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Todos los días, de lunes a viernes, Alexandra Ames, David Rivera y Paolo Benza discuten los temas más importantes del día por Debate. En el octogésimo séptimo episodio: ¿Elegir entre Mendoza y López Aliaga por el segundo espacio para la segunda vuelta? ¿Será Forsyth la última opción liberal? ¿Por qué Guzmán no levanta con nada? Analizamos todos los escenarios.

 

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sudaca · Las encuestas: tendencias y posibilidades

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Adapto el famoso término de Guy Standing para llamar precariato al 85% de peruanos cuyo salario mensual tiene como tope superior un poco más del sueldo mínimo. Es sencillo contrastar este dato en redes y bibliografía específica, pero una clara señal de su realismo es que el 75% de la economía peruana es informal; es decir, sólo un 25% de nosotros tiene la capacidad productiva suficiente para generarse ingresos y/o pagar salarios superiores al mínimo establecido, además de cumplir con el pago de sus impuestos. Agrava el escenario que más de la mitad de los precarios peruanos reciba menos de 500 soles de ingresos, lo que incluye a los micro-productores del sector agropecuario, los peor remunerados del empleo nacional.

 

Dado que el capitalismo global está en crisis, precariatos hay en todo el planeta. El del primer mundo occidental, por ejemplo, congrega al cada vez mayor número de ciudadanos que trabaja en la informalidad, mientras declinan sus estados de bienestar y los derechos universales que éstos implican. En el subdesarrollo sucede lo contrario: el precariato es la condición histórica permanente de las mayorías excluidas. Varios autores ven en los precariatos potenciales clases sociales, sugiriendo que podrían convertirse en frentes republicanos y democráticos, cuyos gérmenes empiezan a manifestarse en la sociedad civil actual. Mientras en paralelo se observa que grandes grupos precarios hacen eco a narrativas xenofóbicas o religiosas radicales, así como autoritarias y violentistas. No sin lógica, todo precariato tiende a ser crítico a los grandes poderes del orden económico, y luego sus contextos nacionales y sociales explican sus particularidades interpretativas frente al sistema que rechazan.

 

En lo que a nosotros concierne, el precariato peruano es mayoritariamente igualitarista y conservador. Lo dicen las encuestas sobre cultura política contemporánea de varias instituciones, y lo dice el reparto de las preferencias electorales frente a la muy próxima elección presidencial. De dónde proviene este sentido común contradictorio, y hacia dónde puede o debe ir, es una pregunta relevante para todo observador político interesado en el desarrollo del país.

 

El precariato peruano es inevitablemente igualitarista, porque padece una situación cotidianamente hostil, consecuencia de operar en contextos micro-empresariales de baja productividad (que corresponden al 95% de nuestra economía). No existe estabilidad laboral posible en estos entornos, pues la mayoría de sus emprendimientos quiebran al año y contratan por periodos breves, ofreciendo a cambio salarios de subsistencia, de aquellos que no permiten obtener los insumos básicos para conservar la salud y las capacidades productivas. El mundo rural, con sus particularidades, reproduce estas incertidumbres. Y entonces el precario peruano, que es todo menos tonto, se da cuenta de que la gran mayoría vive tan ajustada como él, salvo unos cuantos millonarios corruptos. De ello, reclama un mínimo de igualdad material y de oportunidades. No es socialista ni comunista, es simplemente un igualitarista pragmático.

 

Sin embargo, y pese a haber padecido históricos y deliberados atropellos, el precariato peruano es mayoritariamente conservador en lo económico. Es decir, asume que todos podemos progresar en el capitalismo liberal si el Estado arbitra adecuadamente el mercado, y cree que la receta para ello es universal e indiscutible: hay que esforzarnos y competir para hacer los méritos suficientes. A nuestro precariato no le resulta obvio que la mecánica de robo, abuso y explotación a la que es sometido por un grupo de grandes empresarios – que controlan a casi toda la clase política protagónica – le impide el progreso material.

 

Este contenido funcional al libre mercado, que se manifiesta con diferentes niveles de complejidad y conciencia – dependiendo del contexto y su nivel de degradación -, es suministrado y reforzado con diferentes dinámicas. Una de las más potentes es el bombardeo mediático: todos los informativos y programas políticos de alcance masivo protegen el modelo económico y su sentido común, y ningunean a sus críticos o los buscan apabullar. Abundan entre sus argumentos las causalidades absurdas, ignorantes y manipuladoras, como aquella que vincula todo acto regulatorio al comunismo que termina en inflación, o la que responsabiliza a nuestros pocos gobiernos heterodoxos e industrializadores del subdesarrollo nacional, cuando es exactamente lo contrario. Todas son tesis que provienen de los pregoneros locales de una economía que se presenta como rigurosa, lógica y absoluta, pero que fue inventada para promover el capitalismo y está lejísimos de la neutralidad sofisticada que pretende aparentar.

 

En paralelo, los grandes medios también intoxican al precariato peruano con mensajes subliminalmente consumistas y evasivos. El mercado aprovecha, y vende todo lo que puede a diferentes públicos, incluso facilitando el crédito. Y así el distraído precariato peruano anhela el éxito capitalista individual, y piensa que corresponde buscarlo hasta alcanzarlo, como personas y como país. Esta prédica engañosa también penetra el mundo rural, que tiene sus particulares consecuencias predatorias. Y el conservadurismo económico de nuestro precariato se termina de enraizar a partir de la muy deficiente oferta educativa del país: entender la conspiración mafiosa del gran capitalista peruano, y el orden económico con que la disfraza, demanda un nivel de abstracción que se consigue con experiencia reflexiva y registro de conocimiento, o con explicaciones muy didácticas y detenidas, que no abundan entre nuestros liderazgos progresistas.

 

De otro lado, el precariato peruano es políticamente conservador. No hemos construido democracia, y más bien nuestra generalidad de gobierno ha sido el régimen militar. La institucionalidad política peruana siempre estuvo al servicio de los intereses de la clase empresarial privilegiada y corrupta. En consecuencia, el precario peruano tiene un espíritu autoritario y muy ajeno a las formas democráticas, que se manifiesta en el cotidiano y en la elección de sus autoridades políticas. Ciertamente, tres siglos de sumisión pesan mucho en las costumbres y creencias, sobre todo si el imaginario colonial ha permanecido casi intacto hasta hace muy pocas décadas. A esto se suma una serie de vivencias habituales en el precariato, todas adversas a la posibilidad de conformar una ciudadanía activa, informada y crítica: desequilibrio emocional por estrés laboral y angustia frente al futuro, degradación familiar, aislamiento social por urgencias de tiempo, violencia e inseguridad en el entorno.

 

Finalmente, la mayoría de nuestro precariato padece conservadurismo sexual y de género, lo que además de ocasionar crímenes machistas y reforzar nuestro retrógrado y anti-democrático patriarcado, petardea el disfrute pleno de la intimidad y la felicidad sentimental entre las gentes. Cuánto daño ha hecho y sigue haciendo el catolicismo cristiano en el Perú. Algún día cada vez menos lejano, los peruanos redescubriremos la espiritualidad pre-hispánica y sabremos de la inmensurable riqueza valorativa que se pretendió extirpar: fomento de la empatía recíproca como una necesidad de equilibrio personal y colectivo, apertura a la diversidad de creencias y patrones morales, entendimiento de la sexualidad como un evento cósmico saludable, tolerancia a la diferencia sexual, cultivo masivo de la vida espiritual y de la experimentación con energías naturales profundas, desprendimiento material y preocupación por el bienestar colectivo. No es verdad que el Estado debe ser laico en el ideal, salvo simplismo materialista de fuente occidental: debe fomentar la vida espiritual de sus ciudadanos y ser neutral frente a su diversidad religiosa.

 

¿Hay posibilidades de desarrollo nacional con un precariato que demanda igualdad material y de oportunidades pero rechaza lo único que podría asegurarlo a largo plazo? ¿Hay futuro con un precariato de sexualidades insanas y machistas que quieren subordinar a la mitad femenina del país para seguir abusando de ella, física y emocionalmente? Es muy difícil, y pareciera que imposible, pero la verdad es que el cambio sigue acercándose, pues el capitalismo global no tiene respuestas para la actual crisis, y la sociedad digital facilita la organización y emergencia de contrapoderes insurgentes. Al final son élites ideológicas las que inician el cambio de sentido común, si tienen la capacidad de ubicarse y unirse, de trabajar con disciplina y paciencia, de estudiar (con o sin libros) para intentar ser visionarios, de cultivar sus vidas espirituales, de afinar sus capacidades didácticas y lógicas, y de ganar elecciones para tomar atajos en el largo camino que cualquier transformación social profunda demanda. Mentes progresistas hay entre precarios y no precarios, hay que construir y fortalecer todas las redes posibles.

 

Según la filosofía política prehispánica, ningún pasado colectivo está muerto, y mucho menos si ha sido construido durante 20 mil años. El nuevo amanecer de nuestro mundo andino peruano sigue procesándose, lentamente, así como la nueva síntesis civilizatoria que tarde o temprano vendrá, porque el hábitat natural planetario se cae a pedazos. Debo divulgar que el historiador sistémico y lógico irreductible que fue Pablo Macera, dejó esta vida asegurando que existe una élite inca activa en la sierra peruana, cuya misión es conservar en secreto los rituales y contenidos de la cosmovisión prehispánica, mientras termina el actual pachakuti (o crisis transformadora), que habría empezado en la década de 1970. Llegado el momento, estos contenidos de tiempos ancestrales podrán hacerse públicos a través de sus guardianes, cuando no haya peligro de persecución, violencia y desprecio, y puedan ser bien recibidos y aprovechados.

Susana Stiglich tiene 46 años, es madre de dos adolescentes y es una de las más de 243,000 personas sordas que hay en nuestro país. Stiglich, docente universitaria de lengua de señas, estaba acostumbrada a leer los labios de las personas con las que interactuaba, pero los tapabocas han complicado esa tarea.

Recuerda, por ejemplo, que al inicio de la primera cuarentena, a mediados de marzo del año pasado, fue al mercado Santa Cruz de Miraflores, cerca de su casa. Calculó que, con el uso de la mascarilla, iba a ser imposible comunicarse con los comerciantes, así que llevó consigo varias tarjetas hechas a mano, que tenían inscripciones básicas para sortear la situación: “hola”, “gracias”, también nombres de verduras o frutas, y otra tarjeta que mostraba a la hora de pagar: “¿Tiene Yape?”.

“Me miraban raro y me contestaban hablándome. Les señalaba mi audífono [utiliza uno en una de sus orejas, que le permite reconocer muy pocos sonidos], diciéndoles que soy sorda, pero me contestaban hablándome. Les decía que, por favor, escriban, pero no aceptaban tan fácilmente”, cuenta Susana Stiglich, que enseña lengua de señas en la Universidad Peruana Cayetano Heredia y en el Centro de Idiomas de la Universidad del Pacífico.

Desde aquella travesía, Susana sale muy poco a la calle. Sólo cuando es estrictamente necesario: a la panadería, por ejemplo, donde ya la reconocen y saben lo que compra. No ha vuelto a ir al mercado. Ahora compra sus alimentos por delivery.

No ha sido su único padecimiento. En sus ratos libres, Stiglich quisiera tener una oferta televisiva que le permita entretenerse, sobre todo en cuarentena. Pero los canales de televisión abierta y de cable no utilizan traductores a lengua de señas ni subtitulan la información. Sólo TV Perú lo hace en los noticieros. “Resulta imposible leer los labios de todos [los que aparecen en la TV], así subamos el volumen, no podremos escuchar ni entender nada, lo que genera un malestar grande”, explica Susana en un video subido a YouTube y titulado ‘Comunidad sorda frente a la TV’. La Ley de Radio y Televisión y la Ley de Personas con Discapacidad, que garantiza a las personas sordas el acceso a la información, es “letra muerta”.

Las personas con dificultad para ver, según el censo de 2017, representan el mayor número de personas con discapacidad que hay en nuestro país. Son más de un millón y medio de compatriotas (Infografía: Leyla López).

Vivir con un asistente personal

La comunicadora Bárbara Ventura, directora de la asociación Luchando Contra Viento y Marea, cuenta que cuando empezó la cuarentena, y para evitar contagios, tuvo que decirle a su asistente personal que ya no podría ir a verla. Ventura no puede caminar desde que nació. Padece de artrogriposis múltiple congénita, una enfermedad rara no degenerativa. Su condición no le permite hacer sus tareas cotidianas sin un asistente.

“Como uso silla de ruedas, no puedo hacer las cosas por mí misma. Entonces, siempre tengo a una persona que no necesariamente es una enfermera o enfermero. Trabaja para mí y me ayuda a levantarme y bañarme”, dice. “Muchas personas hemos sentido esa problemática y no hemos tenido asistencia.  Nuestros padres, que son adultos mayores, ya no pueden asistirnos porque su capacidad física no lo permite”, agrega la comunicadora de 37 años.

Bárbara apunta que las personas pobres que están en su misma situación son quienes más se han perjudicado, porque no pueden costear un asistente personal, cuyo salario mensual base tendría que ser de S/930. “Hay personas con discapacidad, en extrema pobreza, que no cuentan con ese servicio y están postrados. No hay nadie que los ayude a alimentarse, bañarse y recrearse. Hay muchas personas con discapacidad que no trabajan y, con la pandemia, esto se ha agudizado más. Y de otro lado hay personas emprendedoras, que trabajan y han tenido pérdidas económicas”, comenta.

Para Bárbara es necesario un bono para estas personas, pero también una ley que obligue al Estado a subvencionar la asistencia personal para las personas discapacitadas. Hace poco, el pasado 7 de febrero, el Congreso aprobó un dictamen de ley que, según Ventura, interpreta erróneamente lo que debería hacer un asistente. “Está mal enfocado porque se refiere a una persona que toma decisiones por la persona con discapacidad, cuando el asistente personal es un trabajo de ayuda que debe ser remunerado”, explica.

No es la única deficiencia del proyecto, que propone la derogación de la ley de Personas con Discapacidad. La Comunidad Sorda del Perú ha expresado su rechazo al documento en parte porque ahora los temas de “accesibilidad” -todo relacionado al acceso a la información, a la educación, a la cultura, etc.- serán vistos por el Ministerio de Vivienda y no por los ministerio de Educación y de Cultura.

“Pone en peligro la educación de los/las niños sordos/as a nivel nacional. Nuestro idioma (la Lengua de Señas Peruana) perderá estatus, oficialidad y valor cultural”, se lee en un comunicado público de la comunidad, que además señala que dicho dictamen “anula todo el avance logrado” por su sector.

Para colmo, denuncian, el documento fue elaborado sin siquiera haberlos escuchado. “Nunca nos consultaron. El dictamen aprobado, además, no lo podemos leer, porque no está en video con la lengua de señas. El 60% de la población sorda en el país no sabe leer, porque el español es su segunda lengua”, explica a Sudaca la profesora Susana Stiglich, que inició, junto a 158 organizaciones que agrupan a personas con discapacidad, una campaña de rechazo. Algunas de ellas han presentado una demanda constitucional para que sus opiniones sean tomadas en cuenta.

El pasado 11 de marzo, la directora de la asocación Sociedad y Discapacidad, Pamela Smith, y otras organizaciones han presentado una demanda constitucional para que sus opiniones y propuestas sean escuchadas y tomadas en cuenta en el reciente dictamen de ley aprobado en el Congreso.

Contactamos al presidente de la comisión de Inclusión Social, José Luis Ancalle, que negó que el proyecto se esté elaborando sin la participación de la sociedad civil y las organizaciones interesadas. “Las puertas de la comisión y de mi despacho siempre han estado abiertas para escuchar sus posiciones. Hace unos días nos reunimos con algunas personas con discapacidad preocupadas por el tema y así estamos recibiendo todas las opiniones en mejora del dictamen. Permítame invocar, a través de su medio, a todas las asociaciones civiles que tengan propuestas para mejorar el dictamen”, dice el parlamentario del Frente Amplio.

Pero Bárbara Ventura lo desmiente. La mujer cuenta que el sábado pasado fue invitada a participar de un zoom organizado por dicha comisión, pero no se le dio el uso de la palabra.

Sudaca envió un cuestionario al Ministerio del Desarrollo e Inclusión Social (Midis), pero respondieron que no se pronunciarán sobre el dictamen. ¿Sobre qué se pronuncia entonces la cartera que dirige la señora Silvana Vargas Winstanley? No lo sabemos.

Bonos para todos

Julio Arana es masajista quiropráctico, padece de hipoacusia o sordera parcial, lo que le hace imposible oír a una distancia de más de tres metros. Además, perdió la vista hace 15 años a causa del glaucoma y el desprendimiento de la retina en sus dos ojos. “Después de acabar el colegio, ingresé a estudiar fisioterapia y rehabilitación en el Instituto Daniel A. Carrión. Toda mi vida he trabajado como masajista”, cuenta.

Julio Arana es masajista, invidente y posee sordera parcial o hipoacusia. Por la pandemia, el local de Barranco donde brindaba sus servicios profesionales cerró y ahora atiende a domicilio o en la casa de su padre. 

Su nombre no se encuentra en la lista de las 74,000 personas con discapacidad severa que reciben el bono de S/300 que entrega el programa “Contigo”, del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), y que es entregado cada dos meses desde el año 2015. Tampoco ha recibido ningún bono otorgado por el gobierno durante esta pandemia. Según el sitio web del ministerio, para acceder a este bono, una persona con discapacidad severa tiene que estar “en situación de pobreza”.

No es la situación de Julio Arana, pero cada día se acerca más. La pandemia ha golpeado sus bolsillos. Su último trabajo como masajista fue en un local de Barranco que, a inicios de llegada la pandemia, cerró sus puertas y tuvo que cambiar de rubro. Desde esa fecha, atiende a sus clientes en la casa de su padre, en Surquillo, donde ha instalado una camilla. La oferta incluye masajes a la espalda, mejoramiento de la postura, quiropraxia y reflexología.

Para ampliar sus ingresos, Arana también va a los domicilios de sus clientes. Ha llegado a trasladarse hasta San Bartolo. No se hace problemas, dice. Se orienta con un aplicativo llamado “Lazarillo”, que indica la ruta mediante indicaciones por mensajes de voz. “Si es una dirección cercana a mi casa, voy caminando. Si tengo que ir a un lugar lejano, voy en micro, combi, Metropolitano o en el tren eléctrico”, asegura el masajista. Antes de la pandemia podía ganar al mes hasta S/1.500; ahora, sus ingresos han disminuido a menos de la mitad: entre S/400 y S/600.  De ese monto, le pasa a la mamá de sus hijos S/300, como es parte del acuerdo de su separación.

158 organizaciones de personas con discapacidad han publicado, el pasado 11 de febrero, esta carta de rechazo al dictamen de ley aprobado en la comisión de Inclusión Social del Parlamento.

Otros inconvenientes, sin embargo, han surgido. Por ejemplo, cuando es hora de cruzar las calles y las avenidas. “Hay personas que ya no quieren ayudarnos, por el tema del distanciamiento”, dice Arana, que pide que el bono del programa “Contigo” pueda llegar a más personas con discapacidad, un bono universal que no excluya a quienes no son pobres.

Para Julio Arana tampoco es fácil mantenerse informado. Luzmila Muro, presidenta de la Comisión de Damas Invidentes del Perú y abogada de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, dice que los formatos en los que el gobierno emite sus comunicado no les permite traducirlos a mensajes de voz. “Los lectores de pantalla [los aplicativos que traducen en audio los textos] no pueden traducir los comunicados del gobierno y de las autoridades que difunden en redes sociales, porque están en formato de imagen. Pedimos que utilicen formatos que sí pueden detectar nuestros lectores de pantalla, como son los archivos en Word o PDF”, reclama doña Luzmila, quien perdió la vista, al igual que Julio Arana, por el glaucoma.

 

(*)  Bárbara Ventura es comunicadora, posee discapacidad severa de nacimiento, usa silla de ruedas y es directora de la asociación Luchando Contra Viento y Marea. Susana Stiglich tiene sordera total y es docente universitaria de lengua de señas en la Universidad Peruana Cayetano Heredia y en el Centro de Idiomas de la Universidad del Pacífico. Apoya y promueve una campaña de recolección de firmas en www.change.org (No a la derogatoria de ley 29973 por las personas con discapacidad)

Fotocomposición: Leyla López

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Discapacitados, Pandemia

La plataforma ofrece herramientas para profesionales del marketing y empresas que buscan promocionarse.

Mientras que en la mayoría de las redes sociales más populares, los usuarios gestionan sus contenidos dentro de un esquema rígido de publicaciones, reacciones y opciones para compartir o comentar, TikTok se ha revelado como un laboratorio creativo a través de dos aspectos fundamentales del mundo digital: la música y el video.

 

Pese a ser una red social bastante joven, Statista indica que TikTok se encontraba ya en enero de 2021 entre las 10 primeras posiciones del ranking de redes sociales con mayor número de usuarios mensuales activos a nivel mundial. A finales de 2020, el número estimado de usuarios activos mensuales ascendía 1.135 millones en todo el mundo y se espera que siga una trayectoria ascendente.

 

La esencia de TikTok reside en crear videos cortos, dinámicos, con pistas musicales o audios y efectos visuales que se reproducen en loop, con opción a viralizarse dentro y fuera de su propia red.

 

Oportunidades para marcas

 

La red está enfocada en la “no publicidad”, y en cambio apuesta por crear tendencias, alegría, intereses y vínculos. Para triunfar en esta plataforma debemos hacer uso de nuestra máxima creatividad y entender por completo al público al que nos dirigimos.

 

Expertos de Hubspot recomiendan a las marcas apoyarse en tres herramientas que TikTok for Business ofrece:

 

1. Creator Marketplace: En este micrositio podrás conocer a los creadores de contenido o tiktokeros más populares. Puedes elegir entre los principales narradores de historias de la plataforma para ver quién se ajusta mejor a las necesidades de tu marca.

 

2. Blog empresarial: Te permite acceder a artículos breves y útiles sobre la gestión de tus contenidos en la plataforma e incluye una sección de inspiración. Allí encontrarás casos de éxito de campañas de marketing reales en esta red social.

 

3. Business Learning Center: Este micrositio está centrado en el administrador de anuncios de TikTok. Encontrarás información relevante para los profesionales de marketing y empresas que buscan usar la plataforma para promocionar su marca. Si bien se trata de un gestor de anuncios, esta no funciona como Google Ads, sino que es necesario hacer videos para generar interacción. 

Los trabajadores que tienen más interacción con otras personas como los profesionales de la salud o de educación suelen ser los más proclives a tener un agotamiento laboral, pero desde casa también se puede caer en esta situación, cuando la jornada laboral es prolongada.

Antes de la pandemia ya era bastante común hablar del estrés laboral crónico como una situación que desmotiva a los trabajadores y los vuelve más improductivos, al punto que la Organización Mundial de la Salud (OMS) había incluido el “burnout” o síndrome del trabajador quemado en su relación de condiciones asociadas al empleo. Sin embargo, la pandemia ha agudizado el problema.

De acuerdo a un artículo publicado por la aseguradora Mapfre, los trabajadores que por su profesión están obligados a interactuar más con terceros, como los médicos o los profesores, pueden caer más fácilmente en el “burnout”. Debido al incremento de las jornadas laborales que han tenido durante la pandemia, la desmotivación termina siendo más común.

“El síndrome de burnout se da cuando se está expuesto durante un largo periodo a situaciones laborables que implican un estado de sobrecarga emocional, horarios de trabajo largos, excesivo trabajo físico”, explican.

No obstante, aquellos que teletrabajan también se han visto afectados porque el estrés que antes sentían en el ambiente laboral se ha trasladado al hogar y mientras antes podían terminar su jornada laboral al aire del trabajo, ahora, desde casa, están atendiendo pedidos laborales a todas horas del día.

Estrategias para no llegar a desmotivarse

Además de no extender excesivamente la jornada laboral, Carolina Dianderas, docente de psicología la Universidad Tecnológica del Perú (UTP), recomienda trabajar en un ambiente distinto del dormitorio, que debe estar destinado al descanso.

“Ejercite la mente. Practique ejercicios de relajación como la respiración profunda, el yoga, la meditación, escuche música relajante o tome una ducha prolongada de agua caliente. Esto funcionará como un mecanismo de bienestar mental. También incluya actividades de recreación como desfogues creativos (bailar, ver una película o ejercitarse)”, comenta.

La desconexión y la relajación debe ir de la mano con una buena alimentación y con el apoyo emocional de mantenerse en contacto con los amigos. Considera que las conversaciones virtuales también permiten manejar mejor las emociones como la angustia y la preocupación.

Deje de decir “no puedo” y transfórmelo por un “¿cómo puedo hacerlo?”, lo que será muy efectivo para solucionar problemas de forma creativa.  No olvide celebrar las victorias, por más pequeñas que estas sean. Eso puede tener un importante impacto en su vida y adapte su ambiente de trabajo a modo de optimizar el uso de tu tiempo y evitar distracciones”, aconseja.

 

“Nos sorprendió a todos cómo llegó a ser el número uno. No lo conozco ni lo he visto nunca”, asegura Franco Salinas, actual congresista de Acción Popular (AP), cuando le preguntamos por José Arriola Tueros, el hombre que encabeza la lista por Lima de la lampa en las elecciones congresales. Y no es el único. Ni el mismo presidente del partido, Mesías Guevara, sabe quién es. Aun así, siendo un total desconocido entre la dirigencia de AP, Arriola llegó a ser candidato con 425 votos en las elecciones internas.

Sin estudios técnicos ni universitarios, Arriola ha sabido abrirse camino en la gestión pública en distintas municipalidades. Desde el 2011, ocupa la subgerencia de Asistencia Alimentaria e Inclusión Social de la Municipalidad de Ate, cargo de confianza del actual alcalde Edde Cuellar, un exmilitante de Solidaridad Nacional que llegó al sillón municipal el año 2014 y que fue reelegido el 2019, cuando ya se había pasado al bando de AP.

La campaña de Arriola ha echado mano de un poderoso bolsón electoral conocido como la “Zonal 20” del partido, en Ate. Esta base apoyó a Edde Cuellar el 2019, para ser reelecto alcalde del distrito; y el 2020 se movilizó en apoyo al actual congresista Walter Rivera Guerra, también de Ate, quien entonces buscaba una curul. Lo curioso es que esta “zonal” es dirigida por Elizabeth Pérez Castro, que figura como afiliada al partido Somos Perú.

El pasado 2 de marzo, el regidor Alfredo Falcón Arteaga denunció ante la comisión de Fiscalización del Congreso que Elizabeth Pérez estaría intentando convencer a los miembros de la “zonal” de que apoyen la campaña de Arriola prometiendo, a cambio de −y de manera no tan velada−, futuros contratos en la municipalidad. En uno de los audios de la mujer, se le escucha criticar la falta de apoyo para hacer las pintas promocionales y pone el ejemplo de una persona que ayudaba en la base y a la cual ella le habría conseguido un trabajo en la comuna.

“Yo siempre voy a mirar quién está al lado mío. Yo ya les conté lo que pasó con nuestra amiga Lidia, que todos se quejaron [y preguntaron:] ‘¿por qué la has puesto, Elizabeth?, 2.300 [haría referencia al sueldo]’. Porque era una persona leal, estuvo en las noches, en las mañanas”, se oye decir a Pérez.

En otra parte del audio, que Elizabeth Pérez confirmó como suyo a Sudaca, ella intenta convencer a los militantes de la base que apoyen la campaña de Arriola y se le ocurre contarles, haciendo alarde de sus contactos en la comuna, cuando recibió el ofrecimiento de parte de una funcionaria municipal para darles trabajo. “En enero, iba a haber una convocatoria. Iban a pedir [trabajadores] a [las unidades de] resguardo, limpieza y parques y jardines, pero lamentablemente vino la pandemia y todo se fue al diablo. Eso escapa de mis manos. Yo hablé con la señorita Edith y le dije cómo puedo hacer con la gente, que son gente buena, quiero que trabajen. Me dijo: ‘Elizabeth, va a haber una convocatoria y no te preocupes, yo te voy a apoyar’. ¿Por qué me dice eso? Porque somos leales, apoyamos y trabajamos como debe de ser”, se oye decir a la dirigente.

 

En los mismos audios, Pérez admite que es amiga de Arriola, que “es un buen candidato”, que “no estamos apoyando a cualquiera” y que “es un señor que sabe reconocer”. Cuenta, además, que cuando salió junto a seis personas a hacer pintas de campaña, Arriola la llamó para entregarle S/100 a cada uno de los que estaban apoyando. “Vino y nos trajo leche, panetón, frugos y agarró y nos dio 100 soles a cada uno. Ya ven, Dios bendice. A la persona que apoya y está a mi lado los va a bendecir”, dice, muy convencida, la señora Pérez.

Elizabeth Pérez admitió ser la autora de los audios, pero aseguró que sólo se estaba jactando en una conversación de WhatsApp con sus amigas, que lo que dijo es falso. Dijo también que su celular había sido robado el pasado 20 de febrero y que de ahí se habían sacado los audios. Acusa a un periodista de Lima Este de estar detrás de la filtración. Contactado para este artículo, José Arriola admite conocer a la dirigente de la “zonal 20”, pero niega que el contenido de los audios tengan asidero en la realidad.

 

Las bases de Ate

Las relaciones estrechas entre las bases partidarias y la municipalidad, como denuncian algunos militantes, parecen haber servido para sacar adelante la candidatura de Arriola en las internas del partido. “El señor Arriola ha sido funcionario de la municipalidad de Ate durante muchos años y se ha ganado la confianza del actual alcalde. Él fue quien lo ayudó a mover toda esa maquinaria de militantes, muchos de los cuales trabajan en la misma municipalidad. Como el mismo alcalde no puede postular, porque el partido no lo permite, ayudó a alguien cercano”, comenta Ricardo Torres Valdivieso, quien milita hace más de 15 años en Acción Popular.

Torres, que pertenece a la base de Surco, decidió postularse por primera vez como precandidato al Congreso, pero ni siquiera pudo conversar o compartir sus propuestas con sus compañeros porque el apoyo a determinados candidatos ya estaba “cerrado”. “Yo logré hablar con algunos secretarios distritales y la respuesta que recibí fue: ‘perdóneme, correligionario, pero aquí el tema ya está arreglado’. Para mí esa era una señal para alejarme”, cuenta.

El presidente del partido, Mesías Guevara, cuenta que casi toda la votación de Arriola vino del distrito de donde trabaja, en Ate. “Yo no tengo contacto con él, es relativamente nuevo en el partido. Es del grupo de Edmundo del Águila. También el alcalde de Ate es del entorno de Del Águila. Yo por lo menos nunca he conversado con él. No es miembro activo ni dirigente conocido”, dice Guevara.

 

Jose-Arriola-y-Edmundo-del-Águila
A la izquierda, el conocido dirigente accionpopulista Edmundo Del Águila. A la derecha, José Arriola, el desconocido N°1 de la lampa por Lima. El banner es de las internas.

 

“Lo que sucede es que la municipalidad maneja un contingente de personas en los programas sociales y de participación ciudadana, donde trabaja el señor Arriola. El día de las votaciones, a todos ellos se les ha visto ahí. Votaron todos los que están inscritos en AP y gran parte de los que están en la municipalidad están inscritos en el partido. Es por eso que el señor ha ganado con la mayor votación, gracias a los trabajadores de la municipalidad”, denuncia el regidor Alfredo Falcón, hasta enero militante de AP.

Milagros Muñoz Guzmán, militante de la base distrital de San Isidro, sigue la misma línea de sus correligionarios. La accionpopulista explica que, dentro del partido, hay personas con cierto liderazgo que movilizan a sus seguidores durante las elecciones internas. Muñoz no encuentra otra explicación para la victoria de Arriola en las internas que el apoyo del alcalde Edde Cuellar. “Su campaña en las internas casi ni se sintió, por eso también fue una sorpresa y comenzaron a echar culpas y preguntarse quién trajo al alcalde de Ate al partido”, dice.

 

“¿Por qué tienen que meter al alcalde de Ate? ¿Por qué los militantes no son más varones y gente? Tienen toda la libertad y los canales internos del partido y, si creen que de por medio hay una indicación del alcalde, [pueden denunciarlo]”, se defiende José Arriola.

Algunos detalles, sin embargo, abonan a la teoría de los militantes entrevistados. Sudaca ha podido identificar que, al menos, 15 funcionarios municipales (sólo entre regidores, gerentes y subgerentes) pertenecen a AP. Cuellar, otrora militante de Solidaridad Nacional, cambió de camiseta al partido de la lampa en julio del 2019. Cuando le preguntamos por qué se inscribió en el partido, Arriola responde: “Es como que a ti te pregunten por qué te demoraste en tener chico. Ese es tu problema, tú te enamoras cuando decides (…) La gestión actual está trabajando francamente en favor de la gente, de los más necesitados, cosa que se había perdido”.

Coincidencia o no, los funcionarios afiliados al partido ya estaban habilitados para votar cuando en noviembre del año pasado se realizaron las elecciones internas de la lampa. En total, se presentaron 80 precandidatos a congresistas por Lima. Arriola Tueros iba con el número 68 y se promocionaba en volantes junto a Edmundo del Águila, que competía con Yonhy Lescano para ver quién representaría a AP en las presidenciales de abril. Del Águila terminó perdiendo aquella elección, pero Arriola salió airoso con 425 votos.

 

Infracción

“La población no quiere soluciones de mediano o largo plazo, las quiere ahorita”, dijo José Arriola en un reciente debate organizado por el diario El Comercio. Arriola no perdió el tiempo para arremeter contra los migrantes venezolanos, uno de los objetivos favoritos de nuestro alicaído elenco de candidatos al Congreso. “Ante este problema de los venezolanos que ya nos tienen cansados, voy a plantear que se reaperture [sic] El Frontón para que todas esas personas que cometen delitos sean derivados para allá. Todos los venezolanos deben ser “erradicados” desde el primer momento a partir del 1 de agosto, salvo aquellos que tengan un trabajo por ahora decente”, comentó.

José Arriola se autodenomina especialista en gestión pública y programas sociales, a pesar de no contar con ningún grado académico. Asegura haber trabajado en el sector público hace más de 25 años “en favor de los pueblos olvidados”, pero en su hoja de vida la única experiencia laboral que consigna es la de subgerente de Asistencia Alimentaria e Inclusión Social en la municipalidad de Ate desde el año 2011, cargo por el que cobra casi S/7,000 mensuales.

El pasado 5 de marzo, el Jurado Especial Electoral determinó que José Arriola infringió las normas de neutralidad durante el periodo electoral luego de recibir una denuncia que el despacho del congresista Gilbert Alonzo Fernández envió primero al JNE unos días antes. Allí se señala que Arriola habría usado indebidamente “los recursos, bienes y programas sociales como comedores populares y de vaso de leche de la Municipalidad, para actividades políticas”.

Los hechos fueron advertidos al parlamentario por el regidor de la comuna de Ate, Alfredo Falcón Arteaga, y ocurrieron durante una entrega de canastas donadas por Qali Warma y en la reapertura de un comedor popular los días 13 de enero y 18 de febrero. Estos eventos fueron transmitidos en la misma página de Facebook del municipio de Ate. Ante la evidencia, el JEE solo ordenó al candidato abstenerse de seguir transgrediendo las normas de neutralidad.

En otro documento enviado por el congresista Wilmer Cayllahua ante el JNE, el pasado 10 de marzo, también se advierte que el alcalde Edde Cuellar fue informado de estos hechos pero que, hasta el momento, no ha tomado cartas en el asunto.

Consultados por su infracción, Arriola dice que él sólo cumplía sus funciones como subgerente, que él no entregó las canastas de manera directa y que ya ha dado por zanjado el asunto. “En principio, yo no he entregado las canastas, solo he participado del acto protocolar junto a otros funcionarios, no he entregado personalmente las canastas, o una lata de leche, nada. Si hubiese hecho algo malo no me dirían que me abstenga, me multarían”, apunta.

Pero no es la única denuncia en contra del número uno de los candidatos accionpopulistas. El pasado 16 de febrero, Arriola fue removido de su cargo como representante de la comuna de Ate en el Comité de Compra de Qali Warma, según una resolución firmada por el director ejecutivo de este programa, Fredy Hinojosa Angulo. En el programa social lo acusaron de no haber cumplido con evaluar todas las propuestas presentadas al comité, como lo estipula el manual de proceso de compras, y descalificar la de la empresa Consorcio Central.

Según Arriola, fue el proveedor quien pidió su salida. “Qali Warma es una entidad que tiene que ser reestructurada porque hay muchas irregularidades. Qali Warma se prestó para una jugarreta del proveedor”, dice Arriola. De llegar al Congreso, anuncia, una de sus primeras medidas será la reestructuración del programa social.

¿Qué ilustra el caso de Arriola? La forma en la que se eligen muchos de los candidatos al Congreso de AP: presunto clientelismo. El partido de la lampa, según el último simulacro de votación de Ipsos-El Comercio, tiene la intención de voto más alta para el próximo Congreso. ¿Qué clase de congresistas arrastrará su logo esta vez? Viendo a su número 1 por Lima, parece que nada muy alentador.

 

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George Forsyth: ha detenido aparentemente su caída. Es el candidato antipolítico. La encuesta de Ipsos le da nuevos bríos. La del IEP lo debe haber postrado en la depresión. Puede jalar los votos de quienes están dispuestos a votar por cualquiera con tal de evitar que López Aliaga pase a la segunda vuelta.

Rafael López Aliaga: sigue en crecimiento. Creo que está pronto a llegar a su techo. Si hubiera empezado su rush actual de acá a dos semanas no solo pasaba a la segunda vuelta segundo sino que podía amenazar a Lescano. Lo han empezado a atacar de varios frentes no solo políticos sino también mediáticos. Hay quienes creen que los ataques ayudan porque colocan la marca. No, los ataques hacen daño. Pronto se detendrá su ascenso y probablemente empiece a descender.

Keiko Fujimori: está condenada a no salirse de su eje de campaña y apostar a que el voto duro fujimorista -mucho del cual está escondido- a la hora de acercarse a las urnas se manifieste. Si desciende López Aliaga ese voto se dividirá entre Keiko y De Soto. Para la lideresa de Fuerza Popular es una partida de póker. No puede perder la calma.

Verónika Mendoza: es mala candidata. Lo ha sido y lo es. La izquierda debió buscar otro rostro. Su discurso es inasible, oenegero. Encima, equivocadamente trató de migrar al centro sin percatarse de que ésta era una elección polarizada. Sus huestes se han dedicado a pelear con los morados de Guzmán en lugar de confrontar con Lescano, que es quien los ha pulverizado en sus bastiones históricos.

Daniel Urresti: es un buen candidato, pero debió buscar otro convoy electoral. Ir de la mano con el conspirador Luna Gálvez, el mandamás de la principal universidad trucha del país y además comprometido en procesos judiciales, ha terminado por complicarle vida a quien, corriendo en otro vehículo, pudo y debió haber sido quien ocupase hoy el lugar de Lescano.

Hernando de Soto: reaccionó tarde, pero al final lo hizo. Tendría que duplicar su intención de voto para entrar a la segunda vuelta. Pero crecer cinco o seis puntos en un mes es perfectamente factible. Todo depende de que sepa sostener su campaña y no desaparecerse por temporadas como hizo hasta hace poco. Hace bien en confrontar con López Aliaga: son sus mismos votantes. De taquito, también podría intentar quitarle algo a Keiko.

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Cualquier establecimiento comercial con alta concurrencia de público y manejo de efectivo, como farmacias o librerías, puede ofrecer servicios financieros, recibiendo un ingreso adicional y ganando popularidad entre sus clientes.

Un local comercial que quiera atraer nueva clientela y pueda disponer de un espacio para realizar operaciones como el pago de servicios, califica para convertirse en un agente corresponsal. Desde hace años las entidades financieras empezaron a permitir que las bodegas puedan funcionar como pequeñas sucursales bancarias.

Incluso el Banco de la Nación ha optado por este sistema, y desde junio del año pasado, permite que los agentes corresponsales puedan abrir cuentas básicas (donde se puede gestionar libremente hasta S/3 mil) en todo el territorio nacional.

¿Quiénes pueden dar estos servicios? En principio, cualquier establecimiento que tenga alto manejo de efectivo como una peluquería o una farmacia. Sin embargo, hay entidades financieras que excluyen a los casinos. La variedad de operaciones que puedan ofrecer depende de cada entidad. De acuerdo a la red KasNet, las operaciones más comunes son los depósitos y retiros, pagos de tarjeta o cuota, y transferencias y consultas.

“Cada agente funciona con un monto en una cuenta destinada para hacer estas operaciones. Si desea hacer un depósito, el agente debe sacar el dinero de su cuenta y pagar por su depósito. El agente no pierde dinero porque el cliente le entrega el efectivo. Si un agente le dice que ya no puede hacer operaciones, o sólo acepta retiros es porque en su cuenta ya no posee dinero para realizar las operaciones”, explica la red en su portal web.

Beneficios y requisitos

Para las entidades financieras es una asociación muy positiva porque les permite estar más cerca de sus clientes a un costo muy bajo, pero los locales comerciales también se benefician porque tienen una comisión a su favor que varía de acuerdo a la cantidad de operaciones que están procesando.

Según el consultorio financiero de Mibanco uno de los principales beneficios de estos agentes es que los clientes valoran no tener que ir hasta la entidad financieras para hacer sus operaciones y no estar limitados por los horarios de atención de las oficinas. Además, como se atiende a menos personas, las transacciones son más rapidez y con seguridad.

“Todas las transacciones que se realicen son totalmente seguras y confiables como si se hicieran en el mismo banco. La persona que lo atenderá ha sido previamente capacitada y siempre le entregará un comprobante de la operación que realice”, afirman.

Entre los requisitos que los negocios tienen que cumplir figura; estar legalmente constituido, tener licencia de funcionamiento vigente, acceso a internet, tener un flujo de capital que permita atender las transacciones, y no estar reportado negativamente en una central de riesgo, entre otras condiciones que las entidades planteen.

Trabajar en nuestra inteligencia emocional nos dará mayores herramientas para actuar asertivamente con personas complicadas.

Tener un mal jefe puede traer múltiples consecuencias negativas para los trabajadores. Un estudio realizado por el equipo de la Universidad Harvard Business School y Stanford, aseguró que tener un jefe "tóxico" o malo, puede provocar estrés y perjudicar tu salud.

 

La investigación reveló que lidiar con un mal jefe podría provocar alteraciones de triglicéridos, un tipo de grasa en la sangre, ocasionando que el colesterol bueno disminuya y aumente a su vez el riesgo de ser propenso a enfermedades cardíacas.

 

Además, según un estudio realizado por la Universidad de Manchester, esto también podría provocar enfermedades vinculadas a la salud mental, desarrollando posibles cuadros depresivos en los trabajadores.

 

¿Cómo reaccionar ante un mal jefe?

 

Expertos de la revista Forbes indican que frente a situaciones amenazantes tendemos a considerar tres opciones que debemos evitar:

 

Resistirse u oponerse: Esto se traduce en entrar en conflicto con el jefe. Los expertos recuerdan la frase: “A todo lo que uno se resiste, persiste”, por lo que entrar en modo confrontación podrá generar un conflicto sin fin.

 

Resignarse: Esta acción nos conduce a quedarnos en la inacción y aceptar el estar subyugados al maltrato de nuestro jefe.

 

Lo ideal es entender y aceptar esta situación y analizar qué hacer frente a ello. Por ejemplo, se puede empezar por transmitir al jefe, de manera asertiva, el sentimiento que su comportamiento provoca en el equipo.

 

No tenemos control sobre las reacciones de los demás, por lo que esta primera acción no puede asegurar un cambio real pero hemos cumplido con transmitirlo. En caso no se torne hacia algo positivo, los trabajadores están en plena facultad de indicar al área de Recursos Humanos algunas recomendaciones para mejorar el clima laboral y el flujo de trabajo.

 

Asimismo, una competencia que debemos siempre de tener en mente para trabajar con este tipo de personas es la inteligencia emocional. Es decir, la persona que mejor puede lidiar con un mal jefe es aquella que emocionalmente está bien estructurada, lo que le permite buscar una configuración emocional, verbal y de comportamientos para poder hacerlo.

Recordemos que una mala conducta por parte de los superiores no solo puede afectar al trabajador en su satisfacción, sino que ello generaría falta de productividad y rendimiento. Esto, a su vez, impacta en el crecimiento y la economía de una empresa.

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