Juntos por el Perú

Juntos Por el Perú recibirá S/ 687 321.48 para el primer semestre del 2023.

EL DIVORCIO DE LA IZQUIERDA

El inicio del fin de esta coalición política empezó en julio del 2021, según detallaron a Sudaca fuentes que han preferido mantenerse en reserva. Por aquella época, con Pedro Castillo como presidente electo y con Juntos Por el Perú presente con una bancada en el Congreso, el diálogo entre las agrupaciones de Verónika Mendoza y Roberto Sánchez Palomino se quebró y los intentos por mantener vigente el acuerdo firmado en septiembre del 2020 eran ignorados.

En septiembre del 2021, un año después que Roberto Sánchez Palomino y Verónika Mendoza firmaran el acuerdo político, Nuevo Perú le mandaba una carta a la agrupación política del entonces titular del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo. Sin embargo, esta nueva invitación para retomar el trabajo conjunto no fue escuchado por Juntos Por el Perú.

Nuevo Perú intentó en repetidas oportunidades continuar con el acuerdo político.

Por el contrario, en la interna de Juntos Por el Perú el clima parecía de máxima hostilidad con quienes pocos meses atrás habían sido sus aliados en su intento de llegar a la presidencia del Perú. Ni la bancada que compartían en el hemiciclo y fue producto del trabajo de ambas agrupaciones pudo unirlos para desarrollar una agenda conjunta.

Sudaca accedió a la conversación de un grupo de Whatsapp en el que participa Raúl Del Castillo, quien era el encargado designado por el partido de Sánchez Palomino para implementar el acuerdo firmado en 2020, y en el que se leen frases como “Los de NP (Nuevo Perú) deben morder el polvo de la derrota” y se califica a los integrantes de Nuevo Perú como soberbios.

Desde Juntos Por el Perú no sólo los ignoraban sino que se los empezaron a ver como enemigos.

Fuentes que dialogaron con Sudaca señalaron que una de las razones por las que el partido de Sánchez Palomino habría marcado distancia de Nuevo Perú sería debido a que el exministro de Comercio Exterior y Turismo no se sintió respaldado por la agrupación de Verónika Mendoza cuando, tras la primera vuelta, se encontraba luchando por asegurar un lugar en el Congreso.

No obstante, fuentes confiables señalan que Nuevo Perú, quienes se convirtieron en un aliado importante para la candidatura de Pedro Castillo en la segunda vuelta electoral, incluso respaldaron a Sánchez Palomino para que pueda ser parte del gabinete pese a que Roger Najar, uno de los hombres de confianza de Castillo Terrones, prefería no tenerlo cerca al gobierno que por ese entonces estaba por iniciar funciones. Sudaca intentó comunicarse con Roberto Sánchez Palomino. Sin embargo, hasta el cierre de este informe, el exministro no respondió la invitación para brindar su descargo. 

Hoy el adelanto de elecciones parece inevitable. Pero también parece un hecho que, si hay una candidatura de izquierda, difícilmente será con una candidatura que vuelva a unir a las agrupaciones de Roberto Sánchez Palomino y Verónika Mendoza, quienes hasta la fecha no han retomado el diálogo para continuar con los acuerdos que firmaron en 2020.

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Izquierda, Juntos por el Perú, Nuevo Perú, política peruana

Gracias a ello, la izquierda que prosperará y a la que habrá que hacerle frente, es a la antisistema, a la que hoy encarna Antauro Humala, cuya proactividad política descoloca no solo a la derecha o al centro tik tok, sino también a la propia izquierda, que ya vio con Castillo y lo volverá a ver, que los bolsones populares no los siguen a ella sino a los portavoces de discursos disruptivos y extremos.

La izquierda moderna, traumada, al parecer, por el epíteto de caviar, ha perdido por completo la brújula no solo ideológica sino ética. Y ello ya es grave, porque al final de cuentas una propuesta política no consiste solamente en una convocatoria programática o ideológica sino también, y sobre todo, en una épica moral.

La del estribo: Katya Adaui vuelve a ratificarnos que su pluma no cesa de madurar y de mostrarnos niveles cada vez más sólidos de una narrativa propia y original. Su última novela Quiénes somos ahora la instala de lleno en el centro de la literatura latinoamericana contemporánea. Publica Penguin Random House.

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Gonzalo Alegría, izquierda peruana, Juntos por el Perú

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derrame de petróleo, Juntos por el Perú, Ruth Luque

Todos los días de lunes a viernes “A las 7:30 pm con Mávila” con Mávila Huertas, entrevistas exclusivas y análisis de fondo de la coyuntura político y los hechos más importantes que suceden en el país. Este es nuestro episodio número 2.

Acompañaron a Mávila en este programa el exprocurador anticorrupción César Azabache y la congresista de Juntos por el Perú, Ruth Luque.

La congresista Ruth Luque dijo que no hay ningún fundamento ni sustento jurídico para la vacancia al presidente Pedro Castillo. Sin embargo, consideró que el debate abierto sobre este asunto “debe permitir un proceso de autocrítica de parte del Ejecutivo” en pos de mejorar. Y que, en ese sentido, debe existir una mayor rigurosidad y transparencia en las designaciones que realiza el gobierno. “Es una vacancia que no favorece al conjunto de los peruanos”, agregó. Sobre lo ocurrido en la Comisión de Ética, con la decisión de no investigar al congresista Luis Cordero Jon Tay por una denuncia por violencia de género por parte de su expareja, dijo que la posición de sus colegas en la comisión ha sido errada. “Es fundamental que la Comisión de Ética actúe con mucha objetividad en casos como este”, puntualizó.

Por su parte, César Azabache, luego de que se conociera que no se llegó a los votos en el Congreso para admitir la vacancia al presidente Castillo, consideró que el problema a resolver ahora es cómo se construyen legitimidades sostenibles en este país. Agregó que existe un extremo de las investigaciones fiscales al gobierno que sí constituiría una infracción a la Constitución: el de los ascensos militares irregulares.

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César Azabache, Juntos por el Perú, Presidente Castillo, Ruth Luque

Todos los días, de lunes a viernes, Alexandra Ames, David Rivera y Paolo Benza discuten los temas más importantes del día por Debate. En nuestro episodio número 259: El fujimorismo, el cerronismo y parte de la izquierda de Juntos por el Perú -entre otros- no quisieron interpelar al ministro de Transportes. ¡Y la PCM cuadra al Minem!

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Cerronismo, Fujimorismo, Juntos por el Perú, ministro de Transportes

Todos los días de lunes a viernes «Si el Río suena» con Patricia del Río, entrevistas exclusivas. Este es nuestro episodio número 11.  La congresista de Juntos por el Perú, Ruth Luque le sugirió al presidente Castillo trabajar por tener un gobierno de ancha base. Además señaló que, a su parecer, el mandatario haría cambios en el gabinete al regreso de su viaje a México y Estados Unidos. Además, el periodista Christopher Acosta nos dio detalles de cuál es la participación del mandatario en las reuniones de PCM.

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Congreso de la República, Juntos por el Perú, pcm, Presidente Castillo

Es difícil saber aún si el pacto de Perú Libre con Juntos por el Perú tendrá un impacto electoral significativo. Por lo pronto, ya el 59.5% (según encuesta del IEP) de los votantes de Verónika Mnedoza se habían inclinado por Castillo y solo el 4% por Keiko. Pero había un 19.8% que pensaba votar en blanco y un 15.4% que aún no decidía. Este bolsón podría ahora inclinarse por Castillo, pero si uno recala en que Mendoza apenas sacó el 6.39% de los votos emitidos se da cuenta que no será superlativo el caudal de votos que le pueda aportar.

La jugada, que es inteligente, apunta más a los indecisos en general, aquellos que no votaron por ninguno de los dos finalistas y eventualmente por ninguno en la primera vuelta (el 12% votó en blanco), y además busca obtener los cuadros técnicos de los que Castillo carecía.

Castillo mueve el tablero y obliga a que Keiko medite sus siguientes pasos. Por lo pronto, ya sabemos que con esta “contratación” de cuadros técnicos lo más probable es que Castillo ahora sí acepte los cuatro debates planteados y que en ellos le vaya algo mejor.

Por supuesto, es mejor un gobierno de Dancourt y Francke que uno lleno de psicópatas leninistas cerronistas, pero queda el sinsabor de que la izquierda moderna o que pretendía serlo se haya puesto a disposición por un plato de lentejas (es como si en el otro lado, el partido Morado hubiese firmado un pacto con Fuerza Popular basado tan solo en la promesa de que Keiko no buscaría la reelección).

Y lo más probable es que si Castillo llega al poder los trate como Fujimori a los evangelistas y encaramado -luego de dictar las medidas demagógicas que anuncia- en un 70 u 80% de aprobación popular simplemente vuelva a su redil ideológico, aplique el plan de disolver el Congreso y convoque una Constituyente que le permita realizar sus sueños chavistas de copar todo el poder y perpetuarse en él. Y Mendoza y compañía solo habrán servido de maquillaje electoral.

Igual, sea moderada o radical, la propuesta económica de la izquierda peruana es un desastre. Mayor si primaban las ideas castillistas, menor si priman las mendocistas (eso está por verse). Lo que el Perú necesita es capitalismo a la vena para poder salir de la recesión pandémica y poder construir el Estado de bienestar que la población reclama. Y esa opción está negada si gana Perú Libre.

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Juntos por el Perú, Perú Libre

Las arremetidas de Rafael López Aliaga en Twitter, las rutinas diarias de Keiko Fujimori en videos de TikTok, los invasivos spots en YouTube de César Acuña, los espontáneos -o quizá no tanto- verolovers, y lo que las élites no vieron: la comunidad de grupos de apoyo a Pedro Castillo en Facebook. Las redes sociales se convirtieron en un puente para acercarse a la población en medio de la pandemia. Algunos partidos, como el Morado, llegaron a reclutar a uno que otro influencer para sus listas congresales, pero se convirtieron en clamorosos fracasos.

La conectividad en el Perú crece, pero sigue siendo realmente céntrica. Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el 66.6% de los hogares en Lima Metropolitana tiene acceso a internet. La otra cara de la moneda dice que, hasta finales del 2020, sólo el 9.9% en zonas rurales dispone de este servicio. Esto reduce claramente la posibilidad de que exista un Perú digital.

El reporte del año pasado publicado por “Perspectivas del Escenario Digital Latinoamericano” de Comscore, empresa de análisis de mercado, nos sitúa, sin embargo, en el mapa de las redes sociales más utilizadas en el país. YouTube y Facebook lideran la lista con 7.7 millones y 6.5 millones de usuarios, respectivamente. Twitter ocupa un magro quinto lugar con 2 millones.

Aun así, partidos políticos como Avanza País, Juntos Por el Perú y el Partido Morado incluyeron en su convocatoria a ciertos personajes con una presencia considerable en la red del pajarito azul.

Patricia Gamarra y Ursula Moscoso, por ejemplo, no lograron ingresar al Congreso. Ambas quedaron muy lejos de Susel Paredes, la más respaldada de los morados con casi 60.000 votos. Gamarra, psicóloga social e hija del ex congresista Ernesto Gamarra, es conocida en Twitter por sus críticas a la clase política. Con 137.900 seguidores, la psicóloga obtuvo apenas 7.030 votos, según los resultados de la ONPE al 99.9%. La fama virtual llamó la atención del Partido Morado, que la jaló a sus filas de cara a las elecciones parlamentarias. Pero no pudo trasladar todos sus retweets y likes a las urnas.

En el caso de Ursula Moscoso las cifras son más parejas. La administradora y militante del Partido Morado de 28 años obtuvo 17.976 votos cuando en Twitter tiene 27.400 seguidores. Mejor suerte corrió Sigrid Bazán, de Juntos por el Perú. La politóloga y exconductora de televisión fue la más votada de su partido con 34.673 votos. En Twitter tiene nada más y nada menos que 313.300 followers.

Otro caso de fracaso es el del economista Eugenio D’ Medina, quien se autodefine como un “liberal clásico” en su Twitter. Él postuló con el número 16 por el partido Avanza País, liderado por Hernando De Soto. Su constancia en esta red social le ha permitido tener más de 40.800 seguidores. Sin embargo, el economista obtuvo unos misérrimos 1.902 votos.

En contraste, Adriana Tudela y Alejandro Cavero, de la misma agrupación, sí lograron curules. De hecho, Tudela, que iba con el número 5, fue la más votada de Avanza País, con 35.962 votos, mucho más que sus seguidores en Twitter (21.500). El caso de Cavero es similar: 23.122 votos con sólo 13.000 seguidores en esta red social.

La situaciones dispares de todos estos candidatos sólo demuestran que no basta con la cantidad de seguidores en redes sociales, algo que quizá no advirtieron algunos partidos al invitar a ciertos personajes virtualmente populares. “Es un pésimo indicador [la cantidad de seguidores]. Tú tienes que usar un software especial para calcular cuántos seguidores están activos en la página. Esa es la verdadera cantidad. Dentro de la cantidad de seguidores, puede haber cuentas de empresas de las amigas, gente que sigue por seguir. Hay varias razones para ello”, afirma Alejandro Furman, gerente de Desarrollo de Negocios de Noticias Perú, empresa que se dedica al monitoreo periodístico.

Influencers
Los candidatos mencionados por Sudaca en este informe, sus seguidores y sus votos

 

¿Por qué algunos sí lo lograron y otros no? Mauricio Saravia, psicólogo social y gerente general de InTarget, cree que el Partido Morado no aprovechó bien a sus influencers. “Tuvieron un perfil muy bajo en los últimos meses. En la cuenta de Patricia Gamarra no hubo una explosión de mensajes. Si estás en las últimas semanas, tendrías que lanzar siete tweets al día, por lo menos. Fue una campaña de baja intensidad”, apunta. Y luego añade un breve análisis sobre este tipo de “jales”: “Incluyen influencers en temas políticos que nunca han hecho vocería de alguna organización. Una cosa no se traslada a la otra. Por eso lo importante no es ver quiénes tienen muchos seguidores, sino qué vas a transmitir en redes sociales”.

Para Saravia, Eugenio D’ Medina merece una salvedad. “Él tiene tal nivel de irracionalidad en sus comentarios de Twitter que nadie lo toma en serio. Es hasta divertido tenerlo ahí. Esa es mi sensación, que son estilos diferentes. Ser influencer en una red social como Twitter no te asegura nada y creo que tiene que ver con la naturaleza de esta red”, comenta. Saravia se refiere a la dinámica de funcionamiento de Twitter, una red social donde el debate a partir de mensajes cortos es fundamental.

La politóloga Dennise Rodríguez cree, por su parte, que el pasado televisivo de Bazán le sirvió de colchón y a Tudela la favoreció ser apadrinada por una figura masculina en política. “Es común que figuras femeninas comiencen con el camino allanado por la popularidad de una figura masculina. No hay que ir muy lejos, están Keiko Fujimori y Luciana León. En el caso de Adriana Tudela, es su padre (Francisco Tudela)”, explica.

¿Qué hace creer a algunos que las elecciones se juegan en redes sociales como Twitter? Furman encuentra una razón en su efecto atrapante. “Tienen el efecto de la burbuja de filtros. Están hechas para presentarte la información que te mantenga más tiempo enganchado. Te muestran lo que te interesa y lo filtran en función de tus seguidores e interacciones como comentar y dar ‘me gusta’. Entonces, tienes una tendencia intrínseca a interactuar con publicaciones con las que estás de acuerdo, por lo tanto, te vas creando una burbuja de conocimiento”, explica.

Así se entiende, por ejemplo, por qué muchas personas quedaron impactadas por el pase a segunda vuelta de Pedro Castillo. En Twitter su ascenso era invisible.

El principal respaldo del candidato de Perú Libre está en Facebook, la red social más usada en el país. Grupos como “Pedro Castillo Presidente de los pobres», “Todos con Pedro Castillo Presidente No más pobres en un país rico” y “Pedro Castillo en Segunda Vuelta Presidente” tienen más de 40.000 miembros activos que publican constantemente para brindar su apoyo al profesor cajamarquino.

Furman insiste en que cada red social es un ambiente diferente que los políticos aprovechan a medias. “Cada una es un río, pero dentro de ellas hay varias corrientes de agua, de opiniones. Tú tienes que trabajar tu estrategia de tal manera que tu mensaje llegue no solo a tu corriente de agua, donde tu mensaje va a calar más, si no también a las otras corrientes, porque sino únicamente estás predicando entre conversos y su efecto es marginal”, comenta.

Mauricio Saravia apunta que son los tres candidatos más votados quienes comprendieron mejor el potencial de estas herramientas. Keiko Fujimori con sus Tik Toks y mensajes calculados en cada red, López Aliaga con su campaña agresiva en estas plataformas y Pedro Castillo “a través de esa red de primer piso, de contacto y mensajería directa que imita más el contacto natural y social” vía grupos en Facebook y en WhatsApp.

¿Pronto veremos estrategias peruanas digitales exitosas que impacten en la opinión pública, como la de Donald Trump en Estados Unidos para el 2016 y durante su gobierno? Los tres especialistas consultados por Sudaca creen que sí, pero como recuerda la politóloga Dennise Rodríguez, los políticos no pueden olvidar que “el Perú no es Lima y tampoco Twitter”.

 

**La ilustración y fotoportada son de Leyla López. Créditos: Andina y Voto Informado.

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