5. Mayor Antauro Humala, ¿usted es consciente que su nombre está asociado desde los días finales del gobierno de Alberto Fujimori a levantamientos en armas y a furibundos ataques verbales contra enemigos políticos. No cree que esas actuaciones han escondido y casi sepultado su velasquismo escrito en negro sobre blanco en varios libros?
No creo. Sucede que el velasquismo de los 70’s, así como el nasserismo de los 60’s o el peronismo de los 50’s, si bien es cierto fueron caudillistas, se caracterizaron por ser de soberana ruptura contra el viejo orden, por ende progresistas y/o revolucionarios. Acá el “viejo orden”, corruptocrático (fujiconstitucional y lavajatista, generador de “presidelincuentes”) y pro-extranjero, vigente desde hace un tercio de siglo, lo visualizo como “globoneoliberal”, sin necesidad de guiarme por coordenadas de izquierda o derecha, sino desde perspectiva (etno)nacional definidora de la identidad, pues sin ello (identidad nacional) no puede existir proyecto nacional soberano.
6. Mayor Humala, ¿sigue manteniendo en pie las partes más polémicas de su discurso reinvindicativo de las grandes mayorías pobres y cobrizas de nuestro país?
Me cuido de preservar coherencia entre discurso y praxis. La perspectiva etnonacional (del cual el etnocacerismo es versión castrense) conceptúa que la ecuación social en países ”de color humilde”, como Perú (también Bolivia, Ecuador, México, Guatemala y otros), marcados por un mestizaje histórico de “todas las sangres”, en que el aporte local cobrizo, aunque demográficamente mayoritario, carente de hegemonía política, contempla -esa ecuación sociológica- que desde el choque de civilizaciones personificado con Atahualpa y Pizarro en Cajamarca de 1532, el motor de nuestra historia sea dual: Factor Etnocultural y Factor Clasista (FEC + FC), a diferencia del marxismo (colonialismo ideológico de izquierda) que exclusivamente contempla el FC.
7. En ese discurso elaborado conjuntamente con su padre y defendido en sus inicios por su hermano, el expresidente Ollanta Humala, usted habla de fusilar a los expresidentes corruptos y someter a drásticos castigos a los miembros de la comunidad LGTB, ¿mantiene en pie esas amenazas?
No he declarado nunca, ni figura en nuestra perspectiva gubernamental, “castigos” contra homosexuales. Considero, mas bien, que la homosexualidad (todas las siglas LGTB… implican eso en diferentes formas) debe mantenerse entre sábanas y punto. No constituye tema político, al igual que la “causa hererosexual” de haberla. El pudor social es tan básico como la seguridad ciudadana. Lo que sucede es que, como movimiento etnonacional, reivindicamos la bandera del arco iris tawantinsuyano o “wifala” milenaria; la cual el colectivo homosexual inaugurado en California de los 60’s, ignorando este antecedente histórico, se adjudica. Además resulta absurdo que una opción sexual tenga “bandera”, pues el “escudo” tendría que ser, por simbología ad doc, ¿acaso un poto? Y en cuanto a mi discurso de fusilar presidelincuentes por delito de (macro)corrupción en cuanto extensión de la figura jurídico-constitucional de traición a la patria, claro que me ratifico. Refiérase que en la actual Constitución, así como en las 11 anteriores, se contempla la pena capital por traición a la patria. Simplemente quiero que se cumpla.
8. En sus libros usted defiende con un ardor inusitado las grandes acciones anti empresariales tomadas por el general Juan Velasco en los años setenta, ¿sigue creyendo que la gran minería, la pesquería industrial, el agro, la industria, el comercio y el control de los medios de comunicación debe ser una tarea estatal?
Ante la evidencia crítica del hampa extranjera, alias “inversionista”, como es el empresariado privado/transnacional lavajatista, obviamente -acá- se cae el mito del “libre Mercado”, ahora, calateado en libre saqueo. Además, no es el capital lo que crea el trabajo, sino al revés. Tampoco se llega al extremo del lema mussoliniano “todo dentro del Estado; nada fuera de este”. Por otra parte, si bien es cierto el régimen velasquista amnistió guerrilleros y cumplió 5 de los 6 puntos del programa de De la Puente Uceda, empezando por la nacionalización del petróleo y la reforma agraria, aún así, se le describió como “capitalismo de Estado”. El planteamiento nuestro también reivindica al empresariado, empezando por el nativo. O sea el empresariado nacional, pero que principal actúe como nacional. En cuanto a la gran minería, dado el fundamento ambientalista que asumimos, será inadmisible en toda territoriedad que compita con la actividad agropecuaria. Y donde sea admisible, pues -esa gran minería- luego de ponerse al día con todo adeudo al Estado, será replanteada con participación estatal y transferencia tecnológica. Respecto a los medios de comunicación masiva, específicamente la TV de señal abierta, indefectiblemente serán expropiados y entregados a la sociedad popular civil organizada: gremios sindicales y empresariales (Frecuencia Latina); universidades y colegios profesionales (ATV); gremios castrenses y policiales retirados (oficiales, suboficiales y tropas) (América TV); colectivos culturales y artísticos (Panamericana TV), etc; por la razón principista que el verbo social/masivo jamás ha de estar en manos de un privado, sino en el de la colectividad, más aún en el caso de la TV cuyas ondas electromagnéticas de trasmisión usufructúan territorio aéreo nacional.
9. En concordancia con la pregunta anterior, ¿usted cree en la necesidad de convocar a una Asamblea Constituyente para que elabore una Constitución estatista como las que crearon los Castro y Hugo Chávez en Cuba y Venezuela con consecuencias calamitosas para casi todos los ciudadanos de esos tres países?
Propugnamos, efectivamente, la convocatoria -previo referéndum- de una Asamblea Constituyente (AC) en cuanto paso elemental de refundación republicana. AC, que por las condiciones imperantes en un país cuyas empresas estatales fueron privatizadas/extranjerizadas, y donde el capital es extranjero y el trabajo nativo, deberá tener un componente nacionalizador robusto, el cual, podría manifestarse tanto en versión estatal como privada. Sin intención de ampararme en modelos como el cubano o el venezolano, considero que el componente estatista en una Constitución también lo vemos en países europeos más vinculados a la social-democracia.
10. He dicho “casi todos”, porque en esos dos países los militares asociados a ambas dictaduras se han hecho inmensamente ricos, asociados estrechamente con narcotraficantes de toda América Latina. ¿Es ese el futuro que quiere usted para nuestro país?
La corrupción se da en versión civil como militar. Veamos la media docena de presidelincuentes peruanos: cinco de extracción civil y uno de extracción militar. Aparte, quiero mencionar dos hechos contundentes: Cuba, a diferencia de un Perú cuyo rol en la pandemia fue la de proporcionar cobayos humanos en quienes experimentar vacunas, fabricó -Cuba- su propia vacuna; y Venezuela no campeonó -como el Perú globoneoliberal- en muertes por millón de habitantes.
11. Finalmente, en medio de la peor crisis política del presente siglo, creada por la acción demencial del círculo íntimo de expresidente Pedro Castillo, ¿tiene usted un punto de vista sobre el particular?
El principal responsable de la autodefenestración de Pedro Castillo fue un Aníbal Torres que jamás entendió que la solución del problema republicano actual se circunscribe al artículo último (307) de la C-79 y no en función de una interpretación “auténtica” o absurda de cierto articulado de la C-93. Esa era y sigue siendo la manera correcta jurídico/constitucional de sanear la República vía refundación y escarmiento histórico.
12. La última, ¿qué piensa -a estas alturas- de Castillo, de Keiko Fujimori y de Ollanta Humala?
– Reitero: Castillo apenas era un ladronzuelo de gallinas en comparación a los cachalotes lavajatistas de Toledo, Cosito, García, PPK, Keiko, Vizcarra y compañía.
Factor principal:
- Constitución antinacional e ilegal.
Factores derivados:
- Lavajatismo presidelincuencial (Corruptocracia y Seguridad Nacional).
- Invasión lumpen/laboral venezolana.
- Subempleo/desempleo nacional (80% de la PEA en informalidad o ilegalidad).
- Inseguridad ciudadana / desborde poblacional penitenciario.
- Bancarrota del agro nativo y desborde cocalero
Factor catalizador:
• Pandemia covidiana.
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