ENTREVISTA COMPLETA A VLADIMIR CERRÓN (Parte 1):

 

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Lima – Perú

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Entrevista, Perú Libre, Vladimir Cerrón

¿Por qué perdieron la Mesa Directiva del Congreso?

Porque faltó una negociación más precisa y yo creo que un respaldo del Ejecutivo. Porque tú [se refiere a Perú Libre], siendo minoría frente a los demás partidos de derecha, vas a negociar sin llevar un pan bajo el brazo ¿Qué resultado podrías tener? Ese pan bajo el brazo para criterio del camarada Pedro Castillo era repartija y él no lo iba a hacer. Nosotros tampoco observamos. No criticamos, porque estábamos de acuerdo en que no debe haber una repartija de ese tipo, ni negociaciones de ese tipo. Pero como la derecha no piensa así. Al ver que no se le daba nada del Ejecutivo, cercaron a Perú libre, como lo hicieron con las comisiones. Ese es el resultado.

Acción Popular le había ofrecido su apoyo.

Había ofrecido ser integrante de la mesa, no presidente de la mesa.

Al integrar la misma fórmula, iban a tener los votos de esa bancada. Son dieciséis o quince votos que hubiesen significado el triunfo de la fórmula que integraba Perú Libre.

Efectivamente, pudo haber sido. Pero ahí también se lleva a un segundo plano de discusión, y es el plano principista. Finalmente, siquiera fue eso. El pleno de los congresistas [de Perú Libre] encarga al vocero de aquel entonces, Álex Paredes, llevar a cabo dos fórmulas. Primero, que Perú Libre presida la Mesa Directiva. En segundo lugar, si es que no presidiera, que integrara la oferta que me está comentando de Acción Popular. Pero el vocero hizo, inconsultamente, una tercera acción: inscribir, si no me equivoco, a Somos Perú en la cabeza y a Perú Libre como miembro. Algo que no había sido encargado en el pleno de la bancada, lo que concluyó con el cese de su cargo.

¿Álex Paredes traicionó a Perú Libre?

Yo diría que no. Yo diría que más bien lo hizo en un ánimo de salvar una lista donde se integrase al partido. No podría decir que fue en ninguna medida una traición.

Pero fue un mal negociador.

Fue un mal negociador, pero no malintencionado y menos ponerle esa categoría mencionada [la de traidor].

¿Cuál es el mérito de su hermano, Waldemar Cerrón para ser el vocero de la bancada?

Que lo elige la mayoría.

Pero ese no es un mérito. ¿Cuál es su mérito?

Ellos [la mayoría de la bancada] han visto en él la concertación. No es un individuo ambicioso. Él dio un paso al costado muchas veces cuando le propusieron que sea candidato a la Mesa Directiva. Es una persona preparada. Es doctor en Educación, una persona que goza de gran simpatía. En las elecciones del 2020 fue el candidato más votado de todo el departamento de Junín. El problema fue que no pasamos la valla. En esta ocasión, dentro del partido, fue el más votado y goza de una simpatía en el ámbito universitario. Entonces, yo llego a la conclusión, como dicen los militantes, de que Waldemar Cerrón brilla con luz propia. Muchas veces me he sentido incómodo de ser la sombra de mi hermano. Y que bajo mi sombra no pueda crecer nadie es totalmente injusto.

¿Puede decirme un país que haya aplicado con éxito un ideario político similar al de Perú Libre?

Países de corte capitalista y también de corte socialista. Por ejemplo, usted puede ir a Suecia y la medicina es gratuita a todo nivel. Puede ir a Francia, a España.

¿Francia ha aplicado un modelo similar al de Perú Libre?

En la salud pública, sí. En Canadá la accesibilidad de la medicina es universal y hasta gratuita. Pero es fácil hacerlo en el primer mundo, donde hay muchos recursos. Lo heroico es hacerlo en el tercer mundo, donde no hay recursos, como en el caso de Cuba, Bolivia, Ecuador. Hay similitudes que podemos hacer tanto como en el primer mundo como en el tercer mundo. El problema es que nosotros no somos ni chicha ni limonada.

Le voy a leer otra declaración: “El modelo cubano ya no funciona. Ni siquiera para nosotros” ¿Sabe quién lo dijo? Fidel Castro, en el 2010.

Refiriéndose a varios puntos. Uno de los puntos que criticó Fidel Castro como error de la revolución es haberlo dado todo gratis. Ese modelo ya no funciona. Otra cosa que criticó fue su dependencia de la Unión Soviética. Y por eso es que Fidel, cuando cae el campo socialista en Europa del este, dice: “ahora sí vamos a gozar lo que seamos capaces de producir”. Se refería a eso, que ya no puede funcionar en las actuales circunstancias mundiales, en un mundo globalizado con una tecnología, una economía y una industria de hace más de medio siglo.

Fracasó Cuba entonces

No diría que fracasó. Todo tiene su tiempo. Todo tiene su espacio concreto. No podríamos nosotros escandalizarnos del esclavo de la edad media si lo vemos en este tiempo. Pero más adelante alguien se escandalizará de cómo nos explotan a los peruanos con el salario. O con el trabajo asalariado debiera decir.

¿Le ha sorprendido a usted los niveles de represión que hay en Nicaragua?

Estoy siguiendo el tema Nicaragua y, obviamente, siempre he estado contra todo tipo de represión. Ya sea que venga del flanco derechista o del flanco de izquierda. Con toda sinceridad se lo digo, en ese aspecto soy bastante mariateguista. Porque Mariátegui nos dijo: “Un exceso de derecha es tan igual que un exceso de izquierda”. Yo condeno cualquier tipo de represión en cualquier parte del mundo, porque supera en este caso al pensamiento crítico de la humanidad. El día que se aplica la fuerza es que el pensamiento se ha hecho estéril. Y yo no creo que eso pueda o deba suceder.

¿Debería el canciller Béjar llamar a consulta al embajador en Nicaragua?

Esa decisión la podría tomar él y el gobierno.

¿Usted qué opina?

Yo no podría opinar en ese aspecto porque estaría interfiriendo, ahí sí, en la política internacional que tanto me achacan que lo hago y no lo hago por un respeto. Como partido no es mi competencia en este momento.

Usted ha opinado sobre la salida del Grupo de Lima. ¿Por qué no opina sobre Nicaragua?

Yo llamaría en consulta al embajador norteamericano [se refiere al embajador peruano en Estados Unidos].

¿Por qué motivo?

Por muchas cosas que han pasado en el Perú bajo su auspicio.

¿Cómo cuáles?

Las bases norteamericanas en el Perú. Por ejemplo, los cuerpos de paz de aquel entonces que nunca han pedido una disculpa pública al Perú de sus abusos. En el tema de algunas ONGs que ellos financian, que han sido vehículos de la esterilización forzada en este país. A ese embajador se le debe llamar en consulta.

¿Qué papel va a cumplir Evo Morales en el gobierno? ¿Será asesor del presidente de la República?

Poner a un presidente altamente exitoso en su país, como asesor, no me parece bien. Puede ser amigo del gobierno. De los gobiernos que él considere necesarios. No necesariamente de izquierda, sino también de derecha. Pero la experiencia que él ha demostrado en su país es bastante rica como ejemplo para América Latina. Es tan rica que la derecha nunca lo atacó por su gobierno, sino que prefirió atacarlo por su continuidad en el gobierno. Y, finalmente, de propinar un golpe de Estado. Me parece que la experiencia boliviana hay que observarla, hay que aprender de ella en alguna medida. Antiguamente el señor Sofocleto, cuando hablaba todo lo peor de Perú, siempre ponía en su columna: “Felizmente existe Bolivia”. Como para que nosotros no seamos los últimos. Hoy en día Sofocleto no podría escribir eso.

Con la Asamblea Constituyente usted busca revisar contratos ley y nacionalizar sectores estratégicos. ¿No lo puede hacer con este marco legal?

Yo no busco nada. Somos simplemente el vocero de un pueblo que reclama cambios y que este país salga de ser un país inequitativo y profundamente injusto. En tal sentido, si la Asamblea Constituyente mayoritariamente dice que hay que recuperar los recursos naturales mediante cualquier método, es la voz soberana de un pueblo, que tiene que respetarse y que es más democrática que 130 congresistas.

¿Qué contratos ley deben revisarse?

Los contratos ley de las concesiones, aquellos que dicen que, si hay un derrumbe natural de diez días en la carretera, el Estado debe seguir pagando. El contrato ley que dice que, así suba los minerales de precio, como hoy en día se ha duplicado el precio del cobre, del petróleo, nosotros no nos beneficiamos de ese incremento de precios. Es totalmente injusto. Y eso debe revisarse. Debe renegociarse.

¿Habrá nacionalizaciones en sectores estratégicos?

La nacionalización no nace por apoderarse de una empresa. Muchos dicen: “Quieren nacionalizar el gas de Camisea”. ¿Cómo vamos a nacionalizar lo que es nuestro? El gas de Camisea es propiedad del Estado peruano. En este rato estará concesionado y administrado, pero ya nos han metido en la psicología colectiva de que no nos pertenece. Hay que rescatarla mediante una nacionalización. Algo muy distinto a lo que es una estatización, donde le quitaríamos la última computadora. Y de eso nosotros, obviamente, no somos partícipes. Nosotros lo que planteamos es que el Estado tome control de los recursos naturales para obtener mejores beneficios de rentas para el pueblo. Eso no parte por necesariamente nacionalizarlo, sino de tener el control para que estos señores paguen el canon, el sobrecanon, el óbolo voluntario, el derecho a vigencia y eliminen la evasión tributaria y que desaparezca la elusión y muchas cosas más.

¿Qué proyectos mineros usted considera deberían ser anulados?

Anulados, ninguno. Yo considero que deben revisarse los contratos, la gran mayoría. Tenemos: Yanacocha, Toromocho, Quellaveco, Antamina, Las Bambas. Todo eso. El gas de Camisea, las centrales hidroeléctricas. Todo tiene que revisarse y ver si son lesivos o no para el Estado.

¿Quién los revisa?

Tenía que ser una comisión, ya sea parlamentaria, ya sea del Ejecutivo o de la sociedad civil, para ver hasta dónde es factible que el Estado pueda ceder y hasta dónde no, tomando como variable el bienestar popular.

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Congreso, Cuba, Perú Libre, Vladimir Cerrón

EL PODCAST DIARIO DE OPINIÓN DE JUAN CARLOS TAFUR.

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Pedro Castillo, Vladimir Cerrón

Como bien ha señalado el politólogo Rodrigo Barrenechea, los inicios aprobatorios de Pedro Castillo, en su calidad de líder populista de izquierda, son escuálidos si se les compara con aquellos que tuvieron sus pares regionales al inicio de su mandato.

Mientras Hugo Chávez tenía 91.9% (Datanálisis), Evo Morales 79% (Ipsos) y Rafael Correa 71% (CEDATOS), Pedro Castillo apenas tiene 38%, según la encuesta de Ipsos publicada hoy en el diario El Comercio.

En esa circunstancia, sin respaldo mayoritario de la población y sin dominio congresal, solo le quedan dos opciones: o se radicaliza buscando ganar aceptación popular para poder confrontar luego con el Congreso, o se modera y tiende puentes de gobernabilidad hacia el Legislativo y el país, migrando al centro, buscando un horizonte de gobernabilidad de cinco años.

Si uno se guía por la entrevista exclusiva que nos concediera Vladimir Cerrón (https://sudaca.pe/noticia/entrevistas/vladimir-cerron-yo-sugeri-permanencia-julio-velarde/), que es una excelente radiografía de cómo se reparte el poder en el Perú, el camino de choque que pasa por la disolución del Congreso estaría negado.

Si ese es el caso, lo más probable es que la opción radical de la Constituyente no sea viable en el corto plazo y que a la postre, quizás terminemos teniendo un gobierno de fraseología radical, pero tecnocráticamente moderado (Francke-Velarde), más aún si es cierto que fue el propio Cerrón quien sugirió la permanencia del presidente del Banco Central de Reserva.

Castillo recién se está acomodando. A diferencia de Cerrón, no tiene experiencia político partidaria. Pero lo cierto es que si la dupla de marras lee correctamente la realidad social y política, e imprime un sentido pragmático a su gestión, debiera entender que el camino del choque o la provocación (como supuso la designación de Bellido) no conduce a nada bueno para el propio régimen y ni siquiera le permite acumular fuerzas si a mediano plazo quisiese intentar el camino de la refundación constitucional.

Habrá que ver en los siguientes días cuál es el tenor del gabinete ministerial, si Castillo sorprende y hace cambios antes de su presentación ante el Congreso, si no lo hace habrá que evaluar bajo qué espíritu se presenta, cómo se redefinen las relaciones de poder al interior del gobierno, etc. Hay mucha tela por cortar aún para poder tener una prospectiva clara de hacia dónde nos conducimos.

Estas primeras semanas son decisivas. El gobierno ha empezado con mal pie, tanto que ha generado que opciones opositoras radicales, como la de la vacancia, afloren en el lenguaje político y mediático. Ojalá haya propósito de corrección.

 

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Pedro Castillo, Vladimir Cerrón

Congresista, usted dice que el 13 de marzo de 1999 no firmó un acta de sujeción, sino una lista de asistencia. Pero el 2001 los altos mandos de las Fuerzas Armadas reconocieron que esa acta existió y que se acordó, por ejemplo, respaldar el autogolpe [de Fujimori] y la impunidad para miembros de las instituciones castrenses.

No fue un acta, fue una comunicación que tomó el Comando Conjunto, el alto mando. Un acta es cuando yo participo en la discusión, me convocan para tal fin y luego me la pasan para estar de acuerdo en la redacción y firmo cada una de sus hojas. Cuando me comunican una información, un resumen de la reunión, simplemente firmo mi asistencia. No doy mi aprobación ni nada.

El contenido del acta está en una publicación del Congreso de la República. De acuerdo a la transcripción, el entonces jefe del Ejército, César Saucedo, dice: “Luego de haber manifestado esto, voy a permitirme leer los acuerdos que van a figurar posteriormente en un acta”. Es decir, estaban tomando acuerdos, no era una reunión sobre cualquier tema.

Estaban comunicando sus decisiones. Las Fuerzas Armadas tienen sus organizaciones. El jefe del Comando Conjunto es una de ellas. En esa época existía una división para el tema de la subversión y había dos cabezas. Luego estaban los comandantes generales de cada una de las instituciones. Ellos, a través de sus estados mayores, sus consejos consultivos, determinan acciones y esas acciones las comunican por escrito o verbalmente. En este caso, ellos estaban comunicando lo que habían hecho. Mi trabajo en ese momento estaba en el norte del país, no estaba en Lima.

Pero el corrupto general Saucedo no habla de acciones, habla de acuerdos.

Son acuerdos de ellos, del alto mando, no de nosotros.

¿Puso algún “pero” sobre aquella sesión?

No, fuimos como oyentes.

¿Y en la totalidad de lo acordado usted estaba a favor?

Ni siquiera me acuerdo de cuál fue el primer punto.

Apoyar el autogolpe.

En ese momento todos apoyaban el golpe. Parte de nosotros no participamos. Yo no participé. Fue un tema más civil que militar.

Que los altos mandos el 2001 hayan reconocido que se trató de un acta vergonzosa para la institución y que usted diga que solo firmaron una lista de asistencia, ¿no lo hace un negacionista de la historia?

No es cambiar la historia, es decir lo que sucedió realmente. Y en ese momento también estuve en contra de lo que ellos comunicaron. Estaba en una situación en que no podía hacer nada más que decir ‘estoy en contra’. Era contralmirante.

 

montoya publicacion de el congreso
La sesión del 13 de marzo de 1999 se encuentra transcrita en el libro ‘La sala de la corrupción’ publicado por el Congreso de la República. En este extracto, el general César Saucedo señala que lo que allí se trataron fueron «acuerdos». Montoya asegura que él no suscribió ninguno de estos y que fue un asunto de los altos mandos de la época.

 

Congresista, antes de la segunda vuelta dijo que estábamos entre la democracia y la dictadura comunista. Pero hoy los renunciantes de su bancada lo acusan precisamente de tener actitudes dictatoriales y posiciones antidemocráticas. ¿Qué responde?

Creo que debería preguntarles a los miembros de mi bancada, porque decirlo yo… no saco nada. Defenderme de algo que no he hecho… Más bien, pregúnteles a los miembros de mi bancada sobre mi manera de trabajar y de actuar. Esas personas salieron porque fueron desleales con el partido. Esa es la realidad.

Dicen los renunciantes que usted no les avisó que estaba presentando su lista a la Mesa Directa, ¿es eso cierto?

No. En reunión de partido se autorizó mi participación para el proceso electoral para la Mesa Directiva como candidato a la presidencia. Se descartó la posibilidad de ir como vicepresidente. Yo he hecho las negociaciones, he conversado con los partidos, he estado haciéndolo de manera activa para conseguir una lista o con otros partidos o con el nuestro. No estaba prohibido. Tenía autorización libre para operar y así lo hice. Cuando vi que el cambio de actitud de los partidos con los que había hablado se dio un día antes, decidí participar sí o sí.

Entonces, para el momento de la inscripción, usted ya sabía que se habían volteado las cartas, ¿por qué insistir si al final perdió por goleada?

Porque el asunto es participar, tener presencia, cumplir lo que uno dice. Y a nuestros militantes les dijimos que íbamos a participar de la contienda electoral para la Mesa Directiva. Los principios valen más que los resultados.

¿Le molestó más perder por goleada o la traición de sus excompañeros de bancada?

No me molestó perder por goleada, porque eso fue un acuerdo entre las bancadas con intereses parlamentarios diferentes a los nuestros. Eso es parte de la democracia y lo acepto tal como es. Pero la falta de lealtad nos indignó a todos los miembros de la bancada. Ellos [los renunciantes] mostraron su voto haciendo escarnio y eso para mí es lapidario.

El jueves, Norma Yarrow dijo en una entrevista que luego de esta votación usted los apartó, que sacaba comunicados sin consultarles y los ignoraba de cara al reparto de las comisiones, ¿ese ha sido su comportamiento?

Le voy a explicar qué pasó, ya que ella ha sacado cosas internas de la bancada. Luego de esa actitud, pedí una reunión en el partido para someter a disciplina a los tres miembros y fue una larga reunión para tomar decisiones y acuerdos. Yo pedí que saliera la señora Yarrow de la bancada. Yo no podía trabajar con alguien que trabaja en contra de uno. Y se votó y ganó mi posición para que saliera de la bancada. Por eso no le comunicábamos a ella específicamente del tema.

En el caso de las otras dos personas, se les dio una oportunidad. Le retiré la confianza al vocero alterno, que era Bazán, porque no podía tener de vocero a alguien que opinaba opuesto a lo que había opinado yo. Pero se le ha comunicado de todas las sesiones que hemos tenido. El único que ha asistido ha sido Bazán y en algunas se retiraba apenas empezaba. La otra señora, Jéssica Córdova, no asistió a ninguna. Los chats de comunicación existen. Saben que yo no iba a hablar, porque no me gusta hablar de las cosas internas, pero si me hacen una pregunta como la suya y estamos tratando de encontrar la verdad, sí le contesto de esa forma.

En efecto Yarrow ha brindado detalles que no lo dejan muy bien parado. Dijo, por ejemplo: “Nosotros no tenemos trolls, somos tres personas que afrontamos la dura realidad que existe cuando no hay una democracia dentro de la bancada”, ¿tiene usted una horda de trolls?

[ríe] No. Yo mismo manejo mis redes y lo hago con muchas limitaciones. He aprendido en el camino. Trolls no tengo.

Congresista, ¿qué opinión tiene de Rafael López Aliaga?

Es nuestro líder del partido. Entré al partido justamente por él, desde agosto del año pasado. Me convocó y, conociendo sus cualidades personales, decidí entrar a la política.

El señor Beto Ortiz ha dicho ayer en su programa que López Aliaga está decepcionado”, que “siente que se equivocó al convocarlo” a usted al partido. Esto a raíz de una reunión de su bancada con el señor Castillo supuestamente sin el conocimiento de él. ¿Le ha manifestado su decepción?

No. Esa es una opinión de Beto Ortiz y me llamó la atención de cómo trata de destruir una acción [la reunión con Castillo] que no tiene nada que ver con lo que él ha dicho. Me ha llamado seriamente la atención cómo puede manipular la información de esa manera.

Pero Ortiz afirma que López Aliaga piensa así. Da a entender que ha hablado con él.

Si piensa así, López Aliaga ya lo dirá en su oportunidad. Pero no hemos hablado nada de eso.

Lo otro que dijo Ortiz fue lo siguiente: “El almirante (r) Montoya puede ser el congresista más votado que sea, pero el presidente del partido es López Aliaga”. ¿Es así? ¿López Aliaga es el mandamás y usted su subordinado?

No. López Aliaga es el presidente del partido. El secretario general es Gustavo Pacheco. Yo soy un militante y, dentro de las elecciones, he salido como congresista. Eso es todo.

Tomo las declaraciones de Ortiz porque el señor López Aliaga es muy asiduo a Willax. ¿Lo llegó a ver la semana pasada en una entrevista que le dio a Carla García?

No tuve oportunidad de verla. He visto los comentarios.

¿No ha visto la actitud del señor López Aliaga? Parecía estar bajo efectos de alguna sustancia.

No, no lo he visto.

Se lo pregunto porque hace unos meses la abogada Beatriz Mejía describía al líder de su partido como un constante bebedor, prepotente y lisuriento, ¿usted no lo ha visto en circunstancias similares?

Yo soy abstemio, no tomo. Nuestras reuniones siempre son tomando una taza de café y comiendo algunos dulces.

Congresista, ¿piensa en la vacancia presidencial?

No. Yo pienso en solucionar el problema. El gobierno tiene que cambiar de Gabinete, no puede seguir un Gabinete en el que buena parte de sus miembros son impresentables. Tendría que cambiarlo si quiere tener continuidad.

¿Y al premier, le dará la confianza?

Dependiendo de cómo lleguemos ese día. Y la decisión no es mía solamente, sino de la bancada completa. Vamos a conversar, discutir y tomaremos una decisión. Si no cambia la situación, veo muy difícil darle la confianza.

Usted en algún momento defendió a Bellido de la acusación por apología al terrorismo. Dijo: “He escuchado sus declaraciones y se han sacado de contexto realmente. No ha dicho lo que dicen que dijo”. ¿Se mantiene en esa declaración?

El video se toma antes de salir al aire. Se grabó lo que hablaba él con la conductora antes de salir al aire. Lo que han sacado es lo previo. Como usted sabe, muchas veces se conversan cosas off the record.

Pero usted hizo una defensa.

No, era tratar de poner la situación en blanco y negro. Si antes de esta entrevista hablamos entre los dos temas particulares que no tienen que ser publicados, no significa que yo piense eso exactamente. No hay que perder de vista cuál fue mi intención, que fue generar un diálogo en el gobierno. En ese momento no se había nombrado los ministros todavía.

¿En todo caso, la investigación al señor Bellido por apología le parece abusiva, fuera de lugar?

No, está de acuerdo con lo establecido y debería retirarse del premierato.

Usted ha anunciado que la estrategia del Congreso ahora es ir ministro por ministro. Los primeros serían Héctor Béjar (Relaciones Exteriores) y Juan Carrasco (Interior). ¿Tiene planeada la censura?

Tenemos listo todo para proceder poco a poco con estos temas. Esperemos que se pueda solucionar sin llegar a esa situación.

¿Y no teme que Castillo haga cuestión de confianza por su gabinete?

Podría ser, pero una amenaza de esa naturaleza no debe implicar que uno no deba actuar como considera que debe hacerlo. Tenemos que decir lo que pensamos y hacer valer nuestras decisiones.

Si se logran sortear las amenazas de cierre, ¿cuáles son los proyectos que impulsará desde el Congreso?

Lo que tenemos que hacer todas las bancadas es ponernos de acuerdo en punto comunes para darle gobernabilidad al país y salir de la crisis económica y sanitaria en la que nos encontramos. Eso es lo primero que haría, tratar de concertar para encontrar una agenda común. Y esto tiene que nacer más del Ejecutivo que del Congreso, porque no sabemos cuáles van a ser sus líneas de acción. Nosotros estamos para facilitar las cosas.

Usted anunció que promoverá una ley para que los partidos comunistas no puedan participar en las contiendas electorales. ¿Eso no le parece poco democrático?

No, porque los partidos comunistas no creen en la democracia. Ahora, lo dije en una forma gráfica para que quede en la mente de las personas qué era lo que pensaba. Pero sí vamos a trabajar una ley que proteja al Parlamento y a la democracia de actitudes que no son democráticas. No va a haber un proyecto para prohibir un partido, porque no se puede prohibir la existencia de un partido. Pero sí para no tener en el Congreso a gente que ha estado en Sendero Luminoso, o gente que tiene acusaciones por terrorismo, o ministros que tengan ese perfil.

¿Pero una persona que ya pagó su condena, no debería ser libre de participar en democracia?

No a los que son terroristas, de ninguna manera.

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Acta de sujección, jorge montoya, Rafael Lopez Aliaga, Renovación popular, Willax

Si bien el sector construcción fue uno de los más golpeados al inicio de la pandemia por Covid–19, es también uno de los que logró recuperarse con mayor prontitud. Durante el primer trimestre del presente año registró un crecimiento de 41.89% con relación a similar periodo del 2020. Tras el cambio de mando y en plena incertidumbre política y económica, conversamos con Jorge Zapata, presidente de la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco) sobre el estado y futuro de este rubro.

El 11 de agosto los trabajadores y empresarios de la construcción emitieron un pronunciamiento al Gobierno actual. ¿Cuál es su mayor preocupación y qué es lo que le solicitan al presidente Castillo?

Como hemos visto, los nombramientos de ministros y altos funcionarios del Estado no han recogido los requerimientos para estos cargos. Adicionalmente tienen algunos problemas de estar involucrados en actos de corrupción. Eso es preocupante, porque en el Estado tiene que haber buenos funcionarios. Antes los tecnócratas que teníamos en el Ejecutivo eran gente preparada, con experiencia, que hacía maestrías, doctorados en Administración Pública y eso se estaría rompiendo, lo cual va a ser muy perjudicial para el Estado, la economía del país y para todos los peruanos.

Usted expresó su preocupación por los nombramientos ministeriales. ¿Cómo ve Capeco la designación del gabinete Bellido y que se le haya encargado la cartera de Vivienda a Geiner Alvarado?

No lo vemos bien. Estamos preocupados por este gabinete y expresamos nuestros votos para que se haga una revisión. Es lo que dice el comunicado firmado en conjunto con la Federación de Trabajadores. Ojalá el gobierno recapacite y entienda que los funcionarios públicos tienen que ser de primer nivel. Administrar la cosa pública no es nada sencilla, es uno de los trabajos más difíciles y se requiere mucha experiencia,expertise, preparación y capacidades, conocimiento del sector, estudios. Yo creo que debemos escoger a los mejores y no debemos optar por un gabinete totalmente ideologizado. Por el contrario, deberíamos de buscar gente de diferentes sectores, diferentes tendencias políticas para entre todos sacar adelante los diferentes sectores y el país en general.

A inicios de julio, usted indicó que el sector construcción crecería 20% este año, favorecido por la mayor dinámica de las inversiones públicas en todo el país. Tras estas designaciones, ¿se mantiene aún esta expectativa?

No. Probablemente vayan a la baja. Pero el problema no está tanto en el año que estamos cursando. El gran problema es que los agentes económicos no están confiando ni invirtiendo, entonces no van a salir nuevos proyectos. El 2022 y el 2023 pueden darse unas caídas muy hondas en el sector construcción, sobre todo en la parte de construcción privada. Eso lamentablemente lleva a una reducción de empleo de calidad y es lo que no queremos. Los nombramientos y algunas políticas que se están emprendiendo están llevando a eso.

Recientemente, en Capeco presentaron un Plan de Medidas Urgentes para la Obra Pública. ¿Cuáles son los puntos que considera que se deben atender con mayor prioridad?

Número uno: hay que modificar la Ley de Contrataciones del Estado, que es una ley obsoleta y que produce problemas. Alarga las obras innecesariamente, las detiene y hay muchas trabas. Hay que modernizar esa norma y proponer una nueva ley que sea más adecuada a los tiempos.

Número dos: hay que priorizar y revisar el Plan Nacional de Infraestructura para la Competitividad y ver cuáles van a ser las obras que se van a priorizarpara que todos los agentes tengan claro a qué nos vamos a dedicar. Se ha plasmado una serie de obras que hay que ver cuándo se van a hacer. Eso no lo hemos escuchado hasta ahora. Ni siquiera sabemos si la línea 3, 4 y 5 del metro se van a continuar, se van a sacar a concurso, o se van a dejar para después.Tampoco hemos escuchado qué se va a hacer con la Carretera Central. También es importante que nos digan si está en sus planes reactivar las asociaciones público privadas, que son importantísimas y dan un gran impulso al cerrar la brecha en infraestructura.

Respecto de la obra privada, ¿cuáles son los problemas más críticos que tenemos en este momento respecto a la reactivación de la obra privada?

Hay una serie de propuestas que hemos hecho en Capeco que de implementarse pueden pueden sacar adelante un buen número de construcción de viviendas. Hay que definir una buena política de suelo y territorio. Que haya disponibilidad de suelo urbano, acceso a servicios públicos de agua, desagüe, pistas, veredas y todo lo necesario. Para eso el Estado tiene que cambiar radicalmente ese modelo de crecimiento de ciudades por invasión, erradicarlo totalmente.Al Estado le cuesta mucho después atender las necesidades de la gente que se ha instalado en estas organizaciones sin servicios. Tenemos que ir por el modelo más adecuado que es construir la vivienda a través del sector privado. Hay que coordinar y hay que hacer las gestiones necesarias para tratar de ensanchar la provisión de crédito hipotecario. Es decir, que más actores puedan financiar a las familias de bajos recursos para que también tengan acceso al crédito hipotecario, que ahora es algo difícil conseguir.

¿De toda esta situación actual podríamos ver algún aumento en los precios de las propiedades en las viviendas?

Los precios de los materiales de construcción han subido de forma importante, es decir: el acero, el ladrillo, el cerámico. Eso naturalmente hace que el costo de la construcción suba, así como el del producto, en este caso una vivienda. Hay una probabilidad de que los precios se incrementen, pero también hay otro factor que es el mercado y hasta donde aguanta los precios.

¿Este aumento podría estar vinculado al alza del dólar?

El aumento de los costos de construcción sin duda están vinculados más al dólar que a la falta de inversión. Por lo menos ahora, porque hoy día se está viendo una dinámica que obedece a inversiones de años anteriores. Las inversiones que se hagan este año van a verse en las construcciones que se hagan en el próximo año o el 2023.

Uno de los temas más voceados por el gobierno actual es la Asamblea Constituyente. ¿Para el sector construcción podría significar un retroceso en la inversión?

Totalmente, y no solo para la construcción sino para toda la economía del país. Esto de la Asamblea Constituyente no es más que un tema sumamente ideológico. La Constitución actual permite perfectamente hacer cambios, permite manejar tasas tributarias, permite hacer incluso cualquier cambio a la misma Constitución para hacer alguna política un poco más orientada hacia la línea que el gobierno tiene en este momento. Las Asambleas Constituyentes no funcionan en democracia. Las Asambleas Constituyentes que hemos tenido en el siglo XX en el Perú han sido elaboradas en dictaduras. Es bastante absurdo.

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Capeco, Construcción, Jorge Zapata

Esta semana ha estado gratamente agitada por el nombramiento del reconocido escritor Eduardo González Viaña como nuevo Agregado Cultural del Perú en España. De larga y nutrida trayectoria, González Viaña empezó a publicar en los años 1960 y formó efímeramente parte del grupo Narración, para luego desarrollarse individualmente como escritor, recogiendo tradiciones populares y chamánicas de su norte querido, ya que es oriundo de Chepén, en el departamento de La Libertad.

Los méritos de este autor son enormes, sobre todo internacionalmente desde los años 90, cuando se trasladó a los Estados Unidos para ejercer la docencia universitaria y se encontró con la dura realidad de los migrantes latinos en ese país. Ese fenómeno inmenso e intenso le dio material vital y literario para algunas de sus más reconocidas novelas: El amor de Carmela me va a matar, El corrido de Dante, El camino de Santiago, Siete noches en California, La frontera del paraíso, etc., que apuestan por el derecho de los migrantes a establecerse en el gigante del norte y de vivir vidas dignas hablando su propio español y sus lenguas originarias. También ha dedicado numerosas páginas a elaborar ficciones basadas en personajes muy queridos y valiosos para el Perú: Vallejo en los infiernos, El largo camino de Castilla y, hace apenas pocas semanas, ¡Kutimuy, Garcilaso! (¡Vuelve, Garcilaso!), que recrea e imagina pasajes de la vida del Inca Garcilaso en su búsqueda de sus raíces peruanas en medio de un mundo adverso para los mestizos ilegítimos en el siglo XVI. ¡Kutimuy, Garcilaso! es una novela que nos atrapa desde el principio y que nos lleva a repensar nuestro destino como miembros de una comunidad dividida aún por los rezagos del sistema discriminador heredado de la colonia.

Los méritos intelectuales y profesionales de González Viaña como referencia cultural sobran y no creo que haga falta explayarse sobre eso. Los premios y reconocimientos internacionales que ha recibido atestiguan esa trascendencia. La Cancillería, pues, ha dado en el clavo al designar a una figura de enorme prestigio para representarnos en un país con el que el Perú comparte una historia ineludible y en el que habitan decenas de miles de compatriotas que requieren de la protección y ayuda del estado peruano, incluso en el plano simbólico y cultural.

Por eso sorprende que un periodista –Golem de su abuelo– ataque la figura de González Viaña para destilar esa piconería de la derecha local por perder su “chacra” estatal (léase su mamadera y sus argollerías). Acusan a González Viaña de haber sido simpatizante de las guerrillas en los 60. Vaya noticia. Casi toda la generación del 60 lo fue (¿cómo no quitarse el sombrero –ironía presidencial– ante la figura y el heroísmo de Javier Heraud, aun si discrepamos de su ideología?). También lo acusan de tener casi 80 años. Ya quisiéramos muchos llegar a esa edad tan sanos y lúcidos (con esa lucidez profunda que otorga la experiencia). El periodista simplemente peca de algo que está penado por la ley: la discriminación etaria.

Por último, acusan a González Viaña de decir que la derecha peruana carece de intelectuales y que en el Perú hay presos políticos, como en tantos otros países. Lo primero carece de contrapruebas sólidas. Si vamos a lo alto (Vargas Llosa) encontramos tantas falencias y desigualdades literarias y periodísticas imbuidas de golpismo y apoyo a la corrupción que ese personaje resulta hoy poco creíble como intelectual. No hablemos ya de los periodistas que escriben ensayos enclenques y se dedican a propalar psicosociales en las ondas de las radios y televisoras de la maquinaria cavernícola. Su papel es más bien político, y como tales echan mano de cuanta mentira y manipulación les sirva. Pensemos en la superficialidad de sus “investigaciones”, que los descalifican como verdaderos intelectuales.

Y sobre los presos políticos: numerosas entidades (la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, la Corte Interamericana de Derechos Humanos) definen este concepto en relación con los presos de conciencia y aquellos que ejercen su derecho a la libertad de expresión sin recurrir a métodos violentos. Para aquellos que incurren en delitos tipificados por motivaciones políticas, la extensión injustificada de sus condenas ya cumplidas los convierte de facto en prisioneros políticos. A esto se suman los arrestos “preventivos” bajo la dudosa figura de la “apología del terrorismo”, un criterio que, como el lecho de Procusto, se ajusta a los intereses de los políticos de turno. De modo que sí hay prisioneros políticos en el Perú (como en muchísimas democracias neoliberales; pensemos en los propios Estados Unidos y su tratamiento de los nacionalistas puertorriqueños o los activistas indígenas) y declararlo no significa de ninguna manera una defensa de la violencia.

González Viaña tiene llegada mediática a través de su ya legendaria columna “El correo de Salem” y es un apasionado investigador y defensor de los derechos humanos de los migrantes peruanos en todas partes del mundo. Sin duda que lo espera una tarea ciclópea en España, pero no dudamos que hará una labor memorable dados sus prolíficos antecedentes.

Hay que felicitar, por eso, a nuestra Cancillería, que retoma con este nombramiento la antigua tradición de enviar intelectuales de peso al extranjero para representarnos (lo hicieron Chile con Raúl Zurita y Pablo Neruda, México con Octavio Paz y Argentina con Mempo Giardinelli en su momento). También hay que felicitar a RREE por el afianzamiento de su política de diplomacia cultural a través de sus consulados y, de paso, al Canciller Héctor Béjar por haberle devuelto la dignidad a la política exterior peruana al retirar a nuestro país del lambiscón Grupo de Lima y propiciar así un diálogo abierto y sin injerencias en la soberanía de los países hermanos de América Latina.

Lo demás son ñoñerías con tufo gamonalesco de parlamentarios y periodistas ardidos por haber perdido su “hacienda”. Triste papel el que les dio la historia.

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Eduardo González Viaña

Mis experiencias con Felipe Pinglo y Chabuca Granda son, sin lugar a duda, distintas. Los temas más afamados de Chabuca como La Flor de La Canela o Fina Estampa los conocí primero, yo no cumplía ni quince años y llegué a “El Embrujo” de Barranco, Chabuca todavía vivía, aunque nunca pude verla cantar y menos conocerla o intercambiar algunas palabras con ella. “El Embrujo” era un bello lugar a la que su anfitriona, la Sra. Elena Bustamante dotaba de un estilo inigualable. Por allí desfilaban, los viernes, artistas de la talla de Eva Ayllón, Luis Abanto Morales, Carlos “Caitro” Soto, Andrés Soto, el argentino “Vinko”, con su celebrada imitación de la autora de Bello Durmiente; así como otros menos conocidos como Neuman y otros más cuyas caras están, pero los nombres ya no.

El local quedaba justo al lado del Puente de los Suspiros, con lo que era normal que Chabuca Granda hubiese resultado mi primer entorno musical criollo, o el segundo, después de mi hogar, y las grandes jaranas de mi niñez, en los cumples de mis viejos, cuyos amigos me despertaban aguardientosos, cantando el vals La Andarita (Luis Pardo) a viva voz, a las 4 de la madrugada.

Sin embargo, desde los 16 años, 1984, empecé a frecuentar la peña Valentina, “el rincón más criollo de la Rica Vicky”, ya dirigida por la señora Norma Arteaga Barrionuevo (hija de Valentina, quien falleciera en 1983) y que contrastaba con el confín barranquino que acabo de describir. El Centro Social Folclórico Valentina era la catedral de la música y de la cultura afroperuana. Sobre un atril de madera, en cuyo fondo lucía una gran fotografía de Valentina Barrionuevo en blanco y negro, una pequeña orquesta compuesta por un director, -yo recuerdo a Román Herald y Hugo Jaén, maestro con la campana-  dos guitarristas, un bajista, un conguero, un bongosero, y dos cajoneadores hacían retumbar La Victoria con los mejores festejos del momento.

En Valentina, todo era negritud, y puedo decir con cierto orgullo que alguna vez bailé el vals Olga, cantado en vivo por el popular Arturo Zambo Cavero y pude escuchar, ante el absoluto, momentáneo y respetuoso silencio de la concurrencia, la aún vigente y señorial voz de la entonces octogenaria Eloísa Angulo, la soberana de la canción criolla, entonar El Payandé.

En todo caso, fue poco antes de cumplir los 20, y no recuerdo muy bien cómo, que descubrí en todo su esplendor a Felipe Pinglo. El asunto tuvo mitad de vintage y mitad de ideológico, por el notable contenido social de temas suyos como el celebérrimo El Plebeyo, Jacobo El Leñador, Mendicidad, entre otros.

En realidad, tanto Felipe Pinglo como Chabuca Granda describieron a la Lima que se fue; pero, curiosamente, Pinglo, siendo dos generaciones anterior, retrató a la joven y moderna urbe industrial, llena de contradicciones, de obreritas, canillitas y mendigos que se abría paso en los veinte y treinta; mientras que Chabuca rescata la ciudad idealizada de zaguanes, balcones y flores de Amancaes que aquella emergente capital obrera suplantó.

Yo entonces opté por Pinglo porque lo sentí más barrio, y en esos días yo también lo era, él compuso De Vuelta al Barrio, yo, humildemente, La Calle Inclán, que todavía entonamos en ocasionales reuniones los viejos parroquianos de la paralela a la 44 de la Arequipa, que poblábamos en los telúricos años ochenta, donde la marginalidad alcanzó a las clases medias, al “expituco” Miraflores, y cómo no “El Plebeyo de ayer, es el rebelde de hoy” a quien Pinglo presenta como agente de la reivindicación social, muy a tono con mi propia rebeldía juvenil, que, igual que la de toda mi generación, solía inclinarse hacia la izquierda.

Felipe Pinglo era la Lima que añoraba, pero, hasta cierto punto, la que aún vivía en mi rioba, la que me encontraba los domingos en tribuna sur, en el Comando antes de que se llamase Comando, cuando me iba a ver a mi Alianza Lima, a cuyos ases de hacía cincuenta años, como Alejandro Villanueva y Juan Quispe, el bardo barrioaltino les dedicó varias polkas, pasos dobles y one step.

Creo que los años tienden a desideologizarnos, al menos un poco, y a valorar más lo puramente estético. Fue así como me encontré con los Boston Vals de Pinglo, Hawái, Horas de Amor y ¡Oh Mujer!, luego su único tema vanguardista, Palabras Esdrújulas, así como con una exquisita Chabuca Granda que está mucho más allá del caballero de Fina Estampa, como la que desafía el romper del río Rímac con su Pobre Voz, o con Una Larga Noche junto a María Sueños que arde de deseos en su Cardo o Cenizas, “como será mi piel junto a tu piel”.

Si tuviese que comparar las poesías de ambos, diría que la de Chabuca es de una estética insuperable (Pinglo y Chabuca corresponden a épocas y estéticas distintas) pero que los temas y personajes de Pinglo me recuerdan a los de Charles Chaplin, como en sus Luces de la Ciudad o El Pibe, o a los de Toulouse Lautrec y alguno que otro de Francisco de Goya “cubierto de harapos, la faz macilenta, el pobre mendigo limosnea un pan, implorando siempre la bondad ajena, a todos le pide una caridad” (vals Mendicidad).

Felipe Pinglo y Chabuca Granda fueron nuestros dos genios de la música criolla, qué duda cabe, y como tales supieron adivinar el final, la propia muerta, como Chaplin, el hombre, y el vagabundo, su personaje, el que muere para siempre en el drama Candilejas. En El Espejo de Mi Vida, Felipe Pinglo, joven, pero consumido por una enfermedad pulmonar, se describe así a sí mismo:

 

“Ayer tarde me he mirado en el espejo

pues sentía por mi faz curiosidad,

y el espejo al retratar mi cuerpo entero

me ha brindado dolorosa realidad.

Estoy viejo, hay arrugas en mi frente,

mis pupilas tienen un débil mirar,

y mis labios temblorosos y arrugados

saboreando están los besos

que ayer dieron y hoy no dan “

A su turno, Chabuca se retrata yaciente en su casi desconocido pero desgarrador landó: “Me he de guardar”

“En un hoyito iré yo a parar

solitita me he de guardar

dentro la tierra, al pie de un rosal

bajo un almendro te he de esperar”

 

Las obras de Felipe Pinglo y Chabuca Granda no son lineales. Entenderlas así sería renunciar a conocerlas y disfrutarlas en toda su plenitud. Ambos artistas fueron prolijos y experimentaron con diferentes influencias musicales, comprendieron cabalmente que no podían imponerle límites, ni cortapisas, a la inspiración y la búsqueda constante de nuevos caminos. Descubrir sus derroteros, y sus escondidos recovecos, es acercarnos un poco más a sus vivencias y al espíritu de su arte.

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Chabuca Granda, Felipe Pinglo

¿Qué mérito tiene usted en el triunfo de Pedro Castillo a la presidencia? 

Podría decir que este ha sido un conjunto de varios factores que han permitido que Pedro Castillo llegue a la presidencia. Entre ellos, se puede identificar uno, obviamente: el liderazgo de Castillo. Segundo, la legalidad del partido sin el cual hubiera sido imposible postular. Le dije una vez a Pedro Castillo, cuando todavía estaba algo dudoso de postular, que el pasto estaba seco, que la chispa era el partido y el viento era la pandemia. Y que había condiciones para que un gobierno de izquierda, si bien no ganara, se acerque al triunfo e ir trabajando sobre ese camino. 

¿Qué derechos cree que le da a usted el triunfo de Pedro Castillo sobre el gobierno? 

Sinceramente no espero ningún derecho ganado. Yo no he exigido ningún cargo para ningún militante. Escasamente, tenemos dos ministros, de los diecinueve. Y uno que es el premier, que es un ministro prestadito, que a más rato vuelve a ser congresista. Pero el resto son aliados políticos del Frente Amplio, de Nuevo Perú, de RUNA y casi la mitad, invitados del propio presidente de la República. Así que es un mito que Cerrón pone a los ministros. 

¿Y es verdad que eligieron a Pedro Castillo como candidato presidencial porque el señor Guido Bellido hizo una búsqueda en Google?

Es totalmente falso. 

Eso lo ha dicho el señor Bellido en una entrevista al diario “El País”.

A Pedro Castillo yo lo conozco en el año 2017, que me viene a buscar a mi domicilio, acompañado de dirigentes del Sute. A las once de la noche me visita a la casa y para mí fue una grata sorpresa. Desde aquel entonces comenzamos a conversar sobre algunos temas de carácter político-programático, mas no ideológico. Posteriormente, el 2020 Pedro se presenta ante mí y me manifiesta su deseo de ser parlamentario por Cajamarca. Yo le digo lo siguiente: “Pedro, yo tengo la casación [de la sentencia judicial] que está en curso. Si es favorable, acompáñame en la fórmula presidencial. Y si no fuera así, tu persona tiene que ir a la vanguardia”. Él me dijo: “Déjame pensarlo”. A los tres días me dio la respuesta de que aceptaba las condiciones. No salió la casación, fue inadmisible y Pedro tuvo que asumir la candidatura. Lógicamente, antes de yo plantearle el tema como tal, se discutió dentro del buró político de Perú Libre, donde está (Roger) Nájar, Guido Bellido y, como invitado, Guillermo Bermejo. Así fue como se tomó la decisión. 

¿Qué vio usted en Pedro Castillo? 

Vi que la vida le había dado una circunstancia muy especial. De haber liderado una huelga nacional que, dicho sea de paso, fue exitosa. Porque, como nunca, el magisterio logró unificarse, cuestionando posturas sectarias de algún otro sector. Entonces, surgía una tercera línea, que en este caso es Fenate. Logró compactar, contagiar al magisterio e involucrarlo en una lucha nacional. A la vez, eso le daba una lección: el magisterio ya no sólo podía estar luchando a nivel reivindicativo. Ya no podía estar a nivel de las bombas lacrimógenas, de palos o calabozos, sino que tenía que pelear algo más. Ese algo más era la presidencia de la República, como una partecita del poder todavía.

El presidente dijo que a usted no lo veríamos “ni siquiera como portero” en las instituciones del Estado. ¿Qué sintió cuando dijo eso? 

Yo soy un político ya cuajado. Para mí ese fue un tema insignificante. Pero las bases de Perú Libre la sintieron. La base de Puno vino en su conjunto y nos dijo: “nos sentimos bastante dolidos con lo que ha dicho Pedro Castillo”. Y muchos militantes escribieron en ese tono. Yo fui a responderles, a decirles que solamente es un tema del zigzag político. Esa fue mi respuesta. No solo eso. También cuando tuvo el exceso de decir que en algún momento podría agarrar a patadas a la bancada de Perú Libre, abriéndose un frente innecesario, tuve que hablar con cada uno de los congresistas para que no repliquen. Ese fue el desliz que tuvo en campaña el camarada Pedro.

¿Cuál es su relación actual con el presidente?

Mi relación es totalmente amical, cordial, respetuosa de la autonomía de cada uno. Pedro Castillo no es subordinado mío. Ni Cerrón es subordinado de Castillo. Eso ha quedado siempre claro. Ha quedado cristalino en las reuniones que hemos tenido. 

¿Ve asuntos de Estado con él? ¿Han tratado temas de gobierno? 

De ninguna manera. Nosotros lo que vemos, o lo que me compete a mí, son temas del programa partidario. Siempre le he dicho a Pedro  que nosotros no vamos a hacer lo que hacen otros partidos, que es utilizar sus organizaciones políticas para llegar al gobierno. El medio es el gobierno y la aspiración final es lograr la aspiración del partido. Entonces, hacia ahí va mi conversación con Castillo. Y él ahí puede tomar unas opciones programáticas, como también puede descartarlas. Está en todo el derecho. 

¿Cómo se comunica con él?

Cuando estábamos con el asedio de la prensa, yo me reunía con él a las cuatro, cinco, seis de la mañana, en su domicilio del jirón Sarratea [Breña]. Cualquier día que llamaran y si hubiera alguna una emergencia. Tratábamos sobre las conspiraciones en su contra y las denuncias que comenzaron a salir después de la segunda vuelta. Hubo una catarata de denuncias, inclusive de terrorismo, que era expresión de la franca persecución política que existe en este país. Si estuviéramos en los años ochenta, yo estaría con un balazo en la nuca hace rato. 

¿A qué se refería usted cuando escribió este tuit: “La presencia de Cerrón no debilita a Castillo, por el contrario la fortalece”? ¿Qué ha querido demostrar con eso, más allá de tener una autoestima muy alta?  

Porque el pueblo sabe que la garantía del cumplimiento de lo que se ha ofrecido en el programa quizás pueda estar más cerca a mi persona que a la de Pedro. Además, modestamente, uno ya tiene una experiencia de gestión en el Estado. Venimos de una experiencia netamente político-partidaria y no de una experiencia sindical. Por eso los adversarios ven que ese binomio podría ser indestructible y se han dedicado a fracturarlo, porque saben que ahí está la conexión potente en el ámbito político. 

¿Usted se siente popular? 

No es que me sienta popular, pero podría contribuir a que las promesas de campaña se acerquen a la realidad que es por la opción que votó el pueblo peruano.

¿Qué le decimos a ese 84% del pueblo peruano que quiere que usted se aparte del gobierno, según la última encuesta de Ipsos? 

Las encuestadoras cumplen una misión. ¿Quiénes financian a las encuestadoras para que ellas puedan operar? ¿No son los grupos de poder como ‘El Comercio’, por ejemplo? ¿No los pagan los grandes empresarios?  Y son encuestadoras que, según se ha demostrado en los juicios, Vladimiro Montesinos coimeaba mensualmente. Es más, esas encuestadoras en cualquier país enteramente democrático debieran haber sido vetadas hace mucho tiempo y proscritas. Y todos sus actos declarados nulos. Sin embargo, este es un país donde se violan esos espacios y se viola, a la vez, la Constitución y la propia democracia. 

¿No va a apartarse del gobierno?

No es que me aparte. Tampoco me siento integrado en el gobierno. Pero sí soy amigo del gobierno. Puedo sugerir al gobierno. Puedo criticar al gobierno. Puedo rectificar al gobierno con algunas opiniones. Y ellos tienen todo el derecho de hacerlo conmigo.

No va a dar un paso al costado, entonces.

He dado un paso al costado en la práctica, inclusive el partido. Porque ya te estoy diciendo que, de la composición mayoritaria del Consejo de Ministros, por ejemplo, Perú Libre tiene menos del 10%. Está bastante clara esa relación. Pero, no porque sean minoritarios, mis opiniones no podrían ser escuchadas en algún momento de ser necesario.

“Guido Bellido no es ningún terrorista y pongo mi mano al fuego por él”. Foto: Sudaca/Ojo de Vidrio.

¿Por qué un hombre como Guido Bellido, que ha elogiado a senderistas como Edith Lagos y Carlota Tello, es idóneo para el cargo de primer ministro? 

Había que preguntárselo a quien lo ha designado. En este caso el profesor Pedro Castillo. La propuesta del partido fue Roger Nájar por las características que tiene de buen analista político. Fue excongresista y es un hombre de partido. Inicialmente no fue Guido Bellido ni otro. ¿Qué sucede cuando comienza a atacar a Roger Nájar? Él decide dar un paso al costado para favorecer la gobernabilidad del nuevo gobierno. Entonces, el partido hace una propuesta, en la cual estaban Jaime Quito, Silvana Robles, Álex Flores y el propio Guido. De esas propuestas, el presidente eligió a Guido.

¿Condena al primer ministro por haber elogiado a Edith Lagos?

Critico eso. No debió haberlo hecho, por más uso de su libre pensamiento. Porque lo ha hecho de manera pública en una red social o en una televisión. Pero sí te puedo asegurar una cosa: Guido Bellido no es ningún terrorista y pongo mi mano al fuego por él. 

¿No se va a quemar? 

En lo absoluto.

¿El nombramiento de Guido Bellido no ha sido una provocación al Congreso para tratar de cerrarlo? 

Como te digo, eso le compete responder al presidente de la República. Pero, si me preguntas, te podría decir que no. Es más, si censurasen dos veces el Consejo de Ministros, no existe la obligatoriedad de disolver el Congreso. Es un tema discrecional del presidente Castillo. Estoy seguro de que no optaría por ese camino, porque lo considero un hombre democrático. Y el Congreso, nos guste o no su composición mayoritariamente de derecha, es el que ha elegido el pueblo. El mismo respeto le pedimos al Congreso. Que respete al Ejecutivo y a su Consejo de Ministros. Que lo respeten porque [Castillo] ha sido elegido democráticamente y le han dado esas facultades de componer su Gabinete. 

Usted no está a favor de un cierre del Congreso, como Guillermo Bermejo.

Ninguna experiencia de cierre del Congreso en este país ha dado algo altamente fructuoso. Los cierres del Congreso no han tenido nada relevante. El cierre del Congreso [de 1993] nos trajo una Constitución más antidemocrática de la que teníamos. Nos trajo a colación la copia del consenso de Washington en sus diez puntos en la Constitución. Es decir, que esa Constitución ni siquiera la hicieron en el Perú. Simplemente Fujimori implantó el golpe de Estado. 

Usted ha dicho que se está propiciando un golpe de Estado ahora. ¿Por qué?

Hay sectores de la derecha que constantemente están llamando a un golpe de Estado mediante el uso parlamentario indebido. Es decir, los famosos golpes parlamentarios por los cuales sacaron a Lugo, a Zelaya, a Dilma Rouseff y, por el cual, han intentado sacar a otros presidentes. Lo mismo se quiere instrumentalizar [ahora], porque ese es el plan Cóndor II. Vemos la judicialización de la política, el desprestigio mediático y los golpes parlamentarios. El trípode, que antes era tanques, balas, fosas comunes. Las tácticas se han ido modernizando. 

¿El señor Bellido debería permanecer en el cargo? 

Si tiene la confianza del señor presidente, se quedará como presidente del Consejo de Ministros, aunque yo podría como partido sugerir algunos cambios de ministerios. No quiero personalizar en este momento. Hay algunos que han estado cometiendo errores que no solamente generan críticas al gobierno, sino al partido. 

¿Se refiere al ministro de Transportes [Juan Silva]? 

No puedo personalizar pero estamos en un gobierno de once o doce días. Sería muy temprano. Estamos en este momento, como a boca de urna. El conteo rápido podría ser el próximo año. Hay algunos ministros que han cometido algunos errores, que yo supongo pueden ser sujetos a una reevaluación del señor presidente. 

¿Cómo un hombre [Héctor Béjar] acusado de asesinato, que dice que Sendero Luminoso fue un invento de la CIA, puede liderar la política exterior peruana?

Él, cuando habla que Sendero Luminoso fue un invento de la CIA dice bien claro que no tiene cómo probarlo. Es una hipótesis de él que hay que respetar. Es libertad de pensamiento. Hay otro acápite, en la misma conferencia que él da, en el que dice algo muy cierto: el trabajo de la CIA es la división permanente de la izquierda. 

Usted también es un canciller en la sombra. En un tuit ha anunciado que Perú saldría del Grupo de Lima, sin que lo comunique la Cancillería

Está en las redes. En los medios de comunicación, mucho antes que mi Twitter. Y yo manifiesto mi deseo, mediante esa comunicación, que el Perú debería salir del Grupo de Lima, que en realidad es el Grupo de Washington. Yo ratifico que es la expresión del neocolonialismo contemporáneo.

Toquemos el punto de la Asamblea Constituyente: el presidente ha dicho que va a insistir con el tema, pero que pasará por el Congreso. ¿Usted está de acuerdo? 

Estoy de acuerdo en que se vea la vía congresal y la vía extracongresal. Las dos dentro del marco constitucional. Una dice que es para la reforma constitucional dentro del Parlamento y la otra para buscar un referéndum. Los  dos [caminos] son constitucionales. No nos salimos de ese marco. Tenemos que respetar la Constitución vigente. Por tanto, no se puede decir que la segunda opción es antidemocrática, golpista, autoritaria, como nos quiere presentar la derecha, que nos quiere encasillar en la primera opción nada más. 

El temor con la Asamblea Constituyente es que Perú Libre busque perpetuarse en el poder, teniendo en cuenta que usted se ha mostrado a favor de la reelección presidencial. ¿No es un riesgo eso para la democracia? 

Creo que no. Yo estuve en contra de que a los alcaldes, a los presidentes regionales y a los congresistas les prohibiesen la reelección. ¿Así quieren tener gente que haga carrera política? ¿Cómo podrían hacer carrera si nos están vetando en cada momento? Yo estoy a favor de la reelección. Si el pueblo reelige a un gobernante a cualquier nivel, simplemente hay que entenderlo como la ratificación de la voluntad popular. No hay que verlo como una perpetuación de poder. Para tal caso, yo podría decir que la derecha se ha perpetuado doscientos años en el poder hasta que ganó Perú Libre. No podría decir eso, porque hay diferentes tonos de derecha, algunas más democráticas, algunas más dictadoras, etcétera.

¿Está de acuerdo con la permanencia de Julio Velarde? 

Yo sugerí la permanencia de Julio Velarde. Hablé con él. Y creo que fue una sugerencia que después le hice al señor presidente y lo tomó a bien. 

¿Qué le dijo? 

Lo saludé y le dije que nos parecía bien que no haya un proceso traumático en el tema económico, que es lo que más se ha reclamado. Fue muy breve la conversación. Eso [ratificar a Velarde] no fue un desliz del profesor Castillo, como lo habían criticado. Fue en este caso una toma de conducta colegiada por el partido y por el candidato. 

¿Qué le dijo el señor Velarde? 

Me recibió el saludo nada más. Fue muy breve el tema. 

 

ALIANZAS

El anuncio de un nuevo partido, que tiene el apoyo del sector magisterial de la bancada, ¿no es el anticipo de una ruptura? 

Nosotros hemos saludado el inicio de la inscripción del Partido Magisterial y Popular. Cuando el pueblo se organice más, vamos a obtener mayores victorias, mayores conquistas. Aquí lo importante es que no somos enemigos de clase. Y, en la lucha, nos encontraremos, nos abrazaremos y derrotaremos a un enemigo mayor. Por tanto, a Perú Libre no lo afecta en absoluto. Por el contrario, hemos saludado que sea así. Dentro de la sinceridad, pero también dentro de la fraternidad y el principio: unidad, discusión, discrepancia, pero nuevamente unidad. 

¿Por qué los maestros congresistas no se han afiliado a Perú Libre? 

Porque muchos fueron invitados de último momento. Estratégicamente la candidatura de Castillo la tuvimos en reserva hasta el último momento. Porque, si no, hubiese empezado una campaña anti Castillo y posiblemente lo hubieran sentenciado o inhabilitado, como hicieron con Gregorio Santos, con Aduviri, con Cerrón. Por eso es que se toma la decisión de soltar la candidatura faltando una semana antes de que se cierren las inscripciones. 

Me gustaría profundizar en una frase que lanzó en el congreso partidario de Perú Libre. Usted dijo: “si el gobierno se desvía, el partido tiene que rectificar la línea”. Y habló de una conspiración caviar. ¿Son los caviares los que quieren desviar al presidente? 

Yo creo que el presidente de un gobierno se legitima cuando cumple sus promesas y el poder político se solidifica si es que se hace lo que se hace dicho. Si es que el profesor Pedro Castillo no cumpliera con convocar a la Asamblea Constituyente o, por lo menos, no muriera en esa lucha, el pueblo tendrá el concepto de una caviarización. Si es que Castillo no llama a renegociar los contratos que consideramos lesivos para el Estado, irá en ese camino de ‘humalización’. Si es que Castillo no toma el control de los principales recursos naturales, que no necesariamente significa nacionalización o estatización, el pueblo se sentirá engañado una vez más. El partido, tras una crítica, tiene que estar vigilante. Cualquier fracaso o triunfo de Castillo va sobre las espaldas del partido.

¿Y a qué se refería con una conspiración caviar? 

En el sentido de que hay mucha gente allegada a esos sectores que constantemente le repiten que ya no es necesario una Asamblea Constituyente. Que con esto es suficiente para hacer un país justo. Ya lo hemos demostrado. Hemos crecido económicamente, pero todos no hemos crecido a la misma estatura. 

¿Qué es un caviar para usted? 

Un caviar para nosotros es alguien que vive del Estado, sin proclamarse muchas veces de derecha y de izquierda, sin tomar partido ideológico y político como tal, y prefiere estar bien con todos, incluyendo el sistema. Pese a manejar en su discurso un lenguaje anti Estado, pero que en el fondo fortalece un núcleo duro del sistema. 

¿Pedro Francke es un caviar? 

A Pedro Francke lo conozco poco como para poder tener un concepto más sólido. Yo espero que sea más cercano a la izquierdista socialista más adelante. No podría estigmatizar a nadie con nombre propio.

“He dado un paso al costado, en la práctica”. Foto: Sudaca/Ojo de Vidrio.

Quiero leerle un escrito suyo, de febrero del 2021: “Perú Libre tiene como prioridad resolver los problemas económicos en el país en función de las mayorías y Nuevo Perú [el partido de Verónika Mendoza y Pedro Francke] tiene como prioridad resolver el problema de las minorías sexuales y el matrimonio igualitario”. ¿Se ratifica? 

Sí, por supuesto. Yo creo que, a partir de resolver el problema económico del país, podría resolverse ya por inercia los demás problemas de las mayorías y de las minorías.

Le leo algo más de su autoría: “Perú Libre es independiente de toda ONG. Considera a las ONG órganos de infiltración política de otros gobiernos. Nuevo Perú y Frente Amplio [el partido del ministro de Salud Hernando Cevallos] son dependientes de las ONG”. ¿También se ratifica?

Para que Estados Unidos diga que no hace una intromisión estatal, crea las organizaciones no gubernamentales.

¿Está tragando sapos con la alianza con Verónika Mendoza, Pedro Francke y Hernando Cevallos? 

No. Quizás el profesor Castillo, pero yo no. 

¿No le supone ningún problema Verónika Mendoza? 

Fíjate que la izquierda es un abanico de muchas variedades, que hay que entendernos. Por ejemplo, nosotros venimos de movimientos regionales. Héctor Béjar puede venir de guerrillas, como otros. Otros vienen de movimientos estudiantiles, otros izquierdistas vienen de movimientos sindicales. Otros izquierdistas vienen de ONG. Finalmente, en alguna medida, todos estamos concatenados. Inclusive con sectores de centro y también de derecha. Si uno no ve holísticamente la política, caería en lo que siempre han llamado el infantilismo de la izquierda, sentirse los únicos. Ese es el fundamentalismo que debe desaparecer. 

 

DENUNCIAS

¿Cómo así se convirtió usted en un mago de las finanzas y llegó a ahorrar más de un millón doscientos mil soles? 

Realmente mi patrimonio es un poco más. Totalmente justificado. 

¿Cuánto? 

No te lo podría decir por razones de seguridad. Yo debo ser el neurocirujano más pobre de este país. Porque he dedicado gran parte de mis operaciones, que superan las mil, totalmente gratuitas, sin cobrar un centavo. De eso puede dar fe el pueblo de Huancayo. Operaciones que bien en Lima pueden costar entre S/100.000 y S/200.000. Con cinco de esas operaciones tendrían el patrimonio que yo he hecho en veinte años de trabajo. Aquí no hay magia. Aquí hay trabajo, trabajo y trabajo filantrópico inclusive. 

En el 2013 usted reportó ingresos a Contraloría por S/14.300 mensuales y no registró ingresos por actividades privadas 

Mis cuentas están totalmente investigadas. Yo he tenido ocho investigaciones por lavado de activos, de las mismas cuentas. Seis fueron archivadas. Una por sobreseerse. La conclusión de todos los peritajes que siempre se han hecho es la siguiente: no existe desbalance patrimonial. Así de concreto. 

¿De dónde proviene su fortuna? 

De la cuarta categoría, que es de la actividad privada. Y de la quinta categoría, como médico neurocirujano en EsSalud, como gobernador regional, como profesor nombrado en la Universidad Nacional de Centro y como profesor de la Universidad Peruana de los Andes en su momento. 

¿Por qué ha querido retirar dinero del banco? 

Porque quería cambiar de banco para obtener una mejor rentabilidad. Si estás investigado seis años de lavado de activos, ningún banco quiere aumentarte la rentabilidad. Entonces, tienes que cambiar, porque puedes estar con un rendimiento mínimo, casi nada, por simplemente ser políticamente expuesto. Por eso es que se hicieron esos movimientos. Entonces, en algún momento, Interbank ofreció mayor rentabilidad y con un cheque de gerencia trasladó ese dinero. Alrededor de eso se teje toda una historia de que ese dinero ha venido del Vraem, de los Dinámicos. Es el mismo dinero que está investigado hace mucho tiempo. Por eso es que no tengo ningún problema con mi patrimonio. De  patrimonio lo que yo tengo es solamente una casa en este momento y mis cuentas de ahorro. Nada más. No tengo empresas. No tengo dinero del extranjero. No manejo tarjetas de crédito. 

“Yo debo ser el neurocirujano más pobre de este país”. Foto: Sudaca/Ojo de Vidrio.

Debe ser un médico muy envidiado.

Creo que envidiado no. Porque ningún neurocirujano en el Perú quisiera ser tan pobre con la profesión que tengo. Era para que yo haya tenido en Huancayo una gran clínica si hubiera trabajado como un médico neoliberal. Y no lo he hecho por dos razones: porque mi padre fue un hombre de izquierda y asesinado por sus ideas. Y lo otro: porque me educó la revolución cubana no para ser un mercantilista. 

¿Llama pobreza a tener más de un millón de soles? 

Yo lo que te digo es que mi patrimonio ahora, como cualquier neurocirujano en Lima, sería entre dieciséis y veinte millones, que no lo es. Que investiguen a otros neurocirujanos aquí en Lima. Y vea usted la diferencia abismal del patrimonio que hay en veinte años de trabajo. 

¿Cómo ha pagado la reparación civil de S/850.000? 

Ese es otro mito. Yo no he pagado 850.000. Yo he pagado, si no me equivoco, cerca de 269.000. Lo demás lo han pagado el resto de los sentenciados. Somos cuatro sentenciados. Así que eso de achacarme de que uno ha pagado todo, parte de un razonamiento malicioso con tal de hacerme quedar mal ante la opinión pública. 

¿Cómo se ha recolectado ese dinero? Las ‘balas’, como dice el primer ministro Guido Bellido en un audio.

Tienen que explicarlo quienes han depositado por su parte y yo explicar lo que he depositado por mi cuenta, que es también con apoyo partidario porque el partido hace una reunión. Al ver que mi sentencia tiene carácter político, el partido también decide aportar. A eso responde el aporte que hace la señora Dina Boluarte con el señor Braulio Grajeda y la coordinación que hace, en ese entonces, Guido Bellido. 

La hipótesis fiscal en el caso ‘Los Dinámicos del Centro’ es que se recaudó plata ilícita del gobierno regional para financiar la campaña de Perú Libre.

Totalmente falso. El fiscal tiene una teoría del caso. Está bien que ejercite hipótesis. Yo los felicito por eso. Está en todo su derecho. El deber nuestro es demostrar que eso no es así. Yo estoy muy seguro de que ningún centavo fue a la campaña del profesor Pedro Castillo. En la mente del adversario político, no de la Fiscalía, no puede caber la solidaridad de clase de un pueblo. Para decirlo con toda claridad: la campaña de Pedro Castillo no fue financiada ni por el gobierno regional de Junín ni por un dinero oscuro de narcotráfico ni del terrorismo, ni de la Dirección Regional de Transportes y Comunicaciones. 

¿Y por qué el patrimonio de Perú Libre ha aumentado? En el 2018 registró cero soles y, en el 2021, S/762.000.

Porque el partido decidió dar un paso de nivel regional a nivel nacional. Y eso incluía que teníamos que tener un local en Lima y no podíamos estar de gitanos. Entonces, se hace una asamblea y se les pide a los militantes que aporten extraordinariamente una suma de dinero para comprar ese local que costó $220.000, el de la calle Brasil. Y nosotros exoneraremos sus cuotas partidarias en los años siguientes. Perú Libre fue un partido que siempre aportó, estatutariamente.

¿Es usted un troll en Twitter? 

Yo diría que soy un opinólogo. De Twitter, de Facebook, de WhatsApp, de las redes sociales. También he escrito libros. Dos de medicina, uno de historia, otro de descentralización. Estoy escribiendo dos más. Entonces, para mí no es ajeno el trabajo intelectual. El legado de mi padre es una hermosa y gran biblioteca de pedagogía, de historia y de filosofía. A eso responden las opiniones que hago.

¿Va a postular a la presidencia? 

Si es que se dan las condiciones, voy a postular a la presidencia de la República. Si es que no se dan las condiciones, no postularé y el partido está en el trabajo de formar nuevos cuadros y creemos que, para el 2026, Perú Libre debiera tener dos cuadros presidenciales varones y dos cuadros presidenciales mujeres. 

Ya que a veces habla de sí mismo en tercera persona, ¿qué opina Vladimir Cerrón de Vladimir Cerrón? 

Yo diría, como Vallejo, que nací un día que Dios estuvo enfermo. Y por eso a veces puedo ser vilmente incomprendido. Pero cuando me conozcan sabrán que el Vladimir Cerrón que han pintado mis enemigos no se parece en nada al Vladimir Cerrón real. Ahora, hasta hace poco, antes de esta entrevista, solamente conocían al Vladimir Cerrón virtual.

 

Fotos: Sudaca/Ojo de Vidrio

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Pedro Castillo, Perú Libre, Vladimir Cerrón
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