Hoy, Domingo de Resurrección, quiero mencionar la palabra “esperanza”, ese sentimiento que emana de una situación que puede devenir en algo positivo y optimista para nuestra heterogénea nación peruana. El próximo domingo 11 de abril habrá elecciones y ahí nos jugaremos nuestro futuro. Lamentablemente, no tenemos muchos candidatos idóneos para escoger. Encima, los antecedentes son muy mala señal: la cantidad de expresidentes que quisieran ser reelegidos han sido procesados o están cumpliendo condena o investigación por algún delito cometido, lo cual indica que quien salga elegido el 11 de abril tendrá un pasivo de corrupción que deberá combatir a sangre y fuego. Esto es muy triste, pero más triste es que los propios partidos políticos liderados por criminales, exconvictos o procesados todavía quieran volver a gobernar el país para seguir delinquiendo. Tanto la dinastía Fujimori como Alejandro Toledo, Ollanta Humala, Pedro Pablo Kucynski, Vizcarra son personas que no deberían nunca, por decencia, volver a presentarse, ya que tienen a sus espaldas cargos y sombrías sospechas contra ellos. Sus sucedáneos de derecha también tienen las manos sucias. En cambio, hay otros postulantes que no tienen ninguna falta, que son producto de las entrañas de nuestro país y, quizá precisamente por eso, los sectores privilegiados no los quieren, les cierran las puertas y los tratan con clasismo y racismo.

 

Efectivamente, hoy quiero compartir mi inclinación por Pedro Castillo, un hombre que lucha por su gente y por su región. Muy hábil para hacer trabajos y culminar proyectos, nos brinda una innovadora manera para llevar a cabo varias acciones. Siendo un profesor de primaria ha surgido para llevar esperanza a su pueblo, pero desafortunadamente también se le ningunea y no se le da ninguna visibilidad.

 

Sé que este apoyo público me va a traer ataques arteros y no faltarán los “trolls” desde distintas filas. Yo hablo como pienso, porque siempre he sido de izquierda y nunca he dejado de expresar mi solidaridad con los más pobres, con los que han sido abandonados, con los hermanos y hermanas vulnerables de nuestro país. Me guía también mi fe cristiana, que no me deja tirar la toalla incluso en los momentos en que todo parece más oscuro.

 

Y este es uno de esos momentos. Acabo de sufrir la pérdida de un ser amado; casi todos los días escucho de alguien que cae enfermo de Covid y no logra obtener tratamiento. Y muchos mueren, dejando una huella profunda de dolor y desamparo en sus familias. Son ya casi 150 mil peruanos que han pasado “al otro lado” en circunstancias que se podrían haber evitado. Cuarenta años de neoliberalismo y corrupción han llevado a que nos encontremos más indefensos que nunca.

 

Sé que hay otras opciones de izquierda, pero con los años he aprendido a distinguir lo que es auténtico de lo que no lo es. A mí me gusta la gente de base, los que se rompen el lomo trabajando porque es ahí donde se mide el temple de una persona. Los políticos profesionales, los mantenidos o los que son financiados por fundaciones extranjeras no me inspiran confianza. Castillo no será perfecto, pero al menos ha recuperado el espíritu de cambio que siempre debe animarnos.

 

Ojalá que este hombre que parece uno de los pocos honestos de las listas electorales esté bien asesorado y tenga la luz que se necesita para seguir despertando la esperanza de que las cosas cambien y un sentido realista para lograr consenso y no caer en errores. Y que el pueblo sea siempre su juez.

 

Que cada quien vote según su conciencia y su capacidad de imaginar un Perú mejor. Por mi lado, y parafraseando a Vallejo, “hoy solo quiero hablar de la esperanza”.

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Pedro Castillo

La última encuesta del IEP, que a diferencia de la de Ipsos, ha sido hecha después de la jornada de debate, avizora una final de derechas. En primer lugar figuran empatados Keiko Fujimori y Hernando de Soto con 9.8% y en tercer lugar Rafael López Aliaga, con 8.4%.

Luego de ellos vienen Lescano (8.2%), Mendoza (7.3%) y Castillo (6.6%), muy apretados. Claramente, según esta encuesta, Castillo les ha quitado votos a Lescano y Mendoza y los ha hecho bajar en el escalafón general.

En la derecha, la cosa puede definirse aún más por la tesis del voto perdido. López Aliaga viene en caída. Creció muy prematuramente y no soportó el vendaval de ataques políticos y mediáticos, poniéndole la cereza al postre con el papelón del debate. El candidato de Renovación Popular cae de 9.7% a 8.4%. Sus votos se pueden terminar yendo donde De Soto o Fujimori.

Keiko Fujimori crece mucho en el Perú rural (pasa de 4.7% a 11.2%), y en el norte -bastión tradicional del fujimorismo- sube de 6.5% a 14.9%. En el caso de De Soto, crece en Lima de 10.8% a 14.5% y también en el sector rural (de 1% a 3.8%).

Mañana analizaremos la encuesta de Ipsos, que es simulacro, pero mal que bien algunas tendencias se comparten (aunque varíen en los resultados finales): De Soto y Fujimori crecen, López Aliaga cae, en la derecha; Lescano se cae y Castillo sube (en Ipsos, a diferencia de IEP, Mendoza pega un salto de 8.4% a 10.2%), en la izquierda.

Una final de derechas sería una gran noticia para el país. Claramente, por encima de cualquier otra urgencia -habiendo varias en el horizonte-, el Perú necesita un shock de inversiones privadas, acompañadas de la construcción de mercados competitivos allí donde no los haya. Y eso no lo garantizan ni Lescano ni Mendoza (por más que nos parezca un delirio paranoide atribuirle a la lideresa de Juntos por el Perú un chavismo embozado).

Sería factible además, armar pactos de gobernabilidad, a la espera de que se hayan aprendido las lecciones del 2016, cuando Pedro Pablo Kuczynski debió buscar y Keiko Fujimori aceptar un gran pacto derechista.

A pesar del entusiasmo, sin embargo, nada está dicho. Las cifras son muy ajustadas. En una semana hay margen aún para sorpresas. Las semifinales de derecha e izquierda todavía no están definidas.

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Encuestas, IEP, Juan Carlos Tafur

Alfredo Thorne, director principal de Thorne & Associates, analizó los planes de gobierno de los candidatos: Lescano, López Aliaga, Forsyth, Fujimori y Mendoza. ¿Qué dice el ex ministro de economía del gobierno de Pedro Pablo Kuczynski sobre las propuestas de los presidenciables?

 

¿Cómo analizan los planes de gobierno -y en especial los planes económicos- de los candidatos presidenciales que encabezan las encuestas?

Los planes de gobierno se han convertido en instrumentos para atraer votos. Más que planes de gobierno, suenan a deseos para captar votantes. No necesariamente son planes que se podrían ejecutar en la práctica.

 

El candidato Lescano, por ejemplo, propone impulsar la formalización de las empresas, inversión pública para generar 5 millones de empleos y el fortalecimiento de las mypes pero sin dar las fórmulas.

Son propuestas en que, supuestamente, el gasto gubernamental es el que va a generar mayor bienestar. Pero es bastante conocido que el Estado no genera bienestar. El Estado reduce la pobreza, ayuda a reducir la informalidad, pero no genera bienestar, no genera mayor productividad.

Cuando el señor Lescano plantea el fortalecimiento de las Mypes, solito se contradice. Señala: “Voy a promover las Mypes”. Y gran parte de la promoción viene por parte del Estado, pero poco ataca el problema central de las medianas  y microempresas que son: trabajadores de muy bajos ingresos, con baja productividad y con alta rotación. Se olvida que durante la pandemia los trabajadores de las Mypes han reducido sus ingresos en un 30%. Hay que atacar el corazón de las Mypes y de la informalidad, y eso está ausente.

 

Algunos candidatos plantean desglobalizar la economía peruana para priorizar la producción nacional y que el BCR regule las tasas y las comisiones del sistema financiero.

Este tema del nacionalismo es consistente en las propuestas de Lescano, Forsyth y es más fuerte en Verónica Mendoza, cuando ella dice que el 90% de los alimentos se van a producir dentro del país. ¿Cómo lo va a hacer? Con una supuesta reforma agraria. Pero ese nacionalismo es, simplemente, una vinculación que ellos están haciendo con el votante para decirle que gran parte se va a producir internamente sin decir cómo van a lograrlo.

El tema de la tasa de interés coincide Lescano con la propuesta de Verónica Mendoza. Ella dice: “hay que bajar la tasa de interés a cero”. Lescano no propone una reducción específica, pero sí bajar las tasas de interés para que lleguen a las Mypes, pero sin reconocer que él como presidente no puede intervenir en el BCR, ya que es autónomo por constitución. El día que lleguen al gobierno no habrá un cambio de constitución, para que eso suceda tendrían que esperar dos años, entonces más son deseos que políticas en sí mismas.

 

¿Y eso resulta preocupante?

Sí, porque a diferencia de lo que diría otra gente, yo pienso que el problema es fundamentalmente político. No existe una relación entre las propuestas y la elección del candidato. No existe una gobernabilidad en el país. Le estamos dando carta blanca a un candidato que nos encandila con lindas propuestas. Pero sabemos que ese candidato, de llegar al gobierno, no podrá implementar esas propuestas.

 

En el análisis que realizan, aseguran que López Aliga tiene un plan centrado en la infraestructura, pero débil en los demás aspectos. ¿La infraestructura que propone a largo plazo, servirá para reactivar la economía?

La principal crítica a él es que, creo, ignora la economía que va a recibir el 28 de julio. El tema fundamental es que recibirá una economía sin fuentes de crecimiento, y claro, de ahí a que empiece su plan de infraestructura -yo lo sé por experiencia- por lo menos le va a tomar un año para reestructurar, por ejemplo, Proinversión.

 

Para la recuperación económica a corto plazo, el candidato López Aliaga no plantea medidas específicas. Y lo que busca el electorado es una reactivación económica rápida y que se vea reflejada en sus bolsillos.

No es solamente su caso, sino de los cinco candidatos analizados. Quizás en su caso es un poco más agudo. Sus medidas buscan encandilar al votante. Él habla de las obras viales, que son interesantes, pero hay que preocuparse del por qué en los últimos cinco años no han podido terminarse. Por ejemplo, la segunda línea del metro. Cada día se hacen más adendas retrasando la inauguración de esa obra.

 

López Aliaga plantea reducir las exoneraciones y la tasa de IGV para que “los informales opten por regularizarse”

Nosotros planteamos eso y la verdad es que lo hicimos en un contexto más grande. Ahora como están las finanzas públicas, eso es casi imposible. Nosotros nos topamos con ese problema, cuando llegamos (al gobierno) las finanzas públicas estaban en una mala condición y tuvimos que abortar eso. Las finanzas públicas ahora están peor, la recaudación tributaria está en el piso y estamos saliendo de una pandemia. Entonces la posibilidad de hacer reducciones en las tasas es muy baja.

 

Sobre Forsyth aseguran que su plan es el más completo, pero con falencias… Es el único candidato que afirma que la economía recién mejoraría hacia el 2023.

Él tiene un plan para la formalización de las empresas, eso es positivo. Después en el tema minero copian nuestra propuesta del 2016 de adelanto social. Ellos proponen un fondo y proponen el destrabe de la minería. Además, es el único que plantea un tope al endeudamiento público de 39%, la idea es bajarlo.

 

Forsyth se focaliza mucho en el impulso a las Mypes…

Él tiene una vinculación emocional con la gente de La Victoria, con Gamarra. Entonces, para él, su centro es la formalización de las Mypes y está recibiendo el apoyo del segmento económico C, cosa que López Aliaga no recibe.

 

Fujimori habla de un plan de inversión privada pero no ahonda en detalles. Y asegura que promoverá el dialogo para el desarrollo de la minería. En temas de infraestructura hay coincidencias con Lescano.

Ella dice que se va a concentrar en la infraestructura. Pero no da detalles de cómo lo va a hacer. No aborda el tema de Proinversión, no aborda el tema de Invierte Pe, no aborda el tema porque la subejecución presupuestal está tan alta. Da la impresión, cuando uno lee su programa, que ella está echada más al gasto público. Cuando habla de las mypes, dice que las exonerará de los impuestos. Nosotros sabemos que esta exoneración, que está en nuestro sistema tributario, que es el RUS y el RER, lo único que ha hecho es generar un enanismo de las empresas. Es decir, las empresas prefieren estar muy pequeñas, para no pagar impuestos antes de crecer. Cuando Fujimori habla de las Mypes, tampoco habla de cómo las va a hacer crecer.

 

En su análisis, cuando mencionan a Verónica Mendoza, afirman: “Cambio de modelo económico y gran intervencionismo”. ¿Lo ve como un tema riesgoso?

A ella no la veo como un tema riesgoso. Hay dos temas que yo veo. Uno, que quien salga de presidente, no va a tener mayoría en el congreso. Entonces, cuando hablamos del cambio de Constitución es como un slogan para atraer votos. Lo mismo cuando habla de la reforma agraria. Ella no podría hacerlo sin el apoyo del Congreso.

Los riesgos de estos candidatos habría que verlos cuando se sienten en el sillón presidencial. Pero me da la impresión de que Mendoza sería una especie de Humala, un poquito más a la izquierda y con poco margen de maniobra.  Hemos aprendido que hay ciertos poderes que no votan en esta elección pero que sí se hacen presentes en el momento de la gestión gubernamental. Uno de ellos es el mercado internacional. Lo primero que le pasará a la señora Mendoza -en caso gane- es que el dólar se le irá a las nubes y los bonos que los tienen los extranjeros se los echarán en la cara. Lo otro es el tema del Congreso. No tendría mayoría. Después está el tema del TC que garantizará la constitución. Y esta el poder del empresariado que pesa mucho.

 

¿Los planes económicos de los candidatos garantizan un crecimiento hacia el próximo quinquenio?

Quizás estoy siendo agnóstico, pero me da la impresión de que la gestión gubernamental no tendrá mucha relación con los planes de gobierno de los candidatos. Hay otros poderes que irán moldeando al candidato. Pasó con Toledo, García, Humala y PPK. Hay otras fuerzas que de alguna manera te obligan a ir por un curso que no definiste en tu plan de gobierno. Humala es el mejor ejemplo. Comenzó con un plan radical y termino con una hoja de ruta que más parecía una social democracia que un partido de izquierda.

[ACTUALIZACIÓN]

Ante las recientes encuestas publicadas hoy por dos diarios de circulación nacional, donde colocan al candidato presidencial Hernando De Soto en el segundo lugar de las preferencias, nos comunicamos con Alfredo Thorne y le consultamos ¿Cuál sería el analisis del plan de gobierno del candidato de Avanza País?

El programa de De Soto me parece interesante. Está muy enfocado en sus temas tradicionales de la formalización. También es un programa, y quizás el único, que plantea una alternativa a cómo destrabar los proyectos mineros. Y quizás los temas que, en mi opinión, faltan en Hernando de Soto es que no tienen un planteamiento de qué es lo que va a hacer de llegar al poder. No hay un plan de reactivación y quizás la crítica que tenemos nosotros es que nos parece un poco optimista pensar que con simplemente entregar títulos -sobre todo al segmento de clase media- que con eso va a poder monetizar el capital como plantea él. En nuestra opinión es positivo dar títulos de propiedad. Sobre todo al segmento de clase media, que ha crecido con autoconstrucción, pero lo más importante es de que el capital no simplemente nace de entregar títulos sino que necesitas un comprador. A mi me parece que está pecando un poco de optimista, pero habría que verlas puestas en práctica.

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Alfredo Thorne, Candidatos, Economía, Elecciones 2021

Todo parecía ir bien al inicio. En 2006, la Caja Metropolitana de Lima lanzó al mercado un programa de créditos llamado Caja Gas, que ofrecía a los taxistas capitalinos la opción de convertir el sistema de sus autos de gasolina a gas natural vehicular (GNV). Con aires de celebración, la agencia Andina informó en julio del 2012 que se habían financiado 50 mil conversiones en los cinco años previos.

La Caja, sin embargo, acumuló pronto una cartera de créditos que sus clientes no pagaban a tiempo. La situación empeoró hasta el punto de que buena parte de la cartera quedó en “pérdida”, el peor de cinco niveles: con un atraso en el pago de los créditos por más de 120 días. Sin poder frenar la bola de nieve, surgió la necesidad de mejorar los estados financieros para no tener que admitir un naufragio ante la Superintendencia de Banca (SBS) y la opinión pública. Una necesidad que la Caja Metropolitana cubrió gracias al diseño de una operación financiera cuestionada y denunciada en su momento por la Oficina de Control Institucional (OCI) de la entidad.

Una de las empresas de Rafael López Aliaga figura entre los protagonistas de esta historia. Se trata de ACRES Titulizadora, una de las piedras angulares del grupo económico del candidato presidencial. En aquella época, los conflictos de interés y las contrataciones irregulares que ensombrecieron la operación se robaron el protagonismo en la cobertura del caso revelado por el programa Panorama. Hoy Sudaca coloca el foco en la responsabilidad de esa empresa, que fue la que diseñó la operación.

 

Pasando por caja

En junio de 2011 Acres Investments, el holding de negocios financieros de Rafael López Aliaga, agregó una empresa debajo de su paraguas: junto a su compañía ACRES Agente de Bolsa, creó ACRES Titulizadora. ¿Qué hace una titulizadora? Captar clientes que necesitan financiamiento, usualmente liquidez de dinero, y brindarles un mecanismo financiero para conseguirlo. Uno que no los obligue a ir a un banco a pedir un crédito.

Sunarp
Constitución de la titulizadora del grupo ACRES Investments. Fuente: SUNARP.

A fines de 2012, ACRES Sociedad Titulizadora no había concretado operación alguna para ningún cliente, se mantenía con cero kilómetros en el mercado. La millonaria operación con la Caja Metropolitana marcaría su punto de partida el 31 de diciembre. Uno, cuando menos, cuestionable.

Aquellos créditos que los taxistas no habían podido pagar constituían una cartera con la calificación de “pérdida”, según los criterios de la SBS. Esos créditos sumaban más de S/40 millones. El objetivo, por más extraño que parezca, era convertirlos en respaldo de un préstamo que alguien aceptase otorgar. La premisa era que en el futuro, los taxistas pagarían sus créditos y ese dinero, más intereses, iría a parar a manos del prestamista de acuerdo a un cronograma. A esta “técnica” se le conoce como “titulización”.

¿Cómo funciona? Imagina que deseas titulizar tu sueldo de S/1.000 de los próximos cinco meses. Un inversor o prestamista te da hoy S/4.500 a cambio. Esto porque has convertido en papeles o bonos el flujo futuro de tu sueldo de esos meses siguientes. Él ha adquirido esos bonos y será quien reciba los S/1.000 cada mes, obtendrá al final S/500 soles más de lo que te prestó, y esa será su ganancia. Como vemos, uno tituliza un flujo futuro de dinero que tiene un nivel de certeza de llegar. No uno con calificación de pérdida.

Pero, ¿qué confianza se puede depositar en una cartera nivel “pérdida”? ¿Qué posibilidades reales habría de que los taxistas pudieran cumplir ahora sí con sus cuotas impagas que se habían convertido en deuda impaga de S/ 40 millones? La sensatez dictaba que si el total de los créditos ascendía a esa cantidad, la Caja Metropolitana debía endeudarse por menos para poder devolver el préstamo.

Que alguien se atreviera a prestar los S/40 millones por una cartera de créditos en ese estado era algo fuera de toda lógica de mercado. “¿Quién acepta una transacción así, sabiendo que lo que voy a comprar es una cartera muerta?”, cuestiona el auditor especializado en riesgos Pedro Solís. “¿Quién te hace esa magia para vender una cartera muerta, que debería entrar a valor cero o depreciada, a S/40 millones?”, añade.

ACRES Titulizadora sabía que ningún inversionista aceptaría prestar los recursos con esas condiciones. Ante el riesgo de impago, colocó una primera garantía: “En caso la cobranza de la cartera no alcance para el pago completo de amortización e intereses, la Caja Metropolitana proveerá los recursos para el pago completo”. Y luego una última: a través de una fianza solidaria, la Municipalidad de Lima, única accionista de la Caja, se comprometía a asumir el deber del pago de la deuda. Con ello se logró la aprobación de la operación por parte de la SBS.

Al comprometer recursos públicos, más exactamente al municipio, se alcanzó un nivel de riesgo de impago (o desconfianza) casi nulo, como suele suceder cuando el Estado emite promesas de pago. Pero también se abría la posibilidad de perder recursos municipales o que la Caja tuviera que hacer malabares con sus débiles estados financieros.

¿Qué hizo la empresa de López Aliaga? Primero, eligió no ir al mercado de valores —donde las operaciones son públicas y cumplen exigencias de transparencia— a pedir prestado, sino buscar de manera privada a un inversionista o prestamista. La titulizadora se encargaría de generar un fideicomiso: una especie de caja de seguridad donde colocaría el respaldo del préstamo. En este caso, los S/40 millones con categoría de “pérdida” a partir de los cuales se emitirían las promesas de pago.

Finalmente, fue el banco estatal Cofide la entidad que compró la emisión de bonos completa, es decir, prestó los S/40 millones. La institución no quiso explicar a Sudacael porqué de esa decisión, pero es clara a la vista: lo que habría valido ante sus ojos fue el compromiso de la Caja y de la Municipalidad de Lima de inyectar recursos en último caso, que no debían estar destinados a asumir la deuda.

 

Contratación irregular

Por la estructuración de dicha operación y la colocación (venta) de los bonos, ACRES Titulizadora recibió un pago S/1.32 millones. Pero su elección no fue producto de un proceso competitivo real a ojos de la Contraloría General de la República. ¿Por qué?

 

Acres Investments
Fuente: Video institucional de Acres Investments.

El sonriente ejecutivo al lado derecho del hoy candidato presidencial nos da la respuesta. Se trata de Andrés Muñoz Ramírez, entonces presidente del directorio de Acres Sociedad Titulizadora. Por sus vínculos amicales, Muñoz fue elegido a dedo por José Miguel Castro como asesor externo para que, entre otros contratos, evalúe las carteras de crédito de la Caja Metropolitana e idee una salida para su situación financiera. Hoy Castro es investigado por haber recibido y distribuido presuntos sobornos de OAS y Odebrecht a políticos cercanos a la administración de Susana Villarán. Años atrás Muñoz Ramírez había sido jefe de José Miguel Castro en Interbank.

«La factura de dicha empresa [ACRES Sociedad Titulizadora] fue girada y recibida antes de la realización del estudio del mercado, antes de la evaluación de las propuestas y antes de la suscripción del contrato», declaró el entonces Contralor General de la República Fuad Khoury al presentar los hallazgos de su investigación sobre dicha titulización.

«La Caja Metropolitana evaluó y contrató irregularmente a la empresa ACRES Sociedad Titulizadora. El costo adicional pagado a ACRES por la Caja Metropolitana, al no elegir las propuestas más económicas, asciende a la suma de 416 mil soles», agregó.

“Claramente es una operación triangulada para beneficio propio y no para beneficio de la entidad pública (…). Es una operación fraudulenta y corrupta”, explica Pedro Solís, auditor especializado en riesgos.

 

Acres

Uno de los hallazgos de la Oficina de Control Intstitucional de la Caja Metropolitana presente en su Informe especial Nro. 01-2014-CMCPL/OCI.

 

“¿Qué hiciste en el fondo con la operación?”, cuestiona otro especialista financiero, y explica: “En lugar de decir: ‘Tengo un hueco de S/40 millones por malas deudas» y declararlo como pérdida hoy día, (…) lo que hice fue fraccionar [de acuerdo al cronograma de pago de los bonos], estirar una pérdida para no declararla de un solo golpe. (…) No es ilegal, pero es tramposo, engañoso”.

Finalmente, ¿cómo pagó la Caja Metropolitana su deuda? Cofide señaló a Sudaca que “dicha operación fue cancelada en su totalidad y según lo establecido en el respectivo cronograma, entre los años 2013 y 2016”. Aunque no quiso agregar mayores detalles, Acres Sociedad Titulizadora sí lo hizo. Precisó que solo el 40% del préstamo se pagó con los activos titulizados, es decir con la cartera nivel “pérdida”: menos de la mitad de lo esperable. El 60% restante no salió finalmente de la Municipalidad de Lima, pero sí de otros flujos o recursos de la Caja Metropolitana, cuya dueña es la municipalidad. Se confirmó, entonces, lo obvio: la cartera no valía los S/40 millones pagados por Cofide.

Con la operación todos salían ganando, menos la administración pública. Cofide no perdió. Al contrario, ganó más de S/8 millones en intereses, según el informe de la Oficina de Control Institucional de la Caja Metropolitana. ACRES Titulizadora generó su primera operación y ganó más de un millón de soles de comisión. Muñoz, entonces presidente del directorio de ACRES, ganó honorarios además como consultor financiero externo de la Caja Metropolitana.

Sudaca contactó al candidato López Aliaga, pero hasta el cierre de esta edición no obtuvimos respuesta suya ni de su equipo de prensa.

 

*Fotocomposición de portada: Leyla López.

Fecha de publicación: 04/04/2021

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Acres Titulizadora, Elecciones 2021, Rafael Lopez Aliaga

A ver, Manuel Merino no me representa, nunca me ha representado. Es un líder regional, de Tumbes, varias veces parlamentario y cuya participación en el partido nunca fue protagónica. Él no ha sido secretario general del partido, como Lescano y como yo. Nunca ha tenido un liderazgo nacional. El Congreso complementario es una circunstancia mal resuelta de la vida republicana. Ese Congreso es el resultado de la inestabilidad política y también del nivel de indecisiones de las organizaciones políticas. Así que Manuel Merino, a quien conozco muchos años, nunca tuvo como destino protagónico ser lo que ha logrado ser.

 

El hecho es que sí ha sido un protagonista del último año.

Mostrando sus limitaciones, perdió en cinco días dos poderes políticos.

¿No es síntoma de que los nuevos rostros de Acción Popular han decaído? Como que la nueva camada salió un poco fallada.

Mira, las lecturas dependen del interés de cada quién. Lo objetivo es que Acción Popular es el único partido político que existe en el Perú hoy con posibilidades de ganar una elección. Todos los demás son clubes electorales y, en el mejor de los casos, el de Keiko, que es un protopartido. Los demás son meros clubes electorales que tienen un propietario que financia, que compra un plan de gobierno, que define qué cosa quiere hacer y pone a quien se le da la gana en las listas. Acción Popular tiene deficiencias, qué duda cabe, pero tiene fortalezas. Un partido de 65 años, que ha ido dos veces al gobierno por elección popular, una vez de manera transitoria, que tiene alcaldes, regidores, consejeros, congresistas, exministros. Es una comunidad de 250.000 personas que cubre todo el espectro demográfico como geográfico del país. Y eso lo hace diferente a todos.

 

Si las estructuras del partido fueran sólidas, ¿no cree que no habría gente dentro del partido disparando a lados distintos? Usted está al otro lado del espectro de Merino, por ejemplo, o de Barnechea, que tranquilamente podría ser el candidato del PPC.

¿Tú crees que Merino es un líder?, ¿le has leído algo bien escrito? Merino es un líder parlamentario regional que se encontró en una circunstancia y que fue auspiciado por otros que también forman parte del partido, sin duda, y que tenían un posicionamiento e intereses en determinada medida. Merino no es un líder del partido para concursar en las internas para presidente del Perú, si no ya lo hubiera hecho. Ni siquiera ganaría una secretaría general del partido. Aquí hay una etiqueta que no tiene contenido: Merino.

 

Por eso agregaba el ejemplo del señor Barnechea. Como dicen los críticos del partido, esto de “el Perú como doctrina” o una “federación de independientes” es tan gaseoso que la gente apunta a cualquier lado.

No, fíjate. Nosotros, con todas las deficiencias de las que tú hablas, no hemos roto grupo parlamentario. Ahí te he dado un claro ejemplo de que tenemos esencias comunes. A pesar de las diferencias que pudiera haber tenido Víctor Andrés con Lescano, ha habido temas comunes como la lucha antimonopolio, o lo que llamamos la puerta giratoria. El caso de Barnechea me interesa tocarlo. Barnechea aparece como consecuencia del vacío que deja Paniagua. Cuando Paniagua muere el 2006, teníamos una orientación clara de cómo llevar el partido. Allí, a la muerte de Paniagua, se produce un desorden. Hay un grupo que tiene ideas de sumarse a este proyecto mundial de “acumulación de capitales” y facilitar que la economía se maneje con monopolios y oligopolios. Raúl Diez Canseco, por ejemplo, que pertenece a ese tipo de direcciones, retorna al partido con esa idea y ni siquiera logra ser candidato en las internas. Él es uno de los que refuerza a Merino en tomar las decisiones que toma.

 

Candidato, usted es gerente de la inmobiliaria Seas, que le ha dado buenos ingresos según veo en su hoja de vida, ¿cómo llega a vincularse a la empresa Upaca, parte del Club de la Construcción?

Yo soy gerente general de Seas desde 1995, un proyecto inmobiliario espectacular en el sur de Lima, en Punta Hermosa. Además, he sido director, abogado y la Junta de Acreedores presidida por el Banco de Crédito (BCP) me convoca en el 2008 para ser director de la constructora Upaca, que desde el 2004 entró a una reestructuración empresarial. Entonces yo fui en representación de los acreedores. Estuve desde el 2008 hasta junio del 2015. Durante 14 o 15 meses, ese directorio me nombra gerente general. Entonces, no tengo ninguna relación de actividad ni con Odebrecht ni con ninguna de ellas. He sido un profesional exitoso que ha participado en muchos proyectos de empresas y no soy accionista de ninguna de esas.

Según una publicación de Convoca, que cita al fiscal Juárez Atoche, “existe evidencia de entrega de coimas en 18 proyectos promovidos por Provías Nacional entre el 2011 al 2013, entre ellos, el proyecto que la Constructora Upaca realizó junto a OAS…”. En los años más fuertes del Club de la Construcción usted asumía funciones.

Yo he sido director [de Upacá] del año 2008 al 2015. Esto no hace que tú cometas un ilícito penal. El Club de la Construcción es una investigación que lleva cuatro años y, por lo que me he informado, ya ha logrado determinar quiénes son los funcionarios y cuáles son las empresas, y hay delaciones premiadas. Ya están las investigaciones desarrolladas.

 

¿No sabía usted que existía un club que se repartía las obras entre sus socios?

Los directores vamos a una sesión, te entregan un portafolio, una agenda, sesionas una o dos veces al mes. Eso de extender responsabilidades está fuera de toda lógica. Esto es un impacto de orden político que quiso hacer un candidato.

 

Pasemos a su plan de gobierno, que ha sido calificado como el peor de todos, o uno de los peores, de acuerdo a algunos lineamientos de la ONU. ¿Qué garantiza entonces un buen gobierno?

Ya la Universidad Pacífico ha desmentido esos calificativos. Lo que ha dicho la Pacífico es que acá hay 16 indicadores que muestran las Naciones Unidas y que ellos estaban midiendo cuántos planes tenían, más o menos, estos [lineamientos]. Eso es lo que ha dicho.

 

Pero son indicadores importantísimos.

No he dicho que no sean importantes. Estoy diciendo que no es lo que se ha pretendido colocar en el debate político. No es una calificación. Ahora, regreso al mismo principio: nosotros no le compramos un plan económico a Maximixe, ni se lo encargamos a una ONG. No damos una candidatura por que nos entreguen un conjunto de 100 o 200 páginas. Nosotros construimos de abajo para arriba nuestras propuestas. Primero, porque somos un partido. Segundo, porque la ley lo exige así. Cuando tú te inscribes para participar en una fórmula presidencial en las internas, tienes que presentar tus lineamientos de plan de gobierno. Luego [de salir electo] se complementa con los trabajos que hacen los grupos de profesionales del partido. El comando de profesionales reúne a cada uno de los especialistas en la materia y en base a esos lineamientos se genera el aterrizaje del plan, el avance de las políticas públicas. Lo que la ley contempla es lo que hemos hecho. Y por eso hemos logrado validar la inscripción.

 

En todo caso, ¿cuándo va a estar listo ese plan?

El plan que tengo acá a la mano tiene 18 objetivos nacionales, sobre eso tienes las políticas generales multisectoriales y eso va desarrollándose por los grupos de trabajo. No es que estuviera incompleto, sino que lo que se tiene son los objetivos y lineamientos. Y luego los aterrizajes se van desarrollando. Yo creo que eso va a estar luego de que haya una reunión de aprobación de los equipos de trabajo, para poder hacer la sinergia entre todos los han trabajado el tema… seguramente para la mitad de mayo.

 

¿Cuál es la principal propuesta para mitigar las consecuencias de la pandemia, por ejemplo?

Hace tres semanas, todo apuntaba a que las vacunas iban a ser entregadas en un proceso regular y que podíamos tener al menos 48 millones de dosis para cerrar el año, con el presente gobierno. La realidad no ha mostrado de que esta cantidad de convenios y ofertas que el Estado ha recibido no es real. En consecuencia, lo que tenemos que hacer el 12 de abril los equipos que pasen a la segunda vuelta, es hablar con el gobierno y examinar de cerca esta información. En segundo lugar, estamos ante un horizonte en que el virus se mueve más rápido que la vacunación. Hoy, en EEUU, he escuchado que los científicos y los principales líderes de la salud han empezado a debatir la posibilidad de algo que Lescano le ha pedido al presidente de la República hace tres semanas: la moratoria de los derechos de patentes para que los países puedan traer para la producción de vacunas y poder de manera rápida y eficiente producirlas, distribuirlas y aplicarlas en el menor plazo posible. Esa va a ser una de las grandes tareas que esperamos que se pueda hacer desde mañana.

 

Pero eso se puede hacer con un nivel de producción y una industria científica más avanzada que la nuestra. Esa medida ya ha sido criticada.

Yo he escuchado las críticas y todas son políticas. Tenemos claro que no es como traer un auto. Pero tenemos que entender lo que plantea el mundo de hoy. Este problema del Covid tiene un escenario probable de 10 años en países como el nuestro. En consecuencia, tenemos que prepararnos para una tercera ola y ojalá no haya una cuarta. Tenemos que tener la capacidad de producir vacunas. Si no las podemos hacer nosotros, podemos manejarlo en convenio con Argentina y con Brasil. Lo que estamos discutiendo es una política de Estado, una decisión de fortalecer la capacidad de producir vacunas.

 

¿Y esa ambición cómo contrasta con una persona que dice que el Covid-19 podría curarse con cañazo y sal?

Yo no he escuchado a nadie en el Perú decir eso. Yo he escuchado a Lescano decir en una entrevista que se necesita hacer un ministerio de Ciencia y Tecnología y que los remedios populares, la forma de curarse de nuestros pueblos, sus conocimientos ancestrales, son buenos. Y agrega que sería bueno e importante saber si esta experiencia de que con cañazo se van a mejorar las condiciones que protejan o eviten el covid, o los lavamientos de sal, tienen o no un valor científico**.

 

¿Y no le parece igual de irresponsable?

No está diciendo que yo recomiendo que hagan esto y aquello. Es el periodista que con cierta habilidad corta la idea y la extrae, la empaqueta y la presenta como si fuese una propuesta que no está en ningún lugar. Lo que decimos es que el contenido de la sabiduría popular, de la forma artesanal en que las familias trabajan los problemas con los productos locales, hierbas y otros, son un aporte cultural que son necesarios valorar y para eso requerimos tener ciencia, investigación y tecnología para mejorarlo.

 

Candidato, el Congreso va a ser muy fragmentado, ¿con qué fuerzas no se aliaría?

Yo te voy a responder como me enseñó el presidente Paniagua: prefiero ser historiador que profeta. Esperemos que termine la primera vuelta, el 12 de abril, y luego miraremos el resultado para hacer un comentario sobre una base real.

Lo pregunto porque recientemente lo escuché decir en una entrevista con Correo que no se aliaría con Fuerza Popular.

Es evidente que Fuerza Popular y nosotros no guardamos muchas características comunes, sin embargo…

 

No es evidente. De acuerdo con el último Congreso y el anterior…

Si te refieres al Congreso disuelto, los congresistas del partido que tuvieron, de alguna manera, mayor nivel de concordancia con esta bancada no son los que ganaron las elecciones internas, sino los que la perdieron. No es lo que queremos. Si no, yo no estuviera en la fórmula de Lescano, ¿no le parece? Los partidos como los nuestros son como las cebollas, tienen capas. Las capas viejas se caen y aparecen brillantes las capas nuevas. Y ahora esta capa la representa Yonhy Lescano, a quien el Perú ha visto durante 19 años comprometido. Y si yo soy parte de esa fórmula presidencial es porque compartimos esa visión de adónde queremos llevar al Perú.

 

La pregunta es si la bancada que va a ser elegida comparte la visión de Lescano. Sospecho que hay muchos que no piensan como él. Maricarmen Alva, por ejemplo.

Mira, este partido tiene minorías. Respetables. No voy a hacer una prospección sobre la voluntad de las personas. Cuando lleguemos a tener un grupo parlamentario, del cuál no sé si seré parte, nos sentaremos, evaluaremos, escogeremos los liderazgos que correspondan y daremos las decisiones que se tengan que dar. Pero te quiero decir una cosa: pese a las diferencias del Congreso del 2016, nosotros no rompimos la bancada. Los cinco que entraron elegidos por Acción Popular se fueron con el Congreso disuelto y los cinco siguen en el partido.

 

Hubiese tenido consecuencias romper una bancada de cinco personas en la representación de comisiones…

La realidad dice que no la hemos roto. Lo demás es una especulación, en la que puedes tener o no acierto. Pero lo cierto es que no se rompió.

**Lescano declaró a TV Perú: “El cañazo, ese trago que sale de la caña de azúcar, ellos han ido controlando la COVID-19, tomando eso y quemando, al parecer, lo que queda en la garganta, porque dicen que la sal mata al bicho cuando se instala en la garganta. Esas cosas que son de manera precaria se pueden ir investigando, viendo y analizando si son mecanismos adecuados como para poder prevenir este tipo de epidemias. Entonces, ya tienes un mecanismo propio, recetas propias. O esta ivermectina, si vale o no».

Esta entrevista fue realizada a fines de marzo.

Fecha de publicación: 04 de abril del 2021.

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Entretelones de la campaña de Guzmán y una anécdota musical con Hernando De Soto. Esto y más en el primer episodio de NOT Noticias, información hecha en casa.

Guión, voces y música original: Juan Luis Nugent

Edición y postproducción de audio: Carlos Mejía V.

Ilustración y diseño: Adriana Galbani

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La primera vez que vi la carátula de este álbum de Jethro Tull fue a finales de los ochenta, cuando aun era un adolescente a punto de terminar la Secundaria. Lo encontré hurgando entre las cajas de vinilos de segunda mano que se vendían en las afueras de la Universidad Nacional Federico Villarreal (Av. La Colmena, Centro de Lima), a donde iba cada fin de semana, armado de lapicero y cuaderno, para anotar títulos, nombres de canciones, sellos, años, de aquellas bandas que uno conocía, en tiempos sin Google, Spotify ni YouTube, a través de las transmisiones nocturnas, cargadas de estática, del canal 27 UHF. Me impresionó, de entrada, la figura grotesca y amenazante del personaje central, una especie de jorobado de Notre Dame de ceño fruncido y sonrisa malévola.

 

Durante años estuve convencido de que el dibujo de ese viejo con pinta de pordiosero era un retrato del mismo Ian Anderson, el extravagante flautista de ojos enajenados y melena desordenada a quien había visto en múltiples repeticiones, en esas noches de clandestino desvelo rockero, tocando parado en una pierna, vestido de juglar del medioevo, en esos videos antiguos de programas como Top of the Pops o The Old Grey Whistle Test, cuando el mundo comenzaba a rendirse ante su extraña combinación de blues, rock, progresivo y folk de raíces británicas.

 

Pero no era así. Las imágenes de la portada, contraportada e internas del cuarto disco de Jethro Tull, que acaba de cumplir cincuenta años de su lanzamiento (marzo de 1971), son unas ilustraciones basadas en las fotografías que Jennie Franks, primera esposa de Anderson, había tomado a un anciano mendigo en Londres, cerca de uno de los puentes del Támesis. El artista norteamericano Burton Silverman fue el encargado de plasmar, en esos dibujos de estilo victoriano, la miseria y abyección del fotografiado, trabajo por el cual ganó 1,500 dólares. Cuentan los expertos que las acuarelas originales fueron robadas de las oficinas de Chrysalis Records.

 

Recuerdo pasármela escuchando una y otra vez Aqualung, de principio a fin, en un cassette pirata conseguido en algún mercado del Centro; tratando de sacar, en una desvencijada guitarra de madera, los arpegios preciosistas de Wond’ring aloud; y siguiendo las letras de cada tema, fotocopiadas del LP. Cuando salió, el músico que consolidó el ingreso de la flauta traversa al lenguaje sonoro del rock (algo que ya habían hecho Genesis y Chicago, aunque sin la agresividad del greñudo escocés) era un joven de 24 años, articulado y creativo, un rebelde con causa. Si yo tuviera un hijo de esa edad, preferiría mil veces que fuera capaz de escribir esta clase de metáforas poéticas y no las babosadas que, a los 27, sueltan actualmente tipejos como Bad Bunny o Justin Bieber.

 

En 1989, el año en que conocí Aqualung, Jethro Tull disfrutaba de sus quince minutos de fama en el music business, gracias a que ganó –de forma inexplicable para su legión de seguidores- el primer Grammy entregado a la mejor performance de hard-rock y heavy metal (¿?), por su décimo sexto álbum, Crest of a knave, derrotando a Ac/Dc, Jane’s Addiction y Metallica. Pero en 1971 no existían dudas sobre su estilo. Luego de tres alucinantes discos -This was (1968), Stand up! (1969) y Benefit (1970), el grupo se enriqueció con el ingreso, ya como miembro estable, del pianista y tecladista John Evan, amigo de Anderson desde los inicios de la banda en Blackpool, ciudad porteña al oeste de Inglaterra, allá por 1967. La banda la completaron entonces el bajista Jeffrey Hammond-Hammond (en reemplazo del original Glenn Cornick), el baterista Clive Bunker y el guitarrista Martin Barre.

Aqualung, el disco, llega al medio siglo de vida con una lozanía y vigencia contundentes. Es una pena que las nuevas generaciones sean incapaces de siquiera entrar en contacto con los temas que Ian Anderson plantea en estas once canciones, 40 minutos y algo más de controvertidas reflexiones sobre Dios y el impacto de la religión en las relaciones y vidas humanas. Contiene temas que pasan de lo acústico a lo eléctrico y orquestal, de manera equilibrada y madura, entre el hard-rock y la elegía folky, con protagonismo de flautas, pianos y guitarras acústicas en medio de descargas rockeras ancladas en el blues.

 

El tema central nos presenta a Aqualung, un anciano pobre, andrajoso y abandonado, que observa con malas intenciones a las niñas escolares, en medio de una ciudad industrializada y peligrosa. La segunda canción, Cross-eyed Mary, también trata de un personaje urbano asociado a los vicios sociales considerados hoy como «normales», una prostituta de ojos bizcos que “nunca firma contratos pero siempre está lista para el juego”.

 

Las letras de Anderson, aunque crudas, son cuidadosamente trabajadas, alejadas de cualquier viso de mal gusto. Poco a poco el álbum se va haciendo más complejo en cuanto a los mensajes, con cuestionamientos pesados respecto de la religión. My God, por ejemplo, es una poderosa crítica a los convencionalismos e hipocresías del Catolicismo a la que muchos fanáticos creyentes reaccionarían con violencia. En esa línea están también Hymn 43 –cuyo inicio tiene ciertos aires beatlescos- y Wind-up.

 

En lo musical, Anderson intercala su dinámico estilo en la flauta con una brillante y juglaresca guitarra en exquisitas piezas acústicas como Cheap day return -tema autobiográfico sobre su convaleciente padre-, Wond’ring aloud -sublime pieza romántica, una de las pocas canciones de amor escritas por Anderson-, Mother Goose, Up to me o Slipstream, con segmentos de cuerdas arreglados por su habitual colaborador David Palmer (hoy convertido en mujer, de nombre Dee), quien poco después también se uniría al grupo como integrante a tiempo completo.

 

Locomotive breath -que trata acerca del descontrolado crecimiento demográfico- se inicia con un excelente solo de piano bluesero de Evan mientras que la afilada Gibson Les Paul de “Sir Lancelot” Barre se luce en Cross-eyed Mary, Hymn 43, My God y por supuesto, en el riff de Aqualung, tema fundamental en el repertorio de Jethro Tull, que incluye uno de los mejores solos de guitarra de la historia del rock de todos los tiempos. El álbum, producido por Terry Ellis e Ian Anderson, se grabó en los estudios Island de Londres, al mismo tiempo en que Led Zeppelin grababa su emblemática canción Stairway to heaven. De hecho, Jimmy Page estuvo en la sala de controles, haciéndole muecas a Martin Barre mientras grababa, mientras Anderson, desesperado, rogaba porque su lugarteniente no se distrajera ante el saludo de tan famoso colega.

 

Aqualung apareció por primera vez en CD en 1996 y posteriormente, en el 2011, se lanzó una edición especial por su 40 aniversario, remezclada por Steven Wilson, que realza la calidad de las estructuras compositivas, arreglos y detalles que no se alcanzan a percibir en la mezcla original. A mitad de camino, en el 2005, Jethro Tull –que en ese año eran Ian Anderson, Martin Barre, Jonathan Noyce (bajo), Andrew Giddings (piano, teclados) y Doane Perry (batería)- lanzó una versión en vivo, en edición limitada, para recaudar fondos para diversas instituciones que protegen a personas sin hogar.

 

Cincuenta años después, Aqualung sigue siendo el álbum más vendido de Jethro Tull, con más de siete millones de copias alrededor del mundo y es considerado, con justicia, una obra capital del rock de los setenta. Luego vendrían las largas suites conceptuales -Thick as a brick (1972), A passion play (1973)-, y muchos otros títulos notables, pero este álbum representa, con su diversidad de temas y riqueza instrumental, el amplio rango de acción de Ian Anderson, que este mes de agosto cumple 74 años. Después de todo, estamos frente a un disco que es, en palabras del bajista Steve Harris -cuya banda, Iron Maiden, grabó un cover de Cross-eyed Mary en 1983- “un clásico, de fantásticas canciones y excelente actitud”.

 

LA DEL ESTRIBO: A finales del 2020, en preparación al 50 aniversario de Aqualung, el sello Analogue Productions, especialista en remasterizaciones de vinilos clásicos, lanzó una versión del LP especial para audiófilos, aplicando la tecnología UHQR (Ultra High Quality Record), una exquisitez para los amantes del sonido puro, con vinilos de alta calidad. El tiraje de 5,000 unidades se agotó de inmediato, a un precio base de $125. Quienes han tenido oportunidad de adquirirlo dicen que es una maravilla auditiva.

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Aqualung, Jethro Tull, Música

Hay una diferencia entre la votación que obtiene Daniel Salaverry a la Presidencia y la que consigue su lista congresal, presidida en Lima por Vizcarra. Según la última encuesta de Datum, mientras que a la Presidencia Somos Perú obtiene 0.9%, para el Congreso consigue un 2.8%.

Claro, la diferencia es menor en términos globales, pero adquiere valor si uno se pregunta adónde se van a ir los votos vizcarristas, que llegan casi a un 2% del electorado, cifra más que suficiente para marcar una diferencia en el pelotón de arriba.

Lescano sí puede ser -y ya debe ser- beneficiario de ese voto. Nunca fue tajante contra Vizcarra e inclusive se enfrentó a su bancada cuando ésta decidió vacarlo. No es solo de la izquierda clásica, sobre todo del sur andino, que estaría cosechando el candidato de Acción Popular.

Del terceto de la derecha que pelea palmo a palmo el pase a la segunda vuelta (De Soto, López Aliaga y Fujimori), es difícil que al menos el candidato de Renovación Popular o del fujimorismo reciban algún trasvase, porque uno es hipercrítico de Vizcarra y ella fue dura adversaria cuando dominaba el Congreso de la República. Solo De Soto podría hacerle algunos guiños a ese sector flotante.

Pero es complicado rescatar algo de Vizcarra. Fue un gobernante mediocre y taimado, sumamente ineficaz, pero además se vio involucrado en serias denuncias de corrupción en el caso del Club de la Construcción y terminó por devaluar su imagen al aprovecharse y vacunarse por fuera de los protocolos sanitarios. De milagro, tiene alguna población despistada que aún vota por él y lo defiende.

Lo único quizás rescatable de la gestión de Vizcarra fue la incipiente reforma judicial y algunos aspectos de la reforma política (la prohibición de la reelección fue un desastre que pronto habrá que corregir). Nada más que eso. Y sus méritos los ha borrado de un plumazo con su desastrosa respuesta a la crisis pandémica, disimulada con cuarentenas absurdas dispuestas para el aplauso de una tribuna angustiada por la enfermedad.

No hay forma que querer conquistar el electorado vizcarrista sin correr el riesgo de sufrir más costos que beneficios. Mejor ni intentarlo. Pero no deja de ser relevante que haya casi un 2% de votos allí dispuestos a sumarse a algunas opciones distintas a la de su propio candidato presidencial. Pueden terminar por decidir el pase a la segunda vuelta.

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Candidatos, Elecciones 2021, Juan Carlos Tafur

Bidkar Yapo tiene 36 años. Es limeño del distrito de Ate y en sus recuerdos aparecen -como viejas nostalgias felices- los letreros multicolores de las fiestas chicha de su barrio. Eran carteles con letras curvilíneas y fosforescentes que anunciaban las fiestas en La Balanza Folclórica de Ate, emporio de yunzas, conciertos y fiestas de carnavales. Corazón del mundo chicha en Lima Este.

De esos recuerdos nació -hace cuatro años- Nación Chicha, un emprendimiento donde Yapo hace polos, gorras, tazas, platos de barro y hasta carteles, pero con un plus: sus productos llevan las letras, frases y los colores de los letreros chicha que vio en su niñez en Ate.

“Nación Chicha nace de una búsqueda personal, nunca hubo una intención de crear un emprendimiento o proyecto, era más bien una inquietud, una búsqueda de identidad”, cuenta.

Su emprendimiento -afirma- busca “desestigmatizar la chicha”. “Queremos crear identidad, que no tengamos vergüenza de la música que escuchamos, del distrito que venimos, de lo que comemos, de nuestro color de piel, de nuestras rasgos andinos, costeños o selváticos”, asegura.

En los productos de Bidkar se puede ver la influencia de su barrio: Sus polos llevan frases populares, como: “No se gana, pero se goza”, en letras grandes y en colores amarillo, rojo y lila, como uno de esos carteles que anuncian las fiestas cumbiamberas a lo largo de la Carretera Central.

También tiene letreros de madera pintados con refranes de barrio: “Aquí todo es purita elegancia”, con letras amarillo y rosado sobre un fondo negro. Vende mascarillas con la misma temática. “La cultura chicha está en nuestro día a día. Está ahí cuando comemos, oímos música, cuando nos tomamos unas chelas o conversamos con nuestra ‘pipol’. Está cuando un papá se esfuerza por salir a trabajar todos los días con su propio negocio para alimentar a sus hijos, cuando una mujer estudia y trabaja para cumplir sus metas. Esa es la inspiración de Nación Chicha”, dice Yapo, quien durante la pandemia aprovechó los canales digitales para colocar sus productos en la casa de sus clientes. Aquellos que vienen de distritos más pudientes y también populares.

A ellos, los trata de “Caseros”, como en un mercado de barrio. Los productos los ofrece en las cuentas de Instagram o de Facebook de Nación Chicha. Las coordinaciones para el envío las hace por WhatsApp. Los productos los envía en bolsas de papel pintadas a mano acompañados de stikers de regalo.

¿Cómo te sirvieron las redes sociales para vender tus productos?

¡Un montón! Yo trabajé más de 8 años en publicidad, en agencias tradicionales y luego en agencias digitales. Entonces tenía las herramientas y una base para poder aprovecharlas al máximo.

Nación Chicha, en Facebook tiene cerca de 15 mil seguidores. En Instagram, unos 35 mil. Son una leal comunidad que entiende que Nación Chicha va más allá de un emprendimiento de moda. Aceptan con gusto que -además- tiene un activismo político (no partidario) que se ha manifestado en diferentes oportunidades.

“Nación Chicha ha sido parte de las marchas de Ni una menos, contra la violencia a la mujer, en el Día del orgullo. También nos hemos manifestado contra los casos de corrupción e incluso se participó en las marchas contra el Congreso y Manuel Merino. Llevamos a las manifestaciones pancartas y las pintamos ahí mismo. Entregamos de manera gratuita los carteles con frases de rechazo a la corrupción, para que la gente marche y se manifieste. Nación Chicha no pretende ser una marca o un emprendimiento desligado de la vida política y social del Perú. Buscamos aportar en la construcción de un país mejor para todos”, cuenta.

 

Bidkar Yapo

 

Viene de familia…

Yapo es un emprendedor nato. Además, le viene de familia. Su madre fue cocinera de una fábrica. Cuando el dinero escaseaba, vendían queques de casa en casa. Vendieron futa, como ambulantes y luego en un mercado. Su madre, aún sigue trabajando ahí. Sabe, entonces, el valor del esfuerzo y que no debe mal baratear su chamba.

“Nos han enseñado que cualquier cosa que venga de afuera o que es de «marca» vale más que nuestra cultura popular. Una vez alguien me preguntó por el precio de alguna prenda y al escucharlo me dijo: «Mejor me compro un polo Quicksilver”. Estas son barreras con las que usualmente luchamos, ahora imagínate todo eso sumado al contexto de pandemia”.

Y es que el trabajo de Yapo es artesanal. Si oye una frase potente que puede usar, la anota en su cuaderno o celular. Por ejemplo: “Fina pero con esquina” o «Eres el ají de mi ceviche». Luego hace el boceto de las letras con lápiz y papel. Después hace el letrero o pinta la madera o escanea el dibujo y lo pasa a digital en caso sea para polos o tazas.

“Todo se trabaja desde cero, no se usan ni descargan tipografías de internet. Varias veces han escrito a las redes de Nación Chicha pidiendo que les pasemos la tipografía que se usa, pero todo se hace a mano. Cada chamba es irrepetible”, cuenta este emprendedor, cuyos apellidos son una hermosa mezcla de lo que ofrece en sus trabajos: Yapo es de origen puneño y Pomahuali, huancaíno. En su identidad radica, la Nación Chicha.

 

Datos:

  • Nombre: Bidkar Wilson Yapo Pomahuali
  • Edad: 36
  • Profesión u oficio: Diseñador publicitario / Director de Arte
  • Instagram: nacion.chicha
  • Facebook: @NacionChichaPeru

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Bidkar Yapo, Emprendimiento, Nación Chicha
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