La matanza de Lucanamarca, 3 de abril de 1983, en Ayacucho. Ocurrió durante la madrugada, cuando un grupo subversivo ingresó a la comunidad y asesinó, con armas de fuego y machetes, a 69 personas, entre adultos y niños. Esta masacre fue una venganza ordenada por la cúpula de Sendero Luminoso, pues los pobladores habían ejecutado a uno de ellos. La matanza se detuvo porque un menor subió a la torre de la iglesia local y gritó que las fuerzas policiales y armadas se acercaban. Los cuerpos fueron enterrados en fosas comunes.
21 de mayo de 1983: asesinato en Cancha Cancha, Ayacucho. Más de 100 militantes de Sendero Luminoso ingresaron a este centro poblado profiriendo gritos alusivos a la “lucha armada”. Sin embargo, tuvieron que replegarse tras apreciar que eran superados en número por la población. En tales circunstancias, los senderistas tomaron la plaza principal de la comunidad y prendieron fuego a las viviendas. Producto del enfrentamiento, el ciudadano Modesto Conde Roca fue asesinado.
Agosto de 1985. Entre 30 y 35 senderistas intentaron ingresar a la localidad de Marcas, en Huancavelica, aprovechando el desplazamiento de un rebaño de ovejas para pasar desapercibidos. Los vigías lograron avisar a la comunidad de la presencia de los subversivos, pero fueron abatidos.
20 de abril de 1988. Una facción senderista masacró a un grupo de comuneros de la comunidad de Aranhuay, en el distrito de Santillana, provincia de Huanta, en Ayacucho. Los terroristas se vistieron con trajes militares.
Febrero de 1991. Masacre en la comunidad de Ccano, en Ayacucho. Murieron 36 personas que participaban en un culto de la Iglesia Evangélica Pentecostal de la comunidad.
Esta reflexión de Hannah Arendt: “No hay pensamientos peligrosos, pensar en sí mismo es peligroso”, claramente establece que tenemos que estar siempre informados, analizando la realidad y aprendiendo. Los defensores de la democracia fuimos todos los que sobrevivimos entre escasez y violencia, para en 2022 poder contarte a ti Manuela lo que pasó. Seguir siendo defensores se vincula a estar informados, recordar, difundir sobre el nacimiento y existencia de los dos grupos terroristas más violentos de nuestra historia, para que así no caiga en el olvido la muerte de tantos peruanos.