Estabilidad laboral: Un plan paralelo

“El día a día, además, permite afianzar las individualidades que el mundo globalizado genera en la sociedad, la tecnología, la virtualidad, las nuevas opciones de convivencia que despersonalizan la interacción natural.”

Nuestra sociedad como saben, no es un todo monolítico, existen las diferencias, las diversidades culturales, los rasgos, las particularidades que denotan en los grupos humanos características étnicas, lingüísticas, religiosas variadas, que la hacen plural. Claro está que las personas pueden pertenecer a distintos grupos al mismo tiempo y esto es posible gracias a las convivencias naturales en los espacios de vida. Por lo tanto, lo que define nuestra sociedad es lo plural, y esto no es malo, no se entienda así. La diversidad y el pluralismo de las culturas configuran a la sociedad de tal forma que obliga en la actualidad a considerar estos conceptos y de esta manera, afrontar una serie de iniciativas que tienen que ver con los reconocimientos ya sean sociales, políticos y tal vez económicos, solo por considerar algunos.

El día a día, además, permite afianzar las individualidades que el mundo globalizado genera en la sociedad, la tecnología, la virtualidad, las nuevas opciones de convivencia que despersonalizan la interacción natural. Los derechos y los deberes que toda sociedad promueve como base de un orden establecido para la convivencia, están sujetos ahora a las interpretaciones de las mayorías y de las minorías sociales, en todo aspecto. En lo público y lo privado, en lo etario, en los jóvenes y en lo adultos, en las distintas miradas del entorno, en fin, el desarrollo y cambio constante de la sociedad está sujeto a lo político y a lo económico. La configuración mundial pesa fuerte en una sociedad como la nuestra.

No es ajeno a este análisis un tema que discurre en la cotidianeidad de la sociedad misma y es la preocupación diaria cuando a lo laboral se refiere. Cuán seguro una persona se siente empleable o cuándo es necesario pensar en el autoempleo por necesidad, para fijar en el mejor de los casos un futuro emprendimiento. Lo cierto que es un tema que motiva considerar siempre desde la polémica, y es el asunto de la estabilidad laboral.

Como concepto simple “La estabilidad laboral, significa en sí, la permanencia en el empleo, que el contrato de trabajo que una persona tiene con su empleador, se mantenga en el tiempo, que no termine de un momento a otro sin motivo”. Como es natural, todo ser humano desea tener un trabajo permanente, estable, no concibe la idea de dejar de trabajar por despido unilateral, para ello la estabilidad estará presente siempre al existir un contrato de trabajo, sea a plazo indeterminado o plazo fijo.

Para el primer caso, la persona labora en forma dependiente en forma cotidiana, sin fecha de término del contrato, salvo razones de fuerza que la norma establece para terminar un contrato, en el segundo caso, el trabajador estará en su centro laboral dentro del plazo fijado en el acuerdo, el mismo que debe ser respetado por el empleador, salvo también que haya una causa de fuerza legal para finalizarlo. Existen otras formas de vinculación o colaboración en los trabajos, todos ellos están sujetos a los acuerdos o mecanismos normativos laborales.

Sea como fuere el tema de estabilidad en el trabajo en la actualidad no tiene la base fuerte que todo Estado debería manejar. El empleador tiene mecanismos diversos que interpretarán y permitirán ceses imprevistos. Una realidad por eso, es que ya sean los trabajadores o los empleadores, los que pondrán en agenda esta situación de miles de personas en la actualidad, y la pregunta de si existe o no existe estabilidad en los trabajos se presenta en una coyuntura tan difícil en nuestro país, que el tema generaría diversas aristas de interpretación. No es mi idea abrir polémica en este tema tan álgido, pero sí pretendo concluir en que esta situación genera estrategias nuevas que deben de considerarse para no generar brechas de desempleo y crisis intrafamiliares.

Por esta razón es que nuestra realidad laboral genera a la larga particularidades que presentan cómo no a nuestro Perú como un país emprendedor y el orgullo de serlo genera debates para aceptarlo o analizarlo. Sin embargo, hay toda una gama de situaciones que explican esto. Tema muy amplio a tratar, los despidos o términos de contrato, generan los autoempleos forzados y a la larga informalidad por doquier.

Entonces, en nuestra sociedad globalizada, joven, inmersa en el mercado de muchas maneras, se obliga a no solo apostar por la estabilidad laboral, sino la realidad te obliga también a caminar siempre con un plan alterno de supervivencia. La mentalidad del peruano deberá ser preventiva y pensar en el día siguiente, cuando no hay trabajo. La inversión fortalecerá los autoempleos por necesidad y generará una mejor apuesta para emprender. Los famosos planes alternos de recuperación, las liquidaciones bien invertidas y pensadas, toda esta gama de oportunidades planificadas es parte de una estrategia que ya debería estar inmersa en nuestro devenir diario, sino la crisis golpeará mucho más fuerte. Ustedes me entienden.

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Autoempleo, Desempleo, diversidad, emprender, estabilidad laboral, Inversión, sociedad

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