Aunque la vida en el planeta ha estado en constante cambio desde sus orígenes, el ser humano todavía se muestra cauteloso, y hasta temeroso en algunos casos, cuando se ve obligado a enfrentarse a los cambios. Sin embargo, el desarrollo de la tecnología ha permitido que estos cambios en la naturaleza puedan tener una explicación que no sólo ayuda a perder el miedo sino que brinda información para poder interactuar con esta nueva realidad.

Este parece ser el caso de la anchoveta que durante varias décadas se ha pescado en la costa peruana y que hoy se presenta en una forma inusual en lo que respecta a su talla. Sudaca pudo conversar con Luis Icochea, profesor de la Universidad Nacional Agraria de La Molina, para conocer las razones que han llevado a que la anchoveta presente nuevas características y cómo estas impactarán en la actividad pesquera.

TIEMPO DE ADAPTACIÓN

Tal como lo ha informado Sudaca en otros informes periodísticos, la anchoveta que se encuentra en el mar peruano ha presentado una serie de cambios entre los que se encuentra un tamaño diferente al que registraba décadas atrás. Sin embargo, lejos de encender las alarmas, estos cambios parecen tener una explicación que desarma cualquier teoría apocalíptica sobre el futuro de este recurso.

Luis Icochea señala que, si bien la reducción en la talla de una especie puede ser un signo de alarma, en este caso la explicación para que el tamaño de la anchoveta se haya reducido está dentro de lo previsible.  “Cuando está el recurso virgen siempre va a tener un promedio más alto. Ha sucedido con la merluza, el jurel y la pota. Lo comienzas a explotarla y se va a reducir”, explica.

Aunque en los resultados de una reciente evaluación del Instituto del Mar del Perú (IMARPE) se observa que la biomasa es menor al promedio que solía registrarse, la explicación a estos inusuales números se encuentra en un cambio en la distribución del recurso que fue provocado por las anomalías en la temperatura superficial del mar. Este escenario provocó que la anchoveta profundice a más de ciento cincuenta metros y sea imposible que el IMARPE la pueda estimar en sus evaluaciones.

Cristian Rebosio

Para el especialista en oceanografía pesquera, no existen motivos para alegar que existiría sobrepesca en este momento y agrega que “si de una especie se pueden extraer dos, cuatro o cinco millones de toneladas durante años, eso significa que esa especie está bien. Si se sigue extrayendo, eso quiere decir que el recurso no está perjudicado”. 

A esto se le suma que Perú ha dispuesto una serie de regulaciones enfocadas en evitar una pesca sin control que ponga en riesgo la sostenibilidad del recurso. Un ejemplo de estas regulaciones en que sólo se puede pescar hasta el 35% de la biomasa que representa el volumen de peses de una misma especie.

Además, entre los factores que impactan en las nuevas tallas que alcanza la anchoveta, según explica Icochea, están las condiciones cálidas. “Lo que más afecta es que vienen por corrientes y hay un alimento distinto al que la anchoveta prefiere. Eso la obliga a la anchoveta a migrar e impacta en su crecimiento”, señaló en declaraciones a Sudaca.

CAMBIOS EN TIERRA

Pero no sólo la anchoveta ha mostrado cambios. En tierra, las autoridades responsables también parecen entender que es momento de adaptarse a una nueva realidad y evitar que las regulaciones se conviertan en un obstáculo para la actividad pesquera. Esta situación es la que ocurre en Chile, donde no existe la talla mínima de captura de doce centímetros para la anchoveta debido a que estudios recientes les indicaron que esta especie alcanza la madurez sexual desde los 10 o 10.5 centímetros.

Por ello, Luis Icochea coincide con la necesidad de cambios en las regulaciones vigentes en Perú para que se saque un mayor beneficio y señala lo siguiente:  “¿Qué pasa si no hay anchoveta fuera de las cinco millas? Ese stock lo está pescando en Chile. Nosotros no lo aprovechamos como es debido”. 

En los informes científicos realizados por el IMARPE durante la última década previo al inicio de las temporadas de pesca, el porcentaje de tallas menores a los doce centímetros ha registrado un aumento sostenido que en el año 2023 registró uno de sus números más altos con un 82%.

Cristian Rebosio

“Si ves que el 90% es menor de doce centímetros, es imposible que vayas a pescar y encuentres un ochenta o noventa por ciento de anchoveta grande. Tiene que haber un poco de coherencia”, cuestiona el docente universitario sobre las restricciones actuales para la pesca de anchoveta.

Ante el escenario actual, Luis Icochea considera que hay factores indispensables al momento de establecer las cuotas de pesca. “Lo importante es dar la cuota con un porcentaje de adecuado de especímenes menores a la talla mínima permitida. Ojo que no es juvenil , porque menores de doce no significa que sea juvenil. Hay anchovetas que alcanzan su adultez a los diez u once centímetros”, comenta.

En un contexto crítico para la pesca peruana en regiones como el sur, la anchoveta representa una oportunidad que podría generar innumerables puestos de trabajo para diferentes sectores. Por ello, mantener regulaciones que dejan de lado la evidencia científica, que hasta ahora ha sido contundente, podría condenar al sector pesquero a una catástrofe histórica.

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El día de la visita al relleno sanitario “El Zapallal», la cual se dió el 20 de febrero del 2023, se vivieron una serie de acontecimientos que revelan preocupaciones graves sobre la gestión ambiental y la salud pública en la zona. La jornada comenzó con una charla informativa presentada por un ingeniero de INNOVA, la empresa a cargo del relleno, donde se expusieron diversos aspectos relacionados con la gestión de residuos. 

En esta charla, el ingeniero Milton Miranda, mostró una diapositiva que señalaba la contaminación proveniente de otros sectores, como la quema de residuos en zonas cercanas al relleno. Este hecho fue respaldado con un video que mostraba humo negro emanando de la zona cercana al límite del relleno. Para la sorpresa de los dirigentes fue que justamente para la visita al relleno sanitario, aparecía esta quema de residuos en las afueras del Zapallal. 

La presencia de recicladores en el cerro, protegidos por la policía, aumentó el riesgo percibido por los dirigentes, quienes consideraron que no había garantías para su participación en la visita, ya que a ellos se les pidió una variedad de requisitos para el ingreso al recinto mientras que los recicladores se hicieron del compromiso y se hicieron presentes contra viento y marea. 

Esta situación llevó a que los dirigentes abandonaran el relleno, ya que no sentían que en esta reunión se iba a escuchar neutralmente las partes iguales. Informaron al alcalde de Carabayllo quien también se pasó a retirar en su camioneta. Posteriormente, se mantuvieron conversaciones con la congresista Ruth Luque, quien expresó su preocupación por el retiro de los dirigentes y se comprometió a analizar la situación y tomar acciones al respecto. Parlamento 10, representación de Lomas de Carabayllo, aseguraron que la congresista atendió sus preocupaciones y que se llevó la información completa del caso.

Sobre la situación actual del relleno

En cuanto al funcionamiento actual del relleno sanitario “El Zapallal», se señaló que está cerrado y no se realizan actividades en su interior. Sin embargo, persisten preocupaciones sobre la gestión de residuos y la contaminación ambiental en la zona, especialmente debido a informes que señalan la presencia de metales en aguas subterráneas y la emisión de gases contaminantes. Informes que en Sudaca hemos analizado a profundidad.

El tema de la gestión del relleno sanitario ha generado tensiones y disputas, tanto a nivel local como nacional. Se menciona la posibilidad de que INNOVA continúe operando el relleno, pero también se plantea la opción de que la municipalidad deje de trabajar con esta empresa y busque otras alternativas para la gestión de residuos. Y es que la posibilidad de un concurso público está más que cerca de realizarse, sin embargo, aún sigue el proceso legal que impide el trámite. 

¿Innova podría participar de este concurso?

Aunque parezco irónico tocar este tema. Lamentablemente es necesario visualizarlo en el panorama hipotético que Innova Ambiental pretenda mantenerse en la palestra de la limpieza pública, y es que se requiere que la concesionaria proporcione la maquinaria necesaria, sin embargo, una vez que se termine la concesión entre Innova y la MUNILIMA, toda la maquinaria que se ha venido utilizando en los últimos años quedaría automáticamente en dominio de la municipalidad.

Entonces, ¿Qué pasaría con Innova? No podría asegurar la facilidad de acceso a maquinaria necesaria para trabajar en Lima Cercado. Parece que el futuro de la concesionaria de limpieza pública se iría en picada.

En relación con el proceso judicial y las acciones legales emprendidas por INNOVA, existe preocupación por la posibilidad de que la empresa logre revertir las medidas tomadas en su contra, lo que podría permitirle continuar operando el relleno. Esto representaría un retroceso en los esfuerzos por mejorar la gestión ambiental y proteger la salud de la población. 

Benjamín Zevallos

Publicación de Innova Ambiental sobre la visita al relleno sanitario

Retornando a la visita al relleno sanitario. Se destacó el contexto nacional en el que se encuentra el tema de la gestión de residuos y la responsabilidad ambiental de las empresas. Se mencionó que la congresista Ruth Luque ha estado involucrada en el seguimiento de este asunto y se espera que tome medidas en base a la información proporcionada durante la visita al relleno sanitario. 

Cuando Sudaca se comunicó con la parlamentaria y presidenta de la Comisión de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos, Ambiente y Ecología del Congreso de la República para el periodo 2023-2024, se supo que iba a garantizar el mejor proceso, ya que había tomado en cuenta el caso de Innova Ambiental, sin embargo, era necesario estudiar la problemática para tomar la mejor decisión.

Benjamín Zevallos

 La congresista Luque en el Relleno Sanitario “El Zapallal” junto a representantes de la OEFA, Innova, de Carabayllo y otros

Además de lo ya mencionado, se destaca la preocupación expresada por los entrevistados sobre las posibles consecuencias de la judicialización del caso. Existe el temor de que, si INNOVA logra revertir las medidas en su contra mediante recursos judiciales, se abriría la posibilidad de que el relleno sanitario vuelva a operar. Esta situación representaría un retroceso en los esfuerzos por abordar los problemas ambientales y de salud pública asociados con el relleno.

En términos de seguimiento, se espera que se realicen acciones adicionales para monitorear la situación y evaluar el progreso en la implementación de medidas correctivas. Esto incluye el seguimiento de los plazos establecidos por las autoridades reguladoras, como el plazo de 120 días otorgado por OEFA para que INNOVA presente su plan de cierre del relleno sanitario.

En resumen, la situación del relleno sanitario de Zapallal plantea desafíos significativos que requieren una respuesta coordinada y eficaz por parte de las autoridades y la sociedad en su conjunto. La atención continua a este tema es crucial para garantizar la protección del medio ambiente y la salud de la población afectada.

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Por mucho tiempo me definí progresista y por mucho tiempo lo fui. Cuando me interesé en la política, hace ya 4 décadas, ser progresista implicaba defender la justicia social. Creíamos que la riqueza debía distribuirse mejor e invertirse mejor. Los progresistas nos llamábamos así porque no éramos comunistas, no nos terminaba de cerrar eso de la dictadura del proletario o del partido único, éramos, si se quiere, más franceses. Es decir, creímos en la libertad, en la igualdad y en la fraternidad.

Entonces no pretendíamos la absoluta igualdad socioeconómica como planteaban los marxistas, creíamos, más bien que no debía haber pobres, o los menos posibles, que el Estado debía encargarse de eso, más que subvencionando, brindando servicios de calidad. Para nadie es un secreto que una buena educación y un buen servicio de salud, más que un gasto, es una inversión con enorme valor agregado y con mucho dinero que revertirá luego en el desarrollo humano y en la propia sociedad. Lo mismo la infraestructura, el transporte terrestre, vial y ferroviario, pero no solo el transporte, sino la base tecnológica para aventurarnos en el desarrollo a través de la industria, las comunicaciones y otros rubros.  

Creímos en los derechos de la mujer, defendíamos la igualdad, deplorábamos el machismo y acompañábamos las marchas feministas. El tema LGTBIQ era solo LGTB entonces, apenas aparecía, pero desde el progresismo también apoyábamos esta agenda cultural. Seguro manteníamos, sin darnos cuenta, muchos prejuicios heredados de las generaciones anteriores. Nos antecedían apenas los Hippies que fueron absolutamente liberales pero también las generaciones anteriores a ellos y más en el Perú. Nuestros padres y madres eran buenos, entrañables, pero seguro eran machistas sin darse cuenta, al menos para ojos contemporáneos. Entonces nos encontrábamos en una transición. Existía la familia patriarcal, con el padre trabajador y sustento económico del hogar y la madre ama de casa. Pero al mismo tiempo, el propio capitalismo y la ampliación de la educación superior, comenzaron a crear hogares igualitarios en donde padre y madre trabajaban, y luego, además, compartían las tareas del hogar. 

En el debate político, también la izquierda que participaba de la democracia mostraba vocación por el diálogo. A todos nos gustaba debatir, intercambiar ideas. En la universidad había debates antes de las elecciones gremiales, hablaba el uno, hablaba la otra. “Bajaban” los grupos políticos a las secciones, de diferentes tendencias, los estudiantes preguntaban, los activistas respondían, convocaban. Y se trataba de tiempos en donde lo que estaba en juego era nada menos el sistema político económico y social que debía regirnos, pues los marxistas querían socialismo y el socialismo -no la socialdemocracia- es la transición hacia el comunismo. El tema es que nadie te mandaba a callar, ni te “fusilaba” por pensar diferente, salvo Sendero, claro está.

Por todo lo dicho me cuesta aceptar las formas de hacer política que nos impone la realidad contemporánea. De pronto debo haberme convertido en un dinosaurio del Cretácico. Las razones sobran: defiendo el diálogo, la tolerancia, me opongo a la cultura de la cancelación, a la dictadura de lo políticamente correcto, a la rama radical del feminismo que usa las redes sociales como una hoguera sin verificar responsabilidades. Giambattista Vico lo señaló claramente y Friedrich Nietzsche lo ratificó: todo vuelve, nada es realmente original, corsi e ricorsi: la cacería de brujas nunca se fue del todo, siempre volvió cada cierto tiempo, como sucedió con las tropelías y los impunes ajusticiamientos de los nazis en la noche de los cristales rotos el 9 de noviembre de 1938. Hay una pulsión totalitaria en la especie, la refrenamos, pero vuelve a aparecer.

También soy Cretácico porque defiendo la democracia, así como la vigencia de la Constitución y de los derechos humanos universales que consagró la ONU en 1948. Pero defiendo todos los derechos contenidos en dicha carta y también los que se han conquistado después. No voy por ahí seleccionando y jerarquizando unos sobre otros, o pisoteando unos para consolidar otros, ni limitándolos, creyendo que su restricción y el incremento de la punición serán más efectivos que sus garantías. Hace cuarenta años no me gustaba el jacobinismo, de cualquier tinte o color político, tampoco me gusta ahora. 

Como ser humano contemporáneo deploro la esclavitud, la de los griegos, la africana y las terribles formas de esclavitud sexual que han proliferado a la vista y sapiencia de un Occidente que mantiene intacta su vocación por los holocaustos, antes que por combatir flagelos que afectan principalmente a niños y mujeres. Sin embargo, también soy historiador, fui formado en la comprensión del pasado en sus propios términos, a mí no me formaron como un juez del pasado que utiliza en sus sentencias los códices de justicia del tiempo presente. Por eso, me parece torpe cancelar a Thomas Jefferson por haber sido propietario de esclavos en el siglo XVIII. Junto con mi condena a cualquier forma de esclavitud,  sé que Jefferson no era un hombre de estos tiempos, como no lo fueron ni siquiera mis padres, ni mis desaparecidas abuelas, cuya forma de ver el mundo he descifrado, desgraciadamente, bastante después de que partieran. ¿Se trata de condenarlas por vivir conforme a los paradigmas de su tiempo? ¿acaso se escoge la época en la que se vive?

No he hablado de la derecha contemporánea en estas líneas, que peca de las mismas intolerancias que le he señalado al progresismo actual. Seguiré creyendo en la justicia social, en los derechos de todos y todas pero siempre en democracia, siempre en un ágora en la que se confrontan ideas y se adopta, como decisión, aquello que manda la mayoría. Soy un demócrata y no me dan los cambios paradigmáticos para renunciar a serlo. Desde esa mirada -que he actualizado a la luz de los derechos y conceptos que han ido poblando el espacio público las últimas décadas- seguiré el camino de la libertad, la tolerancia y la DEFENSA DE TODOS LOS DERECHOS FUNDAMENTALES. 

No sé si seré retro o vintage. Pero creo que la batalla por la defensa de todos los derechos fundamentales en democracia es una batalla por librar y un espacio político por poblar y ocupar para romper la nociva dicotomía de extremismos de derecha y de izquierda que se ha apoderado de la discusión pública hasta casi obligarnos a tomar partido. 

Por eso hoy no se habla con las palabras, o las palabras suenan a balazos pues su intención es desaparecer al otro, biológica o socialmente. Construyamos una tercera vía democrática contemporánea, derrotemos todo extremismo y, sobre todo, derrotemos el miedo: que nadie te prohíba la libertad de decir lo que piensas sin temer consecuencias por hacerlo, reivindiquemos la libertad de expresión, sin difamar ni violentar la dignidad humana, como un derecho fundamental consagrado en todas las constituciones de Occidente. Si acaso esto le importa a alguien todavía.

Todas las grandes ciudades están compuestas por micro cosmovisiones y grupos con sentido de pertenencia hacia ellas. Hay cientos de planos en el mundo urbano y muchos de ellos cuentan con particularidades que llaman la atención. En esta enorme plataforma de cemento, Lima, se alberga un sinfín de nichos, gremios y comunidades con pactos y contratos sin papeleo, pero tal vez más potentes que la legalidad. Evidentemente, algunos son de niveles conservadores sectarios. La idea es que hay de todo. Los skaters le dieron uso al cemento de Lima y se creó todo un concepto y estereotipo del mundo alrededor de ellos. Yo siempre lo vi como un anarquismo sobre ruedas. Se les asocia con el punk y con un límite bastante flexible hacia la ley. No sé por qué, pero eso es de mi agrado.

Toda mi generación creció viendo a Tony Hawk y su imagen impecable. El creador del truco 900 grados en rampa se volvió una leyenda del deporte, de esos que lo conocen hasta las abuelas y gente que no está al tanto de esa práctica. Esporádicamente aparecen estos personajes. Nosotros crecimos jugando TONY HAWK PRO SKATER, uno y dos. El boom era tan grande que esos videojuegos son considerados joyas de las consolas. Nos juntábamos entre varios amigos y pasábamos toda la tarde y noche pegados al televisor, divirtiéndonos con el juego de skate del Playstation 1

El ahora deporte olímpico, donde Ángelo Caro representó al Perú y quedó quinto puesto del mundo, comenzó a verse por las calles limeñas desde los 70s, las tablas tenían otra forma y se practicaba básicamente en rampas. Es después que la modalidad STREET, callejera, fue ganándole terreno al VERT, rampa.  Lo que antes eran juguetes de niño se volvieron la herramienta de rebeldía más significativa para este grupo disidente. Los que se deslizan entre las rutas que adoptaron el slogan mundial de SKATE OR DIE, patineta o muerte; eso nos ayuda a entender el estilo. Para conocer la historia de este deporte recomiendo la estupenda película Lords ofDogtown que cuenta con actuaciones, elenco y banda sonora precisa y de alta calidad.

De chico me aventuré a aprender a montar, primero con amigos y luego en el Skatepark de Miraflores que estuvo en riesgo de ser clausurado absurdamente hace unas semanas. Tonterías de la alcaldía de Miraflores. Otro lugar miraflorino donde se desarrolla esta sociedad suburbana es en Larcomar, tiene lugares para montar y lo usan como punto de encuentro. De chico me asustaba un poco ya que ves de todo. Drogas, gente excéntrica, alcohol y una hermandad bastante conmovedora, llega a ser tierna, ahora que lo veo en retrospectiva. Diría que la peligrosidad es solo cuestión del prejuicio sobre la moda que utilizan: loca, llamativa, ruda y atractiva. De algo que estoy seguro es que gente rechazada por su rareza, género y etnia se siente cómodo en este lugar. Dentro de sus reglas no escritas se encuentra la inclusión.

Regresando a mi experiencia, era pésimo. Podía trasladarme en la tabla con tranquilidad, pero saltar gradas me daba pánico y los trucos que intentaba siempre terminaban en caídas. Recuerden que es sobre cemento. Mi corta vida de skater terminó cuando intentando hacer una pirueta sobre una grada me fracturé el pie. Tresmeses con yeso. Gané amigos duraderos que pertenecen a este ambiente con los cuales hablaré.

Me reuní con Renato Silva, Gino Schettini y Salvador Canales: el Bomber Maniac y el Full Loco son sus apodos respectivamente; Gino es solo Gino. Me cuentan entre cervezas que en la calle los llaman por sus apodos como si hubieran sido bautizados por esta comunidad underground. Son destacados ejemplares del deporte y conocen ese mundo a profundidad, ya que montan desde la adolescencia temprana.

Apenas entraron a mi casa me di cuenta de su calidad como personas solo por cómo trataron a mis perros, parecían volverse niños junto a los canes y uno de ellos es un pitbull de 55 kilos. Me generó gracia verlos jugar con los animales. De un momento a otro alguien prendió un troncho de marihuana y comenzó a rotar. Comenzamos a hablar sobre quien era goofy y quien regular, el primero significa que montas con el pie derecho adelante y el segundo, al revés.

Francisco Tafur

Nos abrimos otra ronda cervezas, prendimos unos cigarros y les pregunté sobre qué sentían al montar, cuando ya estaban subidos sobre las 4 ruedas.

Personalmente es como una especie de desfogue, te olvidas totalmente de todo, como si entraras a otro mundo. comenta Bomber, quien era el único que tomaba agua.

Gino respondió algo similar, pero referido a los trucos. Para explicar, en la modalidad de skate callejero: encuentran un lugar, sean gradas o tubos e intentan un truco sobre eso. Los intentos pueden durar días o semanas. Salvador hizo referencia al estado de ánimo, mencionó, luego de unos sorbos de chela, que si no se encuentra en un buen estado anímico afecta su desempeño. Todos coincidieron que cuando los trucos salen se siente éxtasis, una sensación de euforia excesiva.

¿Qué opinan de la asociación del deporte con el malvivir, drogas y malas juntas? pregunté antes que me llegue la antorcha que habían armado

Lamentablemente, se asocia a la industria con eso y no es gratuito. De hecho, ha ido empeorando. Antes ibas a Larcomar y aprendías de los mayores. Ahora aprovechan de que el skating es cool y puedes llegar a ver a gente drogándose o chupando frente a niños. En realidad, no me opongo a que se pueda tomar en espacios públicos, pero una de las peores cosas es que no limpian y eso genera una mala imagen. Fuman con la pana y alimentan ese prejuicio. Nosotros lo vemos como diversión o un momento de paz, pero hay otros que lo ven simplemente como un accesorio para llamar la atención y desmedirse,respondió Salvador o el Full, que ya iba por el cuarto cigarro. De tabaco vale añadir.

Francisco TafurFoto: Francisco Chavez

Yo ya un poco movido por las cervezas quería entrar en temas más incendiarios: ¿Cómo es la relación con los policías o autoridad?

Es picante, de vez en cuando se ven enfrentamientos. En pandemia fue peor. No solo porque no podíamos salir a montar sino porque la autoridad se ponía más dura, una vez que permitieron ciertas actividades. Yo vivo por la FAP y me daba miedo ir a montar por los militares. Hay situaciones en las que el serenazgo o policía se acercan pedantes y de mala gana y se genera conflicto. Pero no es el caso de todos los policías. Te ven raro y te tratan diferente según como te ves. A mi antes me trataban feo y ahora que me auspician tengo nuevas zapatillas y nueva ropa, no me dicen nada. Como es un deporte que no discrimina clase social ni nada, me molesta esa actitud. Puede entrar quien le dé la chucha gana. Entonces sí se ve discriminación de parte de la autoridad. Igual existe una especie de pacto no legal que normalmente se respeta. Pero me sigue pareciendo injusto -resalta Renato, que se mantuvo riendo toda la conversación.

¿Qué hay del deporte femenino?

En el mundo está aumentando y cada vez se ve a más chicas y niñas montando, pero hay una percepción de estancamiento. Pero en general el terreno está mucho más lleno de distintos géneros que antes y eso es bueno.  Otro aspecto positivo es que los skaters antiguos suelen ser amigables y apoyan a los menores, incluso los cuidan agrega Gino.

La conversación derivó en que es importante diferenciar entre el deporte olímpico y el Street. Es totalmente distinto. Angelo Caro ya es considerado leyenda por su posición mundial y por quedar 5to puesto en las olimpiadas de Tokyo. En el skating olímpico se estandarizan los trucos para darle un puntaje, en la calle simplemente haces lo que te provoca y puedes, no hay reglas y eso es el principal atractivo de esta modalidad.

Es una cultura de rebeldía definitivamente, somos un grupo que se unió por no pertenecer al sistema. No tenemos una posición política predominante. Hay de todo y no importa tu postura política. Al no haber reglas, el ambiente se suele envolver en un clima antisistema, eso es definitivo- Yo sonreía hacia adentro ante esas palabras porque me dan gusto estas anti-doctrinas

Francisco Tafur

Después de esta larga y divertida charla sobre skate y más, me quedo con esto que Salvador, Gino y Renato, que es auspiciado por Volcom y Nike, me compartieron: es un deporte peligroso, cuando te toca, te toca, puedes tirarte 17 gradas y no te pasa nada. A un amigo se le rompió el brazo y la costilla solo por atracarse con una piedrita. Pero eso también es parte de, sabemos en lo que nos metemos. Nuestra necesidad de botar la rabia y alimentar la furia con este deporte vale cualquier accidente. Es cuestión de dominar a La Bestia. Todos la tenemos dentro y es de doble filo, pero cuando la dominas entras en un estado de Flow en el que todo sale bien. Parafraseo lo que dijeron entre todos.

Al día siguiente, pasé por el skatepark y me quedéviendo un rato. Había niñas y niños aprendiendo, adolescentes rebeldes, adultos con mala pinta y uno que otro padre viendo a sus hijos. Fue encantador y creo que es un deporte que merece recibir más la atención, después de todo somos un país con talento femenino y masculino.  Una vez más me sumergí en una dimensión suburbana que te llena de mundo.

[PIE DERECHO] Uno de los deseos del año ha sido que la derecha y el centro se logren aglomerar y presentar máximo dos o tres candidaturas el 2026 o cuando se produzcan las elecciones generales. No parece ser ése, sin embargo, el ánimo de sus protagonistas, quienes parecen creer que es mejor ir cada uno por separado y recién en la segunda vuelta apoyar al que pase a ella.

Es un escenario de alto riesgo. Es verdad que esa perspectiva sí podría lograr un mayor número de congresistas del perfil ideológico señalado, pero atomizaría el voto presidencial hasta niveles equivalentes, en el mejor de los casos, a los del 2016.

Bajo tal circunstancia y teniendo en cuenta la potente vocación antiestablishment de la ciudadanía -según reflejan todas las encuestas que ya preguntan por preferencias electorales-, podría ocurrir tranquilamente que sean dos candidatos disruptivos radicales los que pasen a la jornada definitoria.

Si se toma en cuenta, además, que los dos candidatos de derecha que junto a Keiko Fujimori disputaron el pase en la anterior jornada -Rafael López Aliaga y Hernando de Soto- no gozan hoy del mismo predicamento, la eventualidad de que ocurra el escenario indeseado de dos candidatos de izquierda en la segunda vuelta crece en posibilidades.

Debería existir, además, una tendencia natural al agrupamiento. La diferencia ideológica entre muchos de los candidatos de centro o de derecha que asoman en el horizonte es mínima. Tranquilamente deberían haber sido partícipes de la misma agrupación. Es absurdo que vayan por separado a una contienda.

El Perú no puede correr el riesgo de que se repita el fenómeno Castillo, quien con poco más de un año de gestión arruinó el país y sus efectos aún se sienten hasta hoy. Sería calamitoso que el 2026 triunfe un candidato de la izquierda retrógada que nos ha tocado en suerte.

Es imperativo el llamado a la conjunción de esfuerzos por parte de los sectores ideológicos que al menos coinciden en defender el modelo de una economía de mercado y el sistema democrático formal como lechos rocosos de la sociedad peruana.

Debe tenerse en cuenta, además, que adicionalmente a competir contra el ánimo disruptivo de un sector importante de la población, se enfrentará la adversa situación de tener un gobierno de derecha terriblemente mediocre como el de Dina Boluarte y que puede ser una piedra atada al cuello de dicho sector.

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Para todos los conocedores y amantes del pop-rock de los ochenta, las canciones de Daryl Hall y John Oates son tan importantes para describir el sonido de esa década como las de Dire Straits, The Police, Toto o Men At Work. 

Para cuando comenzaron a registrar un éxito tras otro, el dúo ya tenía más de diez años combinando sus raíces en el soul marca «Philly Sound» de los sesenta y setenta con contenidas y, por momentos, irregulares dosis de rock guitarrero y hasta progresivo, pero siempre con una marcada e intencional vocación por el pop elegante y comercial inspirado en las exploraciones soft-rock de bandas como Ambrosia, Atlantic Rhythm Section e incluso de Steely Dan, en sus extremos más ligeros y accesibles. Hall & Oates se especializaron en lanzar álbumes muy sofisticados en producción, de precisión matemática en los estudios y descargas intensas en vivo, gracias a la brillante musicalidad de ambos compositores y un infalible ojo clínico para elegir a sus bandas de apoyo. 

Como Air Supply o Tears For Fears, una idea de estabilidad y compañerismo definía la amistad de estos dos talentosos representantes de esa época en que las canciones no solo eran populares sino que eran, además, auténticas obras de arte sonoro y uso de los estudios de grabación como si se tratara de laboratorios. Aquella sólida amistad parecía irrompible. Sin embargo, una fría y amarillenta notificación legal, fechada en noviembre del año pasado, ha puesto fin a esta unidad que, apenas en el 2022, celebraba 50 años del lanzamiento de su primer LP (Whole Oats, 1972) con varias apariciones en TV, YouTube y conciertos. 

El documento en cuestión, sin entrar en los aburridos detalles legales, fue enviado por Daryl Hall (77) para detener a John Oates (75) y sus intentos por vender su porción de los derechos del legado artístico compartido entre ambos a una empresa editorial y administradora de copyrights llamada Primary Wave. Hall, indignado, declaró a la revista Rolling Stone que su socio había cometido «una traición imperdonable». Oates, por su parte, respondió primero que las declaraciones de Hall eran «exageradas e inexactas» para luego, semanas después, anunciar que «ya había dejado todo atrás».

El camino artístico de Daryl Hall & John Oates no fue nada sencillo. Sus primeros tres álbumes, publicados entre 1972 y 1974 no llamaron la atención de nadie, a pesar de contener composiciones de excelente factura como I’m sorry, Goodnight and goodmorning (Whole Oats, 1972), Everytime I look at you, Is it a star (Abandoned luncheonette, 1973) o You’re much too soon, Screaming through December (War babies, 1974), grabadas con suma meticulosidad y con el apoyo de destacados músicos de sesión y productores famosos como Todd Rundgren, Arif Mardin, Bernard Purdie, entre muchos otros. No fue sino hasta el single Sara smile -que anticipa una década al sonido de artistas como Simply Red o Sade-, que el público se percató de sus atildadas melodías y sus finas instrumentaciones. 

La canción, incluida en su cuarta producción discográfica, titulada simplemente Daryl Hall & John Oates (1975) -conocida también como «The Silver Album» y recordada por la apariencia andrógina, inspirada en el glam-rock, de ambos en la foto de carátula, empujó la carrera del dúo ligeramente hacia adelante, pero sin convertirlos todavía en un fenómeno de ventas. Al año siguiente, su disquera de entonces, RCA Victor, decidió relanzar She’s gone, uno de los temas principales del disco anterior, Abandoned luncheonette, tras el moderado éxito que había obtenido, en 1974, en las versiones de dos estrellas establecidas del R&B, el elegante crooner Lou Rawls (1933-2006) y el conjunto vocal de disco-funk Tavares. Rich girl, del álbum siguiente (Bigger than both of us, 1976), nuevamente hizo que los reflectores se posaran sobre ellos, así como la emocional balada Do what you want be what you are.

En pleno ascenso del dúo, Daryl Hall hizo un movimiento temerario, desde el punto de vista musical y comercial. El cantante y pianista de soul y R&B “de cuello blanco” se alió con una de las columnas vertebrales del rock progresivo y de vanguardia, el guitarrista británico Robert Fripp, quien estaba reenganchándose con la industria discográfica tras tres años de haber disuelto su propio grupo, los influyentes King Crimson. Juntos grabaron, en 1977, una docena de canciones que la casa discográfica de Hall rechazó por considerarlas poco vendibles. Sin embargo, Fripp sí logró lanzar muchas de estas sesiones en su propio álbum Exposure (E.G. Records/Polydor, 1979).

El disco terminaría lanzándose en 1980, bajo el título Sacred songs. Es un trabajo de alta calidad, con momentos notables como Babs and babs, NYCNY, The farther away I am o North star (con Phil Collins en la batería) en la misma línea de pop experimental que, en esos años, también siguieron artistas como Peter Gabriel, Brian Eno, Kate Bush o David Bowie. De hecho, Hall y Fripp intentaron armar un grupo nuevo con Tony Levin (bajo) y Jerry Marotta (batería) que, involuntariamente, terminó transformándose, sin Daryl Hall y con la inclusión de Adrian Belew (guitarra) y Bill Bruford en lugar de Marotta, en la renovada formación del Rey Carmesí, responsable de la trilogía Discipline (1981), Beat (1982) y Three of a perfect pair (1984). 

Una de las cosas que más sorprende del reciente desencuentro legal entre Daryl Hall y John Oates, que incluye una “orden de alejamiento” impuesta a este último, es que se produzca al final de su exitosa carrera y, prácticamente, de un momento a otro. Si bien es cierto el dúo ya no tenía la misma presencia de antes en los rankings, debido al inevitable paso del tiempo y los cambios de la industria musical, era una banda fija en la agenda de conciertos nostálgicos hasta hace poco más de dos años. Esto solo confirma que cualquier relación, personal y/o artística, por fuerte y larga que sea, puede hacerse añicos cuando hay, de por medio, disputas por dinero.

Entre los años 1978 y 1984 se ubica el periodo dorado de este dúo de cantautores y productores, uno de los más vendedores de su tiempo. Durante gran parte de esos años, a diferencia de otras épocas en que se rodeaban de un elenco siempre cambiante de músicos de apoyo, la banda tuvo una formación fija. Además de Daryl Hall (voz, teclados, guitarra) y John Oates (voz, guitarra), se integraron G. E. Smith (guitarra), Tom «T-Bone» Wolk (bajo, guitarra, mandolina), Charles DeChant (saxo, teclados) y Mickey Curry (batería). 

Canciones como Kiss on my list, You make my dreams (Voices, 1980), Private eyes, I can’t go for that (No can do) (Private eyes, 1981), One on one (H2O, 1982), encabezaron los rankings a ambos lados del Atlántico. La cohesión de la banda les permitió insertarse en la subcultura de MTV con videoclips que resaltaban las personalidades de los integrantes del grupo, haciéndolos fácilmente reconocibles. De todos aquellos éxitos radiales y televisivos, Maneater (H2O, 1982) con su aura misteriosa, el inconfundible riff de bajo y ese saxo duplicado en el intermedio instrumental, conquistó a los consumidores de música ese año y es, hasta ahora, la canción emblema de Hall & Oates. 

Esa primera mitad de los ochenta los vio cosechando otros éxitos de como Say it isn’t so y Adult education, dos temas nuevos que incluyeron en su recopilación Greatest hits: Rock ‘n soul Part I (1983) y, al año siguiente, su décimo segundo LP titulado Big bam boom (1984), produjo otros dos singles de alta rotación, Method of modern love y Out of touch, con un sonido que incorporó más sintetizadores y trucos de estudio, sin afectar el estilo orgánico del grupo. Ambos estuvieron ese año entre las 47 superestrellas que participaron en la grabación del disco benéfico We Are The World (USA For Africa), muy de moda actualmente entre los Netflix-lovers por el documental recientemente estrenado acerca de aquel importante acontecimiento musical.

Otras canciones destacadas de ese periodo, aunque no tan conocidas como las mencionadas, fueron Wait for me (X-Static, 1979) -cuya excelente versión en vivo se incluyó en la recopilación Rock ‘n soul Part I-; It’s a laugh (Along the red ledge, 1978); Did it in a minute (Private eyes, 1981); y los covers de Family man y You’ve lost that lovin’ feelin’ clásicos de Mike Oldfield y The Righteous Brothers, en los álbumes H2O (1982) y Voices (1980), respectivamente. En este último también apareció la balada Everytime you go away, composición de Daryl Hall en su momento desapercibida, pero se convirtió en éxito global cuando fue grabada en 1985 por Paul Young. 

Durante un receso del grupo que comenzó en 1985, G. E. Smith aceptó una invitación del humorista y productor de NBC Studios Lorne Michaels para asumir la posición de primer guitarrista y director musical de la banda de su conocido programa Saturday Night Live, cargo que desempeñó durante toda una década. El baterista Mickey Curry, quien tocaba en paralelo con Bryan Adams, se dedicó a tiempo completo al grupo del exitoso canadiense. Mientras tanto, Charles DeChant y Tom «T-Bone» Wolk -quien también estuvo junto a G. E. Smith en The SNL Band entre 1985 y 1995- se dedicaron a diversos trabajos como productores y músicos de sesión, pero sin desligarse nunca de Hall & Oates, participando tanto en sus grabaciones en conjunto como en solitario. En el caso del carismático Wolk, lo hizo hasta su inesperada muerte, en el año 2010, a los 58 años.

Un personaje poco mencionado en la saga de Daryl Hall & John Oates es Sara Allen, coautora de varios de los más grandes éxitos del dúo. Sara fue, además, pareja de Daryl Hall durante más de 30 años, aunque nunca se casaron oficialmente. De hecho, Allen fue inspiración del tema Sara smile, quizás la más asociada al grupo, después de Maneater. En la comedia romántica Serendipity (2001), la canción es usada en una graciosa secuencia en que el protagonista, interpretado por John Cusack, intenta olvidarse de la misteriosa chica que encontró por casualidad una noche de Navidad, llamada Sara (Kate Beckinsale) y, en medio del tráfico, un ciclista con audífonos se la canta prácticamente a la cara (ver aquí).

Sara Allen y su hermana Janna -quien falleció trágicamente a los 35 años de leucemia- se unieron a la banda como compositoras y coristas a mediados de los setenta. Tras su separación en el 2001, Sara mantuvo una estrecha amistad con Daryl Hall, participando en su discografía como solista y sus proyectos televisivos, que incluyeron un programa de renovación de casas y otro musical, inspirado en los shows que condujeron sus colegas Elvis Costello (Spectacle with Elvis Costello, 2008-2010) o el pianista Jools Holland (Later… with Jools Holland, 1992-hasta ahora), pero con un toque más informal y abierto.

Live From Daryl’s House arrancó el año 2007 como un programa que se transmitía únicamente online, una vez por mes, y así se mantuvo hasta la temporada 2011-2012 en que comenzó también a aparecer en varias cadenas televisivas, de manera esporádica. En el espacio, Daryl Hall recibe, en su casa/estudio en New York o en un local que también posee en esa ciudad, a músicos destacados para tocar con ellos, conversar informalmente y hasta cocinar juntos. De hecho, John Oates ha participado en varios capítulos del programa, como por ejemplo aquel en el que ambos realizaron una retrospectiva de su carrera juntos (2009) o en el que recordaron la vida de su amigo Tom “T-Bone” Wolk, a quien le dedicaron una sentida rendición del clásico del soul de 1972 Harold Melvin & The Blue Notes, I miss you. En uno de sus últimos episodios, se le ve junto a su gran amigo Robert Fripp, tocando varios temas del Sacred songs y esta explosiva versión del clásico crimsoniano Red.

En los años posteriores a su máximo apogeo, la trayectoria discográfica de Daryl Hall & John Oates fue más o menos activa, con discos como Ooh yeah! (1988), que consiguió colocar un par de temas en los rankings de música adulto-contemporánea como Everything your heart desires o Missed opportunity. Sin embargo, sus espaciados lanzamientos posteriores -Change of season (1990), Marigold sky (1997) o Do it for love (2003)-, ya no tuvieron el impacto de antes, aun cuando conservaban su intrínseca calidad, potenciada por la experiencia y una actitud respetuosa de sus raíces musicales, como en el álbum Our kind of soul, en el que hacen homenaje a algunos de sus referentes fundamentales (Smokey Robinson, Aretha Franklin, Marvin Gaye, Al Green, entre otros). 

En compensación, el dúo siguió saliendo en giras mundiales, además de producir sus propios materiales por separado. Daryl Hall, por ejemplo, lanzó entre 1993 y el 2011 los álbumes Soul alone (1993), Can’t stop dreaming (1996) y Laughing down crying (2011); mientras que John Oates debutó como solista en el siglo XXI con el ultra funky Phunk Shui (2002) y ha publicado desde entonces cuatro discos más, siendo el último Arkansas (2018), en clave de country, blues y gospel. En medio, en el 2014, la banda fue incluida en el Rock And Roll Hall Of Fame, presentada por el baterista y productor de The Roots, Questlove. Lastimosamente, las últimas informaciones sugieren que, después del pleito legal y los puyazos que siguieron, las posibilidades de que Daryl Hall y John Oates limen esas asperezas son virtualmente nulas. Un opaco final para tan brillante trayectoria en el mundo del pop-rock.

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Hall & Oates, Philly sound, Rock de los 80, Soul

Mostrando total incoherencia con su lema de batalla “Viva la libertad, carajo”, el presidente argentino Javier Milei, campeón de campeones entre los liberales de nuestro tiempo, ha prohibido el uso del lenguaje inclusivo en la administración pública de su país. No contento con eso, califica la perspectiva de género como un negocio político. Queda en evidencia que el liberalismo de Milei es fundamentalmente uno de mercado y que está desprovisto de cualquier traza humanista.

Y no puede haber humanismo cuando se prohíbe el lenguaje inclusivo y se sataniza la perspectiva de género en un país que actualmente ocupa el primer lugar, entre los 35 que formaron parte de la Encuesta Global de Voices sobre violencia en mujeres: 37% de mujeres declararon haberla sufrido (física o sicológica) en el año 2023. La doble cara de Milei es más doble que nunca: desde la tribuna grita su liberalismo, pero en el fondo lo que hay es un conservadurismo que raya en lo patético. 

Pensar que el lenguaje inclusivo va a solucionar los problemas de la mujer es iluso. Pero no olvidemos que el lenguaje es una herramienta poderosísima para mostrar, hacer ver y verbalizar la realidad. En ese sentido, una apertura hacia el lenguaje inclusivo quizá comenzaría a operar en la conciencia ciudadana, promoviendo el respeto y la tolerancia, dos cosas cuya ausencia son los ingredientes ideales del odio y de prohibiciones autoritarias como esta. 

Y no me refiero al lenguaje que está en las agendas políticas de algunos movimientos y colectivos, me refiero simplemente al hecho de que, desde la administración pública de un país se ofrezca un reconocimiento cada vez más esquivo, un reconocimiento que es reducido a un asunto ideológico propio del comunismo, de organizaciones guiadas por la maldad y que quieren destruir el sagrado orden binario que, por lo visto, para Milei es la única forma de mirar el mundo y sus complejidades. Ese reconocimiento es, por ahora, una oportunidad perdida.

La prohibición pierde de vista varias cosas: la vulnerabilidad de las mujeres y la de otros grupos que sufren marginación por su identidad sexual o de género, o por cualquier otra razón que menoscabe sus derechos; el hecho de que el lenguaje inclusivo, guste o no, es una variedad lingüística en formación y que los hablantes que la utilizan terminarán creando reglas a consecuencia del uso; finalmente, es la negación de la realidad misma, porque hay nuevas formas de subjetividad, hay nuevas identidades y es natural que estas exijan ser representadas en el universo de las palabras.

No me cabe duda de que el lenguaje inclusivo acabará por encontrar un lugar y ese lugar será fruto de consensos y de acuerdos porque en lengua no puede imponerse nada, con lo cual, la bravata de Milei es fundamentalmente eso: una bravata. No hay prohibición duradera en materia de lengua. La situación argentina desnuda pues las falencias de nuestra propia educación. América Latina es un auténtico paraíso de acosadores, violadores, asaltantes sexuales y feminicidas. Las autoridades con su miopía y con la facilidad que muestran para aupar discursos de odio, siguen pensando el lenguaje inclusivo y la perspectiva de género como puntos de una agenda comunista o caviar, cuando se trata, simplemente, de abrirle las puertas a una ciudadanía educada, sensible y democrática, capaz de encontrar en las diferencias un motivo de respeto y no de mofa. 

En el año 63 a.C., el senador romano Marco Tulio Cicerón, en sus recordadas Catilinarias, denunció la conspiración de Lucio Sergio Catilina para derrocar la República, salvando a Roma del golpe de Estado. Pero no por mucho tiempo. Años después, se destruiría la República cuando Julio César se hizo nombrar dictador perpetuo. Marco Antonio, un aliado de Julio César, ordenó el asesinato de Cicerón, quien había criticado con dureza el creciente poder de César. Aunque su muerte no fue la causa de la caída de la República, privó a Roma de un firme defensor de la democracia romana.  Algunos le criticaban a Cicerón no tener bandera, porque podía estar respaldado por los populares en un momento o por la aristocracia en otro. No entendían que su bandera era la República.

A Gustavo Gorriti también lo quieren eliminar, pero de forma más sofisticada. No es que la humanidad haya avanzado al punto de rechazar el asesinato, ni que a sus adversarios les falte voluntad para usarlo. Prefieren una opción más letal y trascendente: la destrucción de su reputación, credibilidad e influencia. Que sirva de lección para desalentar a cualquiera que amenace la consolidación de su poder e intereses.

Gorriti no es infalible, pero creo que tiene cierta obsesión con serlo. La influencia que tiene dentro de la sociedad no la ha adquirido en cócteles de embajadas ni en lobbies de empresas. Sus investigaciones hablan por sí mismas y no recuerdo que se haya desmentido ningún caso importante en el que haya trabajado. A diferencia de otros que pomposamente se presentan como periodistas de investigación, Gorriti  no es una mesa de partes de aquellos que buscan a la prensa para filtrar denuncias que perjudiquen a sus oponentes políticos. La práctica de IDL-Reporteros se basa  en la búsqueda exhaustiva de la verdad, la verificación de datos y la exposición rigurosa de los hechos. No sé a quién le escuché decir que el periodismo de investigación era la mejor política anticorrupción, en el caso de Gorriti se corrobora.

Por supuesto, no siempre se puede estar completamente de acuerdo con él. A veces, uno desearía que pusiera énfasis en otras causas o que coincidiera más con nuestras ideas. Sin embargo, Gustavo  tiene una visión muy clara de las prioridades del país y actúa en coherencia con ese pensamiento. Incluso en los matices discrepantes, uno puede confiar en que está frente a una persona íntegra. Que si no toma la  postura que uno desearía, se puede tener la seguridad de que no es por cobardía ni mucho menos por buscar un beneficio personal, sino por convicción.

La contribución de Gustavo Gorriti no se limita a la revelación de los grandes casos de corrupción, sino que también ha llevado a cabo una de las investigaciones más serias sobre Sendero Luminoso.

Durante años, he intentado leer todo lo que se ha publicado sobre el conflicto armado interno, y mi apreciación es bastante severa: la mayoría carece de rigor, profundidad y presenta errores graves. Incluso connotados intelectuales se extravían en subjetividades y pierden prolijidad. En contraste, el libro de Gorriti Sendero Luminoso: historia de una guerra milenaria  destaca por su análisis meticuloso y exhaustivo, incluso con la información limitada disponible en 1989.

Existen quienes sienten recelo hacia Gustavo Gorriti y son en cierto grado condescendientes con la campaña de desprestigio emprendida por medios de la ultraderecha como Willax, Expreso y La Razón. Dicen, muy independientes ellos,  que es necesario investigar a todos y dejan un margen de credibilidad a imputaciones falaces. El instinto más elemental en política nos dice que quienes vienen por Gorriti, vienen por todos. La persona con la que se han obsesionado estos medios es un personaje que han creado de manera deliberada para poder hacer viables sus planes. 

No es el primer caso en que en Perú, con fines subalternos, se inventan enemigos terribles. Algunos se prestan a este juego buscando distanciarse de la figura fabricada, pero con ello solo refuerzan la narrativa de la ultraderecha.

Los enemigos de Gustavo Gorriti no tienen idea de lo que él realmente piensa. La caricatura que han hecho de él, es la de un hombre obsesionado con el fujimorismo que solo quiere ver a Alberto Fujimori pudrirse en prisión. Nada más lejos de la realidad. Gorriti, conocedor de la historia y sus dinámicas, sabe lo nocivo que es empantanarse en procesos eternos. Puede ser más bien pragmático en ese tema , siempre y cuando cualquier perdón esté precedido de un compromiso auténtico con los valores democráticos.

No importa cuán distante te encuentres de las ideas y posiciones de Gorriti, él es solo un pretexto para acabar con el periodismo independiente, la democracia, la libertad de expresión y el derecho de la ciudadanía a fiscalizar el poder. Necesitan desacreditarlo para proteger los intereses de un sector mafioso que ha tomado control del país. Por eso, mi defensa de Gustavo Gorriti es sin ambages  y sin concesiones a la ultraderecha, no solo por un afecto personal,  que  lo tengo, sino porque acá nos estamos jugando el futuro del país en las próximas décadas.

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Sudaca accedió en exclusiva a la resolución que le ordena a Diego Uceda, alcalde de La Molina, a someterse a terapia psicológica tras los comentarios violentos contra la teniente alcalde de este distrito.

En apenas un año y dos meses de gestión, el paso de Diego Uceda por la Municipalidad de La Molina ha estado plagado de escándalos. Desde una guerra inexplicable contra un centro comercial hasta el insólito poder que ostentaba su esposa en dicho distrito, el accionar del político que ganó las elecciones de la mano de Renovación Popular en octubre del 2022 lo ha convertido en un alcalde casi tan cuestionado como su líder Rafael López Aliaga.

Sin embargo, las críticas no son producto de una guerra provocada por adversarios políticos sino que hasta los propios funcionarios de la municipalidad han empezado a cuestionar los controversiales manejos y actitudes del alcalde de turno. Lejos de mostrar una postura receptiva a las críticas constructivas, Diego Uceda parece haber elegido la confrontación y hasta la violencia psicológica.

EL AUDIO DEL ESCÁNDALO

Una de estas voces incómodas al poder de Uceda ha sido la teniente alcalde Milagritos Esther Quintana Mogollón. Desde su cargo, no ha dudado en cuestionar las decisiones polémicas y sin fundamentos que se tomaban en la Municipalidad de La Molina. No obstante, Quintana Mogollón nunca habría imaginado el costo que tendría alzar su voz en contra de lo que consideraba incorrecto.

En un audio que se difundió en los últimos días en diferentes redes sociales, todo el país pudo escuchar una conversación que el alcalde Uceda mantenía con otros funcionarios de la municipalidad en la cual denigraba a su teniente alcalde en medio de risas propias y también de sus funcionarios aliados. 

 

Pero este desagradable episodio no sería precisamente un caso aislado. En declaraciones que Quintana Mogollón brindó al Décimo Juzgado de Familia se puede observar que estos episodios ocurrían desde el año pasado cuando la gestión actual asumió el mando de este distrito.

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Tras los detalles que brindó la teniente alcalde, el juzgado concluyó que existen indicios de violencia, más precisamente del tipo psicológico, en contra de Quintana y, según el informe social realizado por una profesional, se indicó que es un caso de riesgo moderado debido a que existen factores de riesgo.

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Por ello, este martes 27 de febrero se resolvió dictar medidas de protección en favor de Milagritos Quintana contra Esteban Diego Guerra García. Una de ella ha sido la orden para que el actual alcalde de La Molina deba recibir terapia psicológica en forma obligatoria. En el documento se puede leer que esto tiene como propósito que Uceda “aprenda a controlar sus impulsos y erradique conductas violentas”.

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Además, entre las otras medidas de protección otorgadas, se le prohibió al burgomaestre ejercer cualquiera tipo de represalia o cualquier acto de violencia psicológica que pueda repercutir en el desarrollo de sus actividades diarias. Cabe señalar que, pese a la gravedad del caso, Uceda Guerra García decidió no asistir a la audiencia.

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En estos documentos a los que accedió Sudaca también se señala que el alcalde de La Molina podría recibir una pena privativa de la libertad de entre cinco y ocho años en caso no cumpla con las medias de protección que incluyen la terapia psicológica para Diego Uceda.

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UN ESTILO DE VIDA

Sin embargo, este no es el primer episodio violento que se reporta en la Municipalidad de La Molina. Tal como informó Sudaca en el informe titulado LA VENGANZA DE LIZZI, la esposa del alcalde Uceda también ha mostrado conductas agresivas contra trabajadores de este distrito a los que pretendía tener bajo su mando pese a no tener ningún puesto en esta municipalidad.

Lejos de aceptar la responsabilidad y pedir disculpas, el alcalde Uceda se pronunció en las redes sociales de la municipalidad para señalar, usando una captura del informe publicado por Sudaca, que estaba siendo víctima de una campaña difamatoria que busca desprestigiarlos y hasta se ampara en que los audios difundidos son manipulados.

 

La Municipalidad de La Molina vuelve a estar en el centro de las polémicas debido a las inexplicables y cuestionables actitudes del alcalde Uceda que con sus propias acciones parece competirle al líder de su partido, Rafael López Aliaga, como uno de los burgomaestres con más críticas en su contra.

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La Molina, Renovación popular, Uceda
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