Se debe asegurar que las regiones más pobres reciban la atención y los recursos que necesitan. Esto significa que se deben invertir más recursos en estas regiones y que se debe establecer un sistema que garantice que los recursos se utilicen de manera efectiva y eficiente, poniendo en cuarentena la terrible corrupción que asola a los gobiernos regionales y locales.
En resumen, la regionalización en el Perú debe cambiar porque el sistema actual ha demostrado ser ineficiente e incapaz de resolver los problemas. Para lograr un desarrollo más equitativo y justo en todo el país -que evite los problemas recurrentes de gobernabilidad que apreciamos-, es necesario que las regiones más pobres reciban la atención y los recursos que necesitan para prosperar.