Empatía

[REFLEXIONEMOS PERÚ] Todas las campañas políticas ven a las plataformas digitales como el territorio para ganar las elecciones. Algunos con bailes, otros con parodias, y otros con formas bruscas para llamar la atención. Sin embargo, estos contenidos propiamente no son auténticos, ni propios.

En la actualidad, los ciudadanos digitales nos hemos convertido en consumidores de los contenidos digitales. La pandemia nos llevó a vivir también la política por medio de las redes sociales.

La política de la democracia liberal está pasando por una crisis debilitada, por una falta de credibilidad y apatía ciudadana. Y esto es muy preocupante.

Basta con ver las instituciones públicas y los partidos políticos desgastados en algo que no han sabido aprovechar, con todas estas crisis: el reposicionamiento de la marca institucional o la creación de marcas humanas políticas líderes de verdad. 

Esta política tan deteriorada, actualmente apuesta a la popularidad, pero sin construir marcas propias de los candidatos.

¿Popularidad es sinónimo de Liderazgo? No, son dos cosas absolutamente diferentes.

El ego que intenta gobernar con poder, control y autoridad, crea cuadros políticos que intentan ejercer su influencia sobre otros grupos de interés en sus ideas, pensamientos, y actitudes, sin hacer nada. Sin ni siquiera trabajar un liderazgo auténtico, y con credibilidad. Por eso es importante, rescatar el concepto del líder de opinión, desde la comunicación.

Un líder de opinión es aquella persona que ejerce una influencia en la sociedad, sobre otros que pertenecen a un grupo social, sirviendo de guía para los demás. Las personas con este prestigio de autoridad creíble funcionan como fuentes de información, consejos, análisis para dar al grupo humano líneas de interpretación verdaderas de la realidad.

Ahora bien, el liderazgo es un estilo de vida humano, donde se vive la disciplina, se encarnan valores y refleja coherencia entre el pensamiento, actitudes y comportamientos en la persona sobre el tema en especialidad que defiende y lidera. Para ser líder hay que tener características particulares, sobre todo en la actualidad.

En ese sentido, un líder político de verdad, debe tener valores que se reflejen en su actuar para que su audiencia o público, perciba la diferencia del resto de sus competidores. Su discurso debe reflejar un co-relato con su actuar. Se debe ser coherente en cuanto a la imagen que da, pensamientos, estilos de vida, gustos, y personalidad. Lo que conocemos como integridad.

Los líderes de verdad – en cualquier campo – además de ser auténticamente muy humanos, son íntegros.

Por otra parte, el líder además de tener empatía, que es un concepto que todavía no se entiende, porque no es estar a los pies de alguien sino ponerse en sus zapatos, para desarrollar esa sensibilidad humana, de lo que necesita. La empatía crea el puente hacia la conexión humana, como otro ser humano.

El líder también tiene debe tener habilidad para comunicar y este es uno de los grandes problemas que llegan a tener los políticos, porque no es clara. Nos han enseñado a asociar la comunicación por transmisión de mensajes y no como vinculo o puente que construye un encuentro a través del dialogo. La comunicación verbal y no verbal debe transmitir la unidad pensamientos, valores y creencias desde todo ángulo de la persona. No puede haber dobles discursos, dobles facetas, dobles vidas o dobles facetas.

El político que desea ser “influencer” desde las plataformas digitales, primero debe analizar su propia vida.

Los políticos con cargos de corrupción no pueden ser verdaderos líderes. Deben estar comprometidos con sus valores y los valores institucionales del partido, como con los problemas que aquejan a la población. Y uno de los valores claves que debe sentir es el del Bien común para servir al otro, y ayudar a la población, sin conveniencias, sino más bien por convicciones.

Sería interesante que las escuelas, las universidades, comiencen a considerar estas características de los líderes para que todo tipo de educación, formación desarrolle el potencial de los estudiantes en todos los niveles y podamos tener mejores cuadros políticos basados en valores y liderazgos verdaderos.

Los valores, la autoestima, el conocimiento de la persona, la dignidad, no son categorías mentales, creados por la razón. No son percepciones subjetivas. Son verdades absolutas antropológicas. Son realidades propias del ser humano y siguen siendo los insumos esenciales de la formación de todo líder, desde la educación.

Recordemos que un país que no educa engendra masas. Y si no colocamos la educación al centro de la persona, estamos deshumanizando su misma finalidad.

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Ser empáticos: Esto implica validar las emociones con palabras o conductas para brindar afecto y sentir el apoyo en la otra persona.

El experto indica que como medida de aprendizaje para afrontar la ansiedad se requiere de tiempo y paciencia, pero, sobre todo, requiere de práctica y estar dispuesto a enfrentar las situaciones que hacen aparecer la ansiedad para no caer rápidamente en dificultades.

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“La información digital y las herramientas tecnológicas por sí solas no son un diferenciador. La clave son las capacidades humanas y la cultura de una empresa que facilitarán la adopción de la tecnología, un rápido retorno de inversión y la transformación continua.  La Inteligencia Artificial (IA) hará que las personas tomen mejores decisiones y fortalezcan sus habilidades humanas como la empatía, el liderazgo, la creatividad, entre otras”, agrega el Managing Director de Experis Perú.

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Empatizar con los demás es clave para relacionarnos de mejor manera en el mundo laboral, social y personal. La coach personal Beatriz Anguís Sánchez, explica que la empatía es la capacidad de comprender la vida emocional de otra persona, casi en toda su complejidad. “Esto no supone necesariamente compartir las mismas opiniones y argumentos que justifiquen el estado o reacción que expresa la otra persona. Ni siquiera significa estar de acuerdo con el modo de interpretar las situaciones con carga afectiva del interlocutor”, explica Anguís.

Además, la empatía está referida entre otras cosas a la escucha activa, la comprensión y el apoyo emocional. “La empatía implica tener la capacidad suficiente para diferenciar entre los estados afectivos de los demás y la habilidad para tomar perspectiva, tanto cognitiva como afectiva, respecto a la persona que nos expresa su estado emocional”, indica.

Claves para cultivar la empatía

Practicar la empatía de manera activa ayuda a que logremos ampliar nuestras perspectivas y enriquecer nuestro mundo. Se trata de una habilidad clave que permite escuchar mejor, comprender y formular mejores preguntas. Además, es una de las bases para construir relaciones sólidas.

¿Cómo podemos entonces desarrollar nuestra empatía? La coach personal Beatriz Anguís brinda tres ejercicios sencillos y prácticos para mejorarla.

1.-Pregunta y muestra interés

Procura empezar cualquier conversación con preguntas abiertas y personalizadas, como: ¿qué tal el trabajo? ¿Qué tal te va el proyecto que empezaste? ¿Cómo está tu familia? ¿Cómo han ido las vacaciones? El mostrar cercanía e interés por la otra persona, brinda espacio para que la otra persona se abra y lo recibamos de la mejor manera.

2.-Leer guiones de teatro

Un ejercicio muy práctico es leer guiones de teatro y centrarse en un personaje. Puedes buscar en el texto lo que hay más allá de las palabras: el subtexto. Esto es lo que se dice entre líneas, las intenciones de los personajes. La historia personal, experiencias previas, los miedos que esconde, sus deseos e ilusiones, ayudan a entender el mundo de las personas.

3.-Practica con una persona

Elige a una persona al azar e intenta averiguar a través de su comunicación no verbal qué es aquello que la mueve, ya sea a nivel emocional o de pensamiento. Un buen momento para llevar a cabo este ejercicio es en plena calle o en un lugar público, como una cafetería.

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Según un estudio elaborado por Venngage, una marca consistente aumenta su rentabilidad en 23%. Al construir una marca personal sólida, logras tomar mayor protagonismo en la industria en la que te desarrollas, mejoras tu reputación entre los reclutadores y directores, y das una impresión mucho más duradera y positiva en el networking presencial y online.

Cultivar tu imagen personal trae múltiples beneficios para ti y tus clientes. Expertos de HubSpot explican algunos de ellos:

1. Tus posibles clientes decidirán rápidamente si trabajar contigo

Al comunicar abiertamente tus perspectivas en tus distintas plataformas sociales para que el mundo las conozca, los potenciales clientes que se detengan a ver tus perfiles podrán decidir más fácilmente si se ven trabajando contigo. Algunas preguntas que pueden aparecer son: ¿es esta una persona en la que puedo confiar? ¿Trabajará conmigo de la forma que prefiero? ¿Cuál es su postura respecto a los problemas en la industria? ¿Cómo puede ayudarme a mejorar mi negocio? Busca que tu imagen responda a estas interrogantes.

2. Te distinguirá de la competencia 

Si decides definir y reforzar tu branding personal, podrás sobresalir entre quienes no cuentan con una imagen fuerte o llamativa, sobre todo en los sectores de competencia alta.

3. Estarás listo para iniciar tu propio negocio

Un branding personal sólido puede hacer más fácil tu transición hacia el emprendimiento. En la diferencia recae más de la mitad de la batalla con un nuevo producto o servicio y la gente suele asociar una empresa emergente con su fundador.

Empatía para la marca personal

Una de las herramientas para aterrizar esta virtud es el mapa de empatía. Se trata de un formato que se divide en seis partes en las que se incluyen preguntas que visualizan las necesidades del consumidor. El objetivo es ponerse en el lugar del cliente y puede ser diseñado en una hoja de papel o en formato digital. Las preguntas para completar la información de cada una de las divisiones son:

¿Qué piensa y siente el cliente?

¿Qué escucha el cliente?

¿Qué ve el cliente?

¿Qué dice y hace el cliente?

¿Cuáles son los esfuerzos del cliente?

¿Cuáles son los resultados del cliente?

Cada uno de estos elementos del mapa están relacionados con el cliente, y puedes plantearlos de forma interna, es decir, dirigidos hacia ti mismo, para encontrar los puntos fuertes de tu identidad y cómo estos pueden ayudar a tus clientes.

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