Estamos a pocas semanas de la segunda vuelta. Los candidatos siguen planteando una serie de propuestas. Creemos poco en los políticos porque antes prometieron y luego no cumplieron. ¿Cómo se evalúa una propuesta? ¿Qué necesitamos saber?

En primer lugar, todas las propuestas cuestan. Por lo tanto, la pregunta es cuánto. Algunos podrán decir que no tienen un costo, pues solo implica una reasignación del presupuesto; aun en ese caso, quitar recursos a un objetivo para ponerlos en otro tiene un costo llamado costo de oportunidad. ¿Qué y cuánto estamos dejando de hacer al reducirle los recursos a un sector para colocarlos en otro? A veces olvidamos que nada es gratis.

En segundo lugar, y relacionada con la anterior, ¿de dónde saldrá el dinero? ¿Más impuestos? ¿Más deuda? Algunos dicen que hay que poner un impuesto a la riqueza (sin definir qué es riqueza). ¿Han calculado cuánto se puede recaudar? ¿Alcanza o solo es un deseo? ¿Qué ha pasado en países en los que se ha colocado ese impuesto? ¿Debemos endeudarnos más? No olvidemos que más deuda hoy son más impuestos mañana. Perú puede endeudarse, pero habría que estar seguros de saber cómo gastar ese dinero.

En tercer lugar, ¿se están analizando los efectos colaterales? ¿A quién voy a perjudicar? Bastiat fue un economista francés que vivió entre 1801 y 1850 y escribió un artículo llamado “El cristal roto”. La historia es simple y sirve para analizar varias de las propuestas que estamos escuchando.

Un niño arroja una piedra y rompe un vidrio. Lo que parece ser una desgracia puede, según algunos, servir para reactivar la economía. Algún familiar del niño deberá destinar dinero, para seguir el ejemplo de Bastiat, seis francos, para reponer el vidrio.

Esto creará la demanda por un vidrio nuevo, por lo que algún vidriero tendrá ahora trabajo y recibirá el pago mencionado, a cambio de construir y colocar el vidrio. Con esos seis francos, el vidriero comprará otros bienes; digamos alimentos, con lo que se moverá otro sector de la economía. De acuerdo con Bastiat, esto es lo que se ve.

Sin embargo, lo que no se ve es que esos seis francos han dejado de gastarse en otro objetivo, digamos zapatos, pues se han usado en el vidrio nuevo.

El dinero tiene un costo de oportunidad, pues puede usarse en otra cosa. Lo que no se ve es que se ha dejado de comprar zapatos y, por ende, el productor y el vendedor de zapatos no han recibido el dinero que habrían recibido si es que no se hubiera usado el dinero en reponer el vidrio. El resultado es que dejó de moverse el sector que produce zapatos.

Nótese que en caso no se hubiera roto el vidrio, la economía tendría, además del vidrio, los seis francos invertidos en zapatos. Habría vidrio más zapatos. Al romperse el vidrio, solo tendría un vidrio nuevo.

En cuarto lugar, ¿es viable políticamente la propuesta? ¿Se podrá aplicar con un Congreso fragmentado como el que tendremos? ¿Existe evidencia empírica que sustente que dicha política funciona? En economía, como en la vida, las buenas intenciones no bastan.

Tags:

Carlos Parodi, Economista, Entendiendo de Economía

En una empresa, los costos de salud disminuyen pues los trabajadores felices buscan hábitos que promueven el bienestar físico, mental y emocional.

 

Contar con trabajadores felices, motivados y comprometidos con la empresa y sus valores significa contar con un equipo más productivo. Acudir al trabajo pasa de ser una obligación a algo que deseamos hacer, una actividad en la que estamos contentos y nos agrada.

Para conseguirlo es importante aplicar la gestión de la felicidad. Muchas veces esta se tangibiliza mediante un Gerente de Felicidad o un Chief Happiness Officer. Se trata de la persona que tiene que dirigir al equipo y promover las condiciones que faciliten la creación de un buen ambiente laboral.

Bumeran y el Instituto de Desarrollo Económico de ESAN, brindan algunos beneficios de la gestión de la felicidad que pueden aplicar las empresas e incrementar la productividad de los colaboradores.

Incrementa el compromiso y productividad

Un trabajador feliz ha encontrado el sentido y la utilidad a su labor. Por ello, la realiza con optimismo y compromiso, siempre con gran disposición para resolver problemas. Además, conoce su potencial y sabe manejarlo para sacar adelante cualquier proyecto. Tiene menos probabilidades de equivocarse, pues piensa menos en los errores y eso le ayuda a no cometerlos.

Reduce los niveles de ausentismo y rotación

Los trabajadores felices no necesitan cambiar de trabajo. Si lo hacen, será por motivos mayores.  Estos se convierten en embajadores de su centro laboral, pues hablarán bien de su institución, ayudando a que otros y mejores talentos busquen trabajar allí también.

Disminuye costos de salud

El bienestar humano también es influenciado por el ámbito laboral. Los trabajadores felices buscan hábitos que promueven el bienestar físico, mental y emocional. Esto ayuda a prevenir desde las enfermedades más comunes como las indigestiones y resfriados, hasta los males de la era moderna como el estrés o la ansiedad, cuyo impacto es severamente perjudicial en la salud física y mental.

Minimiza tiempos improductivos

Los malos hábitos no suelen ser parte de los trabajadores que se sienten felices en la empresa. Vivir comparándose con los demás y envidiando aquello que no se tiene es algo que el bienestar laboral evita. La gestión de la felicidad impulsa a los trabajadores a enfocarse en sus metas y ser capaces de alegrarse con los logros de otros, permitiéndoles adaptarse a distintas personalidades y poder trabajar muy bien en equipo. Esto evita conflictos y chismes entre los equipos.

Reduce costos por robos

Los trabajadores de una empresa que se encarga de gestionar la felicidad respetará y cuidará su centro laboral como si se tratara de su propia casa. Además, estará alerta a comportamientos extraños o sospechosos.

Tags:

bienestar, Gestión de la felicidad, Trabajo

La diferencia de intención de voto que muestra la encuesta del IEP en La República (41.5% versus 21.5%) -casi el doble- parece indicar que la elección ya estuviera ganada por el candidato de Perú Libre. Hay, sin embargo, tela por cortar y trecho por desbrozar. Cabe analizar la difícil estrategia que deberá realizar Keiko para remontar. Tendrá que ser una estrategia segmentada, multiverso e intensiva.

Derecha.- Primero va a tener que convencer a la propia derecha. Si uno, a priori, sumaba las votaciones en primera vuelta de la propia Keiko (10.9%), López Aliaga (9.56%), De Soto (9.4%), Acuña 4.9%), Forsyth (4.6%) y Beingolea (1.6%), la candidata de Fuerza Popular tendría que haber empezado la segunda vuelta con 40.96%. Pero según la propia encuesta, se ve cómo, por ejemplo, un 23.6% de los votantes de López Aliaga y un 18.3% de los de De Soto se han ido con Castillo en la segunda vuelta. En este segmento tendría la labor de cosecha aparentemente más fácil o propicia, pero hay trabajo por hacer.

Antifujimoristas.- según el IEP, hay un 21.2% de blancos/nulos y un 13.5% de indecisos. Allí anida el gran bolsón de centro y derecha antifujimorista y antikeikista (ella se ha ganado a pulso su propio antivoto por su deleznable actuación política de los últimos cinco años) al que Keiko va a tener que convencer con algo más potente que la sola invocación anticomunista que ha elegido como narrativa de inicio de campaña (suponemos, claro está, que es solo el primer paso de una estrategia más compleja). Gestos, anuncios, endoses más eficaces que los de Vargas Llosa, nombramientos anticipados, etc.

Anti establishment.- la gruesa mayoría del electorado y que cruza no solo todos los sectores sociales (hay un 26.5% del AB que votará por Castillo), sino también edades y regiones. Es el sector molesto con lo que identifica como “modelo económico”, al que se ha sumado desgraciadamente el bolsón de empobrecidos por la recesión pandémica, y al que solo se le puede conquistar con un discurso crítico de las enormes falencias de lo que hemos vivido los últimos veinticinco años. Keiko tendría argumentos para hacerlo. Pasa, por lo pronto, por recuperar en seis semanas el talante antiestablishment connatural al fujimorismo auroral que ella dice querer rescatar. Pero este es su nicho más refractario porque es un votante que tendría que robarle a su contendor, quien ya lo tiene consigo.

Tags:

Elecciones 2021, Keiko, Keiko Fujimori

Freddy Mamani Laura tiene 46 años y ha sido el máximo dirigente de los maestros rurales de Bolivia hasta el 2019, año en el que postuló al Congreso y fue elegido diputado por el partido oficialista de izquierda Movimiento Al Socialismo (MAS), que preside Evo Morales. En diálogo telefónico con Sudaca, cuenta que conoce al profesor Pedro Castillo Terrones desde el año 2015. En el 2018 también participó junto al hoy puntero en las encuestas en un evento organizado en La Paz por el representante del Movadef en ese país, el peruano Álex Chamán.

 

Cuando era maestro rural y enseñaba en los colegios del altiplano de La Paz, visitó nuestro país en seis ocasiones. En Puno y en Lima, ha participado en protestas y conversatorios con los maestros peruanos explicando el “proceso revolucionario” que se ha vivido en su país desde la llegada al poder de Evo Morales (2006-2019) y cuya línea continúa hoy con el presidente masista Luis Arce. La Asamblea Constituyente para la Nueva Constitución del 2006, la nueva Ley de Educación, la nacionalización de los hidrocarburos, la “recuperación” de las empresas estratégicas son algunas de las políticas que resalta. Mamani señala que estos son temas en los que Morales puede “aconsejar” a Castillo en esta segunda vuelta electoral.

 

En una reciente entrevista, difundida en la radio Kawsachun Coca de Bolivia, el expresidente Evo Morales señaló que una semana antes de las elecciones tuvo una comunicación telefónica con el profesor Pedro Castillo. El exmandatario señala que ese contacto telefónico se produjo a través suyo. ¿Usted viene a ser, en la actualidad, una especie de enlace en las comunicaciones entre Castillo y Evo?

Bueno, nosotros estamos en permanente comunicación entre nuestro hermano líder Evo Morales y se puede comprender en ese sentido. Nosotros no solo tenemos contacto con el hermano Pedro Castillo, sino con varios dirigentes de Latinoamérica, de todos los maestros. Todos coincidimos en que somos de izquierda y revolucionarios. Por eso tuve que comentarle a nuestro hermano líder Evo Morales que en Perú se había gestado la participación [en las elecciones presidenciales] de un maestro y que, realmente, es un fenómeno en su país. Conociendo toda su historia, nuestro hermano Evo Morales, inmediatamente, tuvo que lanzar [su saludo en redes sociales] y tomar contacto para poder felicitarlo.

Permítame insistir entonces: ¿usted viene a ser como un enlace, en la actualidad, entre el profesor Pedro Castillo y el expresidente Evo Morales?

Por supuesto que sí, por supuesto, ¿no?, porque los maestros tenemos un contacto a nivel de Latinoamérica, inclusive a nivel mundial con los maestros de otros continentes. Estamos en contacto permanente.

¿Estas comunicaciones empezaron después del ‘I Encuentro de Maestros Latinoamericanos de La Paz’ realizado en mayo de 2018 [este evento fue inaugurado por el expresidente Evo Morales]?

Sí, en La Paz, ha sido el primer encuentro que tienen. Por eso hay una imagen en la que está el hermano Evo Morales y el hermano Pedro Castillo. Ahora, el hermano Evo Morales no tenía conocimiento de que se iba a lanzar [Pedro Castillo] como presidente. Pero, cuando le indiqué lo que estaba pasando, a partir de eso, tomó mucho interés y se tomó contacto. 



El pasado domingo 18, el expresidente boliviano en su programa «Evo es pueblo, líder de los humildes», en la radio Kausachum Coca, aseguró que el profesor Freddy Mamani es el «enlace» con el profesor Pedro Castillo. En entrevista con Sudaca, el actual Presidente de la Cámara de Diputados de Bolivia también lo confirmó (ver minuto 14).

 

¿Usted tiene comunicación fluida con el profesor Castillo?

Nosotros tenemos una comunicación permanente, cuando podemos. Por Whatsapp es el único medio por el que podemos comunicarnos. Bueno, y no solamente con Pedro Castillo, sino con varios líderes del equipo que tiene él, con varios dirigentes. Somos un gran equipo de maestros que se ha armado.

Hay un grupo de WhatsApp entonces.

Sí, tenemos un grupo de WhatsApp, tenemos un grupo de maestros intercontinentales. Pero, con el hermano Pedro Castillo, por el momento, está muy difícil comunicarnos porque tenemos conocimiento que se está movilizado por todo su territorio y sabemos que no hay una buena señal [de internet y telefonía] en algunos lugares; pero sí [hay comunicación] mediante otros líderes que tenemos en el magisterio [de Perú]. 

En esa misma entrevista en Kawsachun Coca, el expresidente Evo Morales se dirige a Pedro Castillo y le pregunta: “¿en qué le podemos apoyar?”. ¿Cuál sería la ayuda o el apoyo que le podría dar el MAS al profesor Castillo en esta segunda vuelta y si ya se está dando?

Básicamente, nuestro apoyo y el apoyo de nuestro hermano Evo Morales va a ser en temas más programáticos. Eso es lo que sí va a tener y va a hacer nuestro hermano Evo desde la experiencia que tuvo como Presidente del Estado (2006-2019).  

¿Se podría decir que el apoyo va a ser a través de una asesoría?

No como asesor, sino como alguien que pueda transmitir experiencia. Todos los expresidentes siempre pasan a ese espacio de ser los que transmiten la experiencia, los que aconsejen; no los que asesoran.

¿A través suyo, usted sería el enlace?

Sí, por supuesto que sí. Nosotros estamos en permanente contacto [con el profesor Castillo] a través de varios dirigentes de Bolivia. No solamente yo. 

 

¿Cuáles serían esos consejos de Evo Morales al profesor Castillo?, ¿podría ser sobre la ley de educación de Bolivia, la realización de la Asamblea Constituyente, la nacionalización de los hidrocarburos [son las principales reformas que ha realizado el exmandatario boliviano desde que ha sido Jefe de Estado]?

Bueno, nosotros hemos implementado varias políticas, no solamente sociales sino económicas. Y hemos visto que se generó como una necesidad en Perú. Son algunas propuestas que hemos estado escuchando [de Castillo] que han coincidido bastante con nosotros. Seguramente, habrá algunos otros consejos que deban tener cuidado con algunas determinaciones que puedan pasar; es decir, algunas propuestas no van a poder ser posibles y no se tienen que lanzar. Nosotros nos caracterizamos por ser muy serios: si algunas propuestas no van a poder ser cumplidas, es mejor no hacerlo. Entonces, eso básicamente va a ir trabajando nuestro hermano Evo. 

¿También le aconsejará sobre su experiencia de ganar una elección?

Por supuesto que sí: cómo organizarse con los movimientos sociales, cómo trabajar toda esa experiencia siempre es importante y nuestro hermano Evo ha estado coadyuvando permanentemente [a Luis Arce cuando fue candidato presidencial por el MAS, en el 2019] desde Argentina, cuando estuvo exiliado. Desde allá, siempre hacíamos los contactos para que pueda rápidamente organizarnos.

¿Para usted, estos consejos no deberían tomarse como una intromisión en Perú?

Absolutamente. Nosotros no actuamos como el “imperio” [se refiere a Estados Unidos]. El “imperio”, más bien, impone políticas totalmente determinadas en un modelo de gobierno del capitalismo y en su base fundamental de la privatización de todas las empresas, de todos los recursos naturales. Nosotros no nos entrometemos como los organismos internacionales, como la OEA que ha sido parte intelectual y material del golpe de Estado en Bolivia [en el 2019, cuando Evo Morales tuvo que renunciar a la Presidencia]. Nosotros no hacemos eso. Lo que hacemos, más bien, es mandar consejos, propuestas que puedan servir a los países vecinos de toda Latinoamérica para consolidar sus grandes transformaciones.

Descarta, entonces, que podría haber un apoyo económico a Castillo.

Absolutamente. Cuánto nos gustaría de verdad, ¿no? Inclusive, como maestros de la clase social, del proletariado que somos, nos gustaría apoyar económicamente. Sabemos cuánto se gasta en una campaña política, pero no lo podemos hacer porque estamos impedidos. En Bolivia estamos levantándonos del desastre económico que nos ha dejado el gobierno golpista [de Jeanine Añez]. 

Paralelamente a ese encuentro de mayo del 2018 al que hacíamos referencia al inicio, que fue organizado por el Ministerio de Educación de Bolivia, hubo otro evento: un foro organizado por el profesor Álex Chamán, representante del Movadef en Bolivia y exconvicto acusado de pertenecer a Sendero Luminoso. ¿Qué nos puede decir al respecto?

[El profesor Álex Chamán] es un líder desde espacios más académicos. Tiene mucha relación con las dos universidades más grandes de Bolivia. Estamos hablando de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) y la Universidad Pública de El Alto (UPEA) [Chamán es profesor en esos dos centros universitarios].  Tengo conocimiento que también tiene mucho contacto con algunas instituciones del exterior. Ha sido parte también de esos encuentros que se han ido generando para poder reflexionar con gente joven de las universidades.

¿Cuál es su opinión de que el profesor Chamán sea representante del Movadef en Bolivia, una organización que reivindica a Abimael Guzmán y a Sendero Luminoso?

No conozco muy bien. No conozco mucho el accionar mismo del profesor Chamán. He estado trabajando más en la formación de líderes que en la formación académica… No tengo ningún conocimiento sobre el caso.

 



En mayo del año pasado, el profesor y presidente de la Cámara de Diputados de Bolivia, Freddy Mamani, tuvo un encuentro virtual -a través de Zoom- con el representante del Movadef en el vecino país, el profesor peruano Álex Chamán. Se trató de un conversatorio sobre educación y política.

 

¿Respeta la posición política del profesor Álex Chamán?

Por supuesto que sí. Seguramente la debe tener, como la tienen todos, como usted mismo la tiene. Entonces, respetamos. Nosotros, vivimos en un país democrático. Alguna vez, hemos coincidido en algunas actividades, pero después no hemos tenido un contacto muy seguido con él.

 

(*) Fotocomposición: Leyla López

Imágenes: Andina, difusión y EFE

Tags:

Evo Morales, Pedro Castillo, Perú Libre

“Vieja y mojigata Lima, devaluada bella durmiente siempre de espaldas al país ¿ya te diste cuenta de que Pedro Castillo es el outsider de esta elección y que probablemente será tu próximo Alberto Fujimori aunque sabe Dios bajo qué premisas?” 

 

El Epígrafe Sarcástico de esta nota lo posteé el 4 de abril, Pedro Castillo recién asomaba la cabeza y nadie daba ni medio por él. De hecho, me dijeron que el profesor tacabambino jamás llegaría a la segunda vuelta pero llegó. 31 años atrás, inmersos en la mayor crisis de la historia del Perú, las cosas estaban mucho más claras para los peruanos, al menos eso creíamos, pero no entendimos que entonces, en 1990, hablar de los peruanos no era lo mismo aquí que allá. Ahora tampoco lo es.

Un par de días después de la segunda vuelta escuché a Lourdes Flores hacer pésimas matemáticas en un audio, para obtener como resultado que los peruanos de acá eran más que los de allá, por lo que Keiko era fija para la segunda vuelta. Yo pensé, mas bien, que la bola de nieve de Castillo recién se había echado a andar y que se trataba más de multiplicar que de sumar, hasta que finalmente culmine su imparable recorrido. Mencioné que estas elecciones, como tantas otras en el Perú, serían más sociales, o socioculturales, que ideológicas.

Es que a la mayoría de peruanos eso del modelo económico les importa un comino, lo mismo que el enfoque de género o los derechos LGTBI. Yo los defiendo, como no, pero las masas secularmente postergadas buscan alguien que las mire, que las reconozca, que las humanice. Lo que quieren es precisamente al Estado, a sus servicios, a la educación, a la salud y el trabajo, y algo muy importante, a la reivindicación de su cultura pero en sus términos.  

Podría funcionar en otro lugar, pero en un país con identidad propia, cuya historia de postergación se remonta cinco siglos atrás, la revolución, la izquierda y hasta la democracia solo pueden entenderse desde sus raíces. Lo dijo tan claramente Hugo Neira: pensamos que ser república -ha señalado el intelectual abancaíno- consistía en dejar de tener un rey, y que el debate republicano lo habían zanjado Jefferson, Hamilton, Rousseau y Voltaire; y por la flojera de no pensar nuestra patria desde sus costumbres fabricamos tiranos a repetición que conducen reiteradamente a Tartarias y Satrapías (parafraseo). Hoy sucede exactamente lo mismo y por eso tenemos que escoger entre dos proyectos autoritarios, uno corrupto y el otro peruano, o pensado desde una peruanidad que se siente secularmente postergada. 

Cuando indiqué que la bola de nieve no había dejado aún de rodar, señalé también que la palabra la tenía el Perú informal, el que desciende del serrano. Aquel no ha detectado aún a Pedro Castillo, pero, si lo integra a su narrativa como lo han hecho ya todas las regiones andinas del Perú, entonces no habrá quien pare al profesor del lapicito. Y vendrán la desesperación y el terruqueo, que fue lo que hicieron con el “chino Fujimori” en 1990, cuando la Lima del “Palais Concert” comprendió que ni con todo el dinero de Confiep podría vencer al outsider japonés, y que hoy sueña con su heredera en Palacio. 

La primera encuesta de Ipsos, le da a Pedro Castillo 9 puntos sobre Keiko Fujimori ¿tan terruco será el profesor? ¿o ha llegado el momento de dialogar y estrechar puentes? Quizá sea llegada la hora de pensar y hacer realidad el desarrollo, esa palabra maldita que tanta flojera y ojeriza le produce a nuestras élites económica y política, tan fácil que ha resultado vivir del Estado, desde hace un Bicentenario.      

Tags:

Alberto Fujimori, Pedro Castillo

En entrevista con Sudaca.pe, ex ministro de Economía, Alonso Segura, afirma que nuestra economía y salud seguirán expuestas hasta que buena parte de la población esté vacunada en el 2022. Para este 2021 espera un crecimiento de 8%.

Ante un panorama complejo por la segunda vuelta electoral y un ritmo de vacunación lento, Sudaca.pe conversó con Alonso Segura, ex Ministro de Economía y Finanzas, para tener mayores luces sobre la situación que afrontará el país en los próximos meses.

Esta semana Perú recibió un nuevo lote de vacunas, ¿Cuáles son las proyecciones de crecimiento económico en relación al avance de la vacunación?

Todavía es incierto, porque los lotes igual se van anunciando poco a poco. Lo bueno es que se ha acelerado el volumen de los lotes, pero igual estamos hablando de que posiblemente no tengamos a gran parte de la población vacunada hasta algún momento del 2022. La economía va a seguir expuesta y ahí va a depender de cuáles sean las medidas que se adopten desde la restricción de actividades. Puede que la segunda ola se extienda, o que se dé una tercera ola y tengamos que seguir operando con restricciones menores. Suponiendo que el gobierno actual y el nuevo gobierno, cualquiera sea ese, adopten una política de actividades económicas similar a la actual donde el cierre es limitado, diría que el impacto será relativamente moderado.

 

¿Cuánto debería crecer este año nuestra economía?

Deberíamos poder tener un rebote estadístico importante. Las autoridades estiman un crecimiento del 10%. Yo considero que es un poco alto, pero un 8% es posible. El otro tema que debemos considerar es el efecto elecciones. Eso va a trastocar el panorama.

Los dos candidatos en segunda vuelta no tienen en sus planes de gobierno una propuesta concreta sobre la vacunación.

Ambos son muy vagos en términos del manejo de su estrategia. Probablemente van a improvisar. Esperemos que, a la hora de formar equipos, tengan un criterio razonable, que implementen políticas y medidas razonables. No sabemos si tendrán una estrategia negacionista del tipo Bolsonaro o Lopez Obrador. Eso añade más incertidumbre. Cuando se cerró la economía drásticamente, esta explotó. Cuando se cerró limitadamente, la economía también explotó. No ha habido diferencia. Ojalá implementaran un poquito de ciencia, algo que no se ha hecho. El gobierno actual recién reacciona y dice que va a repartir mascarillas de forma gratuita, algo que algunos ya habíamos recomendado hace un año.

¿Las cuarentenas -que golpean la economía- se deberían seguir aplicando?

Quien entre [a la presidencia] va a tener que hacerlo con estrategias limitadas de cierre, lo cual sugiere que la economía no se va a afectar tanto. La cuarentena estricta no funcionó en su momento, y ahora tampoco funcionaria. El tema va más por lo sanitario: cómo hacer más eficientes las medidas para evitar el costo humano de lo que se está viviendo en lo económico.

¿Cómo ve el panorama hacia el cambio de mando?

Hay temas que dejar bien en claro. Velocidad de vacunación, adquisición de vacunas, adquisición de pruebas. Estas son 100% gestión pública. También la disponibilidad de recursos, porque recursos disponibles había, entonces hemos tenido una falla de gestión pública. Punto. Hacia adelante va a depender de eso también. No te puedo decir si las autoridades van a tener dos dedos de frente o no, si van a ser indolentes como han sido varios hasta ahora o no, entonces es muy difícil hacer un pronóstico. Pero que la economía y la salud van a estar expuestas, sí, lo van a estar. Salvo se dé un cambio importante en términos de disponibilidad de vacunas a estas alturas, gran parte del próximo año seguirá expuesto.

¿Cuáles serán los retos más grandes que van a tener que enfrentar estos dos candidatos de llegar al poder?

El primero es cómo articular medidas económicas con control de la pandemia, lo que no se ha hecho bien en ningún gobierno. Diría que este es mejor que el anterior, pero ninguno lo ha hecho bien, porque la población está expuesta. Ese es el primer reto que lleva muchos por debajo, como las clases escolares y la salud pública. Este es el reto dominante porque tiene consecuencias económicas y los errores cuestan. Tienes un mercado laboral muy golpeado y empresas en situación delicada, entonces el margen de error no es muy grande.

¿Y en la parte fiscal?

Entran con una posición deteriorada que tienen que ir consolidando gradualmente, lo cual sugiere que hay poco espacio de maniobra para el gasto público. Tienen que ser muy selectivos en sus decisiones de gasto público y en la parte de ingreso, tienen que ver cómo generar más ingresos sin medidas que induzcan una mayor evasión fiscal.

Quien gane va a tener que determinar su estrategia de mediano plazo para generar credibilidad y confianza, que pueda atraer inversión y generar empleo. El sector público no lo va a hacer. Que haya alta ejecución de inversión pública ayuda algunas décimas en el crecimiento del PBI, pero no mueve la aguja para crecer sostenidamente. Eso es actividad privada.

Entonces ¿Cuál candidato la tendría más difícil?

Pedro Castillo la va a tener más difícil que Keiko Fujimori. Si Keiko sale [elegida], la gran inversión va a tener un respiro, pero luego tendrá que ver cómo va la parte política porque va a ser un gobierno minoría, y podríamos tener todos los problemas políticos de este último quinquenio. Si sale Castillo hay muchas más incógnitas sobre a dónde va a su línea. Si hace la de Humala, tiene que generar la confianza de que va a ser un gobierno que busque más inclusión social sin patear el tablero. Si se va hacia Chávez, Maduro, Correa o Kirchner, será un problema porque generaría retracción de inversión.

Es importante para ambos que definan sus mensajes sobre lineamientos de política económica y la composición de su gobierno. Keiko necesita un gobierno que no sea de Fuerza Popular, sino representativo y de amplia base. Creo que lo mismo con Castillo. Antes de anunciar sus medidas, va a ser fundamental ver quiénes van a estar en sus equipos y luego presentar los grandes lineamientos de política. Ahora estamos en una discusión sobre las grandes reglas de juego. ¿Van a seguir o las van a cambiar? ¿Cómo? Eso es lo que van a escuchar quienes generan empleo en el país. Peruanos y extranjeros, ambos por igual.

Tags:

Alonso Segura, Keiko Fujimori, Pedro Castillo

La mejor manera de conmemorar el Día del Libro en los EEUU fue sin lugar a duda la realización de la Primera Feria Internacional del Libro Latino y Latinoamericano (FILLT 2021) que ofreció Tufts University, en Boston, bajo la iniciativa del poeta e investigador peruano José Antonio Mazzotti y el apoyo del Departamento de Lenguas Románicas bajo el liderazgo del novelista Pedro Ángel Palou. Se inició el jueves 22 de abril y concluyó ayer, sábado 24, con un total de diecinueve horas de transmisión y la participación de cerca de cincuenta escritores, editores y académicos de alto nivel. Realmente fue una forma maravillosa de reencontrarnos en pantalla con muchos de nuestros colegas literatos, ya que por casi dos años no nos habíamos podido juntar por la pandemia que estamos enfrentando. (Ya pueden verse las grabaciones en la página de Facebook y de Youtube de la Revista de Crítica Literaria Latinoamericana).

Durante estos tres últimos días hemos podido respirar y nutrirnos de una variedad increíble de presentaciones, exposiciones, conversatorios y un simposio dedicado al “Inca Garcilaso de la Vega y el Bicentenario”. Asimismo, hemos presenciado la lectura de muchos escritores latinos que viven en los EEUU y otros que siguen habitando en nuestra querida Latinoamérica.

En el simposio sobre “El Inca Garcilaso y el Bicentenario” pudimos apreciar las múltiples facetas de nuestro gran historiador mestizo, que fue también traductor y soldado, desde distintos y novedosos ángulos. Figuras como Bernard Lavallé, Mercedes López-Baralt, Raquel Chang-Rodríguez, Ramón Mujica Pinilla y otros de renombre internacional nos regalaron su erudición y originales planteamientos. Creo que uno de los temas más relevantes sobre el Inca es el que mencionó Mazzotti sobre su actualidad al plantear “el bien común” como premisa fundamental del ejercicio político (al priorizar a los más vulnerables desde el cuidado estatal y no maltratar la naturaleza), la migración (que sufren a menudo millones de peruanos) y el bilingüismo (cuyo incentivo permitiría una mejor comprensión de las realidades heterogéneas de nuestro país). 

Estoy segura de que hoy en día, bajo las circunstancias que padece el Perú, el Inca Garcilaso hubiera estado definitivamente del lado del cambio político por muchas razones. Una de las principales es que como buen renacentista y humanista, pero de claras raíces andinas, no descalificaría nunca a una persona por venir de ámbito rural y por el uso de su castellano regional. Es el caso, por ejemplo, del candidato Pedro Castillo. Y es que en todos estos años hemos vivido una dictadura solapa de la derecha criolla, heredera corrupta de la colonia, teniendo como resultado un Perú zombi, donde la gente muere aun teniendo plata. ¿Por qué? Por la discriminación, el racismo y la carencia de hospitales y de educación, abandonados por el afán de lucro y la poca visión de nuestros gobernantes de los últimos treinta años. 

El Inca Garcilaso hubiera abogado por un estado benefactor, pero altamente eficiente. Demostró una y otra vez que sus parientes maternos lograron resolver el problema del hambre y la desocupación. Y sin duda, en el contexto actual, que no hubieran esperado ingenuamente que el “chorreo” neoliberal resolviera sus problemas.

No es que estemos planteando un regreso (imposible, además) al Tahuantinsuyo. Solo un despistado podría pensar en eso. Sin embargo, hay mucho que aprender de las soluciones que los antiguos peruanos y los hombres y mujeres andinos de hoy son capaces de crear para salir adelante, priorizando el cuidado de toda la comunidad del país. Y para eso se necesita aceptar que existe una mayoría a la que –ya es hora– le toca hacerse cargo de su propio destino. Hay riesgo, sin duda, pero el riesgo es mejor que el abismo en que ya nos encontramos.

Busquemos un Perú mejor, moderno, pero con más conciencia histórica, no solo para que una minoría egoísta se abastezca de dinero, enfangándonos a todos en el individualismo, sino para que, como nación, y asumiendo nuestras diferencias, podamos recibir con auténtico orgullo nuestro maltrecho y manoseado Bicentenario. 

Tags:

feria del libro, Inca Garcilaso, Pedro Castillo

Vivo en un pueblito agrícola de Alemania con un poco más de 300 habitantes, en medio del campo. La principal actividad económica es el cultivo de uvas para producir vinos de buena calidad. Pero también se cultiva papas, zanahorias, nabos, lechugas, coles, coliflor, brócoli, espárragos, remolacha azucarera, trigo, maíz y girasoles, además de manzanas, peras, membrillos, ciruelas, zarzamoras e higos. Los campos de cultivo empiezan a 50 metros de mi casa y rodean al pueblo por todos sus confines.

En el pueblo mismo no hay muchos negocios: cinco fabricantes de vino —dos de ellos incluidos en los prestigiosos catálogos vinícolas Gault&Millau y VINUM de Alemania—, una casa de huéspedes con un minúsculo restaurante que ofrece gastronomía local, un taller de mecánica automotriz, un anticuario, un experto en jardinería y un corredor de seguros.

La gente es sencilla, amante de sus tradiciones gastronómicas y festivas. Muchos, sobre todo quienes han nacido y crecido en el pueblo, hablan un dialecto de difícil comprensión para quienes sólo manejan el idioma alemán oficial, con un acento peculiar que los identifica como oriundos de esta región, el Palatinado. Incluso hay entre ellos quienes entienden el alemán, pero no lo hablan, como si se tratara de una lengua extranjera.

Además de la calle principal que atraviesa el pueblo, hay sólo ocho calles más, todas asfaltadas.

Hay agua corriente, luz, gas e Internet, que ha mejorado desde que yo llegué aquí en 2013 desde 1 MBPS hasta los 1000 MBPS que serán posibles cuando este año se instale conexiones de fibra de vidrio hasta los domicilios, aunque quien desee opciones más económicas puede optar por planes de 200 MPBS o 400 MBPS.

En fin, un pueblito rural del país profundo, pero no olvidado, como suele ocurrir con los pueblos de provincias en el Perú.

Pero no siempre fue así. Por los testimonios de las personas octogenarias en el asilo de ancianos donde trabajo, he sabido que aquellos que habían vivido en pueblos en sus años jóvenes no tenían ni agua, ni luz, ni gas. El agua había que sacarla de pozos. En las noches se prendían velas o lamparines de petróleo. Se cocinaba con leña. Las verduras, cereales y frutas se compraban en el mercado local o se cultivaban en huertas propias. Carne se comía sólo los domingos. La gente tenía sus gallinas y sus cerdos, a veces también gansos una que otra vaca, y elaboraba los embutidos y jamones de manera casera. Se utilizaban técnicas tradicionales para elaborar conservas de verduras y frutas, que eran almacenadas en el sótano junto con las papas. La letrina era una cabina con un hueco en el suelo, separada de la casa, y los excrementos se utilizaban como abono en el campo. El trasero se lo limpiaban con papel periódico. Sólo podían bañarse una vez a la semana, generalmente el sábado en familia, porque el agua no alcanzaba para más. Y, sobre todo, se trabajaba duro desde el amanecer hasta el atardecer.

Y así fue más o menos hasta los años 50, cuando el milagro económico alemán fue convirtiendo a Alemania en un país desarrollado. Esto fue posible gracias a una auténtica economía social de mercado —no sólo de nombre, como figura en la constitución peruana del 93—, donde el desarrollo económico va íntimamente unido al desarrollo social. Una economía de mercado donde los agentes económicos tienen que garantizar el bienestar de los trabajadores; donde hay sindicatos fuertes que tienen representantes en los directorios de las grandes empresas y le hacen contrapeso al poder de los empresarios; donde las políticas del Estado impiden que se formen monopolios; donde el sustento, la vivienda y la salud deben estar al alcance de quienes reciben un sueldo o salario; donde el Estado interviene con subsidios cuando hay quienes caen por debajo del nivel de subsistencia; donde el Estado interviene regulando el mercado, sin afectar las ley de la oferta y la demanda ni la competitividad, para corregir las tendencias que ocasionan desigualdades extremas que generen conflictos sociales. Y donde hay una preocupación por el desarrollo sostenible hasta del último pueblo de provincia.

Sólo en épocas de crisis ha surgido en Alemania la tentación de los gobiernos extremistas y totalitarios. El hambre y la situación de caos que hubo a fines de la Primera Guerra Mundial, con la consiguiente abdicación y huida del káiser Guillermo II, gatillaron una revolución comunista a ejemplo de la Revolución Rusa, que fue sofocada violentamente por fuerzas de derecha y culminó con los asesinatos de Karl Liebknecht y Rosa Luxemburg. El otro momento fue la crisis económica de los años 20 y el fracaso de la República de Weimar, que ocasionaron la subida al poder de Adolf Hitler en 1933.

Pero desde los 50 casi no habido en el campo la tentación de votar por partidos extremistas, sino que el péndulo se ha movido continuamente entre los demócratacristianos y los socialdemócratas. Porque lo básico y esencial también está garantizado en el campo, no sólo en la ciudad. E incluso hay en Alemania quienes prefieren vivir en el campo —por ser más económico— y trabajar en la ciudad. Porque —también hay decirlo— el transporte público está entre los mejores del mundo y las comunicaciones viales son buenas, pudiéndose llegar a cualquier lugar con vehículo propio.

Si en el Perú de las últimas décadas las autoridades —desde el presidente hasta los alcaldes locales— se hubieran preocupado efectivamente por el desarrollo de los pueblos de provincia, sin dilapidar los recursos en la corrupción, no tendríamos al campo dispuesto a elegir una opción política extremista, que conlleva grandes riesgos para el futuro del país. Una opción que ha recogido el clamor del campo y de las zonas empobrecidas de las grandes ciudades, que promete el gran cambio que con justicia anhela la población olvidada y desfavorecida, y que probablemente salga victoriosa en las próximas elecciones ante una opción que garantiza la continuidad de lo mismo de siempre, con sus fuertes dosis de corrupción, impunidad e injusticia.

Tags:

Campo, Voto

¿Es creíble la moderación de Pedro Castillo, manifestada en una comentada entrevista radial en Exitosa? ¿Estamos siendo testigos de la “ollantización” del candidato más radical que ha pasado a una segunda vuelta en la historia electoral peruana de los últimos lustros? ¿Castillo se está poniendo el polo blanco? ¿Vladimir Cerrón será dejado de lado como operador político y mentor ideológico?

Es difícil que algo así suceda. Desde un punto de vista puramente pragmático, Castillo corre riesgos con ello. Eventualmente, puede ayudar a que el antifujimorismo no ceda (hay muchos votantes de centro y derecha que ante la moderación de Castillo han reencontrado razones para no tener que taparse la nariz y votar por Keiko), pero puede perder un nicho electoral, que ya en algunas redes sociales radicales empieza a manifestar su disconformidad respecto a este giro narrativo del profesor cajamarquino. Y que no es poco. Debe ser un 7 u 8% ese electorado radical. Su desencanto de Castillo puede llevarlo a perder la segunda vuelta.

Lo dicho no nos hace soslayar, sin embargo, y preguntarnos por qué la reacción histérica de la derecha respecto de esa eventual moderación. Hay los que creen que es pura estrategia electoral y por ende increíble y hasta denunciable, pero hay a quienes les irrita porque creen que es genuina y que con ello se asegura el triunfo electoral definitivo.

Pienso, por el contrario, que ojalá Castillo, quien puede ser Presidente del país, se acerque, por ejemplo, a las posturas de Verónika Mendoza y Juntos por el Perú, y que sea esta agrupación la que le ponga los cuadros tecnocráticos en caso llegase al poder. JPP no tiene muchas armas de negociación, su votación ha sido menor y su bancada es exigua, pero tiene cuadros que Castillo no tiene.

Si eso ocurriera, en el escenario de un eventual triunfo de Castillo, al menos no veríamos desplegada la psicopatía ideológica del cerronismo, sino una postura más centrada y viable como la que prometían los Pedro Francke u Oscar Dancourt (era un delirio ultraderechista acusarlos de chavistas).

Igual, en perspectiva, sería un retroceso para el país. Un plan económico de izquierda, por más moderado que sea, no es lo que el Perú necesita en estos momentos. Lo que urge es un shock de inversiones capitalistas sumado a la reconstrucción de un Estado eficaz e inclusivo, que deje de alimentar a los antisistemas que hoy se expresan mayoritariamente por la opción radical de Castillo. Y eso solo lo puede ofrecer una derecha liberal. Pero al menos esa izquierda moderada no sería el salto al abismo que el plan original de Perú Libre implica.

Hay que seguir observando los movimientos de esta campaña. Cada pieza forma parte de un rompecabezas que se está armando y hay que mirarlo así, en perspectiva. Falta mucho trecho por recorrer.

Tags:

Elecciones, Elecciones 2021, Pedro Castillo, Perú Libre
Página 6 de 26 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26
x