aminorar el colapso estatal, que tanto daño político le puede hacer al país, dejando el camino expedito para que el 2026 vuelva a aparecer un radical disruptivo que encandile al pueblo frustrado por la decepción terrible que Castillo está generando, sin percatarse de que es justamente por haber votado como votaron el año pasado que estamos en la situación que estamos.
Un Congreso que apriete más
Por:
Juan Carlos Tafur
31.03.2022