En ese sentido, la revitalización de los partidos políticos pasa también por la afiliación de ciudadanos y ciudadanas dispuestos a entregar su tiempo y otros recursos de manera voluntaria para poner en práctica las soluciones a los problemas nacionales, regionales o locales que estiman por convenientes desde algún cargo ejecutivo; guiados por un conjunto de principios, valores y una visión de desarrollo del país. Además de legislar en función del bien común y no de intereses particulares. Lo cual supone hacer vida partidaria, es decir, formar parte de alguna instancia del partido, de elegir y ser elegido, de hacer carrera dentro del partido, de organizar y movilizar a los simpatizantes y a otros afiliados y de participar en las actividades organizadas por el partido. Hoy la debacle de los partidos políticos es una ventana de oportunidad para los nuevos partidos que buscan ofrecer una manera distinta de entender la política y de llevarla a la práctica.
Sin afiliados no hay vida partidaria
Por:
Juan Carlos Guerrero
3.01.2023