[PIE DERECHO] En lugar de tener a un ministro del Interior arremetiendo en cuanta ocasión se le presenta en contra del Ministerio Público, deberíamos tenerlo abocado a tiempo completo a luchar contra la delincuencia y la criminalidad. Debería ser uno de los ministros a ser cambiado, pero, al parecer, el respaldo con aspavientos que ayer le ha dado la presidenta Boluarte, nos hará tener que soportarlo algunos meses en tan crucial cartera.
La inseguridad es terrible. Porque no se trata tan solo ya de los roba celulares o atracadores al paso. Hay redes de criminalidad organizada que extorsionan pequeños y microempresarios a punta de amenazas y balazos (véase el caso de la empresa de transportes El Chino), generando una profunda retracción de la economía, ya que esa red de millones de peruanos emprendedores pues simplemente deja de invertir por temor a que unos pillos le arrebaten sus ganancias a punta de pistolas.
Si uno tiene un puesto de emoliente y recibe una carta amenazadora, pues, o cierra, o se muda o deja de poner el segundo puesto que tanto anhelaba. Si a la peluquería la amenazan, pues lo propio. Y como hablamos de gente de medianos ingresos, en el peor de los casos se van del país, destruyendo un tejido social empresarial que tanto bien le hace al Perú, como trama de integración ciudadana.
En términos políticos, el daño es aún más grave. Se rompe el contrato social en su cláusula primera, que es la cesión al Estado del uso de la fuerza para combatir el delito. El daño democrático que un estado de indefensión genera es letal y corroe el apoyo a la democracia. Por eso el inmenso desprestigio del que goza en nuestra región (salvo, según el Latinobarómetro, en El Salvador, a pesar del autoritario Bukele que los gobierna).
Y estamos frente a un gobierno al que, literalmente, le importa un comino el tema. No hay un sol de inversión en infraestructura policial, no hay coordinaciones con el Ministerio Público, no hay reorganización seria en curso. Como sin ellos no fuera, olvidando que es su tarea básica y esencial.
Vamos a pagar esa factura. Los candidatos de talante autoritario van a cosechar a manos llenas del statu quo de inseguridad ciudadana, tanto de izquierda como de derecha. Y ello será plena responsabilidad del que, ya hemos dicho, es el peor gobierno republicano que hemos tenido, después del de Pedro Castillo.