Entrevistas

Usted ha dicho que Pedro Castillo y Vladimir Cerrón están distanciados, pero un reciente informe del periodista Ricardo Uceda habla de un gobierno tripartito. Por un lado, Pedro Castillo. Por otro, el partido liderado por Cerrón. Y la tercera parte, la bancada de congresistas electos. ¿Esto no lo contradice?

Pedro Castillo está distanciado de Cerrón. Cualquiera sea el partido, es natural que todos tengamos que conversar, que nos tengamos que poner de acuerdo, escuchar al uno y al otro. No podemos rechazar al otro solo porque tiene opiniones contrarias a la nuestra. Por supuesto, alejándonos de cualquier terrorismo, de cualquier extrema derecha o extrema izquierda. Pero todos nos tenemos que comunicar. Pedro Castillo se ha distanciado del que ha sido el jefe de ese partido [Vladimir Cerrón, de Perú Libre]. Yo no sé por qué ustedes insisten en eso. Lo que ustedes han visto es ese distanciamiento. 

Ciertamente algunas declaraciones del señor Castillo manifiestan un distanciamiento, pero…

Y declaraciones del señor Cerrón también.

Pero más bien el señor Cerrón y su partido se proclaman ganadores de estas elecciones.

Pero impídanlo ustedes, pues [ríe]. ¿Lo podemos impedir nosotros? ¿Lo puede impedir un tribunal? ¿No hay libertad de expresión para el país?

Doctor Torres, ha dicho para un reciente informe de Sudaca que usted salió a defender a Pedro Castillo “porque lo llamaron terrorista y comunista” y que él “no lo es porque en Chota no hubo terrorismo gracias a los ronderos”. Terrorista no es. Pero sí viene de un partido [con un ideario] comunista. ¿Usted comparte el ideario de Perú Libre?

Pedro Castillo no es comunista, no es terrorista. Es un rondero, un profesor de una escuela rural. Y justamente por eso a mucha gente le duele que él haya ganado la presidencia. ¿Pero a  quién le duele? A esos acomplejados, que tienen el complejo de superioridad con relación a los demás peruanos. A esos que desprecian al sur, al centro del Perú que han votado por Pedro Castillo y que para ellos han cometido delito de fraude. En cambio, quienes vivimos en San Isidro, Miraflores, en otros barrios, somos personas honestas, decentes. El que tiene complejo de superioridad o inferioridad es un pobre diablo, inservible, negativo para cualquier sociedad. Y eso es lo que hay que superar en el país. Aprendamos a hablar como personas decentes, honestamente y no desvirtuar las declaraciones de Castillo u otras personas. Y menos tergiversar mis declaraciones.

Yo no he dicho que Castillo sea comunista, sino que lo alberga un partido comunista.

No es verdad. Fue invitado por Perú Libre y por supuesto que se ha distanciado de Cerrón y no tiene nada que ver con eso. Acá todos los peruanos tenemos que hablar con transparencia, todos nos tenemos que unir, a todos nos necesita el Perú.

No estaríamos hablando de esto con usted si de repente el señor Castillo se animara a dar entrevistas. ¿Por qué no lo hace?

Le voy a decir la verdad: ¿cómo fue tratado por el 99% de la prensa peruana Pedro Castillo? Él declaraba una cosa e inmediatamente tergiversaban su declaración. ¿Para llevar a qué? Justamente a eso, a señalarlo de comunista, de terrorista.

¿Y acaso no hay medios más serios que el Grupo El Comercio o que Willax para que él pueda aclarar varias cosas?

Lo tendrá que hacer y lo va a hacer. Para que haya una comunicación más franca y leal con la población. Yo he salido a declarar para defender a Castillo del abuso de la prensa.

Ha hablado usted también de racismo. Dijo hace poco: “Todos nosotros que estamos aquí en esta sala somos despreciados por un pequeñísimo grupo que se creen superiores”. ¿Cómo se ha evidenciado este racismo en la campaña?

Mire usted. No desconozcamos la realidad. ¿No estamos viendo cómo está actuando Fuerza Popular? Con un absoluto desprecio por la gente del sur y del centro. Solo porque no pertenecen a su clase social. Esa discriminación existe, solo que se ha evidenciado ahora. Nosotros somos dos personas dialogando. Usted tendrá sus ideas, yo las mías. Dialogamos y al final, a lo mejor, nos ponemos de acuerdo y empezamos a trabajar en función del interés nacional. Castillo es un peruano más, ¿a dónde va el odio?

Doctor, ¿cómo llega usted a Pedro Castillo? ¿Quién se acerca a quién?

Yo tengo una página en Facebook. He escrito alguna cosa ahí defendiendo algunas posiciones de Perú Libre. Pero por esa consecuencia me llama Pedro, que es mi paisano. Los dos somos de Chota. Eso se da luego de la segunda vuelta, para enfrentar las impugnaciones. A mí no me gusta estar en los medios, no es esa mi vida. Estoy aquí accidentalmente, ocasionalmente y estoy esperando que termine esta cuestión para regresar a mi actividad privada. Yo vivo de mi trabajo.

¿No aspira usted a ningún cargo? ¿No le ha ofrecido ninguno el señor Castillo?

No aspiro a cargos, él tampoco está ofreciendo cargos.

Pero Castillo debería hacerlo, para su eventual gobierno.

Sí, tiene muchos asesores. Se dice que no, pero yo veo varios economistas alrededor de Pedro Castillo, entre ellos a Pedro Francke que, según mi opinión, debería ser el ministro de Economía. Pero yo no cuento para nada en esa elección.

El tema con Francke es que no es muy del agrado de algunos miembros de Perú Libre.

Es muy posible. En toda agrupación social, hasta en la familia, se producen esas cuestiones.

Usted escribió a inicios de mayo, antes de sumarse al equipo de Castillo, que “afirmar que no se puede convocar a una Asamblea Constituyente porque no está regulada en la Constitución es de una ignorancia supina del Derecho”. Pero muchos constitucionalistas han salido a decir que no es posible hacerlo vía referéndum. ¿Qué responde?

Esa es la ignorancia, pues. Esos son, entre comillas, los grandes juristas en el Perú. Le voy a dar una respuesta facilísima. Si el poder constituyente estuviera regulado en la Constitución ya no sería poder constituyente, sería un poder constituido. Como lo es el Ejecutivo, el Legislativo, el Judicial y todos los otros órganos con poderes limitados que representan a la sociedad. El poder constituyente es un poder absoluto, que radica en el pueblo, el creador de la Constitución. El Congreso, por delegación de la Asamblea Constituyente, puede modificar la Constitución, pero lo que no puede hacer es dar una nueva Constitución porque esa es facultad del poder constituyente, a través de la Asamblea Constituyente.

También dijo recientemente que “si el pueblo dice que quiere una Asamblea Constituyente, allí se verá si continúa el Tribunal Constitucional o si desaparece este organismo que ha causado enorme daño al país y sus funciones son asumidas por la Corte Suprema, como ocurre en Estados Unidos y en otros países” ¿Qué lo hace pensar que el Poder Judicial va a estar más capacitado que el TC?

Pero también dije ahí que se debe hacer una reforma en el sistema de justicia a fin de contar con una Corte Suprema de calidad. Y también expliqué por qué el TC ha causado mucho daño al país. En una sentencia, por ejemplo, actualizó, como si las haciendas estuvieran en su apogeo, el valor de los bonos de la reforma agraria. Y ahora el Perú debe una suma fabulosa que los medios de comunicación no dicen y todos los medios y grandes juristas aplaudieron. Y nadie dijo que en el Perú también queremos un TC que, por ejemplo, ordene la indemnización de todo el daño que se ha hecho a los trabajadores de las haciendas o los herederos de esos trabajadores. Un daño inmenso porque se les sometió a esclavitud o semiesclavitud. Yo lo he visto, lo he vivido como estudiante en San Marcos y, por ser norteño, he conocido cómo fue la vida en las haciendas azucareras del norte. Hablo conociendo la realidad. El TC además ha hecho un gigantesco daño al país promoviendo la corrupción en el Poder Judicial, haciendo retornar mediante acciones de amparo a aquellos magistrados destituidos por corrupción. Hay todo eso, se tiene que evaluar.

¿Acaso lo que está fallando no es más bien el modo de elegir al TC y no el TC en sí mismo?

Esa es la otra alternativa que mencioné. Que no pueden designarse a los miembros del TC mediante la repartija, que no todos los miembros deben ser elegidos por el Congreso, porque ya vemos las consecuencias y la calidad de los miembros que han llegado al tribunal.

Doctor, ¿qué hará Perú Libre si llegamos al 28 de julio sin que el JNE proclame a Castillo como presidente?

Esa posibilidad es muy remota, porque ya lo único que falta es que el JNE resuelva rápidamente algunos casos de nulidad y termine proclamándolo. El JNE está en la obligación de proclamar al presidente aun si no ha resuelto esas nulidades por haberse interpuesto estos actos negativos de renuncia de uno de sus miembros o que al otro no se le ubica. 

¿Ve improbable entonces que Castillo no sea proclamado el 28 de julio y que el señor Jorge Montoya asuma la presidencia como cierta derecha quiere? Le recuerdo que se está enfrentando usted a un aparato que incluye estudios de abogados ‘top’, exmagistrados del TC y una serie de políticos conservadores que han salido a defender a la señora Fujimori. Sin mencionar a los grandes medios.

Sí, ellos están trabajando en ese sentido. Es verdad, pero el JNE está en la obligación de proclamar al presidente antes del 28 de julio. Sea cual sea la situación. Situaciones que no se han producido solo aquí en el Perú, sino en otras partes del mundo. En el mismo Estados Unidos, en una ocasión, no pudieron resolver todas las nulidades dentro del plazo y declarar al gobernante vencedor.

Analizando la correlación de fuerzas, ¿ve posible un golpe, en cualquiera de sus formas?

Eso es lo que está trabajando Fuerza Popular. Con ese objetivo ya sea de parte de las fuerzas armadas o utilizando algún mecanismo para anular las elecciones. Lo que pasa es que no tienen ninguna causal para eso. La única es que los votos nulos y viciados superen los dos tercios y eso no se ha dado en el Perú.

¿Teme lo que pueda pasar en las calles si no se proclama Castillo como vencedor?

Sí. Eso sí lo tememos. Por eso estamos pidiendo por todos los medios a la población que, si bien tienen derecho a la libertad de reunión y mítines, que todo debe hacerse dentro del ordenamiento jurídico, con paz, con orden, sin afectar la propiedad pública ni la propiedad privada. Hay que conservar la calma, hay que conservar la prudencia. Que Fuerza Popular persigue eso, que haya dos, tres muertos y que siga la escalada, no me cabe ninguna duda. Porque ellos no tienen ningún límite. Hay que darnos cuenta de que nos estamos enfrentando a una organización delictiva que viene desde el papá hasta ahora. Ella está acusada por gravísimos delitos, como lavado de activos. En realidad, no debería estar postulando a la presidencia de la República.

Ahora, si uno revisa sin apasionamientos el caso de los ‘Dinámicos del Centro’, ¿no le parece que hay indicios para pensar que Perú Libre empieza a funcionar también como una presunta organización criminal? Hablamos de militantes importantes que trafican con puestos de trabajo en los gobiernos locales que ellos manejan.

En ese aspecto yo he visto que Pedro no se deja influenciar. Lo vemos una persona muy humilde, muy sencilla, pero no he notado que sea débil de carácter. Hemos hablado al respecto y él mismo me ha dicho: ‘doctor, todo el que esté cerca a nosotros y que esté implicado en hechos delictivos, no tenemos por qué defenderlo. Estos deben responder ante la justicia’. Esa es una forma de actuar en mi tierra. En mi tierra la gente es decente, es honesta, respeta la palabra empeñada. Lo que no se respeta ya lamentablemente en nuestro medio capitalino.

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Ha sido recordada estas semanas por un vaticinio: Keiko será la primera presidenta mujer del país y luego despertará. ¿Qué la hacía pensar en el 2019 que esto iba a ser efectivamente así?

Yo era congresista y era la época más dura del obstruccionismo, la mentira, el atraso, los gritos de una bancada, de otra, del terruqueo. A ellos no se les podía decir nada, por más que no tuvieran la razón. Recuerdo bien en esa entrevista que mencionas, cuando Beteta dice que Keiko será la presidenta, todavía en el Bicentenario. Claro, pues, les dije: ‘será y después despertará’. Porque creo que ningún peruano en pleno uso de sus facultades quiera eso para el Perú.

El fujimorismo negaba haber liderado un Congreso obstruccionista [finalmente lo aceptaron]. Usted tiene ejemplos de que sí lo fueron.

No solo ejemplos, tengo sistematizado cada una de las reuniones en las comisiones, cómo entraban en bloque, cómo te cambiaban el voto y se iban. Y si alguien con el cual ya habían conversado les fallaba, les hacían un escándalo. Me parece perturbador ahora decir que las dos candidaturas eran las peores opciones. No podemos comparar a un profesor de primaria, multigrado, que viene de pobreza, de zona andina rezagada, con una señora que ha tenido todos los beneficios en estudios, en status de vida, en preparación. Ahora que hemos visto que todo el mundo se puso a sus pies, no podemos comparar.

Usted cree entonces que el actual comportamiento de Keiko Fujimori, negando su derrota hasta el final, es la continuación de la lógica de aquellos años en el Congreso.

No solo eso. Tenemos 30 años defendiéndonos de las decisiones del fujimorismo, de lo que dice, de lo que trae, de lo que lleva. No te olvides que en la familia hay muchos elementos perturbadores: el hermano Kenji y las acusaciones de Limasa, el tema de Joaquín Ramírez, las tías que vendían la ropa donada por agentes internacionales. ¿Todo un circuito de corrupción lo vamos a olvidar en unas elecciones solamente por una campaña de terruqueo o porque goza de todos los aliados que ha tenido para generar miedo, terror? No puede ser.

Ahora, usted fue parte de la bancada que compartió mesa directiva con el fujimorismo por aquellos años, Alianza para el Progreso (APP). El señor Acuña hijo [Richard], por ejemplo, fue blindado en ese Parlamento frente a investigaciones que tenía en Trujillo por apropiarse de un terreno.

Fue blindado él, fue blindado Donayre, fue blindado Benicio Ríos, como son blindados ahora otras personas luego de haber sido yo fundadora de APP, dos veces secretaria nacional, de haber viajado por todo el país pidiendo a las mujeres que participen en política. Se puede decir que hay militantes muy buenos, importantes en APP, pero lamentablemente los intereses económicos de la cúpula o sus problemas con la justicia son más fuertes que la verdadera democracia. Yo anticipé en reiteradas oportunidades la mala actuación de la bancada. Y si analizan todas mis votaciones, cuando estas tienen que ver con principios, mi voto no va con la bancada. Yo no iba a ser siempre la opinión divergente. Por eso renuncié.

César Acuña parece estar arrimándose ahora a Castillo, luego de haber dicho que Keiko era la opción democrática. ¿Qué opina del señor Acuña?

Creo que cometió un gravísimo error en pegarse a Keiko Fujimori, en pegarse nuevamente a la corrupción. Siendo él de la misma tierra del profesor [Tacabamba], de una zona rural de extrema pobreza. Siendo él uno de los liderazgos importantes en el norte, debió dar ejemplo y, más bien, ayudar a esa esperanza que tiene el pueblo por un Perú libre de corrupción, de racismo, de discriminación, de violencia. Creo que perdió una oportunidad.

¿Y qué cree que lo motivó, ansias de poder o la búsqueda de un blindaje frente a eventuales investigaciones?

Creo que como él, muchos líderes que se pegaron a esta opción de extrema derecha lo hicieron de manera totalmente interesada, totalmente inconsecuente con aquello que dicen los principios partidarios y con aquello que busca la política. Lamento muchísimo la intervención de Mario Vargas Llosa. Lamento y me duele la participación de Cateriano. Lamento y me duele que muchos empresarios puedan terruquear a la gente y puedan hacer sentir que el otro es menos, que el otro no vale, que los votos que vienen de la serranía no tienen valor. Yo creo que hay un rol ciudadano, un rol de partidos políticos y de la empresa privada, y la mayoría de estas en esta contienda electoral se ha comportado dándole la espalda al bien común, y a lo que pregonan en su misión y visión empresarial.

¿Usted votó convencida por el señor Pedro Castillo?

Voté convencida y he estado todo este tiempo hablando sobre el tema con los grupos de voluntarios y voluntarias que hacemos trabajo social, mostrando la realidad de las zonas de pobreza y extrema pobreza. Por ejemplo, cómo en las zonas mineras desde donde sale el mineral directo al extranjero no cuentan con agua, ni electrificación, ni desagüe. Son zonas donde las pistas no duran un año por la corrupción y donde hay muchas autoridades presas. Hemos analizado cuántos alcaldes han sobrevalorado las canastas de alimentos en esta época de pandemia.

Sin embargo, Castillo y Perú Libre no han propuesto absolutamente nada para corregir esta descentralización fallida y corrupta de la cual el señor Vladimir Cerrón es parte.

Julio, la pregunta es: ¿pensaban ellos llegar a segunda vuelta? ¿Estaban preparados para eso? Esta es la tercera presentación de la señora Keiko, que ha tenido técnicos, ha tenido de todo y tampoco satisface su plan de gobierno. Por eso, este es el momento en que técnicos de manera plural se unan, aporten. Tú has tocado un tema central. Hay que trabajar por una verdadera descentralización, que no solo pase por la desconcentración del poder, sino que transfiera recursos, que fortalezca capacidades, que dé tecnología y una Contraloría que haga control concurrente, que sea vigilante para que los recursos se usen de la mejor manera y se rinda cuentas a la ciudadanía. Yo me quedo con el plan de gobierno del Partido Morado, que se trabajó durante años con técnicos, gente correcta, gente honesta.

Un Partido Morado en el que usted sigue inscrita, pero que hace agua, que naufraga.

Como todos los partidos. Mira Acción Popular y las corrientes que tiene, mira APP y su desempeño. Tócame a cualquier partido. ¿con cuál te quedarías?, ¿con Podemos Perú? Por eso es la importancia de fortalecer partidos, de hacer que realmente funcionen y que haya muchos jóvenes que les guste la política, que se formen para ello, con una mente plural, crítica y de sana convicción a favor del Perú y sus necesidades. 

¿Se quedará entonces en el Partido Morado?

Claro que sí. Yo respaldaré a todo aquel que represente al país, que quiera el bienestar al país y que pueda sumar a esos esfuerzos de inclusión social, de desarrollo social junto al económico. Porque si ese crecimiento económico no lo transformamos en desarrollo  que permita una sana gestión descentralizada, pues el país no va a avanzar como quisiéramos.

Regresemos a un eventual gobierno de Castillo. Usted ha sido ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, ¿teme lo que se pueda hacer en esa cartera, en vista de la actitud machista, homofóbica, transfóbica que ha mostrado el señor?

Qué bueno que ahora todos toquen el tema. Por donde he ido, he hablado del daño que le hace la cultura machista a nuestro país. El daño del machismo y la cultura patriarcal lo vemos no en un candidato, lo vemos en todos. Y ahora en los dos finalistas. Pero sí me gustó mucho cuando veo cómo el profesor Castillo se despide de su familia, cómo su hijita se prende de él y cómo la recibe. En una mente que quiere a sus hijos, a sus hijas, es fácil comenzar a hablar y tocar estos temas de la diversidad. Yo sé que lo van a entender, que se podrán trabajar estos temas. Lo que no se puede entender es cómo una persona educada con nuestro dinero en el extranjero [se refiere a Fujimori], que tiene a la mano todos los técnicos que quisiera, que pone en su plan de gobierno la importancia del enfoque de género, nunca lo cumplieron. Y nunca aprobaron proyectos de ley importantes en la parte social solo porque llevaban la palabra “género”.

Ahora, “género” no es una palabra que le guste mucho a Castillo, ¿no?

En el momento que entienda que el enfoque de género tiene que ver con igualdad de oportunidades, con igualdad ante a ley… Yo le preguntaría: ¿te gustaría que tu hijita sea una gran científica o prefieres que se quede en un lugar sin que se le dé la oportunidad de desarrollarse? Sería bueno que Cajamarca, Cusco, Puno tengan centros tecnológicos de desarrollo donde hombres y mujeres puedan ingresar, aprender y desarrollarse. Le voy a decir: ‘ese es el enfoque de género, así que sé que estás de acuerdo con él’.

Eso quiere decir que lo va a ir a visitar pronto.

Bueno, soy muy activa en redes y supongo que me lee.

¿Y no teme lo que pueda hacer en general con la institucionalidad y la economía teniendo en cuenta que alrededor de Castillo hay personajes que hablan de “pelotudeces democráticas” o está el mismo señor Cerrón, que tenía un ideario leninista?

Mira, analiza ese plan, esas frases, esos personajes. Y analiza también a Acción Popular, que habla de pluralidad, de respeto, de democracia, de institucionalidad, y que fue el que se trajo abajo al presidente. Una cosa es lo que está escrito y otra lo que puede ser o no ser. Lo que sí es seguro es que el profesor no tiene mayoría en el Congreso para hacer cambios radicales, no tiene la posibilidad de intervenir en el TC, ni el radicalismo sembrado. Él ha estado en el partido de Toledo. Yo lo atendí en mi despacho cuando fue la huelga magisterial, he podido conversar con él. No vi ningún término radical más allá de lo que despierta la opción sindical. Así que espero que haya una apertura de mente, una conciliación de criterios y poner sobre la mesa aquello que el Perú requiere de manera urgente y necesaria.

Finalmente, ¿cree que los próximos cinco años sea un ‘deja vu’ de lo que usted vivió desde el congreso disuelto y en este congreso?

Creo que el fujimorismo no aprende, que tiene elementos muy radicales. Tú los conoces, los conoce el Perú. A ellos hay que mirarlos de frente, no temerles y contestarles. Porque en la medida que los dejemos, si de ellos dependiera, todos seríamos sus súbditos. Entonces no hay que dejarnos. Hay que tenerlos en la mirada y bajo control.

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Los dos candidatos ya firmaron documentos reafirmando su compromiso con ciertos principios democráticos, ¿a quién le cree menos?

Yo no le creo a ninguno de los dos. Creo que sus compromisos democráticos son bien endebles. Lo que sí creo es que la ciudadanía se va a movilizar para recordárselos. Creo mucho más en el poder de movilización popular que en los candidatos. Y espero que nos pasemos cinco años vigilando que estos compromisos se cumplan.

Cree más en los contrapesos de la calle que en los institucionales.

Hoy por hoy, sí. Creo que han dado mejor resultado.

Usted dijo cuatro meses antes de la primera vuelta que creía que Keiko Fujimori, “pese a todos los problemas, puede ser la mejor candidata de la derecha”. Pero a pesar del apoyo mediático, puntualmente del Grupo El Comercio, no ha logrado superar al profesor en las encuestas. ¿Qué cree que pasó?

De lo que produjo la derecha, ella era la mejor candidata [de la primera vuelta]. Como creía que la mejor candidata de izquierda era Verónika Mendoza. Porque López Aliaga no era un candidato viable para el Perú, era un candidato que postula un fascismo con el que no estoy, en absoluto, de acuerdo. Y creo que Hernando de Soto, en una segunda vuelta contra Verónika Mendoza, hubiese naufragado. Creo que la única que podía dar pelear, si es que optábamos por los extremos, era Keiko Fujimori. Han ganado dos extremos. Y el voto de la derecha encontró en Keiko Fujimori, pese a que la derecha la rechaza también, una mejor candidata. Si Hernando de Soto o López Aliaga enfrentaban a Pedro Castillo, les hubiese ido mucho peor, porque no tienen base popular.

Por lo que escucho en su programa, para usted el peligro de un gobierno del señor Castillo pasa más por su plan de gobierno, que usted describe como “el hambre”, que por un gobierno autoritario. ¿Es así?

Creo que el gobierno autoritario de Pedro Castillo, si se da, que se va a dar, tiene al frente un Congreso que lo va a parar. Pedro Castillo no tiene 80 congresistas, tiene 42. Entonces sí hay posibilidad de poner límites. Recordemos que no está postulando a dictador o a virrey. Está postulando a presidente. Pero en la ejecución de presupuesto, que sí es una atribución presidencial, tiene una mayor libertad. Y la capacidad de hacer daño ahí es inmensa. El presidente de la República tiene la facultad de fijar aranceles por sí mismo, sin pasar por el Congreso, y eso implica un impacto en toda la política de comercio exterior. Un candidato que ha anunciado alegremente que va a sustituir importaciones es un candidato que le está diciendo a la población que los precios se van a encarecer. Y eso es el hambre: precios más caros.

Ahora, la gente ya tiene hambre. Leo hoy una columna de El Comercio [de Norma Correa] que señala que el 2016 se ha detenido esta disminución de la pobreza y en los últimos años se ha disparado.

No se disparó. El Perú llegó a tener un porcentaje altísimo de la población por debajo de la línea de pobreza [en 1990]. Hacia el 2016, casi el 20% de la población estaba por debajo de la línea de pobreza. El avance más rápido se dio del 2006 al 2011, el ciclo se empieza a estancar a partir del 2013, pero se sigue creciendo, poco. Y ahí se estanca hacia el 2016, pero no deja de ocurrir. Pero a partir del 2019 veníamos mal y el 2020 es un frenazo que hace que esto retroceda 10 años. Entonces tú tienes gente que había dejado la línea de pobreza y ha regresado. Y en vez de darle la oportunidad de sacarla de la línea de pobreza, la vas a hundir con más. [Castillo] es peor que una pandemia. Porque además son recetas económicas que en el Perú ya se aplicaron y no funcionaron. Son recetas que en la región se están aplicando y no funcionan. Fue lo que llevó a Ollanta Humala a cambiar su plan económico. Entró con las mismas ideas y, cuando entendió que eso era el hambre, simplemente retrocedió. No porque fuera un traidor a sus principios, sino porque no quería hacerle daño a la población.

Y usted no cree que Castillo pueda seguir esa vía.

El problema de Castillo es que hay conceptos económicos básicos que no conoce y que ha empezado a aprender en la campaña. Por ejemplo, no distinguía el PBI del presupuesto nacional. Espero que aprenda rápido.

¿Pero para eso no está el equipo técnico?

Es que no es poca cosa no saber qué es el PBI y querer ser presidente de un país. Es un asunto muy serio, eso no es que te lo va a enseñar el equipo económico. Son cosas elementales. El presidente de la república es quien finalmente firma la ley de presupuesto. Si él dice que va a destinar el equivalente de 10% del PBI a la salud y otro 10% a la educación, es un gasto del presupuesto nacional. Si él en una entrevista dice que un monopolio es Ripley, el concepto monopolio no lo ha aprendido. Y es muy importante que un presidente que va a combatir el monopolio sepa qué cosa es. Sus prejuicios contra la inversión extranjera no se sustentan en nada que no sea prejuicios, xenofobia, no hay más que eso, no entiendo yo por qué el capital extranjero es pecaminoso, es malo.

Hoy el exministro Castilla escribe en El Comercio una crítica al elevado costo que van a tener ambos planes. Pero también apunta a las propuestas de Fuerza Popular. ¿A usted le parecen razonables estas propuestas?

Lo que tiene que estar claro es de qué forma se va a financiar. ¿se va a financiar con tesoro público? El programa bono oxígeno, un programa muy ambicioso, ¿se va a entregar a todas las personas que tengan un fallecido o a aquellas familias que hayan quedado en situación de pobreza a raíz del fallecimiento de su familiar? Con lo cual acotas completamente el programa. Una cosa es anunciar que vas a duplicar Pensión 65 y otra incorporar 500.000 más cada año sin financiamiento. El caso de Pedro Castillo también es muy caro por varias razones. Primero, poner un equipo de resonancia magnética en cada establecimiento de salud… yo estoy segura de que no tiene idea de cuánto cuesta. Es carísimo, un equipo normalmente se pone en un establecimiento de tercer nivel, no los de primer nivel. No hay ni siquiera cómo mantenerlos. Hay muchísimo más populismo que en las propuestas de Keiko Fujimori. Y hay otro problema: cuando tú expropias capital extranjero, vas a pagar tarde o temprano. Y la cuantificación de Camisea, por ejemplo, va más allá del presupuesto anual. Estamos hablando de inversiones gigantescas. ¿Cómo vas a pagar esto? Es carísimo. Esto es el programa económico de Maduro y de Chávez, que al principio, con toda la riqueza que tienen, sí te alcanza para todo, pero poco a poco se va deteriorando.

Aterrizando entonces su lectura, a unas horas de las elecciones, ¿ya decidió su voto?

Yo no digo por quién voy a votar, porque considero que es un derecho constitucional. Y que debemos proteger a mucha gente, con mi ejemplo, que se ha sentido muy maltratada por decir por quién va a votar. De los dos lados ah.

Hablaba en uno de sus recientes programas sobre los grupos de amigos o familiares que se han peleado por expresar o no expresar su posición política…

De esos chats donde ya se mete mucha gente salgo corriendo.

¿No le han insistido a usted que diga por quién va a votar?, ¿no le han dicho que necesitan su apoyo?

Un sector de mi familia cree que soy comunista. Aunque tú no lo creas. No sé por qué, probablemente por no decir ‘Keiko, te amo’, o algo por el estilo. Y otro sector cree que soy demasiado de derecha, ¿cómo es posible? Te juro. Nunca vas a satisfacer a todos. Además, porque hay veces en que creo que no se entiende nuestro trabajo. Mi trabajo no es hacer campaña por un candidato, mi trabajo es llevar información a la gente que le permita tomar una decisión. Yo no soy neutral frente a un programa económico, no soy neutral frente al conservadurismo de Keiko Fujimori o de Castillo, porque en eso son tal para cual. No soy neutral frente a las ideas, pero sí soy imparcial frente a las personas. Y considero que ambos han llegado a la segunda vuelta y merecen un trato justo.

¿Esa es una de las razones por la cual no se ha sumado usted a la campaña de Mario Vargas Llosa y compañía a pesar de compartir con él una posición liberal?

Pero comparto su nobleza. Me parece que ha sido un gesto muy noble, sobre todo de Pedro Cateriano, porque él ha sido perseguido judicialmente por estas personas. Lo que él está haciendo es decir: ‘miren, a pesar de que Becerril y compañía me citaban al Congreso todos los días, me creaban comisiones investigadoras’… Porque lo llevaron al Poder Judicial varias veces, se pasó tres años defendiéndose de apristas y fujimoristas. A pesar de eso, es una persona tan noble que entiende perfectamente que el plan de Pedro Castillo es muy malo para el Perú.

¿No cree que ha sido muy apresurado este apoyo? Castillo pudo haber tenido algún margen para convencerlos.

Ni Vargas Llosa ni Cateriano son periodistas. Ellos pueden decidir sus tiempos. Yo hubiera esperado un poco más, para sacarle más cosas a Keiko Fujimori. Ahora, creo que le han sacado bastante. Le han sacado el pedido de perdón, que ella reconoce que los maltrató, le han sacado un compromiso democrático, porque el talante autoritario de ella no le viene solo del legado del padre, sino de su conducta del 2016 en adelante. Yo hubiese esperado primero los compromisos y después hubiese dado el respaldo. Pero esa es una cuestión estratégica, ya cada uno lo decide. Pero sí aprecio la nobleza de los dos. Porque el fujimorismo se ha dedicado a hablar pestes de Mario Vargas Llosa. A Cateriano no le costaba nada liderar “Fujimori nunca más”, “Keiko no va” y hubiese sido un éxito. Razones tenía de sobra, pero no es su conveniencia lo que les importa. Si el público no lo sabe apreciar, bueno….

Organizar un evento en Ecuador, planear un cóctel después y decir que Keiko Fujimori representa la libertad, ¿no es una posición demasiado acrítica?

No creas. Es bastante crítica, porque para que ella haya llegado a ese punto ha tenido que tener compromisos bien claros. Mira, Vargas Llosa le pidió a la gente que vote por Alan García, frente a Humala por la misma razón, porque Humala salió abrazado de Hugo Chávez el 2006 y ahí arruinó su campaña. Vargas Llosa ha sido siempre consistente no con las personas, sino con las ideas, que es lo más difícil de ser. Siempre ha apostado por un régimen democrático y liberal. Entonces, entre Keiko Fujimori y Ollanta Humala, apoyó a Humala porque Keiko Fujimori representaba un autoritarismo que aquel se comprometió a cambiar.

¿Cree que Keiko Fujimori perdonará una nueva derrota? Teniendo en cuenta sus antecedentes…

Yo creo que se retiraría de la política y eso es lo que más incentiva, en mi opinión, a la izquierda. Porque tres derrotas en segunda vuelta… yo creo que ya te retiras. Presumo.

O haces una campaña de venganza, como el 2016.

Ya no puede hacer eso. No tendría el poder con 24 congresistas. ¿Qué va a conseguir? Nada.

Su partido aún es una institución fuerte.

Ya no. Si ella pierde las elecciones, no. 24 congresistas en un congreso de 130 pueden ayudar a cualquiera, al mejor postor, pero no para una campaña de venganza.

¿Y Cerrón, él que es tan intransigente, cree que soporte perder?

Va a tener que soportarlo. Yo estoy cada vez más convencida de la tesis de tu jefe [Tafur], yo creo que Fujimori va a ganar. Es que el programa económico de Castillo es muy malo, porque nadie se juega al final del día su futuro así nomás. Me preocupa más eso y que la izquierda acepte que ha perdido. Y eso va a ser muy duro para la izquierda. Yo espero que sea cual sea el resultado ambas partes acepten el resultado.

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¿El voto de Castillo hoy, que es resiliente a casi todo, es una continuación del voto nacionalista del 2011?

Tiene bastante similitud. El sector poblacional que está respaldando a Castillo fue el que creyó en las promesas de Ollanta Humala. Hubo una identificación con La Gran Transformación y [se pensó] que las cosas iban a cambiar. Otra gran parte ha sido construida por los gobiernos de turno y por la pandemia, que desnudó las falencias de un sistema de gobierno que se cae a pedazos por sí solo. 

¿Te refieres a que el voto castillista es uno que quiere, en su mayoría, un cambio radical [y no es antifujimorista]?

Sí, eso ha sido creado, por decirlo, artificialmente. Ha sido provocado por la arrogancia, la prepotencia, los abusos, los oligopolios, los monopolios, el rechazo de cualquier atención a lo que el pueblo necesite. Gran parte del voto se dio cuenta que ha sido engañado permanentemente y que todos los que vienen del mismo lado siguen defendiendo solo sus intereses.

¿Un votante de segunda vuelta de Castillo hoy no es uno que se sintió engañado, traicionado, por el gobierno de Humala?

Definitivamente. Ese es uno de los elementos principales. La gente salió frustrada y desilusionada de lo que Ollanta prometió. Pero viendo las cosas en el tiempo, ahora se agarran de la teta de Ollanta, de sus reformas. Aquellos que lo criticaron a morir. Carranza, por ejemplo, que dijo que Pensión 65 era un desperdicio e inflacionario. Ahora habla de multiplicarlo. Leyendo hoy La República, veía que Keiko Fujimori recibió tantos millones de acá, tantos de allá, y me dije: es candidata a la presidencia. ¿Qué es esto? ¿Estamos legalizando la corrupción? ¿Estamos aceptando que cualquiera pueda hacer lo que quiera en este país? ¿Antes estaba bien robar, matar, secuestrar, corromper, traficar droga? ¿Dónde quedaron todos los discursos? No estamos hablando de especulaciones, sino de hechos. El avión del papi lleno de cocaína, el tío Montesinos recibía dinero por vuelo.

En un reciente tuit asocias al fujimorismo con el narcotráfico, pero también dijiste que Castillo era «inviable». Además, sus acercamientos al brazo político de Sendero Luminoso son reales y documentados. ¿Qué hacemos?

Esperar al 2022. Yo creo que esto indefectiblemente debe terminar en una vacancia, o sucesivas vacancias y cierres del Congreso. Es lo que el país necesita. No podemos legalizar el narcotráfico, el lavado de activos, el robo, que es lo que estaría haciendo con la señora Fujimori. Y en el caso del lapicito, lamentablemente el hombre no está acompañado de un equipo de gente. Nunca se preparó para ser presidente de la República, nunca pensó en llegar a disputar una segunda vuelta. Si me preguntas a mí cuál me da más miedo, es Keiko. 

¿Ves entonces viable un gobierno del lápiz o eso también se acaba en el 2022?

No es un hombre escaso de recursos mentales. Es inteligente. Esta segunda vuelta es como meterte al purgatorio. Eso ha sido para Castillo. Ha visto lo bueno, lo malo y lo feo. Los demonios, los dioses, todo. Y ha habido una reacción positiva de parte de él. 

¿A qué te refieres? Porque la moderación en términos económicos −que es lo que asusta a muchos− no se ha visto. 

Me he enterado por gente que está cerca que tienen perfectamente claro que el 90% de sus propuestas no se pueden hacer si no hay un apoyo masivo de parte del Congreso. Y sabemos que el Congreso no va a apoyar reformas que no están dentro del modelo que ellos respetan. 

¿Por ese proceso también crees que transitó Humala, con la ‘hoja de ruta’?

En el caso de Humala fue después. Fue el equivalente al 7 de junio. Después de que juramentó Ollanta ya no había decisión alguna que se tome con él. «Te va a llamar fulano, habla con mengano». O con mengana, que era la mayor cantidad de las veces. En su caso, creo que vio la luz, verde, después del proceso electoral. Una luz que dicen que ilumina, pero bueno. 

¿Ves que si Castillo gana se le van a acercar empresarios de forma similar, a hacerlo pisar tierra?

Sí, definitivamente. El empresario peruano, como lo estamos constatando, puede haber pasado por el Club de la Construcción, Odebrecht, Lava Jato, lavado de activos, y le está besando los pies a la señora Fujimori el día de hoy. Con las mismas, mañana se los van a besar a Juan Pérez. Son animales que no ven quién les da de comer, ven la comida nada más. Ven el billete. No les interesa de dónde sale, sino que su mesa esté llena de billetes. 

Vamos al otro lado: ¿qué esperas de un Carranza como ministro de Economía en época de crisis?

Hay una situación de desesperación de la candidata, no olvidemos. Viene de un proceso tortuoso, 15 años de frustración. Si ella llega va a hacer lo posible e imposible por generar apoyo popular. Tiene la escuela del tío Montesinos, la escuela del papi. La diferencia es que ahora la economía está de cabeza. Creo que se puede terminar por quebrar al país. Ahora el conchudo de Carranza dice: «tenemos que hacer reformas porque no hay una gestión adecuada a nivel de las regiones». Oye, lo que no hay es capacidad de gestión en el Ejecutivo, que hay que reformarlo comenzando por el MEF. Acá se ha generado la creencia de que un economista es casi equivalente a un sabio. ¡Un economista es un simple economista! Si quieres gerenciar, necesitas gente con estudios en gerencia, capacidad de gestión. 

¿Pero cuál sería el camino de quiebra del país con un MEF de Carranza?

Van a disparar el déficit fiscal. La deuda se va al 40%-45%. Bueno, podrían tener la fortuna que tuvo García en el 2006, que se disparen los precios de los minerales y que se compense con las regalías e impuestos mineros. Ese es un aspecto a favor del país, que esperemos [se dé]. Lo demás va a ser deuda, que no la va a pagar él. 

¿Carranza es un tipo que solo se va a preocupar del numerito de crecimiento del PBI y de nada más?

Por supuesto. Él no sabe otra cosa. Para él, los números son la gente. Cuando hablas de pobreza, en el Perú son S/360, si tienes S/361 ya no eres pobre. Eso está en la cabeza del señor Carranza. ¿Cómo vive un hombre con ese dinero, su familia? Eso no importa. Eso no está en los libros ni en el Marco Macroeconómico Multianual, ni en los reportes del BCR, ni de Moody’s. Ahora, creo que la gran presión será tener a una Keiko desesperada por recursos para mantener una imagen y ganar popularidad, porque creo que no es tonta: un porcentaje ínfimo de la población ha votado por ella en primera vuelta. Si le gana a Castillo, va a ser con la gente que votó tapándose la nariz, como se dice en Lima, como con Alan. 

¿Qué nos espera, entonces, en el 2026?

No creo que lleguemos al 2026. No más allá del 2022 ya se tiene que estar convocando a elecciones. Salvo que ocurra un milagro. El milagro de que las bancadas se ponen de acuerdo, aparece un San Martín con su escoba, su perro, su ratón y su gato. Lo que pasa es que aquí se habla de bancadas como que los partidos realmente supieran qué cosa han llevado al Congreso. Es increíble que hasta ahora no se den cuenta de que los partidos simplemente son vehículos para caudillismos. En el caso que he visto de cerca: César Acuña. De los 15 congresistas que ha metido, 13 son de provincias. Muchos [de ellos] preguntaban «¿y el otro quién es?», “¿y aquél quién es?».

Tú te subiste al vehículo de Acuña. 

Mira, yo tenía una permanente contradicción entre el ying y el yang, entre volver al Congreso o no. Quería y no quería. Realmente, sabiendo que en Lima la votación de Acuña [como candidato] nunca pasaba de 1%, estaba perfectamente consciente de que eso no pasaba de dos congresistas. Aceptar el número 4, sabiendo que el 1 y el 2 se llevan la mayoría de los votos siempre, era parte de mi «quiero y no quiero». Pero prácticamente no hice campaña [Abugattás obtuvo 8.175 votos]. Me subí a un carro que en un momento pensé que era de la persona indicada. El Acuña que conocí es un hombre con ideas muy claras, enfocado en la gente. Pero bueno, han tomado un camino de apoyar a Keiko. Yo simplemente ya no he vuelto a tener contacto con ellos y no lo volveré a tener. 

Acuña ha apoyado a Keiko. Tú no, me queda claro. ¿Cuál es el interés que lees en Acuña para ese apoyo público?

Honestamente, creo que ha cometido un error que le va a costar su base social. Esa gente quizás ha votado por APP al Congreso, pero votó por Castillo a la presidencia. Al irse él con Keiko, creo que los pierde definitivamente. 

¿Entonces por qué crees que se ha ido con Keiko, si no es por intereses personales?

Creo que hay una deformación cultural en el país de aceptar las cosas. Hay cosas que se pueden aceptar y cosas que no se pueden aceptar en la vida. Yo no me puedo sentar al lado de alguien que está acusado con pruebas más que evidentes de tráfico de influencias, lavado de activos. Aparentemente, al señor Acuña no le importa. A mí me hicieron puré, pero ahora a todos les parece bien sentarse al lado de una persona que ha cometido delitos de toda naturaleza. 

¿Qué entra detrás del fujimorismo si llega a Palacio?

Mucho miedo. Viene la parte oscura del Ejército, de la Marina. Comienza el marcaje, el seguimiento. Escuchas, filmaciones a todas las personas que sean opuestas al régimen. Comenzarán amenazas de toda naturaleza, directas o indirectas. Despidos del centro de trabajo: no te amenazo a ti, pero llamo a tu jefe y le digo «esta persona no es conveniente, por favor despídela». O al hijo. Ese gobierno no se va a sostener solo con el apoyo de la Confiep, de Adex. No resultan siendo más que 500 empresas las que están representadas ahí. A la hora que las papas queman, desaparecen más rápido que cualquiera. Toda esta gente ha estado con Velasco, papá Fujimori, Alan García versión I, Toledo, Alan García versión II, y Ollanta. ¡Pueden estar con dios y con el diablo!

¿Qué va a pasar cuando haya marchas contra el gobierno de Fujimori?

¡Mano dura! ¡Ofrecí mano dura y aquí está! Para que esto se mantenga, no se puede mantener dentro de los cánones democráticos. No hay una forma de que obligues a un policía, un fiscal, un juez, a participar de una maniobra si no tienes una organización criminal dentro de ti. Y eso es como la ley de la mafia. Quien comete un error, balazo en la cabeza. 

¿No ves la posibilidad de un fujimorismo ‘democratizado’, que superó al albertismo y que quiere seguir participando en democracia?

Mira, tendríamos que ser bastante ciegos. Si no hubiéramos visto a la Keiko del periodo de PPK, podríamos tener la duda. Pero después de haber visto cómo se comportó, que me disculpen, pero hay que ser bien cojudo para creerle una palabra a esa mujer. Los cambios: odio a papá, odio a mamá, ahora adoro a mamá… ¡Es una psicópata! ¡Son comportamientos psicópatas! ¿Una psicópata de presidenta de la República? Dios nos coja confesados. 

¿Vas a votar por Castillo?

No. No voy a ir, porque le he hecho una promesa a mi mujer. No voy a asistir a votar. 

¿Temes por tus ahorros si sale Castillo?

Para nada. 

¿No has cambiado tu plata a dólares para sacarlos del país?

No. Más bien, tengo temor si sale Keiko. Ya estuve averiguando, en Panamá puedes conseguir residencia con ciertas facilidades.

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Kenji Fujimori, antes de esta reconciliación, dijo que Fuerza Popular busca perpetuarse en el poder. ¿Cuál sería la diferencia con lo que dijo el electo congresista de Perú Libre, Guillermo Bermejo [que no van a soltar el poder si lo consiguen]? 

Esta campaña, más allá del riesgo de la amenaza comunista de Perú, ha servido para reconciliaciones, como la de [Mario] Vargas Llosa o [Máximo] San Román. La de Kenji con Keiko me ha parecido extraordinaria. No ha estado dentro de un cálculo*. Él deberá contestar sobre su opinión [anterior]. Lo que Bermejo ha dicho es algo que lo vas a vivir en historia del castrismo, en historia de Venezuela y Centroamérica cada vez que el comunismo ha entrado. 

*Nota de edición: Según Datum, para 7 de cada 10 peruanos fue una estrategia de campaña.

¿Y cómo podrían garantizar que ustedes dejarán el poder en cinco años, considerando lo que históricamente ha ocurrido con el fujimorismo?

El gobierno de los 90 fue exitoso, pero también somos conscientes de que hay temas que no pueden repetirse. La reelección es uno. El 27 de julio se entrega el mando democráticamente. La gente que se va sumando [a la campaña fujimorista] también lo tiene claro y son garantes de que cumpliremos la palabra. No vamos a hacer lo que hacía Vizcarra, que se reunía con fiscales. La garantía es, primero, nuestra palabra; segundo, las personas que se suman; y tercero, la prensa. Keiko no tendría ningún motivo por el cual quedarse porque ella es una demócrata. Puede haber muchos cuestionamientos, pero hemos pedido disculpas del caso, y nunca hubo nada fuera del marco constitucional. Uno puede decir que fue un exceso [la actitud de la bancada fujimorista en el Congreso disuelto], pero fue dentro del marco constitucional. Ella se va el mismo 27 de julio del 2026. 

En una entrevista reciente a Perú 21, Keiko indicó que afrontaría la justicia recién en el 2026. ¿Busca dilatar los procesos? 

El proceso va a continuar con los demás coimputados. Para mí es claro: es absurdo cuestionar [a Fujimori] por un hecho que no estaba prohibido. Me refiero al financiamiento privado, que espero sea más transparente algún día. A partir de 2018 se vuelve una prohibición legal, antes no. Existe un peritaje de los últimos 10 años a KF así como a su esposo, que nos da tranquilidad. Lo que sí estuvo mal es que no se informó a la ONPE en su momento, pero son temas administrativos.

Nota de edición.: Según el penalista Carlos Caro, el delito de lavado de activos prescribe, pero los plazos de prescripción son de entre 15 a 30 años. Además, el plazo de prescripción se congelaría durante un eventual mandato presidencial. 

Pero no se trata de aportes privados y nada más. Está el presunto delito de lavado de activos, que incluye dinero de procedencia ilícita en torno al caso Odebrecht

Es una figura que no tiene ningún sustento. Tendrá que ser comprobada en el juicio oral. Es parte del derecho de la fiscalía plantear su hipótesis, pero se ha ido cambiando en el tiempo. Primero se habló de un grupo dentro de Fuerza Popular, luego fue el partido. Primero fueron aportes ilícitos, luego fue lavado. El núcleo original es el financiamiento privado. Con lo de Odebrecht ni siquiera hay una vinculación directa, pero tendrá que comprobarse en un proceso penal si lo que dice una o dos personas es real o no. 

En el partido de Perú Libre hay personas que están llevando procesos y también está la condena por corrupción de Vladimir Cerrón. Pero en Fuerza Popular también hay personajes con procesos en camino. ¿Qué responde ante esto?

En el tema de las ligaduras [el caso sobre esterilizaciones forzadas], así sea una sola persona, tiene que verse quien será responsable. Es un juicio que se archivó, pero si se quieren investigar nuevamente, habrá absoluta libertad para el Poder Judicial dentro de su autonomía. En el caso de la investigación al señor Aguinaga, no dejo de reconocer que, así sea una sola mujer y ha habido algo mal hecho, habrá que asumir responsabilidad. 

Pero si tiene un proceso abierto, ¿por qué se le llevó como candidato?

Cuando se evaluó el caso de la candidatura de Alejandro no estaba esta nueva ocasión en que se le ha vuelto a abrir el proceso. No es que no importe, sino que no estaba presente el tema en el momento.

Keiko dijo que se trataba de una política de planificación familiar. ¿Lo respaldan?

Ella dijo que el concepto como política pública era eso [planificación familiar]. Si dentro de este, hubo un exceso de una o dos personas, se tendrá que indagar. Respetamos que se inicie nuevamente la investigación, pese a que se ha archivado antes. Si una mujer fue violentada de su libertad, se tiene que saber quiénes son los responsables. No se puede hablar de un pasivo si la campaña todavía está en carrera. Cualquier análisis será posterior a esta.

¿En Fuerza Popular están convencidos de que Pedro Castillo es cercano al terrorismo, como dicen varios de los que atacan su candidatura?

Es difícil que un ciudadano peruano haya aceptado ser candidato de un grupo con Cerrón, que además era su candidato a vicepresidente, incluso con las manifestaciones lamentables que ha tenido respecto al terrorismo. No puedo decir si Castillo es cercano o no al terrorismo directamente, pero sí te puedo decir que lo que me preocupa es si es solo una figura. ¿Decide? ¿Toma decisiones? ¿Analiza con quien está? Aquí [en el fujimorismo] lo que siempre se va a encontrar al frente es el dedo acusador de corrupción, pero en nuestro lado no tengo ninguna investigación por terrorismo. Alrededor de él, sí hay mucha gente que está vinculada, conversa y están en fotos. El 80% de su bancada es de Cerrón. 

Ya, pero Fuerza Popular reivindica el gobierno de Alberto Fujimori, que según la CVR incurrió en terrorismo de Estado. Incluso Keiko ha dicho que lo indultará si sale elegida.

El indulto es una potestad constitucional y tiene que estar dentro del marco legal, donde se evalúan otros parámetros y condiciones. No veo una contradicción. Cualquier exceso que esté muy bien sancionado en contra de la lucha contra el terrorismo, nunca he escuchado que se haya negado que eso se sancione. Es una decisión de Keiko que respaldamos y que consideramos es sobre alguien que ha pagado suficiente prisión. Siempre en el marco constitucional.

Alberto Fujimori aún no ha pagado la reparación civil que le debe al Estado, que con intereses suma más de S/51 millones, dispuesta en sus condenas. 

No hay prisión por deuda. Si la norma legal dice que no se puede indultar sin que se cancele eso, tendrá que hacerse. Eso lo verán los abogados. Si es que es un requisito pagar [para el indulto], se tendrá que hacer a quien corresponda.

¿Entonces pagará lo que debe antes del indulto?

No conozco los requisitos específicamente, pero no se hará nada que vaya fuera del marco legal.

Keiko Fujimori también ha pedido perdón a Jaime Saavedra y Fernando Zavala. Usted presidió el Congreso. ¿Qué piensa al respecto?

Lo de Fernando fue cuando era presidente del Congreso, Saavedra fue antes. Hice un mea culpa donde reconocí que caí en eso. Debí persuadir mejor de que no era el camino. Respaldo y coincido en las disculpas. En general, [disculpas] no solo a ellos dos sino a cualquier persona y todos aquellos que esperaban un trabajo entre Fuerza Popular y PPK. Entramos dolidos en ambos lados. Me apena y me obliga doblemente a rectificar y pedir disculpas por no revertir esa situación. Cuando veo el riesgo al frente [se refiere a Perú Libre] me molesta, porque hicimos mal e impide que la gente vote por nosotros. 

¿No son disculpas solo por campaña, que es a lo que suena después de todo lo visto?

Las disculpas no son por la campaña. En su momento, hubo una reunión con el señor [Salvador] Del Solar para calmar la situación política. Hace dos años hay una visión distinta, por lo que las disculpas no tienen que ver con lo de ahora. No se llegó a buen puerto con Vizcarra y otros parlamentarios, pero la posición de Keiko de disculpa y corrección es desde hace dos años. 

¿Cuánto le pondría de nota al Congreso confrontacional, que fue disuelto?

Gran parte de la confrontación fue por el señor Vizcarra que tenía un proyecto personal y sabía de sus temas de corrupción. Hay dos lecturas de esa situación. No voy a desgastarme en explicar que había otra posición. El problema fue pisar el palito. No pondría nota, pero se perdieron dos años. Jalado está, eso lo tengo claro. 

¿Han llamado a la izquierda para tender puentes?

No tuve ninguna opción para comunicarme con Verónika Mendoza, sé que Miki [Miguel Torres] es amigo y que alguna vez estuvo con ella en algún proyecto, pero sentí rechazo [por parte de Mendoza]. Yo era el responsable de esos puentes en esos momentos. Si resulta electa Keiko Fujimori, no habrá problema para armar agendas en común. No creo que se nieguen para hospitales o vacunación.

¿Pedro Cateriano será primer ministro?

Pedro tiene todas las condiciones como Carlos Neuhaus o Luis Carranza, de asumir cualquier responsabilidad. A ninguna persona [se les ha ofrecido un puesto], ni a los que armaron el texto del [primer] plan [de gobierno], Rescate 2021. Todas han participado de manera absolutamente voluntaria. Con ninguno se ha hablado de ningún cargo del futuro gobierno. Esto será un gobierno abierto, de diferentes partidos. Que no se tenga ninguna duda que no es el regreso del fujimorismo.

¿Pero hubo alguna intención concreta de sumar a técnicos de centro o centro izquierda? ¿O los han contactado y no ha habido mayor avance con eso?

Hemos conversado con mucha gente de otros sectores. De los que se suman, muchos han sido críticos del fujimorismo. El 70% son de la otra orilla. De izquierda, hay personas también, pero claro, estamos acostumbrados a ver figuras de izquierda como Mendoza o de algún partido reconocido. Ellos se la han jugado por Cerrón. Pero hay otros, como sindicatos o personajes, con los que conversamos y se van a sumar en un hipotético gobierno. No porque no queramos, pero ya tienen posiciones tan marcadas. 

¿Cuál es el papel de sus asesores ecuatorianos? Fuentes de alto rango de Fuerza Popular han explicado a Sudaca que se han sumado hace poco. 

Ha habido muchas campañas paralelas. Nos hemos enterado por ahí que algún fulanito está trayendo a algún asesor. Pero el efecto interesante es que hay una multicampaña. Han venido amigos de muy buena fe que traen asesores del extranjero. Tenemos una línea que la maneja el comando principal. Recibimos un montón de sugerencias, pero siempre hemos dicho que, en una segunda vuelta, traer gente requiere tiempo. El señor Jaime Durán [asesor político ecuatoriano], por ejemplo, necesitaba tiempo para hacer análisis, pero nunca hemos hecho ninguna coordinación. 

¿Quiénes conforman su comando de campaña principal?

La campaña principal parte de este comando liderado por Keiko Fujimori, donde estamos yo, ‘Miki’ Torres, ‘Nano’ Guerra García y Carlos Raffo. Para mí, ‘Miki’, es el creador de este grupo. 

¿Los ecuatorianos Roberto Izurieta y Juan Mateo Zúñiga no son parte de la campaña?

A Izurieta lo conocí algunos minutos, me pareció un tipazo, y fue a saludar a Keiko. Lo contó en RPP, pero no está participando. Hubo un momento donde a Lima llegó medio Quito. ¿Por qué? No sé. 

Pese a las estrategias y los reconocimientos, las últimas encuestas no los favorecen y amplían, incluso, la brecha con Castillo. ¿Qué harán?

Hay un gran sector de la población que, con justa razón, creen este canto de sirena. Ve que la cosecha se muere, donde la pandemia ha disparado la pobreza del 20% al 30% y se registran 10 años perdidos. Miran al sistema económico que todos alaban, pero no les ha llegado nada de desarrollo. Hay un descontento con absoluta lógica, pero nosotros haremos cambios profundos. Lo necesario para no destruir lo que hemos crecido. Después del debate, muchos han visto que al otro lado hay una improvisación absoluta. Lo otro es el sector indeciso, pero cada acción tiene su tiempo de maduración. Vamos a mencionar las propuestas para cambiar al Estado inerte y elefantiásico.

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Usted fue uno de los pocos analistas que vio el fenómeno Castillo, y advirtió su crecimiento antes que las encuestas. Calificó en algún momento su campaña como exitosa. ¿Cómo califica su carrera en la segunda vuelta?

La de segunda vuelta tuvo varias etapas. Una de efervescencia, cuando se presentó al país por una semana y la gente conoció un Castillo campesino. Dio una imagen hogareña, de pueblo, entrañable. Pero se sabía que este margen de 20 puntos no iba a durar. Era una cosa irregular del voto derechista que no se había animado por Keiko. Luego, vino una etapa de gran descoordinación en la campaña de Castillo. Inmediatamente Keiko implementó un plan bien hecho de provocación: entendían que la única forma de ganar era confrontarlo y mostrarlo en su precariedad. De ahí viene el debate de Chota, que fue un error. Castillo cayó en el juego de dar la iniciativa a la rival. Al profesor le va bien la plaza pública, pero no está en su ambiente en la parte más meditada. Sí hubo descoordinación, pero ha tenido suerte, porque Keiko también ha cometido muchos errores. No se ha moderado. Ha presentado un equipo técnico que no era el que necesitaba para ganar el centro. Me imagino que es lo mejor que ha podido conseguir. Si hubiese presentado gente un poco más centrista, Castillo estaría en problemas. El centro se lo ha ganado él.

También ha dicho que un gobierno de Fujimori será un gobierno “débil, represivo, corrupto, continuista y sujeto a conflictos sociales”. Al margen del entusiasmo que pueda presentarle la candidatura de Perú Libre, ¿qué nos asegura que un gobierno de Castillo vaya a ser todo lo contrario?

Sí, he sido bien duro con Keiko Fujimori. No es que el fujimorismo no lo pueda hacer. El fujimorismo podría plantear algo que sea interesante para el país, que vaya a sectores centristas, pero no está ocurriendo. Y yo sé que Juan Carlos Tafur ha intentado o deseado, como mucha gente, que el fujimorismo tenga una imagen un poquito más centrista. Por el lado de Castillo, usted ha empezado diciendo que tengo mi entusiasmo, sí, desde la primera vuelta incluso. Creo que ha habido un esfuerzo de establecer alianzas que no se quedan en la izquierda, sino que van más allá. Y este diálogo con Hernando de Soto o Miguel del Castillo, que son personajes derechistas, han sido intentos interesantes en ambos lados.

¿No es una traición como algunos seguidores de Castillo manifestaron?

Y yo mismo. Es que depende de los términos. Si vamos a agarrar el plan de Hernando de Soto y vamos a hacerlo pasar por un plan de izquierda eso no es viable. Pero si usted conversa, manifiesta su posición y van a entenderse, [sí]. Por ejemplo, estatizar todo no tiene ningún sentido. Y esto se ha ajustado, se ha corregido. En el plan de segunda vuelta no se habla de estatizaciones masivas, como sí decía el plan de Perú Libre con la portada de Cerrón. Son avances en la dirección correcta que no han sido bien enfatizados, vendidos y promovidos. Creo que estas señales son interesantes, como la suma de personajes que han venido al equipo técnico, que aún no ha mostrado todas sus cartas. Creo que hay pequeños avances hacia el centro. Yo no abogo por mantenerse en el programa de primera vuelta y gobernar con eso. Eso no es viable.

Pero usted sí se entusiasmó con el programa de primera vuelta, usted lo apoyó desde el inicio.

Bueno. Sí y no. Yo siempre fui consciente de que se necesitaban ajustes. Y el programa de primera vuelta tenía tres problemas: estatizaciones masivas, libertad de prensa y uno más por ahí. Eran los puntos más vulnerables. Además de estas referencias a Venezuela, Fidel Castro, Lenin, toda esa simbología que había. Pero en medidas concretas había tres puntos que han desaparecido.

¿Y eso no se puede reinterpretar como que hay una agenda autoritaria que se está edulcorando para esta segunda vuelta?

Hay gente que lo ve así, porque estamos en campaña. Yo creo que hay la voluntad incluso de Cerrón y de los sectores más estigmatizados, más impresentables…

Lo digo justamente por Cerrón. Por las declaraciones de Cerrón o Bermejo del año pasado o de hace algunos meses, que apuntan a ese camino.

A ver, después de la primera vuelta, al día siguiente, Cerrón fue entrevistado y ya se veía un ajuste. No era el Cerrón de hace seis meses que hablaba de quedarse en el poder y todo eso, pero eso no ha sido muy notado porque estamos en campaña electoral. Obviamente que hay un interés por tergiversar y vender las cosas de cierta manera. Si usted toma las señales y trata de interpretarlas, va a ver que sí ha habido un cambio. Proyectos autoritarios creo que no los hay porque no se puede. Supongamos que usted tiene un proyecto autoritario, ¿quién lo va a apoyar? Usted no tiene Congreso, no tiene fuerzas armadas, no tiene al clero, acaba de firmar un compromiso. Que hay gente que quisiera hacer [un proyecto autoritario], tal vez, pero la realidad les va a indicar otra cosa. Y la mayoría de gente que quiere un cambio, incluso dentro de la gente que apoya a Perú Libre, va por un cambio un poquito más atemperado.

¿Usted descartaría entonces que una rama autoritaria en Perú Libre pueda secuestrar un eventual gobierno de Pedro Castillo?

No veo cómo. Usted va a tener tendencias. Dentro de la izquierda [hay tendencias], por ejemplo en Latinoamérica: Mujica, Evo Morales, Correa, Lula incluso, por hablar de los más democráticos. Usted va a ver que en la izquierda siempre ha habido [tendencias]. Y en la derecha también es así. La idea de que hay un proyecto autoritario, un plan guiado por el Foro de Sao Paulo porque no han podido llegar al poder por la lucha armada, esto que están diciendo en Willax, es campaña electoral. Yo lo veo así y no le doy mucha credibilidad.

En todo caso, ¿no cree que las expresiones de Bermejo y Cerrón equiparan el temor que tiene la gente de Perú Libre al que le tienen a Fuerza Popular?

Un poco. O sea, de un lado usted tiene una voz bien bajita, pero con un amplificador gigante y obviamente suena a mucho. Pero es lo que dijo Bermejo hace un año, lo que dijo en una reunión y lo chuponearon, lo que por ahí se le chispoteó a Castillo, lo que dijo Cerrón en tal lugar. Tenemos que buscar con lupa estas cosas, pero es con lo que se dan las primeras planas. Si usted lee los grandes mensajes, lee el plan de segunda vuelta, va a ver al equipo, escucha a la vicepesidenta, va a ver que en este juego hay cada vez más fichas que se ponen en acción y van coordinando mejor. Y ve mensajes un poquito mejores. Igual hay errores garrafales: perseguir a la prensa, atacarla, atacar al JNE. Todo esto está fuera de lugar. Pero también usted ve que, luego de eso, hay la condena, ve el rechazo, el distanciamiento.

Más bien son desmarques muy débiles. Pienso en dos ejemplos: la defensa de Bermejo diciendo simplemente que fueron frases del año pasado y las declaraciones de Castillo condenando los ataques a la prensa, pero inmediatamente diciendo, con razón o no, “prensa basura”.

¿Es que cuál sería el desmarque fuerte? ¿Expulsar a Bermejo? No lo va a hacer. Es un cuadro importante que tiene su representatividad.

Habrá procesos internos en el partido.

Por una cosa que dijo el año pasado y la prensa filtró. Tampoco está clara la acción disciplinaria. Siempre va a ser débil. Si usted es un partido que quería pasar la valla y ahora está en segunda vuelta, usted no tiene el aparataje ni la influencia política que tiene el adversario. Es una batalla perdida. Nunca va a haber un desmarque suficientemente convincente cuando estamos en campaña electoral con una desproporción de fuerzas mediáticas. Y lo de Castillo es una precariedad. No es que tenga él un comando de campaña como tiene Keiko con asesores ecuatorianos y estrategas. Él tiene gente que lo asesora artesanalmente. No es que haya un control, una disciplina férrea. Dentro de esa precariedad, las cosas no van a hacerse mucho mejor. Lamentablemente.

Ha dicho también que debe haber un núcleo duro irrenunciable de medidas de un eventual gobierno de Pedro Castillo (Asamblea Constituyente, nacionalización de hidrocarburos, Conga no va), ¿está seguro de que Castillo no va a patear el tablero como lo hizo Ollanta Humala?

Bueno, ¿quién puede estar seguro de los políticos? El pueblo peruano ha sido tan maltratado por promesas incumplidas. Castillo como que ha traído esa esperanza, pero yo no puedo estar seguro. Sí hay señales alentadoras. Después del tema con Miguel del Castillo, se retrocedió y ahí yo especulo que jugó un rol importante Vladimir Cerrón para mantener el izquierdismo. Porque si Perú Libre se derechiza, como Humala, pierde la elección, pierde el sur. El mal menor sería viciar el voto. Sería un gran error. Por lo que yo abogo es por una gran coalición de izquierda y de centro.

¿Cómo analiza la última encuesta de Datum*? ¿Han llegado los dos a su techo?

Lo que ha pasado es que ha habido un contraataque del profesor Castillo. Ha subido dos puntos en simulacro y algo así en la encuesta. Se ha agotado la convergencia de Keiko. Así como dijeron “La distancia se acorta”, el titular de hoy (viernes) debería ser “La distancia se agranda”. Eso dice mucho de la campaña de Keiko. El terruqueo no está funcionando, ha sido desbordado. La gente se harta del terruqueo. Mírelo usted al profesor: ¿usted ve un terruco? No lo ve, pues. Como que no calza, la imagen no se refuerza. Algunos medios están yendo por su cuenta, están insistiendo en el terruqueo y es una inercia de la cual no van a salir, cuando eso no es lo que le conviene a Keiko. A Keiko lo que le conviene es decir: ‘yo tengo un mejor plan’, ‘una economía seria’, ‘el país va a tener estabilidad’. Eso no lo está haciendo.

Usted no cree en las proclamas, ni en las firmas de compromisos, al menos no en las organizadas por ciertas ONG. ¿A qué se aferran quienes miramos esta segunda vuelta con desesperanza?

Es que a mí no me gusta que el Perú sea tutelado ni por la iglesia ni por ONG internacionales. Yo creo en un Estado laico o instituciones sólidas y democráticas que tengan otras jerarquías. Entonces no me gusta que se diga: si no firmas, te vamos a hacer la marcha de los 4 suyos, te hacemos la de Merino, vamos a salir a las calles. Quien ha transmitido más claramente esa idea es Gorriti cuando dijo lo de no regalar el voto. No me parece bien. Por ejemplo, ¿qué es Transparencia? Usted mira el directorio y dice: ¿por qué esta gente va a ser la que determine? A mí me parecían mejor los compromisos unilaterales. Castillo ya había firmado uno y eso debería valer. Pero ya firmaron los dos, ¿y ahora qué? ¿Por quién va a votar Gorriti? ¿Cuál es el siguiente paso? El Perú necesita una institucionalidad de otro tipo y eso me gustó del debate en Chota, que fue una cosa desde abajo, con moderadores que venían del Perú no limeño. Se veía otra imagen, no los de siempre.

 

*Esta entrevista se realizó el pasado viernes 21 de mayo, el mismo día que se publicó una encuesta de Datum que le daba a Castillo 45.5% de intención de voto y a Fujimori, 40.1%.

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Usted ha señalado en un tuit que, “sin duda, la dupla Castillo-Cerrón es una amenaza a nuestra libertad” y que “no existe ningún partido marxista-leninista que haya respetado la democracia”. Yo le planteo lo siguiente: ¿alguno de los fujimorismos que hemos padecido, el de los 90 o el de la mototaxi congresal, ha respetado la democracia?

No. Pero la diferencia es la siguiente: durante el fujimorismo, tanto el del absolutismo parlamentario como el de la etapa Fujimori-Montesinos, había espacios para una libertad. Mínima. En un sistema totalitario, en donde un partido marxista-leninista tiene el poder, ni siquiera hay ese espacio. No lo digo solo sobre modelos que ya han caído, lo vemos ahora en los rezagos: Cuba y Corea del Norte. Pero también lo apreciamos en procesos latinoamericanos como el de Venezuela, que es el caso más grave, donde casi no hay espacios para la libertad en general. Eso es lo que está en juego.

 

¿Cree que un gobierno de Castillo sea lo suficientemente robusto para lograr cualquier aspiración autoritaria?

Sin ninguna duda. Porque, además, su aparato, la plataforma que lo ha llevado a esta situación electoral, es del señor Cerrón, que abiertamente proclama que su partido es de izquierda socialista, marxista, leninista y mariateguista. Le da un toque de sabor nacional, pero es una ideología absolutamente totalitaria.

 

¿No confía en que los contrapesos hagan su trabajo? ¿Desde el Congreso, desde la calle…?

Por el contrario. Yo hago la siguiente pregunta: ¿qué pasa, en la eventualidad no deseada de que gane el señor Castillo y nombre Comandante General del Ejército a un general abiertamente con simpatías velasquistas? ¿Qué es lo que va a pasar?

 

Podría haber un conflicto interno en el Ejército.

Ningún conflicto interno. Porque los suboficiales obedecen al Comandante General del Ejército. Eso no se da. Lanzar esa hipótesis es no conocer la realidad del Ejército. Eso que para muchos parece que no va a ocurrir, es una posibilidad. Y de otro lado, abiertamente, Castillo y Cerrón están diciendo que van a convocar a una Asamblea Constituyente. O sea, se van a deshacer del Congreso. El país está notificado. Creer que el Congreso va a ser un contrapeso es realmente ingenuo

 

Usted también ha dicho en RPP que, a diferencia de Castillo, Keiko no ha planteado propuestas golpistas. Pero revisando sus declaraciones, en setiembre del 2017, frente a la cuestión de confianza pedida por el gabinete Zavala, usted comentó: “Keiko Fujimori quiere dar un golpe de Estado”. ¿No es suficiente ese antecedente para usted? ¿No es esa una manifestación de lo que puede hacer el fujimorismo?

Bueno, yo no estoy diciendo que Keiko Fujimori, de la noche a la mañana, se ha convertido en una beata. No. Yo he sufrido en carne propia y conozco perfectamente al fujimorismo. El fujimorismo me ha querido meter preso a mí. Soy plenamente consciente de los riesgos que implica. Pero a diferencia del gobierno de su padre, la señora Fujimori sí ha dado esa batalla dentro de la democracia y, bueno, se ha sometido, mal que bien. Ahora, son contextos absolutamente diferentes. No es comparable la actual coyuntura con la que yo atravesé. Cuando fui ministro no era un riesgo inminente la captura del poder por una agrupación marxista-leninista, que es precisamente lo que me ha hecho variar de posición. Usted comprenderá que para mí no ha sido fácil adoptar esta posición. Pero está en riesgo la libertad del país. No es, como dicen algunos, que estamos defendiendo el modelo económico.

 

Durante la primera vuelta, usted señaló que “los Fujimori manejan su partido en base primero a sus intereses personales y familiares”. Me imagino que eso no ha cambiado.

Yo calculo que eso tendrá que cambiar. Porque la señora Fujimori también tiene que interpretar lo que ha sido la votación: en primera vuelta la mayoría de los peruanos no ha votado por ella ni por el señor Castillo. Eso es algo que tienen que tener en cuenta ambos. Como consecuencia de ello, confío en que lo que viene anunciando sea una realidad, porque en la eventualidad de que ella gane, tendrá que plantear un gobierno abierto, diferente a lo que fue el poder del fujimorismo tanto en el Ejecutivo como en el Parlamento.

 

Entiendo entonces que las dudas existen en el caso de la señora Fujimori. Pero, ¿cómo es que ahora la candidata de Fuerza Popular puede ser una invitada de lujo a un supuesto evento por la libertad y la democracia organizado por Vargas Llosa? Si hay tantas dudas, ese paso no se entiende.

Bueno, el término “invitada de lujo” es suyo. Ha sido invitada precisamente para que tenga un compromiso a nivel internacional. Que ese compromiso que le estamos exigiendo interiormente tenga la oportunidad de exponerlo a nivel internacional. 

 

¿Participa usted de la organización de ese evento?

Yo soy miembro de la Fundación Internacional de la Libertad, pero no participo en la organización.

 

Que haya un cóctel después del evento parece cachita.

Bueno, cada uno interpreta las cosas a su manera. Así como usted dice “invitada de lujo”, “cóctel”… En ese sentido, aprovechemos el espacio de libertad que tenemos en este momento [para decirlo], que no existirá en un eventual gobierno de Castillo y Cerrón donde se implantará la censura como ocurrió en la dictadura de Velasco.

 

Gustavo Gorriti escribió hace unas semanas un editorial sobre no regalar el voto. ¿No cree que se han apresurado en su apoyo a Keiko Fujimori? ¿No había que esperar un poco más para ver cómo se decantaba uno u otro lado?

Si hacemos una comparación, creo que el pronunciamiento de Mario Vargas Llosa fue un poco más tardío de cuando pidió el voto para Ollanta Humala, que fue al día siguiente de conocidos los resultados oficiales. Y es, calculo, por dos razones: porque el espacio que hay para hacer campaña en una segunda vuelta electoral es muy corto. En una recta final, revertir una tendencia es muy difícil. Y en segundo lugar, no hay que olvidar que Vargas Llosa ha sido comunista. Los conoce perfectamente desde que era estudiante universitario. Los ha enfrentado los últimos 50 años. Conoce cómo actúan cínicamente, cómo violan los principios democráticos. Porque es la misma técnica que usó Hugo Chávez. Ganó democráticamente las elecciones en Venezuela y dijo que iba a cumplir. Creo que Vargas Llosa no se ha equivocado.

 

¿Cuál es su opinión particular de la figura de Pedro Castillo?

Yo lo veo sumamente dúctil. Ha sido su forma de actuar en política. No tiene ningún reparo de hablar con extremistas, con el Movadef, con Cerrón, plantear el indulto a Antauro Humala. Es decir, el fin justifica los medios. Eso es Castillo. Y lo más grave: no tiene auténticas convicciones democráticas. Entonces, la noción básica de la democracia, de que la Constitución debe frenar el ejercicio del poder, no es algo que haya comprendido el señor Castillo. Por eso, en más de una oportunidad, he señalado que es necesario que tenga clases urgentes de derecho constitucional, porque en eso sí ha sido un mal alumno, por su desconocimiento de algo tan elemental como es el régimen constitucional.

 

¿Y Keiko Fujimori no necesita esas clases?

Bueno, Keiko Fujimori necesita esas clases también. Pero no tiene esas deficiencias o el conocimiento nulo de Castillo. Para no hablar de Cerrón, ciertamente. Porque Cerrón sería en este caso el alumno bandera de lo que significa el desconocimiento. 

 

¿Le cree a Keiko Fujimori cuando firma compromisos, como el que firmó el domingo pasado en Panorama?

No veo Panorama.

 

Bueno, le cuento entonces que firmó un compromiso…

No, sí lo leí. Creerle 100%, creerle ciegamente, fanáticamente, no. Pero frente a lo que tenemos al lado… En ellos [Castillo y Cerrón] simplemente no creo absolutamente nada. Keiko Fujimori va a tener un durísimo trabajo para generar credibilidad y construir confianza.

 

Ahora, Keiko sí tiene antecedentes de no cumplir con su palabra. El miércoles pasado en su programa, Rosa María Palacios detallaba punto por punto cómo Fujimori había vulnerado el acuerdo que firmó de cara a las elecciones del 2016. Básicamente eso nos asegura que va a mentir. ¿No coincide?

Vuelvo a lo mismo. Que le crea 100%, no. Pero ante Castillo y Cerrón, sin duda alguna, creo que más posibilidades de cumplir tiene Keiko Fujimori.

 

El día que manifestó su apoyo a Keiko Fujimori, usted dijo que la candidata lo llamó a agradecerle. ¿Conversaron algo más?

No suelo revelar conversaciones privadas.

 

¿No le ha soplado usted la idea del reparto del canon? Porque es una idea que usted ha lanzado antes.

El tema de que el canon minero, producto del esfuerzo de la inversión privada, genere bienestar no sólo a los empresarios sino a los trabajadores y a los pobladores de la zona de influencia de las minas, no es una novedad mía de esta campaña. Es algo que propugnamos desde la campaña presidencial de Mario Vargas Llosa. Mi propuesta no queda ahí: sino que, en el mediano y largo plazo, participen del accionariado de las empresas los trabajadores o cualquier peruano, como existe en un sistema de libre mercado. No en una lógica socialista, intervencionista, de Velasco. Lo que no planteamos es la captura política del poder, como sí lo quiere Castillo y Cerrón. Por eso se oponen a la asignación del canon minero, porque ellos tienen una concepción totalitaria del manejo del Estado. Ellos quieren las empresas del Estado para controlarlas políticamente, no para que la gente se beneficie económicamente.

 

Fujimori ha dicho que nombrará un gabinete no fujimorista, ¿usted se ve ahí?

No lo sé. Primero tiene que ganar las elecciones. Ella puede hacer propuestas.

 

Me refería si se imaginaba ser parte del gabinete de Keiko Fujimori, más allá de la apuesta que está haciendo por ella ahorita.

Yo estoy haciendo una apuesta no por Keiko Fujimori, estoy actuando en base a principios, defendiendo la libertad de mi país. Este no es un voto a favor de Keiko Fujimori, ni estoy pidiendo el apoyo político a Keiko ni a Fuerza Popular. No me he convertido de la noche a la mañana en un fujimorista fanático. Yo no voy a decir, pues, que el señor Becerril o la señora Martha Chávez son personas que admiro. No. Caer en esa caricaturización forma parte del juego de los adversarios en este momento. O de aquellos que antes me apoyaban y hoy me atacan, o de aquellos medios que antes me daban tribuna y hoy me silencian. Así es este proceso. Lo que yo creo es que en este momento nos debe animar la defensa de la libertad.

 

¿Con eso de los medios que le daban tribuna antes y que ahora lo silencian se refiere a La República?

Eso lo dejo para que lo interprete usted.

 

¿Qué cree que pasará el próximo 6 de junio?

Yo he aprendido en política a no especular. Lo que sí deseo es que el país no cometa el suicidio de elegir democráticamente a un presidente que no cree en la democracia, que ha instaurado un camino golpista para instaurar una Asamblea Constituyente y perpetuarse en el poder acompañado de un partido marxista, leninista, mariateguista, como Perú Libre.

 

¿Haría un pronóstico de lo que se viene en los próximos cinco años?

Estos cinco años de confrontación política entre el Ejecutivo y el Legislativo, de inestabilidad, que además se ha dado en una crisis inimaginable para el mundo desde el punto de vista sanitario, económico… Que vayamos otros cinco años a continuar con este enfrentamiento, ciertamente sería tener una vocación suicida.

 

Para terminar, señor Cateriano: ¿se está tragando muchos sapos?

La política también consiste en saber tragar sapos. No es la primera vez que lo hago. Ahora: vaya sapo que me he tragado, ¿no?

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Pedro Castillo dijo en un mitin en Moyobamba: “Si la bancada de Perú Libre resulta con torpezas en el Parlamento pido al pueblo peruano ayuda para sacarla a patadas”. ¿Qué opina del mensaje que le envía su candidato presidencial?

Seguramente se ha referido a que la bancada de Perú Libre tiene que ser consecuente con los principios que él enarbola, obviamente. El conductor del programa es Pedro Castillo. Esperamos no tener gente que vaya a torcerse, ningún tránsfuga que se pueda presentar en el camino. Estoy de acuerdo en que debemos estar unidos.

¿La bancada completa se ha reunido luego de los resultados del 11 de abril? 

Todavía no hemos tenido ninguna reunión. Es necesario que nos den las credenciales primero porque eso nos da legitimidad congresal. Hasta la fecha eso no se ha producido. Yo soy partidario de que, a partir de ese momento, los congresistas electos nos juntemos para afinar proyectos. Hay que colaborar para no perder tiempo. Revisaremos el reglamento del Congreso porque es una trampa para acelerar todos los proyectos de ley que requiere el Perú. No podemos seguir teniendo una democracia de cartón.

¿Se esperaban el pase de Castillo a segunda vuelta? 

En realidad, esperábamos ganar en primera vuelta. No tuvimos personeros. Eso puede habernos quitado algunos votos en mesa. Sin embargo, aceptamos la segunda ronda con el entusiasmo de siempre. Esperamos que el Perú ratifique su apoyo a Pedro Castillo en las urnas.

¿Qué propuestas plantea impulsar la bancada y usted personalmente? 

Nosotros apostamos por implementar el referéndum, la asamblea constituyente y la nueva Constitución desde el primer día. Un país como el nuestro con diferentes tipos de realidades lo necesita. Tenemos que ser un Estado federado porque el centralismo es lo más pernicioso que tiene el Perú.

El referéndum, la Asamblea Constituyente y el cambio de Constitución son las primeras banderas que impulsarán desde el Congreso, ¿y luego qué?

Sí. Eso no se contrapone a temas fundamentales como tener una posición sobre la pandemia. Hay que tomar una decisión inmediata porque eso no puede esperar. El Perú necesita que su nuevo presidente impulse una verdadera vacunación masiva, gratuita y voluntaria. Castillo ya ha hablado de la vacuna rusa Sputnik V. Es una de las más eficaces que podemos tener los peruanos. Cuando llegue al poder, el Congreso tendrá que apoyarlo decididamente para que viaje al extranjero a traer las vacunas.

Sin dudas, necesitamos mejorar la respuesta contra la pandemia, pero podrían haber desacuerdos en las formas. Por ejemplo, ¿es bueno enfocarse en una sola vacuna del mercado, como la rusa?

Por supuesto que podemos combinar las vacunas. Ya ve usted como hubo discrepancia con Sinopharm. El pueblo peruano tiene la opción de inocularse con la vacuna que sea conveniente, pero tampoco podemos esperar un día más para que la gente salga a trabajar vacunada debidamente. El Estado debe vacunar de forma gratuita. No queremos que el pueblo gaste un sol.

¿Existen discrepancias entre los miembros de la bancada?

Por ahora no tengo ningún viso de que algún parlamentario de la bancada de Pedro Castillo pueda diferir. Acá tenemos opiniones coherentes y unánimes para tener como punto de partida lo que ya le mencioné.

Pero ha ocurrido un incidente que revelaría una división entre las bases magisteriales de Castillo y ciertos congresistas de Perú Libre. Guillermo Bermejo, electo por Lima, fue expulsado de un local partidario en Huánuco por los propios simpatizantes de esa región.

No conozco ese caso concreto más allá de la noticia que me da. Espero se solucione. No debe haber intromisión entre los candidatos por cada región. Hay que llamarle la atención al señor Bermejo para que evite entrometerse en la jurisdicción donde otros congresistas han sido electos.

¿Pero sí hay personajes más cercanos a uno u otro, entre Cerrón y Castillo?

Podría ser que haya gente que esté muy cerca a uno u otro, pero ambos están en la misma plataforma partidaria. No creo que haya discrepancias en particular. Eso sería suicida porque perturbaría el desarrollo del programa político que enarbolamos nosotros. Tengo fe en que eso no se va a producir.

Sin embargo, Castillo ya ha deslindado de Cerrón diciendo que solo él puede responder por un eventual gobierno suyo. ¿Dentro del partido existe un bando ‘cerronista’ y uno ‘castillista’?

Yo no veo eso. Vladimir Cerrón es inteligente. Él sabe que el presidente será Pedro Castillo. No creo que haya diferencias sustanciales que puedan dividirlos. Ambos coinciden en la necesidad fundamental de hacer un Estado social e inclusivo con una nueva constitución. Eso es lo principal. Las otras pequeñas diferencias de opiniones no son trascendentes. Eso no quiere decir que las sugerencias de Cerrón y del equipo técnico que tenga el presidente Pedro Castillo se ignoren. Ese supuesto viene de la derecha, no dentro de Perú Libre.

El Congreso donde usted estará será fragmentado, sin mayorías. Para promover sus propuestas deberán buscar consensos y alianzas, aparte la que podrían tener con Juntos Por El Perú. ¿En ese camino podrían ceder en algunos puntos para tender puentes con otros partidos?

Ya veremos en el terreno. Por ejemplo, algunos congresistas creen solo en reformas constitucionales, pero no en una nueva Constitución. Al llegar al Congreso tendremos que conversar. Yo soy una persona sumamente dialogante, por algo he sido juez. Es la oportunidad para que la gente inteligente tome decisiones. Aquí está en juego el futuro del Perú. Debemos conversar para hacer una Constitución que dure en el futuro y sea un ejemplo en el mundo.

Entonces, usted no se siente aludido cuando sus opositores dicen que son radicales.

La gente pide cosas radicales desde las calles. Pedro Castillo es el catalizador para dar soluciones pacíficas a los grandes problemas que sufre el país. Vaya usted a uno de nuestros mítines y se dará cuenta que no asiste ningún blanco de Lima porque ellos nunca han pisado el suelo de los pobres del Perú. Su esquema mental es otro. Esas visiones de la derecha no corresponden a la realidad del país. Los pobres ven la oportunidad de gobernar con un hombre que se identifica con ellos. Nada más. Acá no hay sorpresas. La derecha ha fracasado con un liberalismo desfasado, mercantilista, que desdice el sistema democrático.

Fuerza Popular es parte de esa derecha que usted ataca. ¿También dialogará con ellos a pesar de sus diferencias?

Sí, habrá que ver cómo se comportan. En algunos puntos, como la pandemia, no deberían haber diferencias entre las bancadas. Es una tarea nacional, el pueblo nos requiere coincidir sobre algunos temas.

¿Y en el caso hipotético de que el fujimorismo llegue a la presidencia? ¿Serían una oposición marcada?

Cualquiera de los dos candidatos podría ganar, así es la democracia. Pero negamos tal hipótesis. En todo el Perú se dice que Castillo debe ser el lógico ganador.

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Congreso, Pedro Castillo, Perú Libre, Vladimir Cerrón

La economía peruana está mucho menos dolarizada que años atrás [bajó del 70% en 2004 al 24% en 2021]. Se podría pensar que entonces los vaivenes del dólar no nos afectan en lo cotidiano. ¿Es cierto o qué mostraría lo contrario?

El pan y el pollo, por ejemplo. El pollo come maíz y el maíz no se hace en el Perú, porque no tenemos un buen clima para producirlo. Nosotros vivimos del pollo, es el alimento del peruano. Cada vez que sube el tipo de cambio, sube el precio del maíz y nosotros pagamos más por el pollo. Igual sucede con el trigo, nosotros no tenemos clima para hacer trigo, lo tiene Argentina, lo tiene Brasil. Cada vez que el tipo de cambio sube, sube el precio del pan, porque sube la importación del trigo. No es tan bueno que suba el precio del pan porque a los ciudadanos nos golpea el bolsillo. Además, con estos mismos dólares, se paga el petróleo, el aceite, la ropa o la soya que también la importan. Entonces, tienes que usar más soles para comprar los mismos dólares. ¿Se genera inflación? Sí. ¿Y eso es malo? Sí. Porque nos cuesta más a todos los ciudadanos de a pie.

La gente, al buscar aferrarse a una moneda más segura y salir a comprar dólares,  genera que haya menos dólares en el mercado también. Entonces, colaboran con el alza del dólar… 

Es un círculo vicioso o virtuoso, pero generas una espiral. Tú compras tus dólares y en la tarde ves a alguien: «Oye, ¿sabes que compre dólares?». «¿Por qué compraste dólares?». «No, mira, por si acaso». Esa persona se queda pensando toda la noche y al día siguiente dice: «¿Sabes qué?, voy a comprar dólares». Se genera esa bola de nieve, en que la gente empieza a pasarse la voz, y a mí me ha pasado los últimos cinco días, ha sido el triple de llamadas de personas que preguntan sobre el tipo de cambio en los dos últimos meses. Además ahora es virtual, tú entras a una página web y cambias al toque. ¿Por qué la gente actúa así? Porque las personas que tienen 50 años a más lo vivieron con Alan García 1. Hay un recuerdo detrás de tu cerebro que te dice «alerta, alerta», que grita «¿te olvidaste?». 

¿Crees que sean conscientes de que sí se genera un alza en productos básicos?

No son conscientes, porque además en este momento tú no estás tomando una decisión 100% racional, estás tomando una decisión un poco emocional. Y en ese punto emocional, eres tú contra el mundo, «yo voy a cambiar mis dólares, pensar en los demás no me importa, yo por lo menos quiero tener dólares». Quizás un poco tomada por la angustia, todos los días sube el cambio: «pucha, debí cambiar ayer que estaba en 3.67, ahora está en 3.68». No es nada la diferencia, pero no importa, tú ya estás [pensando]: «Ha subido, no compré, se me pasó». Te genera esta ansiedad hasta que compras.

Usualmente esto pasa en la bolsa [de valores] también. Yo he comprado, y suele haber una etapa en la cual sube muy rápido, que es lo que pasó la semana pasada. El dólar llegó a 3,85, y ahora ya regresó a 3,79. Creo que hay un poco de esta bola nieve y que el Banco Central [de Reserva] ha contenido muy bien, ha estado vendiendo dólares tres veces más diariamente, que lo que ha vendido en los últimos meses, en enero, febrero por decir. 

¿La experiencia de gobiernos anteriores en personas que están en sus 50 años o 60 qué rol juega en este círculo vicioso?

Juega en la parte más emocional y más temerosa de la experiencia pasada. Es el ´cuco´ que no quieres volver a ver y que te está tocando la puerta. Entonces, esas personas son las que cambiaron dólares en noviembre o en diciembre y que ahora les están diciendo a sus hijos: «Oye, hijito, yo tendría dólares, me acuerdo y te puedo recomendar eso». Entonces, empiezan a generar esa ansiedad. Sin duda, yo creo que esas personas, la mayor parte, no tienen soles hoy día y tampoco han tenido más de la mitad de su plata en soles en los últimos 20 años, porque siempre tuvo ese miedo de que algo malo puede pasar. La confianza se demora en generar. Los más jóvenes nacieron en un entorno en que el dólar no se movía tanto como hace años. Entonces, en su experiencia el sol es una moneda normal y fuerte, donde no hay inflación o hay poca. Te puedo generar angustia contándote historias, pero no las has vivido. 

Hablamos del primer gobierno de Alan García, ¿no?

Con Alan García literalmente ibas a tomar café [por la mañana] y en la tarde te costaba 50% más. Entonces, si tenías dólares, no importaba, tú cambiabas tus dólares y podías comprar dos cafés en la tarde, ya no uno. Porque se generó esta inflación tan grande en precios locales… He trabajado para una compañía de seguros y me contaron que iban con bolsas a Ocoña a cambiar dólares. Ya no contaban los billetes, los pesaban. La historia es que si tienes tus dólares te va a ir bien, no importa lo que pase con el sol.

Imagínate que Castillo o Keiko digan: «Vamos a hacer un gobierno donde vamos a tener cierta línea macro». Todos sabemos que están mal muchas cosas, pero imagínate que le den paz al mercado. El tipo de cambio debería regresar a 3,30, por donde está el precio del cobre. De 3,30 a 3,80, yo creo que es puro nerviosismo, puro miedo, pura angustia, pura sensación de que hacia adelante pueda estar peor de lo que estoy ahora y la economía lo va a reflejar. Entonces, me voy a la moneda fuerte, el dólar se ha denominado como la moneda reserva. Cada 100, 150 años, hay una moneda reserva en el mundo, hoy es el dólar. Probablemente en 50 años sea la moneda china, pero estamos todavía en el periodo del dólar.

¿En qué características del primer gobierno de Alan García encuentras similitud con lo que pudiera pasar con Pedro Castillo?

La primera es que en el primer gobierno de Alan, él tenía como que esta idea regional, que no solo era de él, sino pasaba en toda América Latina, de cerrar la economía, es decir: «Señores no vamos a permitir que se importen productos, los vamos a hacer acá. De esa manera yo voy a generar fábricas, voy a generar empleo». Cerró la economía. Pero hoy día vas a tener un impuesto de entrada de 300%, si tu celular te costaba S/300, mañana te costaba 1000. ¿Pero qué pasaba? En verdad no podías hacer el celular porque no tenías ni las fábricas ni la gente, ni los ingenieros, ni la tecnología.

Dos: el tema de nacionalizar las empresas, que no nos ha funcionado a los países chicos y no muy desarrollados, porque terminas utilizando para la empresa del Estado a todos tus partidarios, así sepan o no sepan manejar la empresa, no importa, los metes ahí. Luego, vendría la reducción de libertades en general también. Alan García trató de estatizar la banca. 

De los resultados de la primera vuelta y las primeras encuestas, ¿qué impactos adviertes en nuestras decisiones económicas?

Tengo el temor ahora mismo de que estas dos semanas han hecho que las personas se asusten. Las personas y las empresas. Han dicho: «Uy, no compro, no invierto. Tenía que hacer esta operación, ¿sabes qué? No, no lo compro». El que quería comprar un terreno para hacer un edificio de viviendas, tampoco lo va a hacer. Se ha parado de golpe la inversión. Como en la pandemia, «nadie sale a la calle», más o menos de golpe. Entonces creo que vamos a sentir el efecto en los siguientes dos meses. Económicamente el país se va a frenar pero rapidísimo. ¿Y qué tiene que hacer el gobierno? Tratar de que las obras sigan avanzando. Carreteras, pistas, lo que sea. Pero el privado se ha asustado, ha dicho: «¿Sabes qué? No sé si invertir mi plata». No se contrata a nadie, no se paga nada, se aguantan a ver qué pasa. Y ese miedo afecta la inversión, afecta el consumo, afecta un montón de cosas. Eso no lo recuperas tan rápido. 

Y conforme se acerque el día de la elección, ¿qué prevés que suceda con el tipo de cambio?

Creo que el dólar no va a seguir subiendo como lo ha estado haciendo porque se van a pegar los dos candidatos. Ninguna elección, creo yo, de dos participantes termina siendo 70-30, 60-40. Si tú ves todas las elecciones en Chile, en Ecuador, en Alemania, siempre terminan siendo medio pegadas, porque se polariza, forman bandos. Entonces yo creo que a medida de que se empiecen a pegar, el tipo de cambio va a empezar a relajarse un poco, a estar menos tenso. Si mantenemos esa diferencia, que creo yo que es muy poco probable, el tipo de cambio va a reflejar eso. 

¿Y ya con el resultado de la segunda vuelta?

En caso que gane Pedro Castillo y si es que no hace una hoja de ruta, el tipo de cambio va a seguir subiendo para el 28 de julio. ¿Por qué hasta el 28 de julio? Porque el 29 él va a empezar a decir y hacer cosas. Pero como tienes tiempo antes de que asuma, tú vas a comprar dólares antes, y ahí el Banco Central va a vender [dólares]. El Banco Central tiene muchas reservas, muchas, muchas, muchas. Puede vender todos los dólares que están en soles en el banco. Pero la idea es que no te quedes sin dólares, porque necesitas esa plata como reserva, para comprar productos, etc. Entonces va a ser una devaluación lenta [del sol], pero se va a dar. Vamos a perder reservas, tenemos una línea de 11 mil millones con el Fondo Monetario [Internacional], y la van a jalar (utilizar). 

¿Habrá un punto de quiebre o momento decisivo?

El día que nombre al Banco Central y al Ministro de Economía será la segunda parte importante. Cuando tengan que cambiar a todos los miembros del Banco Central, ese día va a ser como la fecha clave donde las personas van a decir «ok, tengo miedo» o «ya no tengo tanto miedo como antes». En los casos en que es injustificado, en que [Castillo] nombre un banquero central o un Ministro de economía que la gente diga «mira, a este tipo le gusta la estabilidad más que otra cosa”, entonces el tipo de cambio se va a empezar de nuevo a apreciar. 

Si él no le quita la ansiedad, el 4 está a la vuelta de la esquina. De 3,85 a 4 ya no es tanto. Entonces, sin duda, si [Castillo] no quita esta sensación de angustia, porque dice: «No, yo voy a seguir con mi plan, que es una locura, pero no importa», antes del 28 de julio estamos en 4, te lo firmo sin duda. Y 4,50 a fin de año también, esa es mi percepción. El otro caso es al revés: si hay estabilidad, ya sea porque Keiko nombra gente de confianza, o Castillo nombre gente de confianza; el tipo de cambio se iría a 3,60, 3,50, 3,40, y ahí te conviene tener soles.

«No hay nada más cobarde que un dólar», dice la conocida frase, ¿quiénes son los que reflejan más su ansiedad o miedo?

La persona natural de a pie, la que tiene sus poquitos ahorros y que se muere de miedo de que lo poquito valga menos de aquí hacia adelante. Todas las empresas también y los grandes. Pero yo diría, el que más temor tiene es el que ha ahorrado durante mucho tiempo. S/50,000, por ejemplo, y de repente dice: «Pucha, con esos S/50,000 pude haber comprado 15 mil dólares, y ahora puedo comprar S/12,000, luego S/10,000. Pero el carro que quería sigue costando en dólares, ya no puedo comprar el carro». En ese momento te das cuenta que, efectivamente, tus soles valen menos. Y [sucede que] el carro lo quería comprar para hacer taxi, para utilizarlo como fuente de trabajo. En ese momento, esa persona dice «mejor voy comprando dólares, porque ese taxi va a seguir en dólares». Yo creo que ese es el que sufre más.

Claro, lo sufre, lo pierde.

Y no lo recupera.

¿Pero quienes tienen más poder de mover el tipo de cambio son las empresas grandes? ¿O entre los chiquitos pueden tener igual impacto?

Yo creo que los millones de chiquitos pueden mucho más que las empresas grandes, porque con las empresas grandes, finalmente el Banco Central dice: «¿Cuánto quieres comprar?». «Quiero comprar 200 millones». El Banco Central se lo da. Entonces, cuando viene un millón de chiquitos todos los días, son 200, 200, 300, es mucho más potente. 

Pocos días antes de la primera vuelta fui al Jirón Ocoña y la lectura de los cambistas era que los vaivenes del dólar eran reflejo de las encuestas. “A veces vienen como palomas a comprar, otras a deshacerse de los dólares”, “Mucho psicosocial”, era su lectura final y repetitiva.

Y eso es un negocio bien peruano. Tú vas a Chile, por ejemplo, y hay algunas casas de cambio. Vas a Colombia igual, casi no hay. Porque en esos países no se dolarizó la economía, por decir. Pero es un muy buen negocio ser cambista.

 

Foto de portada: Gestión.

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