La oferta electoral en estos momentos cuenta con más de una veintena de agrupaciones entre inscritas y en proceso de inscripción. Así como lee, estimado lector, más de una veintena de agrupaciones políticas. Muchas de ellas de vida orgánica prácticamente inexistente, la cual no merecen la etiqueta de partidos políticos. Terrible escenario para nuestra joven democracia en el país.  

Por razones de espacio, quisiera reflexionar sobre lo que refleja la inconsistencia política de gran parte de la oferta electoral y las consecuencias que traído a los ojos de la ciudadanía. 

La inconsistencia política que se aprecia es el reflejo de los problemas estructurales por lo que atraviesan actualmente las organizaciones políticas (como la falta de principios, organizaciones no duraderas en el tiempo y –como consecuencia de ello- ausencia de trayectorias políticas). El transfuguismo, la improvisación y el desmedido poder otorgado a los tecnócratas, y últimamente a sindicalistas y activistas políticos son un claro ejemplo de la actual situación en la que nos encontramos. 

Gobernar un país no es fácil. Para ello se necesita personas calificadas técnica y políticamente. Por ejemplo, el 2021 se apostó por el “cambio” que supuestamente representó Pedro Castillo. A la fecha, hemos visto que la inconsistencia política del presidente representa un retroceso económico y social. Ante esos problemas por la que atraviesa el país (y por otros problemas) muchos de los que ahora están con Castillo, no dudemos que terminaran por irse a otras agrupaciones políticas. Es la constante en la política del país. 

Desde las elecciones pasadas hasta esta que se avecina este año, hemos estado apreciando declaraciones poco acertadas de ciertos políticos en la que se puede ver su poco conocimiento de la geografía del país, de reformas importantes del Estado y del buen funcionamiento del mercado. Mucho de esta oferta política reinante tiene conocimiento de turista sobre nuestros diversos problemas y sus soluciones. 

Con estos argumentos expuestos no quiero descalificar lo nuevo en política. Hemos visto que en España la crisis política tuvo una respuesta política como Podemos, Ciudadanos y la renovación del PSOE. Actualmente, en el Perú eso no pasa, vemos que la inconsistencia política del legado autoritario y el mercantilismo se han apoderado del escenario político sin respuesta alguna desde dentro del sistema. Necesitamos volver a la política que representa organización territorial en regiones y funcional que genere agregación de intereses, así como escuelas de gobierno para preparación de reformas importantes que requiere el Perú. No volver al siglo xx, de política de masas, es ingenuo pensar ello, sino volver mínimamente a estas características mencionadas que requiere nuestro sistema político. 

 

  

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Antes de protagonizar el derrame petrolero que ha afectado más de 7 millones de metros cuadrados de mar, dos reservas naturales y 21 playas en Lima y Callao, Repsol se ufanaba de ser la primera compañía de su sector en plantearse llegar a las cero emisiones netas de dióxido de carbono para el año 2050. Esto como muestra de su compromiso con las metas medioambientales planteadas por el Acuerdo de París del 2015.

Lo mismo hizo en julio del año pasado, cuando conmemoró los 10 años desde que firmaron los Principios Rectores de Empresas y Derechos Humanos, una guía propuesta por las Naciones Unidas para que las matrices de las multinacionales se sujeten a las consecuencias legales de los países en donde operan sus subsidiarias.

“Desde entonces, hemos ido avanzando, empezando por nuestros propios empleados […] Y no menos importante con nuestros vecinos, de los lugares que operamos, gestionando los riesgos con la debida diligencia desde el inicio de los proyectos, estableciendo relaciones constructivas y de confianza con todos ellos”, indicó con mucha pompa Josu Jon Imaz, Consejero Delegado de Repsol. Apenas un mes antes de esa presentación, un grupo de activistas medioambientales había bloqueado el ingreso a una de sus instalaciones en Madrid, luego de conocer un informe que colocaba a la petrolera como una de las que más gases de efecto invernadero emite.

Presentación de Josu Jon Imaz, Consejero Delegado de Repsol para la iniciativa voluntaria Pacto Mundial de las Naciones Unidas. Según su portal oficial, no controlan el comportamiento de las empresas. Están diseñados para estimular el cambio. 

Los Principios Rectores de Empresas y Derechos Humanos de la ONU brindan un marco legal a los gobiernos de cada país por el que es posible responsabilizar a las multinacionales cuando sus actividades comerciales en territorios ajenos vulneran los derechos humanos o las normas internacionales para la protección del medio ambiente.

Para aplicarlo, los países necesitan elaborar un Plan Nacional que adapte estos estándares internacionales a la realidad de cada uno. Este debe hacerse con participación de la sociedad civil y todas las partes interesadas.

En España, ese plan se aprobó el 2017. En el Perú, se hizo en junio de 2021, mediante el Decreto Supremo 009-2021-JUS. Uno de los cinco lineamientos estratégicos del plan peruano tiene como objetivo asegurar las reparaciones a los afectados. “Diseño y fortalecimiento de mecanismos para garantizar a los afectados por las vulneraciones a derechos humanos vías judiciales, administrativas, legislativas o de otro tipo para que puedan acceder a una reparación”, indica el decreto.

En diciembre del año pasado, la Comisión Europea también se lanzó a discutir la actualización de una directiva que plantea que las empresas culpables de delitos ambientales reciban multas de hasta 5% del volumen de sus negocios a nivel mundial. La iniciativa también abriría la posibilidad de quitarle a las compañías el acceso a la financiación y la contratación pública.

“Al final, las decisiones recaerán en los tribunales nacionales, pero este texto les ofrecerá claridad”, explicó Virginijus Sinkevicius, comisario europeo de Medio Ambiente a la Agencia AFP.

ACUERDOS ROTOS

Hay otros acuerdos firmados por Repsol que no son vinculantes. El de París, por ejemplo, que mencionamos al inicio. O el Pacto Mundial de las Naciones Unidas. La compañía española tiene, además, alianzas poco útiles con nueve organizaciones vinculadas a temas de responsabilidad social. Estas solo se limitan a compartir información sobre el impacto de las compañías en el medio ambiente.

Es el caso de IPIECA, la Asociación Mundial del Sector del Petróleo y el Gas para cuestiones medioambientales y sociales, que difunde entre sus agremiados las mejores prácticas que encuentran en la industria para reducir su impacto. “Estas plataformas o asociaciones vinculadas a buenas prácticas en responsabilidad social son más una declaración de intenciones y, salvo que la empresa tenga una sentencia firme por alguna falta ética o negligencia dolosa, no suele tener mayor trascendencia”, explica Natalia Manso, profesora de Pacífico Business School.

Para Manso, la responsabilidad social tiene un “componente de maquillaje importante” en muchas empresas. Aún con todo eso, considera que hay algunos avances y que los accionistas tienen el toro por las astas. 

“Los accionistas cada vez tienen más poder incluso para decidir a favor o en contra de cómo se remunera a los altos ejecutivos, o si se les debe cambiar. Desde luego, aquí [en el caso de Repsol] debería haber una respuesta de los líderes de la organización que están demostrando estar muy ausentes”, dice Manso, que también es docente de responsabilidad social empresarial.

De acuerdo a la última Memoria Anual publicada por Repsol, sus principales accionistas con derecho a voto son la española Sacyr S.A. (8.03%), la firma financiera JP Morgan (6.85%), la gestora de fondos de inversión BlackRock (4.99%) y la francesa Amundi Asset Management (4.50%). Todas son adherentes al Pacto Mundial de las Naciones Unidas y aseguran promover las finanzas que sean responsables con el medio ambiente. Como informó Sudaca, en una nota anterior, BlackRock tiene un historial de inversiones en empresas que violan los derechos humanos y tienen sanciones por infracciones contra el medio ambiente.

Más del 70% de las acciones de la empresa española son de «libre flotación» y se negocian constamente en el mercado bursátil. Después de esas acciones, la empresa Sacyr es la que tiene mayor participación con derecho a voto y dos asientos en el Consejo de Administración.

Repsol reporta a estas empresas cada una de sus acciones. El 2020, por ejemplo, publicó un informe de gestión donde da cuenta de las medidas de seguridad con las que cuentan sus operaciones. En la página 98 precisan: 

“Si, a pesar de toda la actividad preventiva, se produce un derrame, es prioritaria la detección temprana y la minimización del impacto a las personas y al medioambiente. Para ello, la compañía dispone de los medios humanos y técnicos necesarios”.

Agregan que, en caso de derrames marinos, Repsol mantiene contratos con empresas que garantizan la actuación rápida de especialistas y equipamientos externos como Oil Spills Response Limited – OSRL (empresa británica que atiende a todo el sector), el Global Dispersants Stockpile (reserva mundial para acceder a productos dispersantes) y Wild Well Control (compañía estadounidense con sede en Houston, Texas).

Pero ninguna de estas firmas está actuando sobre el reciente desastre en las costas peruanas. A través de su portal web, Repsol Perú indicó que las labores de remediación vienen siendo atendidas por las empresas ERM (Environmental Resources Management), para el asesoramiento y control de la emergencia; y por Aiuká Consultoría Ambiental, para el rescate de fauna marina.

Al cierre de esta nota, la información del derrame producido en Ventanilla todavía no era publicada en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de España. Mediante una carta, la Superintendencia del Mercado de Valores en Perú le preguntó directamente a la empresa por qué no se había informado de estos eventos como Hecho de Importancia. La respuesta, como parece ser costumbre, no deja nada claro.

“Teniendo en cuenta la complejidad del tema, la valoración de la magnitud e impacto del acontecimiento no pudo ser inmediata. Además de ello debe considerarse que, de momento, este acontecimiento no ha afectado la continuidad de nuestras operaciones ni la capacidad de atención al mercado”, respondieron desde Repsol.

Respuesta de Repsol a las consultas de la Superintendencia del Mercado de Valores en Perú, enviadas al cierre de la sesión del jueves 20 de enero.

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Acuerdo de París, derechos humanos, derrame de petróleo, Medio ambiente, Repsol, Repsol-La Pampilla

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Cámara de Comercio de Lima, Digitalización, Perú Factura, Renzo León Velarde

Renzo León Velarde gerente general de Perú Factura, empresa de transformación digital de la Cámara de Comercio de Lima, nos habla en la siguiente entrevista sobre la importancia de la digitalización como un elemento crucial para la subsistencia de los emprendimientos.

¿Cómo ve el panorama 2022 para los emprendedores en el camino hacia la digitalización de sus negocios?

El panorama para el 2022 presenta dos desafíos para el emprendedor. El primero es que se empieza a sentir un retorno al comercio, a la actividad, al consumo y a la vida pseudo normal que teníamos antes de la pandemia. Y eso genera mercado y oportunidades para todos los emprendedores. Por otro lado, este mercado es diferente, tiene otros hábitos de compra, otras comodidades para sus transacciones, y ahí es el gran reto que tiene el emprendedor.

¿Cómo es hoy ese “mercado diferente”?

La realidad es que la pandemia nos adelantó una década en el avance de la transformación digital que tenía nuestro país y a la fuerza nos quitó muchos miedos. Como el mecanismo de pago que hoy se usa. Por ejemplo, si vas al mercado a comprar frutas o verduras, la cacera te recibe con tu billetera móvil. Eso hace dos años era impensable. Eso te dice que el mercado ha cambiado, pero también te dice que el emprendedor está dispuesto a evolucionar con ese mercado. Y es un mercado que le ha perdido el miedo a la transacción digital. Que mas bien le ha cogido miedo al contacto físico y que se mueve mucho por delivery y por transacciones electrónicas.

¿Cuánto ha sido el avance de la transformación digital? Se habla de un 200% en estos dos años de pandemia.

Yo te diría que está muy por encima de ese 200%. Bastaría con ver los grandes comercios, que antes tenían plataformas electrónicas que representaban menos del 10% de su venta. Y hoy esas ventas pueden estar por encima del 30%. Quiere decir que es un elemento fundamental en su presupuesto. Por otro lado, tienes a millones de emprendedores que se mueven 100% en el mercado digital. Que venden únicamente por redes sociales y que no necesariamente todos se mantienen en la formalidad. Por lo tanto, gran parte del 80% de la informalidad que tiene nuestro país hoy es digital.

¿Cómo combatir esa ‘informalidad digital’?

Mira qué importante, porque [ellos] generan informalidad desde operaciones financieras. O sea, no están moviendo dinero en efectivo. Están generando transacciones con nombre propio. Si Sunat quiere, tiene cómo intervenir. Pero ahí entra a tallar el factor social. Te vas a perseguir como cacería de brujas a los pequeños emprendedores que intentan sobrevivir desde la informalidad, pero dejas a las grandes empresas acumular deudas y no pagar impuestos. Entonces tienes que hallar un equilibrio y un balance. Yo creo que más que verlo desde el lado punitivo hay que verlo desde la oportunidad.

¿Cuál es esa oportunidad?

Al emprendedor le beneficia ser formal sobre la base de lo que ya está haciendo, que es usar herramientas formales como las billeteras móviles o estar en el sistema financiero o pagar con tarjeta, etc.

Entonces ¿Cómo capitalizar esto?

La respuesta es simple. ¿Qué pasa si viene una empresa grande, te compra y te deja sin stock? Esa empresa grande no te va a pagar inmediatamente, seguramente generará una factura diferida a 30, 60 o 90 días y yo necesito de capital para seguir trabajando. Entonces, como emites una factura electrónica, puedes hacer factoring electrónico y en un par de días tener capital de vuelta con una tasa de interés mínima y seguir haciendo negocio.

Por otro lado, yo puedo hacer muchas transacciones electrónicas, pero si no emito las boletas y facturas correspondientes no genero historial. Una entidad financiera no te va a prestar porque tu Yape se mueva mucho, sino porque al lado de esas transacciones hay boletas y facturas que demuestran que son operaciones de negocio y eso te permitirá crecer. Entonces, la oportunidad de la transformación digital se pierde sino la capitalizamos con formalidad.

Aunque los emprendedores entienden que la digitalización es importante, todavía hay quienes se resisten a esa posibilidad ¿Cómo cambiarles el chip?

Lo primero y lamentable es que nuestra sociedad se mueve mucho por obligación. Entonces, Sunat ya sacó un cronograma de obligatoriedad para que los emprendedores emitan facturas y boletas electrónicas el 2022 que va de enero a abril y en el cual el 100% de los contribuyentes en el Perú, sí o sí van a tener que emitir boletas y facturas electrónicas. Entonces tienen que ir hacia la digitalización. El primer grupo de obligados se viene dando en enero. Son más o menos 90 mil; y cerca de medio millón en abril.

El tema no es movernos por obligatoriedad, sino por beneficio. Y una forma de entenderlo es lo siguiente: el emprendedor se tiene que ocupar de su negocio. No tiene que ocuparse en los papelitos, en el file palanca o en el cierre del mes contable o si le falta o no un correlativo, de todo eso nos podemos olvidar con la facturación electrónica.

¿Qué beneficios da la facturación electrónica?

Cuando mandas a imprimir boletas y facturas, el de la imprenta te dice que mandar a hacer 100 o 1000 te cuesta lo mismo. Mandas a hacer 1000 y metes 999 a un cajón y vas sacando de acuerdo a lo que vas necesitando. Pero en ese cajón lo que tiene es tu plata dormida. En facturación electrónica, si haces uso de la plataforma de Sunat, el servicio es 100% gratuito; pero si te vas a un privado que te da servicios de valor agregado (como el logo, el registro e información a la mano) los costos son mínimos: 20 soles al mes versus la imprenta con la plata dormida en el cajón que, además, te condiciona físicamente a tener que depender del lugar dónde está esa boleta físicamente, sino la tienes a la mano no vendes. En cambio, con la facturación electrónica yo puedes emitir una boleta o factura o acceder a información 24/7, desde cualquier parte del mundo y sin ninguna restricción. Y más beneficios, como el factoring electrónico.

Sobre el ecommerce ¿Cuáles son las perspectivas para este año?

Hay una gran cantidad de emprendedores que son 100% virtuales y por lo tanto hacen uso 100% de ecommerce para sus negocios. Las grandes empresas se han movido de un 5% de una dependencia presupuestal del ecommerce, a en muchos casos, más del 50% con lo cual es tan simple como decir: si a muchos negocios les va mal electrónicamente, no subsisten en el tiempo. Y eso te habla de lo importante que se ha convertido el negocio electrónico para los emprendedores. Entonces, el negocio se mueve digitalmente, desde la oferta, que muestran sus productos a través de las redes sociales o Marketplace, etc. La negociación, con herramientas de comunicación como el WhatsApp, y hasta la forma de pago, a través de billeteras móviles como Yape, Plin oBIM. Y finalmente la formalidad, porque emites un comprobante de pago electrónico. Entonces, podemos decir que el ecommerce y la transformación digital por lo menos está arriba del 30% de dependencia de éxito de cualquier negocio.

 

Foto: Tomada de La Cámara, revista digital de la Cámara de Comercio de Lima.

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Cámara de Comercio de Lima, Digitalización, Perú Factura, Renzo León Velarde

Cuando todos temían el descalabro apocalíptico en Chile, el flamante presidente izquierdista Gabriel Boric ha sorprendido a muchos con la designación de un gabinete altamente calificado, más que paritario (hay más mujeres que hombres), con personas casi todas de izquierda y unos cuantos de centro. No ha cedido un milímetro a sus aspiraciones políticas y programáticas, pero no ha hecho de la improvisación su insignia, como una parte de la sociedad chilena temía, dados sus antecedentes contestatarios y beligerantes.

¡Qué diferencia con el imperio de la mediocridad que ha instaurado en el país, el gobierno de Pedro Castillo, capaz en pocos meses de desandar reformas importantes, golpear el esquema meritocrático de muchas entidades públicas, incluyendo ministerios, y rebajar la investidura presidencial con inconductas penosas!

Porque lo que de nuestro gobierno subleva es la rampante medianía, la indolencia para atender los asuntos públicos, la absoluta miopía para emprender siquiera alguna reforma importante y la ausencia honda de autocrítica (Castillo, por lo que se ha visto en la entrevista con César Hildebrandt, ni siquiera parece ser consciente de los estropicios cometidos).

La izquierda peruana, que integra sin excepciones el régimen de Castilllo, ha demostrado carecer de cuadros técnicos calificados en casi todas las materias vinculadas al quehacer administrativo del Estado. Se la ha pasado años y hasta décadas pontificando y criticando a los gobiernos de derecha, pero cuando le ha tocado salir a bailar, no atina un solo paso.

Ojalá el pueblo aprenda esta lección. Es una lástima que le deba agregar una frustración política adicional a las muchas que lleva acumuladas en las últimas décadas, pero ayudaría mucho a la maduración democrática y política del país, que los ciudadanos de extracción popular entiendan que no basta con lanzar proclamas antiestablishment o engalanar un discurso con consignas populacheras, para asegurar un gobierno medianamente viable.

A ver si el inevitable fracaso de Castillo hace que el país asuma que el momento actual del país lo que requiere es un régimen de derechas, procapitalista, democrático e inclusivo, identificado con la inversión privada y el desarrollo liberal. Solo así saldremos de la meseta del subdesarrollo en la que parecemos atrapados irremediablemente. Habrá que esperar hasta el 2026 para que cuaje una opción así, pero sería formidable, al menos, que este lustro sirva como aprendizaje colectivo de lo que representa la fallida izquierda peruana.

La del estribo: algunas recomendaciones cinéfilas: La tragedia de Macbeth, dirigida por Joel Coen, con Denzel Washington y Frances McDormand; Cyrano, dirigida por Joe Wright, con Peter Dinklage; Flee, dirección de Jonas Rasmussen; Hive, por Blerta Basholli; Maixabell, bajo la dirección de Icíar Bollaín; y Munich, al filo de la guerra, dirigida por Christian Schwochow, con Jeremy Irons, entre otros.

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Boric, Pedro Castillo

Los allegados a la literatura ya saben que este año 2022 se cumple el centenario de la publicación de varios libros fundamentales de la literatura occidental. Tenemos, entre otros, el Ulysses de James Joyce, la Tierra baldía de T.S. Eliot, y en el ámbito peruano nada menos que Trilce, de nuestro entrañable poeta mayor César Vallejo.

Claro que es motivo para celebrarlo, pues Trilce significó un terremoto en las concepciones y las prácticas literarias de su momento y aún hoy. Pocos libros han sido tan trascendentes en el devenir de nuestra tradición poética y, a la vez, pocos han retratado (pese a la dificultad de su estilo) las tensiones y pasiones de su época y expresado una sensibilidad agudamente moderna, que pone en duda la estabilidad de nuestro conocimiento y sentido del ser.

Vallejo llegó a Lima a fines de 1917 y a los pocos meses empezó a sufrir una serie de pérdidas irreparables, o como él mismo las llamaría en su primer libro «los heraldos negros que nos manda la muerte». Así, pierde a su madre el 8 de agosto de 1918, luego a Manuel González Prada, su admirado mentor, y al año siguiente lo hieren las partidas de Abraham Valdelomar, su querido amigo, y Ricardo Palma, apreciado escritor. A eso se suma la dolorosa ruptura con su amada Otilia (la de las «venas otilinas» de Trilce VI) y percances laborales que se traducen en un dolor personal, bien expresado ya en Los heraldos negros, que recién pudo circular en julio de 1919.

Pero ya desde esos mismos años Vallejo se daba cuenta de la necesidad de cambiar completamente el lenguaje para expresar mejor lo que él llamó «una nueva sensibilidad». Los primeros borradores de Trilce datan de 1918, pero se incrementan durante el año siguiente y crecen mucho más cuando pasa por la crucial experiencia carcelaria del 6 de noviembre de 1920 al 26 de febrero de 1921. Fueron 112 días de los que no sabemos mucho, pero nos los cuenta, con ciertos toques imaginativos, el gran narrador (liberteño como Vallejo) Eduardo González Viaña en su novela Vallejo en los infiernos. También tenemos las valiosas biografías de Stephen Hart y Miguel Pachas Almeyda para quien quiera entrar en los recovecos de la difícil vida de Vallejo.

Al poeta le toca la terrible experiencia de pasar meses en una cárcel del Perú, acusado, además, injustamente. El expediente judicial completo que demuestra su inocencia está siendo publicado este año por la acuciosa investigadora vallejista Gladys Flores Heredia. Ya el juez Francisco Távara hace pocos años derogó el fallo judicial y la orden de captura que quedaba pendiente por violación de la libertad condicional que le fue otorgada al poeta en 1921. Vallejo, sin esperar a que lo apresaran de nuevo, prefirió marcharse del país luego de publicar Trilce en octubre de 1922 y dos incursiones por la narrativa: Escalas y Fabla salvaje en 1923.

Lo demás se conoce mejor. Pasa miserias y alegrías en París. Convive y luego se casa con la jovencísima poeta francesa Georgette Philipart. Viaja por Europa y se hace comunista, con militancia probada. Este último dato es insoslayable, aunque intenten olvidarlo muchos críticos y sin duda varios políticos a quienes Vallejo sin dudas despreciaría.

Trilce con sus 77 poemas fue reeditado en Madrid en 1930, antecedido por un lúcido prólogo del poeta español José Bergamín, reconociendo su gran contribución a la vanguardia. Como dice el refrán, «nadie es profeta en su tierra». En el Perú, el radical libro de Vallejo recibió sobre todo burlas en medio de un típico ninguneo que desde entonces practican nuestros poetas e intelectuales con cualquier obra que no calce con su gusto convencional. Salvo el prólogo de su querido amigo Antenor Orrego, lo demás fue la urticante «risita limeña» que suele aplicarse a los provincianos de estirpe indígena en los círculos oficiales de la capital. ¿Les suena conocido? 

La lección que nos deja ese libro como obra de arte es la de la necesidad y la validez de romper con todos los moldes y usos. Y la de no perder la perspectiva sobre el valiente cuestionamiento que todo escritor auténtico debe tener frente a una realidad mediocre y mediocrizante. 

Para estudiar el extraordinario libro de Vallejo se avecinan grandes congresos internacionales y publicaciones, coordinadas por la Asociación Internacional de Peruanistas y otras instituciones: en la Universidad de Sevilla el 26 y 27 de abril, en la Universidad de Londres la semana del 10 de octubre, y en el otoño boreal sendos congresos en La Habana y Boston. 

¿Y en Perú? «No se oye, padre». A ver si nuestras instituciones se ponen las pilas. 

Vallejo bien vale un Perú.

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César Vallejo, Trilce, vanguardia

¿Tiene suficientes méritos para desempeñar un determinado trabajo?, ¿le corresponde un reconocimiento de cualquier tipo?, ¿dado el error cometido es pertinente un castigo?, ¿la clara transgresión de una norma debe llevarlo a la autoridad para que se inicie el procedimiento legal de rigor?

Preguntas que enfrentamos con bastante frecuencia. Aunque nosotros no estemos en una posición que obligue a tomar decisiones, como espectadores de la vida social, tenemos respuestas y juicios. ¿La respuesta natural en los grupos humanos, la que fue estándar durante miles de años?: depende.

¿De qué?, ¿no es acaso un asunto evidente? Las habilidades, los logros que producen, las metidas de pata y las de mano en arcas abiertas o cerradas, son hechos incontrovertibles. Claro, hay lugar para la subjetividad, debemos tomar en cuenta el contexto, la historia, los atenuantes y la acción afirmativa de ciertas categorías de personas. Pero no debería haber tanto margen de maniobra. Manejaste borracho, pierdes tu licencia de conducir.

¿Entonces, de qué dependía?

Si se trata de tu primo hermano, compañero de colegio, correligionario, paisano, comparte contigo la barra brava, por ejemplo, la cosa cambia. El nivel de severidad disminuye, el deseo de componer un entuerto, dando un testimonio, digamos, se va al suelo. Silbar y mirar hacia otro lado, encontrar todo tipo de explicaciones exculpatorias, realzar esfuerzos e intenciones, se vuelve frecuente.

Al contrario de cuando el protagonista no comparte con nosotros códigos ni historias vividas conjuntamente, ni relatos escuchados de referentes comunes. No es de nuestra tribu, pues.

Aunque sociedad y cultura producen protocolos de premiación y castigo, parejos, incluso si la ley no ve a todos como iguales ante sí, en buena parte de las eras y latitudes, la pertenencia e identidad hacen una enorme diferencia a la hora de juzgar a nuestros semejantes.

No es casual que los términos que identifican vínculos de sangre o políticos —tío, cuñado, primo, ¡hermanito!— son maneras de acercar y, también, prometer un trato privilegiado en la repartición de recursos sociales, que se trate de dinero, trámites, contrataciones, licitaciones, sentencias, penas y penalidades. Ni que los grupos que tuercen —a punta de violencia y monopolio de la ilegalidad— de manera sistemática la lógica colectiva —las mafias— se reconocen como familias.

Costó trabajo que la pertenencia o no a la tribu fuera irrelevante o, por lo menos, no decisiva.

Es posible que la obsesión de la Iglesia con prohibir el matrimonio entre familiares cada vez más lejanos, la vigencia de órdenes religiosas meritocráticas independientes de lazos de sangre y herencia, el surgimiento de gremios especializados, la alfabetización derivada de la imprenta y discusión de ideas sin intermediarios producto de la Reforma, una mano de obra móvil desligada de la tierra —producto, en parte, de una pandemia, la Peste Negra— y la construcción de una objetividad científica, fueron todos factores en la construcción de un rasero homogéneo a la hora de tomar decisiones como las mencionadas en el primer párrafo.

El Perú es de una tribalidad extrema, pesada y sofocante. Las desgracias, las victorias, el ejercicio del poder, la captación y distribución de recursos, dependen casi exclusivamente de pertenencias e identidades, de lealtades construidas en experiencias locales que no pueden proyectarse en un espacio común. Lo que hay, o es mío y de los míos y me lo apropio hasta que me lo expropia otro grupo para usarlo de la misma manera; o lo trato como ajeno y lo malogro, lo ensucio, lo agoto.

La perversión de la pertenencia que —salvo en la gastronomía y, últimamente, en la vacunación contra el COVID— se ha venido acentuando en nuestro país, explica, mucho más que la ideología política, religiosa o económica —puro pretexto—polarizaciones, vacancias, disoluciones, nombramientos folclóricos, leyes esperpénticas, investigaciones judiciales y otros hechos de nuestra vida colectiva.

Un territorio plagado de tribus y mentes tribales no es un país. Independientemente de cuánta riqueza haya en sus entrañas, quienes lo habitan serán siempre pobres.

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Por Alba Ñaupas y Julio Rospigliosi

 

“¡Avancen, carajo!”, gritó el hombre después de lanzar un disparo al aire con un arma de largo alcance. Estaba montado en la tolva de una camioneta de la empresa RVR Agro, dueña del fundo Luzmila, en Ica. Al frente tenía a un centenar de obreros agrícolas que habían bloqueado una trocha de ingreso a la finca como protesta por las precarias condiciones en las que trabajan.

El hombre de pelo canoso fue identificado por el Frente de Trabajadores Agrícolas de Ica (Frentagri) como Carlos Manuel Villacorta Pineda, el gerente de RVR Agro. Así lo dice a Sudaca Julio Carbajal, presidente de ese gremio. Y los datos del empresario en el Reniec no lo dejan mentir. 

En los videos se observa que, mientras los trabajadores desarmados pedían a Villacorta no disparar, el hombre seguía amenazándolos con su arma. “Sin armamento, por favor. Nosotros no somos animales”, gritó una de las mujeres que grabó el hecho. La Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil) está investigando, pero todavía no emite informe sobre lo sucedido.

villacorta gamonal
Carlos Villacorta Pinedo, identificado como el hombre que salió a amedrentar a los trabajadores con un arma.

 

LAS DEMANDAS

Según un reporte policial al que Sudaca accedió, las protestas empezaron la mañana del lunes 17. Fue el mismo Villacorta Pineda quien llamó a la comisaría local para pedir apoyo. Pero cuando los efectivos policiales se acercaron, a las 8:30 am, la entrada del fundo Luzmila estaba bloqueada con cables, palos y cilindros.

Quienes impedían el paso eran alrededor de 100 trabajadores que reclamaban -entre otros- por la “alimentación de baja calidad que reciben”. Los obreros también denunciaron que los obligan a realizar labores de limpieza sin recibir pago alguno. En los videos se puede escuchar a uno de los manifestantes explicándole a la Policía que los tenían “una hora, dos horas ahí atrapados, limpiando, y no nos pagan nada”.

Marco Vacilo López, extrabajador de la empresa agrícola y sindicalista del Frentagri, cuenta a Sudaca que, cuando él estuvo en Luzmila hace dos años, la comida era “como para chancho” y ni siquiera les daban agua.

Otras demandas de los obreros son que les aumenten el pago por cada jaba de uva que completan y mayor salubridad en los baños. La precariedad de las condiciones laborales que deben aguantar los trabajadores en la compañía de Villacorta ya había sido registrada por inspectores de Sunafil en años anteriores, como veremos más adelante. 

Aquel lunes 17, luego de un diálogo con los manifestantes, los efectivos lograron que se les permitiera el ingreso. Dice el documento de la Policía que se dirigieron al área de recursos humanos, y tuvieron una reunión con representantes de los trabajadores y de la empresa. Ambas partes, según los agentes, llegaron a un acuerdo “mediante un diálogo calmado”.

Carlos Villacorta Rath
Carlos Villacorta Rath (34), hijo del dueño. Estuvo en la hacienda al momento de las amenazas.

Sin embargo, de la amenaza que quedó grabada en varios videos, los cuales se viralizaron en redes sociales, no se dejó constancia en el reporte policial.  “¡Los que no quieren trabajar, se pueden ir por la puerta!”, repetía Carlos Villacorta Pinedo, escopeta en mano. Además, en uno de los videos se ve que, al costado del gerente de RVR Agro, otro hombre de polo negro también porta un arma.

De acuerdo al presidente del Frentagri. Julio Carbajal, ese segundo hombre sería familiar de Villacorta. Los apoderados de la empresa agrícola son Carlos Villacorta Rath y Rosa Villacorta Rath, hijos de Villacorta Pinedo. El primero es, según el acta policial, gerente de planta en el fundo Luzmila.

Carbajal detalla que los hechos violentos ocurrieron aproximadamente a las 10 de la mañana. Según el parte policial, los agentes se retiraron al menos una hora y media después. ¿Por qué omitieron las amenazas del dueño del fundo? Pedimos insistentemente una entrevista con el jefe policial de Ica, el General Adolfo Valverde Arcos, pero el área de prensa de la institución no quiso que le hagamos preguntas.

Russell Nina, secretario de juventudes de la Confederación de Trabajadores del Perú (CTP), considera que el parte policial “es inconsistente porque es evidente que hay diferentes tomas, en diferentes ángulos, de que los dueños del fundo estaban con armas de largo alcance. Es cuestionable que la policía no haya consignado dentro del acta policial ese incidente”.

parte policial
El parte policial de los hechos omite las amenazas del pistolero.

 

HISTORIAL DE ABUSOS Y DEUDAS

La reciente actuación de Villacorta Pinedo no debería sorprender. De acuerdo a varios partes policiales que Sudaca revisó, el sujeto tiene un arsenal de armas, entre pistolas y escopetas. Del 2013 al 2017, por ejemplo, denunció la pérdida de seis licencias para portar estas. Todas se perdieron, coincidentemente, cuando Villacorta se encontraba “transitando en la calle”. Además, el 2014 denunció que le robaron dos escopetas. 

El descuidado empresario tampoco es muy diligente con sus cuentas. Y es que Wet Field EIRL, otra de sus empresas, ha registrado deudas en cobranza coactiva con el Tesoro público que suman S/297.414, correspondientes al 2003 y 2007, de acuerdo a la Sunat. 

Sudaca se comunicó con Villacorta Pinedo para preguntarle por su versión, pero este solo se limitó a decir “que la policía ya está haciendo las investigaciones” y luego colgó la llamada. Le dejamos un cuestionario de preguntas por mensajes de WhatsApp, pero al cierre de este informe no respondió.

Lo que sí se evidencia en el registro policial es la parsimonia de la Sunafil. Los efectivos se comunicaron con esta entidad solicitando su presencia en el lugar, pero hasta las 11:30 am, dice el documento de la PNP, los fiscalizadores no habían llegado al fundo. 

Esta no es la primera vez que la empresa de Villacorta es acusada de maltrato laboral. En agosto del año pasado, alertados por la denuncia de un obrero, inspectores de Sunafil se hicieron pasar como trabajadores para ingresar a Luzmila. En esa ocasión, pudieron comprobar que no se cumplían los protocolos para prevenir los contagios de Covid-19 y que se ponía en riesgo la vida de los trabajadores.

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La deuda registrada en la Sunat de otra de las empresas de Villacorta: S/297.414.

La inspección concluyó con la paralización de las actividades dentro del fundo, porque se constató que se ponía “en riesgo grave e inminente la vida de once trabajadores agrarios, quienes pudieron sufrir accidentes o incluso perder la vida, mientras desarrollaban sus labores cotidianas”. Ejemplo de ello es que los obreros “podían quedar atrapados en la faja del equipo de la compresora” o hasta “perder la vida por ahogamiento”. 

Otro de los abusos que observaron es que se le pedía a los empleados que se retiren si no cumplían las metas fijadas, pero no se les daba movilidad para que regresen a Ica. Incluso, les retenían sus documentos hasta la hora de salida. “Si te pedían que te vayas, tenías que ir caminando 30 o 40 minutos hasta la Panamericana y recién ahí tomabas un colectivo hasta el centro”, explica a Sudaca el extrabajador Marco Vacilo, que estuvo por aquellas fechas en el fundo. 

También se evidenció la falta de un comedor. “[Los inspectores] comprobaron que la empresa no tiene acondicionado un comedor, pues [los obreros] ingieren sus alimentos en el campo, de forma inadecuada”, se lee en la nota de prensa de la Sunafil.

La superintendencia ya había puesto una multa de S/30.052 a la empresa en marzo de aquel 2021. En los últimos dos años, el fundo Luzmila fue fiscalizado 25 veces, según información de la Sunafil. De este total, siete inspecciones concluyeron con sendas actas de infracción y 12 en informes. “Un acta de infracción es lo que da inicio a un posterior procedimiento sancionador donde eventualmente se aplica una multa, es un indicio de que se han detectado infracciones”, explica a Sudaca Christian Sánchez, exministro de Trabajo.

Consultamos con el área de prensa de la Sunafil sobre las multas y sanciones contra el fundo Luzmila, pero hasta el cierre de este informe no respondieron. Luego de que los videos de Villacorta con su arma se hicieran virales, emitieron una nota de prensa. Allí informan que están fiscalizando al fundo Luzmila por “presunta vulneración a la normativa sociolaboral y de seguridad y salud en el trabajo”.

Lo que se está inspeccionando son las “condiciones de seguridad, identificación de peligros y evaluación de riesgos, equipos de protección personal, registro de trabajadores en la planilla, incumplimiento de jornadas y horarios de trabajo”. Hasta el momento no se ha emitido un informe sobre los resultados de dicha inspección.

Diversos gremios e instituciones ya se han pronunciado rechazando los actos de violencia, abuso y amedrentamiento de parte de RVR Agro. Por ejemplo, la Cámara de Comercio, Industria y Turismo de Ica pidió que estas acciones sean investigadas por las autoridades y recalcó que el fundo Luzmila no es parte de las 28 empresas agroexportadoras afiliadas a la Cámara.

“Todas estas empresas son miembros del Comité de Derechos Humanos, donde son unos convencidos de que la única manera en que se puede solucionar los problemas entre el trabajador y el empleador es mediante una mesa de diálogo”, explica Eduardo Ojeda Dávila, presidente de la Cámara. 

El miércoles 19 la ministra de trabajo Betssy Chávez y el superintendente de Sunafil, Jesús Baldeón, se reunieron con los representantes del Frentagri y la CTP. Una de las medidas que adoptaron fue que el Ministerio del Interior realice una inspección adecuada. También se pidieron más inspectores de Sunafil.

“Si es que el Ejecutivo no actúa de manera objetiva, nosotros como CTP [coordinadora sindical a la que está afiliado Frentagri] vamos a presentar una denuncia a la Fiscalía con todas las evidencias [se refiere a los videos], porque tampoco podemos permitir que un empresario actúe de esa manera en pleno siglo XXI”, concluye Russell Nina, secretario de juventudes de la CTP. Y es cierto: el gamonalismo tendría que haberse erradicado hace 50 años.

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Los pasteles nos han acompañado toda la vida. En cumpleaños, bautizos, matrimonios y todo aquello que conocemos como una ‘ocasión especial’. Pero realmente, con el ritmo al que se mueve el mundo hoy en día, incluso decir ‘te quiero’, dar ánimos a una amiga, o pedirle al vecino que deje de taladrar puede resultar una ocasión especial si se dice de la manera correcta. ¿Cómo? Con un tiny cake.

Esos ejemplos son solo algunas de las temáticas que Paula Virreira ha recibido en su buzón de pedidos personalizados de tiny cakes. Virreira es fotógrafa de profesión y hoy combina su carrera con su interés por la pastelería, que durante la pandemia dieron vida a Miel, marca de pequeña pastelería muy aclamada en Instagram.

“Miel comenzó como un proyecto pequeño, sinceramente no pensé que crecería tanto y en tan poco tiempo. Algo que sí supe desde el inicio es que quería que mi concepto rompa esquemas, que no se parezca en lo absolutamente a nada de lo que ya se haya visto en el mundo pastelero en Lima y alrededores”, cuenta la artista pastelera y visual.

Miel

Pequeños bocados de amor

Hoy Miel cuenta con cerca de 11 mil seguidores en Instagram, y cuando empezó con el proyecto, Paula no se sentía tan cercana a la pastelería. “Comencé con tostadas francesas a raíz del cumpleaños de mi entonces roommate, y cómo estábamos en plena cuarentena no había mucho de deliverys así que me ofrecí a hacer algo que a ella le guste. Cuando subí una foto en mi Instagram personal, muchos amigos me hicieron pedidos y es ahí donde decidí empezar a venderlas. Luego tuve la idea de hacer tortas en formato pequeño junto con un concepto artístico, y cómo ya tenía algo de audiencia decidí lanzarme con la propuesta de tiny cakes únicamente”, cuenta Virreira.

Cada mañana, Paula inicia el día a las 7:30 am con una taza de café y, de la mano de Carolina, que la apoya en la producción de los kekes, se prepara para empacar todos los pedidos que saldrán repartidos en el día. Luego se asegura que toda la información de los pedidos estén en orden, para enviarlos a su destino y empieza con el toque icónico de Miel: su buttercream. Se trata de la crema con la que cubre y decora cada uno de los tiny cakes de forma personalizada. “La decoración toma muchas horas de trabajo físico. A las 8 pm culmina mi día de trabajo acompañada de una copa de vino”, cuenta Virreira.

Sus tiny cakes miden 12 centímetros de diámetro, pero contienen una cantidad inmensurable de amor. De hecho, sus pasteles son su plataforma para hablar del amor propio. “El amor propio es algo que no nos han enseñado mucho. Creo que es un camino difícil pero que debe estar presente en muchas conversaciones, sobre todo en una mesa. Se me hace muy importante hablar de esto, sobre todo si ningún negocio de alimentos lo hace, es una puerta que yo decidí abrir para así poder incentivar a más marcas a hacerlo”, cuenta la artista, que en cada pedido incluye tarjetas o stickers que leen “Ámate mucho”.

Miel

Amor es amor

Cada concepto que lanza mes a mes está basado en sus experiencias y vivencias, pues hace que Miel no sea solo una marca, sino un ser humano real. Como tal, sueña, vive, siente y ayuda. Por ejemplo, el pedido más significativo que recibió Paula le permitió ayudar a una persona a hablar sobre su sexualidad con su familia. “Recibí muchos mensajes hermosos pero uno de ellos fue de una chica que ‘salió del closet’ con sus papás entregándoles una torta mía y el mensaje era ‘love is love’. Leer eso no tiene precio. Así como esos pedidos he tenido muchos que han sido regalados a personas que han perdido a alguien o que han sobrevivido el COVID, es muy especial el lugar donde viene esta necesidad de darle un detalle a alguien que ha pasado por algo muy difícil”, recuerda Paula.

Miel

A la fecha, Miel recibe decenas de pedidos a la semana, pero mide con cautela la cantidad de pedidos que aceptará en determinadas fechas para lograr hacer los pasteles con la mayor precisión posible. Esto lo aprendió luego de la Navidad de 2020, en la que llegó a recibir 68 pedidos por semana. “Ahí aprendí cuál era mi límite. Fue una temporada muy larga y cargada pero aprendí demasiadas cosas y a estar más preparada”, cuenta.

Para Paula, emprender con Miel ha sido una gran decisión, pues tiene el espacio ideal para hacerle bien a los demás, mientras deja suelta a su creatividad. Ahora trabaja día a día para que Miel siga creciendo y logre tener una tienda física. “Sé que cuando tenga la oportunidad de abrir un espacio para Miel será una nueva oportunidad para llegar a más personas con mis mensajes sobre el amor propio”, anhela.

Dato:

Para contactar a Miel pueden hacerlo a través de su cuenta de Instagram.

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