Elecciones 2021

Realmente es increíble lo que sucede ahora en el Perú. Al observar desde la lejanía una se da cuenta de que carecemos de muchos valores esenciales, y uno de ellos es la dignidad. Tal vez no tengamos memoria en recordar todas las nefastas acciones que vivimos en la década del 90, todo lo que sufrimos los peruanos bajo una dictadura en que la corrupción afloró, como la pus, de mil maneras. Hoy en día tenemos un escenario complejo, con dos opciones electorales, y lo que un grupo importante de peruanos hace es irse por lo malo conocido, ¿por qué?…. Por el egoísmo que los circunda y sin duda por miedo a lo desconocido.

Nuestra nación se une siempre en los partidos de fútbol, cuando juega nuestra selección, pero luego volvemos a caer en ese sentimiento individualista, racista y clasista que caracteriza en gran parte a los sectores dominantes. Lamentablemente, también cunde a veces entre los más populares. He vivido los últimos años en el Perú, y sé que hay gente con mucho potencial. Hay mucho talento y mucha gente óptima y trabajadora. En contraste, he visto también gente que por contactos y “vara” ocupa sitios que les quedan grandes. Por eso apoyo al profesor Pedro Castillo. Creo que la puntualidad, la humildad, y la experiencia de haber trabajado toda la vida lo han preparado mucho mejor para enfrentar a un Perú que cada día sufre más las consecuencias de gobiernos corruptos y mafiosos.

Creo que si realmente queremos un cambio y anhelamos ser mejor país no podemos apoyar ni el robo, ni el crimen y mucho menos a una candidata que ha sido procesada y que todavía lo sigue estando, y que solo busca la impunidad…. Por favor, lo que necesita el Perú es trabajo, inclusión y una economía que trascienda a los más abandonados, sobre todo ahora en esta crisis de dimensiones bíblicas que significa la pandemia, en que los peruanos están muriendo por decenas de miles.

¿Que el Perú se convertirá en Venezuela? Lo dudo mucho. Ya ha asegurado el candidato Castillo que implementará cambios dentro de las normas constitucionales, trabajando a fondo con el nuevo congreso. ¿Que habrá golpe militar si va muy lejos, como predice el Marqués de Vargas Llosa? Pues también hay sectores dentro de nuestras Fuerzas Armadas y Policiales que están por el cambio siempre que se respeten las normas vigentes, lo cual incluye renegociar los contratos con las grandes corporaciones internacionales y utilizar esas ganancias para mejorar los sectores de salud y educación, sobre todo. ¿Que Castillo es “resentido y reaccionario” porque no apoya de plano las agendas por la igualdad de género y de los grupos LGTBIQ? Eso estará por verse, pues esa igualdad debe pasar primero por el empoderamiento social y económico de esos sectores junto con el del resto de peruanos. Y de hecho tiene congresistas que lucharán por esas justas causas. Keiko, por otro lado, fue consistente en bloquear desde su bancada congresal muchas normas en favor de esos grupos a lo largo de los últimos años.

Es un riesgo, sin duda, apostar por esta opción. Pero el riesgo es mejor que la podredumbre, las esterilizaciones, los asesinatos y la escandalosa corrupción que ya le conocemos al clan Fujimori (porque el papá de Keiko sin duda gobernará tras bambalinas, con toda la corte de los 90 que ya la candidata exhibió como su equipo de gobierno).

Recuperemos la dignidad, hermanos peruanos. Nuestro país es muy grande, muy rico en historia y recursos. No dejemos que los saqueadores de siempre, como ocurre desde casi quinientos años, lo sigan depredando.

 

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Elecciones 2021, Pedro Castillo

Por Alessandro Azurín y Alba Ñaupas

 

El pasado 24 de abril los 16 congresistas electos de la nueva bancada de Acción Popular (AP) por fin se conocieron. La cita fue convocada por el reciente candidato presidencial del partido, Yonhy Lescano, en el local principal de la agrupación. Consultado por los pormenores de la reunión, el virtual parlamentario Juan Carlos Mori asegura que se trató solamente de “una reunión de agradecimiento y felicitación de parte de Lescano hacia nosotros, los electos. No conversamos ninguna postura partidaria. Eso es aún un tema pendiente”.

 

Otro de los asistentes, Ilich López, virtual congresista por Junín, resume la conversación de esa reunión en una sola palabra: unión. “Básicamente lo que hemos quedado es que la bancada va a actuar en unidad, en base a los principios partidarios y vamos a ser una bancada sólida. Conversaremos con todos los líderes de Acción Popular para poder contribuir con la unidad dentro del partido y que esa unidad se vea reflejada en nuestras decisiones”, explica a este medio.

Pero a la reunión del 24 de abril no acudieron todos. Y aunque Ilich López dice que las ausencias se debieron a presuntos contagios de Covid 19, Sudaca pudo conocer que en el partido de la lampa ya empiezan a manifestarse algunos desencuentros.

Uno de los grandes ausentes fue nada más y nada menos que el candidato congresal más votado del partido: José Arriola, el N°1 de Lima que en las elecciones internas de AP corrió al lado de Edmundo del Águila. Las razones por las que no asistió, según otros testimonios, no se deberían a su estado de salud, sino, precisamente, a las diferencias que hay dentro del partido.

Mesías Guevara, presidente de AP, desliza esa posibilidad. “No habrá estado Arriola porque parece que hubo un tema de los congresistas provincianos versus los de Lima”, dice. La discrepancia giraría en torno a la visión del país que tienen ambos bandos, aunque los capitalinos estén en desventaja: apenas lograron dos curules. Guevara adelanta que el Comité Político los convocará para coordinar y limar posibles asperezas. Al parecer, la bancada -aún- no estaría del todo unida.

Ricardo Torres, militante desde hace 15 años y miembro de la Comisión de Plan de Gobierno de AP, explica que Arriola -quien llegó a ser el N° 1 dentro de la lista de candidatos al Congreso gracias a la maquinaria que movió en su favor el actual alcalde de Ate, Edde Cuellar- es parte “de una facción no deseada” por haber “sido promovido por un alcalde invitado”, “un defecto del último sistema de votación interno de AP” y producto del arrastre de Yohny Lescano como candidato presidencial.

Como contó este medio antes de las elecciones congresales, Arriola es casi un desconocido dentro de AP. “[Los militantes] le van a sacar en cara cómo llegó al partido”, pronostica Torres. “Como él, tenemos algunos problemitas con otros militantes que han llegado a ser electos […] van a suscitarse ciertos reclamos de la misma militancia que le van a decir ‘qué haces tú acá si tú tienes tal o cual problema judicial’ o que tienen intereses contrarios al partido” añade.

 

Para Franco Salinas, vocero de la actual bancada de Acción Popular, la ausencia de Arriola se debió al abandono en que dejó Lescano a algunos grupos de candidatos en la reciente campaña congresal. “Apartaron a muchos correligionarios de regiones, autoridades, los mismos candidatos al Congreso se quejaban. Pregúntale, por ejemplo, al señor Arriola de Ate. Lescano lo vio una vez en la campaña y nunca más supo de él. Hubo un alejamiento sectorizado”, afirma.

Hay otros congresistas electos que no están alineados con el ala “lescanista”. Una de ellas es Maricarmen Alva, quien sí asistió a la reunión del excandidato presidencial, pero que no destaca precisamente por ser la más cercana al político puneño. La congresista electa por Lima es, en realidad, próxima a otro personaje del partido: Alfredo Barnechea, quien ha tenido más de una diferencia con Lescano. Alva incluso formó parte de la plancha presidencial de Barnechea en las internas de AP hasta que la lista fue retirada.

La virtual congresista por Lima ha mostrado abiertamente sus discrepancias con el pensamiento de Lescano. Por ejemplo, para la abogada, el gobierno de Merino fue constitucional, apreciación que no comparte el excandidato presidencial. “Cada vez que ella ha intervenido ha tratado de alinearse a las propuestas de Lescano, pero no lo hacía con agrado porque ella viene de otra facción del partido. Por eso no te puedo decir que será una bancada disciplinada que votará en bloque. No va a ser así”, afirma Ricardo Torres.

Apuntalan esta versión los antecedentes. Hay personajes con curul para los próximos cinco años que no han demostrado mucha unidad entre sus correligionarios. Jorge “Coco” Ancachi, por ejemplo, virtual congresista por Puno -la tierra de Lescano- tiene un precedente que demuestra que no trabaja de la mano de sus correligionarios. Durante la campaña fue protagonista de una pugna con otro candidato por Puno de AP.

Cuando medios locales revelaron las denuncias que la Fiscalía Anticorrupción realizó en su contra por peculado en el gobierno regional, Ancachi acusó al N°3, Elmer Quispe, de ser el responsable de la información. “Coco” no se quedó ahí y le increpó por, supuestamente, abandonar a su hija en un orfanato.

 

Entre Fujimori y Castillo

Hasta ahora los pronunciamientos del partido de la lampa sobre qué candidatura apoyarán en segunda vuelta han sido dispersos. Entre Lescano, Diez Canseco y demás, cada uno ha apuntado a diferentes direcciones. Sin embargo, a partir de la segunda mitad de mayo, la opinión de los principales líderes y de los militantes accionpopulistas tendría que unirse en un solo discurso.

En el plenario convocado para el 15 de mayo, AP debatirá con el objetivo de definir su posición política para la segunda vuelta. Las voces y los votos serán de todos los alcaldes, congresistas, exdirigentes y el comité político nacional. ¿Se impondrá el llamado al voto en blanco de Lescano? ¿Optarán, como Diez Canseco, por apoyar al fujimorismo? ¿Será un voto de conciencia como plantea Mesías Guevara? Todo vale.

Los nuevos congresistas electos también estarán presentes, según Guevara. Si bien no podrán votar, participarán del debate. Un hecho no menor, considerando el rol de mediadores que planean llevar al Congreso. Los lineamientos saldrán de lo que se acuerde en el plenario.

El debate de ese día pinta para largo. Escoger entre Castillo o Fujimori es un dilema en la interna accionpopulista. “Ante la actual circunstancia nos vemos impedidos ideológicamente de apoyar a cualquiera de las dos opciones que han quedado como resultado de la segunda vuelta. No podemos apoyar al partido de la señora Fujimori porque su ideología está orientada a la extrema derecha y tampoco podemos apoyar al señor Castillo porque su propuesta es de izquierda extrema y, en muchos casos, antidemocrática”, expresa Ricardo Torres.

congresistas AP

A pesar de esto, grupos como el Comité Ejecutivo Regional de AP de Cusco, mediante un comunicado, ya adelantaron la opinión que expondrán en el plenario. Ellos piden a los dos candidatos que “hagan planteamientos que garanticen la mayor unidad y gobernabilidad del país”. La traducción, según Armando Villanueva, miembro de este comité, es que Castillo y Fujimori tienen que acercarse al centro, donde AP dice estar.

Para el ex parlamentario, que algunos hayan adelantado su apoyo a uno u otro candidato antes del plenario “no ha sido pertinente y no responde al principio democrático del partido”. Villanueva espera que el partido recoja la propuesta cusqueña y así Acción Popular elija a su “mal menor”.

Sin importar quién termine ocupando el sillón presidencial, hay voces al interior del partido que apuntan a que la próxima bancada, la tercera más numerosa, sea oposición, una constructiva que busque resarcir la imagen del partido.

“Ningún partido tiene suficientes parlamentarios para decidir solos. Vamos a tener una posición muy importante para definir temas en esta concertación parlamentaria que tiene que haber”, asegura el actual congresista Franco Salinas. “Otras bancadas ya están predestinadas a apoyar un gobierno de Pedro Castillo y otras definidas hacia Keiko Fujimori. Acción Popular debe ser el punto de equilibrio, actuar con responsabilidad y en función a los intereses nacionales”, añade Mesías Guevara.

La autocrítica también está presente en algunos militantes. Franco Salinas, actual vocero de la bancada que abandonará el Congreso el próximo 28 de julio, ha aconsejado a los nuevos legisladores de AP no repetir sus errores. “Yo mismo les he recomendado que muestren un liderazgo claro de alguien que pueda ir a la Mesa Directiva. Eso no ha pasado en esta bancada. Manuel Merino debió liderarla, pero no lo hizo. Cosa que lamento [porque] es mi amigo”, afirma.

Guevara, también gobernador regional de Cajamarca, advierte a la nueva bancada de su partido que, en un Congreso extremadamente fraccionado, discrepar y alejarse de la agrupación podría ser una mala jugada. “Casi todos son congresistas nuevos […] y tienen que aprender. Si algún congresista electo quiere tomar distancia de la bancada, la perjudica, pero a sí mismo también: no podrá integrar comisiones o ser miembro del Consejo Directivo, vocero, integrante. Al final todos están obligados a reunirse”, afirma.

Sudaca intentó comunicarse con los congresistas electos por Lima: José Arriola y Maricarmen Alva. Sin embargo, el primero se limitó a dejarnos en visto y la segunda se comprometió a devolvernos la llamada. Seguimos esperando.

*Fotoportada: Leyla López

 

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Acción Popular, Congreso, Elecciones 2021

El sol no tiene un sendero tan luminoso en los próximos días. Y ni lo tendrá si resulta ganador un Castillo Terrones.

Hoy tu plata vale menos que ayer, y mañana valdrá mucho menos todavía. ¿A qué se debe? A que el comunismo se asoma. A que Pedro Castillo Terrones causa terror a los inversionistas. A que un Vladimir Cerrón, la mano que mece la cuna de Perú Libre, ese exgobernador de Junín condenado por corrupción, tiene un cerro de ideas destructivas en su plan de gobierno. A que uno de los congresistas que ha dado el lapicito se llama Guillermo Bermejo, nada menos que un acusado de terrorismo que en mayo se sentará en el banquillo de una corte señalado de pertenecer a la banda dinamitera Sendero Luminoso.

 

¿Cómo no va a causar incertidumbre financiera ese lapicito si viene afilado y amenazante? ¡Ah!, pero comunistas, aspirantes a comunistas y confundidos activistas creen que la culpa del alza del dólar es del Banco Central de Reserva. Responsabilizan a Julio Velarde y su directorio. Arrugan la cara como Greta Thunberg haciendo hígado al ver que el sol no brilla más frente al dólar alucinando que se trata de una intromisión del BCR en la campaña electoral. No es así. El BCR ni siquiera ha decidido cambiar la tasa de interés de referencia, manteniéndola desde hace muchos meses en 0,25, lo que significa que está conservando una política monetaria expansiva. Es decir, consciente del contexto de pandemia y del año electoral, el BCR, al no variar estas cifras está favoreciendo la circulación de dinero en el mercado. Por eso, las pataletas de los comunistas no tienen sustento, son pura ignorancia o son los típicos berrinches que siempre hacen: culpan al sistema o al empresario cuando no quieren reconocer que es su propia presencia la que ahuyenta el progreso.

 

El BCR está haciendo su trabajo y diría que hasta un poco más de lo que le corresponde. En las últimas horas ha detenido la velocidad del alza del dólar causado por el miedo a Castillo, ha usado swaps cambiarios por 200 millones de soles a un año. Pero el dólar sigue subiendo. Se trata de un poquito de Castillo. Una cucharadita de comunismo afilado. Pedro Castillo, su corrupto Vladimir Cerrón, Guillermo Bermejo y su misterioso equipo técnico espantan las inversiones y, es lógico, las empresas no ponen a circular sus dólares. Pronto subirán los precios del pollo, del aceite, del petróleo y hasta del celular desde donde lees esta columna y no es culpa ni de la derecha ni del Banco Central de Reserva; sino del modelo comunista, leninista, marxistas, maoísta (y todo lo demás) que promete expropiar tu vida y el futuro libre. Tal vez lo sufras unos años hasta que encuentres una escapatoria del país, tú que puedes hacerlo, quienes no podrán serán los más pobres. Marca el lápiz nomás. Por lo visto y probado (hasta ahora con el alza histórica del dólar) el sol no tiene un camino tan provechoso en los próximos días. Y ni lo tendrá si resulta ganador un Castillo Terrones.

28 DE ABRIL DEL 2021

 

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Comunismo, Elecciones 2021

Las últimas encuestas parecen indicar que la suerte está echada, que Pedro Castillo le ganará la elección a Keiko Fujimori. Pero nada está 100% definido. En el 2006 Alan García logró revertir su alto antivoto y ganarle a Ollanta Humala con una estrategia parecida a la que está utilizando ahora Keiko Fujimori. Acá un análisis de las potenciales trampas de las campañas de ambos candidatos.

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Elecciones 2021, Keiko Fujimori, Pedro Castillo

Cierre de brechas sociales, crecimiento económico y un castillo de naipes que se derrumba al primer soplido técnico. No te pierdas la videocolumna de Alexandra Ames La Caja Negra.

 

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Economía, Elecciones 2021, Pedro Castillo

El 23 de abril, Día del Libro, el Grupo El Comercio (GEC) despidió de la dirección periodística de América Televisión y Canal N a Clara Elvira Ospina, quien llevaba más de 9 años en el puesto y −a la par− conducía el microprograma literario del canal. La decisión, intempestiva para unos y predecible para otros, tiene un trasfondo político. Así lo aseguran fuentes de la familia Miró Quesada, cuyo grupo controla ambas casas televisivas, así como múltiples personas cercanas a ellos. 

 

El viernes a las 4 de la tarde, Gustavo Mohme Seminario, heredero del Grupo La República (GLR), entró junto a su hijo, Gustavo Mohme Castro, a la sesión virtual de directorio de la Compañía Peruana de Radiodifusión S.A (América TV). Esta, junto a la Productora Peruana de Información S.A.C. (Canal N), son las dos razones sociales que agrupa Plural TV, el paraguas societario del negocio televisivo donde los Mohme son solo accionistas minoritarios

El tercero llamado a representar al GLR, Rubén Ahomed, gerente general del grupo, no pudo entrar porque estaba con descanso médico. Del otro lado, en representación del GEC, se conectaron seis personas. La dieta fija mensual que se le paga a cada miembro del directorio por asistir a estas breves reuniones es de US$3.000, según información bursátil. 

Pese a que los Mohme y los Miró Quesada suelen tener una relación cordial, el ambiente de aquella sesión de directorio fue “bastante tenso, aunque no llegaron a los gritos”, según una fuente con conocimiento del encuentro. Las palabras más fuertes llegaron por el lado del Mohme mayor. Luego de que la salida de Ospina se pusiera a debate, ‘Chicho’ se tomó varios minutos para requintar a quienes tenía en frente. Igual no lo escucharon.

“Se pasó un buen rato diciéndoles a los representantes de los Miró Quesada que eso [despedir a Clara Elvira] era un error y que hace 10 años habían hecho lo mismo. Ellos [escuchaban] callados”, asegura la fuente. También detalla que Mohme Seminario dejó entrever que la movida de hace 10 años, aunque más “matonesca”, había sido también más inteligente por parte de la familia dueña del GEC. Repetirla, olvidándose de las consideraciones políticas, solo revela la escasez de ases bajo la manga. 

Con la expresión “hace 10 años” Mohme se refería a un episodio harto conocido en el ambiente periodístico: el despido en 2011 de la exproductora general de Canal N, Patricia Montero, por la desobediente ‘humanización’ del entonces candidato radical Ollanta Humala. También fue a pocos días de haberse celebrado la primera vuelta de aquel año.

Luego vinieron la no renovación de contrato a Rosa María Palacios, exconductora de Prensa Libre, en junio; y la salida de Laura Puertas, ex directora periodística de toda la plataforma informativa, en diciembre. Ambas relacionadas a la campaña electoral de ese año. 

Pero así les recordara aquel antecedente, Mohme no tenía posibilidades reales de persuadir con sus palabras. Tras comprarle las acreencias a la colombiana Bavaria en el 2007, los representantes de la familia Miró Quesada tienen potestad de decidir de forma unilateral sobre las televisoras, en caso sea necesario. La decisión fue adoptada. Mohme padre aseguró que ello no quedaría allí, se negó a firmar inmediatamente el acta de la reunión y anunció que llevaría el tema a un arbitraje por no haberse seguido el debido proceso. Una movida, esta última, meramente simbólica.

El Grupo El Comercio dio cuenta de su decisión a la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV) en un hecho de importancia colgado a las 7:15 de la noche. Pocos minutos antes, el portal web de La República había publicado una nota que hablaba sobre el “sorpresivo” cambio de Ospina. La última versión de esa nota dice que la periodista colombiana “había sido felicitada en más de una ocasión por el directorio, con carácter de unanimidad, la última vez a raíz del debate presidencial que Canal 4 organizó el 21 de marzo”.

El chiste que comenzó a correr en las redes fue que era “la primera vez” que ‘Chicho’ se oponía a un despido durante la pandemia. La broma aludía a los primeros meses del estado de emergencia, cuando La República despidió varios periodistas con la excusa de campear la crisis económica producto de la cuarentena. 

Fuentes de las plataformas informativas de América y el N confirman no haber percibido razones objetivas relacionadas al desempeño de Ospina en su puesto para que se le despida. En cambio, dos miembros de la familia Miró Quesada explican que se trató de una remoción netamente política, en contra de la candidatura de Pedro Castillo. 

“Se piensa erróneamente que la manera de combatir un mal [Castillo] es machacándolo. Se están tomando estos temas de manera muy alterada, asustada”, dice una. Y otra afirma que la familia estaría buscando una dirección periodística más “tenaz” en la cobertura contra Perú Libre.

Ambos comentarios apuntan a una reedición del episodio del 2011. “Esta vez mandaron un fly away [enlace televisivo] a Cajamarca para salir en vivo con un Castillo campesino, humilde, dándole de comer a sus animales”, dice una fuente con conocimiento directo de las salidas de hace 10 años. Ve un espejo claro con la situación actual.

“Yo particularmente, y algunos primos con los que he conversado, queremos ver una real cobertura periodística sobre los vínculos de Castillo con Movadef, sus afanes de entregar el mar peruano a Bolivia y su verdadera cara de extoledista, sindicalista y empresario, y no este personaje inventado de comercial de ‘Magia Blanca’ que ara la tierra sin ensuciarse la camisa, las manos ni los pies […] Periodísticamente se debe tratar el tema de manera veraz”, dice −por su parte− Martha Meier Miró Quesada, mediática representante de un ala de la familia y ex miembro del directorio del GEC hasta junio del 2020. Sin embargo, ella no atribuye la salida de Ospina a la cobertura electoral, sino a razones de largo plazo. 

 

Despedidas

Mientras el GEC reportaba la decisión a la autoridad supervisora bursátil, Clara Elvira Ospina tuiteó que acababa de ser notificada de su despido y enfatizó que la decisión había sido tomada por el accionista mayoritario de la empresa. Tuvo una reunión de despedida con sus cercanos reporteros de Cuarto Poder y envió un sentido mensaje por escrito a los periodistas de los dos canales.

“Llegué a este cargo con las credenciales de ser una periodista seria e independiente y estoy segura de que me voy conservándolas intactas”, dice el mensaje, que Sudaca obtuvo por distintas personas. “La prensa libre es el pilar de la democracia y esa libertad implica grandes responsabilidades, de las que ustedes siempre han sido conscientes”, recalca. 

Hasta cuatro fuentes han explicado que desde más de un año los directores del GEC venían hablando de la salida de la periodista colombiana. Rumores que, a su vez, tenían eco en los pasillos de la casa televisiva, pero que nunca llegaban a concretarse. Las razones de los ‘anticuerpos’ que hace tiempo generaba Ospina entre algunas figuras de la familia varían de acuerdo a la fuente. 

“En realidad, empezaron fricciones desde que armó su propio círculo de poder y maltrataba a todos aquellos que no seguían sus caprichos. […] Clara Elvira sale porque hace más de un año debió irse. Recordemos que despidió a Augusto Thorndike por incomodar a Vizcarra y la forma en que ha silenciado todo aquello que pudo afectar a Graña en el caso Lava Jato […] Esto no es ningún atentado contra la libertad de expresión como quiere hacer ver la señora”, asegura Martha Meier Miró Quesada. 

Meier dice que sacar a Ospina era una decisión que ya tenía varios meses, pero que esta se habría demorado debido a otros temas más urgentes y a que el despido de periodistas siempre es un tema incómodo. Otras dos fuentes de la familia aseguran, en cambio, que si bien la salida de la colombiana se viene comentando, ello no quita que la decisión se haya apurado por la coyuntura electoral. En el grupo este tipo de despidos se suelen demorar hasta que la balanza de poder se inclina a alguna de las alas de la familia por sucesos como el auge de Castillo. 

Este medio se comunicó con Ospina para recoger sus declaraciones en este informe, pero decidió no participar. ‘Chicho’ Mohme, por su parte, se excusó de declarar y dijo que la posición de su grupo editorial “ya está clara”. 

Desde el viernes han sonado distintas opciones para reemplazar a Ospina: desde Cecilia ‘Chichi’ Valenzuela, que dirige Perú21, hasta Gilberto Hume, uno de los fundadores del Canal N y exesposo de esta última. El que se vocea con más fuerza es Hume. Sin embargo, al cierre de esta edición no se ha definido quién ocupará el puesto. 

Mientras no haya nuevo director periodístico, uno de los que quedaría a cargo de supervisar que se cumplan los ‘principios rectores’ en América TV y Canal N es Felipe Cantuarias Salaverry, miembro del consejo consultivo editorial de la plataforma periodística. También es presidente de la Sociedad Peruana de Hidrocarburos (SPH). “¿Si hubiera un derrame de petróleo en estos días, cómo haría?”, se pregunta un miembro de la familia.

En escueta respuesta, Cantuarias dijo a Sudaca que el consejo consultivo “no interviene en la línea editorial” y solo ve que se cumpla con el Código de Ética y los ‘principios rectores’. Mientras no haya nuevo director periodístico, aseguró, la línea editorial será definida por responsables del área de prensa. En una reunión celebrada tras la salida de Ospina, los reporteros de América y Canal N fueron informados por sus jefes que Cantuarias no se involucrará en la cobertura periodística y que solo vería “temas económicos”. Un aviso que, en el GEC, nunca es garantía.

 

Lineamientos en el Decano

Desde el pasado 22 de abril, el diario El Comercio ha sacado cuatro portadas al hilo que apuntan la artillería directamente contra la candidatura de Castillo. Los titulares del buque insignia del conglomerado de medios han sido: “Voceros de Perú Libre amenazan el orden democrático”, “Castillo encabezó un sindicato con afiliados al Movadef”, el más soterrado “Acciones de cinco mineras caen a doble dígito en BVL” y “Dos congresistas electos con atestados por terrorismo” (ambos por el partido del lápiz). Ni qué decir de las portadas que su hermano tabloide, Perú21, le dedica al temido profesor chotano. 

“Sobre la cobertura del diario, es evidente la preocupación por el entorno de Castillo y por un plan de gobierno que amenaza las libertades. Compartimos la misma preocupación por el proceso [penal] que enfrenta [Keiko] Fujimori y sus coacusados. Esas investigaciones no pueden frenarse”, respondió Juan Aurelio Arévalo Miró Quesada, quien asumió la dirección del diario de su familia en diciembre pasado. Descontando la veracidad de lo informado por su medio, lo segundo que menciona Arévalo −las investigaciones de Fujimori− no ha merecido ni una sola abridora de portada de El Comercio desde el 11 de abril.

Cinco periodistas de distintas unidades del conglomerado editorial, además, confirmaron a Sudaca que el pasado 23 de abril Ronny Isla, el jefe del ‘núcleo de comunes’ −unidad que produce notas para todas las redacciones de los diarios del grupo−, envió un correo informando que habían recibido “la indicación” de que ningún contenido de su unidad sea publicado sin previo escrutinio del personal responsable en cada diario”. “Esta indicación se llevará a cabo inmediatamente”, asegura en el mail.

Si bien esta ya era una práctica común en la mayoría de las redacciones −revisar las notas que mandaba el ‘núcleo de comunes’, para corregir errores−, ponerla por escrito es relevante. 

Aquí el porqué: cuatro periodistas explicaron a este medio que dicha “revisión” se traduce en que la mayoría de periódicos del grupo ha reducido la publicación de notas enviadas por el núcleo que ensalzan o, siquiera, dan cuenta de propuestas ‘positivas’ de Castillo. Perú21 es el más radical en ello. Sudaca pudo confirmar mediante diversos mensajes las indicaciones que se imparten sobre el tema.

Si uno revisa, por ejemplo, las notas tomadas del núcleo por El Comercio, desde el 23 de abril, son todas negativas para el candidato cajamarquino. Incluso en temas que no tienen que ver con sus relevantes vínculos con el Movadef. Se reporta desde “la catástrofe” que Mario Vargas Llosa considera que se desataría si gana la presidencia, hasta que se niega a dar los nombres de su equipo técnico. La línea de cobertura es clara.

Y si bien el 22 hay una nota que informa del respaldo que le dará el Movimiento Nuevo Perú a Castillo, no hay rastro de la mediática entrevista que el profesor le dio a Nicolás Lúcar ese mismo día en Exitosa. Allí apareció con un discurso de moderación política y alejándose del ideólogo de su partido, Vladimir Cerrón. Esa información tampoco se encuentra en la web del Decano.

El problema es que la nota sí fue escrita por el núcleo, pero solo la publicaron Gestión y Correo. La que también recogió la noticia fue la web de Canal N, un día antes del despido de Ospina. En cambio, Perú21 y El Comercio contaron el mismo suceso de otra forma: levantaron una declaración de Keiko Fujimori criticando lo dicho por Castillo. En la cobertura de los núcleos alojada en el ‘tag’ de Keiko Fujimori en la web de El Comercio, de otro lado, destaca el apoyo recientemente brindado por su hermano Kenji y sus ataques a Castillo.

Juan Aurelio Arévalo aseguró que supo del despido de Ospina “al igual que todos [al mismo tiempo]” y que no tiene contacto “con nadie del 4”. Ronny Isla, el jefe del núcleo informativo en el GEC, dijo que respondería pero no lo hizo al cierre de edición. 

Quizás la pregunta más amplia que toque hacer finalmente sea esta: ¿honrarán los directivos del Grupo El Comercio la lealtad con el lector y el televidente que imponen en su trabajo la mayoría de sus reporteros de planta? ¿Encararán los jefes la campaña de manera honesta o repetirán −como apuntan las fuentes de esta crónica− los errores de hace una década?

 

*El autor de esta nota fue reportero de política del diario El Comercio hasta hace 10 meses. 

Fotoportada: Leyla López

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Elecciones 2021, Grupo El Comercio

La diferencia de intención de voto que muestra la encuesta del IEP en La República (41.5% versus 21.5%) -casi el doble- parece indicar que la elección ya estuviera ganada por el candidato de Perú Libre. Hay, sin embargo, tela por cortar y trecho por desbrozar. Cabe analizar la difícil estrategia que deberá realizar Keiko para remontar. Tendrá que ser una estrategia segmentada, multiverso e intensiva.

Derecha.- Primero va a tener que convencer a la propia derecha. Si uno, a priori, sumaba las votaciones en primera vuelta de la propia Keiko (10.9%), López Aliaga (9.56%), De Soto (9.4%), Acuña 4.9%), Forsyth (4.6%) y Beingolea (1.6%), la candidata de Fuerza Popular tendría que haber empezado la segunda vuelta con 40.96%. Pero según la propia encuesta, se ve cómo, por ejemplo, un 23.6% de los votantes de López Aliaga y un 18.3% de los de De Soto se han ido con Castillo en la segunda vuelta. En este segmento tendría la labor de cosecha aparentemente más fácil o propicia, pero hay trabajo por hacer.

Antifujimoristas.- según el IEP, hay un 21.2% de blancos/nulos y un 13.5% de indecisos. Allí anida el gran bolsón de centro y derecha antifujimorista y antikeikista (ella se ha ganado a pulso su propio antivoto por su deleznable actuación política de los últimos cinco años) al que Keiko va a tener que convencer con algo más potente que la sola invocación anticomunista que ha elegido como narrativa de inicio de campaña (suponemos, claro está, que es solo el primer paso de una estrategia más compleja). Gestos, anuncios, endoses más eficaces que los de Vargas Llosa, nombramientos anticipados, etc.

Anti establishment.- la gruesa mayoría del electorado y que cruza no solo todos los sectores sociales (hay un 26.5% del AB que votará por Castillo), sino también edades y regiones. Es el sector molesto con lo que identifica como “modelo económico”, al que se ha sumado desgraciadamente el bolsón de empobrecidos por la recesión pandémica, y al que solo se le puede conquistar con un discurso crítico de las enormes falencias de lo que hemos vivido los últimos veinticinco años. Keiko tendría argumentos para hacerlo. Pasa, por lo pronto, por recuperar en seis semanas el talante antiestablishment connatural al fujimorismo auroral que ella dice querer rescatar. Pero este es su nicho más refractario porque es un votante que tendría que robarle a su contendor, quien ya lo tiene consigo.

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Elecciones 2021, Keiko, Keiko Fujimori

¿Es creíble la moderación de Pedro Castillo, manifestada en una comentada entrevista radial en Exitosa? ¿Estamos siendo testigos de la “ollantización” del candidato más radical que ha pasado a una segunda vuelta en la historia electoral peruana de los últimos lustros? ¿Castillo se está poniendo el polo blanco? ¿Vladimir Cerrón será dejado de lado como operador político y mentor ideológico?

Es difícil que algo así suceda. Desde un punto de vista puramente pragmático, Castillo corre riesgos con ello. Eventualmente, puede ayudar a que el antifujimorismo no ceda (hay muchos votantes de centro y derecha que ante la moderación de Castillo han reencontrado razones para no tener que taparse la nariz y votar por Keiko), pero puede perder un nicho electoral, que ya en algunas redes sociales radicales empieza a manifestar su disconformidad respecto a este giro narrativo del profesor cajamarquino. Y que no es poco. Debe ser un 7 u 8% ese electorado radical. Su desencanto de Castillo puede llevarlo a perder la segunda vuelta.

Lo dicho no nos hace soslayar, sin embargo, y preguntarnos por qué la reacción histérica de la derecha respecto de esa eventual moderación. Hay los que creen que es pura estrategia electoral y por ende increíble y hasta denunciable, pero hay a quienes les irrita porque creen que es genuina y que con ello se asegura el triunfo electoral definitivo.

Pienso, por el contrario, que ojalá Castillo, quien puede ser Presidente del país, se acerque, por ejemplo, a las posturas de Verónika Mendoza y Juntos por el Perú, y que sea esta agrupación la que le ponga los cuadros tecnocráticos en caso llegase al poder. JPP no tiene muchas armas de negociación, su votación ha sido menor y su bancada es exigua, pero tiene cuadros que Castillo no tiene.

Si eso ocurriera, en el escenario de un eventual triunfo de Castillo, al menos no veríamos desplegada la psicopatía ideológica del cerronismo, sino una postura más centrada y viable como la que prometían los Pedro Francke u Oscar Dancourt (era un delirio ultraderechista acusarlos de chavistas).

Igual, en perspectiva, sería un retroceso para el país. Un plan económico de izquierda, por más moderado que sea, no es lo que el Perú necesita en estos momentos. Lo que urge es un shock de inversiones capitalistas sumado a la reconstrucción de un Estado eficaz e inclusivo, que deje de alimentar a los antisistemas que hoy se expresan mayoritariamente por la opción radical de Castillo. Y eso solo lo puede ofrecer una derecha liberal. Pero al menos esa izquierda moderada no sería el salto al abismo que el plan original de Perú Libre implica.

Hay que seguir observando los movimientos de esta campaña. Cada pieza forma parte de un rompecabezas que se está armando y hay que mirarlo así, en perspectiva. Falta mucho trecho por recorrer.

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Alejandro Aguinaga Recuenco, médico de cabecera de Alberto Fujimori, exministro de Salud del expresidente y excongresista entre el 2006 y el 2016, ha sido elegido nuevamente parlamentario por la bancada de Fuerza Popular, el partido que quiere llevar al poder a Keiko Fujimori.

Aguinaga fue el más votado del fujimorismo en Lambayeque y el quinto en toda la región con 9,541 votos. Esto pese a que tiene abierto una investigación fiscal de la cual es notorio protagonista: las esterilizaciones forzadas ocurridas durante el segundo mandato del condenado Alberto.

Por estos días el fiscal Pablo Espinoza viene sustentando su acusación contra Aguinaga, Alberto Fujimori y otros funcionarios como autores mediatos del delito contra la Vida, el Cuerpo y la Salud por la muerte de cinco mujeres y por haber lesionado a más de 1.300 “en un contexto de grave violación de derechos humanos”, de acuerdo a la acusación que Sudaca pudo revisar.

Pese a que el caso tiene más de 20 años, recién hace poco se iniciaron las audiencias con el objetivo de que pase a una investigación judicial. Para Milton Campos, abogado de Demus que patrocina a algunas de las víctimas, la demora se debió a «una deficiente conducción y tratamiento por un sector de la fiscalía que irregularmente decidió archivar el caso en tres oportunidades”. Además, considera, esta pesquisa “tiene un elemento político indesligable».

La historia de las esterilizaciones empezó hacia el inicio del gobierno de Fujimori, cuando este anunció que 1991 sería “el año de la austeridad y la planificación familiar”. Al año siguiente, el gobierno decidió que el título se amplíe a toda la década.

A inicios de 1996, el entonces ministro de Salud Eduardo Yong aprobó, mediante una resolución ministerial, el ‘Programa de Salud Reproductiva y Planificación Familiar 1996-2000’ donde se incluyó la gratuidad de métodos anticonceptivos e intervenciones quirúrgicas de esterilización. Aguinaga era entonces viceministro de esa cartera y hacia 1999, en lo peor del régimen, fue nombrado ministro.

Según la Defensoría del Pueblo, el método de la intervención quirúrgica (llamada Anticoncepción Quirúrgica Voluntaria -AQV) fue priorizado por encima de los otros. Las cirugías debían ser voluntarias y solo necesitaban del consentimiento escrito de la usuaria.

Pero la acusación explica que el consentimiento, en realidad, se convirtió en imposición o chantaje en las zonas más pobres del país. Según recoge la fiscalía, a Lucinda Primo Matto, una de las víctimas, “en diversas oportunidades, el personal de salud le dijo que se ligue las trompas, a lo que ella se negaba, por lo que la amenazaron diciéndole que si no accedía al procedimiento la iban a multar”.

En el caso de Felipa Cusi Condor, personal de salud llegó a su casa en 1997 para decirle que debía someterse a la ligadura de trompas y, tras negarse, le indicaron que sus hijos no iban a poder estudiar.

De acuerdo a la misma documentación, a Vicentina Usca Ccopa, que acababa de dar a luz a su último hijo, se le dijo que debía ligarse las trompas y que, si no lo hacía, no le iban a dar los documentos de su recién nacido.

Otro caso que se reseña es el de Ernestina Canlla Cárdenas, que había dado a luz a sus anteriores hijos en casa. Canlla recibió la visita del personal de salud de la posta de su localidad. Como se había negado a pasar por el proceso en el establecimiento de salud, dicho personal le gritó y le dijo que debía ligarse las trompas “porque estaba pariendo como animal” y no tenía dinero para solventar a su familia. Además, se le amenazó diciéndole que, si no lo hacía, vendrían con la policía y no le reconocerían a sus hijos.

A 273.684 mujeres se les realizó esterilizaciones a través de cirugías entre los años 1996 y 2000, siendo 1997 el año con mayor incidencia, con 120.056 casos. A partir de 1998, las intervenciones fueron cada vez menores por investigaciones y denuncias por violación de los derechos humanos.

 

¿Cuál fue la justificación?

El gobierno de Fujimori, según recoge la acusación del fiscal Pablo Espinoza, identificó una relación negativa entre el crecimiento poblacional y el económico en 1991. Con esa base se elaboró el plan de 1996, principalmente en zonas rurales de la selva y sierra, donde las mujeres mantenían patrones reproductivos de hasta más del doble respecto a las zonas urbanas, de acuerdo al gobierno de turno.

Con ello, se buscó reducir el ritmo de crecimiento de la población a no más del 2% anual y se estableció que la tasa de fecundidad de mujeres en áreas de mayor pobreza no debía superar el nivel de tres hijos cada una.

Bajo ese marco, se empezaron a desarrollar campañas con el Minsa y el Instituto Peruano de Seguridad Social asistidas por USAID (la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional que luego se retiró tras alertar ilegalidades), el Fondo de Población de Naciones Unidas y otras ONG.

En el papel, el gobierno tenía como meta practicar el método quirúrgico a las parejas que tuvieran más de cuatro hijos. Pero en la práctica, se terminó por esterilizar a mujeres que, incluso, no tenían descendencia.

La Defensoría del Pueblo ha señalado que se esterilizaron a mujeres que eran analfabetas, que no se mostraron otras opciones anticonceptivas en muchos casos, que no se hallaron las autorizaciones y que se usaron escasamente los formularios de consentimiento.

Para cumplir con el objetivo en un corto plazo, se empezó a exigir cuotas a cambio de diversos incentivos a los establecimientos de salud, a la población y al personal médico.

Asimismo, surgieron denuncias de ofrecimientos de alimentos y ejecución de ligaduras a través de engaños, las cuales fueron reveladas por algunos médicos de aquel entonces. Esto se hacía, en gran parte, a través de festivales de salud en los cuales se daban incentivos a los líderes locales de los programas mediante alimentos y hasta viajes a un lugar del país, según la fiscalía.

Hacia el 2001, de acuerdo a información de 34 Direcciones de Salud de los diversos departamentos, se registraron 1.599 complicaciones por las intervenciones quirúrgicas. Esto debido a la mala calidad en la atención y a las mentadas (y nefastas) cuotas basadas en desempeño, según informó la misma USAID.

De hecho, se registraron cinco muertes, además de 1.316 personas con lesiones graves, según un informe del Minsa del 2003.

Alejandro Aguinaga, flamante parlamentario, es acusado por su participación como ministro de Salud entre abril de 1999 y noviembre del 2000. Además, al haber sido viceministro de Salud entre 1994 y 1999, ejecutó la política del sector y habría visitado centros de salud a nivel nacional para aplicar el “método de planificación permanente”.

Asimismo, como ministro, dio cuenta mensualmente al expresidente Fujimori sobre el avance de las metas a nivel nacional, así como los problemas en su desarrollo. Aguinaga, de acuerdo a la fiscalía, se reunía con los directores regionales de salud para dar énfasis a las anticoncepciones quirúrgicas y promover los festivales de la salud, “impartiendo directivas y órdenes” para “alcanzar el fin político de mayor crecimiento económico a través de la disminución de la pobreza mediante la reducción de la tasa de natalidad”.

Keiko Fujimori no se ha pronunciado por este caso relacionado a uno de sus congresistas y a su propio padre. Por el contrario, ha anunciado que de ser presidenta indultará a Alberto Fujimori.

Sí se pronunció respecto al caso VacunaGate, que también involucra a Aguinaga, pero justificando que lo hizo por ser ‘consultor’ en el ensayo clínico. «En lo personal, considero que haber solicitado la vacuna para su esposa me parece una gran falta de empatía y solidaridad con la población», matizó a mediados de marzo. Pero no hubo mayores consecuencias dentro de la tienda naranja.

Según la fiscalía, más de mil mujeres fueron despojadas de su elección de procrear, en la búsqueda de mejorar la economía del país, de manera forzosa y violando sus derechos humanos. Pasará algún tiempo más, sin embargo, para saber la fecha en que el juzgado de crimen organizado se manifieste a favor o en contra de que el caso pase de la fiscalía a la etapa de investigación judicial. Si fuese así, el plazo de esas pesquisas debe ser de ocho meses, con una posible ampliación de cuatro más. «Si mantenemos el ritmo de audiencias establecido inicialmente por el juez, en no menos de un mes se estaría decidiendo», dice el abogado Milton Campos.

 

Sudaca buscó al doctor Aguinaga, pero se limitó a dejar en visto los mensajes que solicitaban su versión.

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