reconocimiento histórico

[CARTAS A MANUELA SÁENZ] Querida Manuela,

¡Te tengo que contar! No sé si sabías que en 2010 la gobernadora del Distrito Capital de Venezuela llevó dos cofres fúnebres con tierra peruana del puerto piurano de Paita, si donde viviste tu exilio y donde falleciste en 1856, que fueron honrados durante varios días por los venezolanos y una de las urnas se colocó para siempre al lado del sepulcro de Bolívar, en el Panteón Nacional de Caracas. Esto me contó una amiga muy cercana que estuvo por Caracas y sabe de nuestra correspondencia y mi interés en saber de ti. Finalmente, luego de décadas, fuiste reconocida como te mereces. Tu rol en la independencia fue más que romántico, fue también militar. ¡Que honor! Libertadora del Libertador.

Hace unos días, el 6 de agosto, se cumplieron los 199 años de la Batalla de Junín. Tu participaste activamente en contienda por la emancipación peruana debido que Antonio José de Sucre te nombró coronela por tu rol en la Batalla de Pichincha que liberó Ecuador. Así que en Junín, por tu destacada actuación, te dieron el título de Capitán de Húsares. Simón Bolívar decidió aprovechar el momento y subir a encontrar a Canterac, ya que tenía un ejército compuesto por guachos del Río de la Plata, huasos chilenos, llaneros de Nueva Granada y nuestros morochucos. Las armas fueron los sables, lanzas y la caballería. La batalla fue sangrienta, difícil para los patriotas, pero finalmente los húsares nos llevaron al triunfo. Hace tres años, cuando por trabajo me fui por tierra a Huánuco, pasé por pampas de color dorado rodeadas de montañas y sol ardiente. Me acerqué al Obelisco de Chacamarca para honrar la vida de todos los patriotas que lucharon por la independencia nacional contra los españoles. Con esta batalla se sella la independencia del América del Sur de la Corona Española.

Por estas acciones valerosas, en 2007, fuiste ascendida a generala por decreto del presidente ecuatoriano Rafael Correa. Como sabes, las historias de nuestros países sudamericanos están íntimamente ligadas. Tanto del pasado como del presente. Actualmente en la región tenemos un problema social que nos aqueja a todos, la inseguridad ciudadana. Ayer, saliendo de un colegio al norte de Quito, con escolta y resguardo oficial, un sicario disparó tres veces a Fernando Villavicencio, candidato presidencial y segundo en las encuestas. Murió en la calle, a plena luz del día.

La respuesta del presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, es estar «indignado y consternado» por el crimen, por ello declaró Estado de Emergencia nacional por 60 días y convocó a una reunión de seguridad de urgencia para abordar el hecho. Prometió identificar a los asesinos. Ecuador vive una ola de violencia e inseguridad en las calles y en las cárceles. El mes pasado el alcalde de la ciudad de Manta, Agustín Intriago, uno de los más populares, fue abatido a tiros mientras visitaba una obra donde también murió Ariana Estefanía Chancay, una deportista que se había acercado al funcionario para pedirle una ayuda. Así mismo, Rinder Sánchez, candidato a diputado por la provincia de Esmeraldas, fue baleado cuando cuatro sujetos supuestamente pretendieron robarle su auto y en febrero, dos aspirantes a alcalde murieron en atentados. Julio, con la muerte del alcalde Intriago, coincidió con un nuevo brote de violencia en las cárceles ecuatorianas. Esta se relaciona con la que vivimos aquí en Perú y sabiendo que la región es un solo bloque, debemos preocuparnos por nuestra seguridad interna de manera urgente y eficiente. No basta la preocupación de las autoridades, se necesitan acciones.

No se combate la violencia con más violencia, llevando armas a las calles. Creo que es una lección aprendida desde la década de 1980, ya que ahí primó la inteligencia policial. Ahora hay que sumar la inteligencia y el uso de la tecnología. El crimen organizado siempre va a tener más recursos que el Estado, por eso, tenemos que actuar hoy con los recursos que tenemos para evitar que mueran más inocentes, jóvenes como Ariana Estefanía Chancay, por estar en el lugar equivocado el día equivocado. No podemos permitir que las calles se vuelvan las batallas del siglo XXI y la destrucción del Estado.

 

 

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desafíos actuales, independencia sudamericana, inseguridad ciudadana, reconocimiento histórico, violencia
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