Nación Chicha

Bidkar Yapo tiene 36 años. Es limeño del distrito de Ate y en sus recuerdos aparecen -como viejas nostalgias felices- los letreros multicolores de las fiestas chicha de su barrio. Eran carteles con letras curvilíneas y fosforescentes que anunciaban las fiestas en La Balanza Folclórica de Ate, emporio de yunzas, conciertos y fiestas de carnavales. Corazón del mundo chicha en Lima Este.

De esos recuerdos nació -hace cuatro años- Nación Chicha, un emprendimiento donde Yapo hace polos, gorras, tazas, platos de barro y hasta carteles, pero con un plus: sus productos llevan las letras, frases y los colores de los letreros chicha que vio en su niñez en Ate.

“Nación Chicha nace de una búsqueda personal, nunca hubo una intención de crear un emprendimiento o proyecto, era más bien una inquietud, una búsqueda de identidad”, cuenta.

Su emprendimiento -afirma- busca “desestigmatizar la chicha”. “Queremos crear identidad, que no tengamos vergüenza de la música que escuchamos, del distrito que venimos, de lo que comemos, de nuestro color de piel, de nuestras rasgos andinos, costeños o selváticos”, asegura.

En los productos de Bidkar se puede ver la influencia de su barrio: Sus polos llevan frases populares, como: “No se gana, pero se goza”, en letras grandes y en colores amarillo, rojo y lila, como uno de esos carteles que anuncian las fiestas cumbiamberas a lo largo de la Carretera Central.

También tiene letreros de madera pintados con refranes de barrio: “Aquí todo es purita elegancia”, con letras amarillo y rosado sobre un fondo negro. Vende mascarillas con la misma temática. “La cultura chicha está en nuestro día a día. Está ahí cuando comemos, oímos música, cuando nos tomamos unas chelas o conversamos con nuestra ‘pipol’. Está cuando un papá se esfuerza por salir a trabajar todos los días con su propio negocio para alimentar a sus hijos, cuando una mujer estudia y trabaja para cumplir sus metas. Esa es la inspiración de Nación Chicha”, dice Yapo, quien durante la pandemia aprovechó los canales digitales para colocar sus productos en la casa de sus clientes. Aquellos que vienen de distritos más pudientes y también populares.

A ellos, los trata de “Caseros”, como en un mercado de barrio. Los productos los ofrece en las cuentas de Instagram o de Facebook de Nación Chicha. Las coordinaciones para el envío las hace por WhatsApp. Los productos los envía en bolsas de papel pintadas a mano acompañados de stikers de regalo.

¿Cómo te sirvieron las redes sociales para vender tus productos?

¡Un montón! Yo trabajé más de 8 años en publicidad, en agencias tradicionales y luego en agencias digitales. Entonces tenía las herramientas y una base para poder aprovecharlas al máximo.

Nación Chicha, en Facebook tiene cerca de 15 mil seguidores. En Instagram, unos 35 mil. Son una leal comunidad que entiende que Nación Chicha va más allá de un emprendimiento de moda. Aceptan con gusto que -además- tiene un activismo político (no partidario) que se ha manifestado en diferentes oportunidades.

“Nación Chicha ha sido parte de las marchas de Ni una menos, contra la violencia a la mujer, en el Día del orgullo. También nos hemos manifestado contra los casos de corrupción e incluso se participó en las marchas contra el Congreso y Manuel Merino. Llevamos a las manifestaciones pancartas y las pintamos ahí mismo. Entregamos de manera gratuita los carteles con frases de rechazo a la corrupción, para que la gente marche y se manifieste. Nación Chicha no pretende ser una marca o un emprendimiento desligado de la vida política y social del Perú. Buscamos aportar en la construcción de un país mejor para todos”, cuenta.

 

Bidkar Yapo

 

Viene de familia…

Yapo es un emprendedor nato. Además, le viene de familia. Su madre fue cocinera de una fábrica. Cuando el dinero escaseaba, vendían queques de casa en casa. Vendieron futa, como ambulantes y luego en un mercado. Su madre, aún sigue trabajando ahí. Sabe, entonces, el valor del esfuerzo y que no debe mal baratear su chamba.

“Nos han enseñado que cualquier cosa que venga de afuera o que es de «marca» vale más que nuestra cultura popular. Una vez alguien me preguntó por el precio de alguna prenda y al escucharlo me dijo: «Mejor me compro un polo Quicksilver”. Estas son barreras con las que usualmente luchamos, ahora imagínate todo eso sumado al contexto de pandemia”.

Y es que el trabajo de Yapo es artesanal. Si oye una frase potente que puede usar, la anota en su cuaderno o celular. Por ejemplo: “Fina pero con esquina” o «Eres el ají de mi ceviche». Luego hace el boceto de las letras con lápiz y papel. Después hace el letrero o pinta la madera o escanea el dibujo y lo pasa a digital en caso sea para polos o tazas.

“Todo se trabaja desde cero, no se usan ni descargan tipografías de internet. Varias veces han escrito a las redes de Nación Chicha pidiendo que les pasemos la tipografía que se usa, pero todo se hace a mano. Cada chamba es irrepetible”, cuenta este emprendedor, cuyos apellidos son una hermosa mezcla de lo que ofrece en sus trabajos: Yapo es de origen puneño y Pomahuali, huancaíno. En su identidad radica, la Nación Chicha.

 

Datos:

  • Nombre: Bidkar Wilson Yapo Pomahuali
  • Edad: 36
  • Profesión u oficio: Diseñador publicitario / Director de Arte
  • Instagram: nacion.chicha
  • Facebook: @NacionChichaPeru

Tags:

Bidkar Yapo, Emprendimiento, Nación Chicha
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