Entrevistas

“El gobierno no ha entendido la naturaleza ni la magnitud del problema”

Sudaca conversó con Rubén Vargas, exministro del Interior, sobre la crítica situación que atraviesa el país con las extorsiones y las decisiones adoptadas por el gobierno. Para Vargas, esta se trata de “una de las mayores crisis de inseguridad de nuestra historia”, cuestiona al Congreso por haber promulgado leyes pro crimen organizado y explica que los estados de emergencia exponen que, desde el Ejecutivo, “no tienen idea de cómo enfrentar el problema”.

¿Qué impacto ha tenido la modificación en la ley contra el crimen organizado en la situación que está padeciendo el país actualmente?

El impacto ha sido determinante. Sin duda esta legislación, por demás absurda, ha generado una expectativa en favor del crimen organizado y quienes están siendo procesados por diversos delitos porque, sin ninguna duda, van a ser utilizados como argumentos de defensa en sus procesos penales. Pero también debilita la precaria situación en que se encuentran la Fiscalía y la Policía. Porque, además de las condiciones bastante difíciles como las que enfrentan fiscales y policías con crimen organizado, van a tener que reformular sus investigaciones y la acusación fiscal porque estos delitos predatorios, gracias a esta nueva ley, ya no están dentro del ámbito de la criminalidad organizada. 

¿Cómo está afectando el trabajo de la Policía?

Cuando investiguen la extorsión no van a poder utilizar los procedimientos especiales que provee la ley contra el crimen organizado porque serán investigados como delitos comunes. Esto perjudica todavía más porque cuando hablamos de estructuras criminales, y la extorsión está en ese ámbito, se tiene que utilizar agentes encubiertos, interceptaciones, etc. El problema de este paquete de leyes no se limita a esta ley sino también las repercusiones que está teniendo la ley que legaliza el transporte informal y a la llamada formalización de la minería ilegal, porque las estructuras criminales que nacen de las economías ilegales también están asesinando. 

Mencionó que la situación de la Fiscalía y Policía era precaria, ¿a qué se debe?

Parto de la premisa que estamos viviendo una de las mayores crisis de inseguridad de nuestra historia republicana y esta crisis no es solamente como consecuencia de una mayor percepción o una mayor presencia de la criminalidad trasnacional. Eso es un factor. Pero hay otros factores que también van en la línea de precarizar más y llevarnos a ese escenario de la mayor crisis de inseguridad. Me refiero a la crisis política que ha precarizado debilitado al gobierno nacional y a sus instituciones, como el Ministerio del Interior y la Policía. 

¿La política es responsable de este presente?

Recordemos que, durante el gobierno de Pedro Castillo, se vendieron ascensos a generales y colocaron como ministro del interior y comandantes generales a los que juraban iban a proteger a esas estructuras criminales que estaban cerca al poder y Castillo. Recordemos que actualmente, según audios supuestamente del ministro del Interior, se estaría protegiendo a estructuras criminales cercanas a la presidenta Boluarte. Están instrumentalizando a la Policía y eso la debilita mucho más. 

¿El proyecto de ley del cual se ha hablado en el Congreso y que tipifica los delitos de extorsión, sicariato y porte de armas de guerra como «terrorismo urbano» es la respuesta correcta al problema que nos enfrentamos?

Si el problema fuese de tipificación, probablemente serviría de algo. Pero me parece un despropósito que, el Congreso que ha promulgado leyes pro crimen organizado, ahora pretende decir que tiene mano dura frente al crimen organizado cambiando el nombre de un tipo penal. Creo que, en este momento, el Congreso es parte del problema.

El ministro del Interior, Juan José Santiváñez, ha dicho que este problema viene desde 2021 y que la Policía lo ha venido tratando de forma profesional, ¿por qué si estaban alertados al respecto ha escalado de tal manera?

Por la crisis política que ha generado que la Policía y el sector Interior se precaricen todavía más. Desde el 2021 vemos que hay generales que ascendieron pagando, hemos visto a comandantes generales haber aceptado esa responsabilidad luego de haberse arrodillado ante estructuras criminales del poder y hemos visto que se está persiguiendo a oficiales y unidades de la policía que han investigado corrupción en el poder. Si no se toman decisiones de una reforma profunda vamos a seguir perdiendo a una de las instituciones más importantes de la democracia.

También existen pedidos para que las Fuerzas Armadas salgan a las calles, pero también hay voces como la del exministro Cluber Aliaga quien ha dicho que estas se encuentran preparadas para otras cosas y su fin es matar al enemigo, ¿usted cómo ve la posibilidad de sacar a las Fuerzas Armadas a las calles?

Es parte de la desesperación y la torpeza del gobierno al no entender la naturaleza del problema. A las organizaciones criminales, especialmente las extorsiones, se combaten con inteligencia no con tanquetas, fusiles o granadas. Sacar al Ejército para colocarlos en los semáforos y en las puertas de los colegios para que no los extorsionen es populismo barato. Si el problema son las extorsiones ,necesitamos fortalecer a las unidades especializadas de la policía y dotarles de la inteligencia y recursos frescos. Pero es mucho pedirle eso a este gobierno que se ha encargado de perseguir a las unidades especializadas y sus mejores oficiales y es parte del problema. 

¿La creación del Grupo Operativo de Respuesta Inmediata a la Extorsión es una decisión que puede suponer un cambio en la crisis de inseguridad que atraviesa el país?

El problema de la extorsión no es de diez o quince empresas de transporte público del Cono Norte de Lima. Las extorsiones son a nivel nacional y, particularmente, en la franja costera. Crean una unidad para las extorsiones  que ya existía dentro de la Dirincri y se tendría que haber fortalecido. Crear una unidad para atender el problema de las extorsiones de un número de empresas en el Cono Norte nos indica que el gobierno no ha entendido la naturaleza ni la magnitud del problema.

Por el trabajo que ha hecho hasta la fecha, ¿considera que el ministro Santiváñez está capacitado para estar al frente del Ministerio del Interior?

El ministro, de acuerdo a las grabaciones que los medios han estado propalando, entró para perseguir a la Diviac y creo que ya consiguió su objetivo.

Nuevamente se ha optado por declarar estado de emergencia, ¿va a tener algún tipo de impacto en la lucha contra la delincuencia?

Los estados de emergencia que se decretaron durante este gobierno y los anteriores van en la línea de una reacción populista. Siempre el denominador común ha sido que los gobiernos recurren a los estados de emergencia cuando no tienen idea de cómo enfrentar el problema. 

Se han difundido casos de personas que ponen denuncias y en corto tiempo reciben amenazas de los denunciados con datos personales, ¿qué ha fallado para que poner una denuncia ponga en mayor peligro al denunciante?

Es parte de esa precarización de la Policía y sector Interior. Los policías cuando observan que los niveles superiores de la pirámide, los jefes, están involucrados en actos de corrupción el resto del cuerpo también se degrada y, cuando no hay un control y liderazgo claro, obviamente se va a perder el control. Lamentablemente la corrupción de las economías ilegales es muy potente y corrosiva.  A eso hay que agregarle el mensaje que se da desde el gobierno que es que se persigue, somete y amenaza con dar de baja a los oficiales que investigan a los políticos corruptos. Si ese es el mensaje, ningún oficial va a correr el riesgo que los amenacen o persigan y se va a quedar quieto o va a cruzar la línea.

 Algunos congresistas han señalado que la inmigración sin filtro y la falta de nuevas cárceles han sido la razón de esta crisis, ¿es correcto afirmar que en esas razones está el origen de los niveles de inseguridad vemos?

Las situación de desborde criminal el multifactorial. No es consecuencia solamente de la inmigración venezolana. También tiene que ver con el desborde de las economías ilegales, el crecimiento exponencial del negocio de la cocaína en el Perú y  el ingreso de estructuras criminales trasnacionales de origen brasilero. Desde mi punto de vista, la mayor amenaza a nuestra seguridad no viene del Tren de Aragua sino del Comando Vermelho y
Primeiro Comando da Capital que ya están operando en el Perú y de lo que no se habla siendo lo más peligroso y la mayor amenaza a nuestra seguridad. 

¿Dónde están operando?

El Comando Vermelho está controlando la ruta fluvial de la cocaína que sale de las regiones de Ucayali, San Martin y Loreto. Domina toda la parte norte de Brasil y tiene más de setenta mil miembros, es un ejército completo y están operando en Perú por la cocaína y el oro ilegal. Por el sur, por Madre de Dios, están ingresando miembros del Primeiro Comando da Capital que es la segunda organización criminal más grande de Brasil y manejan los penales de Paraguay, Uruguay y argentina. Su objetivo es controlar el VRAEM. Ese es el principal problema pero nadie se ha dado por enterado. 

¿No se está actuando por incapacidad o corrupción?

Ambas cosas. El crecimiento de las economías ilegales lleva, intrínsecamente, niveles altos de corrupción. Que la legislación de una prórroga indefinida por enésima vez del Reinfo (Registro Integral de Formalización Minera) sabiendo que ha fracasado y disfraza al minero ilegal en artesanal no es gratuito. 

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Ministerio del Interior, Policia, Rubén Vargas

Hernán Chaparro, quien ha sido jefe del área de estudios de opinión del Instituto de Estudios Peruanos, conversó con Sudaca sobre el inicio de la era del fujimorismo sin Alberto Fujimori y el panorama político de cara al 2026.

Alberto Fujimori ha fallecido, pero su intención, según revelan sus propia familia, era postular en las próximas elecciones, ¿cree que pudo haber sido uno de los protagonistas de la contienda electoral?

Indudablemente tendría protagonismo. La figura de Alberto Fujimori siempre ha generado sentimientos encontrados. Generaría polémica porque, por un lado, estaría el debate sobre si debe postular o no y si sus diez años fueron positivos o no. Pero es un momento en el cual su imagen se ha visto desgastada y se vería la movilización, a la que ya estamos acostumbrados, con esa dinámica de fujimorismo y antifujimorismo. Creo que también habría polémica por otros actores políticos que  le disputarían el espacio. 

Muchos de sus defensores ponen en un segundo plano la dictadura y la corrupción que también tuvo lugar durante el gobierno fujimorista, ¿se podría interpretar que, a cambio de ciertos resultados, la población está dispuesta a perdonar o ignorar crímenes?

Basta ver las elecciones regionales para notar que esos criterios, muchas veces, se disocian de las personas que eligen y en varias oportunidades terminan favoreciendo otras cosas. Por ejemplo, por más que hay sospechas plausibles que manipuló la segunda reelección y aunque en el mundo real perdió contra Toledo, seguramente tuvo un caudal importante de votos pese a que ya habían denuncias contra Montesinos y había indultado al Grupo Colina. Cuando la gente quiere borra muchas cosas de su cabeza y termina defendiendo cosas que para otros son indefendibles.

¿Se ha perdido confianza en la democracia y, por lo tanto, convicción para defenderla?

Lo que más demanda la gente es justicia. Hay más de un estudio en el cual preguntan qué significa democracia y, no te digo todo el mundo, pero hay un porcentaje que no tiene claro qué significa. Lo que la gente tiene claro, muy rápidamente, es la demanda de justicia, el reclamo de ser tratados como iguales y que hay poderosos que se aprovechan. Esa es la demanda. Lo que ocurre es que, a veces, esa demanda de justicia no toma en cuenta que esto sea alcanzado por canales democráticos y lo que quiere es un líder que haga justicia. Si eso implica cargarse las instituciones, está bien, y si no, también. Hay una laxitud democrática y lo que se busca es respuesta a estas demandas.

¿Alberto Fujimori sólo deja un partido político o también deja una corriente política?

Alberto Fujimori ha representado un sentir, una forma de ver el país y las posibles alternativas a los problemas que vivimos. Pero dicho eso, discrepo profundamente con aquellos que creen que el fujimorismo es el causante de todos los males del Perú. Hay un lugar común de estar creyendo que con Fujimori empezó una y otra cosa. Es indudable que en los diez años de Alberto Fujimori, y con lo que ha continuado Fuerza Popular, hubo una mirada de poco respeto por la institucionalidad y la ley que defienden hoy y la cambian mañana porque no les conviene, y ese es un modus operandi, pero eso no lo inventó el fujimorismo. Pero hay una serie de formas de actuar que caracterizan el sentir de un sector del país y que el fujimorismo profundizó y está ahí presente. 

¿Cómo se podría definir la ideología política fujimorista?

Hay una mirada autoritaria por un lado y lo otro es el poco respeto por la institucionalidad. Hoy, Fuerza Popular ha hecho de la Constitución lo que le da la gana. Una constitución que estaba hecha para darle poder al presidente porque el presidente era Alberto Fujimori, hoy que están en la oposición y quieren más poder en el Congreso, la han cambiado para favorecer eso. Creo que es una de sus características más importantes. 

Usted ha señalado que Fuerza Popular podría considerar que la dispersión electoral jugará a su favor, ¿pero esto sería suficiente para ganar una elección o sólo les serviría para pasar a segunda vuelta?

Creo que en una segunda vuelta vuelven a perder. El mejor momento de Fuerza Popular y Keiko Fujimori fue en 2016. Tenían  un candidato de circunstancia como Pedro Pablo Kuczynski que era diletante y tenía muchos errores en la campaña. Un mal candidato le termina ganando a Keiko, un mal candidato de derecha. 

¿A Fuerza Popular le jugó en contra el tener mayoría en el Congreso que entró en 2016?

Creo que el problema de Fuerza Popular y otra característica de Keiko Fujimori es la venganza y la negación de la delincuencia. En el 2016 lo que hubo fue abuso de poder y hoy son la primera minoría, pero siguen actuando igual o peor. Si en el 2016 no hubieran tenido el peso que tuvieron, hubieran actuado igual con este perfil donde lo que importa es la venganza y la manipulación de la ley a favor de tratar de influir en el poder judicial. Con el mayor tamaño fue peor.

¿El fujimorismo podría retomar la imagen de un partido anti establishment o seguirán siendo vistos como aliados de grupos de poder?

En el marketing político, una cosa es identidad de marca, lo que quieres comunicar, y otra es tu imagen. Ellos pueden querer comunicar que ahora son la oposición, pero no creo que la gente se lo crea. Lo que circula es que actúan en favor de intereses personales y eso dudo que lo puedan cambiar por más que a partir de abril se conviertan en un partido que empiece a denunciar a denunciar a Dina Boluarte. Dudo que alguien se lo crea.

En otros países se ve que un mal gobierno puede beneficiar en las siguientes elecciones a quienes fueron la oposición del mandatario saliente, ¿quién o quiénes serían los beneficiados por la alta desaprobación de Dina Boluarte que entró con un partido de izquierda y hoy se ve alineada a agrupaciones de derecha?

Alguno de los nuevos. Lo que sí se puede decir es que quienes tienen la cuesta muy empinada son los que están ahora en el Congreso, que normalmente actúan como oposición y que ahora comparten el gobierno. 

¿La crisis en la política peruana está alejando al peruano de a pie de la política o lo está involucrando más?

Claramente la gente está menos involucrada, porque a algunos les gustará renegar todo el día, pero entre eso y preocuparse por cosas más urgentes optan por lo segundo. Pero llegadas las elecciones se plantea la forzada necesidad de ir a votar. El punto está en que es una oportunidad para que se muestren alternativas y ahí se puede aparecer alguien que despierte algo de entusiasmo. 

¿Por qué cree que a los partido de centro e izquierda no radical les está costando tanto ser más fuertes?

Creo que a todos los partidos les cuesta. Sus problemas han sido los mismos de otras agrupaciones. Pero lo otro es que ninguno de los potenciales candidatos se quiere mostrar porque tienen la percepción que salir hoy es exponerse a que te ataquen y busquen mellar tu imagen. Por eso salen con cuentagotas. Nadie quiere mostrarse mucho. Hay una voluntad de los potenciales candidatos a no mostrarse.

 

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Sudaca conversó con el periodista Carlos Cabrejos, quien ha seguido de cerca el trabajo de Juan Carrasco y analiza su trabajo en el caso que terminó con la absolución de Edwin Oviedo.

¿Le sorprendió el desenlace del caso que involucraba a Edwin Oviedo?

Me sorprende porque continuamos sin saber quiénes son los responsables de esas dos muertes. Las familias van a continuar con la intriga de saber quiénes son los autores intelectuales. Respecto a cómo se condujo la investigación, nosotros, como medio de comunicación que pudimos advertir la manera en que se realizó en su etapa inicial, sospechábamos que el final iba a ser adverso. 

¿Qué cree que pretendía Juan Carrasco con este caso que presentaba tantas falencias en investigación?

Recuerdo mucho un pasaje de una conversación que ocurrió en el Ministerio de Interior en la que se mencionó que era una fuerza externa que generó un estado de violencia en esa época con la intención de sacar a Edwin Oviedo de la administración de la empresa  Tumán. Lo recuerdo porque por esas épocas Chiclayo vivía muy convulsionado y, tanto la Fiscalía y como la policía, no se daban  abasto. Entonces ya aparecía Carrasco mediáticamente reflejando parte de un trabajo que es normal que hagan los fiscales. Más que todo se buscó una tribuna política con el ánimo de tener un espacio en el escenario público nacional y no tanto como representante del Ministerio Público sino como representante de alguna organización política o algún gobierno. Lo que hizo fue utilizar todos los casos para poder ganar fama.

¿Carrasco sabía que la absolución sería el final del caso?

Quizá no lo esperaba, pero se ufanaba que tenía más de cien elementos de convicción y todo corroborado para arribar a una sentencia condenatoria. Lo que no advirtió fue que sus propios colegas del distrito fiscal de La Libertad, ellos sí sin mucha parafernalia, hicieron un trabajo previo y advirtieron las irregularidades al presentar el informe. Lo que ha llevado es que finalmente le terminen enrostrando el mal trabajo que hizo y a Carrasco no le queda más que sorprenderse. El hecho de forzar una colaboración eficaz hasta en cuatro juzgados de investigación preparatoria denota que hay una especie de desesperación de no haber establecido un criterio correcto para encaminar una eficaz investigación que termine de manera satisfactoria. 

¿Qué situaciones extrañas encontraron del trabajo que realizó Carrasco?

Uno de los testigos  señala que el señor Manuel Rimarachín había solicitado garantías porque temía por su vida y había dado los nombres de dos personas que sospechaba que estaban detrás de algún ataque. En el testimonio menciona al señor Gregorio Leguía Cerna que es el colaborador eficaz y menciona a Percy Farro Witte, que es el otro asesinado. Esa línea de investigación no se continuó y ni se ha visto en la investigación que hizo Carrasco y que quizá pudo haber ido por ese lado. 

¿Carrasco buscaba fama con el caso Oviedo o también protegía a alguien?

Es probable, porque tampoco es al azar y aparecen en una línea del tiempo personajes como su cuñado vinculado a personajes con intereses a la empresa Tumán. También aparece su primo político, el abogado Fran Guevara Díaz, que también tenía participación directa en la empresa Tumán. Tenían vínculos muy cercanos y en algún momento han firmado documentos y promovido la instalación de administraciones judiciales. En el caso de Guevara Díaz acepta que es integrante de una organización criminal y Carrasco, que estuvo en la Fecor, nunca lo vio.

¿Por qué sabiendo que el caso Oviedo tenía graves falencias salió a cuestionar el trabajo de la fiscal Ludeña?

Carrasco tiene una particularidad y es la de victimizarse. Es el principal recurso que ha sabido manejar muy bien por años. Cuando se venía un proceso judicial contra alguna red criminal, si quería ejercer cierta presión sobre los magistrados, aparecía Carrasco con un informe policial diciendo que lo querían matar. Pero sus propios fiscales decían que era mentira y era un escenario creado para ejercer presión para obtener prisiones preventivas y condenas. Salir a cuestionar a la fiscal Ludeña es parte del show. Lo correcto es hacer un mea culpa. Pero Juan es un tipo que parece artista de cine. No nos sorprende nada.

¿Existen casos similares al de Oviedo en el historial de Juan Carrasco?

Hay un caso llamado ”El Señor de los Milagros”. Es un caso en el cual se lleva a la etapa de investigación inicial a casi cien personas de las cuales se terminó condenando a dos o tres. Se destinó una gran cantidad de dinero, se hizo toda la investigación que mediáticamente se decía que era una verdadera lucha contra la criminalidad pero que finalmente no arribó a nada. Se terminó exculpando a casi cien personas después de haberlas sometido a un escrutinio fiscal donde el trabajo arribó a cero y los actos delictivos que se investigaron quedaron en nada. El segundo casi tiene que ver con “La Nueva Gran Sangre” y  en el cual con  un testimonio de aspirante a colaborador se intentó poner condenas efectivas a un determinado número de personajes que hasta el momento continúan en un proceso judicial. El otro caso que está a punto de perder la Fiscalía es el de “La Hermanada del Norte”, en donde su propio colaborador de Carrasco les ha terminado por reventar en la cara el grosero trabajo que han hecho utilizando adrede testimonios para involucrar a inocentes. 

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Hernando de Soto, en diálogo con Sudaca, señaló que “no aprobaba la idea de atacarlos y mandarlos al carajo” que han tenido los congresistas de Avanza País con sus adversarios. El economista se refirió a sus polémicas conversaciones son senadores estadounidenses y dio detalles sobre su nueva aventura política con el partido Progresemos.

En 2021 afrontó su primera incursión como candidato presidencial, ¿qué evaluación pudo hacer tras esta experiencia?

En primer lugar, no sólo es importante hacer una buena campaña y larga, cosa que no pude hacer ya que solamente tuve siete semanas de campaña, sino tener un buen equipo que está presente en mesas. Nosotros no lo teníamos y, cuando vino el momento del conteo de votos, no había gente. Salimos segundos, pero nos bajaron. Mi primera experiencia es que no solamente hay que tener un buen programa de gobierno y candidatos sino que también es importante tener un aparato de campaña que esté en mesa para el recuento de votos. 

¿Quiénes fueron los encargados de bajarlo de ese segundo lugar?

Cualquiera de mis contrincantes. Nosotros sabemos que Keiko Fujimori observó casi todas las mesas en las que estábamos. Pero también estaban los otros partidos. Es una vieja práctica, en cualquier país, el tratar de anular los votos de los otros donde uno no ha ganado. 

¿Qué le faltó para convencer a un mayor porcentaje del electorado?

Tomando en cuenta el poco tiempo que tuvimos, creo que cubrimos bastante bien el panorama. No era tanto lo que se decía, porque creo que los argumentos siguen vigentes, sino el hecho que no tuve tiempo de ir a todos los lugares que debía visitar y que el partido no se inscribió en cinco regiones. Esas fueron las mayores faltas. El programa y lo que se dijo estaba claro, pero hemos participado con 20% menos de presencia en el Perú que otros partidos.

¿Por qué no continuó con Avanza País?

No se cumplió con el acuerdo que consistía en que nosotros poníamos todos los candidatos preferenciales y que yo iba a dar una lista con quinientos candidatos que consideraba eran los mejores. Dijeron que las computadoras no habían funcionado y no fueron registrados. Además, había cinco regiones en las que no nos inscribieron por una falla en la campaña. Fue eso y que cuando habían llegado algunos miembros al Congreso dejaron de cumplir con un segundo acuerdo que firmamos, según el cual se creaba una comisión política para que los candidatos que habían llegado al Congreso sean gobernados acorde a los lineamientos acordados anteriormente con los que manejaban Avanza País. No honraron los contratos y yo no era responsable por todo lo que decía el partido ni tampoco tenía una maquinaria que me permitiese gobernar con disciplina en el Congreso.

¿No se siente representado por los congresistas de la bancada de Avanza País?

Definitivamente no. Lo dije claramente hace dos años cuando renuncié. Había nombrado a José Williams como mi representante para liderar la bancada, pero él decidió ir por otro rumbo y ya no había un sentido de identificación con ellos. Entre el partido por un lado con sus deficiencias y el del general Williams que, evidentemente, cambió de parecer en su pertenencia a Avanza País, yo ya no tenía un papel que jugar ahí.

¿Qué opinión tenía de Patricia Chirinos, que ha resultado ser una de las congresistas más controversiales, cuando compartieron partido?

Patricia Chirinos no entró como mi candidata. No se olvide que nosotros éramos dos partes: los que manejaban el partido administrativamente y el grupo que representaba yo y había formado con Miguel Vega. Ella fue candidata de Pedro Cenas y su partido. 

¿Se sentía cómodo con su forma de hacer política?

Nunca tuve la posibilidad de trabajar con ella. Entonces, no hubo un momento para poder decir que yo me sentí cómodo o no. Ni llegué al comienzo de un periodo con Patricia Chirinos. Había un respeto mutuo, pero su posición no fue la de ver cómo capturar o convencer a quien había elegido la mayoría de peruanos que las cosas hay que manejarlas de otra manera de lo que le están diciendo los que lo rodean. El ataque frontal que hizo ella, como otros miembros de Avanza País unidos con Renovación Popular, no me pareció el adecuado. Lo único que hacían con eso era empujarlo a extremos que de repente no eran necesarios. Yo no aprobaba la idea de atacarlos y mandarlos al carajo.

Al haber sido el candidato presidencial y la imagen principal del partido, ¿se siente responsable por el desempeño de la bancada de Avanza País?

Sí, por supuesto. No puedo negar que lo hubiese podido hacer mejor. No pude hacerlo porque me vetaron a trescientos candidatos. Con los que quedaban he podido hacer una mejor labor en el sentido de firmar ciertos compromisos y poner ciertos frenos a la posibilidad que se desviaran de la razón por la que fueron escogidos. De los que yo nombre como candidatos sólo entró una persona, quien es Diana Gonzales. A los otros yo no los escogí. 

¿Era posible convencer a Pedro Castillo de realizar un gobierno distinto al que tuvo?

No tengo la menor idea, pero era algo que había que ensayar. Pude tener una visita suya de media hora cuando estaba en Máncora y no hubo manera de averiguar si era posible hacer esa vuelta. Antes de eso le escribo una carta abierta diciéndole que tenga cuidado con seguir las direcciones del señor Cerrón y, luego que me reuní con él, saqué un comunicado en el que le dije que no le daba mi apoyo. En ningún momento lo apoyé, a diferencia de otros candidatos como López Aliaga, quien sale, justo después de la primera vuelta, y dice que lo respalda y que lo apoyaría en segunda vuelta por ser próvida y profamilia. Yo estaba opuesto al candidato Castillo, pero estaba dispuesto a conversar para ver si le cambiaba la manera de gobernar.

En una entrevista de 2021 dijo que había conversado con los senadores estadounidenses Ted Cruz y Bob Meléndez para que sea Estados Unidos quien determine si Perú tenía un gobierno legítimo, ¿diría que fue un error promover esto que incluso fue rechazado por la embajada norteamericana en nuestro país?

En este momento hay un movimiento en América Latina y el mundo para saber si el señor Maduro debería gobernar o no. Es bastante sencillo cuando se trata de la soberanía y legitimidad de un país, esta siempre es determinada por otros países. Se veía que Castillo estaba yendo contra una serie de normas que el país había suscrito y no las estaba cumpliendo. Lo que yo decía es que, al margen de lo que se puede hacer en el Perú, había que ver qué piensan los países que han contratado con nosotros. Quería mover opinión pública porque muchas de las clausulas básicas que permiten que el Perú pueda recibir más fondos provienen de tratados internacionales. Efectivamente, me llamó la embajadora porque habían salido noticias diciendo que se estaban preparando marines para venir. Pero el hecho que uno moviliza la opinión pública internacional para lograr un objetivo nacional es universal. Hasta el Papa y el Dalai Lama lo hacen. 

¿La situación de Perú era comparable con la de Venezuela?

No es la misma cosa. Yo hablo de las cosas que a mí me preocupaban. No hablaba del proceso electoral sino de los derechos de los peruanos que resultan de tratados internacionales. Cuando el Perú no honra ciertos acuerdos internacionales se le corta toda la ayuda. Eso ocurrió en 1992, hace el golpe el presidente Fujimori y le cortaron todas las fuentes financieras. Quien las reabrió fui yo y moví a los Estados Unidos y la comunidad internacional para que levanten las sanciones a Perú. Esto ocurre todos los días. 

¿Cuáles eran los tratados que incumplía Pedro Castillo y que justificaban a esta interferencia?

No era interferencia sino sanción. Eran doce tratados. Por ejemplo, el tratado sobre la socialización de la globalización. Eran tratados no vinculantes pero recogidos por trece convenios internacionales y todos los tratados bilaterales de inversión, libre comercio, regionales y sectoriales  que había firmado el país. Eso estaban violando y fui a verlo. Si en la prensa no están enterados de esos tratados es porque no están informados, pero yo no estoy desinformado.

¿Entonces por qué no se dieron las sanciones?

Porque yo tengo influencia, pero no mayor influencia. 

¿Qué lo sedujo del partido Progresemos?

Mis equipos conversaron con aproximadamente nueve partidos políticos de los nuevos, porque no queríamos entrar con los que estaban en el Congreso, y el partido de Paul Jaimes fue uno los que más sintonizaban con nosotros. Hicimos un acuerdo muy sólido y en base a ello creo que es la mejor opción. 

¿En qué aspectos lograron sintonizar?

La mayor parte de estos partidos no tienen la cobertura ideológica que tenemos nosotros. Tenemos ideas sobre narcotráfico, minería, agricultura, relaciones internacionales y todo ese tipo de cosas. Entonces nuestro programa es bastante amplio, pero no vimos nada en el animalismo y humanismo de Paul Jaimes que fuese contradictorio a lo nuestro. Nosotros llenamos más volumen. No era tanto que suscribíamos al otro partido sino que más bien ellos suscribían lo que nosotros habíamos predicado. No hubo ningún roce posible.

¿En Progresemos va a tener mayor injerencia en la elección de candidatos al Congreso?

Tenemos unos objetivos muy claros con relación a los congresistas que nos tocarían a nosotros. Estaríamos poniendo la mayoría de candidatos. Pero queremos ser socios leales y por supuesto Paul Jaimes va a estar muy presente en todas nuestras acciones. 

Ha hablado de la posibilidad de formar una alianza con otros partidos, ¿por qué considera necesario integrar una alianza?

Porque en el contexto de un partido, que es lo que aprendimos con Avanza País, uno puede firmar todos los acuerdos que quiera, pero si el partido no honra su palabra entonces es muy difícil hacérsela cumplir por ley. Mientras que, si uno forma una alianza, esta tiene su propia constitución y un compromiso que sí es fácil hacer cumplir por ley. Por eso se necesitan dos o tres partidos. Como estos partidos no tienen trayectoria, el hecho de poder formar alianzas nos va a permitir identificarnos en manera de vida y no necesariamente con el parecer de un solo socio. Por otro lado, es obvio que hay demasiados partidos y se necesitan alianzas. Hay lugares en el mundo, como Estados Unidos e Inglaterra en los que hay dos partidos, pero esos partidos son alianzas.

Sus seguidores lo consideran una persona a la vanguardia de temas económicos, ¿también se considera a la vanguardia así en temas progresistas como el matrimonio igualitario y el derecho al aborto?

Son problemas que son muy divisivos. A la gente no le gustan compromisos de derecho a la vida y derecho a la mujer. No creo que un jefe de estado deba manifestar sus preferencias. Lo que hay que hacer es la participación democrática para ver qué están dispuestos a aceptar los peruanos y no lo que quiero yo. En ese sentido, soy próvida, pero soy una persona que no va a tomar esa decisión solo. 

¿Eso significaría que aplicaría un referéndum sobre el aborto?

No necesariamente. Hay mil maneras de hacer la consulta popular y el debate. Este es un debate que es universal y no hay consensos. Entonces se comienzan a crear por partes y se trata de llegar a la mejor decisión posible. Yo soy próvida, pero no quiero imponer nada porque creo profundamente en que cuando están participando millones en cualquier proceso no hay manera de tener una sola verdad.

¿Considera lo mismo para el matrimonio igualitario?

Creo que ya tenemos la unión civil que parece estar funcionando en varios países del mundo. Se hace lo que la sociedad puede tolerar. Ha habido muchos progresos. Por ejemplo, se acaba de casar Carlos Bruce, parece muy feliz, todo el mundo está publicando su foto con su esposo y se está tolerando esto como no pasaba anteriormente. Pero es porque se va discutiendo y, progresivamente, comenzamos a ver qué funciona y qué no. 

¿No es injusto que, como en el ejemplo que menciona de Carlos Bruce, una persona homosexual tenga que irse a otro país para poder casarse?

Lo ideal sería poder hacerlo en su propio país. Pero si uno tiene un país como el nuestro, que ha votado cuarenta mil normas y es imposible implementarlas, hay una serie de cosas que se tienen que hacer afuera. Un informal es reconocido como productor de minerales en Estados Unidos  y Europa, pero no en el Perú. El problema no es si el Perú estaría de acuerdo o no sino con un Estado que no puede operar y no tiene como averiguar qué es lo correcto. Razón por la cual somos un grupo muy pequeño que trata de ponerse de acuerdo sobre si tiene el señor Bruce derecho a casarse. Pero, evidentemente, entre intelectuales no nos vamos a entender y por eso existe la democracia. Cuando uno se da cuenta que la corriente mayoritaria está a favor de una actitud más amable, por ejemplo, con la homosexualidad, ya lo que digamos nosotros importa muchísimo menos. 

En 2021 fue cuestionado por decir que el conductor de televisión Andrés Hurtado era su asesor y parte importante de su campaña, ¿será parte de su campaña para 2026?

Lo que ocurre es que él nos dio mucho apoyo en su programa de televisión. Él se ocupa mucho de la gente pobre. Me llamó y me dio una serie de datos útiles para comunicarme con una parte de la población y su manera de comprender las cosas con la que yo no estoy familiarizado. Fue muy útil para mí. Cuando dije que era un asesor, no era la mejor palabra. Era un punto de referencia. Cuando viene un conductor de televisión me resulta muy útil recibir su opinión. Él no era parte de la estructura de mi gobierno ni iba a ser congresista. Era una persona que me permitía identificar comportamientos. Yo converso con todo el mundo y uno de ellos es Chibolín.

¿De qué forma le ayudaba a comunicarse con la población?

Me daba datos que eran importantes. Me decía cómo tenía que presentarme en público. Por ejemplo, acabo de estar en puno y se me ha dicho que cuando viene la señora y me pide bailar la agarre con la mano derecha y diga esto, que no diga tal palabra y no hable de la marcha de Puno a Lima porque es mal visto. Es de la misma manera que cuando se solicita una visa para Estados Unidos y le dicen que se ponga un terno y una corbata. Uno necesita buenos consejos. 

La educación y la salud son derechos garantizados por la constitución vigente que, sin embargo, muestran notables falencias al momento de ser accesibles para la mayoría de peruanos, ¿cómo cambiar esto?

La primera cosa es tener un gobierno que administra bien los recursos. Durante el gobierno de Toledo se descentralizó y tenía sentido. Pero cuando Toledo comenzó dijo que lo haría en base a tres pilares. No solamente iba a descentralizar el presupuesto sino que iba a fiscalizar a las regiones para asegurarse que la corrupción que había en Lima no se reproduzca en otras regiones. Además, iba a formar en escuelas a los gobernantes regionales. Es lo mismo que pasó en China, donde contrataron servicios de extensión de los países desarrollados para formar y fiscalizar al margen de descentralizar. Pero lo que ocurrió en tiempos de Toledo es que se quedaron en la primera parte sin formar ni fiscalizar. Nosotros vamos a llevar a cabo esas partes que faltaron.

Hay una corriente política que señala al Estado como el enemigo del ciudadano de a pie, ¿comparte esta visión sobre el rol del Estado?

No soy un anarquista. Creo que la voluntad popular hay que gobernarla. Alguien tiene que administrar el contrato social que nace de un proceso político y eso es el Estado en todas partes del mundo. No conozco un país que no tenga Estado. Lo que ocurre es que hay posiciones libertarias que quieren limitar su acción. Lo que a nadie le gusta es un mal Estado.

Sudaca conversó con César Nakazaki, abogado de Edwin Oviedo, tras conocerse que el empresario azucarero había sido absuelto por el presunto delito de homicidio vinculado al caso “Los Wachiturros de Tumán”. El letrado cuestionó el trabajo del fiscal Juan Carrasco Millones y el uso de los colaboradores eficaces.

¿Cómo ha recibido la noticia sobre la decisión del Poder Judicial de absolver a Edwin Oviedo por el presunto delito de homicidio?

No me sorprende porque es una proyección que hice desde que tomé el caso dado a que sólo estaba construido con testimonios de colaboradores eficaces que no iban a poder corroborar porque Edwin Oviedo es inocente y eso es lo que ha determinado el juzgado el día de hoy, que la Fiscalía no ha presentado pruebas de cargo.

¿Estamos ante un caso de uso indebido de la figura del colaborador eficaz?

Desde hace tiempo, incluso hay una investigación periodística, se sabe sobre el trabajo poco prolijo del fiscal Juan Carrasco Millones y las colaboraciones eficaces porque fabrica pruebas. Él hace que una persona declare como colaborador eficaz y, sin ninguna corroboración, utiliza las declaraciones. Eso, a nivel de juicio, no está permitido. Por eso el juzgado ha sido muy claro al señalar que colaboradores eficaces sin pruebas que lo corroboren no sirven para emitir una sentencia condenatoria.

Usted ha señalado que ocurrió una acusación deficiente, ¿se refería al uso de los colaboradores en el caso de Edwin Oviedo?

Esa es una frase del juzgado que ha determinado que la investigación hecha por el fiscal Juan Carrasco fue deficiente, razón por la cual ha decidido que se envíen copias al Ministerio Público para que se investigue cuál es la metodología de investigación que ha seguido el fiscal para tratar de entender tanta deficiencia.

¿Por qué tomó tanto tiempo?

En la Corte de Lambayeque hubo muchos problemas precisamente por una mala actuación de la Fiscalía que nos obligó a ir a la Corte Suprema y plantear un mecanismo que se llama transferencia de competencia. La Corte Suprema verifica que en la corte de origen no se garantizaba un debido proceso y decide sacar el caso y trasladarlo a la corte de La Libertad, donde hoy se ha dado a conocer esta sentencia absolutoria.

¿Se está marcando un precedente con respecto al uso de los colaboradores eficaces?

Es importante porque hablamos de una acusación de dos asesinatos en la que se pedía teóricamente cincuenta y dos años de pena cuando lo máximo de la pena es treinta y cinco años. Se termina con una absolución y no se determinan los responsables por el uso deficiente de la colaboración eficaz por parte de la Fiscalía y Juan Carrasco Millones.

¿Fue un trabajo defectuoso por incapacidad de Juan Carrasco Millones o existió la intención de proceder de forma indebida?

A diferencia de La Libertad donde las excooperativas y exhaciendas tienen empresarios reales, en Lambayeque, salvo el Grupo Oviedo en Pomalca que intentó luego en Tumán que haya un empresariado agroindustrial serio, esto es manejado por malos empresarios que administran la excooperativas de manera trucha con amparos conseguidos en cualquier lugar del Perú sin pagar tributos y de manera informal. Este grupo de empresarios es el que ha estado detrás del caso de Oviedo.

¿Juan Carrasco es una especie de enviado de estos personajes que menciona?

Coincide plenamente con los intereses de estos malos empresarios porque ellos amenazaron a Edwin Oviedo que si intentaba ingresar a Tumán iba a pagar las consecuencias y esta fue la investigación que inventó el fiscal Carrasco.

Usted también señaló que el uso de los colabores eficaces cambiará, ¿qué precisa la nueva ley a la que hacía mención?

Ha salido una nueva ley que corrige varias cosas y señala que el testigo colaborador tiene que estar perfectamente corroborado, que entre testigos colaboradores no se puede corroborar y establece una serie de exigencias que van a llevar a una mejor utilización de la colaboración eficaz. Por ejemplo, la declaración del colaborador va a ser grabada y el fiscal no va a poder parar la declaración y pedirle que agregue cosas. Hay una serie de exigencias que ha modificado el procedimiento de colaboración eficaz.

En Sudaca hemos dado a conocer otros casos de colaboraciones eficaces usadas por Juan Carrasco que también presentaban irregularidades, ¿este nuevo caso podría derivar en algún tipo de consecuencia para él?

Todo depende de si la Fiscalía decide investigar cómo ha trabajado la colaboración eficaz. Yo lo plantee en el juicio, pero el juzgado no tomó ese punto. Quise probar el fraude, pero el juzgado no fue por ese lado.

¿Pero que sea un fiscal al que en reiteradas oportunidades se le cuestione el uso de los colaboradores eficaces no llevaría a que tenga alguna consecuencia para él?

Tiene que haber una investigación con respecto a la forma de trabajar. He conocido directamente el trabajo deficiente del fiscal Carrasco en el caso del exalcalde Roberto Torres, los hermanos Roncal y el de Edwin Oviedo. En tres casos he podido investigar los graves defectos que tiene el fiscal Carrasco cuando investiga.  Pensé que eran problemas de formación, pero, luego de conocer cómo se mueve la economía en al ámbito agroindustrial en Lambayeque me genera serias dudas que haya sido sólo por falta de conocimiento.

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César Nakazaki, Edwin Oviedo, Juan Carrasco

Carlos Cabrejos, el periodista que escribió “El falso Sheriff”, cuenta las irregularidades de Juan Carrasco Millones en su paso por la Fiscalía y su desinterés por investigar a ciertas agrupaciones criminales.

En su libro relata un episodio con Juan Carrasco en el cual le preguntan si acabaría con la delincuencia y él responde que si lo hace de qué vivirían después, ¿esa respuesta resume el verdadero interés de Carrasco en la Fiscalía?

Esa fue una frase que le contó mi padre y, por más que Carrasco haya dicho que mi padre no estaría de acuerdo con la publicación del libro, está totalmente equivocado y creo que fue una respuesta de picón. Porque esa respuesta sí ocurre y mi padre lo recuerda hasta la fecha. Eso del alguna manera deslucía el trabajo que él trataba de aparentar ante la prensa y la ciudadanía. Había un mensaje para la tribuna y otro para el trabajo interno.

¿Hubo grupos criminales intocables para Juan Carrasco?

Los casos más notorios que nunca se han tocado en Lambayeque son los casos de las azucareras. Son los crímenes que nunca se han tocado. Los ha podido abordar la prensa, pero la Fiscalía no ha movido ni un dedo. Los casos más saltantes han sido los de Pucalá y ahí el señor Carrasco o se moría de miedo o no quería entrar porque habría sido captado por esa gente para que no los investigue.

¿Cómo procedían con estos casos?

Hay una carpeta que el mismo Juan Carrasco abre con el testimonio de un colaborador eficaz en la que se menciona que se abría la carpeta para investigar los crímenes en las azucareras, entre ellas la del señor Fernando Arbulú Roca. Pero, sencillamente, la dejaron archivada llenándose de tierra. Años después, cuando nosotros, los medios, empezamos a hacer investigación, Carrasco la deriva a un fiscal adjunto, que es Aldo Paredes, con la intención que él determine y realice actos de investigación que, durante dos años, no había hecho Carrasco. 

¿Cómo respondía Carrasco al respecto?

En algún momento Carrasco había anunciado que iba a investigar los crímenes en las azucareras, porque, según él mismo lo dijo, tenía información. Pero no movieron ni un dedo y eso es lo que más le cuestionan. Porque en el caso de Tumán se investigan dos muertes de manera olímpica y en el caso de Pucalá, donde hay veinticinco muertes y posiblemente más, no se ha movido ni un dedo para investigar.

¿Recuerda otros de estos casos?

Otras organizaciones criminales, como “Los malditos del azúcar” y otras que aparecieron luego, ahí están con las carpetas adormecidas en la Fiscalía. Mientras, han transcurrido hasta cinco años, pero hasta ahora nada. Ni siquiera los representantes de las fiscalías se han pronunciado al respecto. Nunca hubo un interés real por investigar.

¿Por qué nunca hubo sanciones a Carrasco por el mal uso de las prisiones preventivas?

Tendría que ser un fiscal con la medalla bien puesta que quiera hacer bien su trabajo y quiera corregir las cosas. Pero estamos en Perúlandia, la sociedad es conformista, se deja pasar y como sociedad estamos yendo hacia abajo. Se están normalizando cosas y que las instituciones se vuelvan totalmente esquivas a los intereses de la población. Por ejemplo, el caso de alias “Ñoño” y “La hermandad del norte” debió haber significado una sanción fuerte para Carrasco y no pasó nada. 

¿Cómo actuó Carrasco en el caso que menciona?

David Ángel Guerrero Rodríguez era colaborador eficaz de Carrasco Millones en un caso que tenía código de colaborador eficaz y, tres años después, Carrasco le quiso dar un nuevo código de colaborador, cosa que es irregular. Un colaborador no puede tener dos códigos en un rango de diez años. Luego, un año después, Carrasco presenta un documento en una Fiscalía para pedir un tercer código para el mismo señor

¿Qué explicación se dio cuando se expuso esa situación?

Cuando esto se advirtió y lo denunciamos, solamente le dieron una palmadita en la espalda, archivaron el caso y nunca lo sancionaron. Ahora Carrasco sale a decir que no tiene casos pendientes. Cuando fui a denunciar, el fiscal que recibía la denuncia tenía miedo y como que no se quería meter con Juan Carrasco. 

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Carlos Cabrejos, Fiscalía, Juan Carrasco

Sudaca conversó con Carlos Cabrejos, autor de “El falso Sheriff”, quien se refirió a la sospecha de interceptaciones telefónicas realizadas con el aval de Juan Carrasco Millones.

¿Casos como el de Rubén Fernández llevaron a que sus compañeros de trabajo le tengan miedo a Carrasco Millones?

Miedo y hasta cierto rechazo. Lo digo porque hasta su propia gente, desde la misma Fiscalía, nos ha llamado y, pese a que Carrasco está fuera de la Fiscalía y de toda orbita política, todavía tendría cierto poder para manejar algunos temas. 

¿Ellos expusieron las irregularidades en su proceder?

Ha sido su propia gente la que finalmente nos permitió hacer público los hechos irregulares que hemos advertido. Tal como fue el caso de “La Hermandad del Norte”, que es uno de los más notorios junto con el del “Escuadrón de la muerte” y exponen que se utilizaban personas que  se encontraban en el penal para direccionar casos emblemáticos y enviar a prisión a gente que estuvo encerrada casi tres años y no se les probó nada.

¿Juan Carrasco también se involucró con el caso de los “Cuellos Blancos”?

Cuando viene el caso de los “Cuellos Blancos”, Juan Carrasco buscó tener protagonismo llevando a supuestos testigos a Lima para que traten de contar cosas que nunca se llegaron a corroborar y, por el contrario, esos testigos aspirantes a colaboradores se terminaron por retractar.

¿Carrasco permitía que se realicen interceptaciones telefónicas?

Cuando llegó el teniente Rubén Fernández, nosotros hemos sabido que él llegaba con la consigna de ubicar una máquina de chuponeo. Yo sentía que me chuponeaban y al conocer que Rubén hacía mención a eso pasé de la sospecha a saber que eso estaba ocurriendo. En un momento el mismo Fernando O´phelan me habla de un equipo de interceptación que de alguna manera era legal. Luego llegaría otra gente de Lima, también de la Dirincri, interesada en tomar contacto conmigo para saber dónde estaban esos equipos.

¿Lograron encontrar el lugar donde se realizaban estas interceptaciones?

Se hablaba que había una casa cerca al hospital regional y se hablaba de casas que en algún momento habían sido de la Digemin, pero nunca se llegó a demostrar nada. En algún momento pasó con una persona que fue gerente general de la empresa azucarera Tumán, Jorge Rodríguez Gálvez, a quien le pusieron alias negro y lo ingresaron en la carpeta de “Los malditos del azúcar”. Eso es un detalle que en un momento lo he publicado porque este señor es un economista de prestigio, pero ingresan su número y el de su adjunto, que era un policía en retiro, y los dos números los ingresan para hacerles la interceptación en un caso en el que no tenían ninguna participación delictiva. Cuando se llegó a publicar esta situación hizo saltar gente en la Fecor.

¿Qué llevó a que Carrasco recurra a estos métodos?

La información es poder y Carrasco siempre buscaba poder. Buscaba saber cosas de gente a sabiendas que podía direccionar investigaciones de casos emblemáticos. Esta información le servía a él. Pero no es porque sentía que era amenazado. Cada vez que salía en algunos medios que amenazaban a Carrasco, también salían fiscales de menor rasgo y contaban que era mentira. A pesar de haber transcurrido tanto años, nunca se supo quienes promovían las amenazas que hacían públicas. Los mismos fiscales subalternos terminaban por decir que todo eso era armado.

¿Alguno de los colegas de Carrasco se animó a enfrentarlo?

Quien se enfrentó directamente fue Esdras Sánchez de una manera muy camuflada. Detectan que estaba suministrando información a un semanario y resulta que luego de ser detectado empieza una suerte de cacería. Él en algún momento había tenido opiniones muy fuertes contra Carrasco y decía que no era el fiscal que la gente creía. Pero el tiempo le terminaría dando la razón. Porque la información que aparecía en ese semanario daba a conocer cómo es que la Fiscalía se allanaba a pedidos de cárcel contra ciertos sujetos que se convirtieron en los cuchilleros de Carrasco porque eran reos utilizados para direccionar estas investigaciones 

¿Cómo es que Juan Carrasco empieza a trabajar con Víctor Chafloque y Romel Díaz?

Normalmente uno se junta por intereses y creo que aquí pasó eso. Todos estos oficiales que terminaron trabajando con Carrasco tienen, hasta la fecha, el pecho manchado. Chafloque fue denunciado por un pedido de dinero para favorecer en una investigación, Romel Díaz está en la carpeta de “Los temerarios del crimen” y terminó siendo delatado, Óscar Ramos también terminó siendo delatado por el caso el “Escuadrón de la muerte”. En el entorno de estos y otros policías también aparecen civiles y abogados que terminaron tejiendo esta presunta organización que jugaba a los intereses de la Fiscalía y el Poder Judicial. Estas personas, en algún momento avaladas desde arriba, pudieron darle forma y permitir estos atropellos que se han dado.

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Carlos Cabrejos, Fiscalía, Juan Carrasco

Sra. Guardamino, al cumplirse tres meses de la muerte de Santiago, ¿Cómo han venido llevando la investigación?

Echándole ganas a diario, la investigación está lenta. No puedo recibir yo mucha información porque es personal y como ha visto, ahora yo soy padre y madre para mis hijos, tengo que trabajar todos los días. 

¿Cómo ha respondido la dirigencia de la comunidad de Quipan?

Con respecto a la comunidad no está haciendo nada, ni siquiera se ha buscado un abogado para que lleve el caso de mi esposo, prácticamente nos están dejando a un lado. Como que, si hubiese fallecido de cuenta un perro, disculpa que le diga. No se preocupa, a pesar que Santiago ha sido un líder que ha luchado por el pueblo, a pesar que ha recuperado varios terrenos, que ha ganado varios conflictos por la comunidad, varias denuncias. Él nunca ha sido una persona que ha parado en conflictos con otras personas. Ha sido una persona intachable, pero por estos procesos es que se ganó líos y nadie hace nada. Y eso me da impotencia.

Menciona la falta de atención de los dirigentes, pero con respecto a las amenazas de muerte contra su esposo. ¿Esto ha repercutido en su familia o han recibido algún tipo de amenaza?

No. Bueno mi esposo no me ha sacado mucho a la luz, porque siempre me decía, tengo que cuidarte a ti y a mis hijos. No quiero que te involucren mucho en mi tema. Por eso, como ustedes verán, casi en su perfil o en su perfil (Facebook) no hay fotos mías o de mis hijos. Más que todo decía que nos estaba protegiendo. Bueno, al menos a mí siempre me decía: “quiero protegerte, no quiero involucrarte. Este es un tema muy fuerte”

Nota de redacción: Al conversar con nuestra entrevistada menciono que a Santiago Guardamino ya lo habían amenazado durante los días 7 y 8 de marzo

¿Puede profundizar el tema de las amenazas?

Mas o menos entre el 7 y el 8 de marzo lo fueron a amenazar, también me dijo que él ya no se llevaba con el actual abogado, el señor Jaime Minchán Sánchez. No sé qué cosas descubrió del abogado que cuando yo le pregunté me dijo: “¡No! Hay cosas que no te puedo decir porque sería involucrarte y ya no va el más conmigo”

¿Podría ampliar como fueron estas amenazas en contra de su vida?

Sí, claro, porque a él lo han matado el 1 de abril y él recibió la amenaza el 7 o 8 de marzo. Dos personas en una moto lineal se acercaron preguntando por él (al centro de la dirigencia, sin embargo, Guardamino se encontraba en Canta). Bueno, estas personas empezaron a decir a los que estaban ahí (a los encargados) que le digan a Santiago Guardamino que deje de estar molestando a la empresa Arguelles. Que no se metan ni con el proyecto “Karumi”. Y soltaron dos disparos al aire.

Ahora, el día 20 de marzo tuvo una audiencia contra la empresa Arguelles, donde fue solo. ¿Puede contarnos qué ocurrió ese día?

Justo ese día, cuando llegó en la tarde, le pregunté: «¿Dónde has ido? ¿Cómo ha estado tu día?» y me dijo: «No, Maribel, hoy día he tenido una audiencia con la empresa. Me han interrogado de todo, pero gracias a Dios, he respondido a todos.» Me explicó que le preguntaron por qué recién ahora se estaban haciendo los papeles correspondientes, y él respondió que eso dependía de cada presidente. Después de la venta de don Abel, entró el señor Claudio y no hizo nada, luego entró el señor Arce, que tampoco hizo nada, y finalmente el señor Dionisio, quien también no hizo nada. A veces, las personas confían en los abogados para llevar los trámites, pero en realidad no hacían su trabajo. En ese tiempo, el abogado era el señor Becerra.

¿Cuál fue la reacción de su esposo respecto a las amenazas y la tensión en casa durante esos últimos días?

Él siempre me decía: «Cuídate, no andes sola.» Yo entiendo ahora que sabía que su vida estaba en peligro. Me dijo: «Yo sé que voy a morir, me van a matar, pero moriré defendiendo a mi comunidad, no de rodillas.» Yo le decía que se cuidara por nuestros hijos. Hasta el 10 de marzo, él presentía algo, me regaló un polo de su equipo y me dijo que algún día lo recordaría con ese polo. 

¿La comunidad de Quipán se ha solidarizado con ustedes respecto a la muerte de su esposo?

No, inicialmente dijeron que iban a buscar un abogado para llevar el caso de Santiago, pero luego se echaron para atrás y dijeron que la familia debía buscar un abogado. Hasta ahora, no hemos recibido ningún apoyo. El nuevo presidente, Orfilio, era el vicepresidente de mi esposo y no ha hecho nada por avanzar en las investigaciones.

Hemos tenido conocimiento que la comunidad de Quipan iba a solidarizarse con usted y su familia. ¿Cuál es su opinión sobre esto?

La comunidad acordó ayudar a mis hijos económicamente, pero luego tres comuneros se echaron para atrás. No hemos recibido nada. Ellos no han perdido, los que hemos perdido somos mis hijos y yo. Es indignante que para otras cosas sí haya dinero, pero para la seguridad de mi esposo no había.

¿Usted responsabilizaría a esta nueva directiva de la comunidad por no haber avanzado en las investigaciones?

No han hecho nada por investigar su muerte. Mi suegro no acusa a la empresa ni al abogado, pero hay algo en mí que me dice que el señor Minchán tiene algo que ver. El día de la asamblea, él se retiró media hora antes y estaba nervioso cuando lo paró un patrullero. Creo que han desviado la investigación.

¿Cuál es ahora su día a día con su familia y sus hijos? ¿Qué esperan con respecto al avance de las investigaciones?

Espero que la justicia encuentre a los responsables y que paguen por lo que han hecho. Mi esposo no se merecía morir así. Luchó mucho por su comunidad, pero lamentablemente no está aquí para ver crecer a sus hijos.

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Karumi, Quipan, Santiago Guardamino

“Quizá de haber tenido más empresarios no estaríamos en esta situación”

Carlos Neuhaus, presidente del PPC, conversó con Sudaca sobre el relanzamiento del histórico partido de Luis Bedoya. El exdirector ejecutivo de los Juegos Panamericanos Lima 2019 habló del pasado y presente de su partido, se refirió a las posibles alianzas políticas y apoyó el pedido de cambios en la ONPE y JNE.

¿Por qué decidió entrar al terreno político en este momento de crisis?

Uno no puede quedarse quieto cuando ve que las cosas se deshacen delante de uno. He sido miembro del PPC desde el año 1978, cuando regresé de estudiar en el extranjero, me acerqué al partido porque en esa época había el tema de la constituyente. Ahora me pidieron que presidiera esta etapa de relanzamiento del partido. He armado un equipo y estamos viendo qué se puede hacer para los que pensamos que se tienen que unir fuerzas para salir de este torbellino en el que estamos hundiéndonos. Lo que queremos es que las fuerzas que piensan parecido se unan y no nos pase lo que está ocurriendo en Venezuela. 

¿Por qué un partido con décadas de historia como el PPC perdió lugar en la política peruana hasta el punto de no tener bancada en el Congreso?

Quizá eso es bueno ahora, porque hay gente muy buena que no está manchada, gente con experiencia tanto en el sector público como privado. Muchas de ellas son personas nuevas, son gente que quiere aportar y han visto en el partido la posibilidad de hacer algo bueno por el país.

Si el PPC tuviese que hacer una autocrítica, ¿cuál sería?

Podemos haber cometido muchos errores. No voy a entrar a indagar en la llaga, pero de los errores se aprende. El que no se tropieza no avanza. Los errores lo hacen a uno aprender. En ese sentido, el PPC es un partido renovado sin manchas. 

¿Quiénes serán los personajes que representarán esta nueva etapa del PPC?

Los nombres se van a ir apareciendo poco a poco. Cuando hicimos los Juegos Panamericanos, yo busque gente de primer nivel y la gran mayoría de personas entraron por concurso. Hay como sesenta personas que ya están trabajando en el plan de gobierno. Son gente de probado recorrido. Es gente profesional de primer nivel con experiencia en el sector público y privado.

¿Siente el respaldo del PPC para ser candidato presidencial?

A uno lo hacen presidente de un partido porque creen que es el líder que puede conducirlo. Más adelante se verá quién está en mejor capacidad de serlo.

¿A usted le gustaría ser el candidato del PPC?

Mi misión es fortalecer el partido y eso estamos haciendo. Ese es el primer objetivo que tenemos.

Durante muchos años, Lourdes Flores fue la imagen del PPC, ¿diría que Lourdes Flores fue un personaje que favoreció al partido o lo perjudicó?

Creo que ella ha sido favorable al partido. Es alguien que en el futuro puede ayudar bastante, tiene una lucidez de ideas tremenda y decidió hacerse a un lado para que otros surjan, como hizo el doctor Bedoya en su momento. 

¿Se equivocó al encabezar el discurso del fujimorismo que denunciaba un supuesto fraude?

Ella tenía información que le hacía pensar que era así. No tengo toda esa información que ella tenía, pero tengo cierta preocupación porque sabíamos que había lugares donde no había podido entrar la gente a votar. No hubo toda la transparencia que se  quería y eso empiezan a salir dudas.

¿Es necesario que, de cara a las próximas elecciones, cambien a los titulares de la ONPE y el JNE?

Creo que todas las personas cumplimos un ciclo. Como los deportistas y toreros, hay que saber retirarse. Cuando me tocó hacer los Juegos Panamericanos, a los tres o cuatro meses de terminado cerré el proyecto e hice la entrega a mi sucesor. No era necesario continuar. Pude haberme quedado, pero preferí dar el paso al costado. Es bueno saber retirarse a tiempo, porque da oportunidad para que otros entren y puedan mejorar lo que hizo el anterior.

¿No es peligroso que el Congreso influya en estos cambios en la ONPE y el JNE?

Se tienen que generar mecanismos que sean libres de toda sospecha. Vemos en el futbol que acusan al referí de estar a favor de un equipo y dos años después es al revés. Siempre tiene que haber un refresco de las autoridades y eso es bueno para la democracia.

¿La injerencia de agrupaciones políticas en la dirección de la ONPE y el JNE, a través de sus bancadas, no podría derivar en una situación como la que hoy se denuncia en Venezuela, donde se cuestiona que el Consejo Nacional Electoral (CNE) no es independiente?

A mí me preocupa mi país en general. Se tienen que buscar mecanismos transparentes. Lamentablemente tenemos un Congreso que no es el mejor y el anterior tampoco era ideal. Tenemos lo que tenemos por nuestra culpa. No sabemos elegir.

¿Se considera dentro del porcentaje de peruanos que desaprueban el trabajo del Ejecutivo y Legislativo?

Acá hay luces y sombras. Lo que pasa es que quizá son más sombras que luces. Por ejemplo, hemos visto el comportamiento de Cancillería que ha sido excelente en este caso de Venezuela. Pero, por otro lado, vemos que el déficit fiscal todavía no se controla y se permiten la creación de no sé cuántas universidades más cuando necesitamos mejorar la calidad educativa y le generan a la juventud falsas ilusiones.

¿Encuentra algo rescatable del Congreso?

En el Congreso veo muy poco. He hablado del caso puntual de Cancillería que ha hecho un buen rol últimamente. Pero en economía han sacado una nueva ley que reduce la capacidad de hacer obras por impuestos. 

¿El PPC le abriría las puertas a algunos de los actuales integrantes del Legislativo en caso lleguen a ser gobierno?

Quizá más adelante podría haber alguna excepción. Habría que buscarlos con lupa. Por ahí podría haber dos o tres. No nos hemos puesto en esta situación.

En varias oportunidades han hablado de la posibilidad de una alianza, ¿cuáles son los puntos innegociables para una alianza con el PPC?

Creo que el primer punto es el tema de si la persona tiene algún tema grave, lo que se llaman ´chicharrones´. Ahí no hay forma de ponerse de acuerdo. El segundo es que crean en la democracia, la libertad y la economía social de mercado. También que tengan valores y sepan gestionar. Nos encanta tener gente joven, profesionales que pueden gestionar y están apareciendo.

Ha dicho que Rafael López Aliaga es una persona con la que puede conversar, ¿podría ocurrir una alianza con Renovación Popular pese a que es señalado como un partido de ultraderecha?

Yo converso con el señor López Aliaga porque somos amigos de hace cuarenta años y tengo bastante confianza con él. Conversamos no necesariamente de temas políticos. Hemos conversado y trabajado para que Perú pueda tener los Juegos Panamericanos en 2027. Ha sido una coordinación bastante cercana. Puedo conversar con cualquier persona que crea que es honesta. Tengo amigos en la izquierda, centro y derecha. 

¿El PPC estaría cómodo compartiendo una alianza con Renovación Popular?

Nosotros vamos a sentirnos cómodos cuando establezcamos ciertos criterios y sobre eso vamos a trabajar. Los estilos de manejos son ya son particulares de cada quien y cada uno puede ser distinto.

¿Cómo ve la incursión de Carlos Añaños, quien también viene del sector empresarial, en la política?

Es una gran persona y puede apoyar bastante.

Existe cierto escepticismo con la imagen del presidente empresario, ¿cuál podría ser el aporte de Carlos Añaños a la política peruana?

¿Qué hay de malo? Quizá de haber tenido más empresarios no estaríamos en esta situación. Para los Juegos Panamericanos, yo los evaluaba por sus habilidades y ganas de trabajar. Muchos vinieron del sector empresarial e hicieron un gran papel. El empresario es emprendedor y en el Estado hay que emprender. Por lo general hemos estado en manos de gente que habla mucho y hace poco.

Hace unos meses llamó la atención una publicación en las redes sociales del PPC en la que cuestionaban un evento realizado en el marco del Día del Orgullo LGTBI por considerar que esos es divulgar una ideología y se meten con los niños, ¿esa es la postura del PPC con respecto a las personas LGTBI?

Nosotros respetamos todas las opciones. He trabajado con personas LGTBI y no he tenido ningún problema. La igualdad de posibilidades es para todos.

En ese marco de igualdad, ¿estarían dispuestos a proponer el matrimonio igualitario?

Ahí hay una discusión se está en proceso y al final será un tema de consciencia.

¿No lo tendrían presente en su plan de gobierno?

Nuestros puntos clave son la salud, la educación y la seguridad. Esos son los problemas centrales del país. En el camino, el plan es dar igualdad de oportunidades. Pero los problemas fundamentales son esos. Lo otro son temas de consciencia y que cada uno opine en función de su conciencia.

Se ha referido a la posibilidad de fusionar ministerios, como el de Educación con Cultura y el Ministerio de la Mujer con el de Desarrollo e inclusión Social, ¿cómo se puede lograr esta fusión sin que sin perjudicar los objetivos de sectores tan vulnerables como la educación y objetivos como la defensa de la mujer?

Justamente para atacar esos problemas principales es que tenemos que hacer eficiente el aparato estatal. Necesitamos un Estado fuerte y ágil para que pueda reaccionar a tiempo en la solución de los problemas. Lo que sucede ahora en muchas entidades es que los pases de pelota son increíbles. El ministro de Educación tiene que andar ocupado de construir escuelas y no puede atender a tiempo los problemas de la política educativa del país. Un ministerio de Educación que se dedique solamente a mejorar la calidad de la educación sería mucho más eficiente. Qué sabe un maestro de construir y qué sabe el medico de construcción.

¿Cómo convencer al electorado en un contexto que muestra grandes diferencias entre Lima y el resto del país?

Creo que la gente quiere resultados. Quieren que se resuelvan los problemas. Sí, están hartos del centralismo de Lima. Si hubiese centralismo eficiente que resuelve los problemas, no sería tan problemático, pero hay un centralismo agobiante que no sólo entorpece las cosas sino que ha bajado el nivel de la gestión pública a niveles increíbles. He estado recorriendo varios sitios del Perú y hay gente de muy buen nivel que quiere a su región. Hay gente de regiones que se está incorporando. Nosotros para el plan de gobierno lo que hicimos fue pedirle a cada una de las regiones que nos hagan llegar sus problemas y soluciones. 

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