¿Por qué calla en siete idiomas cuando se habla de reformas institucionales? ¿La reforma política y electoral no le parecen importantes? ¿La reforma del Ministerio Público y el Poder Judicial ni les va ni les viene?
¿Por qué le aterra hablar de derechos civiles, políticas de género, derechos humanos? ¿Acaso cree, como señala la DBA, que esa es una agenda caviar global que se quiere infiltrar en nuestra soberana república democrática?
Mientras la derecha no entre de lleno a tocar estos problemas y presentar propuestas serias y novedosas al respecto, y persista en dejarle la narrativa de tales soluciones a la izquierda, nunca dejará de ser vocera del statu quo, nunca será disruptiva y no estará en capacidad de convocar a los peruanos desalentados, irritados, disconformes con lo que se entiende como “el modelo”.