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Elecciones 2021 archivos | Página 13 de 23 | Sudaca - Periodismo libre y en profundidad

Elecciones 2021

Todos los días, de lunes a viernes, Alexandra Ames, David Rivera y Paolo Benza discuten los temas más importantes del día por Debate. En nuestro episodio número 128: ¿Ya está en Palacio la candidata naranja o hay tiempo para que el antifujimorismo reaccione? ¿Qué acepta el votante de Fujimori sobre su ‘cariño’ por nuestra democracia?

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Elecciones 2021, Gobierno, Keiko Fujimori

Todos los días, de lunes a viernes, Alexandra Ames, David Rivera y Paolo Benza discuten los temas más importantes del día por Debate. En nuestro episodio número 126: La última encuesta de Datum marca el inicio del camino esperado: la distancia entre Castillo y Keiko se acorta. ¿Habrá final ajustada o le alcanzará al profesor el tapón del antifujimorismo?

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Elecciones 2021, Encuesta, Keiko Fujimori, Pedro Castillo

Estamos a un mes de la segunda vuelta electoral, hay mucha confusión, violencia y desánimo hacia el nuevo gobierno que ingresa el 28 de julio del 2021. Estamos viviendo una realidad política polarizada y adversa, supongo que parecido a lo que viviste en los primeros años de la independencia de América.

En estos momentos de confrontación, solo pienso en la lucha patriota, en el ideal de ser libres, crear una patria y liberar el continente americano. “No estoy aquí para informarles a ustedes, sino para sacrificarme por la causa de la libertad», frase célebre de nuestra heroína anónima María Parado de Bellido quien en vida fue mujer ayacuchana, mestiza, analfabeta y quechuahablante, que exponiendo su bienestar y el de su familia, sacrificó su vida en mayo de 1822. Hace 199 años, ella era informante de los patriotas respecto de los movimientos de los realistas en su región.

María fue llevada en procesión en torno a la plaza huamanguina y en cada esquina un oficial leyó el bando de la sentencia de los realistas estableciendo que era «para escarmiento y ejemplo de los posteriores por haberse rebelado contra el rey y señor del Perú». Fue en la plazuela del Arco donde le esperaba el pelotón de fusilamiento luego de ser torturada para que revele quiénes estaban involucrados en su conspiración patriota. Tú recordarás bien esta historia, ya olvidada con el pasar de los años. Esta fue una de las tantas demostraciones de prepotencia y abuso de las fuerzas realistas cuando escaparon a la sierra una vez que Lima fue independizada. Entraron con represión y pueblos enteros fueron incendiados, arrasados y sus pobladores masacrados.

Actualmente la zona andina sur tiene los mayores índices de pobreza. En el 2019 el INEI identificó a Ayacucho, Cajamarca, Huancavelica y Puno como las regiones con mayor índice de pobreza monetaria del país y cuyos niveles se encontraron entre los rangos de 34.4% y 39.4%. Asimismo, en la actualidad, Uchuraccay, Pucacolpa y Chaca son los distritos más pobres de la república. Son tierras de hombres y mujeres trabajadores, dedicados al agro que alimenta a todos los peruanos; artistas de cerámicas hermosas, de retablos que cuentan historias y música que inspiran como la Flor de Retama.

En diciembre de 1824, tú estuviste las 4 horas que duró la batalla en la Pampa de Ayacucho colindante al pueblo de la Quinua, conoces la zona y su realidad. ¿Qué significa pobreza extrema en 2021? Te explico, significa que los pobladores no pueden cubrir los gastos básicos como alimentos, educación y vivienda. Manuela, parece que nada cambió en tantos años. Sin servicios, sin alimentos, sin derechos, probablemente no es muy diferente a lo que tú conociste. Pero fue en esas tierras donde se firmó la Capitulación de Ayacucho que no solo significó la independencia del Perú sino que abrió la independencia hispanoamericana. Hasta hoy, existe la marcada diferencia entre Lima y la sierra, en especial, la zona sur.

Saludos,

Sil

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Elecciones 2021, María Parado de Bellido

Verificación de mensaje que circula en WhatsApp

Es falso que no pagar una multa electoral inhabilite el derecho al voto en segunda vuelta

Fecha de la detección: martes 4 de mayo del 2021 

FALSO

En medio de los comicios electorales 2021, un mensaje que circula en WhatsApp alerta que aquellas personas que no acudieron a votar el último 11 de abril, y cuentan con una multa pendiente, serán inhabilitadas de sufragar en la segunda vuelta. Tras consultar la normativa del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) y con voceros de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), la red Ama Llulla concluye que esta información es falsa.

El mensaje fraudulento difundido a través de la red de mensajería WhatsApp lleva la etiqueta de ‘reenviado muchas veces’, lo que significa que previamente ha sido enviado en cadena a por lo menos cinco chats.   

Ahora bien, de acuerdo con el primer apartado de las Disposiciones Finales del Reglamento de Multas del JNE, el incumplimiento del pago de la multa, sea por omisión al sufragio o por no asistir a la instalación de la mesa de votación, no impide que el ciudadano ejerza su derecho al voto en los procesos electorales posteriores. 

Además, el JNE señala que la solicitud de justificación y/o dispensa tramitada o pendiente tampoco impide la participación del ciudadano en un proceso electoral, según las Disposiciones Finales de la resolución N° 0641-2017

A través de su cuenta oficial de Twitter, Piero Corvetto, jefe de la ONPE, precisó que los ciudadanos que no hayan pagado la multa por no ir a votar el último 11 de abril cuando se llevó a cabo la primera vuelta de las elecciones 2021, “tienen el derecho y deber de asistir a sufragar sin ninguna restricción [para la segunda vuelta]”. 

A una consulta para esta verificación, la ONPE indicó a través de su área de prensa que aquellas personas que no hayan pagado una multa electoral tienen derecho a votar tanto en la segunda vuelta de junio próximo como en cualquier elección posterior. Susana Vital, Subgerente de Comunicaciones y Prensa del organismo electoral, precisó a la red Ama Llulla que, en Perú, el único escenario en el que un ciudadano no está habilitado para ejercer su derecho al sufragio es cuando se encuentra preso. 

Por otro lado, en una guía habilitada por el Gobierno del Perú sobre cómo pagar una multa electoral, se destaca que el ciudadano mantiene su derecho al voto así no haya pagado la penalización. Sin embargo, en caso de mantener la deuda, no podrá inscribir actos relacionados al estado civil, intervenir en procesos judiciales o administrativos, realizar actos notariales ni suscribir ningún tipo de contrato, ser nombrado como funcionario público, obtener un brevete o inscribirse en programas sociales.

Incluso, el JNE está facultado para iniciar un proceso de cobranza coactiva mediante el cual se pueden embargar cuentas bancarias, entre otros bienes. 

Cabe señalar que el mensaje falso utiliza un link de la página web oficial del JNE, habilitado para la consulta de multas electorales. Sin embargo, allí solo se indica la cantidad de multas pendientes y el motivo de cada una. Ama Llulla solicitó una entrevista con un vocero del JNE para esta verificación, pero no se obtuvo respuesta. 

En función a lo expuesto, la red Ama Llulla concluye que la información que circula en WhatsApp acerca de que no pagar una multa electoral inhabilita el derecho al voto en segunda vuelta, es falsa. 

 

*Este chequeo fue elaborado en colaboración con Valeria Mogollón, verificadora voluntaria de la red Ama Llulla.

 

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Ama Llulla, Elecciones 2021, Fake news

Esta vez la pobreza peruana no necesitó de un grupo de élite militar que diera un golpe de estado a la élite económica que la causaba. Tampoco tuvo necesidad de que un grupo de católicos comprometidos hablara por ella. La pobreza cobró vida doscientos años después de fundada la República y se encarnó en personas con mayoría de edad, capaces de elegir a un candidato presidencial que ha llevado sus reclamos hasta el gobierno con la ilusión que los resuelva. Un candidato y un partido que no son de Lima.

Cuando se promulgó la Ley orgánica de Gobiernos Regionales el 19 de noviembre de 2002 se aceptó, tras varios intentos fallidos de integración departamental, que cada departamento establecido en la Constitución de 1979 tuviera su propio gobierno regional, menos la capital, la ciudad de Lima (y luego dicen que no hay discriminación). Desde ese momento las elecciones regionales fueron provocando una crisis en los partidos nacionales que ya en la década de 1990 habían sufrido una desideologización severa. En las primeras elecciones regionales del 2002 se impuso el APRA como el principal partido de oposición a Perú Posible, el partido del entonces presidente Alejandro Toledo. Pero en las siguientes elecciones del año 2006 la mayoría de los gobiernos regionales fueron a manos de movimientos políticos locales en lugar de ir a partidos nacionales. El APRA, que ganó las elecciones presidenciales, sólo logró ganar en dos departamentos y los demás partidos nacionales aún menos. Se produjo entonces una escisión entre los partidos nacionales, todos con sede principal en Lima y los movimientos políticos locales, de tal manera que los nacionales lideraban las elecciones presidenciales, y los locales, las regionales. Mientras tanto, el Congreso se mantuvo como un lugar de confluencia de gobernantes regionales o alcaldes provinciales que al culminar sus periodos se integraban a las listas de candidatos al congreso que albergaban los partidos nacionales. En este proceso de democratización y desarrollo político de movimientos locales la fragilidad de su permanencia en el tiempo y el clientelismo han sido rasgos característicos debido a que los cargos públicos en muchas ocasiones son la principal fuente de ingresos para un sector de la población, sobre todo en zonas de difícil acceso. En ese marco, el Movimiento Político Regional Perú Libre fundado en Junín el año 2007, da origen a un Partido Político Nacional que hasta el año 2016 simplemente se retira en las elecciones presidenciales. De ahí que se pueda deducir que ha sido el candidato Pedro Castillo y no el fundador del partido, acusado de corrupción, quien ha logrado atraer la votación del 40% de votantes regionales.

Más allá de que concordemos o no con los reclamos y soluciones de los que nos habla el candidato Castillo en sus discursos, estamos viviendo un momento particular en nuestra historia. En esta ocasión no es un migrante que viene del campo a la ciudad para poder sobrevivir huyendo del hacendado, tampoco es un senderista que viene del campo a la ciudad para imponer su justicia de terror: nos encontramos ante un dirigente político que tuvo el poder de derrocar a la ministra de Educación y que ha conseguido que la población más pobre del país se sienta representada por su discurso. El discurso del SUTEP es sumamente criticado. Se considera que su orientación ideológica prioriza lo salarial y la estabilidad laboral al aumento de calidad en la enseñanza, pero en una crisis como en la que nos encontramos, ¿cómo no va a representar al más pobre el defensor de la protesta, del salario y de la estabilidad laboral? ¿No es acaso lo más deseado por sus votantes?

El Perú es un país que cumple doscientos años de ser gobernado por alguna élite costeña que siempre se ha enriquecido gracias al trabajo mal remunerado o alguna forma de enganche. Nos acostumbraron a vivir pensando en que algo nos chorrearía. Pues resulta que doscientos años demoró la democracia peruana en conseguir que la mayoría decida. Si la mayoría del país está signada por la pobreza y desde ahí toma sus decisiones, aceptemos la responsabilidad de haber tenido la educación como parte de un sistema que buscaba la conveniente sostenibilidad de la ignorancia y por favor, como limeños, dejemos de lanzar aullidos de miedo, abstengámonos de imponer nuestras recetas y propuestas políticas al candidato. Tiene todo el derecho a decidir a quiénes se acercará para conformar el equipo que pueda realizar sus ideas lo más cercano que pueda a como él las ha imaginado para el país y para la población que representa. Nuestra tarea consistirá en defender, nuestros derechos, nuestras instituciones democráticas y el equilibrio de poderes si sus propuestas son injustas, autoritarias o ineficaces. Demos un salto de madurez política. Las peruanas, los peruanos más pobres ya no creen en promesas de 3,000 colegios. Han conseguido llevar su demanda laboral, y desconfianza en la corrupción y el extractivismo hasta la presidencia. Les queda ahora asumir su responsabilidad al respecto. Llegó la hora de que nos tratemos como iguales.

5 de mayo de 2021

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Elecciones 2021, Gobierno, Perú Libre

El hombre desenfunda su machete y lo restriega contra el piso. Se ríe. Está un poco borracho. El sonido de la hoja es lo único que se escucha al borde del toque de queda. Lo levanta y dice: “Mire, pruébelo, pruébelo, se los voy a regalar, vea, para que no digan que en Chota somos terroristas”. Entrega el machete y se vuelve a reír. “Sírvanse, por favor, queso chotano y mote”, pide. 

 

Gilberto Vásquez Morales es hermano de Armando Vásquez Morales, candidato al Congreso en las últimas elecciones por la lista cajamarquina del ultraderechista Renovación Popular. Gilberto asegura ser miembro de una de las cuatro organizaciones de ronderos de Chota. Administra la cochera en la que Sudaca tuvo que ingresar su móvil para protegerla de los gases lacrimógenos de una gresca que no pasó a mayores. 

Todo el frontis de la cochera tiene pintados los colores del partido de Rafael López Aliaga. “Mi hermano postuló, con el 1”, dice Gilberto, quien además administra el local. “A la otra camioneta que ha venido desde Lima le he dado unos ponchos, para que no digan que somos terroristas aquí en Chota”, agrega. Y vuelve a insistir con el queso, el mote y el machete. 

Además de rondero y administrador, Vásquez Morales también trabaja en obra, según las fotos que proporciona empleando una estación topográfica. “Aquí en Chota, sí, nuestros ancestros han sido duros. Pero nosotros somos muy buena gente. Acá nadie roba, nada se pierde. Yo dejo la cochera abierta toda la noche”, insiste. Está muy preocupado en transmitir esa idea.  

¿Qué hacen los ronderos si agarran a un ladrón? “Ahí, pues, tú sabes”, dice. Luego prefiere explicar: primero a trabajar, después, si el caso lo amerita, vergüenza pública. La ciudad está ya casi en silencio. Se ha apagado desde la algarabía de la tarde. ¿Por quién va a votar, Gilberto? “Por Castillo, porque es paisano, le vamos a dar el voto”, dice. ¿Y el cartel de afuera? Ya no se ríe. Su hermano está gravemente enfermo de Covid-19. 

 

“Somos ronderos”

El ambiente en Chota, capital de distrito y provincia homónimas, estuvo cargado el último sábado. Idas y venidas en redes sociales, una organización improvisada pero funcional, y autoridades locales con mucha prensa a disposición. Pero no solo la prensa limeña se trasladó en cantidad inusual a la ciudad cajamarquina, junto a Sudaca, sino también la Policía: 460 efectivos cercaron los accesos a la plaza principal.

Por supuesto, a los estrategas fujimoristas, ya curtidos en estas lides, no se les hubiera ocurrido entrar sin portátil a territorio visitante. La de Keiko era pequeña, pero bulliciosa. Algunos llegaron en buses antiguos, otros en camionetas 4×4. Los naranjas, incluso, acondicionaron su local cerca a la plaza con gigantografías de la lideresa. 

Al espacio cercado por la Policía solo ingresaron algunos cientos de partidarios de ambos bandos. Eso equiparó la bulla, pero el fujimorismo siempre estuvo en minoría. A las afueras, un primer choque se registró alrededor de las 2:30 de la tarde. Los fujimoristas arengaban “¡no al terrorismo!”, mientras un convoy cargando un lápiz de casi dos metros intentaba cruzar la esquina que ellos ocupaban a una cuadra del debate. En la plaza, los gritos eran los de un partido de fútbol. Apenas había centímetros de distancia entre las personas. 

El debate fue un intercambio de pullas −algunas mejor, otras peor dirigidas− que mantuvieron arriba los gritos hasta la última intervención. Hubo una postal final de choque de puños −histórica, desde su nacimiento− y Keiko se subió a una camioneta blanca flanqueada por su equipo. Pedro Castillo salió de la plaza caminando entre el tumulto. Los K se cruzaron con los lápices a una cuadra de la plaza a diez para las tres de la tarde. El contingente policial tuvo que lanzar algunas bombas lacrimógenas. 

Tras dispersar a los ciudadanos, la Policía se movilizó en resguardo del convoy naranja. Fueron aplaudidos, arengados, con vehemencia desde uno de sus buses. Más allá de algunos objetos lanzados al aire, el altercado entre keikistas y castillistas se calmó. El profesor se resguardó en el local de su partido: un edificio de la calle Exequiel Montoya cuyo segundo piso sobresale sobre la vereda. Desde allí, su coordinador regional anunció que daría un mensaje. 

Decenas de personas volvieron a congregarse: simpatizantes, curiosos, periodistas, policías y, también, un grupo de mujeres con chicotes y chalecos amarillos con inscripciones en negro. “Seguridad de Bambamarca. Rondas campesinas”, decían. Pasaron los minutos y empezaron las arengas. La más repetida fue esta: “somos ronderos, y no terroristas”. 

 

Pintas y más pintas

Llegar a Chota por carretera no es fácil. La ciudad está cercada por una muralla de montañas verdes, hermosas, pero llenas de neblina y derrumbes activos. La propia Keiko demoró 30 minutos debido a uno de ellos. Pero, además, toda la carretera es un muestrario de la oferta política del país, pasada y presente. Abunda en el tramo cajamarquino la propaganda del candidato al Congreso de Podemos Perú, Guillermo Vásquez Chingo, que no agarró una curul, y de Elva Edith Julón, de Alianza para el Progreso, hija de un exalcalde suspendido por mandato de detención. 

Prevalece, además, la A del partido de César Acuña, uno de los dos chotanos que participó en esta elección. El otro, que le gana en presencia de paredes, es Pedro Castillo. El lápiz es −aunque por poco− lo más pintado en todo el recorrido. No solo en la llegada a Chota, sino en casi toda la carretera desde Lima. Chimbote, por ejemplo, está repleto de muros rojos.

Para ver la ‘ola roja’, más que a analistas políticos, quizás la mejor forma era consultarle a un transportista que no paró por la pandemia.

Castillo finalmente no salió a la ventana de su local de campaña. Reubicó su saludo a un lugar más simbólico: el Parque del Maestro, a las puertas del Centro Cultural Akunta, que tiene la imagen de un rondero en la fachada. Allí dio el pésame a los familiares de un dirigente local recién fallecido, dijo que empezaba su gira por “la [región] macro-oriente” y repitió sus dos eslóganes de campaña: “No más pobres en un país rico” y “palabra de maestro”. Luego partió hacia el distrito de Chugur. 

En el Parque del Maestro se volvió a escuchar la misma arenga, varias veces: “Somos ronderos, no terroristas”. Los seguidores de Castillo hacen referencia a la cobertura de la prensa limeña sobre los vínculos de Pedro Castillo con el Movadef, que reivindica el legado genocida de Abimael Guzmán. En Sudaca, publicamos hace dos semanas un artículo que mostraba sus reuniones con representantes de ese movimiento en Bolivia. El candidato no quiso contestar al respecto. 

La ciudad se tranquilizó con la noche. “La economía aquí recién está saliendo un poco. Van a ser dos años sin carnavales. Acá esto se llena, todos los precios se multiplican por cuatro, ahora solo los comerciantes vienen, y eso”, dice el Sr. Saavedra, el administrador del hotel Saamedi. ¿Votará por Pedro Castillo? “Como paisano, supongo, le daremos el voto”, dice. 

 

“Ya estamos hasta en Magdalena”

Poco antes del toque de queda, el local de Perú Libre vuelve a abrir sus puertas. Es una reunión de 20 partidarios del lápiz con sus coordinadores y dos congresistas elegidos para este periodo: Américo Gonza y Hamlet Echeverría. Nadie filtra quién entra y quién no. El ambiente está acondicionado con cuartos de triplay en el segundo piso y un espacio abierto al centro del primero. Un hombre se para de su silla, dice que tiene una agencia de turismo y ofrece colaborar con los pasajes para la campaña. Otro recuerda que también se necesitarán personeros, porque el fujimorismo ‘seguro va a tener para pagarlos’. El ambiente es el de una recta final en la que todos creen que pueden ganar. 

“Yo he venido desde Lima. Allá nos estamos organizando en distintos barrios y hasta ya tenemos un panel enorme frente al mercado de Magdalena, un distrito de renta media”, dice uno más. Asegura que el apoyo en la capital puede crecer. Hay aplausos, otros personajes toman la palabra. Finalmente, se la ceden al nuevo congresista Echeverría. 

Él se quita la mascarilla y se pone de pie. Es profesor de secundaria, ha estudiado un posgrado en la Vallejo, de Acuña. Ha reportado un sueldo en el sector público de S/2.500 mensuales. Obtuvo una curul porque a quien le correspondía por votos, Yanina Poveda Merecedes, murió de Covid-19. ¿Todos los maestros somos terroristas?, se pregunta Echevarría. Luego se queja: “Me duele porque yo he estado en Ayacucho en la época de Sendero”.

“Al chotano ni la mano”, dice el huayno ‘Cholo chotano’, de William Tapia. Es un refrán popular que acuñaron los chilenos durante su paso por territorio nacional, debido al nivel de hostilidad con el que fueron recibidos en esa zona de Cajamarca. La copla, sin embargo, inmediatamente responde: “Las apariencias engañan, el chotano es un hermano”. 

Al alba del domingo, Gilberto Vásquez Morales se despide sin un ápice de resaca, recordando lo dicho el día anterior. Sudaca tuvo que volver con prisa a Lima, cargando un machete como regalo. “¿Ustedes van a apoyar a Keiko?”, le preguntó el administrador de una tienda de combustible, a la mitad de una carretera cubierta por la neblina, al equipo de este medio. Aún no sabemos, ¿y usted, por quién va a votar? 

“Por Castillo, porque es de aquí. Ya es hora de que gobierne un cholo, un cholo chotano. Y ahí vamos a ver qué puede hacer, ¿no cierto? Si en Bolivia [Evo Morales] lo hizo bien. Están diciendo que los cajamarquinos somos terroristas. Nada de eso, acá eso no hay”, respondió. Ese fue el mensaje de Chota para Lima tras el debate. Valga transmitirlo.

 

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Elecciones 2021, Keiko Fujimori, Pedro Castillo

El foco de las críticas en la campaña electoral está puesto sobre el planteamiento económico del candidato de Perú Libre. ¿Está equivocado en todo lo que propone? ¿En qué sí y en qué no?

No te pierdas la videocolumna semanal de David Rivera del Aguila

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Elecciones 2021, Pedro Castillo, Perú Libre

Es una buena fórmula verbal la empleada por Keiko Fujimori para expresar su diferencia respecto del cambio radical que propone Pedro Castillo. Según la última encuesta de Ipsos, 86% de la población quiere un cambio del modelo (32% radical, 54% moderado), de modo que mal puede estacionarse como una simple defensora del modelo.

Pero cualquier narrativa antiestablishment que quiera desplegar la candidata de Fuerza Popular tiene que ser respaldada por los hechos y por los gestos. Y en esa medida, poco o nada ayuda que presente un equipo técnico conformado por los rostros gastados de Carmen Lozada, Martha Moyano, Jorge Baca y Patricia Juárez!!! Eso es más de lo mismo. No es renovación. ¿No tenía a nadie más que mostrar? Si la idea era reforzar el albertismo, es un esfuerzo absurdo porque ese voto ya lo tiene consigo.

Es verdad que el antivoto keikista viene disminuyendo (de 70% en marzo a 50% en la última medición), pero si Keiko de verdad quiere aliviar esa mochila va a tener que mostrar algunos propósitos de enmienda respaldados en nombres frescos, independientes, no fujimoristas.

El de Luis Carranza es, por ejemplo, una buena muestra de lo que debe mostrar. Carranza es un economista que garantiza un manejo macroeconómico serio y fue él el artífice del boom económico del segundo gobierno de Alan García. Pero a la par se necesita conocer una baraja de potenciales Premier o, muy en particular, de probables ministros de Educación, considerando que las mayores rabias y furias keikistas de los últimos cinco años se asentaron en ese sector (teniendo como víctimas a Jaime Saavedra y Marilú Martens).

Keiko tiene el camino cuesta arriba. Debe recuperar el sector AB derechista (empeño que ya está casi logrado), debe conquistar los sectores D y E (aún en proceso), debe asegurarse algún porcentaje significativo en el arisco sur antifujimorista (lo más complicado), y debe aminorar el antivoto (tarea que parece haber olvidado).

Todo ello requiere de una estrategia fina, múltiple, de varios frentes de batalla simultáneos. Pero no puede cometer errores tan ingenuos como el del anuncio de su “equipo técnico” de la vieja guardia. Le resta, no le suma.

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Elecciones 2021, Fuerza Popular, Keiko Fujimori

La economía peruana está mucho menos dolarizada que años atrás [bajó del 70% en 2004 al 24% en 2021]. Se podría pensar que entonces los vaivenes del dólar no nos afectan en lo cotidiano. ¿Es cierto o qué mostraría lo contrario?

El pan y el pollo, por ejemplo. El pollo come maíz y el maíz no se hace en el Perú, porque no tenemos un buen clima para producirlo. Nosotros vivimos del pollo, es el alimento del peruano. Cada vez que sube el tipo de cambio, sube el precio del maíz y nosotros pagamos más por el pollo. Igual sucede con el trigo, nosotros no tenemos clima para hacer trigo, lo tiene Argentina, lo tiene Brasil. Cada vez que el tipo de cambio sube, sube el precio del pan, porque sube la importación del trigo. No es tan bueno que suba el precio del pan porque a los ciudadanos nos golpea el bolsillo. Además, con estos mismos dólares, se paga el petróleo, el aceite, la ropa o la soya que también la importan. Entonces, tienes que usar más soles para comprar los mismos dólares. ¿Se genera inflación? Sí. ¿Y eso es malo? Sí. Porque nos cuesta más a todos los ciudadanos de a pie.

La gente, al buscar aferrarse a una moneda más segura y salir a comprar dólares,  genera que haya menos dólares en el mercado también. Entonces, colaboran con el alza del dólar… 

Es un círculo vicioso o virtuoso, pero generas una espiral. Tú compras tus dólares y en la tarde ves a alguien: «Oye, ¿sabes que compre dólares?». «¿Por qué compraste dólares?». «No, mira, por si acaso». Esa persona se queda pensando toda la noche y al día siguiente dice: «¿Sabes qué?, voy a comprar dólares». Se genera esa bola de nieve, en que la gente empieza a pasarse la voz, y a mí me ha pasado los últimos cinco días, ha sido el triple de llamadas de personas que preguntan sobre el tipo de cambio en los dos últimos meses. Además ahora es virtual, tú entras a una página web y cambias al toque. ¿Por qué la gente actúa así? Porque las personas que tienen 50 años a más lo vivieron con Alan García 1. Hay un recuerdo detrás de tu cerebro que te dice «alerta, alerta», que grita «¿te olvidaste?». 

¿Crees que sean conscientes de que sí se genera un alza en productos básicos?

No son conscientes, porque además en este momento tú no estás tomando una decisión 100% racional, estás tomando una decisión un poco emocional. Y en ese punto emocional, eres tú contra el mundo, «yo voy a cambiar mis dólares, pensar en los demás no me importa, yo por lo menos quiero tener dólares». Quizás un poco tomada por la angustia, todos los días sube el cambio: «pucha, debí cambiar ayer que estaba en 3.67, ahora está en 3.68». No es nada la diferencia, pero no importa, tú ya estás [pensando]: «Ha subido, no compré, se me pasó». Te genera esta ansiedad hasta que compras.

Usualmente esto pasa en la bolsa [de valores] también. Yo he comprado, y suele haber una etapa en la cual sube muy rápido, que es lo que pasó la semana pasada. El dólar llegó a 3,85, y ahora ya regresó a 3,79. Creo que hay un poco de esta bola nieve y que el Banco Central [de Reserva] ha contenido muy bien, ha estado vendiendo dólares tres veces más diariamente, que lo que ha vendido en los últimos meses, en enero, febrero por decir. 

¿La experiencia de gobiernos anteriores en personas que están en sus 50 años o 60 qué rol juega en este círculo vicioso?

Juega en la parte más emocional y más temerosa de la experiencia pasada. Es el ´cuco´ que no quieres volver a ver y que te está tocando la puerta. Entonces, esas personas son las que cambiaron dólares en noviembre o en diciembre y que ahora les están diciendo a sus hijos: «Oye, hijito, yo tendría dólares, me acuerdo y te puedo recomendar eso». Entonces, empiezan a generar esa ansiedad. Sin duda, yo creo que esas personas, la mayor parte, no tienen soles hoy día y tampoco han tenido más de la mitad de su plata en soles en los últimos 20 años, porque siempre tuvo ese miedo de que algo malo puede pasar. La confianza se demora en generar. Los más jóvenes nacieron en un entorno en que el dólar no se movía tanto como hace años. Entonces, en su experiencia el sol es una moneda normal y fuerte, donde no hay inflación o hay poca. Te puedo generar angustia contándote historias, pero no las has vivido. 

Hablamos del primer gobierno de Alan García, ¿no?

Con Alan García literalmente ibas a tomar café [por la mañana] y en la tarde te costaba 50% más. Entonces, si tenías dólares, no importaba, tú cambiabas tus dólares y podías comprar dos cafés en la tarde, ya no uno. Porque se generó esta inflación tan grande en precios locales… He trabajado para una compañía de seguros y me contaron que iban con bolsas a Ocoña a cambiar dólares. Ya no contaban los billetes, los pesaban. La historia es que si tienes tus dólares te va a ir bien, no importa lo que pase con el sol.

Imagínate que Castillo o Keiko digan: «Vamos a hacer un gobierno donde vamos a tener cierta línea macro». Todos sabemos que están mal muchas cosas, pero imagínate que le den paz al mercado. El tipo de cambio debería regresar a 3,30, por donde está el precio del cobre. De 3,30 a 3,80, yo creo que es puro nerviosismo, puro miedo, pura angustia, pura sensación de que hacia adelante pueda estar peor de lo que estoy ahora y la economía lo va a reflejar. Entonces, me voy a la moneda fuerte, el dólar se ha denominado como la moneda reserva. Cada 100, 150 años, hay una moneda reserva en el mundo, hoy es el dólar. Probablemente en 50 años sea la moneda china, pero estamos todavía en el periodo del dólar.

¿En qué características del primer gobierno de Alan García encuentras similitud con lo que pudiera pasar con Pedro Castillo?

La primera es que en el primer gobierno de Alan, él tenía como que esta idea regional, que no solo era de él, sino pasaba en toda América Latina, de cerrar la economía, es decir: «Señores no vamos a permitir que se importen productos, los vamos a hacer acá. De esa manera yo voy a generar fábricas, voy a generar empleo». Cerró la economía. Pero hoy día vas a tener un impuesto de entrada de 300%, si tu celular te costaba S/300, mañana te costaba 1000. ¿Pero qué pasaba? En verdad no podías hacer el celular porque no tenías ni las fábricas ni la gente, ni los ingenieros, ni la tecnología.

Dos: el tema de nacionalizar las empresas, que no nos ha funcionado a los países chicos y no muy desarrollados, porque terminas utilizando para la empresa del Estado a todos tus partidarios, así sepan o no sepan manejar la empresa, no importa, los metes ahí. Luego, vendría la reducción de libertades en general también. Alan García trató de estatizar la banca. 

De los resultados de la primera vuelta y las primeras encuestas, ¿qué impactos adviertes en nuestras decisiones económicas?

Tengo el temor ahora mismo de que estas dos semanas han hecho que las personas se asusten. Las personas y las empresas. Han dicho: «Uy, no compro, no invierto. Tenía que hacer esta operación, ¿sabes qué? No, no lo compro». El que quería comprar un terreno para hacer un edificio de viviendas, tampoco lo va a hacer. Se ha parado de golpe la inversión. Como en la pandemia, «nadie sale a la calle», más o menos de golpe. Entonces creo que vamos a sentir el efecto en los siguientes dos meses. Económicamente el país se va a frenar pero rapidísimo. ¿Y qué tiene que hacer el gobierno? Tratar de que las obras sigan avanzando. Carreteras, pistas, lo que sea. Pero el privado se ha asustado, ha dicho: «¿Sabes qué? No sé si invertir mi plata». No se contrata a nadie, no se paga nada, se aguantan a ver qué pasa. Y ese miedo afecta la inversión, afecta el consumo, afecta un montón de cosas. Eso no lo recuperas tan rápido. 

Y conforme se acerque el día de la elección, ¿qué prevés que suceda con el tipo de cambio?

Creo que el dólar no va a seguir subiendo como lo ha estado haciendo porque se van a pegar los dos candidatos. Ninguna elección, creo yo, de dos participantes termina siendo 70-30, 60-40. Si tú ves todas las elecciones en Chile, en Ecuador, en Alemania, siempre terminan siendo medio pegadas, porque se polariza, forman bandos. Entonces yo creo que a medida de que se empiecen a pegar, el tipo de cambio va a empezar a relajarse un poco, a estar menos tenso. Si mantenemos esa diferencia, que creo yo que es muy poco probable, el tipo de cambio va a reflejar eso. 

¿Y ya con el resultado de la segunda vuelta?

En caso que gane Pedro Castillo y si es que no hace una hoja de ruta, el tipo de cambio va a seguir subiendo para el 28 de julio. ¿Por qué hasta el 28 de julio? Porque el 29 él va a empezar a decir y hacer cosas. Pero como tienes tiempo antes de que asuma, tú vas a comprar dólares antes, y ahí el Banco Central va a vender [dólares]. El Banco Central tiene muchas reservas, muchas, muchas, muchas. Puede vender todos los dólares que están en soles en el banco. Pero la idea es que no te quedes sin dólares, porque necesitas esa plata como reserva, para comprar productos, etc. Entonces va a ser una devaluación lenta [del sol], pero se va a dar. Vamos a perder reservas, tenemos una línea de 11 mil millones con el Fondo Monetario [Internacional], y la van a jalar (utilizar). 

¿Habrá un punto de quiebre o momento decisivo?

El día que nombre al Banco Central y al Ministro de Economía será la segunda parte importante. Cuando tengan que cambiar a todos los miembros del Banco Central, ese día va a ser como la fecha clave donde las personas van a decir «ok, tengo miedo» o «ya no tengo tanto miedo como antes». En los casos en que es injustificado, en que [Castillo] nombre un banquero central o un Ministro de economía que la gente diga «mira, a este tipo le gusta la estabilidad más que otra cosa”, entonces el tipo de cambio se va a empezar de nuevo a apreciar. 

Si él no le quita la ansiedad, el 4 está a la vuelta de la esquina. De 3,85 a 4 ya no es tanto. Entonces, sin duda, si [Castillo] no quita esta sensación de angustia, porque dice: «No, yo voy a seguir con mi plan, que es una locura, pero no importa», antes del 28 de julio estamos en 4, te lo firmo sin duda. Y 4,50 a fin de año también, esa es mi percepción. El otro caso es al revés: si hay estabilidad, ya sea porque Keiko nombra gente de confianza, o Castillo nombre gente de confianza; el tipo de cambio se iría a 3,60, 3,50, 3,40, y ahí te conviene tener soles.

«No hay nada más cobarde que un dólar», dice la conocida frase, ¿quiénes son los que reflejan más su ansiedad o miedo?

La persona natural de a pie, la que tiene sus poquitos ahorros y que se muere de miedo de que lo poquito valga menos de aquí hacia adelante. Todas las empresas también y los grandes. Pero yo diría, el que más temor tiene es el que ha ahorrado durante mucho tiempo. S/50,000, por ejemplo, y de repente dice: «Pucha, con esos S/50,000 pude haber comprado 15 mil dólares, y ahora puedo comprar S/12,000, luego S/10,000. Pero el carro que quería sigue costando en dólares, ya no puedo comprar el carro». En ese momento te das cuenta que, efectivamente, tus soles valen menos. Y [sucede que] el carro lo quería comprar para hacer taxi, para utilizarlo como fuente de trabajo. En ese momento, esa persona dice «mejor voy comprando dólares, porque ese taxi va a seguir en dólares». Yo creo que ese es el que sufre más.

Claro, lo sufre, lo pierde.

Y no lo recupera.

¿Pero quienes tienen más poder de mover el tipo de cambio son las empresas grandes? ¿O entre los chiquitos pueden tener igual impacto?

Yo creo que los millones de chiquitos pueden mucho más que las empresas grandes, porque con las empresas grandes, finalmente el Banco Central dice: «¿Cuánto quieres comprar?». «Quiero comprar 200 millones». El Banco Central se lo da. Entonces, cuando viene un millón de chiquitos todos los días, son 200, 200, 300, es mucho más potente. 

Pocos días antes de la primera vuelta fui al Jirón Ocoña y la lectura de los cambistas era que los vaivenes del dólar eran reflejo de las encuestas. “A veces vienen como palomas a comprar, otras a deshacerse de los dólares”, “Mucho psicosocial”, era su lectura final y repetitiva.

Y eso es un negocio bien peruano. Tú vas a Chile, por ejemplo, y hay algunas casas de cambio. Vas a Colombia igual, casi no hay. Porque en esos países no se dolarizó la economía, por decir. Pero es un muy buen negocio ser cambista.

 

Foto de portada: Gestión.

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