Al respecto, por ejemplo, bien podría convocar a Hernando de Soto, quien ya ha tenido contacto con ellos y ha cultivado una relación de confianza, y que se siente una comitiva de alto nivel del gobierno para negociar una tregua, la suspensión del financiamiento y la concesión legal a algunos términos demandados. Si tiene éxito en su propósito, veremos cómo la protesta irá menguando por inanición en diversas partes del país, dejando sin piso a los violentistas políticos (castillistas radicales y neosenderistas camuflados en el Movadef).
Es imperativo el diálogo y en esa perspectiva, no debe cerrarse las puertas a ningún actor partícipe de las protestas. La paz social debe ser recuperada lo antes posible y si de paso ello sirve para iniciar el proceso de formalización de un sector económico hoy ilícito, que ya mueve más dinero que el narcotráfico, y que bien podría sumarse a la economía formal, con los beneficios que ello conlleva (tributación, respeto ambiental, etc.), bienvenido sea.
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Dina Boluarte