Como se sabe, el Perú está sufriendo dramáticas consecuencias durante la pandemia, y se encuentra entre los países con mayor número de contagios y muertes en el mundo. Las razones inmediatas son bastante conocidas: nuestra salud pública tiene una gran insuficiencia de insumos materiales y humanos para atender a pacientes graves de COVID-19, y la salud privada sólo es accesible para la minoría que la puede pagar.

 

La gran esperanza de evadir el virus son las vacunas, pero varias autoridades han dicho  claramente que las que están en el país no evitan el contagio, sino sólo atenúan la gravedad de los síntomas. La explicación es extraña, porque debilita el argumento de la obligatoriedad vital y moral de inmunizarse vía inyecciones. Y quizá es un mensaje estratégico para seguir promoviendo la inoculación sin decir lo cierto: que las vacunas eficaces – en este caso para un virus muy mutante – estarán listas en años. Ojalá uno se equivoque con estas especulaciones, pero lo indiscutible es que seguimos expuestos al contagio, y peligran miles de vidas.

 

En este escenario, el gobierno ha retomado los confinamientos. El primer periodo de encierro estuvo lejos de ser prolijo, porque no se cuenta con la capacidad estatal suficiente para asegurar el cumplimiento de lo decretado, y porque la gente – más aún sin ayuda económica estatal – tiene necesidades que no puede resolver fuera del espacio público y libre de aglomeraciones. Sin embargo, la medida logró bajar la demanda hospitalaria para casos graves de contagio, y el sistema de salud se alejó del colapso por un tiempo. La economía, como se esperaba, quedó severamente deprimida. Todo indica que el actual confinamiento tendrá resultados y plazos similares.

 

Muchos progresistas han relacionado la situación crítica que ha mostrado nuestro sistema de salud en la pandemia con el modelo económico vigente. Es posible que una parte del asunto tenga que ver con esto, la otra con 200 años de subdesarrollo. Y una última con el hecho de que la institucionalidad occidental de salud pública parece estar incapacitadas para epidemias muy contagiosas, como ésta y otras que estarían próximas por razones ambientales. No sólo en el Perú ha habido colapso sanitario, también ha sucedido en varios países de Latinoamérica, Asia y Europa, además de Estados Unidos. Y en muchos otros el desplome ha estado cerca. Cualquier oferta hospitalaria del mundo puede llegar rápidamente a su límite final si, de pronto, grandes volúmenes de la población necesitan cuidados e infraestructura médica de emergencia.

 

Pero volviendo al punto: no hay solución satisfactoria a la vista para los contagios, y por lo tanto, la epidemia seguirá trayendo terribles consecuencias por varios años, con el riesgo de llevarnos a una situación de grave inviabilidad política y económica, en medio de muertes masivas. En ese dramático escenario, me parecería un grave e histórico error negarnos a mirar otras perspectivas de salud y sanación, y sobre todo aquella que tenemos a la mano: la del Perú milenario.

 

La medicina pre-hispánica, como otras no occidentales, parte de una cosmovisión en la que tanto la realidad natural como el hombre tienen una energía dinamizante intrínseca. En el humano, una parte esencial de este fundamento generativo sería el sistema inmunológico, que es nuestra capacidad de supervivencia frente al resto de la naturaleza, pues debe reconfigurarse constantemente para eliminar a los millones de virus nocivos del ambiente, y sus mutaciones. Por ello, la perspectiva medicinal andina encontraría que el camino más seguro para enfrentar las infecciones – inevitables frente a un antígeno tan contagioso y cambiante – es implementar una política nacional de fortalecimiento inmunológico masivo. Dudo que haya médico que discuta que un sistema inmunológico óptimo es la mejor defensa frente a epidemias de cualquier tipo, y que en ese fin supera por mucho a cualquier vacuna, finalmente un imperfecto diseño humano de defensa viral focalizada.

 

Para lograr el refuerzo inmunológico deseado, nuestros ancestros acudirían a sus grandes conocimientos de nutrición y botánica, y encontrarían que, en suelo peruano, hay muchos insumos para diseñar dietas que logren ese fin. Se trataría, en lo fundamental, de sumar probióticos (chicha de jora sin azúcar, masato, tocosh), verduras y productos integrales (sin refinamiento industrial) a nuestras comidas, y de eliminar azúcar, frituras y aditivos químicos (conservantes, colorantes, saborizantes, etc.). Al cabo de unos meses, se tendrían que evaluar los sistemas inmunológicos correspondientes, y en la medida en que se lograsen los resultados esperados, la gente iría retomando su vida pre-pandémica.

 

De la experiencia de sanadores que todavía hoy curan de esta manera, se sabe que el cuerpo responde muy rápidamente a los procesos regenerativos. Para grupos jóvenes en relativa salud, de entre 20 y 30 años, podríamos estar hablando de un mes de régimen. Y para adultos mayores y otros grupos vulnerables (obesos, hipertensos, diabéticos, otros), el tiempo de retorno a su quehacer habitual dependería de cuánto se demorasen en regenerar sus deteriorados sistemas inmunológicos, lo que está sujeto a la situación inicial de cada caso. De cualquier forma, la red de servicios de nuestro sistema de salud está en condiciones de realizar todas las evaluaciones individuales necesarias para garantizar la reconstitución inmunológica del interesado, antes de recomendar su libre exposición al entorno.

 

En paralelo a este importante esfuerzo de dieta regenerativa, la medicina pre-hispánica recomendaría el cultivo del espíritu, lo que habitualmente llamamos salud emocional. En la cosmovisión andina, el hombre es cuerpo y alma, y éstos sanan juntos. Y la forma de fortalecer al segundo es entrando contacto con su fuente, que es la naturaleza. A dicha hondura, el espíritu llega a través de la aproximación física, la meditación o el uso de plantas maestras, sumado a una indispensable actitud de aceptación de las limitaciones sensorial-cognitivas del ser vivo frente a la profundidad esencial. La racionalidad occidental queda muy corta aquí.

 

Obviamente, no es fácil poner en práctica una política como la aquí planteada. A diferencia de nuestras culturas pre-hispánicas, no tenemos grandes reservas de alimentos para resistir   emergencias, ni un sistema de distribución de productos centralizado por el Estado. Tampoco la convicción de que el cuerpo se fortalece y renueva a través de una reconexión alimentaria y espiritual con la naturaleza. Pero incluso sin todo ello, es posible concretar esta propuesta.

 

Para asegurar que los productos de nuestra geografía lleguen a todos los puntos de venta del país, el gobierno tendría que implementar circuitos de producción y distribución para dichos insumos, los que usualmente provienen de la agricultura familiar – ahora muy golpeada, pero cada vez más indispensable para nuestra seguridad alimentaria. Además, tendría que impedirse la venta de alimentos nocivos para el sistema inmunológico, usualmente los más comerciales. En el ideal, este programa debería ejecutarse con la colaboración del sector privado, siempre que éste entienda el delicado e insoluble momento nacional, y el inevitable futuro naturalista del mercado mundial. De resistirse, el gobierno gozaría de total legitimidad para forzar el cumplimiento de sus decisiones.

 

Es claro que este proyecto tendría que estar dirigido desde Palacio de Gobierno, y tratado como una política nacional de la mayor trascendencia histórica, dado que podría sacarnos de la pandemia y quizá llevarnos hacia un nuevo destino como país. El presidente, apoyado por otros liderazgos políticos y científicos, y de la mano de los medios de comunicación, sería el primer encargado de conversar permanentemente con la ciudadanía, explicando los fundamentos del programa e insistiendo en los nuevos hábitos alimenticios y emocionales. Es todo un liderazgo, ciertamente, pero pienso que el presidente Sagasti tiene la visión de Estado suficiente como para analizar este modelo sin conservadurismos, ajustarlo a su posibilidad decisoria y, por lo menos, iniciarlo como camino alternativo. Desde luego, es imposible concretar esta propuesta sin ayuda económica durante la regeneración inmunológica masiva, de tal forma que se asegure el retiro obligatorio en los hogares.

 

Finalmente, debemos observar que este camino no sólo nos daría la posibilidad escapar de la epidemia, sino también traería trascendentes externalidades, para nosotros y nuestros hijos: muy significativas mejoras en salud física y espiritual,  enriquecimiento perceptivo de la realidad, aumento de nuestras productividades individuales, mayor sensibilidad ecológica, hábitos alimenticios inteligentes, seguridad alimentaria nacional, empuje al actual relanzamiento de la agricultura familiar, posicionamiento geopolítico mundial, y desarrollo finalmente. En cualquier escenario, incluso en el de un plazo prolongado de diseño y armado, esta salida es mucho más rápida que los varios años que debemos esperar para recibir vacunas contra el contagio. Y no es excluyente con la decisión de vacunarse en cualquier momento.

 

Siempre es difícil romper con los sentidos comunes, incluso cuando están en crisis. Pero hoy podría estarse jugando nuestra viabilidad económica y política, así que tenemos la obligación de escuchar toda solución que suene factible, más aún si ésta no es riesgosa y nos empuja hacia un camino de verdadero progreso.

 

* Los contenidos de este texto, y en particular lo referido a la dieta de fortalecimiento inmunológico propuesta y sus plazos, han sido discutidos con Kusy Trigo, ingeniera de alimentos y magíster en bioquímica.

El pasado 3 de febrero, la directora del hospital psiquiátrico Víctor Larco Herrera, Elizabeth Rivera Chávez, envió una carta al periodista Juan Carlos Chamorro, de Sudaca. En la misiva, Rivera solicita que este medio haga aclaraciones o correcciones al artículos que publicó el 31 de enero, titulado “Los hospitales psiquiátricos, la (otra) grave crisis que ha desatado la pandemia”, que el lector puede revisar en el siguiente link.

El citado artículo aborda la precaria situación en la que ha caído la atención de los tres principales hospitales psiquiátricos de Lima luego de que el Covid-19 aterrizara en el país. Se abordan primero -y con mayor énfasis- los casos del Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado – Hideyo Noguchi y del Hospital Hermilio Valdizán. Finalmente, se menciona al Víctor Larco Herrera en base a un caso puntual de un paciente que se escapó y hoy vive en la calle.

A continuación, Sudaca publica la carta enviada por la directora del Larco Herrera y, más abajo, responde a sus cuatro puntos relevantes:

 

3) Consultas externas: Sobre este punto, Sudaca informó que el Larco Herrera no atiende consultas externas de forma virtual ni presencial de pacientes nuevos. Vale decir que, si una persona que no se ha atendido antes en el hospital llama por teléfono, no podrá sacar una consulta externa porque no tiene historial clínico. Tampoco lo podrá hacer vía chat porque ese servicio solo es para los pacientes antiguos, o “continuadores”.

Como dice la carta enviada a este medio, en el Larco Herrera las atenciones a los pacientes antiguos, con historial clínico, sí se realizan. Todo paciente nuevo, en cambio, es obligado a pasar antes por su red de salud local (“comunitaria”), las cuales -la mayoría de las veces- no tienen en la práctica la capacidad operativa ni humana para recibirlos y derivarlos.

Efectivamente, en la primera versión del artículo publicado por Sudaca no quedaba del todo claro que este medio se refería a las consultas con pacientes nuevos. La precisión, sin embargo, fue realizada por este medio varios días antes de que la directora del Larco Herrera enviara su carta y de motu proprio. Sin embargo, por trabajos técnicos en nuestra web -que empezaron a realizarse al día siguiente de publicado el artículo-, el cambio no fue actualizado en la nueva web. Hemos vuelto a realizar la precisión correspondiente.

4) La fuga del señor Arce: El pasado sábado 30 de enero, el reportero a cargo de la nota encontró al paciente Richard Arce caminando sin mascarilla por las calles de Magdalena, muy cerca al Larco Herrera. Este medio reafirma lo escrito sobre este paciente: se escapó de dicho hospital psiquiátrico. Incluso, la propia directora lo afirma en su carta: “egresó de nuestro hospital de manera subrepticia, dado que pudo burlar nuestra seguridad porque su comportamiento es de una persona normal”.

El hospital afirma que luego se le dio el alta médica al señor Arce, algo que no se opone en ningún extremo a lo publicado por este medio. Asimismo, Sudaca ha vuelto a comprobar tras la publicación del reportaje que el paciente habita actualmente en la calle, cerca del lugar donde lo encontramos (cruce de avenidas Brasil y jirón Inclán).

Es importante recordar que nos encontramos en un periodo de pandemia por el Covid-19 y que el señor Arce no usa mascarilla dada la precariedad de la condición en la que vive. Su salud, fuera del Larco Herrera, corre un alto riesgo.

5) ¿Preocupación o calidez?: El quinto punto de la carta del Larco Herrera es confuso, pues no busca desmentir hechos o información fáctica, sino percepciones y sentimientos. Dicen que “no hay preocupación” por los pacientes que han enfermado de Covid-19 -los que son tratados allí desde antes de la pandemia. En cambio, la carta asegura que “hay calidez”. Este medio ha solicitado entrar al hospital psiquiátrico para poder comprobar lo que dice la misiva, pero su ingreso fue negado. Mientras tanto, no queda mucho que responder a este punto.

6) Empleados muertos por Covid-19: El médico psiquiatra Óscar Villanueva ha informado a Sudaca que el año pasado murieron 10 personas en el Larco Herrera y en lo que va de este año, otras 12. Estas son cifras extraoficiales y Sudaca ha confirmado que son las que maneja el personal médico, que tenía trato directo con el personal fallecido.

No existe una cifra oficial por parte de la dirección del Larco Herrera y, precisamente, el personal médico está a la espera de que se transparente la información al respecto. La directora del Larco Herrera le dice a Sudaca que ese número “no es preciso”, pero omite precisar un número de fallecidos.

¿Cuál es el número preciso de muertos por Covid-19 y quiénes son? Extendemos nuevamente la pregunta al hospital. Cabe agregar que antes de la publicación del artículo, Sudaca envió un completo pliego de preguntas al Ministerio de Salud, cartera a la que está adscrito el Larco Herrera. Estas fueron recibidas pero se optó por no responder. Por transparencia, se debería comunicar -a trabajadores y a la opinión pública- cómo se está enfrentando la pandemia dentro del nosocomio.

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Cartas, Lectores

El Gobierno todavía está por anunciar algunas medidas económicas para la nueva cuarentena. Sin embargo, el economista Alejandro Indacochea, considera que los escasos recursos que se tienen deben ir hacia la población en emergencia, antes que a la reactivación de empresas.

Por María Claudia Medina

Durante su participación en el CADEx Perú Compite 2021, el ministro de Economía, Waldo Mendoza, indicó que la economía peruana no hubiera podido salir adelante después de la primera cuarentena sin políticas como Reactiva Perú, un programa al que consideró como un “respirador mecánico” para las empresas. En esta nueva cuarentena, todavía no se ha dispuesto de una medida similar, pero la posibilidad aún está en evaluación.

De acuerdo a la ministra de Comercio Exterior y Turismo, Claudia Cornejo, se han puesto sobre la mesa diferentes tipos de medidas y algunas tienen que ver con préstamos como Reactiva o FAE Turismo. Si bien ambos programas tenían por objetivo darle capital de trabajo a las micro y pequeñas empresas (mypes) con garantías del Gobierno, no todo el dinero se llegó a colocar y en el caso del FAE Turismo hasta se devolvió parte del presupuesto.

“La segunda etapa de Reactiva no se ha usado porque (las mypes) no cumplen con los requisitos. El primer Reactiva se usó desproporcionadamente, pero cumplió su función y el Reactiva II no. Ahora, los recursos son escasos. Para este año, la caída de ingresos en Sunat está alrededor del 20% a 25%. No hay recursos para atender a todos los negocios, hay que priorizar a los que estén en emergencia”, indica el economista Alejandro Indacochea.

El escenario para las mypes

En opinión de Indacochea, las mypes más afectadas por la falta de liquidez son las informales que no tienen acceso a los préstamos bancarios y están lideradas por independientes de bajos recursos, los mismos que pueden ser atendidos por el bono social de emergencia propuesto por el Gobierno y otras ayudas que deben darse de forma urgente.

“Los comerciantes más pequeños no tienen incluso ningún registro formal así que vamos a perder tiempo tratando de llegar así. No estoy convencido de un bono monetario que genere colas en los bancos. Se tiene que hacer un reparto de canastas alimentarias con las Fuerzas Armadas durante el horario de toque de queda. Hay que reforzar las ollas comunes y parte de la distribución podría hacerse con las Iglesias, que saben bien cómo llegar a los sectores de extrema pobreza”, comentó.

De lanzarse un nuevo paquete de Reactiva, incluso dentro de las mypes formales, existe el riesgo de que muy pocas participen pues se necesita tener una clasificación “normal” o “con problemas potenciales” antes de ser beneficiario del programa, y después de un año de pandemia, su historial crediticio se ha deteriorado.

Antes que un nuevo paquete, las mypes que han obtenido estos préstamos, como las del sector turismo, están solicitando que se extienda el periodo de gracia de un año que se les había concedido. Según la Asociación Peruana de Agencias de Viajes y Turismo (Apavit), de otra manera, les resultará imposible cumplir con estas obligaciones.

Las actividades de inspección técnica, industrias, actividades deportivas, construcción de vías, entretenimiento y materiales educativos no están permitidas.

Por Samanta Alva

Ayer domingo 31 de enero inició la nueva inmovilización social obligatoria con el fin de controlar y reducir los contagios por la COVID-19. Hasta el 14 de febrero, los trabajadores de las regiones en la categoría de alerta extrema, como Lima y Callao, deberán tramitar un pase laboral para circular, y en caso deban hacerlo en transporte particular, el pase vehicular será un requerimiento.

Estos pases, que puedes solicitar aquí, son accesibles únicamente para los trabajadores que laboran en actividades consideradas como esenciales por el gobierno, y que seguirán desarrollándose durante estas dos semanas de inmovilización.

Actividades no permitidas

Las actividades relacionadas a servicios de inspección técnica, industrias, actividades deportivas, construcción de vías, entretenimiento y materiales educativos no están disponibles en las regiones con nivel de alerta extremo.

Actividades permitidas con pase laboral

Alimentos: Servicios de adquisición, producción y abastecimiento de alimentos.

Farmacéuticos y primera necesidad: Servicios de adquisición, producción y abastecimiento de productos farmacéuticos y de primera necesidad.

Agricultura: Todas las actividades de agricultura, pecuario, caza y silvicultura, insumos y servicios conexos.

Pesca y acuicultura: Todas las actividades del rubro, insumos y servicios conexos.

Construcción: Todas las actividades del rubro, insumos y servicios conexos. Actividades de arquitectura e ingeniería para trámites de licencias, supervisión, inspección de obra y levantamiento de información.

Servicios públicos: Tratamiento de agua potable, residuales y evacuación. Captación, tratamiento y distribución de agua. Prevención de riesgos de desastres. Mantenimiento de espacios públicos y áreas verdes. Limpieza y recojo de residuos sólidos. Producción, almacenamiento, comercialización, transporte, y distribución para la continuidad de los servicios de agua, saneamiento, gas de uso doméstico y combustibles. Servicios funerarios. Servicios de reciclaje. Actividades de envase y empaque. Servicios de almacenamiento de abonos y materias primas agropecuarias, artículos de plásticos, vidrio, papel, cartones, aserradura de madera, y hielo. Servicios de almacenamiento. Actividades para la organización de procesos electorales.

Servicios técnicos: Carpintería, gasfitería, electricidad, mantenimiento de artefactos y reparación de equipos. Lavandería, ferreterías, servicios de limpieza. Soporte de TI y reparación de equipos de cómputo. Apoyo a instalaciones asociadas a limpieza, apoyo a edificios y mantenimiento de jardines. Servicios notariales.

Servicio profesional: Actividades jurídicas. Ensayos y análisis técnicos para las actividades económicas permitidas. Investigación, innovación y desarrollo experimental relacionadas a las actividades económicas permitidas. Actividades inmobiliarias realizadas con bienes propios o arrendados. Actividades inmobiliarias realizadas a cambio de una retribución o por contrata.

Salud: Servicios y establecimientos de salud, odontología, rehabilitación, reproducción asistida, diagnóstico, oftalmología, veterinarias.

Finanzas: Entidades financieras, seguros y pensiones y actividades conexas.

Transporte: Férreo, terrestre, marítimo y fluvial. Servicios de transporte terrestre de trabajadores y pasajeros en ámbito provincial, modalidad de taxi, y con vehículos menores.

Transporte aéreo: Actividades aeronáuticas no comerciales. Actividades relacionadas al transporte aéreo. Actividades de servicios vinculadas al transporte aéreo. Traslado aéreo desde y hacia el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, no incluye a los departamentos de Huánuco y Junín.

Carga: Transporte de carga, mercancías, encomiendas, mudanzas y caudales.

Seguridad: Actividades de seguridad privada y sistemas de seguridad.

Asistencia: Asistencia y cuidado a personas adultas mayores, niñas, niños, adolescentes, dependientes, personas con discapacidad o personas en situación de vulnerabilidad.

Delivery: Tiendas en general, centros comerciales, galerías, conglomerados y tiendas por departamentos, restaurantes, supermercados, bodegas y farmacias. Actividades postales y de mensajería.

Comercio: Alquiler y arrendamiento operativo de vehículos automotores y otros tipos de maquinarias, equipos y bienes tangibles. Entrega de inmuebles y servicios post venta. Puntos de venta de servicios de telecomunicaciones ubicados en supermercados, mercados, bodegas y farmacias.

Hoteles: Hoteles categorizados, hospedaje (apart hotel) y transporte turísticos. Albergues, hostales y establecimientos de hospedaje no clasificados y categorizados.

Minería: Todas las actividades del rubro, insumos y servicios conexos.

Telecomunicaciones y servicios: Medios de comunicación. Actividades de centrales telefónicas, incluye call centers con 50% de aforo. Radiodifusión, instalación, despliegue, mantenimiento preventivo y correctivo de redes para servicios públicos de telecomunicaciones. Actividades de telecomunicaciones alámbricas, inalámbricas y satélite, otras actividades de telecomunicación y otras actividades de servicios de apoyo a las empresas NCP.

Control: Trabajo en el cumplimiento de las funciones de control vinculadas con la emergencia sanitaria por el COVID-19 en el marco de la Ley Nº 31016, excepto el personal de la Contraloría General de la República, de los Órganos de Control Institucional, de la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral – SUNAFIL ya los inspectores de trabajo de los Gobiernos Regionales.

Sector público: Servicios necesarios para la atención de acciones relacionadas con la emergencia sanitaria producida por el COVID-19.

Comercio electrónico: Venta de vestuario, calzado y electrodomésticos, así como provisión de libros, útiles escolares y artículos para oficina, con fines de educación y trabajo.

Hidrocarburos y energía: Todas las actividades de hidrocarburos y energía, insumos y servicios conexos.

Manufactura primaria y no primaria: Todas las actividades del rubro, insumos y servicios conexos.

La claridad en cuanto a stock de productos y fechas de entrega son clave para mantener a nuestros clientes satisfechos en este contexto de incertidumbre.

Por Samanta Alva

Durante la primera cuarentena, 7 de cada 10 compradores en línea realizaron compras por Internet, según un estudio de Ipsos Perú. Los principales productos que compraron fueron alimentos (65%), moda (36%) y equipamiento del hogar (34%).

Ahora nos enfrentamos nuevamente a una inmovilización social obligatoria, con carácter de alerta extrema en la capital, lo cual puede afectar el flujo de ventas, pero es también una oportunidad para fidelizar a nuestros clientes actuales y a quienes pudimos alcanzar en los últimos meses. Según expertos en ventas de HubSpot, la tasa de éxito de venta con un cliente existente es del 60%, mientras que la tasa de éxito de venta con un nuevo cliente oscila entre un 5% y 20%.

Acercarse a los clientes en pleno distanciamiento

Para José Becerra, director de proyectos de Costumer Expericence en IPSOS son dos acciones clave las que pueden permitirnos acercarnos a nuestros clientes y generar experiencias memorables.

  • Trato justo: En estos tiempos de pandemia, es importante que los clientes no sientan que los negocios intentan aprovecharse de ellos. “Esto es capaz de dañar la reputación de la marca”, afirma el experto.

Algunos ejemplos de trato justo por parte de algunas empresas son: las aseguradoras en la categoría de automóviles que dejaron de cobrar seguros durante el confinamiento porque sabían que los clientes no usarían sus autos durante este periodo, proveedores de servicio de Internet que aumentaron la capacidad de datos sin costos extra, bancos que flexibilizaron los pagos de préstamos durante los primeros meses de pandemia o compañías que ofrecieron vales de descuentos como disculpa por fallar en el delivery de productos. Esto responde también a adaptarse al contexto y brindarle facilidades a los clientes para que sientan que la marca los respalda en tiempos difíciles.

  • Certeza: “Las decisiones de los clientes en el día a día pueden implicar cierto nivel de incertidumbre, particularmente en el período en el que estamos atravesando una pandemia, por lo que las marcas deben brindar información clara y una propuesta de servicio consistente”, indica Becerra.

Algunos ejemplos de cómo brindar certeza a nuestros clientes son: el canal de e-commerce que usemos para las ventas debe tener información clara de qué productos están disponibles o no de inmediato, el envío de correos electrónicos o SMS de confirmación luego de realizar una compra, envío de notificaciones de estatus luego de realizar algún reclamo formal o que el producto comprado por el canal online llegue a destino en la fecha pactada.

Con una nueva cuarentena por delante, es importante darle armonía a la vida laboral, evitar el sedentarismo y generar un vínculo en el equipo de trabajo, a pesar de la distancia, aconsejó Claudia Draghi, profesora de Pacífico Business School.

Por María Claudia Medina

Los contagios del COVID-19 han obligado a decretar una nueva cuarentena y retornar al teletrabajo, pero esta vez, el ánimo de los trabajadores no es el mismo, existe lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha denominado fatiga pandémica. Según Claudia Draghi, profesora de Pacífico Business School, se trata de una sensación de desesperanza producida por el esfuerzo que se hizo todo el año y la desazón de que continúe.

“La mayoría de personas le pusimos una luz al final del túnel con el año nuevo, pero en realidad lo que llegó fue la segunda ola. Es como una maratón en la que se corre a más no poder y todo queda en un espejismo. Eso se está volviendo como una bola de nieve de estrés laboral, ausentismo y otras enfermedades”, comentó.

Incluso, recordó que hay artículos científicos que ya hablan de esta pandemia como una sindemia, una conjunción de varias enfermedades distintas que se desarrollan al mismo tiempo. Por ello, consideró que tanto trabajadores como líderes de equipos de trabajo están en la necesidad de buscar formas de gestionar estas emociones.

Formas de combatirlo

A nivel personal, precisó que cada persona debería, en primer lugar, empezar a admitir que el camino para recuperar la “antigua normalidad” va a tomar más tiempo del que esperábamos y hay que acostumbrarnos a esta realidad. Después, recomienda trazarse nuevos objetivos y preocuparse por el bienestar físico y mental.

“Entender que no va a haber una nueva normalidad es importante. Lo segundo es no perder la dirección, pero sí redefinir objetivos, y lo tercero obligatorio es cuidarnos, pero no solo en términos físicos de no salir, sino cuidarnos físicamente, por ejemplo, de los altos niveles de obesidad y sedentarismo”, indicó.

Para las personas que están a cargo de un equipo, sugirió tomarse unos minutos a la semana para preguntar a todos cómo están, aunque la respuesta sea dura, es importante preguntarlo, porque muchas veces la gente solo necesita ser escuchada.

“Lo que tenemos que hacer es buscar formas de generar los vínculos que les hagan recordar que son un equipo, a pesar de la distancia y los bajos resultados, un aspecto que también afecta la moral del equipo. Como no van bien las cifras y son pocas las industrias que han podido mejorar, tienes que hablar del problema”, aseguró.

Precisó que ocultar la real situación de la empresa no solo genera más incertidumbre en el equipo de trabajo, sino que permite que los empleados también escondan información. “Es preferible decirle a la gente qué se logró y qué no. Si me ocultan las cosas, actuaré en concordancia con eso, ocultar mis resultados”, estimó.

Agregó que prender las cámaras durante alguna reunión por zoom o cualquier otro programa de videollamada ayuda mucho a generar esa vinculación en un ambiente laboral.

Asociación de Contribuyentes propone modificar medidas para combatir la segunda ola: Que negocios no cierren a las 6pm, que se permita el recojo de pedidos en restaurantes y se divida a Lima en diversas zonas de riesgo. Advierten que podrían cerrar 3.500 restaurantes.

Las medidas restrictivas implementadas por el Ejecutivo para enfrentar la segunda ola del Covid-19, comenzarán a regir desde este domingo 31. La Asociación de Contribuyentes aseguró que la cuarentena, tal y como está planteada, podría hacer que muchas empresas quiebren en estos 15 días de confinamiento, por lo que propuso la eliminación del “toque de queda” de las 06:00 p.m. para los negocios para evitar aglomeraciones, así como dividir a Lima en zonas de riesgo con cuarentenas focalizadas.

“Esta cuarentena que se quiere imponer en estas dos semanas, es un modelo que ya ha fracasado”, aseguró José Ignacio Beteta, presidente de la Asociación de Contribuyentes, centro de investigación que tiene como misión vigilar el uso del dinero de los contribuyentes recaudado por el Estado. “Muchas empresas, aunque no lo crean, en estos 15 días, pueden quebrar”, advirtió.

“Proponemos una cuarentena inteligente que ponga un punto medio donde -efectivamente- se vuelvan más rigurosas las medidas sanitarias, pero se eviten los errores de la cuarentena pasada”, aseguró. Por ejemplo, dice, se debe eliminar la limitación horaria de las 6:00 pm para negocios como bodegas, mercados itinerantes o farmacias. “Esa medida funciona a modo de toque de queda para los negocios y eso puede generar aglomeraciones, tal como ocurrió en el pasado. Millones de peruanos no pueden comprar para varios días sus alimentos y bienes esenciales. Esta restricción es a todas luces equivocada”, indicó.

Aunque los restaurantes no cerrarán del todo y podrán hacer delivery las 24 horas del día, Beteta, plantea agregarle otra medida: “El sector gastronómico y turismo emplea a dos millones de personas. Lo que planteamos es que los restaurantes (en las zonas consideradas extremas como Lima y Callao) no abran, pero que también se les permita entregar el producto en la puerta. Que hagan un sistema de recojo en tienda”, señaló.

Recordemos que en los últimos diez meses cerraron unos 70 mil restaurantes en todo el país por la crisis económica provocada por el Covid-19 y el representante de la Unión de Gremios y Asociaciones de Restaurantes, José Luis Silva Martinot, calculó que el confinamiento de 15 días pone en riesgo a unos 3,500 que corren el riesgo de salir del mercado.

Piden reducción de impuestos

Otra de las propuestas formuladas por las Asociación de Contribuyentes es ampliar la oferta de transporte público y permitir el desarrollo de actividades de producción textil y manufactureras sin venta directa al público. Así como permitir la movilización individual en bicicleta, sin restricción horaria y que se pueda hacer deportes libres (correr, caminar, ejercicios individuales) en espacios públicos. Además de permitir el uso de transporte privado, para una sola persona, para acudir a establecimientos que proveen servicios esenciales.

Finalmente, saludó la suspensión del Impuesto a la Renta, IGV y el impuesto selectivo al consumo, por 30 días y en las zonas consideradas en situación extrema. “La medida aplicada por el Ministerio de Economía es correcta, ayuda en algo. Pero no es suficiente. Se deben reducir los impuestos en general y así se pueda lograr un crecimiento más sostenible de las empresas”, sentenció Beteta.

e vienen quince días duros: haz un plan b , infórmate y reinvéntate, las claves para que tu negocio no se vea tan afectado.

A menos de 48 horas de que inicien las medidas sanitarias anunciadas para enfrentar la segunda ola del coronavirus, existen muchas preocupaciones sobre el impacto económico que puede generar, sobre todo entre los emprendedores. Habrá atención parcial de negocios, inmovilización social, los comercios tendrán que cerrar a las 6 de la tarde y en casos como centros comerciales deberán cerrar sus puertas por quince días. Cada medida es diferente según la situación en la que se encuentre cada región. Esto hace que nos preguntemos ¿Cómo lograrán los negocios “sobrevivir” durante estos 15 días?

José Camacho Tapia, gerente central de negocios de Caja Trujillo, ofrece 4 consejos que nos ayudarán a salir adelante durante este periodo de nuevas restricciones.

Crea nuevos productos. Pierde el miedo y reinvéntate. Hacerlo ha sido el salvavidas de muchas empresas durante la pandemia. Para crear nuevos productos, analiza a tu público, sus necesidades y el contexto, y no temas en crear nuevas cosas para ellos. Esto podría ser una gran oportunidad para tu negocio y su crecimiento. Recuerda que la reinvención hizo que muchos emprendedores salieran adelante durante el primer confinamiento.

Migra al plan B. No solo la pandemia nos obliga a vivir pensando en las acciones que realizaremos en el día a día o en el corto plazo. Nuestro contexto está en constante cambio. Por ello, crea planes de contingencia para tu negocio. De esta forma, estarás preparado para afrontar una posible cuarentena más larga o algún otro cambio. Conversa a tiempo con tus proveedores y acreedores para buscar alternativas y no romper la cadena de pagos.

Convierte la amenaza en una oportunidad para tu reputación. Emplea tus redes sociales para reforzar tu reputación. Produce “posts” que muestren que cumples con los protocolos de bioseguridad y refuerza el mensaje de cuidado y de respeto de la cuarentena. Emite mensajes positivos y haz notar que tu empresa está comprometida en la lucha contra el Covid-19.  Puedes, a través de tarjetitas, invitar a tus clientes para que apoyen a los emprendedores y apelar a los sentimientos de unidad y solidaridad para impulsar nuestra economía. De esta forma, tu marca podrá ser reconocida como responsable y comprometida con la sociedad.

Ahorros, la mejor opción. Cuenta siempre con un monto de emergencia. Ahorrar parte de tus ganancias mensuales serán de mucha ayuda para atravesar esta segunda cuarentena, pues podrás usarlo como ‘colchón’ en el peor escenario. Puedes abrir una cuenta de ahorros de manera 100% digital.

Infórmate sobre las medidas económicas del Gobierno. Presta atención a las medidas que las autoridades anuncian para enfrentar esta cuarentena como los bonos, la prórroga del pago de tributos y la reprogramación de deudas.

En cuarentena los clientes difícilmente podrán movilizarse e ir hacia nuestro negocio. Nuestro emprendimiento debe llegar a ellos, afirma experto. ¿Cómo reinventarnos?

En tiempos de incertidumbre como los que vivimos, el ingenio siempre sale a flote. Es en ese momento que el espíritu emprendedor no nos permite claudicar y nuestra fortalezas nos hacen salir adelante. En la siguiente entrevista con Gianpier Boucher, administrador de empresas y colaborador de piensa.pe, nos da algunos tips, para reinventar un negocio en tiempos de cuarentena.

¿Cómo puedo armar una estrategia para reinventar mi negocio durante la cuarentena?

Lo primero es perder el miedo o la vergüenza a cambiar de estrategia o de modelo de negocio. Ninguna empresa grande o pequeña es inmune a las crisis.

En segundo lugar, es necesario que el negociante pueda escuchar, investigar a sus clientes y saber las necesidades que enfrentan en estos momentos. Tal vez no cuente con algo que pueda satisfacer esa necesidad y no se haya visto. Para ello, es necesario implementar y mejorar los canales de comunicación. Adicionalmente, es necesario que el empresario impulse sus redes sociales y la estrategia web. En un tiempo de cuarentena las personas difícilmente pueden movilizarse y no irán hacia uno, uno debe llegar a ellos.

Una vez que se haya conseguido esto, es necesario identificar qué se puede hacer para comenzar con poca inversión o que no cueste mucho. Lo importante es ir consiguiendo victorias tempranas que ratifiquen el camino o que te enseñen por dónde debes ir.

¿Qué debo hacer primero: enfocarme en digitalizar mi negocio o en satisfacer al cliente?

Las dos estrategias no se oponen, es más pueden ser complementarias. Es primordial que el empresario esté seguro de que está escuchando y atendiendo las necesidades de sus clientes.

Si está en operación puede continuar satisfaciendo las necesidades de sus clientes mientras va implementando la estrategia de digitalización.

Ahora, es muy importante entender que digitalización no necesariamente implica grandes proyectos tecnológicos o compra de ERPs muy sofisticados.

Lo principal es la agilidad para aprender y tomar decisiones para satisfacer y ganar más clientes. Esto se puede ir haciendo al implementar formas de entender a los usuarios y de estar en contacto con ellos. Así se puede ir digitalizando y satisfaciendo las necesidades del cliente.

Adicionalmente, es necesario generar expectativa para nuevas mejoras en el producto o servicio que ofrezca y con eso aumentar el compromiso de los clientes ya que esperarán algo mejor de la empresa.

¿Puedo reinventar mi negocio en tan poco tiempo o se requiere de una estrategia más larga?

Es necesario tomar acciones rápidas que permitan responder a esta situación y continuar operando el negocio. Se puede hacer una lista de iniciativas y priorizarlas de acuerdo a cuáles generarían más impacto en los clientes y cuáles significarían menor esfuerzo.

Esta combinación ayudará a tener victorias tempranas, se continuará con el negocio y se irá renovando el servicio a los clientes.

Si este contexto fuerza a tomar acciones de cambio o transformación, no se puede perder de vista que uno puede aprovecharlo para mirar un poco a largo plazo. Puedes preguntarte si sigues por este camino de cambio, a dónde te llevará. Si la visión que uno tiene es alentadora y se encuentra potencial, entonces se puede comenzar a planear los siguientes pasos y definir la estrategia.

¿Con qué actitud deben enfrentar los emprendedores este nuevo confinamiento?

Lo principal en estos momentos es mantener la esperanza. Toda crisis representa una oportunidad. Si bien la cuarentena pasada significó el fin para muchos negocios, también hemos visto muchas historias de éxito que nos demuestran que el espíritu emprendedor es algo difícil de derrotar. Lo importante es mantenerse abierto a las posibilidades, estar en constante aprendizaje y conocimiento de tus clientes. No se debe tener miedo o vergüenza de explorar otros caminos. Si no se te ocurre algo, pide ayuda, hay mucha gente dispuesta a pensar contigo.

Hemos escuchado muchas veces que si del cielo caen limones debemos hacer limonada, pero en este caso, no sólo haz la limonada, si no también véndela.

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