Rosanna realiza su transición de ingeniería a negocios. “Aprendí que tenía que tener curiosidad y probar las oportunidades que no eran evidentes”, señala. Su doctorado buscaba cambiar el mundo de las tecnologías, pero recuerda que se sentía determinada y que una de las cosas que estuvieron presentes fue la soledad y su aislamiento de los demás. Sin embargo, buscaron en AT & T a empresarias latinas para que apoyarán una inversión que se había hecho en Madrid. “Me pidieron que apoyará al equipo de marketing en la realización de un laboratorio de chips”. “Me sentí insultada, marketing era lo último que haría”, añade entre risas la empresaria.

Su paso por Madrid la motivó a mirar su vida profesional desde otro punto de vista. “Este es el futuro, me dijeron. Yo no entendía la referencia, pero me encanto, los chicos en marketing fueron muy sociables. Estaban felices que en mi idioma les pudiera decir cómo funcionaban las tecnologías a sus clientes”, reflexiona Rosanna. Esto motivó a que realizara un MBA en la Escuela de Negocios de Wharton. “Tengo otro master donde me escogieron como estudiante de Wharton para enviarnos a diferentes países y globalizarnos”, señala. Francia fue uno de esos lugares, conoció a su esposo y los dos regresaron a Wharton donde encontraron su amor por las finanzas de Wall Street.

Para Ramos-Velita, 1992 es un año lleno de experiencias y vivencias. “Viajábamos mucho y el campo de inversión de Latinoamérica empezaba a abrirse”, destaca. “Perú recién salía de la hiperinflación y batallaba con Sendero Luminoso. Como capitalista veo esta solución muy bien, no debato el modelo. Pienso que un modelo privado es mejor a que el Gobierno sea dueño de un banco o empresa”, reflexiona la empresaria mientras recuerda las vivencias del equipo cuando se privatiza una empresa o asesoraban a los gobiernos.

Destacamos líneas arriba que Rosanna Ramos-Velita valora que sus padres les hayan enseñado a todos sus hermanos el valor de la inclusión. En Estados Unidos destaca que se sentía sola y aislada, intentaba generar un cambio. Es por ello que critica que el modelo capitalista excluye al más necesitado “Claro, todos aplaudimos cuando se privatiza algo. Me preguntó, ¿qué pasaba con ese trabajador que se quedaba sin empleo? Ese ha sido uno de los fallos de este modelo y que me generaba impotencia”, reflexiona.

Actualmente, Rosanna Ramos-Velita ejerce la presidencia del directorio de Caja Los Andes. “No lo hacemos como acto de caridad. Somos un soporte para que las personas puedan surgir”, destaca. Ramos-Velita menciona que el principal motivo que la impulsó a estar en Caja Los Andes fue el modelo que los jóvenes habían realizado. “Era una cajita muy pequeñita, yo no conocía Puno. Pero aposté por ese equipo de jóvenes que manejaban este modelo, me vi reflejada”, recuerda entre sonrisas la empresaria.

El principal desafío era luchar contra las deficiencias del país. “En los inicios trabajamos 99% en Puno. Y la lección más fuerte que pude tener en el trabajo era que la infraestructura del país era muy pobre. Si quería crecer necesitaba talentos diversos, pero traerlos a Puno era muy difícil”, sentencia. La empresaria destaca que hay varios países de Latinoamérica que tienen tres importantes ciudades, pero Perú tiene solo Lima. “Si tú quieres desarrollo donde más lo necesitas, qué son las zonas andinas del Perú, se necesita un ecosistema, infraestructura o los servicios necesarios, sin ellas, entonces no se puede traer talento”, manifestó.

Rosana Ramos-Velita

Rosanna Ramos-Velita busca generar un cambio en todas sus formas. En la entrevista enfatiza que la autodeterminación es importante para lograrlo. Foto: GESTIÓN

La pandemia, ¿una fortaleza?

Rosana no esquiva la realidad que la pandemia de la COVID-19 ha generado en su vida personal. “Nunca pensé que iba a afectar tanto a mi negocio, ya que muchos colaboradores enfermaron, la primera solución fue dar medicinas a partir de nuestro sistema. No necesariamente para solucionar el problema del virus, pero aunque sea un acompañamiento a nuestros colaboradores y clientes”, resalta. Y es que la pandemia puso en peligro la salud de muchos. Rosana menciona que ha sido una oportunidad para facilitar el trabajo de los colaboradores y ver las finanzas desde otra perspectiva. “Comenzamos a crear aplicaciones para nuestros asesores y pudieran hacer su visita al cliente mucho más rápido. De esta manera, salvaguardamos la salud del cliente y de nuestro colaborador”, destaca Ramos-Velita.

La historia de superación de Ramos-Velita ha traído consigo la consulta, ¿cómo quieres que te recuerden? “En mi tablita tiene que decir que contribuí en la reducción de la pobreza de su país. Siento que lo hemos logrado”, destaca Ramos-Velita. Su trabajo no ha sido meramente de oficina. Destaca que junto a los representantes de Caja Los Andes han ido de hogar en hogar para verificar cómo han progresado. “Es satisfactorio cuando vemos que las historias que vemos se van superando. Negocios que ya cuentan con la tecnología y acceso a más conocimientos”.

Luego de una larga conversación con Rosanna, espera con emoción regresar al Perú y reencontrarse con su familia en su querido Ica. Sugiere a los jóvenes tener paciencia para alcanzar sus objetivos. “Vengo de una generación donde la vida era incierta, pero es importante darse un espacio y consultarse, ¿qué es lo que quiero lograr en unos años?”, finaliza la empresaria con una sonrisa.

Por esa razón, la actual coyuntura político-económica difiere nítidamente de la que observamos cuatro años y nueve meses atrás. Entonces el Perú tenía el índice inflacionario más bajo de la región, la moneda más estable de América Latina y a pesar de su gigantesca informalidad económica estaba en la ruta más corta para ingresar a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, el exclusivísimo OCDE o, también llamado, el club de los países ricos. 

Cuatro años y nueve meses después, estamos ante un nuevo gobierno y unos nuevos retos. Vamos hacia ellos.

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Dina Boluarte, Gabinete, primer gabinete

Procesar un adelanto acelerado, precipitado y, además, inconstitucional, como quieren las huestes radicales del castillismo dolido y, por supuesto, el antaurismo, tiene claramente un objetivo: que nuevamente la izquierda radical antiestablishmentse haga del poder dada la fragmentación precaria de la centroderecha y la aún superviviente irritación ciudadana por el calamitoso estado social en que deja el país el Atila chotano.

Dina Boluarte, sea que busque completar el mandato hasta el 2026 o sea que, leyendo el pulso ciudadano, proceda a un adelanto de elecciones consensuado con el Congreso, debe hacerlo con inteligencia y mesura, sin apresuramientos ni improvisaciones.

Hay mucho en juego todavía en el país, como para que sigamos reeditando la inefable desprolijidad del antecesor presidencial, hoy felizmente fuera del poder y afrontando los juicios penales que le corresponden, como gran lección democrática para el país.

Kentler partía del reconocimiento de que los niños pueden tener necesidades sexuales antes de la pubertad. Los niños satisfechos sexualmente que mantienen con sus padres una buena relación de confianza incluso en cuestiones sexuales estarían mejor protegidos de la seducción sexual y de agresiones sexuales. Kentler no veía ningún problema en las relaciones sexuales en plano de igualdad entre adultos y niños. Si el entorno no discriminaba esas relaciones, entonces se podía esperar consecuencia positivas en el desarrollo de la personalidad, y tanto más si el mayor se sentía responsable del menor.

Y Kentler tuvo la oportunidad de poner en práctica su teoría.

En el estudio de la Universidad de Gotinga, presentado el 2 de diciembre de 2016, se establece que en los años 1969/70 Helmut Kentler, entonces jefe de departamento del Centro Pedagógico, recibió la autorización para un experimento. Por lo menos tres menores en estado de abandono de edades entre 13 y 17 años fueron confiados a pedófilos para que tuvieran una «educación llena de amor». Según la politóloga Teresa Nentwig, «se quería averiguar como se desarrollarían estos jóvenes, lo que sería de ellos en ese entorno».

Quedan muchas preguntas abiertas, como, por ejemplo, saber cuántos menores fueron afectados. El acceso a las actas de los “tutores” en los archivos estatales les fue negado a los investigadores, aduciendo “protección de derechos personales”.

La Senadora de Juventud de Berlín, Sandra Scheeres, declaró en esa ocasión:

«Lo que me parece totalmente aterrador es la argumentación que entonces esgrimió Kentler, a saber, que los jóvenes recibían un hogar y los tutores precisamente sexo, y que ambas partes se beneficiarían con eso. Y queda bien claro que aquí se llevó a cabo un delito bajo responsabilidad del Estado».

Esta práctica, iniciada por Kentler, sería continuada ocasionalmente por las oficinas de juventud de Berlín. A un pedófilo identificado con el seudónimo de Fritz H. le confiaron niños hasta el año 2001 por lo menos. Marco y Sven fueron dos de sus víctimas. «Fuimos criados por este hombre, sencillamente para cumplir sus deseos, para estar ahí cuando estos deseos debían ser cumplidos». Marco y Sven nunca conocieron a padres amorosos que les prestaran apoyo. «Castigos corporales. En los cuales lo golpeaba a uno. La divisa era: le pega al diablo en nosotros. No a nosotros, sino al diablo. Y ahí está el abuso sexual, que comenzó a los seis años». La fiscalía confirmó que Marco fue abusado sexualmente entre 1989 y 1996. «Nuestro tutor no mostraba interés por los mayores, sólo por los pequeños», dice Marco en un reporte de Deutschlandfunk del 25 de mayo de 2019. «En algún momento desconectas. Hasta el decimotercero o decimocuarto año de vida. Cuando no se conoce otra cosa y se es encapsulado. No se iba uno nunca de vacaciones, ni siquiera al parque de juegos. Se descuidaba la escuela». Marco estaba incapacitado para la vida laboral y padecía síndrome de estrés postraumático, unido a trastornos obsesivo-compulsivos y graves dificultades para adaptarse a la vida social. Sven juntaba botellas y vivía del subsidio social que otorga el Estado a los necesitados. Describía su vida como «miserable, sencillamente miserable». El nefasto legado de Kentler seguía vivo.

En enero de 2018 la Universidad Leibniz de Hannover dio a conocer que había autorizado investigaciones sobre Kentler, quien también fue docente en ese centro universitario.

El 15 de junio de 2020 se presentó en Berlín un informe sobre el actuar de Helmut Kentler en la asistencia a niños y jóvenes en Berlín, elaborado por estudiosos de la Universidad de Hildesheim (Baja Sajonia). La investigación concluyó que se podía presumir que Kentler era consciente de las consecuencias penales de su así llamado “experimento”, dado que por una parte lo da a conocer públicamente después del período de prescripción de los presuntos delitos y, por otra parte, elimina los indicios que había dejado en diversos documentos. Efectivamente, recién en 1988, a través de un dictamen escrito, Kentler hace público su experimento, del cual nunca se arrepintió. En 1999 escribió lo siguiente respecto a 35 casos de abusos sexual de menores en los cuales había fungido de perito judicial: «En la gran mayoría he tenido la experiencia de que las relaciones pederastas tienen efectos muy positivos en el desarrollo de la personalidad de un muchacho, sobre todo cuando el pederasta es un verdadero mentor del joven».

El 27 de abril de 2021, mediante un comunicado de prensa, el Senado de Berlín confirmaba lo que la senadora Sandra Scheeres había dicho anteriormente: que, pesar de la prescripción de los delitos, el estado de Berlín iba a conceder una ayuda financiera a las dos víctimas conocidas del experimento de Kentler.

La Conferencia de Juventud y Familia (Jugend- und Familienministerkonferenz) decidió en su sesión del 6 de mayo de 2021 que el actuar de Kentler debía ser investigado a nivel federal en toda Alemania. En ese sentido, la senadora Sandra Scheeres encargó un nuevo estudio a la Universidad de Hildesheim, con el fin de investigar una presunta red en toda Alemania que haya estado relacionada con el experimento de Kentler.

En la película “Spotlight” (Tom McCarthy, 2015) un abogado le dice a un periodista: «Si se necesita un pueblo entero para criar un niño, también se necesita un pueblo entero para abusar de él». Y eso es precisamente lo que ocurrió en Alemania con el experimento pedofilia de Helmut Kentler.

Arguedas, por su parte, en una carta dirigida a Enrique Congrains el 2 de febrero de 1959 apunta: “Nuestro buen Ribeyro es el caballero refinado y escéptico que jamás llegará a la obra grande”. Luego, el 30 de abrilde ese mismo año, en otra misiva le comenta a Pierre Duviols lo siguiente: “Le envío el artículo de Ribeyro. Me dijo todo lo que había entendido de la novela ¡¡Era más de lo que yo me propuse!! Ya no tengo pues temores. Y añade en brevísima posdata: Ribeyro estuvo en París muchos años. Es un excelente cuentista y buen crítico; el único que tenemos. ¡Qué pequeño es el Perú!”.

Sé que resulta un espacio demasiado breve para abarcar todos los aspectos importantes de la relación entre Ribeyro y Arguedas y lo que sus obras enormes significan para el Perú. Este es solo un primer esbozo sobre el que prometo volver. Tómenme la palabra, lectores.

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Literatura, Literatura peruana

Y, del otro lado, tiene una derecha muy rupestre, capaz de, por “quítame estas pajas”, volver a retomar la espiral de la vacancia -que en esta ocasión sería muy fácil-, sin importarle la zozobra institucional que ello pueda provocar en el país.

Veremos. A veces el poder genera un upgradepolítico en quienes lo ocupan. A veces, como sucedió con Castillo, lo estupidizan al punto de haber iniciado y concluido su mandato de la forma en que lo hizo, sin ninguna sensatez y un torpe sentido de impunidad. Tiene mecha corta Dina Boluarte. No se puede equivocar. Ojalá sea consciente de ello.

La experimentación, uso de samplers y cruce de estilos continuó en el siguiente disco, Ill communication (1994), del que destacan piezas como Sure shot, Get it together, Root down y, especialmente, Sabotage, tema en que nuevamente se introducen en el hard-rock y un video en que recrean la atmósfera de las series policiales de los años setenta. En paralelo, siguieron explorando con fusiones orientadas hacia el jazz, con canciones como Sabrosa y Eugene’s lament, que luego recogieron en el recopilatorio The in sound from way out! (1995). En paralelo, siguieron dándole al punk en Tough guy y Heart attack man, para luego reunir sus incursiones en este género de música extrema en los EP Same old bullshit (1994) y Aglio e olio (1995), que recogen grabaciones muy antiguas –Egg raid on mojo y nuevos temas como I want some y Soba violence. La trilogía noventera se cierra con el disco Hello nasty (1998), en el que se incorpora el DJ Master Mike, desde entonces una pieza angular del sonido del grupo. De este disco salieron clásicos como Three MC’s and one DJ, Remote control, Intergalactic, Body movin y dos instrumentales, Song for the man y Song for Junior, influenciados por  la música surf y el rock latino de los años sesenta.

Lo que hizo especiales a los Beastie Boys, en una década de reformulación de géneros y gustos musicales, fue su capacidad para dos cosas. Por un lado, para madurar y pasar de ser un trío irrespetuoso y hedonista, a lanzar rimas contra la discriminación y la homofobia, como en Alive, uno de los estrenos incluidos en un amplio recopilatorio, The sounds of science (1999). Y, por el otro, para reinventarse musicalmente todo el tiempo, pasando del hip hop más elemental a la compleja elaboración de sus propios fondos musicales, del funk al hardcore punk, del hard-rock guitarrero a las mezclas electrónicas, sin perder la originalidad, el sarcasmo y actitud relajada de sus inicios. Yauch, practicante del budismo, introdujo al grupo a actividades benéficas como la organización del primer concierto por la liberación del Tibet, en 1996, actividad que se realizó hasta el 2012, año de su muerte. Luego de un retorno al rap con el álbum To the 5 boroughs (2004), la banda volvió a sorprender con The mix-up, un nuevo disco de funk y soul-jazz, que incluso recibió un Grammy en la categoría de Mejor Álbum Pop Instrumental.

The Beastie Boys Story permite reconectarnos con este grupo y sus peripecias para subsistir a las presiones de ser una estrella de rock, en sus propias palabras, superando excesos, traiciones y errores poniendo por encima de todo la amistad, la necesidad de crecer como seres humanos y el amor por la música.

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