El nivel de endeudamiento de los peruanos ha ido creciendo en el último año. Según el II Informe de Morosidad, elaborado por Equifax Perú y la UP, los tipos de crédito que aumentaron su morosidad en el 2020 fueron tarjetas de crédito, duplicando a la morosidad de los préstamos personales.

Contar con una tarjeta de crédito es una gran responsabilidad y aunque más de una vez hayan conseguido sacarnos de apuros, es importante saber en qué casos debemos evitar usarla, de modo que evitemos acumular una gran deuda en este producto crediticio. Expertos financieros de alDía explican que muchas personas tienden a consumir de más en sus salidas y esto lleva a que las cuentas de fin de mes lleguen a sobrepasar sus ingresos.

Pagos a evitar con la tarjeta de crédito

Cuentas médicas: En primera instancia puede resultar lógico cancelar los gastos caros o fuertes con una tarjeta de crédito pero cuando se trata de temas de salud lo mejor será llegar a un acuerdo con la aseguradora para poder pagar una cuota mensual debitada de una cuenta de ahorros. Esto dependerá de la compañía con la que se trabaje pero en la medida de lo posible se deben evitar ese tipo de gastos con la tarjeta de crédito.

Apuestas: Las apuestas representan una inversión de alto riesgo por lo que no es buena idea apostar con una tarjeta de crédito en lugares como tragamonedas o casinos o incluso casas de apuesta online. Esto llevará a que se consuma mayor línea de la tarjeta y en caso no se consiga ganar, podríamos vernos atrapados en una deuda mayor.

Vacaciones: Este tipo de gasto es uno de los más complicados de no cubrir con tarjeta de crédito, porque a veces resulta necesario en el momento. Lo mejor será evitar usar la tarjeta de crédito para vacaciones pues es muy probable que sea doloroso regresar de un feliz descanso para tener que afrontar el pago de deudas asumidas por diversión. Si bien muchas tarjetas de crédito ofrecen millas a cambio, procura usarlas en la menor medida posible o sólo en casos de emergencia.

Impuestos: Si utilizas tu tarjeta de crédito para ello, vas a cambiar deuda por deuda. A esto se sumarán los cargos e impuestos según tu contrato con la tarjeta de crédito. Si te ves atrapado en esta situación, puedes conversar con tu banco y ver la posibilidad de optar por algún producto menos costoso.

Si estás gastando casi el 30% de tu línea de crédito todos los meses, reflexiona un momento. Según Asociación de Bancos del Perú (ASBANC), este es el primer indicio para reconocer si te estás excediendo en tus gastos. Porque tu línea de crédito no es una extensión de tu sueldo y a fin de mes tendrás que pagar lo gastado, reduciendo aún más tus ingresos y obligándote a volver a gastar por ese medio.

Esto no quiere decir que usar la tarjeta de crédito es malo, sino que debemos ser prudentes en su uso para poder cumplir con nuestras obligaciones de pago.

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ASBANC, Deudas, Tarjetas decrédito

Nos encontramos próximos a Fiestas Patrias y es importante que tengamos clara nuestra estrategia para potenciar nuestras ventas durante esta fecha festiva. En ese sentido, expertos del Consultorio Financiero MiBanco brindan algunas pautas a tomar en cuenta para cerrar el mes de julio con éxito.

Analiza el mercado

Uno de los puntos más importantes para conseguir el éxito en fechas festivas es saber qué productos o servicios tienen mayor demanda durante estas fechas o qué necesitan los clientes durante los feriados. Una vez que lo tengas claro, podrás marcar la diferencia y ofrecer lo que tu público realmente está buscando.

Compara las campañas anteriores

Si ya pasaste por una campaña de ventas en esta temporada, es bueno que tengas un reporte de resultados. Revisa sobre todo qué productos se vendieron y que otros no. Esta información te permitirá conocer cuáles fueron las expectativas del público y aprovechar mejor las oportunidades de venta. En caso esta sea tu primera campaña, cruza información con potenciales clientes, proveedores y analiza a tu competencia.

Determina el presupuesto

Decide cuánto dinero puedes invertir en mercadería para tu campaña de Fiestas Patrias. Una forma sencilla de determinar el capital que necesitarás es identificar si lo invertido en la campaña anterior fue suficiente para atender el número de pedidos que tuviste. Con esta información podrás asegurarte de invertir lo justo y necesario. Si ves que tu capital no es suficiente, considera la opción de solicitar un crédito.

Traza objetivos

Es importante que tengas objetivos claros, reales y medibles. Puedes ponerle metas diarias de ventas a tus vendedores y aprovechar su potencial. Ten presente que esta campaña debería de superar a la del año pasado, con mejores ventas y nuevas oportunidades.

Súmate a la fiesta

Pon a prueba tu creatividad y haz que tu marca proyecte la emoción por la temporada. Aprovecha tus redes sociales para llamar la atención de tu público, ofrecer ofertas y descuentos especiales, así como guiar tu contenido hasta la fecha festiva. Puedes colocar frases para promover e impulsar las compras de tus productos, como “solo por esta semana” o “stock limitado”.

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Continuando esta breve serie sobre el Perú ad portas de cumplir 200 años, desarrollamos ahora en qué condiciones vivimos los peruanos. Descubriremos los datos más relevantes de los avances en las condiciones de vida de los peruanos, pero también de las grandes desigualdades que aún nos caracterizan.

En el Perú existen cerca de 9 millones de hogares. Para el INEI, hogar es “el conjunto de personas, sean o no parientes, que ocupan en su totalidad o en parte una vivienda, comparten las comidas principales y atienden en común otras necesidades vitales básicas.” Es decir, aquellas personas -familia o no- con las que compartimos vivienda y  la comida y cubrimos en conjunto las necesidades básicas. Los más de 30 millones que somos nos reunimos en 9 millones de hogares. Cada hogar tiene entre 3 y 4 personas.

También tenemos un número similar de viviendas ocupadas. Anualmente el número de viviendas crece 3% aproximadamente. Llama la atención eso sí que la tasa anual de viviendas para alquilar o vender crece al ritmo de 10% anual. Sin embargo, el crecimiento de viviendas en cada departamento es dispar. En Madre de Dios, Tacna, Ica, Tumbes, Ucayali y Moquegua las viviendas crecen anualmente a niveles significativamente superiores al promedio nacional. Se va construyendo cada vez más oferta habitacional.

Aun así, son 5 departamentos los que concentran más de la mitad de las viviendas del Perú: Lima (nada menos que el 30%), Arequipa, Piura, La Libertad y Cajamarca tienen el 53% del total de viviendas que existen en el país. Oportunidades para el desarrollo de viviendas hay muchas como vemos.

El ratio hogar / viviendas da cerca de uno, por lo tanto, en general podemos afirmar que cada hogar comparte una vivienda. Cerca del 90% de viviendas en el Perú es casa independiente y apenas el 10% es departamento en edificio. Pero además somos un país de propietarios. El 75% de viviendas es casa propia y el 16% alquilada. Aunque solo la mitad de las viviendas particulares propias tienen hoy título de propiedad

Con respecto a la construcción de las viviendas, se tiene que el 56% de las paredes de las viviendas del Perú son de ladrillo o cemento. Esto era apenas el 35% en 1993, para que se comprenda como ha ido la mejora de la calidad de la vivienda en el país. Además, el 23% tiene paredes de adobe (43% en 1993) y el 9% de madera.

Pero este no es tampoco un dato uniforme. En Lima el 86% de sus viviendas presenta material noble en sus paredes exteriores y en Arequipa el 82%. Pero en Huancavelica apenas el 13%, en Amazonas el 17%, en Apurímac el 21% y Cajamarca el 22%. Una muestra más de la desigualdad que encontramos en el país. Aún más, el 58% de los 1874 distritos del país solo tienen hasta 10% de sus viviendas con esta condición. Más de la mitad.

Si analizamos el dato por material predominante en los pisos de las viviendas, encontramos que el 42% de éstas es de cemento, pero el 32% solo tierra. El 23% lo tienen de parquet o madera pulida o loseta, entre otros. Este es un indicador que ha avanzado también en los últimos años. El cemento predominaba apenas en el 32% en 1993, pero la tierra representaba el 50% de viviendas en ese año. En ratios departamentales, Madre de Dios, Arequipa, Ica, Lima y Tumbes son aquellos que superan largamente el promedio nacional. Pero Huancavelica (18%), Apurímac (24%), Cusco (26%) y Cajamarca (27% son los que están aún muy lejos de dicho promedio.  Otra vez la desigualdad.

Desigualdad que entendemos mejor si consideramos los departamentos que  tienen en mayor proporción que otros pisos de tierra en las viviendas: en Huancavelica, 8 de cada 10 viviendas lo tienen; en Apurímac 7 de cada 10; y en Cajamarca, Puno, Ayacucho y Amazonas, 6 de cada 10 viviendas tienen piso de tierra. Pero qué distinta es la situación cuando la vemos por piso de parquet o madera o loseta: Lima, Callao y Arequipa son los departamentos que tienen estos pisos en mayor proporción que los demás departamentos del país.

El 80% del total de viviendas, más de seis millones, cuentan ya con acceso al agua por la red de pública domiciliaria. Este porcentaje ha duplicado el porcentaje que se tenía reportado en el Censo del 2007. No deja de preocupar el 7% de viviendas que aún obtiene agua de pozos subterráneos o el 5% que la encuentra en un pilón de uso público y otro tanto que se abastece directamente en ríos, acequias o manantiales. Lo que es terrible es el 4% de viviendas que hoy compran agua a nivel nacional. Ahora bien, si hemos avanzado en el alcance de la disponibilidad de agua en las viviendas, no deja de ser preocupante que haya un 12% de quienes reciben agua por red pública que no la recibe los siete días de la semana y el 36% que no la recibe las 24 horas del día.

Asimismo, hay 35% de viviendas que no tienen servicio de cobertura de alcantarillado por red pública dentro de la vivienda. Por el contrario, el 21% de la viviendas del Perú dispone de pozo séptico o pozo ciego o pozo negro. Un problema que urge solución por las repercusiones sanitarias que tienen.

Viendo la situación de las viviendas y los hogares en el país, queda claro que se repiten los nombres de las regiones menos favorecidas en el país, las que deberían haber crecido en sus indicadores y no ocurre. También notamos un mejor desarrollo del alcance a mejores servicios y materiales, pero aún es insuficiente. En la siguiente entrega, culminaremos este breve repaso de qué Perú recibimos en el Bicentenario.

Nota: toda la información es del INEI y se encuentra en su portal institucional: www.inei.gob.pe

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Bicentenario, Perú

En esa época remota de finales de los 70s, tuve la suerte de conocer a una generación de profesores de Historia del Perú en la Universidad Católica del Perú. Todos ellos habían sido discípulos, alumnos, del gran historiador y maestro Don Jorge Basadre. En ese rincón que me parecía el más apartado del Fundo Pando, en las aulas del pabellón de Letras bañadas de la luz siempre gris de la costa limeña, José Antonio del Busto, Amalia Castelli, Cecilia Bákula y Margarita Guerra, nos introdujeron a un modo inédito de reflexionar sobre la Historia del Perú.

Las fechas, los personajes, las geografías, los hitos históricos eran reconocibles ante la visión de mi educación raquítica y mediocre recibida en un colegio nacional limeño. Empero, lo nuevo e importante eran la reflexión sobre las fuentes, la autoría —o, quién había compilado los textos—, la motivación de quien había recogido los relatos. Se trataba de un texto de Huamán Poma o un texto del Inca Garcilaso, era el texto de un visitador colonial o se trataba de información recabada de los asientos de fichas eclesiásticas de alguna parroquia andina. En esas pocas horas por semana, y en un par de semestres, estudiar la Historia del Perú se convertía en una introducción a lo que Foucault llamaba la Arqueología del saber.

Leyendo esos textos, discutiendo esas fuentes, reflexionando sobre el lenguaje que describía ese pasado andino, aprendí, guiado por la mano férrea y disciplinada de esos profesores, que los grandes hechos históricos no cuentan la verdad si no son analizados y comprendidos en su contexto económico, social, si no son cotejados, enfrentados a otros textos, a otras versiones de los mismos.

Un aparato bibliográfico para estudiar esa Historia del Perú no existía entonces, y —a pesar de los esfuerzos casi heroicos de esos hombres y mujeres— no tenemos aún una Historia del Perú digna de ese nombre. No existe un archivo nacional, no disponemos de un equipo de Historiadores que investigue, reflexione y que incite a los peruanos a pensar críticamente sobre nuestro pasado. Más trágico aún es que, en el contexto de nuestro inminente Bicentenario de la Declaración de la Independencia, esta deficiencia sistémica de nuestra educación y cultura nacional no sea considerada como digna de mención.

El Bicentenario

¿Qué celebraremos el 28 de Julio?  Sabemos que, observada desde su materialidad histórica, la Declaración de la Independencia parece ser no más que eso: una declaración, un ejercicio retorico, apasionada y elocuente, y a juzgar por lo que sucedió después, ingenua.

Jorge Basadre, en el primer tomo de su Historia de la Republica del Perú (1983), analiza el texto de la Proclama y atribuye al ataque de la frase “El Perú es, desde este momento, libre e independiente” un poder creador y fundacional, que marcaría el principio de una realidad histórica. Las palabras del insigne Don José de San Martín serían así una suerte de enunciado demiúrgico: una promesa de realidad futura, de una nación posible más que existente.

Pero esa misma Proclama, al mismo tiempo y en la misma frase, también excluía a los miles de esclavos negros y a los pobladores autóctonos, nacidos antes de ese histórico sábado 28 de Julio, y que constituían el capital humano de ese proyecto de Nación que se venía proyectando desde más de un año. Es más, por qué no celebramos las Declaraciones de Independencia de Trujillo, asentada el 29 de diciembre de 1820 o la de Piura, oficializada el 4 de enero de 1821, o la de Cajamarca, declarada el 4 de junio, otras ciudades norteñas que se proclamaron independientes meses antes por virtud de los llamados Cabildos Abiertos. Tal y como lo refiere José Agustín de la Puente Candamo en el Tomo VI de la Historia General del Perú (1993).

No he encontrado señas de investigaciones históricas que arrojen luz sobre los “secuestros” —como se denominaban las expropiaciones materiales a las autoridades coloniales y españoles peninsulares— y su generalización en los territorios del Virreinato. Tampoco tenemos detalles como esos nuevos grupos de “criollos” se hicieron propietarios de hecho o se declararon potenciales beneficiarios de una repartija de dimensiones colosales: si se considera que se trataba de un reordenamiento de propiedades inmensas y riquezas amasadas por el sistema colonial durante los 300 años de despojo a las poblaciones del Tahuantinsuyo.

Hay que señalar también que detrás del fausto de la celebración de la declaración se cierne a lo largo del territorio virreinal una realidad de “enfermedades, falta de alimentos y desordenes inminentes” debido al declive político y aislamiento del poder español de los centros de poder económico local. Las mismas familias coloniales, ese poder factico criollo, que había resistido al pedido de “cabalgaduras, reses, hombres y dinero” que el virrey les había hecho, van ahora solicitas a ofrecer esos dones al ejercito libertador. Tal como lo expresa una copla de la época.

“Venid, jefes inmortales,
Venid, San Martín triunfante.
Venid Cochrane arrogante.
Venid invicto Arenales,
A disipar tantos males
Venid o Libertadores
Que todos los moradores
De América agradecidos,
A vuestros triunfos debidos
Consagran dignos honores».

Cuando San Martín entra a Lima, invitado por el cabildo, el acto legal de adjudicación de poderes (en realidad un “golpe de estado” en toda regla efectuado por “personas de conocida probidad, luces y patriotismo”) había tenido ya lugar el Domingo 15 de Julio. En sesión presidida por el alcalde Isidro Cortázar y Abarca, conde de San Isidro, un noble español al cual el mismo Virrey la Serna le había confiado, por así decirlo, las llaves de la ciudad.

Gracias a Alberto Tauro del Pino y a su infaltable Enciclopedia Ilustrada del Perú (1987) se puede conocer detalles biográficos de la mayoría de los firmantes de lo que se podría considerar la partida de Nacimiento de nuestra República. Sin bien hay muchos “Criollos”, hijos de españoles nacidos en el Perú, abundan los españoles peninsulares, oficiales en funciones del virreinato.

No debe sorprendernos pues que después de los grandes fastos del 28 de Julio, todo siguiera igual pues los protagonistas en el tablado del poder seguían siendo los mismos.

Es importante reflexionar sobre ese momento fundacional de nuestra existencia como país, como estado, como nación. Pero hagámoslo con consciencia critica, sin complacencias. No olvidemos que quien “no conoce su historia, se condena a repetirla”.

Ginebra, 18 de julio de 2021

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Historia del Perú

En lugar de estar perdiendo el tiempo en conspiraciones golpistas o violentistas, la derecha haría bien en empezar a pensar cómo conforma una mayoría parlamentaria capaz de contener los arrestos constituyentes del presidente electo, Pedro Castillo, quien parece no entender que no es el momento, que no tiene la fuerza política para hacerlo y que además arruinará su aparente opción de moderación económica.

La derecha tiene 43 votos y el centro 44 (o 45 si Héctor Valer, expulsado por López Aliaga de Renovación Popular, se adhiere a este sector). Suman 88 votos, número suficiente para, inclusive, vacar a Castillo si éste decide romper los cánones constitucionales para emprender el camino constituyente, es decir, convoca a un referéndum de facto de inmediato o luego de recoger firmas (ni aunque recolecte diez millones puede saltarse el camino previo de la aprobación congresal).

Lo natural es que Fuerza Popular, Renovación Popular y Avanza País conformen un bloque de centro derecha democrático junto con Acción Popular, Alianza para el Progreso, Podemos, Somos Perú y los morados. Juntos tienen el poder de disuasión suficiente para hacerle entender a Castillo que debe discurrir dentro de los márgenes constitucionales.

Podrá haber votación diferenciada en lo que se refiere, por ejemplo, a aprobar el paquete tributario que Pedro Francke ha anunciado respecto del sector minero o eventualmente apoyar alguna reforma constitucional puntual, pero en lo que debe haber una sólida y pétrea unidad es en impedir que Castillo apruebe la reforma del artículo 206 para conducirnos a una Asamblea Constituyente o, lo que sería más grave, que pretenda hacerlo sin seguir los preceptos constitucionales (si así lo hace, lo que corresponde de inmediato es que se procese su vacancia).

Lo más probable es que este acuerdo pase por la renuncia de Fuerza Popular y de Renovación Popular a presidir la Mesa Directiva. Sería lo más adecuado. Ambos partidos son polarizantes y será más fácil convencer al centro de sumarse a este acuerdo multipartidario si se antepone la vocación de renuncia al protagonismo.

Embarcada en teorías conspirativas absurdas, llamamientos golpistas y miradas de soslayo a actitudes violentas, la derecha se ha olvidado de hacer política y eso pasa en estos momentos por asegurar un Congreso de contención opositora.

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Asamblea Constituyente, Pedro Castillo, Pedro Francke

Ayer Beto Ortiz salió con una pistola en su programa, asemejándola al machete de los ronderos. «La pistola para mí es algo cultural», dijo. ¿Qué opina sobre este paralelo?

Nosotros usamos el machete, pero no como un arma. Y no la exhibimos como arma tampoco. El machete para nosotros es un instrumento de trabajo. No es más que eso. Hay algunos que no pertenecen a la organización y seguramente quieren figurar, y esta vez han sacado un machete. Pero no pertenecen a la organización. Como ronderos, nosotros a la gente tampoco la intervenimos a la fuerza, ni a golpes, ni a patadas, ni a palos. Previamente hacemos investigación. Aquí ha habido personas que se autodenominan «ronda» solo para apegarse a Pedro Castillo. Ellos tienen que responder por esas acciones que están haciendo. Beto Ortiz seguramente conoce de comunicación, pero no conoce absolutamente nada de organización. Ojalá nos entreviste para ilustrarle. 

¿Han identificado a estas personas que menciona, que se autodenominan «rondas», pero no pertenecen a la organización nacional? 

Los tenemos plenamente identificados. 

¿Quiénes son?

Ellos vienen dirigidos por un señor Vallejos. En todo caso, [en Willax] tendrían que mostrar quiénes realmente son la estructura nacional. Yo también puedo reunir a unos cuantos compañeros, les doy su chaleco, su uniforme y hacen de ronderos. Nuestra estructura es base, caserío, centro poblado, distrito, provincia, base regional y luego la nacional. Todo sale mediante procedimientos de elección. Lamentablemente, esos señores están haciendo quedar mal a nuestra organización. Nosotros tampoco les prohibimos que se organicen, pero sí tenemos que deslindar con claridad. El señor Beto Ortiz desconoce mucho, pero también tiene una intención clarísima.

¿Y quién es este señor Vallejos? 

Víctor Vallejos Tinoco [lidera una organización paralela, la Confederación Nacional de Rondas Campesinas, Urbanas y Nativas del Perú – Cconarc]. El señor Vallejos viene de una trayectoria complicada. Él se apega siempre a alguien. Ahora se ha apegado al compañero Castillo. Tampoco vamos a decirle «que no se apegue a ti» o «sácalo». Lo que sí estamos diciendo con claridad es que sus acciones no pueden manchar la imagen de nuestra organización. No digo que somos perfectos, porque podemos cometer errores, pero eso no lo hacemos. Menos sacamos un machete para decir que somos guerreros y que hay que enfrentarse así a las Fuerzas Armadas. Nosotros tenemos otra forma de organización, principios, normas. Estos señores tienen que aprender mucho de lo que es la organización rondera. 

Entonces, como CUNARC, ¿condenan que el machete sea usado como elemento en las marchas?

Exactamente. Nosotros estamos totalmente opuestos, por ejemplo, a un proyecto de ley en el que el Estado quiere armar a la población. Nosotros hemos combatido el terrorismo con organización, educación. No hemos dejado que se infiltre ningún narcotraficante ni delincuente a nuestra organización. Estamos convencidos de que eso es lo que da resultados más óptimos. El machete se usa como instrumento de trabajo. Todos hemos usado nuestro machete para limpiar la maleza, hacer las estacas para amarrar nuestro ganado, para la leña. Que quede bien claro, no lo usamos como instrumento en las movilizaciones, ni para enfrentarnos a los delincuentes y agarrarlos a machetazos. 

¿No veremos a ningún miembro de la CUNARC usar un machete en una marcha?

Jamás, eso no es posible. Nosotros usamos nuestra binza, que llamamos “el armonizador” [el látigo o chicote] y solo se usa en caso haya una decisión colectiva. Tampoco es para usarlo indiscriminadamente. No es así. Ahora, si viene alguien a faltarnos el respeto, por supuesto que se le hace el verdadero procedimiento. 

¿Cómo toman la comparación entre el machete y la pistola, entonces?

Primero, que hay una intención: desprestigiar, satanizar, terruquear a las organizaciones. Un pueblo organizado es un pueblo más consciente y las acciones que toma tienen más impacto. Nosotros, como ronda campesinas, no pertenecemos a Perú Libre ni al compañero Castillo. Tenemos autonomía, independencia, autodeterminación. Lo que sí hacemos es defender lo nuestro. Hemos optado por el compañero Castillo porque él ha ofrecido el cambio, atender y redistribuir mejor, rescatar derechos. No es sino el apoyo a los procesos de cambio que tienen que darse obligatoriamente en el país.

¿Cómo se van a defender de los ataques de la fuerza de choque de la extrema derecha, como La Resistencia o los Combatientes? ¿En sus mismos términos?

Nuestra lucha siempre será inteligente, planificada y con estrategia. No hemos respondido a las agresiones ni al llamamiento que hizo [Rafael] López Aliaga en su momento: muerte a todos los que pensamos diferente y queremos el cambio. Creemos que estos momentos no están para eso. Nuestra manifestación es pacífica. 

Se lo pregunto porque los familiares de un hombre, Richard Muro, denunciaron que ronderos lo atacaron en el Centro de Lima. Dijeron que tuvo heridas fuertes. ¿Qué diría sobre este tipo de actos?

Esas acciones vienen, lamentablemente, de estos señores que se hacen llamar ronderos y están confundiendo a la población. No se puede atacar a la gente de esa manera. Ahora, ellos nos han atacado a nosotros con palos con clavos. Tenemos heridos, pero nosotros no actuamos de la misma forma. 

¿Han llegado a Lima para qué exactamente?

Principalmente en defensa de la democracia. Para nosotros no es justo negar el voto del indígena. No es justo negar el voto del campesino, de aquel que vive lejos. Hemos manifestado un voto de identidad, más que uno ideológico. Negar ese voto es antidemocrático por donde lo veamos. 

¿Cuál es la estrategia de defensa del voto que tienen pensada?

Estamos ahí desde el 7 de junio [frente al JNE]. Han querido masacrarnos, pero no han podido. Hemos tenido ya acciones importantes. Lo otro es que el 17, el 20 y el 24 vamos a seguir en movilización. Estamos en contra de que se extienda demasiado, porque se apunta a que el 28 de julio no juramente Pedro Castillo. 

¿Qué pasaría si el 28 de julio, por cualquier razón, no se tiene proclamado a Castillo como presidente?

El día 17 va a haber una movilización, también el día 20 y el día 24. Si hasta el día 22 [de julio] vemos que no hay intención de proclamar a Castillo, estamos preparando un paro nacional indefinido. No podemos, a estas alturas donde se ha esclarecido todo, donde la comunidad internacional ha sido clara, dejar que la voluntad de un pueblo sea torcida por la lideresa de una organización criminal y por fuerzas fascistas.

Para tenerlo claro: si hasta el 22 el JNE no ha proclamado a Castillo como presidente, ¿ustedes tienen pensado responder con un paro nacional indefinido?

Sí, estamos alistando todo para el día 24, que se puede convertir en un paro nacional indefinido si hasta esa fecha no se proclama. Porque ya no falta nada. La transferencia en pocos días no sé cómo va a ser. Es un problema serio que va a tener el gobierno. No estamos haciéndole daño a Pedro Castillo, sino a todos los peruanos. Lamento que a los abogados de la señora K no les importe la situación de la gente, del Estado, de la economía. 

¿Cuántos ronderos vinculados oficialmente a la CUNARC han llegado a Lima?

En su momento hasta 300.

¿Cómo se ha financiado el traslado y la estadía?

Saludo la gran solidaridad que tiene nuestro pueblo. Para hacer esto hemos tenido que recurrir a esta solidaridad. Somos una organización de 2 millones 200 mil ronderos. Cada uno colabora voluntariamente para los pasajes. Acá en Lima, para qué, una inmensa solidaridad. La gente nos ha dado ambientes, comida, que no nos ha faltado, y medicina también. Ahora ya hay en Lima un promedio de 70, porque han regresado. 

¿Han recibido financiamiento de Perú Libre o de gente vinculada, o que quiere estar vinculada a Castillo?

Ha habido alcaldes, candidatos, de todo, que nos han querido dar dinero. También gente que ha querido darnos una gallinita, un torito, una vaquita. Desde el momento en que recibes ya eres cómplice. Somos imparciales. Imagínate qué tal si el compañero Pedro Castillo de Perú Libre se orienta por otro lado, ya sea que se va a los brazos de la Confiep o al otro extremo. No tendríamos la cara de denunciar. Además, ¿qué tipo de ronderos seríamos? Falsos ronderos. La autonomía de nosotros es económica, social y política en todo sentido. Nosotros rendimos cuentas a nuestra propia organización. 

¿Cobran cuotas? ¿Ese es su esquema de financiamiento?

Colaboramos voluntariamente. Aquí en Lima la gente nos busca para proveernos de alimento. También cierta indumentaria. Nos han donado unos casquitos para que cuando vengan los fascistas no nos rompan la cabeza. 

¿Ustedes le van a exigir a Castillo que en sus primeros meses de gobierno ponga en marcha el proceso para una nueva Constitución?

Aquí la gente quizás se ha confundido. En lo que se requiere actuar ahora es en ponernos de acuerdo en los procedimientos. Hay varios. Uno, por ejemplo, recolectar firmas para presentarlas al Congreso. Luego se pasará recién a convocar a elecciones para los constituyentes, quienes pondrán en debate nacional la [nueva] Constitución. Hay gente que está diciendo que al medio año ya debemos tener nueva Constitución: eso no va a ser así. Tiene su procedimiento. En una nueva Constitución tienen que estar los intereses de todos, también de los grandes empresarios. De los pueblos en su conjunto. 

¿Qué pasa si Castillo hace un gobierno como el de Ollanta Humala, con la Confiep o con los “caviares”, que no son del pueblo?

Es un riesgo permanente, latente. Puede ser que el compañero Castillo caiga en esa red. Pero Pedro es como nosotros: un productor, un campesino, que ha salido como nosotros sudando la camiseta. Obviamente somos conscientes de que los poderes fácticos de la derecha nunca van a dejar de luchar por sus intereses. Lamento que haya este tipo de derecha en nuestro país, pero es nuestra realidad. Lo que sí: nosotros no vamos a torcer nuestro brazo en luchar por el cambio. Por eso hemos votado. Esos cambios tienen que darse. Si Pedro no lo hace, quedará en la historia. 

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Pedro Castillo, Rondas campesinas

Un 6 de julio del 2021, en pleno apogeo del romántico verano francés, volvió a vislumbrarse presencialmente el anhelado festival de cine de Cannes. La 74ª edición arrancó con la proyección de Annette, una comedia musical de Leos Carax con una dosis de rock sombrío, protagonizada por Adam Driver y Marion Cotillard.

Durante el 2020, un año tristísimo para el cine por el cierre de las salas y la cancelación de rodajes a causa de la pandemia, muchas películas tuvieron que detener su estreno. Pero ha sido, como manifiesta el delegado general de Cannes, Thierry Frémaux, un hermoso retorno poético para el cine de autor. En sus propias palabras antes de inaugurar el festival: “Cannes se celebra por los autores, los cineastas, la prensa, por la ciudad de Cannes… Esperamos que cada día se confirme que hemos elegido bien”. Se esperaba que Frémaux de declaraciones sobre la organización del festival tras la pandemia, pero sus declaraciones no fueron acerca de la cantidad de pruebas antígenas que se hacían diariamente para poder ingresar al Palais, el epicentro del evento, ni sobre los casi 200 millones de euros que año tras año, regularmente, según el Ayuntamiento, le reporta a la ciudad el festival, sino que indicó que hubo un “triunfo absoluto y merecido”, una batalla ganada cuando se pensaba que con las plataformas de streaming el cine no iba a poder defenderse, ni mucho menos sobrevivir, pero lo hizo. De esto se trata, de superar las barreras y aplicar todos los protocolos para volver a nuestros rituales colectivos que nos fortalecen como sociedad.

Algo que me llamó la atención fue que no se contó con la presencia de Netflix, lo cual deja mucho que pensar sobre la industria de entretenimiento de EEUU, que se niega a cumplir con la norma de que las películas que se proyecten en Cannes tienen que estrenarse en salas en Francia, pero Amazon si estuvo presente. De hecho, Annette, la película de Carax, es de esa plataforma.

Me encanta que Cannes siempre se preocupe por representar en las pantallas las preocupaciones sobre el estado actual del mundo, sus quiebres cotidianos, los problemas colectivos latentes, el rol de la mujer, la política polarizada, el cambio climático, y no deja de lado ningún continente. Realmente se puede hablar de libertad de expresión, la verdadera celebración del cine sin censura.

Este año resaltaron películas como Ha’berech (Ahed’s Knee), dirigida por Nadav Lapid, quien arremete sin escrúpulos contra la política israelí. El protagonista de la película es el mismo director que protesta en contra de la amenaza de la censura. El director denuncia toda amenaza a la libertad de expresión, que son las mismas que sufrió con el Ministerio de Cultura al realizarse esta película, así como también la trama va en contra de toda política gubernamental de su país. Por otro lado, tenemos a películas como Ghahreman (A Hero), de Asghar Farhadi, quien narra con mucha crudeza sobre los devenires de la sociedad israelí por medio de la historia de un hombre que se encuentra en la cárcel por una deuda impagada. La temática feminista también estuvo presente en este certamen con películas como Lingui (Lingui, the Sacred Bonds), dirigida por Mahamat-Saleh Haroun. Se trata de una película política sobre la controversia que se desata en una familia a causa de que la hija adolescente, Amina, queda embarazada. La adolescente ansía el aborto, pero este está totalmente prohibido en su religión y en Chad, condenado por el estado. El tema principal de la película es por supuesto el derecho de las mujeres y el poder de decisión sobre su propio cuerpo. También se tiene que mencionar a películas como La Fracture (The Divide) dirigida por Catherine Corsini, una película francesa que retrata las crisis sociales actuales de su país. Se muestra un desmadejado sistema hospitalario, el cual se ha debilitado década tras década por los agotantes recortes presupuestarios y de personal. La película es un retrato de esta realidad que se exacerbó debido a la pandemia y quiere que el mismo personal hable y proteste, el mismo que se siente completamente abandonado e impotente.

En la clausura del festival, “Titane”, película dirigida por Francesca Julia Docournau, ganó la Palma de Oro a mejor película y el premio fue otorgado por la grandísima Sharon Stone. Dato interesante es que es tan solo la segunda Palma de Oro que gana una mujer directora en Cannes. La primera fue para Jane Campion en 1993 por su película “The Piano” (“El Piano”), que empató con “Adiós a mi concubina” dirigida por Chen Kaige, de China. La ceremonia de clausura será para el recuerdo, luego de que Spike Lee soltó la sorpresa de la ganadora mucho antes del final. Los spoilers están por todos lados, hasta en el mismo Cannes, por lo que solo queda reírnos un rato. Finalmente, Cannes ha demostrado que el cine sigue más vivo que nunca y que es necesario su papel como vocero de las fisuras cotidianas que suceden en el mundo que nos rodea.

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Annette, Cannes, Netflix

Pese a que todavía falta la proclamación oficial por parte del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), en los próximos días se deberá cumplir con el cambio de mando y tener un nuevo Presidente de la República para el periodo 2021-2026. El presidente de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), Ricardo Márquez, considera que el objetivo del nuevo Gobierno deberá estar en la creación de empleo, una vacunación rápida y la recuperación de la economía.

Tras esta campaña política tan polarizada, ¿qué espera del siguiente Gobierno?

El nuevo Gobierno debe darse cuenta lo que pasa en el mundo. Por ejemplo, The Economist advirtió hace tiempo, en una de sus ediciones, que los oligopolios y monopolios estaban deteriorando el sistema y por eso, empresas digitales como Facebook han tenido que responder al Congreso. Cuba está queriendo ir al centro, la gente no puede aguantar infinitamente esas condiciones y lo mismo pasará en Venezuela. La ultraizquierda está tirando al centro y la ultraderecha también. Tenemos que corregir los errores, pero continuar reduciendo la pobreza. La clase media, que ahora está pobre, tiene que recuperarse. Para eso, la ultraizquierda y la ultraderecha, todos tienen que ir al centro. Tenemos técnicos para hacerlo. El nuevo presidente, sea quien sea, debe tener ese objetivo.

Que Pedro Castillo le haya pedido a Julio Velarde que se quede en el BCR, ¿tranquiliza un poco a los mercados?

Por supuesto. Es el comienzo. El objetivo debe ser que haya más trabajo y que baje la cantidad de gente vulnerable, para eso se necesita trabajo y que se corrijan los errores. Como presidente de la SNI puedo decir que hay serios errores que no permiten que la competencia baje los precios. Lo que se necesita es que el poblador perciba que los productos bajan de precio y no que suben, a través de la competencia. Eso lo tenemos que resolver.

¿Qué tanta confianza les inspira Pedro Francke?

Bueno, tengo entendido que podría tener un puesto y ya hemos declarado que estaríamos de acuerdo en trabajar con él. Seguramente habrá otros más que irán a los ministerios, a todos decirles que el objetivo no es hacer política, sino crear empleo. Nosotros hemos pasado tres años lidiando con dos gobiernos donde no nos han hecho caso por política, ideología o lobby.

¿Qué espera del próximo Gobierno en el proceso de vacunación?, ¿qué rol asumiría el sector privado en este tema?

Hace dos meses hablamos con el ministro de Salud y nos dijo que se podía trabajar con nosotros, pero al mismo tiempo, el Congreso ha dicho que las vacunas que pueda traer el sector privado vayan a Cenares y esta institución, vería a qué personas colocarlas según su edad. Nosotros lo estamos trayendo para nuestros trabajadores. Esos trabajadores son de 18 a 25 años. El próximo gobierno tiene que ser realista, el objetivo es que los peruanos se vacunen lo antes posible. Al trabajador no le interesa si la vacuna viene del Estado o del sector privado, pero que venga lo antes posible.

¿Cuáles creen que serían los aciertos y fallas de este gobierno de transición?

Los aciertos son evidentes. A la semana que ingresó el Presidente Sagasti nos dijo que iba a dedicar el 80% de su tiempo en conseguir la vacuna. Creo que ese ha sido el mejor logro. Otro tema es que el Gobierno vio que había 350 mil peruanos que no tenían DNI, los incorporaron al SIS, también han incorporado 1 millón 200 mil peruanos al SIS por unos estudios que indicaron que la probabilidad de morir por Covid-19 sin el SIS es de 30%, eso es relevante para la cobertura universal ante esta enfermedad.

¿Qué cosas pudieron hacerse mejor?

Lo que para mí ha sido una decepción es que el ‘factoring’, mecanismo que da financiamiento a la pequeña empresa, haya sido negado por parte del Ministerio de Producción y el Ministerio de Economía se hayan negado a algo que existe en el mundo y en la Alianza del Pacífico. Lo mismo pasa con las salvaguardas para los textiles que siendo una decisión del gobierno anterior, ellos lo desbarataron.

¿Se deja encaminada la economía?

La demanda que se proyecta en el Perú se explica por la evidente alza en el precio del cobre. Esa es la razón por la que Sunat está teniendo este mes y los meses que vienen ingresos extraordinarios, pero no porque estén haciendo grandes logros. Otra de las razones es que las exportaciones no tradicionales están creciendo por la demanda de Estados Unidos. La gente sale a comprar lo que sea después de la pandemia y en Estados Unidos eso ya está pasando, eso no tiene que ver con ninguna política. Lo que sí ha mejorado es la ejecución del sector público. Hay que decir las cosas claras.

¿En algún momento se han llegado a reunir con Pedro Castillo como gremio?

No, todavía. El señor Pedro Francke sí ha hablado con el comité técnico de la SNI, pero con la directiva, no. Estamos esperando que las cosas se definan.

Esta semana lanzaron la “Unión de gremios del Perú”, ¿esta es una unión que de alguna forma compite con la Confiep?

No, esto nace porque nosotros representamos más que nada una filosofía de hacer empresa con solidaridad e inclusión. Vemos que el país necesita cambios y tenemos que acometerlos. Estamos listos a que en el Perú se respete nuestra Constitución porque consideramos que los cambios se tienen que hacer a través de nuestra Constitución, porque tiene los mecanismos para hacerlo y que, como hemos dicho en nuestro mensaje, queremos que haya estabilidad y gobernabilidad con cambios. Que nos podamos entender entre todas estas empresas, medianas, pequeñas y grandes, que son más o menos 4 millones.

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Cómo no recordar con emoción a Víctor Jara, el cantautor chileno, ejecutado en el Estadio Nacional de Santiago de Chile, lugar elegido por la represiva dictadura de Augusto Pinochet para confinar a los opositores al régimen en septiembre de 1973. Allí se torturaron a los que se consideraba más vinculados al depuesto gobierno socialista de Salvador Allende y se ejecutaron extrajudicialmente a quienes se creía una amenaza para el proyecto político fascista-autoritario que se alzaba contra una esperanza de justicia, bastante idealista es verdad, y que se quedó trunca y con la voz quebrada, como la de Jara y su guitarra, sin manos, ni dedos con los cuales pulsar sus cuerdas.

Puede que en 1973 se haya tratado de ideologías, seguro que sí; era el mundo de las utopías, y el socialismo era visto como una. Yo viví todo aquello ya en sus estertores. En la secundaria escolar ochentera, tan llena de inquietudes, y en los primeros años universitarios, de 1986 en adelante, cuando buscábamos el cambio, sin darnos mucha cuenta de que todo aquello se acercaba irremediablemente a su final, al menos en su versión soviética, la del “socialismo real”, empaquetado, acartonado y básicamente totalitario, y que, sin embargo, nos vendían revestido de flores multicolores, con olor a libertad, aroma a justicia y aires de igualdad.

Éramos jóvenes y todo era paz y amor, y hasta el hipismo de Woodstock, que no tenía mucho que ver en el cuento, entraba en el combo de la revolución. Ni que hablar del Che, Fidel y Camilo Cien Fuegos, sobre todo el Che, que hasta ahora estampa los polos de cientos de miles de jóvenes en el mundo. Su legado ha cambiado con las décadas, la imagen no.

Por supuesto, que cuando cayó el muro de Berlín no compré el maniqueísmo de alguna derecha poco reflexiva que, sin más, trató de asesinos a aquellos revolucionarios. Como historiador puse las cosas en su contexto, máxime si yo mismo había respirado de él. Pero aquel aroma se fue, eso seguro. Distinto es que, en tanto que materia de estudio, un poco de rigor epistemológico me obligase a una interpretación justa y equilibrada.

Lo cierto es que en el plano ideológico me formé relativista pero con sus límites: una variable viene siempre acompañada de constantes, la libertad es una de ellas, la justicia social es otra, y otra más la lucha contra la opresión y contra cualquier forma de totalitarismo y de abuso del Estado contra el ciudadano, indefenso, solo, eso a lo que los ingleses, en el XVII, llamaron Habeas corpus, tener el cuerpo, verlo, tocarlo, tu esposa, mamá, hijo, para saber que no te están masacrando, por el amor de Dios.

¿Es importante si el que activa el interruptor de la electricidad que te sacude la crisma y te destroza los órganos reproductivos es socialista, fascista, o lo que fuere? En realidad, no, nunca lo fue. Pero si el mundo de las ideologías nos impidió ver las cosas con claridad y nos hizo justificar excesos como los del estalinismo, tal y como lo hizo Jean Paul Sartre, en el nombre de un supuesto bien mayor que jamás llegó; hace al menos tres décadas que se nos han acabado las razones para validar la violación de derechos humanos en el mundo. Y ningún deplorable embargo económico es suficiente para aceptar que Josiel Guía Piloto, presidente del Partido Republicano de Cuba, cumpla condena de cinco años en la Habana por criticar al expresidente Fidel Castro el 1 de diciembre de 2016.

Y la lista es larga, tan larga como sesenta años de atropellos que denuncia la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la misma a la que hemos acudido juntos para protestar en contra de los crímenes de lesa humanidad del derechista régimen dictatorial de Alberto Fujimori, la que respondió solidariamente a nuestro llamado.

Más allá del modelo económico, el punto de partida para construir la sociedad del siglo XXI, ante el escepticismo de la postmodernidad, debe llevarnos a transitar por lugares seguros. Para eso están los derechos de todos: la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU, del 10 de diciembre de 1948. Esta marcó un hito para volver a empezar tras la Segunda Guerra Mundial, y hoy lo marca nuevamente para echarnos a andar en el mundo de la post Guerra Fría, aún tan lleno de incertidumbres.

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