Bicentenario

Podría decirse que las celebraciones por el Bicentenario de la independencia del Perú ni comienzan ni terminan. Nuestro país tiene una historia tan convulsa y tantos protagonistas en sus acontecimientos políticos que es difícil fijar de manera unívoca cuándo se dio la verdadera independencia y por lo tanto la fundación plena del estado-nación peruano.

La fecha oficial, como sabemos, es el 28 de julio de 1821, cuando el general José de San Martín proclamó la independencia en Lima con su famosa frase «El Perú es desde este momento libre e independiente por la voluntad general de sus pueblos y por la justicia de su causa que Dios defiende». Al menos así es como la aprendimos en la escuela. Pero el acta misma de la independencia se había firmado trece días antes, el 15 de julio.

Para colmo, San Martín ya había declarado la independencia el año previo, el 27 de noviembre de 1820, en Huaura, y hubo en esos meses iniciales de 1821 numerosas adhesiones que confirmaban el sentimiento de que los exsúbditos peruanos de la corona española empezaban a sentirse ciudadanos de un país independiente. O sea, una independencia subjetiva.

Sin embargo, el virrey La Serna mantenía la hegemonía militar en la sierra y es por eso que, en la práctica, aún no había completa independencia. En ese contexto, y caballerosamente, San Martín accede a dejarle el terreno libre a Simón Bolívar en el famoso encuentro de ambos gigantes de la historia en Guayaquil el 26 y 27 de julio de 1822. Bolívar, quizá más ambicioso, buscaba desde el norte consolidar la independencia de su patria, la Gran Colombia, con una derrota definitiva de cualquier rezago de presencia española en el vecino Perú.

El resto ya es conocido: las victorias patriotas fueron protagonizadas por peruanos, colombianos, argentinos, chilenos y soldados y oficiales de distintas procedencias. Junín el 6 de agosto de 1824 y Ayacucho, el 9 de diciembre de ese mismo año, obligaron al ejército español a capitular y reconocer el poder político de los rebeldes, que poco a poco irían organizando un nuevo estado bajo el mandato del «dictador» Bolívar, en medio de disputas locales y rencillas egoístas que hasta hoy no acaban.

Pasados casi doscientos años de esos enfrentamientos militares, de donde han surgido nombres ya legendarios como los de Córdova, Necochea, Miller, Sucre y varios más, inmortalizados en los versos de José Joaquín Olmedo en su canto a «La victoria de Junín», las regiones correspondientes de Junín y Ayacucho desafían hoy el centralismo limeño y se preparan a conmemorar los aniversarios de las gloriosas batallas en sus propios términos.

Por lo pronto, el gobierno regional de Junín ha organizado para el próximo miércoles 28 de febrero el «Primer Encuentro Internacional de Historiadores, Profesionales y Estudiantes de Latinoamérica: Junín Bicentenario, a 200 Años de la Libertad Americana». Se trata de un foro con algunos de los mayores especialistas de distintas disciplinas que animarán la reflexión y el debate sobre el acontecimiento histórico de Junín.

Participan Manuel Andrés García (desde España), Susana Aldana (desde Perú), Juan San Martín (también de Perú), Apolinario Mayta (ídem), José Antonio Mazzotti (Perú-EEUU), Francisco Quiroz Chueca (Perú) y Gustavo Montoya (ídem). Se trata de una pléyade de peruanistas de talla internacional que abordarán la batalla de Junín desde distintos ángulos, incluyendo el literario y el militar.

La cita es en la Sala Raúl Porras Barrenechea del Congreso de la República el miércoles 28 de febrero de 3 a 7 pm.

Ojalá sigan las conmemoraciones y que Ayacucho haga lo suyo.

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Ayacucho, Bicentenario, Junín

Se va el año del Bicentenario, corriendo y sin pagarle la cuenta a una historia engolosinada y jactanciosa. Antes de la Guerra con Chile pensábamos que estábamos en posición de castigar al vecino por invadir Bolivia; al final, el vecino nos hizo expiar cincuenta años de anarquía militar y despilfarro del guano, que sólo sirvió para enriquecer a la argolla civilista y no lo digo yo, lo dijo González Prada a gritos y luego Basadre con un poco más de ponderación ¿nos suena conocida la historia? 

Pero el agónico 2021, el debate no alcanzó a ser ese, ni siquiera los posibles derroteros del desarrollo nacional al inicio de nuestra tercera centuria de vida independiente, tampoco el Covid-19, pandemia fatal que asola el mundo y desnudó el carácter fallido de nuestro Estado. En realidad, la discusión de la vacancia presidencial, colocada en la agenda política mensualmente por la oposición congresal, ha acaparado la atención de los peruanos desde que Pedro Castillo asumiese la presidencia del país. 

En un contexto así, no sorprende que la controversia vargasllosiana ocupe regularmente el centro del escenario de manera reiterada y pueril. Mientras más leo los ensayos del nobel, más brillante me parece. Su Orgía Perpetua le otorga méritos más que suficientes para formar parte de la academia de la lengua francesa, pero mientras más declara más me parece que solo sirve para escribir, como se lo dijese alguna vez su excónyuge. ¿De verdad importa la versión más conservadora del escribidor aparecida al atardecer de su trayectoria? ¿le aporta al debate nacional?

A otra cosa, una conclusión compartida por casi todos en Chile es que el triunfo de Gabriel Boric representa un relevo generacional dentro de su propia izquierda. De hecho, Michelle Bachelet encarna la última representante de un pacto en esencia neoliberal suscrito en 1989 por la clase política chilena en su conjunto, de la que la vieja izquierda no pudo zafarse. Fue la generación de las grandes protestas estudiantiles de 2011, la que contó entre sus líderes con el propio Boric, Camila Vallejo y Giorgio Jackson, y que se levantó agitando la bandera de una drástica reducción de los costos de la educación superior, técnica y universitaria, la que hoy ha ingresado por la puerta grande a La Moneda con la votación más importante de la historia del país sureño. 

¿Tenemos realmente una generación que relevar en el Perú? ¿contamos con una generación capaz de reemplazar a quienes hoy constituyen la clase política? Para la mayor parte de la opinión pública el nivel del debate político y de la performance de sus actores es tan bajo que ameritaría su completo recambio, sin discriminación, ni excepción de carácter ideológico. Luego, una generación joven se mostró ante el país en las jornadas de protesta de noviembre del año pasado dejando tras de si a dos héroes, Inti y Bryan, que dejaron la vida luchando en contra de un gobierno cuya ilegitimidad refrendó la mayoría de los peruanos. 

Sin embargo, de allí a asistir a la génesis de un movimiento juvenil de recambio generacional que implique el destierro de las malas prácticas y de la pasmosa mediocridad que pululan, como lugar común, entre quienes nos representan en la función pública, existe un abismo, cuando no un inmenso signo de interrogación. Sin una nueva clase política, a nivel nacional, con una mínima conciencia del servicio público, no hay proyecto de república posible así vengan tantos bicentenarios como queramos. La que hace doscientos años se fundó, y tiene muchas ganas de quedarse, es la republiqueta criolla de Manuel González Prada. 

 

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Bicentenario, política peruana

Una de las voces más prolijas y auténticas de las últimas generaciones, Miguel Ildefonso (Llima, 1970) nos sorprende con una nueva publicación este año del Bicentenario. Se trata de Comentarios irreales (Lima: Horizonte, 2021), libro en que el reconocido poeta (uno de los más premiados en la historia de la poesía peruana) rinde homenaje a dos figuras notables de nuestra historia literaria: el Inca Garcilaso con su ya clásica crónica titulada Comentarios reales (1609) y Antonio Cisneros, con su propio poemario Comentarios reales (1964).

De este modo, Ildefonso se instala dentro de una prestigiosa tradición de “comentaristas” de la historia del Perú, cada uno con sus propios rasgos. Asimismo, incluye como epílogos de su libro dos largos poemas dedicados a otras dos figuras inolvidables de nuestra poesía en español: Alejandro Romualdo y Enrique Verástegui.

Como apunta lúcidamente Paul Forsyth en el prólogo: “Se trata de un Perú que es muchas voces, páginas, ruinas. Y es muchos años y asaltos, también, muchos poemas, huesos recuerdos, y mucha bala y mucho palo, y en sus páginas se encuentra el relato del poco oro, del poco pan, de la poca vida ante la tánta muerte…”.

El poemario, en efecto, es una larga denuncia del estado calamitoso del pueblo peruano. Si el Inca Garcilaso nos había pintado un imperio incaico justiciero y equibrado, con sus gobernantes piadosos y sabios y un pueblo feliz y rico en virtudes, donde no faltaba techo ni pan; y si Antonio Cisneros nos ofrecía un versión revisionista del heroísmo de nuestros próceres y figuras célebres, fundadoras de una república fallida, Ildefonso pone el dedo en la llaga con respecto a la corrupción, el abuso y la prepotencia del sistema tras cuarenta años de neoliberalismo.

Ya con una sólida carrera en la poesía peruana contemporánea, después de catorce poemarios como Vestigios (1999), Canciones de un bar en la frontera (2001), Las ciudades fantasmas (2002), Himnos (2008), Los desmoronamientos sinfónicos (2008), dantes (2010), El hombre elefante y otros poemas (2017) y Esquirlas (2019), entre otros, Ildefonso sigue trabajando su estilo poético, en el que confluyen diferentes elementos, donde destacan el estilo coloquial y la intertextualidad. Estos crean imágenes en que la sonoridad del lenguaje es muy importante.

En la primera parte del libro, titulada “Una saga distópica”, dividida en trece apartados, nos dice, por ejemplo:

sin ignominia

fabrica en sinonimia

la Sacra Católica Cesárea Mag

estad hurtando la falsificación de folios

​​masticando el oro

​​del diente hermano

O también:

Francisco de Chaves borrose de la lista

​​de Odebrecht

dejando como allegados en Caja

​​marca

67 soldados a caballo y 110 a pie

Este corte de palabras para adquirir nuevos sentidos (“Mag / estad”, “Caja / marca”) no es inusual en nuestra poesía reciente. Lo usan, por ejemplo, Róger Santiváñez y José Antonio Mazzotti en algunos de sus libros, pero no por eso en Ildefonso pierden efectividad.

Otro rasgo importante del libro es su versatilidad de imágenes, en que elementos de textos del pasado se mezclan con los del presente, creando un gran cuadro a manera de mosaico en que confluyen la tradición y la modernidad, fragmentos de crónicas y metáforas alucinadas, en cierto modo reflejo de nuestra heterogénea conformación como país.

Aparecido en este año del Bicentenario, Comentarios irreales es una valiosa reflexión sobre nuestro devenir, que reafirma a Miguel Ildefonso como uno de los poetas peruanos más interesantes de las últimas décadas.

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Bicentenario, Comentarios irreales, Miguel Ildefonso

Todos los días de lunes a viernes «Si el Río suena» con Patricia del Río, entrevistas exclusivas. Este lunes, Patricia del Río volvió con un invitado que marcó la llegada del Bicentenario. A las 9 a.m., empezó su nuevo programa de entrevistas en Sudaca, el expresidente Francisco Sagasti contó su experiencia en el gobierno y cómo podemos mejorar el país. Este es nuestro episodio número 1

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Bicentenario, Francisco Sagasti, Patricia del Rio

En el marco de las celebraciones por el Bicentenario del Perú, se han identificado algunas condiciones que caracterizan a las 2.7 millones de empresas formales que existen en el país, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).

De acuerdo al estudio “Perfil del Emprendedor Peruano del Bicentenario”, realizado por Ipsos, por encargo del Banco de Crédito del Perú, el 60% de los empresarios de la microempresa son mujeres y el 53% tienen estudios técnicos superiores. En cuanto a la edad, el 20% son adultos jóvenes con una edad promedio de 40 años.

Respecto al sector económico, el estudio que consideró a los negocios con periodos de 5 años a 1 año, como mínimo, identificó que el 48% de las microempresas se dedicaban al comercio, principalmente a la compra y venta de bienes (al por mayor y menor).

Como dato relevante, a pesar de la pandemia, el 80% es optimista con respecto al futuro y tiene planes de adquirir o mejorar equipos o insumos. Además, se distingue a la familia como un actor clave para la continuidad del negocio. En 2 de cada 3 negocios (no unipersonales) trabaja también un miembro de la familia del emprendedor, principalmente, en los emprendimientos de mujeres y del rubro del comercio.

Aspectos actitudinales

Al margen de estas condiciones, también se resalta el aspecto actitudinal. Un estudio del Global Entrepreneurship Monitor señala que somos el cuarto país con mayor intención para emprender en Latinoamérica y el octavo en el mundo. Por ello, Andrea Rivas, coordinadora senior de emprendimiento de Emprende UP, destaca las siguientes características:

Resiliencia. A pesar de las complicaciones, el emprendedor del Bicentenario se recupera y sigue avanzando. Durante la pandemia, la crisis sanitaria no fue impedimento para continuar creciendo en ventas, o transformarse para llegar a los clientes.

Alto poder de negociación. Como emprendedor, sabe tratar con sus clientes, proveedores y su equipo de trabajo. Escucha y propone soluciones o ideas a fin de llegar a acuerdos.

Es organizado. Tiene una agenda organizada para conocer el movimiento de su negocio, desde manejo de redes sociales, mantenimiento, producción, operaciones, entre otros.

Aprende constantemente. Busca capacitarse a diario con cursos, diplomados o charlas motivacionales que le permitan mejorar su emprendimiento. Además, genera importantes contactos que le permiten hacer alianzas en un futuro.

Sabe trabajar en equipo. El emprendedor sabe de la importancia de contar con un equipo, ya que, si bien puede creer que puede solo, sin un equipo no se logran todos los objetivos.

La digitalización es lo suyo. Las redes sociales son fuertes aliados a la hora de emprender. La facturación electrónica, el e-commerce y las billeteras digitales también ayudan a una buena experiencia de compra, de forma segura y sencilla.

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Bicentenario, Emprendedor, Perfil

Luego de la elección de la Mesa Directiva para la primera legislatura del Congreso -que liderará María del Carmen Alva de Acción Popular (AP),  junto a representantes de Alianza Para el Progreso (APP), Podemos Perú (PP) y Avanza País (AP)-, la bancada oficialista de Perú Libre (PL) quedó en el aire. 

La derrota no solo se debió a que registraron su lista fuera de hora, sino a que en las negociaciones PL mostró obstinación en presidir la Mesa y no cedió en la idea de impulsar una Asamblea Constituyente desde el Parlamento. El presidente Pedro Castillo, incluso, insistió en esta idea en su mensaje presidencial.

Hoy el nuevo objetivo de la bancada perulibrista es hacerse de las principales comisiones del Parlamento. Y si bien los congresistas de la oposición dicen que no hay ánimos de hacerle la vida imposible al oficialismo, a quien le corresponde presidir siete de esos grupos de trabajo, la mayoría de bancadas coincide en que hay varias demandas antes de ceder y cada una tiene, además, sus propias ambiciones.

“Estamos en ese proceso de iniciar las gestiones. […] Las comisiones más importantes [para el partido] son Educación, Trabajo, Salud, Defensa, Presupuesto y Constitución”, dice el congresista Edgar Tello, de Perú Libre.

Tello sabe, como su colega de bancada José Balcázar, que desistir de sus pretensiones de impulsar una Asamblea Constituyente va a ser puesto sobre la mesa por la oposición a cambio de comisiones clave. Pero no están dispuestos a ceder, así sea -en palabras de Balcázar- una intención “suicida”. 

Sudaca contactó unos días antes de su nombramiento al ahora premier Guido Bellido para consultarle sobre esta posición. «Todo es dialogable […] ¿Por qué les preocupa tanto la Asamblea? Están desesperados», dijo y dejó de contestar.

Las negociaciones por las comisiones entonces se pondrán cuesta arriba para el oficialismo. Por ejemplo, Alejandro Cavero, de Avanza País, dice que a la fecha han tenido dos reuniones con Perú Libre [ninguna sobre las comisiones], luego de las cuales la única conclusión de su partido fue que no apoyarán la Asamblea Constituyente, aunque sí cambios constitucionales.

“A título personal pienso que, bajo ninguna circunstancia, deberían presidir Constitución, pero hay otras que son importantes para el oficialismo, como Presupuesto. Habrá que sentarnos a conversar, pero si no desisten de la bandera de la Constituyente, será difícil llegar a un acuerdo”, agrega.

Avanza País, a la que le corresponde presidir una comisión, también tiene su lista de deseos. “Tenemos varias comisiones en mente, pero es parte de la negociación con los otros grupos políticos. Está Energía y Minas, aunque también estamos apuntando a Educación, Trabajo o Producción. Calculo que, a partir de la próxima semana, estaríamos negociando”, dice Cavero.

Por su lado, en Fuerza Popular -la segunda bancada con más congresistas (24)- también quieren Constitución. De acuerdo al vocero alterno de Fuerza Popular, Eduardo Castillo, competirán por este codiciado grupo de trabajo con la bancada oficialista. 

“Son cinco las comisiones para FP. En la segunda vuelta hemos ido con la defensa de la Constitución del 93, por lo que sería una de las comisiones por las cuales podríamos estar detrás”, apunta. Pese a ello, reconoce que recién luego del mensaje presidencial se reunirán como bancada para definir estos temas y que aún no tiene las coordinaciones avanzadas. 

Luego de la elección de la Mesa Directiva, José Arriola, vocero de Acción Popular, señala que no han tenido mayor acercamiento a Perú Libre. Sin embargo, señala que hay predisposición para apoyar a dicho partido en algunas comisiones. Educación, por ejemplo, sería una carta para negociar. Incluso, en la órbita está Presupuesto, una de las más codiciadas.

¿Qué pediría Acción Popular para no negarle al oficialismo la presidencia de estos grupos de trabajo? “Un primer gesto sería poner coto a este tipo de declaraciones de Cerrón y el congresista Guillermo Bermejo. A partir de ahí, podríamos conversar, pero todavía no hemos empezado a negociar las comisiones con ellos”, dice Arriola.

Arriola se refiere, por ejemplo, a las recientes declaraciones de Bermejo luego de que el Pleno votó por no dejar participar a la lista que integraba Perú Libre con miras a la Mesa Directiva. “El fujimorismo y la derecha quieren vetar a la lista 3 […] El plan de vacancia contra Pedro Castillo ha empezado”, escribió en Twitter el parlamentario investigado por sus vínculos con los narcoterroristas del Vraem. 

Por otro lado, Eduardo Salhuana, congresista por APP, señala que, más allá de que Perú Libre no tenga ningún representante en la Mesa Directiva, eso no significa que se vaya a actuar a sus espaldas. “Se coordinará también con ellos el tema de las comisiones para que algunas, como Presupuesto y otras importantes, sean asumidas por Perú Libre. Sería una mezquindad apoderarse de todas las comisiones”, afirmó. 

Ahora que se ha juntado con el Partido Morado, Somos Perú tendrá mayor ventaja para negociar, pues a esta alianza le corresponden dos presidencias de comisiones. Así, buscarán tener Descentralización y Ciencia y Tecnología, aunque todavía no se oficializa la creación de este Grupo Parlamentario más allá de las declaraciones de sus integrantes. 

Fuentes cercanas a esta coalición señalaron que también se están conversando con otros congresistas para que se incorporen a la misma. “Hay incomodidades en el Parlamento y algunos ven con bastante agrado las posiciones de Somos Perú. Esperamos que las incorporaciones se den a la brevedad. Uno de ellos es Héctor Valer, que es no agrupado (y estuvo en Renovación Popular)”, refirió una fuente.

Las claves

De acuerdo al exjefe de gabinete de la Mesa Directiva, Alejandro Rospigliosi, las comisiones más importantes a presidir son Presupuesto, Constitución, Economía, Energía y Minas, y Fiscalización. Esto, debido a que las principales decisiones de Estado, como fiscalizar al Ejecutivo y aprobar normas con gran impacto, pasan por estas.

Cabe recordar que, según el reglamento del Congreso, es el Pleno el que aprueba el cuadro de conformación de las comisiones. Para ello, debe haber un acuerdo previo del Consejo Directivo del Parlamento, el cual incluye a la Mesa Directiva y los portavoces de los grupos parlamentarios que llevan las propuestas. 

Todo indica que las negociaciones se darán a contrarreloj y que o Perú Libre aprende a ceder, o podría seguir perdiendo espacios clave en el Parlamento. 

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La novela del nuevo gabinete ministerial está en su momento más incierto. Luego de que se anunciara que el día de ayer se conocerían los nombres de los ministros del Bicentenario, la ceremonia se postergó al 30 de julio, dejando al país, dos días más, en zozobra.

A horas de la mañana, Sudaca fue el primero en informar por redes sociales que la juramentación de los ministros fue cancelada la noche de antes de ayer, de acuerdo a fuentes que estaban encargadas de organizar el evento y de Cancillería.


La ceremonia, que recién se empezó a gestionar el pasado lunes 26 por la noche, iba a albergar a 150 personas. Sin embargo, antes de las ocho de la mañana de ayer los organizadores recibieron la orden de que el evento no iba más. El anuncio interno lo dio José Corbera, jefe de la Oficina General de Administración de la Cancillería. 

Una hora después de la información que lanzó este medio, Presidencia emitió un comunicado donde señalaba que la juramentación del primer ministro se haría el día de mañana en Ayacucho y que la ceremonia de juramentación del gabinete se llevará a cabo el 30 de julio en el Centro de Convenciones de Lima y no en Palacio de Gobierno, como se suele hacer.

La razón radica en que aún no está terminada la lista de los ministros que estarán a cargo. Más allá de los nombres que han circulado, varios indicios demuestran las indecisiones del presidente Pedro Castillo, y las presiones que está recibiendo.

El confeccionista Dante Grados -a quien tradicionalmente los gobiernos de turno le han pedido la elaboración de las bandas ministeriales y presidenciales-, aseguró a Sudaca que hasta las seis de la tarde del martes se habían entregado solo 12 fajines, de los cuales diez son para hombres y dos para mujeres.


Al ser 19 los ministerios aún vigentes extraña que para entonces no se hayan mandado a hacer más. Adicionalmente, este medio pudo conocer que Julián Palacín, integrante del equipo técnico de Perú Libre, le compró al confeccionista uno de los fajines para un ministro. Contactado, el abogado negó que sea para él o su hijo. Pero no quiso dar más detalles.

Asimismo, a las cinco de la tarde del mismo día, 27 de julio, llegó al taller una camioneta de la cual bajó una mujer para comprarle un fajín adicional a Grados. Sudaca pudo comprobar mediante la placa que el vehículo es propiedad de la PCM. 

Hasta la noche del martes, Róger Nájar permanecía como la principal carta para ser primer ministro. Fuentes aliadas de Castillo -y otras cercanas al partido con las que pudo hablar Sudaca-, sin embargo, señalaron que hasta ayer existían serias dudas sobre su nombramiento, basadas principalmente en que tuvo una hija con una adolescente de 14 años cuando él tenía 30, como informó el diario La República. Es por ello que todavía no se termina de definir al 100% si es que asumiría el premierato, y Nájar venía perdiendo peso a la interna. 

A eso se le suma que ayer por la noche un grupo de cerca de 20 congresistas mujeres de distintas bancadas del nuevo Parlamento firmaron una misiva donde se exhorta a Castillo a que «no incluya en su gabinete ministerial a personas involucradas en actos de violencia contra las mujeres, niñas y niños peruanos». Era una clara alusión a Nájar. Entre las firmantes están la fujimorista Ronsagella Barbarán, Norma Yarrow por Renovación Popular, la acciopopulista Marleny Portero, Rosio Torres por Alianza Para el Progreso, Rosselli Amuruz de Avanza País, entre otras. 

Lo más concreto es que Hernando Cevallos asumiría la cartera de Salud; Pedro Francke, el MEF; y la vicepresidenta Dina Boluarte, el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social. Otro voceado para ocupar es Héctor Béjar en Cancillería. Fuentes de esta cartera confirman que se trata del nombre que tiene mayor peso para ocupar dicho ministerio. Ayer llamó la atención su presencia en una de las primeras reuniones bilaterales lideradas por Castillo con el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso.

Castillo, Béjar, el rey de España Felipe VI y Lasso almorzaron ayer en Torre Tagle. El electo presidente cerró con un brindis y la frase “seco y sin gota, al estilo de Chota”, lo que causó risas en los presentes.

Sudaca también conoció que el Frente Magisterial, organización de la cual ha sido activo integrante Castillo, propuso una terna para la cartera de Educación: los profesores Mario Guanilo de La Libertad, Segundo Vásquez de Cajamarca y Roger Apolinar de Lima Provincias. Sin embargo, el principal voceado para dicho ministerio sigue siendo Juan Cadillo, según ha trascendido.

Además, el presidente de la Confederación Nacional de Rondas Campesinas, Urbanas y Nativas (Conarc), Víctor Vallejos, fue propuesto por esta organización a Pedro Castillo para ocupar el ministerio del Interior. Vallejos no es visto con simpatía por otras organizaciones de rondas, como la Central Única Nacional de Rondas Campesinas del Perú (Cunarc-P) 

Pero no todos se acercan a Castillo a proponer. Cerca de las siete de la noche del 26 de julio pasado, dos días antes de la fecha pactada para la presentación de los ministros, unos 50 militantes de Perú Libre llegaron a la base de Breña donde despacha Pedro Castillo. Querían presionar para que ningún “caviar” llegue al gobierno y exigir que, si hacía falta algún profesional para estar en el Ejecutivo, los elegidos debían estar entre quienes apoyaron la causa perulibrista desde el inicio.

“Castillo y Cerrón, un solo corazón” o “(George) Forsyth y (Daniel) Salaverry, la misma porquería”, coreaban luego de que terminase la visita de Vladimir Cerrón, líder del partido, a la base de Breña. Además, exigían a Roger Nájar como primer ministro. Los militantes también cantaban: “si Pedro se equivoca, el pueblo lo corrige”. 

Emerson López, secretario de profesionales del Comité Ejecutivo Regional de Lima, y vocero de dicho incidente,  sin embargo, no ha visto que el reclamo haya sido fructífero.  En comunicación con Sudaca, indica que todavía no les han comentado quiénes serán los que finalmente asumirán los ministerios y que recién el lunes sostendrán una reunión con el presidente Castillo.

Para la abogada constitucionalista Ana Neyra, al no contar con ministros, formalmente, ningún acto del presidente tiene validez ya que no tiene refrendo alguno, de acuerdo al artículo 120 de la Constitución. “Cualquier acto que suscriba, como un proyecto de ley, no podría hacerlo, aunque también es cierto que en los días 28 y 29 no se hacen muchas cosas”, explica.

“Esperemos que por lo menos haya un primer ministro, porque es esta persona quien propone el gabinete al presidente. Me parece que algo así nunca ha sucedido, los cambios de gobierno siempre empiezan con el cambio de ministros”, agrega la exministra de Justicia.

Por ahora, habrá dos días en los cuales el país no tendrá ministros, hecho sin precedentes en la historia reciente del país. A 200 años de la independencia del país, la incertidumbre política sigue siendo nuestro sello distintivo. 

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Bicentenario, Cancillería, juramentacion de ministros, Pedro Castillo, Perú Libre, Roger Nájar, Vladimir Cerrón

Hoy se conmemoran doscientos años de independencia de la corona española y el nacimiento de la República. No hay mucho motivo de celebración. El sueño republicano sigue siendo una utopía y en esa perspectiva han sido escasos los momentos positivos de nuestra historia nacional en los dos siglos acontecidos.

Mientras no logremos consolidar el capitalismo liberal y lo acompañemos de la construcción de un Estado moderno y eficiente, el republicanismo será una utopía, una impostura, una ficción precaria.

Apenas se ha rozado ese círculo virtuoso en algunas fases de nuestra historia, quizás cuando la República Aristocrática o con el fujimorismo económico y la transición democrática de los últimos 30 años. Y no son, siquiera, momentos ejemplares de construcción de un ideario liberal sino a lo sumo momentos de entronización de modelos proempresariales.

Que aún así se haya logrado cifras importantes de crecimiento económico, reducción de la pobreza y de las desigualdades solo nos debería llevar a soñar lo que podría haber ocurrido si detrás de tales proyectos hubiese existido una voluntad económica y política realmente liberal.

Por eso, el país nos acaba de dar un cachetazo antiestablishment en esta elección bicentenaria. Por eso, a pesar de que nunca antes en nuestra historia republicana las regiones del país han gozado de tantos recursos, han sido las provincias andinas las que han desplegado un voto antilimeño potente y casi absoluto.

Una economía cabal de mercado liberal competitivo, sin prebendas ni argollas clasistas, una democracia republicana igualitaria y participativa más allá de los procesos electorales, y un Estado ecualizador de las oportunidades ciudadanas a través de unas dignas salud y educación pública, y provisión decente de seguridad y justicia, son las condiciones pendientes de realizar para el tercer siglo de nuestra vida como nación independiente.

Solo la conjunción de esos tres criterios (liberalismo, democracia republicana y buen Estado) hará factible sintonizar la sociedad nacida de la proclama libertadora de San Martín, con la herencia milenaria de los pueblos originarios, que han sido, por lo general, los grandes olvidados de todo proyecto republicano (para empezar, la Independencia no fue conquistada a plenitud por quienes sufrían la mayor opresión).

Al parecer, afrontaremos el inicio del tercer siglo transitando un paréntesis en esa gran apuesta pendiente y con el riesgo de retroceder globalmente si se plasma un proyecto antiliberal, autoritario y conservador. Hacemos votos porque el gobernante en funciones adquiera lucidez y su paso por Palacio no produzca una parálisis estructural y más bien, correctamente encaminado, contribuya a expresar y darle reconocimiento al pueblo que su origen humilde representa.

En todo caso, la fuerza de los hechos hará, confiamos en ello, que más temprano que tarde el país se vuelva a encontrar frente a la posibilidad de retomar el desafío pendiente de nuestra larga historia. Ojalá estemos a la altura de las exigencias cuando ello vuelva a ocurrir.

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Bicentenario, capitalismo

Hoy, día en el que empezamos a celebrar el bicentenario de nuestra independencia y de la audaz decisión de convertirnos en una república democrática, aún tenemos deudas que saldar causadas por la informalidad, el racismo, la corrupción y la violencia. Pero quizá haya llegado el momento de librarnos del pasado, de independizarnos nuevamente, salvo que en esta ocasión será desligarnos de los grupos económicos aprovechados de esos males que extendieron sus intereses desde la capital y gobiernos regionales hasta el Congreso de la República, el Poder Judicial y los medios de comunicación nacional.

Resguardarnos de esos males y arrojarlos al pasado nos proyecta inevitablemente hacia el futuro. Y quienes lo protagonizarán serán las niñas, niños y adolescentes que han llevado una extraña formación escolar este año y el pasado debido a que la restricción social para protegerlos de la pandemia los separó de la escuela, a unos menos, a otros por completo; serán aquellas y aquellos jóvenes a quienes el insuficiente sistema de salud los dejó sin abuelas, sin padres, sin madres, sin hermanos; serán los herederos de familias a las que el sistema económico tiene pendiendo del hilo de un bono que se les cobrará cuando en el futuro deban pagarlo con sus impuestos, si es que tienen trabajo.

Una nueva república debería asegurarles que sus madres y padres podrán recuperar, incluso mejorar, su salud y trabajo. Porque tendrán acceso a un sistema de salud integral, tanto física como mental, con una atención primaria intercultural de buena calidad. Porque el Estado acordará en diversos sectores públicos y privados la creación de puestos de trabajo y prácticas productivas sostenibles en el tiempo para sus madres y padres, asegurará que todos sus derechos laborales sean reconocidos y que puedan acceder a una vivienda digna y caliente.

Debería ofrecerles la nueva república una escuela que los forme con los mejores profesores del país enviados especialmente para que recuperen los años perdidos por la pandemia, y en caso la vida y su familia sean duros con ellas, con ellos, debería abrirles la escuela, la universidad y los centros comunales como espacio de ayuda, acogida e incluso de refugio contra las diferentes violencias que la nueva república de seguro erradicará.

Debería dejar en el pasado, como mala práctica de esa vieja república ineficiente, la evasión de impuestos a las empresas, sobre todo de las más grandes y con mayor razón trasnacionales, y empezar a cobrar los impuestos para que las arcas del Estado cuenten con los fondos necesarios para solventar la educación, el trabajo, la salud y la educación que se merecen. Los pactos de la nueva república serían públicos y transparentes, pues se establecerían con empresas formalizadas y respetuosas de las normas para proteger nuestras tierras, nuestras vidas y nuestra agua.

Indudablemente, esta nueva república que nuestras niñas, nuestros jóvenes deberían protagonizar, contaría con un Estado eficiente, moderno y bien organizado, donde los puestos no son premios, sino grandes retos para buenos profesionales dispuestos a hacerse cargo. Los partidos políticos contarían con una legislación contra la corrupción y a favor de una auténtica democracia representativa. Y podrían votar con seguridad, pues gracias a sus buenos representantes parlamentarios y su excelente legislación electoral, ningún partido sería capaz de exponer información falsa o mentiras descaradas para sembrarles miedo y aprovecharse del engaño. Pero como la tentación es grande, sería una juventud con la formación necesaria para que al verse engañados pudieran denunciar el delito y defender el sistema político que respetan.

Como toda nueva república, tendrá enemigos, pero esa nueva generación sabrá identificar de inmediato a quienes se opongan a que nuestras leyes y servicios puedan responder las diversas necesidades de todo el Perú, y ya no, como en la vieja república, a los privilegios de la capital y otras zonas de la costa donde se acomodan para desde ahí continuar evadiendo impuestos y monopolizando sectores productivos, repartiéndose cargos para saquear los fondos públicos.

La vieja república, moribunda, con representantes en el congreso que prefieren el abuso del poder frente a la negociación democrática, con funcionarios ministeriales y regionales indiferentes y corruptos, defendida por jueces y fiscales sobornados, tiene un pacto vergonzoso que ha hecho de canales de televisión, radios y periódicos de alcance nacional, un gigantesco y apestoso megáfono, donde sin pudor alguno, se defiende esta cadavérica forma de gobierno  con acciones y discursos violentos y racistas que no sirven para nada: salvo, como en este contexto electoral, cuando consiguieron dotarnos del enemigo común que necesitaba el Perú entero para unirse y poco a poco aclarar acordar los pasos que tenemos que dar para cambiar. Esos pasos han hecho evidente que al menos sí contamos con una fundamental condición para esa nueva república: si pudimos combatir en estas elecciones sucias artimañas, si logramos detener a tantos incapaces, fue porque hemos conseguido implementar los pilares de una auténtica y firme democracia, la que ya podemos ofrecer a esta nueva generación.

28 de julio de 2021

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