La ‘Fatiga de Zoom’ es uno de los fenómenos que el teletrabajo trajo a nuestra nueva normalidad. ¿Cómo combatirlo?

Un reciente estudio publicado por el laboratorio de interacción humana de la Universidad de Stanford ha revelado un nuevo fenómeno que el teletrabajo trajo consigo: la “fatiga de Zoom”. Los expertos explican que estas reuniones, que implican permanecer en la silla durante largo rato, con dificultad para entender el lenguaje no verbal, y con nuestro rostro y comportamiento expuesto al escrutinio del resto, genera un estrés adicional al del día a día.

 

Dado que cada vez descubrimos estímulos estresantes en nuestra rutina laboral en casa, es importante encontrar las vías de descanso y relajación. El médico Pablo Saz recomienda estas acciones para combatir el estrés:

 

1. Sé consciente de tu respiración

 

Toma pequeñas pausas en tu día para calmar tu mente y concentrarte en tu respiración. Cuando pasamos por un estado de ansiedad y tensión, aparece una respiración rápida y a veces entrecortada. Detente en esos momentos y convierte tu respiración en lenta y profunda, tomando conciencia del aquí y del ahora.

 

2. Contacto con la naturaleza

 

Con todas las precauciones de bioseguridad, toma al menos 15 minutos de tu día para salir a caminar al parque y distenderte. En caso no puedas hacerlo, actividades como la horticultura o la jardinería en casa, resultan muy beneficiosas.

 

3. Ordena tu espacio

 

Una vida y un hogar organizado tienen efectos emocionales positivos, pues el orden revitaliza, y aclara la mente. La falta de organización y el desorden constantes favorecen sentimientos de impotencia, desesperanza y derrota, y aumentan los niveles de cortisol. Ordena tu espacio de trabajo, tu horario y separa momentos de ocio para una mayor sensación de control.

 

4. Aliméntate bien

 

Una dieta equilibrada es fundamental para mantener la estabilidad física y mental y evitar que el estrés afecte a nuestro organismo. Si estás pasando por días de mucha tensión, evita consumir alimentos que potencian ese estado, como el café.

 

5. Acepta tu fragilidad

 

Sentirse frágil suele ser un desencadenante de la tensión y la ansiedad. El presente es fugaz y por tanto una situación estresante también puede ser pasajera. Aceptarla nos recuerda la necesaria disposición para volver a levantarnos una y otra vez.

Podcast

Todos los días, de lunes a viernes, Alexandra Ames, David Rivera y Paolo Benza discuten los temas más importantes del día por Debate. En el octogésimo episodio: La vacuna de Sinopharm entró al país sin haber completado la documentación que acredita su calidad. Forsyth renueva su equipo. ¿Y será la ciencia rusa la salvación a todos nuestros problemas?

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sudaca · Sinopharm, Gamaleya, Forsyth y los CAS

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Se tiene la impresión, muy relativa, de que en el Perú la tradición de discursos autobiográficos es magra en títulos. Yo diría más bien discontinua. De ahí que la aparición de una autobiografía, un epistolario, un libro de memorias o un diario concita casi siempre atención crítica. Es el caso de Vida interna, la autobiografía de Dora Mayer (1868-1959), un personaje decisivo en la historia de las reivindicaciones indígenas y feministas en nuestro país.

 

La remozada edición que aparece ahora, honra la memoria de su autora, que ya había decidido el título, detalle que omitió la edición de 1992 del Seminario de Historia Rural Andina, dirigido por Pablo Macera, que la publicó con el título de Memorias. Como indica el editor de este valioso texto, Joel Rojas, Vida interna constará de dos volúmenes que incluirán dos partes inéditas, seis en total, sumadas a los cuatro capítulos conocidos de esta autobiografía.

 

Es preciso hacer la distinción entre memoria y autobiografía, pues su sinonimia nos lleva a engaño. La memoria selecciona hechos puntuales de la existencia, de la trayectoria de la persona, no intenta un acercamiento de carácter global ni necesariamente secuencial a la experiencia de la persona. Cuando revisamos El pez en el agua, de Vargas Llosa o las Antimemorias de Bryce rápidamente nos damos cuenta de que se trata de textos que tienen un carácter fragmentario.

 

La autobiografía, en cambio, tiene un propósito más abarcador y, quiéralo o no, construye una imagen más completa –aun a pesar de su evidente parcialidad– de la persona. Y tiene también, por lo general, un desarrollo secuencial que intenta reflejar la evolución personal –ya sea en términos sicológicos o intelectuales– y los cambios de mayor importancia sufridos en esa travesía de la vida a través de la escritura.

 

En cuanto al texto que comento, se evidencia el intento de registrar un amplio arco temporal, que se inicia con la llegada de Mayer y sus padres desde Hamburgo hasta el Callao, donde se instalan, primeramente, punto de inicio de su aventura peruana. La niñez, la adolescencia, la formación intelectual, la vocación por la escritura van sucediéndose en un relato ordenado y en cierta forma análogo al que se puede encontrar en una novela de formación (bildungsroman).

 

Dora Mayer fue una destacada activista por los derechos de los indígenas; también fue una personalidad muy importante en el movimiento feminista peruano. Como se recuerda, fundó junto a su esposo en pensador Pedro Zulen y Joaquín Capelo una importante organización llamada Asociación Pro Indígena, que entre 1909 y 1916 se ocupó de difundir y buscar solución a los problemas más álgidos de las comunidades indígenas peruanas.

 

El primer volumen no hace sino alimentar el deseo de ver pronto en librerías el segundo. Se trata de una narración pulcra, de una intimidad sin exceso y manejada con elegancia elocuente y un relato en el que van apareciendo notables personajes de nuestra vida intelectual y política, desde Mariátegui hasta el mismísimo Augusto B. Leguía. Dora Mayer es autora de una obra vasta y de gran significado social, que merece ser republicada y difundida para bien de todos. Algún día será. Mientras tanto, rindámosle tributo leyendo las palabras con las que tejió este notable relato de vida.

 

Vida interna. Autobiografía de Dora Mayer. Edición de Joel Rojas. Tomo I. Lima: Heraldos Editores, 2020.

 

Aunque su público es predominantemente joven, los podcasts atraen a comunidades interesadas en temas particulares y que terminan siendo una audiencia muy fiel. Además, como herramienta de marketing, tienen la ventaja de tener un costo muy bajo de producción

Desde antes de la pandemia el formato del podcast se volvió popular en muchas partes del mundo, pero ahora que las personas están más tiempo conectadas y están buscando formas de distraerse lejos de las pantallas, estos programas –generalmente de audio- que pueden descargarse o escucharse en cualquier momento, tienen aún mejores proyecciones. 

En el Perú, la plataforma más conocida para alojar estos programas es Spotify, que al 2019 ya contaba con 14 millones de usuarios, siendo el 69% ‘millennials’. Similar proporción se tiene en el resto del mundo, lo que también significa una oportunidad para los anunciantes que quieran llegar a este público.

“Estos datos demográficos y hábitos no solo interesan a las empresas de suscripción, sino también a las emisoras de radio o televisión que tienen más dificultades para llegar a los menores de 35 años a través de la programación lineal”, indica el “Digital News Report” de Reuters de 2020.

Más allá del tema publicitario, los podcasts se caracterizan por ser un contenido de interés para la audiencia, que no necesariamente quiere escuchar publicidad. Como lo indica el portal Entrepreneur, el poder de un podcast está en crear valor para sus oyentes, que sienten que están participando en una conversación. A partir de ello, se abren varias posibilidades.

Estrategia por tipo de público

Por un lado, están las marcas que están creando programas y generando contenido valioso para un público “nicho” que los sigue. Por ejemplo, marcas de lujo como Chanel o Gucci están aprovechando este canal para compartir información sobre moda, belleza y entrevista a los artistas con los que trabajan.

Para Ignacio Bernabeu, CEO de La Fábrica de Podcast, una de las ventajas es que el costo de producción de los podcasts es bastante bajo, pero lo otro es que agrupa a esa comunidad de interesados que busca información específica. “El podcast es más eficiente que el ‘mass media’, ya que selecciona quirúrgicamente a una audiencia nicho y descarta automáticamente los ‘no target’”, comentó a América Retail.

Por otro lado, están las marcas que han aprovechado el podcast como un canal más de comunicación interna que puede dirigirse a sus trabajadores. Un ejemplo de esto es el podcast que lanzó la consultora Ernst & Young (EY) en España cuando empezó el confinamiento y que, según Goyo Panadero, responsable de Comunicación, Marca y Reputación de Ernst & Young, ha logrado mejorar el sentimiento de comunidad.

“El momento era delicado puesto que todos estábamos ávidos de información y comunicación de la compañía y los simples correos corporativos no eran suficientes”, precisó a El País.

En cualquiera de los dos casos, se recomienda definir primero el público que se desea llegar y en base a ello, plantear el contenido, el enfoque y elegir las plataformas adecuadas.

El 25 de febrero, el ministro de Salud, Óscar Ugarte, nombró al nuevo jefe de la Dirección General de Intervenciones Estratégicas de Salud Pública (DGIESP), el órgano de su cartera que tiene a cargo el plan de vacunación contra el Covid-19. Nada menos. El elegido es el epidemiólogo Luis Alberto Huamaní Palomino (61) y su llegada se da una semana después de que la anterior cabeza de aquella dirección, Aldo Lucchetti, renunciara por ser parte de la lista VIP del caso “Vacunagate”.

Luis Alberto Huamaní, con más de 20 años de experiencia en el sector público, figura, sin embargo, en otra lista: la de 16 funcionarios del Gobierno Regional de Áncash investigados por el presunto direccionamiento de una millonaria obra en el Hospital Regional “Eleazar Guzmán Barrón”, el principal de Chimbote. La construcción −dos ambientes destinados a UCI que se levantaron a mediados del año pasado− acabó siendo un mamarracho y hoy está deshabitada. Para algunos colegas de Huamaní, la obra es un reflejo de su paso por la región. Él, por su puesto, rechaza todos los cargos.

Sospecha fiscal

Huamaní Palomino fue jefe de la Dirección Regional de Salud (Diresa) de Áncash desde mediados del 2019. Las primeras críticas en su contra, según algunos medios locales, aludían a su condición de forastero: Huamaní no es ancashino, sino arequipeño. Con la llegada de la pandemia, sin embargo, a sus colegas no les fue difícil encontrar mejores argumentos. “Su gestión fue desastrosa. La mayor cantidad de muertes se ha dado por su negligencia. Nunca implementó un plan efectivo contra el Covid”, dice el doctor Leandro Pérez, jefe del cuerpo médico del Hospital Regional “Eleazar Guzmán Barrón” de Áncash.

Esa afirmación tiene un sustento bastante gráfico: los dos ambientes de drywall al interior del terreno del hospital, cuya construcción tuvo el aval de la Diresa. La infraestructura debía albergar, supuestamente, casos graves de Covid-19, pero apenas pudo atender a los pacientes con síntomas moderados y lo hizo apenas por unas semanas. Hoy la obra luce totalmente abandonada. “Son dos ambientes que no tenían ventilación. No se pueden usar ni para hospitalización. ¡Es un cajón! ¡Si pones personal ahí, se va a contagiar de inmediato!”, se queja el doctor Leandro Pérez.

Como a casi todas las malas obras, a esta también le habría antecedido la corrupción.

El doctor Leandro Pérez, jefe del cuerpo médico del Hospital Regional “Eleazar Guzmán Barrón”. Atrás: el mamarracho sobrevalorado mandado a construir por el Gobierno Regional de Áncash.

Desde mayo del 2020, el fiscal anticorrupción Robert Rojas venía investigando el direccionamiento de este proyecto y la adquisición de equipos médicos. El monto que desembolsó la gestión regional −en ambos, estructura y equipos− fue de S/10.061.072,61, aproximadamente S/2.000.000 más de lo que el expediente técnico calculó inicialmente. El desembolso se hizo a pesar de que el contratista, la empresa Quimera SAC, no tenía experiencia en ese giro de negocio, según la Fiscalía y la Contraloría.

El problema no sólo fue la inutilidad de la obra, sino que además se realizó bajo un tipo de inversión estatal (Inversión de Optimización-IOARR) que no permite la creación de nueva infraestructura, sino únicamente la remodelación de los pabellones existentes. “Siempre se le dijo al doctor Huamaní Palomino que existía otra infraestructura abandonada que se pudo haber refaccionado. Y ahí se pudo haber hecho todo el local para el Covid”, explica el doctor Luis Johanson Arias, decano del Colegio Médico de Áncash.

En diciembre pasado, Robert Rojas lideró un operativo que terminó con la detención del entonces gobernador regional de Áncash, Juan Carlos Morillo, y logró que se le dicte nueve meses de prisión preventiva. La fiscalía anticorrupción puso en la mira a 15 funcionarios más, entre ellos, Luis Alberto Huamaní, entonces mandamás de la Diresa de Áncash.

Parte de la ampliación de investigación de la fiscalía anticorrupción contra el doctor Huamaní Palomino. Se le imputa el delito de colusión agravada.

El pasado 4 de diciembre, el fiscal amplió por ocho meses más la investigación preparatoria contra Huamaní por el delito de colusión agravada. Le imputa haber firmado un informe técnico y un “plan de reforzamiento de equipos de salud” entre el 24 y el 26 de marzo del 2020, que permitieron la construcción de marras.

Consultado por Sudaca, el funcionario rechaza estar involucrado en el direccionamiento de la obra y apunta que los documentos que firmó nada tuvieron que ver “con el proceso de elaboración y aprobación de la inversión, ni con el contrato con la empresa, ni con la supervisión y recepción [de la obra]”.

Pero en el Ministerio Público y en el cuerpo médico del Hospital Regional piensan distinto. “Su participación fue clave. Todo contó con su anuencia y dio inicio no sólo a la construcción hecha al interior del Hospital Regional, sino en otros dos hospitales”, dice el fiscal Robert Rojas. “Él [Huamaní] fue el responsable de toda esta obra, esto no podría haber pasado sin la autorización del director regional de salud. ¡Es un desastre!”, añade el indignado doctor Leandro Pérez.

El nombramiento del médico Luis Alberto Huamaní fue oficializado con una resolución del ministro Óscar Ugarte el pasado 25 de febrero. ¿No había más opciones?

Como fuese, el epidemiólogo se anima a defender la inútil construcción. “Las camas de esos ambientes, tenga la seguridad, se usaron. Otra cosa es que, cuando hubo mayor cantidad de hospitalizados, el Minsa construyó dos hospitales temporales y los pacientes pasaron ahí. Yo confío en la investigación fiscal”, apunta.

Huamaní dice, además, haberse ido de Áncash a fines de diciembre, luego de haber conseguido “logros relevantes” en su gestión y señala no conocer ninguna crítica en su contra. Más bien, afirma que la región nunca llegó a un colapso sanitario bajo su liderazgo. Pero es mentira. A mediados de junio, en el pico de contagios, los hospitales ya no recibían un paciente más: no había camas ni médicos especialistas. Y la tasa de mortalidad era la segunda más alta a nivel nacional: 6,7%, según cifras del propio gobierno regional. De hecho, cuando se empezó a levantar la cuarentena en varias regiones, a finales de ese mes, Áncash fue una de las siete que no pudo hacerlo por sus pésimos indicadores.

En el Colegio Médico de la región también tienen un recuerdo muy distinto al del flamante directivo del Minsa. “El balance de su gestión fue negativo. El plan de contingencia nunca se ejecutó al 100% y tuvo muchos errores en marchas y contramarchas, porque trabajaba con un grupo de personas que tomaban las decisiones sin consultar a los entes técnicos. Yo, como nota, le pongo 10 u 11. No le pongo más”, comenta el doctor Luis Johanson. Huamaní es ahora el responsable de la estrategia de inmunización a nivel nacional. En esas manos estamos.

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Minsa

Según la mitología griega, Casandra era una princesa troyana, dotada de singular belleza, que había hecho votos de servir como sacerdotisa en el prestigioso templo de Apolo. Símbolo de inspiración profética y artística, siendo Apolo patrono del más famoso oráculo de la Antigüedad, el oráculo de Delfos.

 

Al verla, Apolo quedo prendado de ella y le habría ofrecido el don de la profecía a cambio de entregarse a él. Cuando la sacerdotisa recibió el don prometido ─quizá ya presintiendo los males que le acarrearía acceder a los encantos del más bello y mujeriego de los dioses─, se negó a cumplir su promesa. Apolo en consonancia con las leyes divinas, no podía arrebatarle el don ya concedido, pero con la clásica ironía griega, le incluyó una maldición: Casandra sabría vaticinar el futuro con precisión, pero nadie, ni siquiera su familia, creería jamás en sus profecías.

 

A pesar de trabajar incansablemente al lado de su esposa dirigiendo la Fundación Bill y Melinda Gates, y dedicar tiempo y energía a combatir la malaria en el África y de ser reconocido como responsable de la erradicación de la poliomielitis en el mundo, Bill Gates ha sufrido en carne propia lo que se conoce como el síndrome de Casandra. El fundador de Microsoft es el blanco favorito de teorías conspiracioncitas que circulan en los bajos fondos de internet y que lo identifican como uno de los inventores del virus de COVID-19 y como futuro Gran Hermano dispuesto a gobernar la humanidad una vez que la campaña de vacunación sea concluida.

 

Sin embargo, Cómo evitar un desastre climático no cae en el tono profético o la advertencia apocalíptica, al contrario, a lo largo de sus doce capítulos, el libro discute con objetividad y sin alarmismo ─empero con gran profundidad técnica─ el reto global del inminente desastre ambiental que amenaza a la humanidad con consecuencias peores que las que estamos sufriendo producto de la pandemia: “en las próximas décadas el exceso anual de mortalidad debido al cambio climático puede alcanzar el mismo nivel que las producidas por COVID pero hacía el año 2100 los cálculos indican que podría ser cinco veces mayor.”

 

El autor es consciente que uno de los mayores riesgos que conlleva la lectura del libro radica en la complejidad del tema: discutir el cambio climático y los retos que comporta, requiere incursionar en disciplinas tan dispares como son la química, la física, la ingeniería, la biología, la economía política, la sociología y la historia. Bill Gates conduce impecablemente al lector a través de ese laberinto de datos, estadísticas, nociones científicas, de modo que al lector entienda la complejidad del problema y la dificultad de las soluciones y alternativas que se pueden implementar.

 

Bill Gates sabe también que el libro puede ser acusado de ser un panfleto publicitario destinado a publicitar sus intereses personales. Después de todo, el lector sabe que el autor del libro posee la tercera mayor fortuna del planeta. Así el libro evita referencias a empresas y enfatiza los principios generales de las tecnologías que discute.

 

Las trecientas páginas del libro tampoco son un mero tratado teórico: los diferentes capítulos presentan las alternativas, analizan los pros y los contras de las diferentes políticas que están siendo implementadas en diversas partes del mundo. Sin ser un manifiesto político, los últimos capítulos son un plan de acción propuesto para gobiernos, empresas y ciudadanos (el lector).

 

Lo primero que el lector debe comprender es la magnitud del problema: hábilmente Bill Gates resume la esencia del reto climático en una cifra: los 51 mil millones de toneladas de gases a efecto invernadero que globalmente la actividad humana inflige al planeta año tras año. Esa cifra se convierte en piedra de toque para analizar los diferentes sectores de la economía y de la sociedad que contribuyen a su generación, pero también es la cifra que sirve para evaluar el potencial real de muchas de las soluciones propuestas por políticos y especialista. Así soluciones como la energía hidráulica, solar, eólica, los biogases, las baterías, el carbón y la energía nuclear son discutidos sumariamente, pero en modo que al lector le queda claro el verdadero alcance y potencial de estas tecnologías.

 

El libro también analiza la manera y la cantidad de energía que consumimos, y allí Bill Gates lo primero que aclara es que no se trata de disminuir o reducir la calidad de vida, pero si de hacernos conscientes de la calidad energética de nuestro consumo. Bill Gates pasa revista a la industria petroquímica, al modo en que el mundo reaccionó a la crisis energética de los años setenta, y como la legislación existente hace imposible que las energías renovables puedan competir con el petróleo o el carbón.

 

Bill Gates es consciente, no obstante, que tendremos que aceptar ciertos cambios inevitables: que la industria agroalimentaria y sobre todo el origen de las proteínas animales es insostenible. No solo por la utilización de tierras que normalmente son bosques o que podrían ser dedicadas a la producción de otros cultivos, sino y sobre todo por la cantidad de gas metano y residuos químicos de los excrementos que el ganado produce y que con la tecnología existente es imposible capturar o reciclar. Es uno de los momentos más intimistas del libro, en el cual el autor nos revela su relación emocional con las hamburguesas a través de los recuerdos de su infancia, y como esa misma pasión lo ha impulsado a invertir en una empresa que produce carne vegetal, que podría utilizar hasta cincuenta veces menos de energía para ser producida sin producir residuos nocivos.

 

A medida que nos adentramos en la lectura del libro, el lector comprende la tarea formidable que la humanidad tiene por delante para impedir un fenómeno que se hace patente día a día en nuestra realidad a través de los disturbios climáticos (sequías, inundaciones) y de otros fenómenos relacionados que estamos comenzando a entender: la deforestación y las enfermedades virales generadas en especies animales con los que antes no estábamos en contacto.

 

Cómo evitar un desastre climático es un libro obligatorio para todos aquellos que quieran entender los entresijos del mayor reto que la humanidad jamás ha afrontado. En un momento de encrucijada política que nos tocará afrontar en algunas semanas, sus reflexiones, el análisis y la información que nos proporciona podrían ser utilizadas para evaluar las propuestas del próximo presidente del Perú.

 

Cómo evitar un desastre climático, Bill Gates, Plaza & Janes editores, Barcelona, febrero 2021, 320 páginas

 

 

Ginebra, 6 de marzo de 2021

La estrategia de venta debe orientarse a lograr una mayor presencia a través de la promoción, publicidad y generación de contenidos en redes sociales

Las ventas totales -online y presencial- de la campaña escolar del año 2021, solo llegarían al 20% del total de ventas de la campaña del año pasado y no repuntarían en marzo, según la Cámara de Comercio de Lima (CCL).

Según Daniel Valera, profesor de la carrera de Administración y Marketing de la Universidad ESAN, el consumidor peruano se volvió más previsor en los niveles socioeconómicos C y D, y más racional en sus gastos empleando un poco más de tiempo en la toma de decisiones de compra, y siendo más analítico con respecto a los beneficios de los productos.

Por ello sugirió que la estrategia de venta debe orientarse a lograr una mayor presencia a través de la promoción, publicidad y generación de contenidos en Facebook, Instagram, YouTube, Tiktok, Twitter, páginas webs, buscadores, aplicativos, entre otros.

 

Espacios apropiados

Recomendó desarrollar espacios apropiados para realizar ventas online, como contar con una web con pasarela de pagos o tener un aplicativo móvil para generar confianza en los consumidores, ante el incremento de estafas. Al respecto, brindó estas recomendaciones para realizar una campaña escolar online en pandemia:

– Realizar un análisis situacional y de mercado, y, enfocarse en particular en las restricciones que indica el gobierno.

– Contar con inventarios actualizados y sincerar los costos, gastos y precios.

– Renegociar las condiciones con los proveedores y servicios financieros (en caso de ser necesario) y evaluar si se pueden acoger a un programa de reactivación económica.

– Desarrollar pronósticos de ventas ajustados al contexto actual y metas a corto y mediano plazo.

– Evaluar las líneas de producto, tanto a nivel de extensión y longitud y replantear las estrategias de precios.

– Evaluar e implementar un presupuesto para la publicidad y promoción del negocio (objetivos, estrategias, tácticas e indicadores)

– Identificar los espacios adecuados y el contenido pertinente para implementar la promoción y publicidad en redes sociales.

– Implementar la logística interna adecuada que los prepare para el envío de las compras online.

– Implementar la logística con los protocolos adecuados para la entrega de los útiles

– Desarrollar e implementar el proceso de ventas online (a través de una web básica o Whatsapp bussines o perfil de empresa de Facebook) sus procedimientos relacionados y las políticas para un adecuado servicio integral.

– Implementar formas de pago más apropiadas aprovechando las de algunos bancos o aplicaciones (Yape, Plin, Izi Pay, pago efectivo, mercado pago, entre otros)

– Emplear las plataformas gratuitas para brindar el servicio al cliente y brindar así un canal de comunicación.

 

Productos de calidad

El docente de la Universidad ESAN, recalcó que los comerciantes deben ser consistentes de lo que ofrecen y entregan al consumidor, tanto a nivel de producto/servicio como en la experiencia de compra. 

“Además deben enfocarse en comunicar bien los beneficios funcionales y tangibles de los productos, no solo para lograr un adecuado nivel de satisfacción en los consumidores, sino también para captar lealtad en el corto y mediano plazo, lo cual es clave para hacer sostenible un negocio”, puntualizó.

Son alrededor de 600 mil las personas que deben presentar este año su declaración de impuestos

El 15 de febrero la Sunat habilitó el trámite de Declaración Anual del Impuesto a la Renta 2020. A la fecha son más de 100 mil personas naturales que vienen cumpliendo con presentar de manera anticipada su declaración. En total son alrededor de 600 mil las personas que deben presentar este año su declaración de impuestos.

 

El Impuesto a la Renta es un tributo que se determina anualmente. Su ejercicio se inicia el 01 de enero y finaliza el 31 de diciembre. Este impuesto grava los ingresos que provienen de alquiler, cesión de bienes inmuebles y muebles, de acciones y demás ganancias de capital y/o del trabajo realizado en forma dependiente e independiente.

 

La declaración de impuestos se puede realizar por Internet, utilizando el Formulario Virtual 709, disponible en el APP Personas desde un smartphone o ingresando a Sunat Virtual vía web en donde ubicará la opción Declaración de Renta Anual 2020.

 

Sunat indica que, una vez presentada la declaración, las personas podrán solicitar su devolución en caso de contar con saldo a favor, o de lo contrario pagar o fraccionar su deuda. La entidad estima que más de 250 mil personas recibirán una devolución tras realizar el trámite.

 

En el caso de las personas que percibieron Rentas de Cuarta o de Cuarta y Quinta Categorías, se remitió a su buzón electrónico el Reporte de Saldo a Favor, documento virtual que detalla la devolución correspondiente y que puede solicitar “en línea” luego de presentar la declaración.

 

¿Cómo declarar mis impuestos?

 

  • Ingresa al Formulario Virtual Nº 709 – Renta Anual – Persona Natural.
  • Accede con tu Clave SOL.
  • Declara tus rentas de primera categoría (alquileres), rentas de segunda categoría y rentas de trabajo y/o fuente extranjera.

 

Sunat indica que en muchos casos, dicho formulario ya cuenta con información personalizada referencial, la cual puedes modificar o confirmar previo al envío de tu declaración. Esta información contiene datos referidos a tus rentas, gastos, retenciones, pagos del impuesto, entre otros.

 

Para una forma más sencilla y automática de realizar tu declaración, puedes descargar el App Personas disponible para iOS y Android.

Un sector de la derecha, sobre todo la élite empresarial y los sectores conservadores, están aterrados respecto del retorno del populismo económico. Esta última gestión congresal les ha puesto los pelos de punta y no quieren ni imaginar lo que podría pasar en el país si además del Legislativo también se activa un Ejecutivo de ese talante.

El problema es que el miedo no es el mejor consejero político. Por pavor al populismo están endosando al ultraconservadurismo moral, autoritarismo político y mercantilismo económico de un candidato como Rafael López Aliaga. Por eso su crecimiento en las encuestas, aunque todo hace suponer que ese estirón se va a empezar a ralentizar y la ola celeste puede terminar convertida en un tumbito (influirán los errores notorios del candidato, el conocimiento de sus aspectos negativos, la arremetida de sus adversarios electorales que antes ni le daban bola, etc.).

Un sector de la derecha peruana está cometiendo el mismo error que cometió en los 90, cuando su pavor al populismo alanista y a la violencia terrorista los hizo adherirse sin prudencias ni cautelas al esquema corrupto y autoritario de Fujimori. Inclusive, connotados compañeros de la campaña del Fredemo y de Mario Vargas Llosa terminaron de entusiastas gonfaloneros del fujimontesinismo por esa misma razón. Y los resultados finales saltan a la vista. Fue un craso error, del cual no parece haber aprendido mucho esta derecha.

Opciones tiene. Es verdad que Hernando de Soto ha desplegado una campaña lamentable, casi indecorosa de lo mala que es, pero es, de lejos, mejor opción -más democrática y liberal- que la de López Aliaga. A cinco semanas de la elección, está bajo en las encuestas, pero no tan lejos del pelotón de potenciales contendores de la segunda vuelta.

La propia Keiko Fujimori, a pesar del inmenso pasivo que arrastra por su inefable conducta política luego de su derrota en el 2016, es también una mejor opción de derecha que la del candidato de Renovación Popular. Jugará su opción gubernativa al filo del reglamento (no es solo estratégica su insistencia en la “mano dura”), pero sabe que no puede reeditar viejos autoritarismos y en términos económicos y morales está también a años luz de modernidad en comparación con las chifladuras reaccionarias del candidato célibe.

La derecha peruana no brilla por su lucidez histórica, pero no está demás invocarla a que en la actual circunstancia bicentenaria reflexione y apueste por un destino liberal y republicano, de libre mercado competitivo, como mejor forma de derrotar a la real amenaza del estatismo o del malhadado populismo económico.

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