Pero lo que merece mayor énfasis, cabe reiterar, es el fracaso diplomático y político del gobierno, porque no ha logrado su propósito esencial, que era denunciar una estrategia golpista de la oposición derechista y que era ello lo que amenazaba la estabilidad democrática del país. De eso, ni un renglón en el informe preliminar de la OEA. Por lo menos, no se tragado el sapo expuesto por el canciller Landa en la sesión extraordinaria del 20 de octubre.
Vemos difícil que la oposición logre sacar democrática y constitucionalmente a Castillo del poder. Pero no es posible negarle el derecho legítimo de intentarlo dentro de los cauces que la propia Constitución establece. Eso no es golpismo. Eso es democracia y Castillo, luego del traspiés de la OEA, debería empezar a entenderlo.
-La del estribo: a leer con placer el libro del correcto e inteligente periodista deportivo, Juan Carlos Ortecho, La fe de ayer, amor, fútbol y revolución, una novela que nos habla de fútbol, de política, de dictaduras, del terrorismo, bajo la perspectiva de una mirada infantil, que incluye a toda una generación que se va a identificar con el imaginario que recorre este libro editado por Plaza Janés.
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