Entrevistas

[ENTREVISTAS]  El 5 de abril de 1993, a un año exacto del auto golpe de Alberto Fujimori, un grupo importante de políticos “jubilados” antes de tiempo por el régimen autocrático y jóvenes contestatarios formaron el llamado Foro Democrático del Perú, que le dio batalla política e ideológica durante el resto de la década al fujimorato. Entre los jóvenes integrantes del colectivo estuvo desde 1996 el ingeniero Juan Sheput Moore, quien posteriormente fue consejero presidencial de Alejandro Toledo y ministro de Trabajo del gobierno de este último. Invitado permanente a paneles de radio y televisión, columnista en diarios y semanarios, Sheput nos dice aquí cómo ve al país en estas horas difíciles.

Ingeniero Sheput, usted siempre ha estado pendiente de los zigzagueos del poder, de sus idas y venidas, ¿por qué cree que el poder político nacido hace un año es puramente reactivo, no acierta una, no la achunta, como dicen los chilenos?

Porque hay tres componentes fundamentales. En primer lugar, ha asumido protagonismo nacional una generación que está más preocupada por sus seguidores en las redes que de los problemas del país; en segundo lugar, es gente sin experiencia, independientemente de la edad que tiene y que ha encontrado en la política una vocación tardía, me refiero precisamente a los generales y almirantes que no tienen la menor idea de lo que es la política; y, en tercer lugar, el grave error de algunos políticos de bajar a ligas inferiores, como Rafael López Aliaga y César Acuña, dejando al país sin oposición, por lo tanto sin liderazgo en el antagonismo que siempre se necesita en política.

Usted que es un viajero constante a Colombia, un país de enorme potencial económico y con varios polos de desarrollo además de Bogotá, ¿por qué cree que sus ciudadanos eligieron a Gustavo Petro, un marxista de ideas trasnochadas?

Bueno, porque simplemente ahí hay una fuerte institucionalidad; eso me recuerda a un chiste británico que dice: “¿qué pasaría si una manada de monos toma la totalidad de los ministerios, y, obviamente, uno de ellos asume la responsabilidad de ser Primer Ministro?”. Y los británicos contestaron: “¡nada!”. “¿Por qué?, les repreguntan”. “Pues porque hay instituciones, y eso es independiente de las personas”. En el caso colombiano hay una serie de posiciones, algunas muy fuertes en el ámbito ecológico, en la igualdad de género, en respeto a las minorías, y, sobre todo, a las etnias, a las más vulnerables, que han calado muy fuerte en la juventud; y en ese sentido, la izquierda, independientemente de las ideas trasnochadas que puede tener en materia económica, tiene mucha llegada con la juventud que es mayoritaria en el país, y de ahí es que cada cierto tiempo, sobre todo en Bogotá, ganen la alcaldía y otros puestos de elección popular personas muy vinculadas a la izquierda. No nos olvidemos que el propio Petro fue alcalde de Bogotá, la capital colombiana. En esa ciudad de características muy especiales, en los últimos 23 años ha habido un predominio de alcaldes de izquierda, entonces eso irradia al resto de la República. Es más, la presidencia de Gustavo Petro está controlada por un Senado opositor, por los representantes -que es como llaman a los diputados- y por la Corte Suprema. Hay oposición, una muy fuerte oposición, y, sobre todo, una institución presidencial compuesta por los expresidentes que son la conciencia crítica del mandatario y todos han sido formados en las mejores escuelas de gobierno de Estados Unidos y Europa. Acá no, acá todos nuestros expresidentes están presos, han pasado una temporada en la cárcel o esperan sentencia para ingresar a una celda. Entonces no hay un alter ego, no hay una conciencia crítica. En ese sentido, Colombia es muy diferente al Perú.

¿Cuál es su opinión sobre la excarcelación del expresidente Fujimori, porque la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) ha sentado una posición contraria sobre ello, pareciera que no le perdonan al expresidente haber casi erradicado el terrorismo de nuestro país?

Yo creo que acá uno de los grandes errores del Perú es que el debate se ha vuelto casi totalmente jurídico y no político, vemos en diversas instancias que los que pelean en los medios de comunicación son los abogados y no los políticos como corresponde. Los abogados creen que la realidad se puede cambiar a punta de leyes, y si no está en la ley no se puede cambiar; los políticos muchas veces tienen que actuar en favor de su responsabilidad y en un marco legal mucho más amplio y se olvidan por eso que acá la institución del indulto es política, es una decisión del presidente de la República indultar a alguien, es una institución ciento por ciento política y por lo tanto en ese contexto se tiene que ver sí Pedro Pablo lo otorgó y el Tribunal Constitucional lo ratificó no tiene que haber pedidos ni de disculpas, ni resarciones económicas porque eso es mirar el reglamento y la ley y no mirar el contexto político que acompañó la decisión de Kuczynski.  Y además como bien se ha señalado y siguiendo en lo político hay decisiones en otros países de gente que ha preferido la gobernabilidad antes que la sugerencia o mandato de la Corte, un caso específico es Chile con el presidente Lagos que cuando le exigían que metiera presos a los militares incluyendo Pinochet, él dijo: “Primero está la gobernabilidad de Chile”, y no les hizo caso esas son decisiones políticas otra cosa que acá en el Perú no haya temperamento político ni calidad en los políticos  ni convicción para poder hacer eso.

¿Y sobre la posición de la Corte IDH, respecto a la excarcelación del expresidente Fujimori que abre una polémica con el Perú?

Las discusiones a nivel de la Corte IDH son discusiones de Estado, vale decir, el individuo no es la persona sino la entidad jurídica llamada Estado, es decir allí el individuo, no es la persona sino la entidad jurídica llamada Estado, por lo tanto, nuestro representante fundamental es el canciller en este caso el señor Javier Gonzáles Olaechea que es el que debe dar las explicaciones de la decisión del gobierno peruano ante la Corte, inclusive se ha solicitado un informe que tiene que elaborar el Ministerio de Justicia que se ha canalizado a través de la cancillería, un elemento que podría utilizar el señor canciller es el de complementar la posición peruana con representante de la sociedad civil o de partidos políticos, es una decisión que él podrá tomar, pues así, como los sectores opuestos al indulto viajan permanentemente a Washington para hablar de su incomodidad respecto a esa posibilidad ahora ya ejecutada, igualmente podría ir la parte peruana o la parte interesada a justificar  el indulto de Alberto Fujimori, es una cuestión de cómo se enfrenta y creo yo que tiene que ser colectivamente.

¿Con ese tema pendiente con la Corte IDH, existe la probabilidad de que el expresidente Fujimori regrese a la cárcel?

Siempre existe esa posibilidad, no solamente con la CIDH sino lo que pueda dictaminar la Corte Suprema, por eso yo no creo en elementos victoriosos, la lucha recién empieza, por eso señalaba que el problema no es tanto el indulto sino el día después, ya el 18 de diciembre el presidente tiene que acudir a un juicio oral en el cual se va a ver el caso Pativilca, entonces la situación de tensión permanece, por eso vuelvo a indicar, el tema es estrictamente político no es un tema jurídico y de la forma cómo se comporte el Gobierno y el fujimorismo y aquellos aliados o personas que han complementado el trabajo del fujimorismo en este proceso de indulto de eso dependerá la libertad de Alberto Fujimori, es evidente que la víctimas las ONGs y los partidos de izquierda van hacer lo imposible para que se revierte la situación de Alberto Fujimori.

¿De presentarse Keiko Fujimori a las próximas elecciones, cree usted que tenga alguna posibilidad de ganar?

Sí, yo mantengo mi posición que en política no hay imposibles y también creo que la cantidad de veces que alguien postula no dice absolutamente nada en relación a un eventual triunfo electoral, si no habría que preguntarle a Lula o a Pepe Mujica cómo a pesar de sus debacles políticas obtuvieron finalmente sus triunfos electorales. Todo depende básicamente del contexto, la decisión de postular no se da 2 años antes sino en el momento y dependiendo del contexto, yo no estoy dentro de aquellos que dicen que ya Keiko se tiene que mantener al margen de cualquier proceso electoral yo no creo en eso con ningún actor político, para mí no existen muertos ni jubilados en política. En estos momentos el fujimorismo es la fuerza más ordenada y disciplinada de este Parlamento de eso no hay ninguna duda, y además abona en favor de Keiko Fujimori el declive de César Acuña y de Rafael López Aliaga, ambos decidieron jugar en líneas menores, en lugar de constituirse en líderes de la oposición se convirtieron en toca puertas de la Presidenta para terminar pidiendo presupuesto. La historia dice que ningún alcalde se convierte en presidente y Rafael López Aliaga lo sabía porque como alcalde se convierte en subordinado del presupuesto nacional, no se puede pelear con el presidente no puedes y ahora vemos que ni siquiera puede conformar un buen equipo, entonces no solamente hay limitaciones políticas sino también limitaciones en la gestión; no es lo mismo ser un gran empresario o un buen empresario que un gestor público son lógicas distintas, así de simple.

¿Como entiende usted lo que está pasando en la Junta Nacional de Justicia (JNJ); estamos hablando quizá de una lucha de posiciones ideológicas a través de unas instituciones tambaleantes?

Es un poder en declive que esta enquistado en la Junta Nacional de Justicia que se niega a perder el poco poder que le queda, ellos saben perfectamente que no tienen la fuerza que antes tenían que venía básicamente del apoyo que le daba el sector progresista y obviamente lo que hay ahí es una guerra por permanecer en esa hegemonía, y como es un tema complejo detrás de ellos hay ONGs, estudios de abogados, sectores políticos, sindicatos, que no sólo están en la JNJ, sino en otros estamentos como el Poder Judicial por ejemplo, es una forma de consolidar posiciones, de tener poder de tener influencia de lograr fallos a favor, entonces definitivamente están perdiendo esa hegemonía y eso los obliga a hacer este tipo de ataques para permanecer ahí y sacar a quienes le sean incómodos.

Sobre la suspensión de la Fiscal de la Nación Patricia Benavides

En el caso de la Fiscal de la Nación ya no me asombra el doble estándar de la Junta Nacional de Justicia quienes se indignan si el Parlamento empieza una investigación sumaria contra ellos o contra la señora Zoraida Ávalos, por la cual inclusive salieron al frente y, por otro lado, empiezan un proceso sumarísimo súbito contra la fiscal Patricia Benavides, es por eso que no tienen credibilidad, por la forma distinta cómo se comportan ante hechos similares. En el caso de Zoraida Ávalos, avalan y asumen su defensa, en el caso de Patricia Benavides la condenan de antemano en el caso de ellos mismos argumentan que el Congreso no los puede investigar que no pueden avalar un proceso sumario y en el caso de Patricia Benavides empiezan un proceso sumarísimo y en 72 horas sobre la base de unos pantallazos suspenden a toda una Fiscal de la Nación, es por eso que creo yo que se tiene que reorganizar la Junta Nacional de Justicia y el Congreso por otro lados está demostrando su ingenuidad una vez más, en política la debilidad nunca termina de pagarse, el Congreso pone la otra mejilla en el caso de la Junta Nacional de Justicia y esta les responde suspendiendo a Patricia Benavides, es parte de la ingenuidad que reina que habita en los parlamentarios actuales.

Podría reflexionar sobre el porqué de la salida de Pedro Castillo antes de cumplir año y medio en el poder, si tenía 44 votos que impedían su destitución en el Congreso y contaba con una altísima aprobación en el sur del país.

En el caso de Pedro castillo lo que sucede es que empezó a cometer actos de corrupción en un contexto de deterioro económico que los convertía en un personaje insalvable. La corrupción hace que la persona piense más en su supervivencia que en los problemas de la gente. La corrupción, por ejemplo, desatada en el año 2000 era la que impulsaba al régimen fujimorista a ir por una re-reelección, la corrupción es la que obligaba a Vizcarra a mantenerse en el cargo y hacer un golpe interno, y en este caso la corrupción de este señor el temor de que su familia empiece a ir presa, lo llevó hacer un golpe que lo convirtió en indefendible, y, por otro lado, como los 44 parlamentarios de Pedro Castillo más la diferencia tienen como objetivo fundamental sobrevivir al año 2026, entonces la lealtad era a su curul  y a su quincena más que a Pedro castillo, es la más volátil de las lealtades, entonces cuando vieron peligrar su remuneración  y su beneficio entonces no dudaron en traicionarlo.

Como ve las próximas semanas y meses en nuestra política nacional, ¿cree que Dina Boluarte podrá llegar por lo menos en cuidados intensivos al relevo constitucional de 2026?

No, Dina Boluarte es tan poca cosa en política, que no se da cuenta que su principal escollo es el señor Alberto Otárola su principal lastre, yo nunca he visto tanta inexperiencia política como la que encarna Dina Boluarte, creer que una persona que tiene menos popularidad que ella le va a servir de soporte hasta el año 2026 es realmente algo ingenuo. El señor Otárola no tiene dimensión ni respeto político, y él es el que debería abrir esta oportunidad para el Gobierno, cada vez que declara el señor Otárola su declaración sale en la página 10 del periódico en una pequeña esquina, esa es su dimensión política inclusive la presidenta de la República puede dar un mensaje a la nación hoy y mañana no tiene ninguna importancia y no le mueve un dedo a la gente, la señora Boluarte no se da cuenta que la única manera de reflotar es poniendo un gabinete de primer nivel y si ella quiere que se vaya dos años de viaje y que deje al gabinete que conduzca los problemas del país hasta el año 2026, pero como no piensa hacer eso sus posibilidades de sobrevivencia van a ser mínimas, el Congreso no la va a sacar, ella va a tener que renunciar porque el Perú en un contexto de crisis institucional, económica y delictiva pues simplemente se va a convertir en inmanejable, dos años y medio es demasiado para seguir con el mismo orden de cosas.

¿Esta crisis institucional de la que me habla cree usted que genere en la próxima campaña electoral un fenómeno Milei como el que vimos en Argentina?

No, no creo yo que la derecha se convierte en opción porque la gran mayoría de peruanos cree que la derecha está gobernando, y eso es un error de la derecha torpe que en estos momentos está en el Parlamento. Yo tengo oportunidad de conversar con muchos medios de provincias en forma diaria y el sentimiento en el interior del país en buena parte inclusive del sector limeño cree que gobierna la derecha, porque la derecha es la que soporta a Dina Boluarte, la derecha es la que tolera gente como Otárola o el Ministro de Defensa que es otro incompetente y la derecha es la que sale en su defensa, basta con ver las declaraciones de Rafael López Aliaga para ver cómo blinda permanente tanto a Otárola como a la señora Boluarte, entonces en el péndulo electoral mayores posibilidades va a tener la izquierda sin ninguna duda y va a venir acompañada esa opción de izquierda con la convocatoria a Asamblea Constituyente, ese es el gran error histórico que está cometiendo la derecha en estos momento por su poca capacidad intelectual y política.

Usted ha sido congresista, ¿cuál es su opinión sobre el Congreso actual?

Yo no podría catalogarlo como el peor Congreso porque esa etiqueta se les da a todos los congresos y eso es mundial, pero yo sí creo que es el Congreso más despreciado, tanto se le desprecia que a la gente le ha dejado de importar, actúan con una desfachatez impresionante priorizando beneficios económicos por encima de los intereses de la patria y se han convertido no en transformadores de la realidad que le corresponde a un Parlamento, es un Congreso formado por 130 opinólogos que no tienen ninguna fuerza política para transformar el rumbo de los acontecimientos. No será el peor Congreso porque eso se les atribuye a todos, pero si será el más despreciado sin ninguna duda de este siglo.

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[ENTREVISTAS] ¿Cuándo empezaron a funcionar las ollas comunes?

Estamos desde 2020. La primera olla se creó el 23 de marzo en Villa Torre Blanca y existimos como red desde el 20 de junio del 2020. El sentido de la olla común es luchar por las personas que no tenían recursos para comprar. Nosotras hemos estado en primera línea como las enfermeras.

¿Cuántas ollas comunes existen actualmente?

A nivel nacional existen 3500 ollas y en Lima Metropolitana hay 2555. Pero de ahí han ido bajando y ahora hay 2140 ollas comunes sin contar las de Callao.

¿Por qué el alcalde Rafael López Aliaga no reconoce su rol como representante de las ollas comunes de Lima?

Hay un fin político. Trata de tapar su incapacidad y no reconoce los errores que está cometiendo. A nosotros, en el mes de julio del 2023, la señorita Isabel Ayala fue a los distritos con una lista de los productos que supuestamente era para transferir el gasto a Lima. Pensamos que iban a venir todos los productos, pero a fines de agosto no trajeron caballa, sangrecita, avena y leche. Para septiembre nos llegó la avena, pero en esta tercera entrega no trajeron arroz ni leche. Además, nosotros no tenemos contacto con ella (Isabel Ayala), nos enteramos de lo que falta el día que vamos a recoger.

¿Considera desproporcionada la reacción de la Municipalidad de Lima tras la emisión del reportaje de Latina?

Mis compañeras que han declarado han dicho la verdad. No tenemos que retractarnos. Nosotros sabemos la realidad. Ayala nunca quiso que nos reunamos con el alcalde.

Cuando era candidato, Rafael López Aliaga se refirió en un sinnúmero de oportunidades al programa Hambre Cero, ¿se reunió con ustedes para conocer su realidad y cómo se podría gestionar esta iniciativa?

Nunca. No me he reunido con ningún candidato. Además, nosotras tenemos como consigna que no íbamos a ser el portal de ningún partido político. Encima en los productos que llegan ahora están las etiquetas de Rafael López Aliaga y el logo de su partido. Pero ahora están tergiversando las reuniones que hemos tenido. Hay fotos con Pedro Castillo, pero fue porque asistió a un lanzamiento en Huaycán del trabajo mancomunado que hacíamos con Produce para el programa “A comer pescado”.

Recientemente el alcalde López Aliaga señaló en una entrevista que no habían entregado las conservas debido a que había escasez, ¿cree en esta excusa?

Si había escasez no nos hubiera entregado el MIDIS (Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social). Qué casualidad que justo cuando asume el señor López Aliaga hay escasez mientras que sí sigue llegando a provincias mediante el MIDIS.

¿Cuál era la razón por la que el alcalde no se podía reunir con ustedes?

Decían que nosotros no representamos a las ollas, que tenemos casas en La Molina, etc. No sé cuál es su afán por hacernos quedar mal y minimizarnos. Pero sabemos cuántas ollas representamos y a cuántas familias se benefician. Esta señora Jennifer Jimenez que ha ido hoy a Latina a protestar sólo es presidenta de una parte de las ollas comunes de San Juan de Miraflores y su esposo trabaja en la Municipalidad de Lima, y Luz Solórzano creo que no llega ni a cien ollas en su distrito (Villa María del Triunfo), que tiene más de cuatrocientas ollas comunes.

Entonces, ¿el reconocimiento que hizo la Municipalidad de Lima no fue a las personas que están a cargo de las ollas comunes de Lima?

No, sólo son de dos distritos. Pero algunas compañeras nos pasaron comunicados que enviaron desde Lima para pedirles que convoquen por cada olla común diez representantes y envíen su lista para que les manden carro. Cosas que hacen para jalar gente.

¿La protesta de la mañana del miércoles en los exteriores de Latina fue fabricada por la Municipalidad de Lima?

Les ponen carros y pasajes. Nosotros no tenemos interés de ser candidatos o llegar a algún puesto. Nuestro interés es que nuestra comunidad no muera de hambre y nuestros niños no tengan anemia ni desnutrición.

Personas de la gestión de López Aliaga le mandaron una carta notarial en el mes de abril, ¿a qué se debía?

Porque exigíamos la reunión con López Aliaga cuando pasaron sus cien primeros días y no nos podíamos reunir. Entonces, como nos reuníamos con Isabel Ayala, ella nos dijo “¿por qué desconoces si nos estamos  reuniendo? Tienes que retractarte”. Yo le dije que nos reunimos con ella que es funcionaria, pero queríamos con reunirnos con el alcalde que es la cabeza y entonces nos dijo que si no me retractaba me iba a mandar carta notarial.

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Los últimos meses se ha hecho habitual ver a Carlos Alvarez en sus redes sociales pronunciándose sobre diversos temas de nuestra realidad política y social. Lo hace de una manera directa y en serio, dejando por momentos sus conocidos personajes e imitaciones.

Esta semana lo vimos aparecer en un video más duro criticando los estados de emergencia y la falta de respuesta de nuestras autoridades frente a la grave crisis de inseguridad que enfrentamos todos los peruanos.

“Si no pueden salvar al Perú de la delincuencia, ¡lárguense!” dice Alvarez dirigiéndose a alcaldes, congresistas y a la presidenta Dina Boluarte.


A estas alturas, muchos ya se preguntan si esta nueva faceta de Carlos Alvarez se quedará sólo en una fuerte crítica o si existe alguna posibilidad de que dé un paso más para ingresar a la política.

En agosto de este año, la columna PIE DERECHO de nuestro director Juan Carlos Tafur tituló ¿LA SORPRESA ALVAREZ? afirmando “Un personaje como Carlos Álvarez, que es disruptivo, pero no antisistema, sí podría hacerles frente a los Antauro, Bellido, Bermejo, Huillca y compañía, quienes ya se alistan para ser protagonistas de la jornada definitoria».

Para responder esta pregunta fuimos esta semana en busca del imitador quien se reafirmó en su crítica cruda a las autoridades por la inseguridad que vivimos y contestó la pregunta sobre la posibilidad de dar un paso más hacia adelante.

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[ENTREVISTA] En esas semanas en las que la candidatura presidencial de Pedro Pablo Kuczynski estaba en su peor momento y el asesor político cubano Mario Elgarresta le tiraba la puerta a Peruanos por el Kambio, acusando a la cúpula del partido de ‘grupo politiquero que era la perdición de Kuczynski’, unos alumnos de Aguiar le presentaron a Mercedes Aráoz para que le dijera qué se podría hacer para reflotar esa campaña. Meche Aráoz conversó con Maxi, que era como lo llamaban sus amigos, coincidieron en el diagnóstico de los problemas de la campaña, simpatizaron inmediatamente y se lo presentó a Kuczynski. Acto seguido, Maximiliano Aguiar, llamado Maxi por los amigos, se incorporó al equipo de campaña de Peruanos por el Kambio (PpK), cuyo jefe era el expresidente regional moqueguano Martín Vizcarra. Varios testigos del primer encuentro entre Aguiar y Vizcarra aseguran que desde ese momento hubo un clic, constituyéndose el argentino en un hombre cercano al candidato a la primera vicepresidencia de PpK. Tan cercano que, una vez que Kuczynski pasó a la segunda vuelta con Keiko Fujimori, y que Susana de la Puente, Lady Su, tomó el control absoluto de la campaña, contratando al español Jordi Segarra como asesor de Kuczynski, Vizcarra, jefe de la campaña, pero sin mando ni comando, mantuvo a Aguiar a su lado.

Lo demás es historia harto conocida: Kuczynski ganó la segunda vuelta, Susana de la Puente consiguió el poder y Vizcarra obtuvo como premio consuelo el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, hasta que tuvo que marcharse a Canadá como embajador.

Hasta marzo de 2018, cuando Martín Vizcarra asume la Presidencia de la República, se sabe poco de Maximiliano Aguiar; aquí intentaremos conocer qué tareas realizó al lado del presidente Vizcarra y qué piensa de la política y de los políticos de nuestro país y del suyo.

En unas semanas, la Argentina podría tener la posibilidad de emprender un proceso de cambio económico, cuyo primer paso sería ponerle un freno a la inflación, pero los siguientes tendrían que ver con múltiples factores, a saber, existencia de subsidios indiscriminados, de deudas públicas impagables, de sindicalistas voraces y de empresarios mercantilistas, ¿qué apoyos políticos tendría que convocar Milei entre los peronistas menos ortodoxos para realizar una parte de su oferta electoral?

En primer lugar, lo que hay es un proceso electoral en el cual podría haber un cambio político, porque ese proceso electoral aún no tiene resultados; en el caso de que Milei ganara -más allá de toda la cuestión valorativa que usted hace en la primera parte de su pregunta-, la realidad nos dice que cualquiera de los tres candidatos que consiguiera el triunfo tendrá desafíos enormes: como una inflación galopante, peor que todas las inflaciones anteriores, una Argentina empobrecida y una Argentina enormemente endeudada, con el agravante de que quien asuma no tendrá una mayoría parlamentaria, es decir, con una crisis económica que desde 2001 no ha llegado a esos niveles y con una escasa cantidad de herramientas políticas para llevar adelante las medidas que tiendan a modificar esa situación. Los desafíos serán múltiples y las herramientas serán bastante acotadas, con lo cual más allá de la crisis actual se prevé que la Argentina podría tener una crisis peor que la actual, sea cual fuere el resultado de las elecciones de octubre.

Si Milei ganara y no consiguiera realizar alianzas en pro de la gobernabilidad con los sectores -si los hubiera- menos estatistas del peronismo, su fracaso será visible más temprano que tarde, ¿qué tendría que hacer para ganar tiempo mientras consigue frenar la inflación y lograr los acuerdos con los organismos multilaterales que lo ayuden a revertir la situación económica actual?

El peronismo no es anti estatista por principios, el anti estatismo vendría a ser el liberalismo; como digo, estamos suponiendo que gana Milei, cosa que todavía estaría por suceder, porque ha quedado bien posicionado de cara a las elecciones generales, pero nada asegura que va a obtener la victoria: es una figura con posibilidades de ganar, pero todavía no ha ganado. A ver, primero este es un juego de tres actores que usted lo plantea como un juego de dos, es un juego de tres, no de dos, un actor es el justicialismo que tiene diferentes vertientes, una es la vertiente kirchnerista, que es la dominante, por lo menos en este momento, pero tiene también un grupo de gobernadores con poder territorial que no responde al kirchnerismo de manera directa, un segundo actor es Juntos por el Cambio, que tiene diversos partidos, como el Pro de Macri y la histórica Unión Cívica Radical, que trabajan como un interbloque. Ambos, el justicialismo y Juntos por el Cambio tienen fuerzas legislativas importantes, y, en el caso hipotético que ganase Milei, tendrían que generar una serie de acuerdos, para adentro y para afuera. Como la Argentina es un país federal, donde hay una gran dependencia de las provincias respecto de los fondos estatales, tendrían que hacerse una serie de acuerdos con los partidos o sectores que conforman los bloques justicialistas y de Juntos por Cambio. Múltiples y simultáneos.

Dejemos por un momento el futuro político argentino y fijémonos en el pasado reciente del Perú, por lo tanto, quisiera que me diga cuál fue su verdadera función durante la presidencia de Martín Vizcarra, toda vez que durante los dos años y medio del gobierno vizcarrista, incluidos los meses de aislamiento general por la pandemia, su nombre fue primero susurrado y luego ultra conocido en el Perú por su rol de asesor en la sombra del expresidente.

Usted no me adelantó que fuera a haber preguntas sobre ese tema. Hay un montón de prejuicios en todas las preguntas que me hizo antes, no porque dijo los gremialistas malísimos y no sé qué, bueno, son valoraciones que yo respeto, pero separo la pregunta de la afirmación. Primero, yo no estuve durante la pandemia, yo fui asesor de Vizcarra, eso es público y notorio, no hay ninguna sombra en eso, lo que hay detrás de eso es un ataque político -no suyo, por cierto-, básicamente en el intento de crear un personaje malvado, donde lo qué hay es un portador de servicios. Fui asesor de Vizcarra en la primera etapa de su presidencia, volví a la Argentina unos días antes del inicio de la epidemia por un evento familiar, tal como figura en un libro de la época, me quedé en casa sin poder regresar y luego presenté mi renuncia formal al cargo de asesor en comunicaciones de la Presidencia del Perú.

Maximiliano Aguiar ha asesorado campañas presidenciales, regionales y locales en Argentina Chile, Ecuador, Perú, Venezuela, Costa Rica y República Dominicana.

Con las tendencias políticas existentes, y con cargo a trasmitirle en unos meses la misma inquietud, ¿hacia dónde cree que se inclinará la mayoría electoral peruana, a la derecha como en la Argentina o a la izquierda como en el Perú?

¡Uf! Muy buena pregunta, muy difícil de responder, porque lo cierto es que justamente la inestabilidad política peruana y la fragmentación política peruana hacen que los resultados electorales sean de muy difícil pronóstico, digo, si usted me hubiera hecho esta pregunta cuando faltaba el mismo tiempo que falta ahora para las próximas elecciones, que ni siquiera sabemos cuándo van a ser, pero antes de la asunción de Castillo, seguramente no hubiera nombrado a Castillo y, probablemente, no hubiera nombrado a la izquierda, creo que en el contexto de fragmentación como el que existe en el Perú es difícil hacer un pronóstico respecto hacia dónde va a virar. Creo que la crisis de gobernabilidad de la presidencia de la señora Boluarte tiene que ver con el hecho macizo que, a pesar de haber sido elegida en la fórmula presidencial de Castillo, ella está haciendo lo opuesto a lo que hacía Castillo y la legitimidad de origen de su gobierno ha sido abandonada: ella ha abandonado el mandato dado por las urnas. Por la debilidad de sus instituciones democráticas y la (casi) inexistencia de los partidos políticos se hace difícil predecir lo que podría suceder en un corto plazo en el Perú.

Teniendo en la línea telefónica a un consultor político de las grandes ligas es inevitable preguntarle por su colega ecuatoriano Jaime Durán, quien convirtió a un empresario y ex presidente de Boca Juniors en el primer presidente de derecha de la Argentina en más de medio siglo, ¿fue esa hazaña tanto o más grande que la que usted logró en el referéndum peruano de 2019 con un 85 por ciento de los votos a favor de Vizcarra?

En primer lugar, respeto muchísimo a Jaime, es un querido amigo consultor. Segundo, los consultores políticos tenemos una influencia más limitada de lo que se puede pensar que sucede en los procesos electorales, ni Macri ganó porque tenía al lado a Durán Barba ni el resultado de ese referéndum en el cual tuve participación absolutamente limitada fue un triunfo mío. En el caso de Macri, la propuesta de Jaime Durán Barba llega cuando la Argentina se está moviendo hacia la derecha; en el mío, no hubo campaña a favor de las reformas, porque así funcionan los referendos.

Usted debe ser uno de los pocos conocedores absolutamente imparciales de la esencia y de la argamasa de esa coalición ciudadana que derrotó tres veces a Keiko Fujimori y entronizó por descarte a Humala, a Kuczynski y a Castillo, ¿a quién cree que apoyaría esa coalición en una no negada cuarta postulación de Fujimori: a un izquierdista o a un fenómeno ultra derechista como Milei?

Después de la experiencia del gobierno de Castillo, entiendo que debe haber algún nivel de resistencia en el Perú a un candidato de esas características. Yo no estoy siguiendo de cerca la política peruana, no estoy trabajando ahí en este momento para decirlo con claridad, pero cómo soy un estudioso de lo que sucede en los diversos países de Latinoamérica y en particular en el Perú, al que le tengo un afecto enorme, entiendo que lo que sucedió con Castillo debe haber dejado un nivel de recordación negativo. Ahora bien, no estoy seguro que sean los conceptos de derecha y de izquierda los que van a definir la votación final en el Perú, porque primero hay que ver si se presentará Keiko Fujimori, luego, si la señora Fujimori se presenta, hay que ver cuál es la potencia que tiene la dicotomía fujimorismo-antifujimorismo, es decir, si es igual a la que tenía hace 15, 10 o 5 años atrás. Y, finalmente, si Keiko Fujimori no se presenta hay que ver cuál será el eje central de la lucha por el poder, a saber, derecha versus izquierda, conservadurismo versus progresismo o Lima versus provincias.

¿Sabe usted cuáles son los planes del expresidente Martín Vizcarra, toda vez que tiene una inhabilitación para ejercer o para postular a un cargo político durante los años que nos separan de los próximos comicios?

Los desconozco. Yo ya dejé de trabajar con Vizcarra hace mucho tiempo, por lo cual creo que más bien tendría que preguntarle a él mismo.

– ¿Le quedó algún sinsabor de esa época?

No, fue una experiencia dura, intensa, digamos como suelen ser las experiencias laborales en mi profesión; además han pasado ya muchos años y yo he seguido realizando consultorías en diversos países. La verdad es que me queda un enorme cariño por el Perú, un conocimiento mucho más profundo que el que tenía cuando comencé a trabajar ahí hace muchos años y una pena profunda por el derrotero político que ha tenido que padecer. Fue una experiencia enormemente vital, la sufrí, pasé momentos muy buenos y muy malos en ese país. La situación económica en la Argentina es terrorífica y en ese sentido me alegra que el Perú no tenga que atravesar por una crisis similar. Tengo muchos amigos que conciben las largas etapas que viví ahí, y lo repito: sigo ligado al país, porque es un lugar al que quiero mucho.

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5. Cuando el gobierno de Fujimori disuelve el Congreso y declara en reorganización el sistema de justicia, muchos deciden dejar el país, en esa época usted viaja a Chile e ingresa a la universidad, donde gira sus inquietudes políticas hacia la izquierda, ¿cuándo regresa hacia la moderación, a la izquierda democrática, al Apra?

Cuando me fui a Chile obligada por el golpe de Alberto Fujimori, fue un momento de los más difíciles de mi vida porque tuve que dejar todo lo que conocía, la familia y amigos, para empezar de cero con la ayuda amorosa y esforzada de mi madre. En esos tiempos la comunicación era complicada y lo cierto es que casi no hablaba con mi papá. La edad y la circunstancia me alejaron mucho de él, a quien le echaba la culpa de mi soledad y esta suerte de empezar de cero que se me impuso. Estudié en la Universidad de Chile, que era una universidad pública en un país que hacía poco había recuperado la democracia después del largo período dictatorial y fascista de Pinochet, así que en reacción evidente todo el Chile que yo conocí, era de izquierda. Tiene alguna lógica. Recordemos que el primer gobierno del Apra tuvo también mucho de izquierda, en la búsqueda -con errores y aciertos- de reivindicar el proyecto de Víctor Raúl. A pesar de haberme rebelado contra la autoridad paterna, no me sentía ajena a lucha por recuperar los derechos y la dignidad de los chilenos, porque hay que entender que no todo es economía y crecer, sino hay que crecer bien y en un contexto que respete la vida de todos. De hecho hoy todavía me siento cercana a mis compañeros de escuela y a la búsqueda de un país de Pan con Libertad, pero es bobo quien no entiende que el mundo cambia y se aferra con uñas y dientes a una ideología desfasada que como hemos visto recientemente, solo genera hambre y división. Una política que busca eliminar el mérito y quitarle a los que ganaron cosas con esfuerzo, no sirve. Tampoco sirve gobernar para los ricos y afanarse solo en que los números suban. El estado no puede ser intervencionista pero si regulador y fomentar las inversiones privadas y obras públicas para tener más puestos de trabajo asegurando que hayan condiciones adecuadas y justas para los trabajadores que se traduzcan en mejoras en sus vidas y en su felicidad. Los tiempos cambian y las ideas cambian, lo que tiene que mantenerse siempre es el amor a la causa.

6. En una entrevista con Milagros Leiva usted asegura que el operativo policial que terminó con la muerte de su padre estaba planificado para que acabara así. Es más, la ministra de Salud Zulema Tomás postergó el anuncio del deceso hasta casi el mediodía en coordinación con los fiscales para poder seguir rebuscando en la casa del presidente quién sabe qué cosas, mientras Vizcarra le decía al país que Alan García había muerto a los pocos minutos de su llegada al Casimiro Ulloa, cerca de las ocho de la mañana. Sigue afirmando lo mismo.

Todo ese momento yo lo viví desde México donde me encontraba por breves días, pero antes de eso fui testigo de excepción de demasiadas irregularidades en el proceso, desde el cambio el impedimento de salida hasta la orden sorpresa de detención a un hombre que había ido a declarar decenas de veces. En el mes de diciembre un camión de escuchas fue detenido por mis valientes compañeros afuera de la casa paterna, ese día yo estaba adentro. Desaparecieron las pruebas y las mochilas y por supuesto, enjuiciaron a los apristas que los habían descubierto. Si bien la decisión que tomó mi padre fue personal y reflexionada largamente, los que entraron a la casa sabían al respecto. Como detalle cabe ver que suben la escalera de la casa detrás suyo y jamás tratan de abrir la puerta de la habitación (que además tenía la chapa rota hacía un tiempo), solo esperan. A eso se suma lo que mencionas de cómo se manejaba la información desde el gobierno de Vizcarra ese mismo día. El lagarto pensó que eliminaba a un enemigo político y no se dio cuenta de que su espíritu quedaba en sus hijos y compañeros. En fin, ya las cosas se van poniendo en su lugar en el caso Vizcarra y Alan sigue en la memoria del pueblo y en sus obras.

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Alan García, Apra, Carla García

¿Por qué en lugar de plantear la posibilidad de una renuncia habló de un proyecto de ley sobre adelanto de elecciones que el Congreso podía volver a rechazar?

Pudo haber tenido un rol mucho más activo y eso es innegable. Eso hubiera permitido que el día de hoy tengamos una fecha cierta para el adelanto de elecciones.

¿La presidenta tenía alguna razón para creer que el Congreso podía tener la voluntad de apoyar el adelanto de elecciones?

Eso tendría que responder la presidenta sobre cuál creyeron que era la estrategia que creyeron que funcionaría.

En los discursos del gobierno muchas veces se habló de infiltrados de Bolivia, ¿la presidenta Boluarte le mostró pruebas que justifiquen estas expresiones?

Nunca abordamos esos temas. En toda movilización social siempre va a haber infiltrados, pero es un error esa interpretación porque aquí hay un reclamo genuino de un sector muy importante de la población sobre todo de comunidades campesinas, centros poblados y caseríos. Lamentablemente, hay una lectura errónea cuando llegan a terruquear a todo el mundo. Es un error gravísimo porque no están entendiendo los temas de fondo que está viviendo el país.

¿Dina Boluarte está capacitada para conducir al país hasta 2026?

Más allá de las competencias acá hay una cuestión objetiva, ambos poderes del Estado, Ejecutivo y Legislativo, han ido perdiendo legitimidad. Los políticos se equivocan y creen que ganar una elección es un cheque en blanco. En democracia se tiene que hacer control ciudadano. En el caso del Congreso, ha sido cómplice de un gobierno irresponsable y corrupto como el de Pedro Castillo. Por eso hoy tienen 8% de aprobación. Lo mismo ocurre con el Ejecutivo y se ha llegado a este nivel de polarización. Si están pidiendo que se vayan todos, el camino constitucional es el adelanto de elecciones generales. Ahora, es evidente que el Congreso no quiere y eso traerá consecuencias lamentables en el futuro.

¿Volvería a reunirse con Dina Boluarte si lo invita?

Siempre voy a estar dispuesto a servir a mi país. Pero que quede bien claro que no es por ningún interés particular. Piensan que es como con Castillo que tenían que ofrecerles cargos recién se pongan de incondicionales. Mi posición crítica va a seguir siendo la misma porque mantengo mi independencia. Yo no me reuní en Sarratea sino en Palacio de Gobierno, algo muy diferente a lo que hicieron muchos compañeros y camaradas.

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Dina Boluarte, excongresista, Marchas, richard arce

¿No es contradictorio que el ministro hable de estos cambios cuando en las conferencias que brinda el gobierno se califica como inmaculado el accionar de las fuerzas del orden?

Me voy a abstener de opinar sobre la declaraciones públicas. Pero al ministro le hemos llevado esa preocupación. Se tiene que respetar a los periodistas, se deben ver las estrategias de un modo distinto, se tiene que atender a los policías y se tiene que atender la situación de las víctimas. Nosotros hemos pedido que haya una comisión de víctimas civiles, policiales y militares.

Hace algunas semanas estuvo reunida con Alfonso López Chau, rector de la Universidad Nacional de Ingeniería y vicepresidente de la Asociación de Universidades Nacionales del Perú, y se mencionó que el objetivo de este encuentro era coordinar una posible ruta de diálogo, ¿qué avances pudieron lograr en dicha reunión?

Un tema que la Defensoría ha señalado es instaurar el dialogo que ahora está quebrado. El Viceministerio de Gobernanza desde el Ejecutivo no ha podido instaurar el diálogo. Pero la Defensoría siempre va a apostar por un diálogo abierto, transparente y que genere confianza.  El problema del diálogo es que no se puede dialogar con quienes no dan la cara. El rector de la UNI mencionaba que se debían abrir esos espaciosa nivel regiones y, además, vemos también el interés de las iglesias para hacerlo.

Durante las últimas semanas, ¿considera que la Defensoría del Pueblo se encontró bajo ataque?

Hay sectores muy radicales de la izquierda, conservadores de la derecha e incluso instituciones que no entienden el rol de la Defensoría del Pueblo y, en un escenario de crisis como el actual, obviamente quieren que uno se ponga de un lado u otro. Pero tenemos que actuar en el marco de las convenciones que el Perú ha suscrito, la Constitución y la legalidad. A todo eso hay que ponerle algo que es importante en la defensa de los derechos humanos y es la dimensión humana. Cuando se pide que a la personas se le trate bien, que tenga comida, condiciones, un abogado o un intérprete no estamos tomando acción por esas personas sino porque en una democracia sus derechos deben ser respetados. Donde hay un trato que sea contrario a la ley tenemos que ir a la autoridad y hacer el señalamiento que corresponde. En ese marco sí ha habido expresiones de rechazo a nuestra institución, dicen que somos sectarios o ideologizados e incluso me han puesto como si fuera la quinta columna de Sendero Luminoso.

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Defensoría del Pueblo, Eliana Revollar

¿Esperaba que la bancada  de Acción Popular cite a algún ministro para dar explicaciones por los fallecidos durante las manifestaciones?

Claro. eso era lo mínimo. Incluso una interpelación al ministro del Interior y citar al ministro de Defensa y al propio Premier. Pero nada de eso ha ocurrido. Se convirtieron en cómplices, porque un gran porcentaje de la bancada a pesar de las matanzas en Ayacucho y Juliaca les dio el voto de confianza. No solamente no tuvieron la capacidad de citar, censurar e interpelar a los ministros sino que además les dieron el voto de confianza. Sin duda se han convertido en cómplices de las matanzas. 

Si con el voto de confianza eran cómplices del gobierno, ¿por qué ayer ignoraron el pedido de la presidenta para aprobar el adelanto de elecciones?

Porque ellos tienen sus propios intereses personales y solamente Dios sabe a quién están respondiendo. Algún día conoceremos quién es el gran titiritero de esta gran actuación macabra.

¿Por qué el adelanto de elecciones para 2023 era la mejor opción y no es suficiente para 2024?

Lo que sucede es que en estos momentos el mandato de Dina Boluarte se ha convertido en una situación insostenible y el Perú necesita pacificarse. Las prioridades que el pueblo peruano ha puesto incluyen la renuncia de Boluarte y el adelanto de elecciones, lo cual se ha convertido en el camino único para la estabilidad y retorno a la democracia. 

¿Por qué el Congreso le da la espalda a un pedido popular como el adelanto de elecciones?

El Congreso está viviendo en una burbuja, en un mundo paralelo. No están tomando en cuenta el clamor popular y, por lo tanto, su actuación solamente busca consolidar sus propios intereses y su permanencia. Por eso hemos sido testigos de diversas propuestas que a la vez constituyen actos irracionales, como pretender que el eventual proceso electoral sea una elección complementaria o plantear que solamente sean elecciones presidenciales y no de congresistas. Esos argumentos son irracionales y atentan contra la pacificación del país. 

¿Por qué cree que Dina Boluarte le dio tanta importancia a las alianzas con un Congreso desprestigiado?

Fue por su inexperiencia política. Podríamos deducir que fue para cumplir por algún pacto firmado. Recordemos que, días antes, ella estaba en el centro de una acusación constitucional por ser presidenta del Club Apurímac. Ella estaba a punto de ser acusada y destituida. Curiosamente la libraron de esa acusación y la hicieron presidenta. Ella podría estar pagando ese acto que le redimieron en la Comisión de Acusaciones Constitucionales. 

Tras la votación de ayer y la posibilidad que el Congreso rechace la iniciativa presentada por el Ejecutivo para adelantar las elecciones, ¿cree que Dina Boluarte renunciará?

Imagino que estará remitiendo sus iniciativas (sobre adelanto de elecciones) al Congreso, aunque este no tiene ninguna obligación de aprobar estas iniciativas legislativas. Por lo tanto, ella solamente está jugando y prolongando la agonía democrática de nuestro país. Si el Congreso rechaza y manda al archivo o alarga el debate, el único camino que le queda es presentar la renuncia.

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Acción Popular, Dina Boluarte, Mesías Guevara

¿El gobierno ha empezado a perder el respaldo de Lima?

Claramente se ha evidenciado que los errores que va cometiendo el gobierno en su desesperación por afianzarse en el poder lo que va generando es un clima de mayor zozobra, pero además va generando el rechazo de la propia Lima que al inicio se mantenía un poco al margen de las protestas. Ahora vemos cómo en Lima todos los días hay manifestaciones. Los universitarios salieron tras la intervención policial en la Universidad San Marcos que ha sido un hecho escandaloso y simbólico al ver cómo un gobierno vulnera la autonomía universitaria. Creo que son torpezas que el gobierno va cometiendo y a la población en general la pone en una posición de hartazgo. Había gente que al inicio estaba al margen, pero frente a estas situaciones se está preocupando. 

¿Ve al Congreso capaz de poner obstáculos para el adelanto de elecciones pese al crítico panorama que afronta el país?

Del Congreso hay que esperar todo. Incluso cuando cae Alberto Fujimori, el Congreso que estaba compuesto por un sector fujimorista duro termina poniéndose a un costado para evitar una crisis mayor. Hasta el congreso que llegué a presidir toma la decisión de ponerme como presidenta de la Mesa Directiva sabiendo que venía de un grupo político minoritario porque entendían la voz de la calle y por lo menos tenían una capacidad mínima de escucha. Pero al actual con más de medio centenar de personas muertas ni siquiera se le ha movido la pestaña. Ellos parece que viven en una realidad paralela y tratan de decir que lo máximo que pueden dar es elecciones 2024. Tenemos congresistas que lindan con una cuestión demencial, como el señor Montoya que sale a decir que no se le hace caso a la calle porque es la voz de los terroristas. Vemos un Congreso que ha sobrepasado los límites de la mínima conexión que debe tener con la población. 

En más de una oportunidad Dina Boluarte ha cuestionado que la gente pida su renuncia y preguntó si esto realmente solucionaría la crisis actual. ¿Usted cree que la renuncia de la presidenta cambiaría el panorama del país?

La situación que tenemos es muy crítica. La sola renuncia de la señora Boluarte no va a arreglar mágicamente las cosas, pero sí es un factor indispensable para poder bajar las tensiones y desescalar la crisis. Es lo mínimo que necesitamos en este momento para empezar a tender puentes y buscar entendimientos mínimos entre diversos sectores. Si la señora no se va, eso no va a ocurrir y la crisis seguirá escalando.

Si la presidencia queda en manos de un integrante apoyado por la mayoría de congresistas cuestionados, ¿la población confiaría en su gestión?

Por supuesto que hay personajes muy nefastos dentro del Congreso y es difícil encontrar personas que puedan conducir esta etapa. Pero se puede presionar para que no sea esta la Mesa Directiva que asuma el periodo de transición sino una que no represente los sectores ultra de derecha o izquierda. Lo interesante de que renuncie Boluarte y asuma el Congreso es que quien lo haga va a estar solamente de manera transitoria. 

¿Quién podría ser esta persona?

Hay algunas personas valiosas que podrían asumir un rol pegado a la democracia. Flor Pablo o Ruth Luque, por ejemplo. Pero es claro que hay una animadversión contra ellas por los partidos que representan. Ahora, hay personas que han demostrado mínima sensatez y son los que inicialmente propusieron adelanto de elecciones. Ellos podrían ser quienes asuman el liderazgo y son personas no identificadas con la extrema derecha e izquierda. 

¿El gobierno está persiguiendo a sus críticos?

Hay un claro giro al autoritarismo y eso es muy peligroso porque no admites ninguna posición diferente a la de quien tiene el poder. Eso está pasando.  Todo aquel que tiene una posición diferente es tachado de terrorista, intervenido y detenido. Hemos visto estos días, con mucho espanto, todo lo que está pasando. Gente que por dar ayuda humanitaria a quienes vienen de provincia empiezan a ser detenidos, amenazados y perseguidos. Hay un autoritarismo muy evidente y hay hechos que lo demuestran, como la intervención a la Confederación Campesina o San Marcos. En provincia han ocurrido cosas escandalosas que no se saben acá. Todo eso demuestran el autoritarismo por el que ha optado Dina Boluarte.

¿Es el momento para que se plantee la posibilidad de una Asamblea Constituyente?

Creo que la Asamblea Constituyente es un tema de fondo que sin duda hay que tratarlo, pero me parece que, en este momento de convulsión, plantearlo no es estratégicamente lo adecuado. Con este gobierno y Congreso, que podrían poner las condiciones, podríamos tener una representación sesgada. Hay que ser muy estratégico. En este momento hay que desescalar la crisis y luego plantear una metodología para hablar sobre el tema y plantearlo democráticamente. Porque también me parece un escándalo que el solo hecho de mencionar la posibilidad de una Asamblea Constituyente ya te haga ver como un terrorista que quiere destruir al Estado.

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Dina Boluarte, Mirtha Vasquez, política peruana
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