Pregúntate cuál es la razón de la existencia de tu negocio, más allá de generar rentabilidad
Todo negocio tiene definida su misión y visión al momento de lanzarse al mercado, pues es parte de las bases que toda empresa necesita. Un aspecto importante que no se debe dejar de lado es el propósito. Este responde a qué busca la empresa a nivel macro, qué desea aportar a la sociedad en la que se desarrolla, cuál es la razón de su existencia, más allá de generar rentabilidad. Por lo tanto, el propósito de una marca es su razón de existir y no tiene que ver solo con obtener un beneficio.
Para encontrar el propósito de mi marca debo seguir los siguientes pasos:
Primero debemos preguntarnos el “qué”. Todas las empresas del mundo saben lo que hacen y ese “qué”, son los productos y servicios que ofrecen al mercado y sus consumidores.
Luego identifiquemos el “cómo”. Algunas de esas empresas saben cómo lo hacen y ese “cómo”, es aquello que hace la diferencia y que los diferencia de la competencia, haciéndolos especiales.
Después identifiquemos el “Por qué”. Son pocas las empresas que saben «por qué» hacen lo que hacen, ya que ganar dinero es solo el resultado. El propósito, en cambio, es la razón principal por la cual tu empresa existe.
Saber exactamente “el por qué” tu empresa, producto, marca o servicio existe, proporciona los fundamentos para construir todo lo demás — tu «cómo» (cultura organizativa, experiencia de marca) y tú «qué» (los productos y/o servicios que ofreces).
Un ejemplo: Vendo productos de belleza, pero estos no han sido experimentados en animales. El propósito de mi marca no es solo vender algo que te hagan sentir bien, sino que sea sostenible con la naturaleza.
Empatía, el corazón de todo
Expertos de la Universidad ESAN explican que el encuentro del propósito de una marca se puede reducir a la empatía. Sin embargo, las marcas suelen tener una visión centrada en el producto. Cuando se promete ser la cura para todos los problemas, se está usando un enfoque product centric. Es decir, está centrado en lo que la marca es y no en lo que brinda. En ello radica el propósito de la marca, en ver cómo el producto mejora o transforma la vida de sus clientes.
Puedes inspirarte en los propósitos de otras marcas para saber cuál es el camino. Por ejemplo, el propósito de Google es “Organizar la información de mundo y hacerla accesible a todos”, y el de Kellogg’s: “Nutrir familias para que puedan florecer y prosperar».
Otras preguntas que te servirán para hallar tu propósito son:
¿Para quién hago lo que hago?: Cuando definimos el propósito hay que desprenderse de la visión del cliente como generador de rentabilidad. Lo recomendable es tomar la visión del grupo de interés, es decir, a quienes se desea beneficiar. ¿Quién o quiénes son la razón de ser de tu empresa?
¿Qué necesita de mí?: Es necesario comprender los insights de tu consumidor. Ten presente cuáles son sus problemas, cómo puede tu marca resolverlos, qué estilo de vida lleva, qué motivaciones tiene y cómo puedes ayudarlo.
¿Cómo lo que hago mejora su vida?: Esta es probablemente la pregunta más relevante. El propósito de la marca se enfoca en el usuario, y la manera en que se transforma gracias a la marca. La clave es comprender los insights del consumidor para que la propuesta de valor de la marca aparezca como una solución.
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