Junín

Podría decirse que las celebraciones por el Bicentenario de la independencia del Perú ni comienzan ni terminan. Nuestro país tiene una historia tan convulsa y tantos protagonistas en sus acontecimientos políticos que es difícil fijar de manera unívoca cuándo se dio la verdadera independencia y por lo tanto la fundación plena del estado-nación peruano.

La fecha oficial, como sabemos, es el 28 de julio de 1821, cuando el general José de San Martín proclamó la independencia en Lima con su famosa frase «El Perú es desde este momento libre e independiente por la voluntad general de sus pueblos y por la justicia de su causa que Dios defiende». Al menos así es como la aprendimos en la escuela. Pero el acta misma de la independencia se había firmado trece días antes, el 15 de julio.

Para colmo, San Martín ya había declarado la independencia el año previo, el 27 de noviembre de 1820, en Huaura, y hubo en esos meses iniciales de 1821 numerosas adhesiones que confirmaban el sentimiento de que los exsúbditos peruanos de la corona española empezaban a sentirse ciudadanos de un país independiente. O sea, una independencia subjetiva.

Sin embargo, el virrey La Serna mantenía la hegemonía militar en la sierra y es por eso que, en la práctica, aún no había completa independencia. En ese contexto, y caballerosamente, San Martín accede a dejarle el terreno libre a Simón Bolívar en el famoso encuentro de ambos gigantes de la historia en Guayaquil el 26 y 27 de julio de 1822. Bolívar, quizá más ambicioso, buscaba desde el norte consolidar la independencia de su patria, la Gran Colombia, con una derrota definitiva de cualquier rezago de presencia española en el vecino Perú.

El resto ya es conocido: las victorias patriotas fueron protagonizadas por peruanos, colombianos, argentinos, chilenos y soldados y oficiales de distintas procedencias. Junín el 6 de agosto de 1824 y Ayacucho, el 9 de diciembre de ese mismo año, obligaron al ejército español a capitular y reconocer el poder político de los rebeldes, que poco a poco irían organizando un nuevo estado bajo el mandato del «dictador» Bolívar, en medio de disputas locales y rencillas egoístas que hasta hoy no acaban.

Pasados casi doscientos años de esos enfrentamientos militares, de donde han surgido nombres ya legendarios como los de Córdova, Necochea, Miller, Sucre y varios más, inmortalizados en los versos de José Joaquín Olmedo en su canto a «La victoria de Junín», las regiones correspondientes de Junín y Ayacucho desafían hoy el centralismo limeño y se preparan a conmemorar los aniversarios de las gloriosas batallas en sus propios términos.

Por lo pronto, el gobierno regional de Junín ha organizado para el próximo miércoles 28 de febrero el «Primer Encuentro Internacional de Historiadores, Profesionales y Estudiantes de Latinoamérica: Junín Bicentenario, a 200 Años de la Libertad Americana». Se trata de un foro con algunos de los mayores especialistas de distintas disciplinas que animarán la reflexión y el debate sobre el acontecimiento histórico de Junín.

Participan Manuel Andrés García (desde España), Susana Aldana (desde Perú), Juan San Martín (también de Perú), Apolinario Mayta (ídem), José Antonio Mazzotti (Perú-EEUU), Francisco Quiroz Chueca (Perú) y Gustavo Montoya (ídem). Se trata de una pléyade de peruanistas de talla internacional que abordarán la batalla de Junín desde distintos ángulos, incluyendo el literario y el militar.

La cita es en la Sala Raúl Porras Barrenechea del Congreso de la República el miércoles 28 de febrero de 3 a 7 pm.

Ojalá sigan las conmemoraciones y que Ayacucho haga lo suyo.

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Ayacucho, Bicentenario, Junín

El Perú de centro y de derecha se ha hecho sentir y ha puesto las cosas en su justo sitio, aquel que debió primar el 2021, si no hubiera sido por la pésima campaña en segunda vuelta de Keiko Fujimori y la euforia antiestablishment que la pandemia generó a favor de Pedro Castillo.

Habrá que estar atentos, por cierto, para que el gobierno de Castillo no quiera hacer lo mismo que ha hecho con buen número de congresistas, con las autoridades locales, es decir cooptarlas políticamente a cambio de prebendas presupuestales y eventualmente utilizarlas como espolón político en su defensa, dada la orfandad de votos obtenida por los candidatos de sus aliados (Perú Libre y Juntos por el Perú) en la mayoría de circunscripciones electorales del país.

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Junín, Pedro Castillo

Como fuese, la prohibición dentro del GORE Junín –entidad responsable de la construcción del Puente Cantuta– existe. Y el informe de control señala otra situación que se agrega a los problemas derivados de esta contratación: lo normal es que el supervisor (Ana Ríos y Serconsult) haga consultas al proyectista sobre cualquier aspecto de la obra. Y en ese caso, quien debería absolver estas consultas sería la misma Ana Ríos, en su calidad ya no de supervisora, sino de jefa del estudio del expediente técnico. Es decir, en palabras de la CGR,  “siendo juez y parte del citado procedimiento”. 

Consultamos con la aludida si es que tenía conocimiento de dicha directiva, a lo que respondió que no, y “que las leyes estaban por encima de las directivas internas”. Explicó también que “es un absurdo que a la vez voy a ser jefe de estudio y supervisor” porque su trabajo como jefa de estudio terminó en el 2020, cuando entregó el expediente técnico. Aseguró, además, que ya interpuso una demanda por abuso de autoridad contra el equipo que elaboró el informe de la Contraloría.

La entidad no considera a Ríos responsable por los hechos presuntamente irregulares, pero sí a Luis Oré porque él, en su condición de Gerente Regional de Infraestructura, aprobó el expediente elaborado por la ingeniera. Por lo tanto, sabía quién era ella y que se encontraba impedida de contratar para la supervisión de la obra. Consultado por la Contraloría, el ahora exfuncionario alegó que recién tomaba conocimiento de que Ana Ríos Padilla formaba parte del staff contratado por Sima Perú para la elaboración de la reformulación del expediente técnico. 

También  reconoció que, efectivamente, “el consorcio estaba impedido de ejecutar la supervisión de la citada obra, y que pese a que la citada ingeniera conocía de tal impedimento, decidió transgredir el principio de presunción de veracidad al presentar documentación falsa o inexacta en el proceso de contratación”. Sin embargo, en comunicación con Sudaca, Ruiz Oré se contradijo y sostuvo que el órgano de control ha interpretado las normas de forma incorrecta. 

Los otros responsables penales son los funcionarios del GORE Junín Carlos Pérez y Luis Hinostroza. Nos comunicamos con ambos por medio de Facebook y Linkedin –pues sus números telefónicos se encuentran fuera de servicio–, pero hasta el cierre de este reportaje no obtuvimos respuesta. Es posible que pronto tengan que hacerlo, pero ante un fiscal anticorrupción.

**Fotoportada por Darlen Leonardo

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Gore, Junín, Vladimir Cerrón

PUGNAS

La trama de sobornos ha causado indignación en la región donde se ha hecho fuerte el partido del lápiz. Llaman la atención la urgencia, el riesgo y la inversión comprometidos en el caso de un gobernador regional al que, a fin de cuentas, le quedarían pocos meses (ya estamos ad portas de las elecciones), pero al parecer lo que está en juego es mucho. “Como ya ven que a nivel de Junín se acaba su mandato y no van a ganar, porque se ha denigrado mucho por el tema nacional, quieren aferrarse al poder. Hay muchos temas de obras, licitaciones en los próximos meses…”, comenta José Miguel Álvarez, correligionario de Villazana y miembro del consejo regional.

Desde que subió Mercado, dice Álvarez, se cambiaron a seis gerentes del gobierno regional. Uno de ellos fue precisamente Portocarrero Almonacid, afiliado a Perú Libre.

“Hay una pugna entre ellos. Y en esa pugna, la misma gente del señor Orihuela lo ha traicionado”, cuenta Villazana. Y agrega: “El señor Mercado es cerronista hasta los huesos, recibe órdenes de Vladimir Cerrón”.

Según fuentes de Sudaca, Orihuela no tiene una buena relación con el mandamás de Perú Libre. Este medio contó a inicios de año que el entonces ministro de Salud, Hernán Condori, había sido sacado del gobierno regional justamente por Orihuela, pues consideraba que el médico promotor del agua arracimada era un incondicional de Cerrón.

Entre la militancia de Perú Libre no reconocen las pugnas, pero sí que Orihuela no los representaba. “Está pasando lo que pasa a nivel nacional. Cuando se fue Cerrón, Orihuela no ha cumplido con el ideario del partido”, dice Eduardo Gutarra, un afiliado del lápiz. Agrega que en este lío de sobornos no se debe meter a toda la tienda política en el mismo saco. “Son personas que han actuado individualmente”, reclama.

Las pugnas en la cuna de Perú Libre han provocado que el Comité Regional del partido emita un comunicado “rechazando las acciones desafortunadas que vienen suscitándose” y “exhortando disciplina” a todos los funcionarios que sean militantes. Lo cierto es que la bronca y las coimas hoy son moneda corriente en el partido de gobierno.

**Fotoportada por Darlen Leonardo

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Junín, Perú Libre, Política

EL DÍA D

El sábado 2, el Ejecutivo finalmente se puso las pilas. O al menos eso parecía, pues anunciaron la tardía mesa de diálogo con los dirigentes para llegar a acuerdos y una tregua. Sin embargo, fueron llegando los ministros, pero el presidente ese día no apareció, lo que exacerbó el ánimo de los protestantes. Ellos pedían que Castillo se disculpara por tildarlos de vendidos.

La reunión con los ministros se llevó a cabo en el Coliseo Wanka. Sin embargo, cuando los manifestantes se dieron cuenta de que el presidente no llegaría, la protesta volvió a estallar. “[Estoy] totalmente indignado, el señor presidente debería estar acá, debe dar la cara acá, ¿por qué se esconde? No queremos a sus ministros, no queremos esa porquería”, dijo un manifestante a los periodistas de Canal N. Producto del conflicto, casi 30 personas resultaron heridas, algunos más graves que otros, de acuerdo a medios locales.

Kenyi Huaripata Yauri (23) es estudiante de ingeniería mecánica de la Universidad Nacional del Centro de Perú. Ese sábado tenía clases, pero cuando vio a un grupo de agricultores −la mayoría, adultos mayores− que pasaban caminando mientras reclaman sus derechos, decidió ir a marchar con ellos. “Mi familia se dedica a la agricultura en Huancavelica, sé cómo es la labor, bastante sacrificada, por eso es que tomé la decisión de acompañarlos”, sostiene.

Cuando los disturbios comenzaron, cuenta, la Policía empezó a tirar bombas lacrimógenas a los manifestantes. En ese momento, él se retiró para evitar que lo lastimen. Sin embargo, para volver a casa se vio obligado a pasar por donde estaban los agentes. “Vi que estaban usando perdigones y bombas […] también cuando me estaba retirando, vi a un compañero en medio del humo tirado en el suelo, sin poder moverse debido al efecto de los gases lacrimógenos”, recuerda Kenyi.

Kenyi Huaripata paro transportistas junin
Kenyi Huaripata salió a marchar junto con un grupo de agricultores. Lo que empezó como una protesta pacífica, terminó en casi una treintena de heridos. A Kenyi le lanzaron una bomba lacrimógena en la ingle y tuvo que ser operado de emergencia.

De acuerdo a su testimonio, al darse cuenta de que eran pocas personas, la Policía empezó a lanzar más bombas para dispersarlos. Y es ahí donde uno de estos artefactos le cayó en la ingle. “El dolor era tan intenso, que ya no pude irme a mi casa como lo tenía pensado, a pesar de estar muy muy cerca”, cuenta. 

Como pudo, se acercó a una unidad de primeros auxilios de su universidad y les pidió ayuda. Fue llevado al hospital Daniel Alcides Carrión. Luego de tenerlo dos horas haciendo papeleos, una prima llegó a ayudarlo y lo trasladó a una clínica para ser operado de emergencia. “Si mis papás no hubiesen hecho un esfuerzo para ayudarme a pagar la clínica, seguramente no me habrían operado y ahora estaría mal”, apunta el estudiante. 

Otro de los que resultó herido de gravedad fue Frayan Toribio Yaranga (27), que se encontraba como brigadista de primeros auxilios en la protesta. “Voy a apoyar el paro de los transportistas porque ya mucho se abusa del pueblo y las cosas suben: el petróleo, los víveres. Ya no nos alcanza”, le dijo a su padre Félix Toribio, según recuerda este a Sudaca.

Pero en medio de la batalla campal que se armó en las afueras del Coliseo Wanka, a Frayan le cayó un perdigón en el ojo derecho. Su familia se enteró de que estaba herido cuando vieron una foto de él en redes sociales. Cuando fueron a buscarlo, lo encontraron tirado en una camilla y sin atención médica. Tuvieron que trasladarlo de emergencia hasta el Hospital Nacional Guillermo Almenara, en Lima. Fue operado, pero perdió la visión del ojo derecho. Ahora corre el riesgo de perder el otro ojo debido a la gravedad de las heridas y a la atención tardía, según le informaron los médicos a su padre.

Frayan Toribio
A Frayan Toribio le tiraron un perdigón en el ojo derecho. Aunque lo operaron, perdió la visión en ese ojo. Ahora se encuentra en peligro su ojo izquierdo.

“Mi hijo trabaja en Arequipa, en la mina, gana su plata con el sudor de su frente. No es un delincuente. No entiendo por qué le hicieron esto. Muy mal la policía, ¿cómo va a disparar de frente a las personas como si fuesen animales? Queremos justicia, nos sentimos indignados”, reclama Toribio.

Ahora Frayan se encuentra deprimido, por lo que su familia pide que los ayuden con un psicólogo para su hijo. “Mi hijo está llorando, está desesperado. Ahora yo le pido a Castillo o a los congresistas que me ayuden con un psicólogo que le hable a mi hijo”, pide su padre.

Daniel Zacarias Tejeda (28) también resultó herido. Él fue golpeado por los efectivos policiales en varias partes del cuerpo. “Cuando ya me estaba retirando, nos empezaron a tirar bombas y luego entre varios nos golpeaban, nos maltrataban. Tuve que ir a sacarme ecografías y rayos X para descartar cualquier fractura”, recuerda. 

Daniel Zacarias
Daniel Zacarias también resultó herido en las manifestaciones: fue golpeado por los efectivos policiales en los exteriores del Coliseo Wanka.

Zacarias, quien se dedica a la construcción, tuvo que dejar de trabajar por los golpes recibidos. Cuando fue a la clínica, había 20 personas más que también estaban heridas. Ahora solo espera ver a Castillo dando la cara hoy en Huancayo. “Mi familia está muy molesta por lo que me hicieron. Y ese es el sentir general”, advierte. 

Al cierre de esta edición, el presidente de la República acababa de llegar, entre pifias, al Coliseo Wanka para clausurar el Consejo de Ministros. Cuatro horas después que sus ministros. Tarde y mal para los juninenses y sus muertos. 

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Huancayo, Junín, Pedro Castillo, protestas

Finalmente, un temor que nos quedaba en modo de pregunta es si con esta repercusión en medios sobre lo importante que ha sido la protesta en Junín, ¿se abre la posibilidad de que la oposición pro-vacancia retome su proyecto y la impulse nuevamente?

OC: Como decía, solo mayores errores del gobierno y un muy prudente silencio de los partidos de extrema derecha podrían llevar a un escenario donde una nueva vacancia cobre vuelo. La derecha podría capitalizar si inteligentemente se mantiene prudente esperando que el gobierno cometa más errores. Mientras más intente sumarse a las protestas, más les quita su capacidad de crecer.

NCh: Actores como este Congreso, que actúan en las sombras, con un manto de oscuridad que lo cubre, van a intentar subirse al carro para ganar algo de legitimidad, pero eso no quiere decir que realmente vayan a ser un peso importante. Hemos visto que Castillo ha articulado una serie de coaliciones con el Congreso que más bien hacen difícil la vacancia. De hecho si el Congreso sigue blindado a alguien como Merino, sería bien extraño que aprovechen estas protestas contra Castillo. 

¿Van a intentar algo? Seguro. ¿Tienen escenario para lograrlo? Muy difícil. Todo actor que esté contra Castillo va a tratar de sumarse, como lo que pasó en Junín, pero eso no significa que lo legitimen o que los convierta en la cabeza del movimiento. Es bueno esperar a ver cómo este conflicto se desarrolla, cómo queda Castillo y cómo se esparce a nivel territorial, más que a nivel de Lima. Las regiones tienen el espacio hoy para posicionarse alrededor del gobierno y marcar una pauta. Es difícil que Castillo deje de lado la protesta, le guste o no, porque va a marcar la manera que tiene de comunicarse con la población.

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Huancayo, Junín, protestas

 

Por Julio Rospigliosi y Alessandro Azurín

La carrera política de César Combina ha estado marcada por un verbo: abandonar. Forzadamente, a veces, como cuando lo ‘desfederaron’ en la PUCP; o por voluntad propia, como la vez que dejó el proyecto de APP con el que se pensaba que llegaría a ser gobernador regional. “No hay un caso como el de César Combina, por el que se haga tanto trabajo para que después termine en otro lugar”, dice José Miguel Álvarez, quien fue parte de esa última aventura en Junín.

Su paso por la política se caracteriza por el cambio de camisetas a granel: primero fue el PPC, luego el fujimorismo y más tarde un movimiento regional que llevaba su apellido. El 2020 llegó al Parlamento con Alianza para el Progreso (APP) y ahora ha vuelto a recalar en tienda naranja. A todo eso habría que agregarle la fundación de un partido de derecha en su época estudiantil y, según documentos y testigos, su incursión en un movimiento universitario llamado Falange Reformista.

Para este perfil Sudaca entrevistó a excompañeros y rivales políticos de Combina, quienes en los últimos 19 años han sido testigos de ese sistemático tránsito entre agrupaciones, de las que casi siempre sale peleado. El hoy precandidato de Fuerza Popular para Lima Metropolitana también responde.

 

LA VERDAD DE LA RENUNCIA

Combina ha dicho recientemente que la primera vez que dejó el fujimorismo lo hizo por su rechazo a Joaquín Ramírez. “Yo fui uno de los más duros que se enfrentó a él [Ramírez] a la interna y, por lo tanto, tomé la decisión de no afiliarme a Fuerza Popular, pese a la invitación de esta agrupación”, declaró sobre su salida de Fuerza Popular de hace 7 años. Había llegado como invitado. En esa época, Ramírez, embarrado por investigaciones fiscales y periodísticas, era secretario general del partido.

Los archivos y los testimonios apuntan, sin embargo, en otra dirección: Combina era mal visto por varios dirigentes fujimoristas de Junín. “Lo conocían apenas en la selva de esa región, donde tiene una casa, pero no en la capital, Huancayo”, cuenta César Merea, exalcalde fujimorista de la provincia de Satipo. “Él no vivía en Junín, venía esporádicamente”, aclara José Miguel Álvarez, actual consejero regional. 

Cuando César Combina llegó allí, en el 2014, faltaba poco para las elecciones municipales. Él era la ficha para ganar el cargo de gobernador, pero quedó cuarto. “Nosotros teníamos un candidato regional y, de la noche a la mañana, el comité ejecutivo decidió que el señor Combina sea quien vaya a la gobernación. Hasta cierto punto lo veíamos con desconfianza y una actitud que yo no compartí”, dice Merea.

Luego de los comicios, quedó como coordinador regional del partido. Pero no pasó mucho tiempo para que su relación con los militantes se rompiera definitivamente. El 19 de junio del 2015, el diario ‘Primicia’ sacó una nota titulada “César Combina llamó ‘regordeta y retardada’ a Keiko Fujimori”. La nota decía: “Indignación se vive en un sector del fujimorismo en Junín tras conocerse que el excandidato a la presidencia regional calificó de regordeta y retardada a Keiko Fujimori, además de otros calificativos y cuestionamientos que aparecieron publicados en su blog de internet ‘La Combi de Combina’”.

nota primicia
Nota del diario Primicia del 2015, que da cuenta de las acusaciones contra César Combina de parte de un sector del fujimorismo.

“Se puede leer por ejemplo: ‘¿por qué no a la regordeta? Pues porque no está preparada y la gente que la acompaña es de la peor calaña. Imaginen a una retardada de presidente, que lo único que sabe decir es besho abasho, con un séquito de chupasangres’”, reseña el informe periodístico.

La nota cita también a Augusto Lara Pérez, entonces secretario del comité provincial de FP en Huancayo, quien detalló que los calificativos fueron publicados seis años antes, en el 2009. Dijo que la verdadera intención de Combina era “infiltrarse en el fujimorismo para promover la división y el caos partidario”.

El blog había nacido en medio de una crispada situación al interior de la Universidad Católica (PUCP), donde César Combina hizo sus pininos políticos. Y un excompañero de aulas, cuya identidad mantendremos en reserva, comenta acerca del antifujimorismo de Combina como estudiante. “Cuando inició su carrera política, tenía una postura bastante crítica al fujimorismo, lo que era natural en la universidad. Además, en esa época militaba en el PPC, que por aquellos años confrontaba al fujimorismo”, cuenta.

César Combina niega haberse referido a su lideresa en esos términos y dice que nunca se identificó como “antifujimorista”. La nota periodística ocasionó, de todos modos, que los secretarios provinciales exijan la inmediata destitución de Combina como coordinador regional.

Esa semana de junio del 2015, Correo informó de una carta firmada por el secretario provincial de Chanchamayo, Marino Aroni Calderón. “Respaldan la solicitud 5.289 firmas recolectadas en Chanchamayo. Según el documento Combina viene ‘fomentando el divisionismo y la anarquía conformando coordinaciones provinciales y distritales paralelas a las ya existentes’”, se lee en la nota del diario.

César Combina dice que detrás de aquellos esfuerzos por castigarlo estaba Joaquín Ramírez. “Las pugnas empiezan con un sector de la región Junín vinculado a Joaquín Ramírez y Alas Peruanas, que funcionaba en Huancayo. Pensaban que yo iba a ser precandidato al Congreso. Pero yo había decidido no lanzarme para permitir que los dirigentes participen en ese proceso”, se defiende Combina.

“Aroni, que era gerente municipal de Chanchamayo, presentó firmas. Pero los firmantes no eran representantes de Fuerza Popular, era un padrón de beneficiarios de la municipalidad [donde Aroni trabajaba]”, añade.

En agosto, la cúpula fujimorista le bajó el dedo y lo removió de su cargo de coordinador. Sin protagonismo y enfrascado en peleas internas, un mes después Combina anunció que no seguiría el partido. Dijo que Joaquín Ramírez había “empoderado a personajes nefastos en cargos dirigenciales en Junín”.

-¿No sabía que ya, desde el 2014, la Procuraduría tenía en la mira a Joaquín Ramírez?- le preguntamos.

-Yo acepté [ser invitado a FP] porque en la provincia de Chanchamayo, mi provincia, tres alcaldes eran de Fuerza Popular. Fueron ellos los que me invitaron. Durante toda la campaña [del 2014 al gobierno regional] no tuve contacto con Joaquín Ramírez. Sí lo tuvo el candidato de Pasco, por ejemplo.

-Pero usted no necesitaba mayor contacto para saber que Joaquín Ramírez era de la cúpula de Fujimori.

-Sí, pero no tenía mayor información sobre él. Fue recién el 2015, cuando fui coordinador, que empecé a tener reuniones orgánicas y tuvimos roces con él sobre su visión.

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Combina le echa la culpa a Joaquín Ramírez de los pedidos para que lo destituyan. (Foto: Congreso de la República)

 

LA COMBI Y LA FALANGE

La carrera política de César Combina empezó el 2006 en la PUCP, cuando asumió la presidencia del Centro Federado de la Facultad de Letras. Iba a Antropología, estaba becado y era militante del Partido Popular Cristiano (PPC), que aquel año lanzaba como candidata presidencial a Lourdes Flores.

Quienes lo recuerdan, señalan que se ausentó de las labores del cargo por su compromiso con el partido. Entonces, fue removido por su propia mesa directiva.

En el 2007, fundó -junto a un grupo de amigos, algunos de las filas del PPC-, Unión Estudiantil (UNES), un movimiento de derecha que aún existe en la universidad. Aquel año llegó a ser Representante Estudiantil ante la Asamblea Universitaria (REA), cargo que le permite al alumnado tener voz en la máxima instancia de gobierno de la casa de estudios.

De la REA, sus opositores recuerdan a un Combina también ausente. “Ahí tu única obligación es ir a la asamblea. Yo me maté yendo un año ahí, pero él desapareció por completo. A mitad del mandato, se va de intercambio a otro país y entonces, es el segundo cargo sobre el que podría decirse que sale ‘vacado’. Primero ocurrió en Letras”, cuenta Ricardo Sifuentes, que también fue miembro de la REA. Los excompañeros de Combina en UNES, en cambio, dicen que la presión de otros grupos les impedía participar de las comisiones activamente.

De UNES, sin embargo, Combina también se alejó tras discrepancias internas. Cuando en 2009 quiso lanzarse a la presidencia de la Federación de Estudiantes (Fepuc), sus compañeros de partido se manifestaron en contra. “No era el momento y queríamos concentrarnos en otras cosas. Además, ya había diferencias sobre su forma de hacer campaña. Él tenía un estilo mucho más populista, que apelaba a la imagen de las personas más que a las protestas”, recuerda uno de ellos sobre su salida.

Combina se lanzó con una lista de “independientes”, pero perdió. Luego se dedicó a lanzar ácidas críticas a la gestión ganadora. En medio del boom de los blogs, el entonces militante del PPC tenía el que ya hemos mencionado: La Combi de Combina. “El sacó su blog y nos insultaba. Dos, tres veces a la semana. Inventaba mil situaciones estúpidas y así fue durante un año”, dice Sifuentes, quien le ganó las elecciones a la Fepuc.

Sus ataques llegaron demasiado lejos y eso le costó la expulsión del gremio estudiantil. Combina realizó falsas acusaciones sobre el proceso electoral que venía preparando la universidad a fines del 2009 y fue ‘desfederado’. “La Fepuc quiere más delegados allegados para copar la Asamblea y bloquear denuncias, acusaciones y censuras. Todo un verdadero mecanismo de defensa, al fiel estilo fujimontesinista”, escribió en su blog. Hoy no tiene problemas en posar junto a Keiko.

Combina nunca se retractó, como él mismo confirma a Sudaca. “Mi proceso de ‘desfederación’ [que le impidió asumir más cargos de gremio estudiantil] se da justamente por posiciones que tuve contra el copamiento que desarrolló el ala que luego se convirtió en Fuerza Social, de Susana Villarán”, asegura.

En medio del proceso disciplinario, su nombre apareció en una lista para la Fepuc llamada Falange Reformista Universitaria, un término que hace referencia al partido fascista español que mantuvo en el poder Francisco Franco (RAE dixit). De acuerdo al portal La Mula, en el Facebook de esta agrupación se incluían mensajes como “¡Brazo en Alto Falangistas! ¡Por una PUCP sin rojos!», «¡Camaradas, a quemar la San Marcos, el mejor comunista es el que está boca abajo!”, entre otras.

Combina niega su afiliación a Falange Reformista y dice que “fue una creación difamatoria”. “Prueba de ello es que no tenemos un certificado de inscripción. Esta es una situación que yo aguanté muchos años, una situación bastante cruel que revive cada vez que me lanzo [a algún cargo]”, agrega.

Pero Sudaca habló con dos miembros de aquella lista, quienes recuerdan el rótulo de Falange Reformista. De hecho, el arquitecto Andrés Rieckhof, amigo universitario de Combina, envió ese año una carta a la Fepuc indicando que lo habían colocado sin su autorización.

“En ese momento César era mi amigo. Era muy payasín, muy risueño, todo lo tomaba a broma, pero [la inclusión en Falange] no era así. Yo le dije que no pertenecería y que no podía estar en algo que probablemente podía explotar a la larga”, explica Rieckhof a Sudaca.

Otro examigo de Combina que integró la lista admite el nombre, pero lo matiza: “La postulación era un bluf, no era seria, nunca tuvo intención de postular realmente”. Falange Reformista no llegó a participar de los comicios. 

Entre dimes y diretes, Combina terminó la universidad en el 2010. Ese año, se postuló como regidor por Lima en la lista de Lourdes Flores. Compañeros de esa época dicen que el partido no le abrió más espacios de representación, por lo que empezó a saltar de bando en bando.

pruebas falange
Izquierda: En la lista de Falange Reformista Universitaria aparece el nombre de César Combina como «Presidente». Derecha: el pedido de uno de los integrantes de esa lista para que lo retiren de ahí, porque no dio su autorización. Esta persona corroboró la veracidad del documento.

 

DESLEALTADES EN JUNÍN

Luego de su paso por la universidad y de dejar su militancia en el PPC, César Combina se concentró en Junín, donde tiene familia. Encontró en el fujimorismo, al que había criticado en sus años universitarios, una vitrina importante. Y, como hemos visto, salió de ahí en medio de acusaciones de ida y vuelta el 2015. Dos años después, fundó un movimiento personalista. El nombre: ‘Combina Junín’.

Para las elecciones regionales del 2018, movimientos incipientes como el suyo debían buscar aliados. “Ese año se acerca el joven César Combina, cuyo movimiento estaba en proceso de formación. Como era joven, podía ser un buen político, una buena promesa. Así que él fue parte de Caminamos Juntos [el partido por el que postuló el 2018]”, cuenta Dimas Aliaga, quien ese año postuló a la provincia de Huancayo con el mismo partido.

Aliaga no tiene el mejor recuerdo de Combina, que encabezó la lista al gobierno regional. “Le diré que se portó extremadamente mal. Muy mal a pesar de que lo invitamos. Por ejemplo, él puso de candidatos a consejeros y al vicegobernador a su antojo, lo que no representaba el consenso del partido”, apunta.

Combina replica: “Deberían ser un poco más agradecidos con nuestro movimiento, que nos sumamos, que lo reflotamos. Yo pagué todos los gastos de ese reflote y me da pena recibir este tipo de maltratos a cambio”

Combina logró el segundo lugar, por debajo de Perú Libre. Consiguieron, además, meter a tres consejeros que siguen hasta hoy. Uno de ellos es José Miguel Álvarez, quien tampoco tiene un grato recuerdo del hoy nuevamente fujimorista.

José Miguel Álvarez (izquierda) y Dimas Aliaga. Ambos tienen pésimos recuerdos de Combina en las alianzas que hicieron con él.

“Había buenas referencias, todo indicaba que el próximo gobernador sería él”, cuenta Álvarez, que el año 2020 pasó a inscribirse en APP, ya con miras a las elecciones del 2022. Combina también se pasó al bando de los Acuña, como invitado. “El objetivo de la alianza con APP era tener la oportunidad de postular y no depender de movimientos regionales, porque siempre había problemas ahí. La intención era que Combina aguardase a postular a la región”, cuenta Álvarez.

Pero Combina se mandó por la libre. “Cuando salió [vacado] Vizcarra, le dijimos que no postulara, porque eso iba a ser un gran error e iba a poner en peligro su candidatura regional”, asegura Álvarez. Combina no escuchó. “Vimos que no tenía intención de retornar, que quería quedarse en Lima. Parece que Junín solo era una pantalla, un trampolín. La gente que lo acompañó siente que los ha utilizado como vitrina”, agrega Álvarez.

Combina niega que haya habido un acuerdo con ellos. “Si bien ellos pensaban que yo sería candidato una tercera vez, no era algo que yo había confirmado. Y él [Álvarez] tiene aspiración a gobernador regional. Así que acá no hay ninguna traición”, apunta.

-¿Cómo explica usted su salto de partido a partido, este cambio compulsivo de camisetas políticas? – le preguntamos.

-Se me puede acusar de tener cambios de camiseta, pero lo que existe es una misma línea. Yo nunca seré de izquierda. Me parece que el camino está en el centro y para mí hay puntos innegociables: si en el camino uno tiene que dejar una tienda política para mantener los principios mínimos de no ceder ante las mafias y de luchar contra la izquierda, ese ha tenido que ser mi devenir.

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