El pueblo no es tonto y ya no aguanta. Después de dos años y medio de pandemia, la situación ha empeorado para muchos peruanos de a pie. La pobreza ha subido al 35%, la inflación continúa, muchos siguen luchando día a día para poder llevar un pan a la mesa y con suerte hasta fin de mes.

La esperanza que representó Castillo de acortar la brecha de la desigualdad se vio mutilada desde el primer día de su mandato con un hostigamiento brutal, como nunca antes se ha visto contra un presidente elegido. Obviamente, la poca preparación política de Castillo fue un factor a considerar, pero más grande ha sido el racismo y la lumpenería con que los congresistas y los medios masivos de comunicación han actuado, coactando cualquier iniciativa del Ejecutivo.

Lo que ahora tenemos de facto es una dictadura militar y policial que hace lo mismo que todas las dictaduras de ese tipo: reprimir por la violencia, usando la excusa del terruqueo y el vandalismo. Sin necesidad de justificar los desmanes de algunos de los airados en las calles (entre los que habría que ver cuántos son «ternas» de la misma policía), tampoco puede justificarse que miembros de las Fuerzas Armadas y la policía disparen a mansalva a manifestantes desarmados o armados con tremenda desigualdad de medios.

Solo este hecho deslegitima al poder político actual. Cada muerto y cada herido es una mancha moral más en el prontuario de la clase política tradicional. «La cólera que parte al hombre en niños» está llegando a su límite. Qué pena, qué pena por el Perú. Muy mal Boluarte; muy mal los ambiciosos congresistas.

Eso explica el fenómeno electoral Castillo y nos da razones para entender por qué un porcentaje tan alto de la población respalda su intento de golpe (más allá del inmenso desprestigio del Congreso y la popularidad que despierta intentar cerrarlo, bajo cualquier circunstancia).

Los actores políticos que van a participar en la siguiente campaña electoral deben ser muy conscientes de aquél país al que se enfrentan y las pulsiones autoritarias que anidan en su seno. Y deben ser conscientes, sobre todo, que si esta vez la derecha o la centroderecha gana la elección, es imperativo que salga de su zona de confort, que no se congratule solo de las cifras macroeconómicas y entienda que es urgente, en plazos cortos, generar ciudadanía inclusiva en los sectores más desfavorecidos.

¿Les puede servir esta perspectiva a largo plazo teniendo en cuenta que Castillo y Perú Libre no parecen tener un futuro político con posiciones de poder luego de este periodo?

También es una forma de decir que no les gustan las decisiones tomadas por los parlamentos de derecha. Es una decisión que, además,  retrocede a la izquierda en lo que había sido un trabajo importante de reconocer que hay espacio para el pluralismo, que ellos también pueden ser un agente antidemocrático y que lo correspondiente es reconocer que nadie puede cerrar instituciones democráticas.

¿Terminamos viendo un apoyo a Pedro Castillo más grande del que se esperaba?

Se está viendo un apoyo  grande que ya se veía desde antes. Su apoyo en el sector rural y sur no era bajo. A eso se la ha sumado un elemento de identificación, porque lo ven como el presidente que vino de abajo. Pero, además, a las protestas se le ha sumado el sentimiento anti Congreso. Eso es algo que debería tener en cuenta el Legislativo, están jugando con fuego al demorar las elecciones, porque si algo es detestado en este país es el Congreso.

Los errores que venía cometiendo el gobierno de Pedro Castillo invitaban a pensar que para la izquierda podría ser difícil volver a convertirse en una opción política fuerte en las próximas elecciones. Sin embargo, en los últimos días vemos un congreso derechista que recibe cuestionamientos y es muy odiado. ¿Ha cambiado el panorama político de cara a las próximas elecciones?

Las próximas elecciones van a depender de la madurez de los partidos y actores políticos, algo que ha sido muy escaso en el Perú. No me sorprendería que terminemos con tres o cuatro opciones de izquierdas o extrema derecha y, al final, sean diecisiete candidatos. Para recuperar la política es central construir alternativas, dialogar y negociar algún perfil programático para que ese grupo lo represente en el Congreso y mantenga una línea a través del tiempo. Creo que lograr eso en este momento es muy complicado y más con los actores políticos actuales, que no están pensando en esas cosas sino en beneficios a corto plazo.

¿Entonces la izquierda podría tener oportunidades pese al desastroso gobierno de Pedro Castillo?

Hay un voto de izquierda y derecha duro. Probablemente el de izquierda es más grande. Esos sectores están representando a actores que piensan así en el Perú. Por eso cuando dicen crisis de representación estoy de acuerdo, pero no hay problema de representación para todos. Porque hay sectores que tienen representantes como los que buscan. También creo que la izquierda peruana tiene que darse cuenta que hay parte de su grupo dispuesta a dejar pasar lo que sea. Deberían pensar si pueden estar en un mismo espacio o marcar diferencia. En la reciente crisis por el golpe se vieron diferentes puntos de izquierda, unos más democráticos que otros.

¿Por qué el Congreso está demorando el adelanto de elecciones?

Por un lado está el enfrentamiento sobre lo que debe incluir el adelanto. Unos se quieren quedar más y otros menos, y van a encontrar justificaciones técnicas que las hay para que no pueda ser inmediato. Pero también hay muchos congresistas que saben que si salen del parlamento es muy difícil que vuelvan a tener una posición con esa importancia.

Dentro de este debate se ha incluido la bicameralidad, ¿sería un aporte para la política peruana en este momento?

Tengo la idea que algunas reformas mínimas son necesarias para poner reglas más claras, como para cuestión de confianza o vacancia. La bicameralidad me parece importante porque da una dinámica diferente en el Congreso. Pero la urgencia de ahora es el adelanto de elecciones. Mientras más técnica y exigente se ponga la discusión, va a ser más difícil e irrelevante. Creo que es jugar con fuego.

Sudaca pudo dialogar con algunos de los representantes de los movimientos sociales que se están manifestando y estos señalan que no tienen interés en dialogar con el gobierno pese a que Dina Boluarte mencionó la posibilidad de mesas de diálogo, ¿cuál puede ser la alternativa?

Bienvenido el diálogo, pero ya te vas quedando solo desde antes. Se demoran en tomar decisiones. Cómo se va a ver que vaya a zonas donde hubo violencia. Es muy difícil. Han equivocado los tiempo y  encima estuvieron esas fotos y recepciones en Palacio. Creo que tenemos un serio problema de tiempos y oportunidad.

Si Dina Boluarte renuncia en un intento  de forzar el adelanto de elecciones, el presidente del Congreso asumiría la presidencia. ¿Sería bien recibida la llegada del congresista José Williams a Palacio?

La caída de Dina Boluarte con Williams asumiendo la presidencia llevaría a muchísimo conflicto. Escucho a algunos decir que pondría orden, pero está en duda porque son muchos frentes y a qué costo pondría orden. Pero también se debe preguntar si es el tipo de legitimidad que quieren. Ese sector más duro del Congreso no lo va a sostener si es que tiene que enfrentar protestas y problemas.

Tags:

Dina Boluarte, jose williams

Acá tenemos a las regiones alejadas del poder central; aquellas han desarrollado mecanismos eficaces de protesta, entre los cuales el bloqueo de carreteras se destaca entre todos por su inevitable eficacia. Acá tenemos, reitero, centrifuguismo, distancia, conciencia de sí de las regiones, la que puede ser políticamente canalizada. La rivalidad entre el centro y la periferia nunca ha sido más real, máxime cuando el centro ingresó en un espiral de crisis política desde 2016, y, desde hace 5 años nos ha “regalado” 6 presidentes y 3 Congresos.

En su texto, que trata del neorepublicanismo, Sergio Ortiz Leroux coloca a la sociedad civil como un cuarto poder eventual, al lado de los tres poderes del Estado, aquel se autoconvoca y moviliza cuando los otros tres se desvían notablemente del bien común. Con esto, ciertamente, ni justifico violencias, ni niegos infiltrados, pero tampoco podemos terruquear las protestas sin observar en ellas el hartazgo del Perú provinciano frente al Perú central, con notables toques identitarios, que dan para otra columna.

El poder político central, y todo lo que se mueve a su alrededor no maduraron los últimos 22 años: involucionaron. Regresó la democracia, pero en su versión informal, sin partidos políticos, es más, sin políticos, con pillos, en su mayor parte, con lobistas, desapareció la mínima huella republicana de lo que significa la búsqueda del bien común, prevalecieron los extremos, de la derecha y de la izquierda. Por ello, las regiones piden otros gobernantes al centro del poder y, cada vez más, imponen la agenda de una nueva constitución, o al menos su refrendo. Las cartas están sobre la mesa.

Tags:

Izquierda, Partidos políticos, Regiones

Tendrán que surgir otras generaciones para que la izquierda peruana, democrática y liberal, recupere presencia y protagonismo. La actual conducción de esa izquierda ha demostrado una lenidad lamentable para la democracia peruana, a quien le hubiera hecho mucho bien, la polémica intensa de izquierdas y derechas, que recuperasen para el país, una ruptura del monopolio del discurso derechista (que, por ello, por cierto, anda adormilado y aburguesado).

La del estribo: imprescindible el libro de Pedro Salinas, Sin noticias de dios. Sodalicio: crónica de una impunidad, donde el autor relata toda su peripecia vital en búsqueda de la verdad y de la justicia en un caso que pone de relieve, ya sin lugar a dudas, la sistemática violación de los derechos humanos básicos que en esa congregación se ha perpetrado a lo largo de los años, investigación que, lamentablemente, hasta hoy no encuentra la justicia debida en los fueros pertinentes y, por el contrario, ha desatado una nauseabunda persecución judicial y mediática.

Se quedaron en casa donde se juegan relaciones incondicionales, con ejes fijos, jerarquías inmutables, que tienen el sello de la supervivencia, que no se rigen por reglamentos, en las que hay estabilidad laboral absoluta y casi nunca causales de despido. En esa matriz que solo los ilusos pueden calificar de nido colmado de amor y solidaridad pero que, no es casual, es la fuente de cuentos de hadas crueles, tragedias griegas, telenovelas truculentas y dramas bíblicos, los jóvenes quedaron prisioneros. Fue algo así como vivir permanentemente en un estadio donde solo se juegan partidos de final mundialista, sin posibilidad de pichanguitas.

Recién estamos calibrando el impacto negativo de lo anterior y las dificultades del regreso a lo presencial, tanto en los centros educativos como en los espacios laborales. Es como volver a conectar con una serie habiéndose perdido un par de temporadas sin tener ni un resumen de lo que ocurrido desde el último capítulo visto, como aplicar a  una visa ante burocracias consulares abrumadas por miles de solicitudes, o lo ocurrido en los hospitales cuando hubo que recuperar todos los diagnósticos e intervenciones quirúrgicas pospuestas por la emergencia sanitaria del COVID.  

Recuperar un buen nivel de resistencia inmunológica, tanto en el nivel orgánico como relacional va a tomar tiempo.

Tags:

covid, Pandemia, secuelas del COVID

En el extremo opuesto del extremismo izquierdista, las fuerzas del orden nacionales, vencedoras en un mismo tiempo y en un mismo lugar de los dos principales grupos terroristas de América Latina, sabían qué hacer en cada lugar del país apenas los ultra izquierdistas dieran el primer paso. Como bien lo explicó la mañana del sábado el director de Inteligencia del Comando Conjunto, era importantísimo tomar el control militar de los aeropuertos del sur andino del país, sobre todo del aeropuerto de Huamanga, Ayacucho, punto estratégico para controlar todo el movimiento de tropas en la sierra sur. Como es lógico, los militares saben eso como parte del manual de la defensa integral del territorio, pero, ¿cómo lo saben Cerrón, Bermejo y Bellido? Por eso, para algunos expertos, cobra actualidad el papel cumplido por estrategas extranjeros y, sobre todo, el rol cumplido por la inteligencia militar boliviana, subsede de la inteligencia cubana, la más activa de América Latina.

Por eso es necesarísimo que Aníbal, Betssy y, sobre todo, Roberto Helbert Sánchez Palomino nos digan a nombre de quién obligaron a Pedro Castillo a disparar la crisis social que hoy estamos viviendo.

Tags:

autogolpe, golpe, Pedro Castillo

Muchas de las creencias de estatus se originan por una ventaja en el control de los recursos. Un grupo obtiene una ventaja sobre otro grupo, lo que les permite crear las circunstancias que generan creencias de estatus que los favorecen. Por ejemplo, en una situación de esclavitud, el control físico sobre las personas puede hacer que los controladores aparezcan como superiores a las personas oprimidas. Esta situación a su vez genera creencias culturales de superioridad e inferioridad.

Una vez generadas, estas creencias contribuyen a perpetuar la desigualdad material y la diferencia social, independientemente de los orígenes materiales de estas. Básicamente, los grupos sociales toman algún tipo de ventaja material y la convierten en una ventaja cultural a través del estatus.

Esta ventaja cultural perpetúa las diferencias aun cuando la base material desaparece. Una vez que se desarrollan las creencias de estatus, estas contribuyen a mantener las diferencias sociales y desigualdad.

Para resolver este problema se podría tratar de reducir el poder del estatus como fuerza motriz en la sociedad y de esa manera hacer que la sociedad sea más igualitaria. Sin embargo, hay otro camino, que es no tratar de reducir el poder del estatus sino más bien aprovecharlo para canalizar esa competencia hacia fines socialmente beneficiosos. En cualquiera de los dos casos va a haber resistencia. Cuando las personas tienen una ventaja de estatus, no la abandonan con facilidad.

En democracia las personas trabajando juntas y cooperando pueden aumentar las posibilidades de reducir estas diferencias. Pero para poder lograrlo necesitamos ser conscientes del juego del estatus y así ser capaces de desarrollar fórmulas que interrumpan las creencias que lo mantienen en funcionamiento.

Twitter @rafaelletts

Página 6 de 14 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14
x