Elecciones 2021

“Haremos que vuelvas a ser una señora poderosa” o  “te entregamos el país porque creemos que vas a hacerlo bien”. Son frases de apoyo lanzadas a favor de Keiko Fujimori el pasado jueves 20 de mayo durante el “Forum Democrático”, que incluyó a miembros de la Unión de Iglesias Cristianas Evangélicas (Unicep). Este gremio reúne a las iglesias más conservadoras del país.

Contenido solo para Suscriptores

Suscríbete en uno de nuestros planes

SUSCRIBIRME

Tags:

Elecciones 2021, Evangélicos, Keiko Fujimori, Pedro Castillo

La verdad, ya estoy un poco harta. Con motivo de mi columna de la semana pasada sobre “Castillo y la cultura” se me han venido encima personas que conozco y que pensaba que mantendrían al menos un mínimo de respeto a la hora de tratar de rebatirme. No digamos ya los desconocidos que han enfilado armas para llamarme de todo, desde terruca hasta ingenua. ¿Y por qué? Simplemente por expresar mi opinión, ni más ni menos. Y no se trata de algo nuevo. Mi apoyo al profesor Pedro Castillo es conocido desde hace un buen tiempo, incluso antes de la primera vuelta.

Tampoco es un secreto que soy de izquierda, pero no de esa izquierda que votó apasionada por Verónika Mendoza y que ahora se pone la camiseta del lápiz entusiastamente. Bien por ellos, pues han entendido que las luchas del pueblo deben estar por encima de partidarismos y que hay que apoyar la unidad. Sin embargo, esto no significa que ni ellos ni yo aceptemos incondicionalmente todo lo que diga el profesor Castillo. La crítica constructiva debe tener su lugar bajo cualquier régimen político y debe buscar ampliar los horizontes para que todos, mujeres y minorías sexuales, no vean menoscabados sus derechos.

Por eso, volviendo a lo principal, quiero decir que la reacción de aquellos que apoyan a la candidata Keiko Fujimori ha sido y sigue siendo penosa. El grado de agresividad, inquina y bajeza humana entre quienes se supone cultos y educados me ha revelado los niveles a los que puede hacer llegar el pánico a algunas personas.

Ese miedo sembrado por la mayoría de medios de comunicación, augurando una noche sombría de comunismo, pobreza y destrucción de la democracia si sube el profesor Castillo al poder ya llega a niveles francamente irracionales. Es un miedo surgido también del temor a perder los privilegios que algunos sectores han ampliado o adquirido durante estas tres décadas de neoliberalismo peruano. Por encima de ello, es un temor a que la república criolla fundada en 1821 se convierta en una república mestiza con fuerte raigambre indígena. Y ahí el racismo consuetunidario de muchos limeños y algunos sectores de provincia juega un papel fundamental.

El pánico de esos sectores lleva a justificar los crímenes probados del clan de los Fujimori, hasta el punto de hacer aparecer como aceptable para la democracia a personajes que sabemos a ciencia cierta no tienen vocación democrática, sino que usan la democracia para provecho propio y para afianzar un modelo autoritario. ¿O creen sus partidarios que los crímenes de los años 90, con sus secuestros, asesinatos de periodistas, esterilizaciones forzadas, robos, sobornos, las ansias de perpetuarse en el poder y otras joyitas del fujimorato no se van a repetir si sube la candidata Fujimori?

Por otro lado, para neutralizar ese pánico que causa la candidatura del profesor Castillo y su eventual triunfo hay que desmitificar el fantasma del comunismo. Cualquiera que examine su plan político sabrá que se trata de un modelo de capitalismo con mayor control del estado sobre los recursos naturales y una agenda de industrialización. De ahí al comunismo hay un largo trecho.

Y no hay nada verdaderamente radical en eso. De lo que se trata es de redirigir el modelo económico hacia un estado de bienestar renegociando los términos de las ganancias estatales frente a la inversión para implementar políticas de salud y educación que incluyan a los grandes sectores olvidados. Es una simple cuestión de inversión a largo plazo. El futuro del país requiere que nuestros niños y adolescentes reciban mejores oportunidades.

Si eso les causa pánico a algunas personas, mejor tomen su valeriana.

Tags:

Elecciones 2021, Izquierda, Pedro Castillo

A mí me parecía claro que el ascenso de Keiko Fujimori en las encuestas iba a frenarse y revertirse, y que los números de las estadísticas iban a retomar una ventaja, más o menos holgada, en favor de Pedro Castillo. Fueron varios los motivos de mi razonamiento:

El primero es que entendí la arrolladora campaña contra Castillo y en favor de Fujimori como una ofensiva militar que me recordó bastante la estrategia de las trincheras de la Primera Guerra Mundial. En ella, las ofensivas podían durar meses pero finalmente se agotaban y daban lugar a la contraofensiva del contrario. En realidad, se trataba de ataques bastante inútiles. Las trincheras demostraron ser, para la época, una tecnología defensiva casi inexpugnable. El atacante, en su despliegue, apenas lograba avanzar unos metros sobre el frente enemigo y luego debía soportar su contrataque.

En nuestro caso, se ha atacado tanto, y de manera tan artera y sistemática a Pedro Castillo, que ya no hay mucho más que agregar que no suene a perogrullada. A esto se suma el tufillo clasista de la embestida que, llegado a un punto, lo que está motivando es la solidaridad de importantes sectores de la población, principalmente D y E, con un hombre que, no lo olvidemos, es visto como representante de los sectores populares, como un maestro de escuela rural pública. Un meme muy difundido pregunta peyorativamente ¿le entregarías la educación de tu hijo a un hombre como Pedro Castillo?, lo que ignoran los autores y difusores de ese meme es que la mayoría de profesores y profesoras de nuestras escuelas rurales son como Pedro Castillo, o son Pedro Castillo, y es allí donde se manifiesta, una vez más, nuestro secular desentendimiento.

Por otro lado, el fin de semana pasado, la actuación de los candidatos me pareció clave para motivar un cambio en las tendencias electorales. Vi a Keiko Fujimori solitaria en Santa Mónica, como coqueteando con el futuro, y a Pedro Castillo, medio triunfal, atravesando las calles de la Victoria, en olor a multitud; y vi algo más: las masas que acompañan a Castillo son masas convencidas, militantes de un instante, de la situación, de su oposición ocasional a los poderes fácticos, pero militantes al fin y al cabo, y en tanto que tales poseedoras de la voluntad de convencer a sus pares con mejores argumentos que el terror a que el profesor Tacabambino se metamorfosee en Abimael Guzmán si llega a Palacio.

Asimismo, la presentación de los equipos técnicos debe estar, en estos momentos, jugando un rol importante en todos aquellos, que militantes de la primera fuerza política del Perú (el antifujimorismo), conservadoramente no se animaban a apoyar al profesor Castillo, al verlo rodeado de esos hombres de camisa blanca y cuello rojo, encabezados por el inefable Vladimir Cerrón. Pero ahora están Modesto Montoya, Anahí Durand, Avelino Guillén, Juan Pari, Pedro Francke, la sorprendente Dina Boluarte y otros técnicos de primer nivel. Se trata de un equipo en el que, además, la apuesta por la ciencia y la educación se destaca nítidamente.

Finalmente, ayer marchó y se activó el antifujimorismo, que es el factor que debía presentarse tarde o temprano. Las manifestaciones han sido multitudinarias y es posible que terminen por decantar a la juventud que sacó a Merino de Palacio, en favor del profesor del lapicito. De alguna manera, los espíritus de Inti y de Brian se unen a la causa y poco podrá hacer Keiko Fujimori, en el tiempo que le queda, para convencernos de lo que tendría que convencernos: de que no es Keiko Fujimori.

El Perú no es la caja de pandora, es aún más enigmático, pero así como van las cosas, la suerte parece estar tan echada como lo estuvo al día siguiente de la primera vuelta del 11 de abril, cuando nada nos hacía pensar que Pedro Castillo pudiese perderse en su ruta hacia Palacio de Gobierno. La ofensiva de los poderes fácticos ha sido demoledora, pero su poder destructivo ya no es el de hace unas semanas. Tras su devastador bombardeo, las fuerzas del profesor comienzan a avanzar de nuevo.

Tags:

Elecciones 2021, Keiko Fujimori, Pedro Castillo

La encuesta de Datum ha sorprendido, porque todo hacía suponer que las tendencias eran que Keiko se siguiese acercando a Castillo y no ha ocurrido así. En el simulacro de Datum, el candidato de Perú Libre pasa de 44.4 a 45.5% y la candidata de Fuerza Popular cae de 40.8 a 40.1%, una ligera caída. En la encuesta, Castillo sube de 42 a 44.9% y Keiko de 40 a 40.1%.

Lo significativo en términos estadísticos es el crecimiento de Castillo en el centro (sube de 61 a 70% y Keiko cae de 25% a 18.6%), pero lo más incidente es el movimiento en el sector E, donde Castillo pasa de 51 a 55.1% y Keiko se desploma, de 34 a 26.5%. Como dato adicional, según la encuesta es en el E donde hay mayor número de blanco, viciado, no sabe, llegando al 18.4% de este sector poblacional.

Lo que demostraría esta encuesta es que Keiko tiene una tarea urgente en el sector E (al centro se ha dirigido hoy desafiando a Cerrón), y al respecto parece quedar claro que no basta con mensaje vinculados a programas sociales o con respaldos aparentemente populares como los de los jugadores de la selección de fútbol.

El mensaje de las encuestas es claro. La mayoría está a favor del modelo, pero quiere cambios. Según la medición de Ipsos, el 54% quiere mantener el modelo, pero con cambios, y solo el 32% quiere cambios radicales.

Pues hasta el momento no se le oye a Keiko Fujimori decir qué cambios propone al modelo. Y encuestas anteriores se veía que la población identificaba los cambios al modelo, no desde el punto de vista económico, sino que lo atribuía a temas como corrupción, educación y salud. No se escucha un claro plan de ambos sobre la materia, pero la urgida de mostrarlos es Keiko, que todavía está abajo en todas las encuestas.

Keiko está obligada a realizar un milagro del marketing político, como es lanzar el mensaje de que defiende el modelo y a la vez desplegar una narrativa antiestablishment, que le permita llegar a los sectores D y, sobre todo, E, que es el que menos se ha beneficiado del modelo, además ha pasado por el apocalipsis de la pandemia, tiene toda la razón del mundo para estar irritado por el statu quo, y está dispuesto a dar el salto al vacío y respaldar a alguien como Castillo que propone un cambio radical.

Tags:

Elecciones 2021, Encuestas, Perú

Todos los días, de lunes a viernes, Alexandra Ames, David Rivera y Paolo Benza discuten los temas más importantes del día por Debate. En nuestro episodio número 136: Evaluamos la gestión del actual presidente. ¿Aprueba? ¿Cómo calificar su manejo de la pandemia? Castillo no suelta el primer lugar. ¡Y se viene el debate de técnicos!

En Soundcloud:

En Spotify:


Síguenos en Sudaca.pe

Lima – Perú

#Sudaca​​​​ #LoÚltimo​​​​ #Encuestas​​​​ #Elecciones​​​​ #Elecciones2021​​​​ #Perú​​​​ #AlexandraAmes​​ #Debate

Tags:

Elecciones 2021, Perú, Sagasti

Es aún alto el número de gente que dice que votará en blanco, que viciará su voto o que no precisa una respuesta. En la última encuesta de Ipsos suman blancos 7%, viciados 7% y no precisan 9%, un 23% del electorado que no se inclina por ninguno de los candidatos.

En la primera vuelta de abril último, los blancos fueron el 12.3% del total y los viciados 6.34% (18.7% en total), pero supuestamente esas cifras se reducen en una segunda vuelta. Así ocurrió el 2016, cuando los blancos fueron apenas el 0.82% y los viciados el 5.67%. Hay concolón en la olla electoral.

Si se mantiene la misma lógica, habría aproximadamente un 17% del electorado aún por conquistar de parte de dos candidatos con altísimo antivoto. Keiko, según la propia Ipsos, tiene 46% de gente que definitivamente no votaría por ella y Castillo un 42%.

Sorprenden algunos resultados particulares. El 10% del A vota viciado, 9% del B lo mismo, 13% del D no precisa, 10% en Lima no precisa, 11% del norte vota en blanco, 12% del norte vota viciado, 9% del centro no precisa, 10% del sur lo mismo, y 14% del oriente vota viciado. El D, el norte y el oriente son las regiones y segmentos más reacios a tomar una definición, sumando blancos, viciados y no precisa (27%, 28% y 27% respectivamente).

Al parecer, los dos mayores anticuerpos que ambos candidatos generan son de índole distinta. En el caso de Castillo preocuparía su radicalidad económica y en el caso de Keiko su vinculación a un esquema autoritario corrupto. Tarea política gigantesca de parte de ambos para remontar esa pendiente.

Restan aún diecisiete días para el 6 de junio. Es mucho tiempo en un país como el Perú. Castillo mismo no existía dos semanas antes de la elección y terminó pasando a la segunda vuelta. Las campañas gruesas ya cumplieron su papel. Es tiempo de mensajes teledirigidos, ajustados a públicos objetivos específicos, ofertas puntuales y muy claras.

Veo difícil que se arrebaten votos entre sí. Eventualmente, como hoy vemos en Datum, habrá movidas hacia arriba o abajo, muy leves. En el simulacro Castillo crece 1.5 puntos y Keiko cae 0.9; en la encuesta, Castillo sube 2.5 puntos y Keiko crece 0.1 puntos (el mayor movimiento se ha dado en el centro, donde el candidato de Perú Libre sube de 63% a 70%) de alguno de ellos, pero la batalla decisiva está en ganarse las consciencias de ese grueso número de electores que se anda con remilgos y no se anima a darle su apoyo a ninguno de los dos.

Tags:

Elecciones 2021, Encuestas, Perú

Querida Manuela:

Nací en 1973, durante uno de los tantos regímenes militares de nuestra historia. En ese momento, las mujeres teníamos el derecho a votar y postular a cargo político, pero debíamos ser educadas, casadas y mayores de 21. Desde las elecciones del Congreso Constituyente del Perú de 1822, en las que no pudiste votar Manuela, solo varones educados pudieron hacerlo.

Fuimos el penúltimo país en Sudamérica en otorgarnos ese derecho. El 7 de setiembre de 1955, durante el ochenio de Manuel Odría, se promulgó la Ley N° 12391 que otorgaba a las mujeres el derecho al voto con las condiciones mencionadas. Mi abuelo paterno, Alberto Arispe, fue senador de la República en ese periodo, sin saber que hijas y nietas ibamos a gozar de este beneficio; pero quizá pensando en eso, como él, muchos apoyaron la decisión. Luego de algunos años, con la Constitución de 1979, se da el derecho al voto para todos y todas, así como a la educación universal.  Es decir, todos los ciudadanos y ciudadanas, sin condiciones, podíamos votar. Yo tenía seis años.

Los primeros debates por el voto de las mujeres comenzaron en 1931. Las discusiones de los políticos se centraban en el derecho al voto en los comicios municipales. Fue en ese año cuando el poder presidencial cambió cinco veces en un año: Leguía, Ponce, Sánchez Cerro, Elías y Jiménez; por ello, el tema quedó relegado. Sin embargo, los primeros debates ya habían empezado con las primeras sufragistas peruanas a fines del siglo XIX. Las sufragistas destacadas fueron las escritoras María Jesús Alvarado, Zoila Aurora Cáceres, Adela Montesinos, Elvira García y García y Magda Portal. Hace unas semanas se cumplieron 50 años de la muerte de María Jesús Alvarado, la primera peruana en plantear en 1911 la igualdad de derechos y, con ello, el voto femenino. Por esto y diversas reivindicaciones a favor de las mujeres se dio su deportación dictaminada por el gobierno de Leguía. Parece que el exilio o la deportación era el futuro de las mujeres luchadoras.

Pero te tengo buenas noticias, Manuela. Las cosas han cambiado, en junio de 2021, las mujeres no solo decidimos sino somos la mayor fuerza electoral: 50.4% (12 745 409) contra un 49.6% de hombres (12 542 545). Somos más de 12 millones de ciudadanas que podemos escoger y decidir lo que es mejor para nosotras.

Actualmente tenemos dos candidatos que se presentan a la presidencia de la República, ambos machistas, llenos de prejuicios y con un grave desconocimiento de la institucionalidad. Son parte de la sociedad que no reconoce a la mujeres como tú, como María Alvarado y todas las hermanas sufragistas. Es momento de exigirles que cumplan con las leyes, políticas y planes de Estado vigentes (algunos ejemplos son: DS N° 005-2017-MIMP, que dispone un mecanismo para la igualdad de género en las entidades del gobierno nacional y de los gobiernos regionales; DS N° 068-2017-PCM, que dispone la realización del diagnóstico de la desigualdad salarial en el Estado; DS N° 056-2018-PCM, que aprueba la política general del gobierno; DS N° 004-2018-MINEDU, lineamientos para la gestión de la convivencia escolar, la prevención y la atención de la violencia contra niñas, niños y adolescentes; y, el más importante, el DS N° 008-2019-MIMP, que aprueba la política nacional de igualdad de género). No debemos depender solo de congresistas o presidentes mujeres, sino de todos aquellos demócratas que reconocen las leyes y sus derechos. Debemos exigir a las autoridades que elegimos que las hagan cumplir. Llegó la hora de marcar la agenda pública desde una visión de igualdad y equidad de género con el uniforme de Húsares, como tú.

Tags:

Elecciones 2021, Opinión, Perú

Todos los días, de lunes a viernes, Alexandra Ames, David Rivera y Paolo Benza discuten los temas más importantes del día por Debate. En nuestro episodio número 135: Compras armas y agredir periodistas. Los niveles de polarización se disparan. ¿Qué va a pasar luego del 6 de junio? Y, ¿dónde se metió Carranza?

En Soundcloud:

En Spotify:

Síguenos en Sudaca.pe

Lima – Perú

#Sudaca​​​​ #LoÚltimo​​​​ #Encuestas​​​​ #Elecciones​​​​ #Elecciones2021​​​​ #Perú​​​​ #AlexandraAmes​​ #Debate

Tags:

Debate, Elecciones 2021, Periodismo

Los escenarios congresales que se le abren a Castillo, candidato de Perú Libre, son muy acotados. No tiene mucha capacidad de fuego. Dificultaría enormemente su capacidad de sobrellevar un gobierno efectivo.

Si Castillo gana la elección del 6 de junio y ejerce un gobierno moderado, más guiado por los equipos técnicos de Juntos por el Perú que por el ideario original, se expone a que la facción radical de su propia bancada se le vaya en contra. Y de los 37 congresistas, Cerrón controla al menos 22. Se quedaría con 15 propios, 4 de Juntos por el Perú, eventualmente 12 de Acción Popular, 4 del partido Morado y quizás 5 de Somos Perú. Es decir 39 congresistas, zarandeados por una oposición simultánea de la izquierda radical desgajada y una mayoritaria oposición de la derecha.

Si, por el contrario, Castillo gana y ejerce más bien un despliegue de propuestas radicales, también tendría problemas para generar mayoría en el Congreso. Solo sumaría los 37 congresistas propios más los 4 de Juntos por el Perú, es decir 41 congresistas en total, en absoluta minoría respecto de la oposición.

En ambos casos, Castillo sería un gobernante jaqueado por la posibilidad de la vacancia. Necesita 44 votos para asegurar que no la vaquen, pero, sea moderado o sea radical, no estará libre, además, de interpelaciones y censuras a ministros, o derogatoria de leyes surgidas del Ejecutivo.

Por ello es que él pretende saltarse a la garrocha al Congreso, planteando de facto un referéndum y la convocatoria posterior a una Asamblea Constituyente, que le reste juego político a un Parlamento adverso. No interesa reiterar ahora que ese camino es abiertamente inconstitucional y rompería los cánones legales del orden jurídico peruano, pero al parecer, el equipo de Castillo entiende que lo único que le queda es seguir esa ruta de colisión de poderes y de llevar al Perú a la deriva autoritaria.

Claramente, Keiko Fujimori no es un ejemplo de respeto a la democracia ni mucho menos, y lo suyo es una propuesta liberal autoritaria, pero el juego que le queda a Castillo es solamente el del caos autoritario, del que eventualmente sería muy difícil salir.

Tags:

Elecciones 2021, Pedro Castillo, Perú
Página 10 de 23 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23
x