Elecciones

[Agenda País]En esta nueva estadía en Lima, he tenido la oportunidad de conversar con varios amigos, empresarios algunos, profesionales otros, todos exitosos en sus respectivos campos. Pero para mi sorpresa, en vez de estar expectantes ante el nuevo proceso electoral que se avecina, todos han mostrado una desazón, una decepción y un desinterés, que prácticamente no les importa quien gane las elecciones porque ya tendríamos el país perdido. Y esto no solamente pasa por el entorno político.

Si bien las cifras macroeconómicas están mostrando señales de recuperación con una perspectiva de más del 4% del PBI para este 2025, los problemas fundamentales, y principalmente la informalidad, continúan sin tener ningún horizonte de resolución. Es más, los formales se han adaptado al mercado informal, e incluso el ilegal, atrayéndolos como socios-proveedores y “formalizando” sus operaciones para que entren en los canales regulares.

Los empresarios y los emprendedores debido a su resiliencia y creatividad, son los que han venido sosteniendo este país, formal o informalmente, ante años de desidia e incompetencia de los gobiernos nacionales y regionales. Recordemos que 80% de la inversión en el Perú es de origen local ( el otro 20% proviene del exterior ) y de ese 80%, el 80% es inversión privada, Es decir, 64% de la inversión en el Perú es privada y nacional, por lo tanto, el principal motor de la economía.

Aún en situaciones difíciles, como en la época del terrorismo, la crisis internacional del 2008/2009 y la pandemia del Covid, el empresariado y la ciudadanía habían mostrado optimismo en el futuro, pero ahora, las cosas han cambiado.

Vemos diariamente que los problemas históricos continúan. Se caen los puentes, las pistas son un desastre, construimos un aeropuerto de primer nivel y nos olvidamos de hacer los accesos, el sicariato y la extorsión campean descontroladamente, los servicios de salud siguen siendo deficientes y lo peor de todo, con un desdén hacia los enfermos que linda con la crueldad.

Y a todos estos problemas, cuya lista queda ampliamente corta, se ha sumado el desmadre institucional que los distintos grupos de interés, que algunos llaman mafias, azuzan diariamente a través de medios y políticos afines, asolapados analistas “independientes” y aquellas ONG’s que se están quedando sin financiamiento externo. Pero esto no queda acá.

El Ministerio Publico, sumamente diligente para unos, extremadamente negligente para otros, inicia indagaciones a Fuerza Popular por una denuncia individual de supuestas prácticas antidemocráticas, un día después de convocadas las elecciones generales del 2026. Una raya más a este tigre altamente politizado que allanó la casa del entonces ministro del interior Santiváñez, por un supuesto abuso de autoridad. Excesos fiscales.

Pero claro, el gobierno tampoco ha ayudado a llevar la fiesta en paz. Desde los vaivenes plásticos de la Presidenta y su falta de transparencia, los relojes lujosos reflejo de vanidades en un país con 40% de pobreza y la pechada a los otros poderes del estado, solamente han agregado más leña al fuego de la intolerancia y el desorden.

Esperemos que la acertada anticipación en convocar a elecciones generales del 2026 por la Presidenta Boluarte, genere otro ánimo en los líderes de todos los poderes del estado y que puedan trabajar juntos en este período que ya es de transición. En estos 16 meses que le faltan a este gobierno, solo queda asegurar la transparencia del proceso electoral en un ambiente de relativa paz institucional, mejorar la seguridad ciudadana y continuar en la lucha contra la pobreza multidimensional.

No perdamos la esperanza. El Perú y nuestra gente somos gente de bien. Depende de nosotros.

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[Agenda País] Ante la mirada atónita de los congresistas Fernando Rospigliosi y Luis Aragón, presidente y vicepresidente de la Comisión de Constitución y Reglamento del Congreso de la República respectivamente, el jefe de la ONPE, Piero Corvetto, mostró lo que serían las cédulas de votación para las elecciones generales del 2026.

Porque ya no será una, sino dos cédulas, cual sábanas de más de medio metro que albergarán en una, la plancha presidencial, senadores por distrito único y parlamentarios andinos, y en la otra, a diputados y senadores de distrito múltiple.

Imaginémonos el día de la elección. Si ya ahora el elector se demora varios minutos en la cabina para ejercer su voto, ni pensar en el tiempo que le dedicará a descifrar el contenido de cada una de las cédulas, ubicar en cada una de las 5 votaciones al partido político de su elección, marcar el cuadradito y poner el número preferencial de su candidato favorito entre los más de 10,000 que postularán tanto al parlamento andino como a diputados y senadores por distrito electoral y nacional. 

Un sin sentido. Ya la palabra absurdo queda pequeña, insignificante, inocua, ante la barbaridad que “mentes brillantes”, “sabios en temas electorales” y congresistas movidos por intereses, han parido en este aborto electoral.

Pero echar la culpa no nos lleva a nada sino a hincarnos el hígado (al igual que Pedro Francke cuando ve pasar un raudo Ferrari) y ver, inertes, el sancochado burdelesco al que asistiremos el 12 de abril de 2026.

Aún hay tiempo, muy poco, para que el congreso pueda sacar una norma que ayude en la simplificación de la elección, tiempo que la presidenta Boluarte tiene en sus manos como Cronos, Dios del tiempo, ya que a partir de la convocatoria a elecciones generales 2026, que necesariamente no puede pasar de este 12 de abril 2025, ya no podrán realizarse cambios a las normas electorales.

El congreso viene trabajando algunas modificaciones como dar más tiempo a las alianzas electorales, reducir el momento del cierre del padrón electoral a 180 días antes de las elecciones y otros temas de relativa importancia, pero se está dejando de lado cómo enfrentar el hecho de tener dos sábanas de votación que lo único que hará es poner dudas sobre los resultados electorales.

Uno de los problemas es la multiplicidad de partidos políticos al relajarse el proceso de inscripción reduciendo el número de firmas a unas 25,000. Así, tenemos a la fecha 42 agrupaciones en el partidor, más otras 30 esperando ser aprobadas por el JNE antes de la convocatoria a elecciones. 

Una propuesta que está rondando es dar un beneficio a las alianzas electorales para incluso disminuir la valla electoral de 5% a 4%, lo que haría más viable, si el ego de los candidatos lo permite, a formar alianzas y reducir el número de alternativas. La otra llave la tiene la presidente Dina Boluarte ya que, si hoy convocara a elecciones, nos quedaríamos con 42 partidos políticos y no con los probables cincuenta y tantos de esperar un mes más.

La otra propuesta es definir un solo tipo de votación para el Senado, desde mi punto de vista, por distritos electorales múltiples.

Adicionalmente, se tendría que modificar la Ley n.° 32166, que faculta a los miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional desplazados el día de los comicios a sufragar exclusivamente por las autoridades nacionales (plancha presidencial, senadores por distrito único y parlamentarios andinos), permitiéndoles votar también tanto por diputados como senadores por distritos electorales múltiples. 

Ya el daño está hecho, pero aún el congreso está a tiempo de mitigar los potenciales problemas en que este embarazo electoral puede terminar, para que el resultado pueda ser creíble y legítimo a los ojos del mundo y de nuestros ciudadanos.

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[Agenda País] Las elecciones presidenciales y parlamentarias del Ecuador que se realizaron el pasado 9 de febrero en su primera vuelta, arrojaron resultados sorpresivos que muy bien podrían aplicarse a las futuras elecciones en el Perú del 2026.

Con una diáspora de 16 candidatos, se esperaba que, en primera vuelta, el elector ecuatoriano dirigiera su voto por aquel candidato con el cual sentía una mayor identificación. Normalmente, el voto en la primera vuelta se caracteriza por su dispersión justamente porque se vota por la auténtica preferencia política y ya en segunda vuelta, la mayoría vota por el mal menor.

En la primera vuelta de las elecciones presidenciales del Perú en el 2021, Pedro Castillo salió victorioso con apenas 15.38% de los votos emitidos, seguido por Keiko Fujimori con 10.9%, Rafael Lopez-Aliaga con 9.55%, Hernando de Soto con 9.45%, Johnny Lescano con 7.37% y varios como Verónica Mendoza, Forsyth, Acuña y Urresti entre 4.6% y 6.4%. Es decir, un voto muy dividido.

En el Ecuador, los ciudadanos cambiaron su forma de votar. En vez de dirigir su voto a aquel candidato de su verdadera preferencia, optó por el voto estratégico dirigiéndose principalmente a dos candidatos : el actual presidente Daniel Noboa ( 44.16%) y la candidata del correísmo, Luisa Gonzales ( 43.99% ) configurando un empate técnico donde ambos candidatos agruparon más del 88% de los votos. Muy lejos quedó Leonidas Iza con poco más de 5% y luego Andrea Gonzales con un escaso 2.69%. 

¿Para qué votar por mi candidato en primera vuelta si no va a salir?, habrá reflexionado el elector ecuatoriano.

Esta característica también se reflejó en el voto parlamentario donde la asamblea está compuesta por 151 asambleístas, dejando al partido de gobierno con 66 escaños y a la oposición correísta con 67. Aunque ninguno obtuvo la mayoría absoluta de 76, ambos tendrán que coquetear con Leandro Iza que obtuvo 9 y/o el Partido Social Cristiano con 5 para obtener una mayoría para gobernar, y hasta probablemente aglutinar también, a las otras 3 agrupaciones que poseen 4 escaños.

El Perú se enfrenta en el 2026 a una elección presidencial con un potencial de 50 candidatos, 3 veces más de los que compitieron en las recientes elecciones ecuatorianas. ¿Se podría dar el mismo efecto del voto útil o voto estratégico?

Recordemos que en el Perú se pueden publicar encuestas hasta una semana antes de las elecciones y es muy posible, que, en el desarrollo de las mismas, veamos una dispersión del voto 3 o 4 meses antes de las elecciones y a medida que nos acerquemos al 12 de abril de 2026, ese mismo voto vaya dirigiéndose al candidato útil. Sí, aquel que puede representar mejor a la derecha conservadora, aquella que se erige como la líder de la izquierda y/o aquel que pueda encarnar el amplio espectro de la derecha liberal.

Aunque no vislumbro un escenario bipartidista como el ecuatoriano, es altamente posible que más del 80% de los votos se concentre en 3 o 4 candidatos y que de esta manera tengamos un parlamento con no más de 6 bancadas. Así, de 50 partidos políticos solo quedarían 6, salvo que hayan tenido la inteligencia y el desprendimiento de ir en alianzas electorales para evitar la defenestración de sus inscripciones como organizaciones políticas.

Esperemos que esta experiencia ecuatoriana haga reflexionar a nuestros dirigentes políticos y precandidatos presidenciales en la necesidad de formar consensos que lleven a alianzas electorales, no solamente para la elección presidencial sino también para la parlamentaria. 

Un escenario sin alianzas o lo que puede ser peor, alianzas para el voto presidencial y cada partido independiente para el voto parlamentario, sería un desastre para el futuro de nuestro país.

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El triunfo abrumador de Donald Trump es una pésima noticia política y económica para los Estados Unidos y para el planeta entero. Populista, autoritario, nacionalista, proteccionista, antiderechos civiles, solo asegura un porvenir sombrío para la aún primera potencia mundial y, como efecto colateral, para el mundo.

La mediocre campaña de Kamala Harris, el papelón del retiro de Biden, y el alejamiento de los demócratas de los sectores populares norteamericanos, le abrieron la puerta a un personaje que hace pocos años nadie hubiera imaginado que iba a llegar dos veces a la Casa Blanca, más aún luego de una primera gestión gris y rupturista de la tradición democrática del país continente.

Como bien ha señalado el periodista Andrés Oppenheimer “en materia económica, la presidencia de Trump fue muy mala. Durante su mandato, la economía estadounidense creció menos que con Biden, y el déficit nacional alcanzó un máximo histórico. Trump dejó el cargo con tres millones de empleos menos que cuando lo tomó, mientras que el gobierno de Biden creó 16 millones de empleos, según cifras oficiales”.

Pero lo peor es el proteccionismo comercial que Trump pregona y que ahora podrá llevar a la práctica gracias a la mayoría obtenida en ambas cámaras. Si a ello le sumamos el control de la Corte Suprema, habrá también un retroceso en los derechos civiles que tan bien definían una democracia liberal como la norteamericana y que ahora sufrirá, sin duda, un retroceso radical.

Trump no es un representante de la derecha liberal. Es la versión gringa de la DBA. Su desempeño complicará al mundo y a la sostenibilidad -ya precaria- de las democracias liberales del orbe, que transitan por una severa crisis de legitimidad y representación.

Por lo pronto que Ucrania y Palestina se pongan a buen recaudo, dada la política exterior del rubicundo autócrata. Y que el Perú se prepare para ver sus exportaciones afectadas por el reaccionario proteccionismo trumpiano. Estados Unidos ha dado un salto para atrás y solo queda confiar en que la poderosa sociedad civil y política democráticas, que anida en su seno, sepa cómo contener los desmanes que, no cabe la menor sospecha, Trump pretenderá perpetrar desde el poder que se le ha conferido.

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[Agenda País] Antauro Igor Humala Tasso, conocido como Antauro, tomó notoriedad en el año 2000 cuando junto con su hermano Ollanta y al frente de 69 reservistas, se sublevaron contra el moribundo régimen de Alberto Fujimori, más por un tema mediático con visos presidencialistas que por una razón de conciencia. Los hermanos Humala lograron tener cierta notoriedad y fueron amnistiados por el presidente transitorio Valentín Paniagua.

A los pocos años, en el 2005, Antauro, esta vez solo, lideró otro grupo de reservistas que se amotinaron y tomaron violentamente la comisaría de Andahuaylas, donde, a balazo limpio y sin piedad, asesinaron a cuatro valientes policías, algunos de ellos desarmados.

Esta incursión contra el estado, que fácilmente pudo enmarcarse en terrorismo, le valió una condena inicial de 25 años, reducida graciosamente por el poder judicial a 19 y de los cuales solo cumplió 17 al otorgársele generosos beneficios penitenciarios por su habilidad manual en preparar proyectos con el personaje de Hello Kitty. Pero si son tan tiernos en el poder judicial…

Ya dentro de la cárcel, Antauro continuó con el objetivo marcado por su padre Issac, el de ser presidente del Perú, usando a los ingenuos o interesados medios de comunicación para propagar ideas de un nacional socialismo a la peruana, clamando virtudes a la superioridad de la raza cobriza, vomitando odio a los homosexuales y exacerbando un racismo clasista envuelto en humo marihuanero de cosecha incierta.

Ya libre, Antauro ha seguido por la ruta de la violencia verbal, confirmando su homofobia y racismo, un nacionalismo absolutista y expropiador de la inversión extranjera, pero lo que es peor, con un desprecio a la vida humana proliferando amenazas de fusilamiento a cuanto corrupto y rosquete encuentre por ahí, siempre y cuando su aventura presidencial tenga, Dios y la Constitución nos salven, éxito.

Antauro Igor Humala Tasso, conocido como Igor, era alumno del colegio Franco-Peruano junto con varios de sus hermanos. Sí, lo conocíamos como Igor, nombre que, de saque, causaba cierto temor ya que nos recordaba a personajes de ficción siempre identificados con el mal.

Igor era un abusivo, de aquellos que golpeaba, te jodía, te pateaba la pelota cuando estabas tranquilo jugando con tus patas. Lo que hoy llamamos bullying era encarnado perfectamente por Igor en la década del 70’.

Pero la actitud violenta de Igor no solamente se concentraba con otros alumnos, no. Igor quería más, siempre más.

En un partido de vóley, deporte que se practicaba con mucha pasión en el colegio Franco-Peruano, surgió desde una tribuna, una hermosa naranja madura que en vez de encontrar un boca que la saboree, terminó en la cabeza de una profesora de educación física, explotando de manera pirotécnica y volviéndola refresco de IQ.

Furibunda y al borde de la histeria, la profesora trata de ubicar al atacante que hábilmente se escabulle entre la masa del alumnado, con tanta astucia que le empiezan a echar la culpa a un compañero que era más bueno que el pan.

Pero todos habían visto a Igor y se identificó al culpable. Y si bien la nebulosa de las décadas no asegura el recuerdo si fue expulsado del colegio por ello, pues de sobra que se lo merecía.

Antauro Igor Humala Tasso no es un violento de ahora. Es un violento de siempre. 

Y continúa siendo un peligro para la sociedad, esta vez disfrazado de candidato presidencial y apoyado por esa izquierda vomitiva, la de Vero y compañía, que no le importa juntarse con el diablo con tal de quedarse, ya no con la mamadera del estado, sino con toda la vaca.

Que ese Naranjazo escolar y la indignación del Andahuaylazo nos prevengan de una larga noche de insania violenta de un tirano nacional socialista que, aprovechándose de la democracia, de la complicidad de algunos y de la inocencia de muchos, pueda llegar al poder. 

Si este relato nos recuerda a Adolfo Hitler, su pasado sicópata, la noche de los cristales, su asunción democrática al poder para luego violarla y las millones de vidas que se perdieron por una insania, es pura coincidencia… 

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“Quizá de haber tenido más empresarios no estaríamos en esta situación”

Carlos Neuhaus, presidente del PPC, conversó con Sudaca sobre el relanzamiento del histórico partido de Luis Bedoya. El exdirector ejecutivo de los Juegos Panamericanos Lima 2019 habló del pasado y presente de su partido, se refirió a las posibles alianzas políticas y apoyó el pedido de cambios en la ONPE y JNE.

¿Por qué decidió entrar al terreno político en este momento de crisis?

Uno no puede quedarse quieto cuando ve que las cosas se deshacen delante de uno. He sido miembro del PPC desde el año 1978, cuando regresé de estudiar en el extranjero, me acerqué al partido porque en esa época había el tema de la constituyente. Ahora me pidieron que presidiera esta etapa de relanzamiento del partido. He armado un equipo y estamos viendo qué se puede hacer para los que pensamos que se tienen que unir fuerzas para salir de este torbellino en el que estamos hundiéndonos. Lo que queremos es que las fuerzas que piensan parecido se unan y no nos pase lo que está ocurriendo en Venezuela. 

¿Por qué un partido con décadas de historia como el PPC perdió lugar en la política peruana hasta el punto de no tener bancada en el Congreso?

Quizá eso es bueno ahora, porque hay gente muy buena que no está manchada, gente con experiencia tanto en el sector público como privado. Muchas de ellas son personas nuevas, son gente que quiere aportar y han visto en el partido la posibilidad de hacer algo bueno por el país.

Si el PPC tuviese que hacer una autocrítica, ¿cuál sería?

Podemos haber cometido muchos errores. No voy a entrar a indagar en la llaga, pero de los errores se aprende. El que no se tropieza no avanza. Los errores lo hacen a uno aprender. En ese sentido, el PPC es un partido renovado sin manchas. 

¿Quiénes serán los personajes que representarán esta nueva etapa del PPC?

Los nombres se van a ir apareciendo poco a poco. Cuando hicimos los Juegos Panamericanos, yo busque gente de primer nivel y la gran mayoría de personas entraron por concurso. Hay como sesenta personas que ya están trabajando en el plan de gobierno. Son gente de probado recorrido. Es gente profesional de primer nivel con experiencia en el sector público y privado.

¿Siente el respaldo del PPC para ser candidato presidencial?

A uno lo hacen presidente de un partido porque creen que es el líder que puede conducirlo. Más adelante se verá quién está en mejor capacidad de serlo.

¿A usted le gustaría ser el candidato del PPC?

Mi misión es fortalecer el partido y eso estamos haciendo. Ese es el primer objetivo que tenemos.

Durante muchos años, Lourdes Flores fue la imagen del PPC, ¿diría que Lourdes Flores fue un personaje que favoreció al partido o lo perjudicó?

Creo que ella ha sido favorable al partido. Es alguien que en el futuro puede ayudar bastante, tiene una lucidez de ideas tremenda y decidió hacerse a un lado para que otros surjan, como hizo el doctor Bedoya en su momento. 

¿Se equivocó al encabezar el discurso del fujimorismo que denunciaba un supuesto fraude?

Ella tenía información que le hacía pensar que era así. No tengo toda esa información que ella tenía, pero tengo cierta preocupación porque sabíamos que había lugares donde no había podido entrar la gente a votar. No hubo toda la transparencia que se  quería y eso empiezan a salir dudas.

¿Es necesario que, de cara a las próximas elecciones, cambien a los titulares de la ONPE y el JNE?

Creo que todas las personas cumplimos un ciclo. Como los deportistas y toreros, hay que saber retirarse. Cuando me tocó hacer los Juegos Panamericanos, a los tres o cuatro meses de terminado cerré el proyecto e hice la entrega a mi sucesor. No era necesario continuar. Pude haberme quedado, pero preferí dar el paso al costado. Es bueno saber retirarse a tiempo, porque da oportunidad para que otros entren y puedan mejorar lo que hizo el anterior.

¿No es peligroso que el Congreso influya en estos cambios en la ONPE y el JNE?

Se tienen que generar mecanismos que sean libres de toda sospecha. Vemos en el futbol que acusan al referí de estar a favor de un equipo y dos años después es al revés. Siempre tiene que haber un refresco de las autoridades y eso es bueno para la democracia.

¿La injerencia de agrupaciones políticas en la dirección de la ONPE y el JNE, a través de sus bancadas, no podría derivar en una situación como la que hoy se denuncia en Venezuela, donde se cuestiona que el Consejo Nacional Electoral (CNE) no es independiente?

A mí me preocupa mi país en general. Se tienen que buscar mecanismos transparentes. Lamentablemente tenemos un Congreso que no es el mejor y el anterior tampoco era ideal. Tenemos lo que tenemos por nuestra culpa. No sabemos elegir.

¿Se considera dentro del porcentaje de peruanos que desaprueban el trabajo del Ejecutivo y Legislativo?

Acá hay luces y sombras. Lo que pasa es que quizá son más sombras que luces. Por ejemplo, hemos visto el comportamiento de Cancillería que ha sido excelente en este caso de Venezuela. Pero, por otro lado, vemos que el déficit fiscal todavía no se controla y se permiten la creación de no sé cuántas universidades más cuando necesitamos mejorar la calidad educativa y le generan a la juventud falsas ilusiones.

¿Encuentra algo rescatable del Congreso?

En el Congreso veo muy poco. He hablado del caso puntual de Cancillería que ha hecho un buen rol últimamente. Pero en economía han sacado una nueva ley que reduce la capacidad de hacer obras por impuestos. 

¿El PPC le abriría las puertas a algunos de los actuales integrantes del Legislativo en caso lleguen a ser gobierno?

Quizá más adelante podría haber alguna excepción. Habría que buscarlos con lupa. Por ahí podría haber dos o tres. No nos hemos puesto en esta situación.

En varias oportunidades han hablado de la posibilidad de una alianza, ¿cuáles son los puntos innegociables para una alianza con el PPC?

Creo que el primer punto es el tema de si la persona tiene algún tema grave, lo que se llaman ´chicharrones´. Ahí no hay forma de ponerse de acuerdo. El segundo es que crean en la democracia, la libertad y la economía social de mercado. También que tengan valores y sepan gestionar. Nos encanta tener gente joven, profesionales que pueden gestionar y están apareciendo.

Ha dicho que Rafael López Aliaga es una persona con la que puede conversar, ¿podría ocurrir una alianza con Renovación Popular pese a que es señalado como un partido de ultraderecha?

Yo converso con el señor López Aliaga porque somos amigos de hace cuarenta años y tengo bastante confianza con él. Conversamos no necesariamente de temas políticos. Hemos conversado y trabajado para que Perú pueda tener los Juegos Panamericanos en 2027. Ha sido una coordinación bastante cercana. Puedo conversar con cualquier persona que crea que es honesta. Tengo amigos en la izquierda, centro y derecha. 

¿El PPC estaría cómodo compartiendo una alianza con Renovación Popular?

Nosotros vamos a sentirnos cómodos cuando establezcamos ciertos criterios y sobre eso vamos a trabajar. Los estilos de manejos son ya son particulares de cada quien y cada uno puede ser distinto.

¿Cómo ve la incursión de Carlos Añaños, quien también viene del sector empresarial, en la política?

Es una gran persona y puede apoyar bastante.

Existe cierto escepticismo con la imagen del presidente empresario, ¿cuál podría ser el aporte de Carlos Añaños a la política peruana?

¿Qué hay de malo? Quizá de haber tenido más empresarios no estaríamos en esta situación. Para los Juegos Panamericanos, yo los evaluaba por sus habilidades y ganas de trabajar. Muchos vinieron del sector empresarial e hicieron un gran papel. El empresario es emprendedor y en el Estado hay que emprender. Por lo general hemos estado en manos de gente que habla mucho y hace poco.

Hace unos meses llamó la atención una publicación en las redes sociales del PPC en la que cuestionaban un evento realizado en el marco del Día del Orgullo LGTBI por considerar que esos es divulgar una ideología y se meten con los niños, ¿esa es la postura del PPC con respecto a las personas LGTBI?

Nosotros respetamos todas las opciones. He trabajado con personas LGTBI y no he tenido ningún problema. La igualdad de posibilidades es para todos.

En ese marco de igualdad, ¿estarían dispuestos a proponer el matrimonio igualitario?

Ahí hay una discusión se está en proceso y al final será un tema de consciencia.

¿No lo tendrían presente en su plan de gobierno?

Nuestros puntos clave son la salud, la educación y la seguridad. Esos son los problemas centrales del país. En el camino, el plan es dar igualdad de oportunidades. Pero los problemas fundamentales son esos. Lo otro son temas de consciencia y que cada uno opine en función de su conciencia.

Se ha referido a la posibilidad de fusionar ministerios, como el de Educación con Cultura y el Ministerio de la Mujer con el de Desarrollo e inclusión Social, ¿cómo se puede lograr esta fusión sin que sin perjudicar los objetivos de sectores tan vulnerables como la educación y objetivos como la defensa de la mujer?

Justamente para atacar esos problemas principales es que tenemos que hacer eficiente el aparato estatal. Necesitamos un Estado fuerte y ágil para que pueda reaccionar a tiempo en la solución de los problemas. Lo que sucede ahora en muchas entidades es que los pases de pelota son increíbles. El ministro de Educación tiene que andar ocupado de construir escuelas y no puede atender a tiempo los problemas de la política educativa del país. Un ministerio de Educación que se dedique solamente a mejorar la calidad de la educación sería mucho más eficiente. Qué sabe un maestro de construir y qué sabe el medico de construcción.

¿Cómo convencer al electorado en un contexto que muestra grandes diferencias entre Lima y el resto del país?

Creo que la gente quiere resultados. Quieren que se resuelvan los problemas. Sí, están hartos del centralismo de Lima. Si hubiese centralismo eficiente que resuelve los problemas, no sería tan problemático, pero hay un centralismo agobiante que no sólo entorpece las cosas sino que ha bajado el nivel de la gestión pública a niveles increíbles. He estado recorriendo varios sitios del Perú y hay gente de muy buen nivel que quiere a su región. Hay gente de regiones que se está incorporando. Nosotros para el plan de gobierno lo que hicimos fue pedirle a cada una de las regiones que nos hagan llegar sus problemas y soluciones. 

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Las expresiones colectivas de descontento callejero no son antidemocráticas. Acá y en el mundo entero son prácticas de sanción moral contra personajes que por alguna razón se han labrado el repudio y sufren las consecuencias de ello. Hasta allí todo bien.

Lo que no es admisible, desde ningún punto de vista, es la violencia, así sea mínima (insultos incluidos, golpes o agresiones físicas, por supuesto, que deben ser considerados delitos), como lo acontecido con la congresista Patricia Chirinos este fin de semana en el bar La Noche de Barranco, a quien, además de improperios, le lanzaron un vaso de vidrio que le pudo ocasionar daños físicos si acertaba en el blanco.

De un tiempo a esta parte se está viralizando el uso de estos mecanismos contra políticos y periodistas (Alva Castro, Tubino, Burga, Beto Ortiz, Gorriti, Rosa María Palacios, etc.) que sufren el acoso delictivo de turbas enardecidas o grupos organizados -como La Resistencia- que buscan la intimidación y el escarnio público.

Eso debe parar de inmediato. Así como Mario Vargas Llosa dijo alguna vez que las dictaduras suelen empezar con quema de libros, la violencia política mayor puede escalar a partir de hechos como los reseñados si los mismos son celebrados por la opinión pública.

Se vienen unas elecciones que van a ser muy tensas y polarizadas. El país está en punto de ebullición y solo espera un detonante para explosionar. Cualquier psicólogo social lo podría certificar a partir de hechos medidos cuantitativamente como hechos cualitativos como el que da pie a esta columna.

Si a ello le sumamos la penetración de las economías criminales en la política, con su arsenal de personas armadas y organización paramilitar, podríamos llegar en el país a niveles de violencia como las que se vivieron antaño con crímenes mortales contra políticos, autoridades y personajes públicos.

Desde los sectores democráticos y los medios de comunicación es menester repudiar a los violentos y tratar de acotar que este tipo de hechos se produzcan (es lamentable ver a algunos medios casi celebrando lo ocurrido con Patricia Chirinos, por ejemplo). El riesgo de un escalamiento incontrolable está a la vuelta de la esquina y ya sería el único mal que nos faltaría en nuestro atribulado país.

 

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Mesías Guevara conversó con Sudaca sobre los planes del Partido Morado de cara al proceso electoral del 2026. El exgobernador regional denunció que en el Congreso “están queriendo controlar el sistema electoral” y se refirió a los cuestionamientos al partido y la fallida incorporación de Carlos Añaños.

Recientemente anticipó que las elecciones del 2026 serán una carnicería, ¿cómo hará un partido de centro, como es el caso del Partido Morado, para intentar convencer al electorado en un contexto tan complejo?

Ratifico que va a ser una carnicería, una campaña bastante violenta. El Perú está muy fracturado tanto políticamente como socialmente y también económicamente. Hay sectores radicales de izquierda y derecha que quieren que esa fractura permanezca para sacar provecho. Ante ese escenario, nos toca seguir trabajando, organizando y dando a conocer propuestas que tengan soluciones reales a los grandes problemas que tiene la población.

Se ha mencionado al expresidente Sagasti como el candidato natural del partido, ¿qué falta para que se confirme a Francisco Sagasti como el candidato del Partido Morado?

Francisco Sagasti tiene todas las credenciales políticas y morales. Es un candidato de fuerza dentro del partido. No sólo sería un buen candidato sino un buen presidente, tal como lo demostró cuando fue presidente del gobierno de transición. Ahora hay que esperar los protocolos electorales, como es el caso de la convocatoria de elecciones internas. La ley exige que haya ese procedimiento y todavía no se ha convocado. 

Aspirantes a la presidencia como López Aliaga, Antauro Humala, Rafael Belaunde y otros ya están recorriendo el país, ¿cómo está trabajando el Partido Morado para darse a conocer y no quedar como un partido enfocado en Lima?

Nosotros también estamos recorriendo a nivel nacional y estamos conversando como movimientos regionales. Al igual que ellos nos estamos movilizando, pero hay personajes como los que mencionas que cuentan con ciertos apoyos en los medios de comunicación. Veo eso como un interés de querer polarizar, por ejemplo, entre López Aliaga y Antauro Humala, porque ahora todo el mundo quiere ir a una segunda vuelta con Antauro Humala pensando que le van a ganar en esa segunda vuelta.

¿Hay una campaña para invisibilizar al Partido Morado?

Por más que quieran hacerlo no lo van a lograr, porque el trabajo que estamos haciendo es muy fuerte desde el punto de vista republicano, ideológico y organizacional. Porque con la directiva que se está dando el comité político estamos consolidándonos en todas las regiones. 

¿Por qué algunos de los políticos que hicieron más conocido al partido y fueron referentes del centro, como Flor Pablo, Alberto de Belaunde o Gino Costa, se alejaron del Partido Morado?

Ellos tendrán sus razones muy personales. Creo que ellos pensaron que iban a tener un mejor performance político en otras organizaciones. 

¿Le preocupa que esto pueda generar cierta desconfianza en el electorado?

Al contrario, porque significa que cada quien se va alineando de acuerdo a sus posiciones política e ideológicas. En su momento, el presidente del partido, Luis Durán, dará a conocer las personalidades del mundo científico y profesional así como líderes regionales de mucho peso que se han incorporado al partido. 

El año pasado Sudaca publicó un informe en el cual un ex militante del partido denunciaba que había sido sancionado en un proceso con serias irregularidades e incluso firmas falsas, y cuestionaba el trabajo que venía realizando Luis Durán como presidente del partido, ¿cómo calificaría usted su desempeño al frente del Partido Morado?

Un partido es una institución con bastante militantes y para algunos puedes tener ciertas virtudes y para otros defectos. Pienso que Luis Durán está haciendo una labor bastante buena. Su gestión es muy buena al punto que ha logrado que el partido permanezca vigente.

Otro de los grandes cuestionamientos al Partido Morado fue el desentendimiento con los representantes que llevaron al Congreso, ¿por qué ocurrió este distanciamiento y no hubo un trabajo coordinado?

Los que salieron elegidos nunca tuvieron el compromiso de hacer un trabajo partidario. Por eso el compromiso tiene que ser firme con el partido y no con las personas.

Recientemente el congresista Edward Málaga dijo que el centro no existe, por qué cree que alguien que fue integrante del Partido Morado pensaría así?

Es una observación totalmente equivocada de alguien que no tiene experiencia política y, por eso, no tiene capacidad de hacer una lectura de lo que pasa en la política nacional. Estamos viendo que existen los extremos y hay un centro fuerte que, por lo general, el 15 % vota por ese centro y, según la encuesta que saca IEP, el 31% de la población peruana tiene una posición ideológica de centro. Por lo tanto, el centro si existe. El señor Málaga, por su inexperiencia política, opina de esa manera y, por otro lado, creo que también quiere ganarse la simpatía de partido de extrema derecha al que se ha afiliado.

Por qué no se concretó la afiliación del empresario Carlos Añaños al Partido Morado?

Es un tema que el señor Añaños debería aclarar. El partido siempre le abrió las puertas.

¿Considera que su llegada pudo representar un gran aporte al partido?

Considero que no siempre las personalidades que tienen éxito en el mundo empresarial van a tener éxito en la gestión pública. que es mucho más difícil que la actividad privada desde el punto de vista normativo y legal. Hay un ejemplo no muy grato del expresidente Pedro Pablo Kuczynski,  quien pese a su experiencia cometió errores. Creo que el señor Añaños ha generado muchas simpatías en un sector importante de la población, especialmente en el mundo empresarial y de un nivel socioeconómico A, pero no sé de sus capacidades para liderar la gestión pública.

También mencionó que se debe buscar hacer política decente y atractiva, ¿cómo ha trabajado en ese aspecto el Partido Morado en un contexto en el cual las ideas más radicales tienen mayor atractivo?

Ahí viene el desafío. Así como existen esos populistas que hacen una política irresponsable también contamos con un escenario en el que podemos dar a conocer nuestras propuestas a través del mundo digital. Lo primero es consolidar el mensaje, lo que se está logrando a través del consejo de plan de gobierno que preside Luis Alberto Arias, un destacado técnico y profesor universitario. 

Habló de una gran alianza para enfrentar a la extrema derecha y extrema izquierda, ¿puede dar los nombres de con quiénes ha hablado el Partido Morado para trabajar en estas elecciones?

Prefiero que eso lo comunique el presidente del partido. Se está trabajando en ese listado de personalidades, movimientos regionales y partidos que no han logrado su inscripción. También soy consciente que debemos buscar una gran coalición con principios democráticos fundamentales mínimos de transparencia y honestidad.

¿En esta gran coalición se incluirá sólo gente de centro o también hay apertura para la derecha e izquierda?

Lo que se viene conversando en la interna del partido es que el centro debe ser nuestro eje central y de ahí tener un grado de libertad hacia la izquierda y derecha, pero no a los extremos. Hay una derecha responsable e izquierda democrática con la que podríamos conversar.

¿Cómo hará un partido de centro e identificado principalmente con Lima para seducir al votante del sur que en las últimas elecciones ha preferido candidaturas más radicales?

Lo que hay que hacer con los hermanos del sur es reivindicar sus demandas sociales y liderazgo que tienen de muchos años atrás. Si el Perú es considerado un país milenario es precisamente por lo que ha puesto el sur. Hay que reconocer su liderazgo y valía para desarrollar un plan macroregional del sur reivindicando sus demandas e historia.

¿Están trabajando en ello?

Hay movimientos y líderes del sur que se han sumado. 

Uno de los reclamos de estos sectores es que se han sentido abandonado en sus luchas y reclamos por justicia para las víctimas de represión, ¿cuál es la postura del partido morado?

Respaldamos el informe de Amnistía Internacional que ha declarado que la señora Dina Boluarte es uno de los principales autores mediatos y cuestionamos que el Congreso no haya admitido a debate la acusación constitucional por las muertes que han ocurrido en esos sangrientos eventos.

Las fuerzas políticas que hoy integran el Congreso han mostrado un gran interés por sacar de sus cargos a quienes están al frente de ONPE y JNE, ¿le preocupa que se quiera manipular las próximas elecciones?

Esa manipulación del sistema electoral es parte de ese proceso electoral que podría ser violento y agresivo. Si no lo ganan en la cancha, lo van a querer ganar en la mesa. Ellos de manera muy irresponsable están queriendo controlar el sistema electoral. Debemos rechazar de manera categórica las acciones del Congreso.

¿En estas elecciones va a tener lugar la defensa de ideales de índole más progresista como los derechos de las personas LGTBI, el aborto o el enfoque de género en la educación?

El partido morado tiene una característica que es defender los derechos de las minorías y mayorías. Un  país moderno, que quiere entrar a la OCDE, debe tener una visión amplia al respecto y se debería seguir defendiendo los derechos de todos los peruanos, entre los que está este sector invisibilizado.

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[Agenda País] Al día de hoy, ya son 31 organizaciones políticas oficialmente inscritas para participar en las elecciones presidenciales del 2026, más otras 19 que están en el proceso y que podrían sumarse a esta lid electoral.

Con el vencimiento el último viernes 12 de julio del plazo para afiliarse a los partidos para poder integrar las planchas presidenciales y ser candidato a una de las cámaras del parlamento, se ha iniciado el proceso electoral.

No ha sido sorpresa alguna la cantidad de movidas políticas con renuncias, afiliaciones, transfuguismo en el congreso, acomodos y renacimientos de políticos olvidados que han confirmado la informalidad y la poca ética de quienes manejan y manejarán los destinos del Perú.

Es una vergüenza que se permita a los congresistas cambiarse de bancada como si fuera ropa interior y una falta de respeto a los electores que votaron por cada uno de ellos dentro de un partido político. Dentro de la inconclusa reforma electoral falta una que prohíba el transfuguismo y que la renuncia a una bancada signifique el desafuero del congresista y su reemplazo por el accesitario. Pero las leyes las hacen los congresistas…

Luego de este reacomodo, lo que debería esperarse de los verdaderos líderes políticos es, por un lado, trabajar a la interna de sus organizaciones para canalizar las demandas de la población en planes de gobierno humanos y factibles, así como en la formación de cuadros que puedan implementar esos planes en políticas públicas efectivas. 

Por el otro lado, y si los egos pueden ceder a la visión de un Perú mejor, sería saludable para la democracia el encontrar consensos entre varias fuerzas políticas para realmente ser una opción viable, con mayoría relativa en el parlamento y no estar al filo de la navaja de la censura o incluso, de la vacancia.

¿Será mucho pedir?

Si tomamos en cuenta la historia política reciente pareciera un imposible que dos partidos o más se puedan unir para crear un frente político con miras a las elecciones del 2026. De hecho, para las elecciones del 2021, la única alianza PPC-APP se cayó por las infames declaraciones que Marisol Perez-Tello hizo de César Acuña, y cuyo audio fue convenientemente filtrado por sabe Dios quien.

Aun con nuestro historial caudillista, la multiplicidad de cacicazgos llamados partidos políticos y la polarización de los argumentos, se encuentran ciertos signos de esperanza en que algunas fuerzas políticas puedan encontrar puntos en común y formar alianzas con acuerdos pragmáticos.

Un ejemplo de ello son las constantes declaraciones de Carlos Añaños haciendo un llamado a la unión de los lideres políticos, otro es Rafael López-Aliaga quien también está buscando aliados, también el nuevo PPC con Carlos Neuhaus a la cabeza está abierto a confluencias e incluso hasta Keiko Fujimori, que, habiendo lanzado a su padre de candidato presidencial, no descarta ir en alianza.

También, por el lado oscuro, ya hay una alianza del mal entre Antuaro Humala y Veronika Mendoza, a la cual habrá que enfrentarse en las urnas para que no aprovechen de la democracia para luego destruirla.

Parece que falta mucho para el 2026, pero el tiempo pasa volando. Más temprano que tarde veremos quienes son los verdaderos lideres en los cuales la población debería confiar su voto, que más que una cédula electoral, es una entrega de esperanza a quienes manejarán los destinos de nuestro país. Tremenda responsabilidad.

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