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Vladimir Cerrón: “No diría que [Cuba] fracasó”

En esta segunda parte de la entrevista, el líder de Perú Libre señala que el entonces vocero de la bancada, Álex Paredes, “fue un mal negociador” en la carrera por la Mesa Directiva del Congreso y que tomó decisiones sin consultar al partido. También dice que faltó respaldo de Pedro Castillo. Asegura que él llamaría en consulta al embajador en Estados Unidos. Insiste en que “el Estado tome control de los recursos naturales” para obtener mayores rentas.

¿Por qué perdieron la Mesa Directiva del Congreso?

Porque faltó una negociación más precisa y yo creo que un respaldo del Ejecutivo. Porque tú [se refiere a Perú Libre], siendo minoría frente a los demás partidos de derecha, vas a negociar sin llevar un pan bajo el brazo ¿Qué resultado podrías tener? Ese pan bajo el brazo para criterio del camarada Pedro Castillo era repartija y él no lo iba a hacer. Nosotros tampoco observamos. No criticamos, porque estábamos de acuerdo en que no debe haber una repartija de ese tipo, ni negociaciones de ese tipo. Pero como la derecha no piensa así. Al ver que no se le daba nada del Ejecutivo, cercaron a Perú libre, como lo hicieron con las comisiones. Ese es el resultado.

Acción Popular le había ofrecido su apoyo.

Había ofrecido ser integrante de la mesa, no presidente de la mesa.

Al integrar la misma fórmula, iban a tener los votos de esa bancada. Son dieciséis o quince votos que hubiesen significado el triunfo de la fórmula que integraba Perú Libre.

Efectivamente, pudo haber sido. Pero ahí también se lleva a un segundo plano de discusión, y es el plano principista. Finalmente, siquiera fue eso. El pleno de los congresistas [de Perú Libre] encarga al vocero de aquel entonces, Álex Paredes, llevar a cabo dos fórmulas. Primero, que Perú Libre presida la Mesa Directiva. En segundo lugar, si es que no presidiera, que integrara la oferta que me está comentando de Acción Popular. Pero el vocero hizo, inconsultamente, una tercera acción: inscribir, si no me equivoco, a Somos Perú en la cabeza y a Perú Libre como miembro. Algo que no había sido encargado en el pleno de la bancada, lo que concluyó con el cese de su cargo.

¿Álex Paredes traicionó a Perú Libre?

Yo diría que no. Yo diría que más bien lo hizo en un ánimo de salvar una lista donde se integrase al partido. No podría decir que fue en ninguna medida una traición.

Pero fue un mal negociador.

Fue un mal negociador, pero no malintencionado y menos ponerle esa categoría mencionada [la de traidor].

¿Cuál es el mérito de su hermano, Waldemar Cerrón para ser el vocero de la bancada?

Que lo elige la mayoría.

Pero ese no es un mérito. ¿Cuál es su mérito?

Ellos [la mayoría de la bancada] han visto en él la concertación. No es un individuo ambicioso. Él dio un paso al costado muchas veces cuando le propusieron que sea candidato a la Mesa Directiva. Es una persona preparada. Es doctor en Educación, una persona que goza de gran simpatía. En las elecciones del 2020 fue el candidato más votado de todo el departamento de Junín. El problema fue que no pasamos la valla. En esta ocasión, dentro del partido, fue el más votado y goza de una simpatía en el ámbito universitario. Entonces, yo llego a la conclusión, como dicen los militantes, de que Waldemar Cerrón brilla con luz propia. Muchas veces me he sentido incómodo de ser la sombra de mi hermano. Y que bajo mi sombra no pueda crecer nadie es totalmente injusto.

¿Puede decirme un país que haya aplicado con éxito un ideario político similar al de Perú Libre?

Países de corte capitalista y también de corte socialista. Por ejemplo, usted puede ir a Suecia y la medicina es gratuita a todo nivel. Puede ir a Francia, a España.

¿Francia ha aplicado un modelo similar al de Perú Libre?

En la salud pública, sí. En Canadá la accesibilidad de la medicina es universal y hasta gratuita. Pero es fácil hacerlo en el primer mundo, donde hay muchos recursos. Lo heroico es hacerlo en el tercer mundo, donde no hay recursos, como en el caso de Cuba, Bolivia, Ecuador. Hay similitudes que podemos hacer tanto como en el primer mundo como en el tercer mundo. El problema es que nosotros no somos ni chicha ni limonada.

Le voy a leer otra declaración: “El modelo cubano ya no funciona. Ni siquiera para nosotros” ¿Sabe quién lo dijo? Fidel Castro, en el 2010.

Refiriéndose a varios puntos. Uno de los puntos que criticó Fidel Castro como error de la revolución es haberlo dado todo gratis. Ese modelo ya no funciona. Otra cosa que criticó fue su dependencia de la Unión Soviética. Y por eso es que Fidel, cuando cae el campo socialista en Europa del este, dice: “ahora sí vamos a gozar lo que seamos capaces de producir”. Se refería a eso, que ya no puede funcionar en las actuales circunstancias mundiales, en un mundo globalizado con una tecnología, una economía y una industria de hace más de medio siglo.

Fracasó Cuba entonces

No diría que fracasó. Todo tiene su tiempo. Todo tiene su espacio concreto. No podríamos nosotros escandalizarnos del esclavo de la edad media si lo vemos en este tiempo. Pero más adelante alguien se escandalizará de cómo nos explotan a los peruanos con el salario. O con el trabajo asalariado debiera decir.

¿Le ha sorprendido a usted los niveles de represión que hay en Nicaragua?

Estoy siguiendo el tema Nicaragua y, obviamente, siempre he estado contra todo tipo de represión. Ya sea que venga del flanco derechista o del flanco de izquierda. Con toda sinceridad se lo digo, en ese aspecto soy bastante mariateguista. Porque Mariátegui nos dijo: “Un exceso de derecha es tan igual que un exceso de izquierda”. Yo condeno cualquier tipo de represión en cualquier parte del mundo, porque supera en este caso al pensamiento crítico de la humanidad. El día que se aplica la fuerza es que el pensamiento se ha hecho estéril. Y yo no creo que eso pueda o deba suceder.

¿Debería el canciller Béjar llamar a consulta al embajador en Nicaragua?

Esa decisión la podría tomar él y el gobierno.

¿Usted qué opina?

Yo no podría opinar en ese aspecto porque estaría interfiriendo, ahí sí, en la política internacional que tanto me achacan que lo hago y no lo hago por un respeto. Como partido no es mi competencia en este momento.

Usted ha opinado sobre la salida del Grupo de Lima. ¿Por qué no opina sobre Nicaragua?

Yo llamaría en consulta al embajador norteamericano [se refiere al embajador peruano en Estados Unidos].

¿Por qué motivo?

Por muchas cosas que han pasado en el Perú bajo su auspicio.

¿Cómo cuáles?

Las bases norteamericanas en el Perú. Por ejemplo, los cuerpos de paz de aquel entonces que nunca han pedido una disculpa pública al Perú de sus abusos. En el tema de algunas ONGs que ellos financian, que han sido vehículos de la esterilización forzada en este país. A ese embajador se le debe llamar en consulta.

¿Qué papel va a cumplir Evo Morales en el gobierno? ¿Será asesor del presidente de la República?

Poner a un presidente altamente exitoso en su país, como asesor, no me parece bien. Puede ser amigo del gobierno. De los gobiernos que él considere necesarios. No necesariamente de izquierda, sino también de derecha. Pero la experiencia que él ha demostrado en su país es bastante rica como ejemplo para América Latina. Es tan rica que la derecha nunca lo atacó por su gobierno, sino que prefirió atacarlo por su continuidad en el gobierno. Y, finalmente, de propinar un golpe de Estado. Me parece que la experiencia boliviana hay que observarla, hay que aprender de ella en alguna medida. Antiguamente el señor Sofocleto, cuando hablaba todo lo peor de Perú, siempre ponía en su columna: “Felizmente existe Bolivia”. Como para que nosotros no seamos los últimos. Hoy en día Sofocleto no podría escribir eso.

Con la Asamblea Constituyente usted busca revisar contratos ley y nacionalizar sectores estratégicos. ¿No lo puede hacer con este marco legal?

Yo no busco nada. Somos simplemente el vocero de un pueblo que reclama cambios y que este país salga de ser un país inequitativo y profundamente injusto. En tal sentido, si la Asamblea Constituyente mayoritariamente dice que hay que recuperar los recursos naturales mediante cualquier método, es la voz soberana de un pueblo, que tiene que respetarse y que es más democrática que 130 congresistas.

¿Qué contratos ley deben revisarse?

Los contratos ley de las concesiones, aquellos que dicen que, si hay un derrumbe natural de diez días en la carretera, el Estado debe seguir pagando. El contrato ley que dice que, así suba los minerales de precio, como hoy en día se ha duplicado el precio del cobre, del petróleo, nosotros no nos beneficiamos de ese incremento de precios. Es totalmente injusto. Y eso debe revisarse. Debe renegociarse.

¿Habrá nacionalizaciones en sectores estratégicos?

La nacionalización no nace por apoderarse de una empresa. Muchos dicen: “Quieren nacionalizar el gas de Camisea”. ¿Cómo vamos a nacionalizar lo que es nuestro? El gas de Camisea es propiedad del Estado peruano. En este rato estará concesionado y administrado, pero ya nos han metido en la psicología colectiva de que no nos pertenece. Hay que rescatarla mediante una nacionalización. Algo muy distinto a lo que es una estatización, donde le quitaríamos la última computadora. Y de eso nosotros, obviamente, no somos partícipes. Nosotros lo que planteamos es que el Estado tome control de los recursos naturales para obtener mejores beneficios de rentas para el pueblo. Eso no parte por necesariamente nacionalizarlo, sino de tener el control para que estos señores paguen el canon, el sobrecanon, el óbolo voluntario, el derecho a vigencia y eliminen la evasión tributaria y que desaparezca la elusión y muchas cosas más.

¿Qué proyectos mineros usted considera deberían ser anulados?

Anulados, ninguno. Yo considero que deben revisarse los contratos, la gran mayoría. Tenemos: Yanacocha, Toromocho, Quellaveco, Antamina, Las Bambas. Todo eso. El gas de Camisea, las centrales hidroeléctricas. Todo tiene que revisarse y ver si son lesivos o no para el Estado.

¿Quién los revisa?

Tenía que ser una comisión, ya sea parlamentaria, ya sea del Ejecutivo o de la sociedad civil, para ver hasta dónde es factible que el Estado pueda ceder y hasta dónde no, tomando como variable el bienestar popular.

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Congreso, Cuba, Perú Libre, Vladimir Cerrón

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