Al respecto, Ayala señala que «no hay que tenerle miedo al pueblo», que se le puede dar debate a los grupos conservadores y que el temor a una Constitución con estas características «parte de la lógica de que el pueblo no sabe elegir y son unos salvajes». «Si partimos de la lógica que esto sí o sí será un producto retrógrado será un insulto al pueblo peruano», agrega Arturo.
Para el analista político Mauricio Saravia, estos resultados son producto de las constantes crisis políticas que ha atravesado el país durante los últimos años sin una respuesta de la clase política dominante y esto «ha ido exacerbando el sentimiento de un cambio profundo que se materializa vía Asamblea Constituyente». «Si ya estamos intentando todo, por qué no vamos un poco más allá», explica sobre la lógica detrás de esta tendencia que se muestra en aumento.
Además, Saravia considera que fue la oposición la encargada de poner a la Asamblea Constituyente en la agenda política del Perú. «No siento que desde el oficialismo, cuando Pedro Castillo era presidente, se haya tomado en serio el asunto y más bien la oposición lo puso en agenda», comenta el analista político.
Sobre las iniciativas con las que un sector se muestra a favor para la nueva Constitución, Saravia indica que «la gente lo que quiere es un Estado fuerte y autoritario» y agrega que esta preferencia siempre ha existido debido a que en Perú «tenemos una visión muy autoritaria de la relación del ciudadano y Estado».
«No creo que haya un proyecto serio de una Asamblea Constituyente», cuestiona Saravia y señala que incluso la izquierda progresista de Nuevo Perú no está «tomándose muy en serio el tema de la Constituyente» y se está abordando pensando más en el capital político que se quiere acumular al apoyar este tipo de propuestas.
¿DERECHOS EN PELIGRO?
Alonso Gurmendi, especialista en derecho internacional, señala que «el Pacto de San José establece que cuando un país elimina la pena de muerte ya no puede regresar» y advierte que, aunque se podría incluir, «terminaríamos con una constitución que viola estándares internacionales».
Aunque salir del Pacto de San José es una posibilidad, que tanto sectores de la derecha como izquierda han planteado en diferentes momentos, Gurmendi considera que esto sería una decisión grave debido a que «genera una situación de desamparo de la población. No va a tener recursos en instancias internacionales para resolver cualquier injusticia o violación de derechos humanos» y agrega que «debe preocupar un Estado que no se sienta restringido por el trato que le da a sus ciudadanos».
«Hoy en día. el matrimonio igualitario no está prohibido a nivel constitucional en el Perú. Hay una restricción legal en el código civil, pero no en la Constitución. Tal como está la opinión pública es posible que una alianza de la izquierda y derecha conservadora establezcan una prohibición en la Constitución», señala el abogado sobre algunos de los posibles escenarios que afrontaría el país teniendo en cuenta algunas de las tendencias mostradas en las encuestas.
El aumento de peruanos a favor de una Asamblea Constituyente es innegable. Sin embargo, el aparente descuido de las agrupaciones políticas al señalar con claridad los puntos a cambiar parece haberle abierto la puerta a los sectores más radicales y conservadores del Perú para instalar sus ideales.