Querida Manuela,

Soy Silvia Arispe querida compañera Manuela Sáenz. Te escribo esta primera carta para establecer contacto contigo, ya que creo que tú, como mujer luchadora e independista, debes saber lo que ha pasado en el Perú en los años previos al Bicentenario. Gracias a ti y a tus tertulias con Rosa Campuzano y otras ilustres damas en aquella casa de Pueblo Libre (Lima) llegamos a conseguir liberarnos de la Colonia. Allí recibiste a Simón Bolivar, Antonio José de Sucre y otros generales de Ejército Unido Libertador del Perú. ¡Qué épocas tan emocionantes! Tu sala conserva todavía los secretos de esas conversas e ideas revolucionarias, donde se diseñaban estrategias políticas y militares para ejecutar en el campo de batalla.

Las mujeres peruanas siempre hemos sido guerreras. Desde las rabonas que acompañaban a las milicias al campo de batalla; pasando por ti, que lideraste batallones a caballo con tu uniforme de húsar, espada en mano; hasta hoy, con el ejemplo de las dirigentes vecinales, organizaciones sociales de base y cocineras de las ollas comunes. Siempre adelante, cuidando a nuestra comunidad.

Soy abogada especializada en derechos humanos y comparto tus principios de libertad. Claro, ahora más mujeres podemos estudiar carreras profesionales, a diferencia de la educación que recibían en tu época las damas privilegiadas: bordado, elaboración de dulces, ingles y francés. Felizmente esto último te llevó a leer a los clásicos griegos y filósofos franceses que ayudaron a activar tus reflexiones y sembraron la semilla del cambio. Sin embargo aún nos queda mucho por avanzar.

Tu conocimiento y garra hizo que participes en la toma de Lima, mi ciudad querida, donde José de San Martín te dio el título de Caballersca de la Orden del Sol de Perú. No tuviste reparo en estar en las batallas de Pichincha, Junín y Ayacucho, con las que llegamos a nuestra independencia y a la de todo el continente. Combatiste bajo las órdenes del Mariscal Antonio José de Sucre en la división de Húsares de Vencedores y así ascendiste a ser Coronela del Ejército Colombiano. Cuántos méritos y cuánta ilusión por independizar al Perú.

Al igual que tú creo en lo mejor para mi país. Me formé con el sueño de realizar un cambio para el Perú. Por ello vengo trabajado activamente hace 20 años y quiero contarte en estas cartas como vamos llegando al Bicentenario en lo que se refiere a derechos humanos en especial para las mujeres, niños, niñas, adolescentes, pueblos originarios y comunidades vulnerables. Quedan dos meses para celebrarlo Manuela, ¿puedes creerlo? El tiempo vuela. En noviembre del año pasado fui por trabajo a Huánuco a inaugurar un hogar de refugio temporal para mujeres víctimas de violencia como Directora Ejecutiva del Programa Nacional Aurora-MIMP. De paso, paré frente al Obelisco de Chacamarca a ofrecer mis respetos. En mi regreso a Lima, por la radio de la camioneta oficial en la que viajaba, me enteré de que habían vacado al presidente de turno. Esto no es fácil Manuela, seguimos construyendo a pesar de dificultades. La independencia solo fue el primer paso y nuestra correspondencia recién comienza.

Un abrazo,

Sil

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Opinión

Como la pandemia ha hecho que las entrevistas laborales por videollamada sean cada vez más comunes, el videocurrículum también se presenta como una alternativa al momento de postular a un empleo. Desde antes de la pandemia algunas personas ya lo utilizaban y desde 2017, LinkedIn ofrece esta opción para sumarlo a la presentación profesional.

Quienes mejor lo han utilizado son los especialistas de áreas que requieren gran creatividad y manejan un portafolio de sus trabajos, que es lo que mejor habla de su experiencia laboral. Sin embargo, pero ahora también lo puede usar cualquier persona.

Daniel Rubio Serrano, experto en Social Media, indica en un artículo para el blog del BBVA que, incluso quienes no gustan de salir ante cámaras pueden utilizar estos videos con animaciones o transiciones de trabajos previos. La idea es que este video complemente al currículum de papel.

Si bien el videocurrículum puede tener un mayor impacto por su brevedad y concisión, también tiene sus limitaciones. Nuria Roca, experta en RRHH, considera que el punto más débil de este formato es su vigencia. “No es un formato tan actualizable como el currículum vitae tradicional en papel, por lo que su vida útil no es larga en el tiempo. Y si lo es, preocúpate porque no lo estás actualizando con nuevas habilidades”, advierte la especialista.

Además, debe adaptarse al tipo de convocatoria que uno persigue. Por ejemplo, el portal de El Economista recomienda hacer versiones distintas del video si es que se postula a una vacante que requiere dominio de otros idiomas.

¿Cómo prepararlo?

Lo primero que se debe tener en cuenta es que en un video solo puede ir la información más relevante y la duración ideal es de alrededor de dos minutos. El portal Infojobs recomienda elaborar un guion y ensayarlo varias veces ante un espejo. En este resumen, es mejor no incluir información personal o hablar de manera rápida, ahondando en detalles que no son tan importantes.

“Es conveniente saludar de forma amable, natural y correcta y, sobre todo, atemporal, ya que lo vamos a presentar a diferentes empresas y en varias ocasiones”, precisan. Para Jorge Sánchez Morzán, asesor en optimización de CV, lo peor que se puede hacer es grabarse leyendo. Algunas partes deben memorizarse.

“Trate de hacerlo sin que se note que haya memorizado lo que va a manifestar. Un truco sería que grabe por partes algunos de los párrafos que haya preparado en su guion y no tengas la necesidad de memorizarlo por completo. Siempre recuerde agradecer la atención de quien le está viendo”, aseguró.

Por el lado técnico, es necesario elegir un fondo tranquilo, una luz que le favorezca, un ambiente que no tenga mucho ruido o personas que podrían interferir en la grabación. También es necesario vestirse correctamente y tener un tono de voz apropiado. Una vez que se haya cumplido con esto, se aconseja compartirlo con otros para que puedan dar sus consejos.

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Empresa, Trabajo, videocurrículum

Las arremetidas de Rafael López Aliaga en Twitter, las rutinas diarias de Keiko Fujimori en videos de TikTok, los invasivos spots en YouTube de César Acuña, los espontáneos -o quizá no tanto- verolovers, y lo que las élites no vieron: la comunidad de grupos de apoyo a Pedro Castillo en Facebook. Las redes sociales se convirtieron en un puente para acercarse a la población en medio de la pandemia. Algunos partidos, como el Morado, llegaron a reclutar a uno que otro influencer para sus listas congresales, pero se convirtieron en clamorosos fracasos.

La conectividad en el Perú crece, pero sigue siendo realmente céntrica. Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el 66.6% de los hogares en Lima Metropolitana tiene acceso a internet. La otra cara de la moneda dice que, hasta finales del 2020, sólo el 9.9% en zonas rurales dispone de este servicio. Esto reduce claramente la posibilidad de que exista un Perú digital.

El reporte del año pasado publicado por “Perspectivas del Escenario Digital Latinoamericano” de Comscore, empresa de análisis de mercado, nos sitúa, sin embargo, en el mapa de las redes sociales más utilizadas en el país. YouTube y Facebook lideran la lista con 7.7 millones y 6.5 millones de usuarios, respectivamente. Twitter ocupa un magro quinto lugar con 2 millones.

Aun así, partidos políticos como Avanza País, Juntos Por el Perú y el Partido Morado incluyeron en su convocatoria a ciertos personajes con una presencia considerable en la red del pajarito azul.

Patricia Gamarra y Ursula Moscoso, por ejemplo, no lograron ingresar al Congreso. Ambas quedaron muy lejos de Susel Paredes, la más respaldada de los morados con casi 60.000 votos. Gamarra, psicóloga social e hija del ex congresista Ernesto Gamarra, es conocida en Twitter por sus críticas a la clase política. Con 137.900 seguidores, la psicóloga obtuvo apenas 7.030 votos, según los resultados de la ONPE al 99.9%. La fama virtual llamó la atención del Partido Morado, que la jaló a sus filas de cara a las elecciones parlamentarias. Pero no pudo trasladar todos sus retweets y likes a las urnas.

En el caso de Ursula Moscoso las cifras son más parejas. La administradora y militante del Partido Morado de 28 años obtuvo 17.976 votos cuando en Twitter tiene 27.400 seguidores. Mejor suerte corrió Sigrid Bazán, de Juntos por el Perú. La politóloga y exconductora de televisión fue la más votada de su partido con 34.673 votos. En Twitter tiene nada más y nada menos que 313.300 followers.

Otro caso de fracaso es el del economista Eugenio D’ Medina, quien se autodefine como un “liberal clásico” en su Twitter. Él postuló con el número 16 por el partido Avanza País, liderado por Hernando De Soto. Su constancia en esta red social le ha permitido tener más de 40.800 seguidores. Sin embargo, el economista obtuvo unos misérrimos 1.902 votos.

En contraste, Adriana Tudela y Alejandro Cavero, de la misma agrupación, sí lograron curules. De hecho, Tudela, que iba con el número 5, fue la más votada de Avanza País, con 35.962 votos, mucho más que sus seguidores en Twitter (21.500). El caso de Cavero es similar: 23.122 votos con sólo 13.000 seguidores en esta red social.

La situaciones dispares de todos estos candidatos sólo demuestran que no basta con la cantidad de seguidores en redes sociales, algo que quizá no advirtieron algunos partidos al invitar a ciertos personajes virtualmente populares. “Es un pésimo indicador [la cantidad de seguidores]. Tú tienes que usar un software especial para calcular cuántos seguidores están activos en la página. Esa es la verdadera cantidad. Dentro de la cantidad de seguidores, puede haber cuentas de empresas de las amigas, gente que sigue por seguir. Hay varias razones para ello”, afirma Alejandro Furman, gerente de Desarrollo de Negocios de Noticias Perú, empresa que se dedica al monitoreo periodístico.

Influencers
Los candidatos mencionados por Sudaca en este informe, sus seguidores y sus votos

 

¿Por qué algunos sí lo lograron y otros no? Mauricio Saravia, psicólogo social y gerente general de InTarget, cree que el Partido Morado no aprovechó bien a sus influencers. “Tuvieron un perfil muy bajo en los últimos meses. En la cuenta de Patricia Gamarra no hubo una explosión de mensajes. Si estás en las últimas semanas, tendrías que lanzar siete tweets al día, por lo menos. Fue una campaña de baja intensidad”, apunta. Y luego añade un breve análisis sobre este tipo de “jales”: “Incluyen influencers en temas políticos que nunca han hecho vocería de alguna organización. Una cosa no se traslada a la otra. Por eso lo importante no es ver quiénes tienen muchos seguidores, sino qué vas a transmitir en redes sociales”.

Para Saravia, Eugenio D’ Medina merece una salvedad. “Él tiene tal nivel de irracionalidad en sus comentarios de Twitter que nadie lo toma en serio. Es hasta divertido tenerlo ahí. Esa es mi sensación, que son estilos diferentes. Ser influencer en una red social como Twitter no te asegura nada y creo que tiene que ver con la naturaleza de esta red”, comenta. Saravia se refiere a la dinámica de funcionamiento de Twitter, una red social donde el debate a partir de mensajes cortos es fundamental.

La politóloga Dennise Rodríguez cree, por su parte, que el pasado televisivo de Bazán le sirvió de colchón y a Tudela la favoreció ser apadrinada por una figura masculina en política. “Es común que figuras femeninas comiencen con el camino allanado por la popularidad de una figura masculina. No hay que ir muy lejos, están Keiko Fujimori y Luciana León. En el caso de Adriana Tudela, es su padre (Francisco Tudela)”, explica.

¿Qué hace creer a algunos que las elecciones se juegan en redes sociales como Twitter? Furman encuentra una razón en su efecto atrapante. “Tienen el efecto de la burbuja de filtros. Están hechas para presentarte la información que te mantenga más tiempo enganchado. Te muestran lo que te interesa y lo filtran en función de tus seguidores e interacciones como comentar y dar ‘me gusta’. Entonces, tienes una tendencia intrínseca a interactuar con publicaciones con las que estás de acuerdo, por lo tanto, te vas creando una burbuja de conocimiento”, explica.

Así se entiende, por ejemplo, por qué muchas personas quedaron impactadas por el pase a segunda vuelta de Pedro Castillo. En Twitter su ascenso era invisible.

El principal respaldo del candidato de Perú Libre está en Facebook, la red social más usada en el país. Grupos como “Pedro Castillo Presidente de los pobres», “Todos con Pedro Castillo Presidente No más pobres en un país rico” y “Pedro Castillo en Segunda Vuelta Presidente” tienen más de 40.000 miembros activos que publican constantemente para brindar su apoyo al profesor cajamarquino.

Furman insiste en que cada red social es un ambiente diferente que los políticos aprovechan a medias. “Cada una es un río, pero dentro de ellas hay varias corrientes de agua, de opiniones. Tú tienes que trabajar tu estrategia de tal manera que tu mensaje llegue no solo a tu corriente de agua, donde tu mensaje va a calar más, si no también a las otras corrientes, porque sino únicamente estás predicando entre conversos y su efecto es marginal”, comenta.

Mauricio Saravia apunta que son los tres candidatos más votados quienes comprendieron mejor el potencial de estas herramientas. Keiko Fujimori con sus Tik Toks y mensajes calculados en cada red, López Aliaga con su campaña agresiva en estas plataformas y Pedro Castillo “a través de esa red de primer piso, de contacto y mensajería directa que imita más el contacto natural y social” vía grupos en Facebook y en WhatsApp.

¿Pronto veremos estrategias peruanas digitales exitosas que impacten en la opinión pública, como la de Donald Trump en Estados Unidos para el 2016 y durante su gobierno? Los tres especialistas consultados por Sudaca creen que sí, pero como recuerda la politóloga Dennise Rodríguez, los políticos no pueden olvidar que “el Perú no es Lima y tampoco Twitter”.

 

**La ilustración y fotoportada son de Leyla López. Créditos: Andina y Voto Informado.

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Juntos por el Perú, Partido morado, Redes sociales

Cada vez son más las personas que optan por este sistema de trabajo independiente. Freelancer.com, plataforma líder de este rubro en América Latina, revela que este modelo de trabajo crece a un ritmo del 200%. En el caso peruano, el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo indica que uno de cada cinco jóvenes en el país cuenta con un trabajo independiente.

 

Se denomina Freelance al profesional que trabaja de una manera independiente y que ofrece su trabajo a terceros, ya sea una empresa o un particular. Si decidiste aventurarte al mundo del trabajo por cuenta propia, toma en cuenta estos consejos diseñados por la revista Forbes:

 

Marca personal: La gestión de tu imagen y marca personal es una de las claves del éxito. Apóyate en las nuevas tecnologías y redes sociales para consolidar lo que buscas proyectar al mundo. Cumple cuidadosamente con tus clientes, pues ellos serán tu vía de recomendaciones a nuevas oportunidades.

 

Plan de negocio: Ten claro cuáles son los servicios que ofrecerás, las tareas que puedes aceptar, los proyectos en los que realmente puedes involucrarte y las metas tanto profesionales como económicas que deseas alcanzar.

 

Organización: Esto es clave para cualquier freelancer. Crea una rutina de organización y mantén tu lista de tareas. Ten claras tus fechas de entrega y procura cumplir con todo antes del tiempo límite. Como freelancer, tú éxito se medirá en la calidad de tu servicio y el nivel de cumplimiento.

 

Contratos: Trabaja siempre de manera formal y con un contrato que indique claramente qué tareas se esperan de ti y cuál es el plazo durante el cual brindarás tus servicios. Recuerda también emitir recibos para que todos tus ingresos estén registrados en el sistema tributario.

 

Seguimiento: Establece hacer un seguimiento cada cierto periodo de tiempo de forma que puedas ir controlando cuántos trabajos tuviste, cuántos contratantes terminaste y cómo han variado los ingresos a tu cuenta bancaria.

 

Formación continua: En cualquier trabajo seguir formándose y adaptándose es necesario, pero cuando trabajas como freelance, poder ofrecer al cliente cada vez cosas nuevas será una distinción entre los demás.

 

En resumen, para ser freelance se requiere ser ordenado con los tiempos de trabajo, se tiene que elaborar cronogramas estableciendo plazos y fechas de entrega, entender que tienes compromisos que se deben cumplir con la misma calidad para tus diferentes clientes. Los retrasos al momento de entregar tu producto no deben ser una opción, salvo contingencias conversadas previamente con tu cliente. Calidad, confianza y compromiso, son las claves del éxito del freelance.

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Claves, Freelance, Trabajador independiente

El extremismo de los resultados electorales ha despertado un gran temor al tener que escoger entre la líder de una de las organizaciones de mafia y corrupción más consolidada del país, y un dirigente sindical que promete un socialismo estatista. El temor a ambas propuestas (y a sus coincidencias) se ha manifestado a través de un conjunto de acusaciones entre los votantes según el extremo que consideran “el mal menor” como lo llamó Mario Vargas Llosa: que si se es delincuente, terruco, clasista, racista, ignorante, fanático, paternalista, vengativo, resentido, etc.

 

La pregunta de por qué la población peruana se ha descubierto en medio de estos extremos es muy obvia: al ladrón se le perdona cuando hace obra y al ladrón que roba al ladrón, se le deben muchos años de perdón. Keiko Fujimori, de liberar a su padre y gobernar con él, tendrá la mano dura necesaria, como en la década del 90 la tuvo Alberto, para “librarnos de la pobreza y el terrorismo”, sin importar (o todo lo contrario) la inversión en clientelajes y en las tajadas correspondientes a las grandes decisiones estatales. A la otra orilla, las estatizaciones y redistribución de la riqueza a través del Estado que propone tan simplificadamente Pedro Castillo pueden llevar a desbancar al país, pero estarán muy cerca de cumplir con la justicia popular reclamada por los pobres.

 

La pobreza es entonces la causa principal y ninguna otra la que nos ha llevado a este enfrentamiento. De acuerdo con el último Reporte técnico de Unicef sobre el impacto del COVID-19 en la pobreza y desigualdad en niñas, niños y adolescentes en el Perú (2021), la población más afectada es la que se encuentra en la sierra rural, con un incremento de la pobreza al 44.5% y en la selva rural, con un incremento durante este periodo a 51.5%. Si comparamos con el 2019 la pobreza rural ha crecido cerca de un 14%. Y no sólo en el campo. En las zonas más pobres de Lima metropolitana, la pobreza ha alcanzado también el 44%.

 

Y por alguna razón, a esa pobreza se le sigue dando la espalda y se continúa estigmatizando las protestas y reacciones apelando a la ilegalidad. Un ejemplo fueron las huelgas y protestas del sector agrícola. Es cierto que el estado ha entregado una serie de bonos y de incentivos económicos, pero en las zonas rurales la crisis de la economía agrícola migratoria, el aislamiento, la reducción de los servicios públicos, primordialmente el de salud, y la caída del sistema escolar, han hecho retroceder a la población casi una década de avances.

 

Otro ejemplo es el de las invasiones de terrenos en Lima. Es cierto que entre setiembre del 2020 y enero de este año, el Congreso aprobó una populista normativa que amplía los plazos de la titulación de terrenos hasta el año 2026 y que por esa razón se favorecerá la ocupación ilegal y el tráfico de terrenos. Pero los casos que hemos visto en Lima, tanto en Chorrillos como en Villa El Salvador, nos muestran que dos de cada tres inquilinos han tenido problemas para pagar sus alquileres debido a la pandemia. Las personas que se resisten a ser desalojadas no cesan de repetir que no tienen, simple y llanamente, a dónde ir.

 

Y en medio de todo este escenario, ¿qué representantes del Estado peruano se han sentado a escuchar, a tomar decisiones y a plantear alternativas concretas a la población? ¿La policía y los funcionarios sectoriales? La justificación de que estamos bajo la tutela de un gobierno transitorio no sirve de nada ante la pobreza que, con los resultados electorales, ya no pudo ser más maquillada, silenciada, escondida.

 

Irónicamente, hoy invadido, Villa El Salvador reubicó 50 años atrás a un grupo de 350 familias desesperadas por contar con un lugar donde vivir que tomaron una zona de Pamplona con el interés comercial suficiente como para que la policía interviniera de manera violenta. Avergonzado, el Estado de la mano con la iglesia católica progresista de aquel entonces, llevó el año 1972 a las familias hacia una zona urbana planificada por profesionales, de tal forma que respondiera a la organización autogestionaria que se propuso como modelo a la población. El tener donde vivir no acabó con la pobreza, pero pudo con la dignidad. En 1987 Villa El Salvador ganó el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia, entregado por ser “La práctica ejemplar para organizar un tipo de ciudad solidaria y económicamente productiva”. Ahora viven en el distrito más de 420,000 personas.

 

Los terrenos urbanos en Lima sin duda cada vez son más escasos y lejanos, pero el Estado ¿simplemente los va a desalojar para combatir el tráfico de tierras? ¿Vamos a esconder que no tienen siquiera un lugar dónde dormir y dejaremos, como en las zonas rurales, que vean con un par de bonos al año cómo sobrevivir? Al menos en las comunidades más alejadas siempre hay un techo que ofrecer a la familia, esa que observa cómo sus niñas y niños han perdido ya dos años de formación escolar.

 

En este marco no es difícil imaginar por qué ambos candidatos se encuentran disputando la Presidencia de nuestro país.

 

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Elecciones 2021, Keiko Fujimori, Voto

Gracias a una buena estrategia de marketing, Keiko Fujimori logró pasar indemne la primera vuelta libre de los ataques de sus adversarios y liberada además del recuerdo de los últimos cinco años desastrosos y miserables del fujimorismo.

De algún modo, la izquierda y el centro liberal enfilaron sus baterías contra el ultraderechista Rafael López Aliaga y dejaron pasar exenta de cualquier cargamontón a la receptora del mayor de los antivotos.

No le va a bastar a Keiko invocar el anticomunismo para derrotar a Castillo -quien le hace al juego al plantarse en su postura radical, sin concesiones al centro (aunque hoy mismo, en RPP, acaba de lanzar un discurso más moderado)-, ni tampoco agregar a su pauta narrativa alguna vocación anti statu quo para sintonizar con los millones de peruanos hartos del modelo.

Es necesaria una reconciliación con los indecisos, con la propia derecha que no votó por ella en la primera vuelta y que aún no se inclina a su favor (el mayor número de blancos y viciados en la última encuesta de Ipsos está en Lima y en el norte, presuntos bastiones históricos del fujimorismo).

No es suficiente con que se comprometa a no indultar a Montesinos como le ha planteado Vargas Llosa (¿alguien en verdad temía que eso ocurriese?), nique asegure que solo se quedará cinco años en el poder. El compromiso debe ser mayor.

Debe abarcar una puntillosa política anticorrupción que evite una reedición de la putrefacta gestión de los 90, y una detallada agenda de cautelas y de respeto a los poderes constituidos para no repetir el copamiento de las instituciones públicas que perpetró no solo en los 90 sino que quiso reeditar en el último lustro.

Hay dos sectores claves para que Keiko Fujimori de muestras cabales de cambio de voluntad política: Educación y Premierato. Las peores salvajadas e intransigencias del fujimorismo de los Becerrril y las Beteta fue contra los titulares de Educación de PPK y Vizcarra. Tiene que anunciar allí a alguien  que continúe la reforma educativa, universitaria y magisterial, de los últimos años.

Y un Premierato independiente, de alguien alejado de los rediles fujimoristas, puede ser un buen punto de partida para amainar el legítimo grado de suspicacia que existe en la población no solo de izquierda sino también centrista y derechista respecto de las credenciales democráticas del fujimorismo.

Los marginados del modelo no son pocos. Son millones. Y a ellos se les ha sumado un bolsón importante de ciudadanos que han pasado a la pobreza producto de las cuarentenas dictadas para combatir la pandemia.

Este segmento poblacional es, obviamente, anti establishment. Quiere un cambio de su situación y ello lo deriva a esperar, justamente, un cambio del modelo. Es la base social que alimenta la votación de Castillo.

No podemos dejar de atribuirle enorme responsabilidad a Vizcarra en el descalabro electoral que ha ocurrido. Su mediocre gestión gubernativa y su manejo absurdo e irracional de la primera cuarentena destruyó la economía y no resolvió un ápice el flujo evolutivo de la enfermedad.

Solo nos supera Venezuela en la caída del PBI ocurrida el año pasado. El PBI peruano cayó 13%, más que el resto de países de la región, arrastrando consigo a más de dos millones de peruanos de la clase media en la que estaban, precariamente pero estaban, hacia la pobreza. ¿Ese ciudadano puede estar contento con el modelo? Por supuesto que no.

A ello se le debe sumar la aplicación de un programa de asistencia familiar, mediante bonos, absolutamente ridícula, que este gobierno ha continuado. No hubo jamás subsidios a la planilla, los bonos se entregaron en menor cuantía y tarde, mal y nunca. El Estado no fue capaz de contener el golpe devastador de la cuarentena a las economías familiares. El Estado (“modelo”) les falló a millones de peruanos. ¿Cómo van a estar contentos con ello?

Castillo es, en esa perspectiva, hijo ideológico de Vizcarra. En verdad, es hijo de una transición democrática mediocre y corrupta que ni siquiera en sus años de bonanza fue capaz de construir un Estado inclusivo (salud, educación, seguridad y justicia) y generó una casta de ilegales dentro de su propio país, que vio pasar a lo lejos las bondades del modelo.

Hay millones de beneficiarios del modelo seguido, pero hay otros tantos marginados del mismo y son votantes anti establishment. Tremendo desafío el de Keiko Fujimori de convencerlos y a la vez ser pro statu quo, dicho sea de paso.

Entre los múltiples pasivos políticos y económicos que hay que achacarle a Vizcarra es haber creado las condiciones de crisis suficientes para la generación espontánea de un candidato radical y extremista como Pedro Castillo, que amenaza con patear el tablero y hacer volar todo por los aires, con el aplauso y beneplácito de millones de compatriotas.

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Juan Carlos Tafur, Keiko Fujimori, Martín Vizcarra

Todos los días, de lunes a viernes, Alexandra Ames, David Rivera y Paolo Benza discuten los temas más importantes del día por Debate. En nuestro episodio número 114: Hoy 21/04/2021. ¿El plan de Perú Libre para la prometida Asamblea Constituyente equivale a un autogolpe? Autorizan a Keiko Fujimori a viajar. ¿Y Miami ‘es la nueva Clínica Delgado’?

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Asamble Constituyente, Debate, Perú Libre

Enfrentarnos a nuestros problemas no es cosa sencilla. Según Fátima Martínez López, directora del Máster de Marketing Digital de la Universidad de Alicante, muchas veces el miedo paraliza y convivimos con situaciones que llevan a extremos, y por ello no podemos dejar aquello que no nos agrada.

 

Estas son las razones más comunes que no permiten que dejemos eso que nos hace mal:

 

Obligación

 

Para Pamela Gregory, terapeuta transformacional autora del libro “Transforming Your Life with Forgiveness and Love”, las personas suelen hacer las cosas porque deben, y no porque sientan que es lo correcto o lo que quieren realmente.

 

Necesidad

 

Este es uno de los motivos más poderosos, sobre todo cuando hablamos en términos laborales. El dinero es uno de los motivos más fuertes para aceptar realizar un trabajo que no es agradable. David Di Salvo, autor de «Brain Changer: How Harnessing Your Brain’s Power to Adapt Can Change Your Life», señala que las personas que hacen lo que aman nunca pierden de vista el verdadero propósito que los impulsa.

 

Hábito

 

Charles Duhigg, autor de “The power of Habit”, afirma que los hábitos pueden resultar un problema, pues el 45% de las cosas que hacemos en nuestro día a día las pensamos como una decisión, pero en realidad las hacemos por costumbre. Para cambiar un hábito se requiere de fuerza de voluntad, y es importante trabajar en fortalecerlo.

 

Complacer

 

Susan Biali, autora de “Live and life you love”, indica que muchas personas suelen hacer cosas sólo para agradar a quienes les rodean, para poder pertenecer a sus círculos sociales o sentirse apreciados. No se trata de no hacer nada por alguien nunca, sino de que se dé cuando realmente se quiera, no si la otra persona manipula la situación.

 

Miedo al cambio

 

La resistencia al cambio suele presentarse en dos factores muy fuertes, y uno de ellos es la pereza. Las personas prefieren hacer las cosas porque ya lo conocen, aunque no les guste, a tener que enfrentarse a algo desconocido. Lo importante es valorar el impacto que lo que hacemos tiene en nuestra vida.

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