Victoria Nacional

Candidato empecemos con un informe nuestro. Lo titulamos “La mismocracia de Forsyth”, porque resulta que su partido también tenía varios candidatos al Congreso improvisados, que no sabían por qué los habían invitado a candidatear por regiones en las que no vivían y, en algunos casos, que ni conocían. Al final, ¿esto no nos dice que Victoria Nacional tiene las mismas mañas que otros partidos?

No se puede hablar de mañas en el caso de Victoria Nacional. Se puede hablar de debilidades, sí, en llenar los cupos. Ha habido dificultades en todas las regiones para completar el número de candidatos que se necesita y ahora la ley obliga a que no haya cupo vacío. Ahí es donde ha habido dificultades, porque no se ha contado de primera mano con las personas que tengan los requisitos de idoneidad. Se ha tenido que recurrir a personas que son del partido, que tienen militancia, vínculos familiares, pero en todos los partidos hay eso. Eso no es ningún pecado.

Pero no es muy serio que una persona que vive en San Luis y que no ha visitado La Libertad en su vida vaya como representante de esa región.

Los cupos que han llenado esas personas no son los principales. Incluso hay zonas, como en Huancavelica, por ejemplo, donde históricamente la gente no marca el número preferencial o marca el uno. Entonces el que va segundo, tercero o cuarto ya sabe que no va a salir. Es bien difícil conseguir a la persona que quiera postular.

 

En la línea con marcar distancia de los partidos tradicionales, que es lo que ustedes pretenden, ¿acaso lo que describe no es un “pecado”, para usar sus palabras?

Es buena la pregunta porque el sistema partidario en el Perú está en crisis y eso incluye a Victoria Nacional, que es producto de una fusión entre Restauración Nacional, que lideraba el pastor Lay, y George Forsyth y su equipo. Y en ese proceso de fusión hay cosas por mejorar, evidentemente. Todavía es muy joven [la fusión], pero nuestra aspiración y la de los dirigentes de Restauración, que es gente muy sana, es caminar hacia un modelo de partido que sea un ejemplo a seguir. A eso caminamos. Usted no me verá en una próxima elección en otro partido. Yo he entrado para quedarme. Y George lo mismo.

 

¿Y quién es el responsable dentro del partido de este tipo de, digámosle, ‘errores’ en las listas?

Bueno, no se puede decir que hay un responsable porque en la fusión se acordó cuántos candidatos iban [por cada una de las partes]. A George y su equipo no les fue fácil reunir todos los cupos y Restauración tuvo que decidir poner gente que ellos conocían simplemente para cumplir con la ley. Nosotros pensamos que esta ley debería ser cambiada, no deberían obligar a los partidos a cubrir todos los cupos si no tienen a las personas idóneas para eso. Ahora, esto es muy distinto a lo que ha sucedido con López Aliaga, donde él, por teléfono, ha armado personalmente la lista. Acá ha habido un proceso democrático, en cada zona ha habido procesos de votación. Simplemente lo que ha faltado es gente para llenar los cupos.

Cuando la reportera fue a la zona no parecía muy democrático que digamos, porque la gente ni enterada estaba de que postulaba tal o cual persona y los supuestos candidatos tenían muy poca conciencia de sus postulaciones.

Es una democracia limitada. Hay cosas que cambiar indudablemente, pero hay voluntad.

 

El analista José Carlos Requena dijo hace poco a Sudaca que Victoria Nacional, entre otros partidos, “es un vehículo electoral, un conglomerado de intereses, personalidades y matices”. ¿Qué responde?

Yo creo que en lo sustantivo es un conglomerado de gente honesta que quiere cambiar el Perú y que no son los políticos de corte tradicional. Vemos la política como un servicio militar obligatorio en algún momento de nuestra vida, pero no para vivir de eso toda la vida. Yo no voy a postular todo el tiempo. Esta es mi única postulación. Luego, de repente, estaré como asesor del partido.

 

¿Qué cualidades vio usted en Forsyth para sumarse a su campaña?

Yo lo conocía como hincha de Alianza. Lo conocía como un defensor de los intereses de los trabajadores del club frente a directivas que, como sabes, han sido muy mafiosas. Tenía esa imagen de él. No lo conocía personalmente, pero tenía buenas referencias. Ha habido una diferencia de [Victoria Nacional] con otros partidos, que tienen otra manera de hacer política y actitudes muy egocentristas, otro tipo de liderazgo. Noté un líder más sencillo, carismático, honesto.

 

¿Y dentro de Victoria Nacional todos ven de la misma manera el liderazgo de George Forsyth? Lo pregunto porque hace unas semanas el señor Rennán Espinoza dijo que la estrategia era no salir a los medios de comunicación. ¿No cree que hay un sector del partido que piensa que Forsyth puede meter la pata y que no está preparado?

No, para nada. Ese es el tipo de recomendación que algunos estrategas dan cuando alguien va puntero de lejos. Forsyth tenía 25% en algún momento. Esa era la estrategia simplemente. En [la Municipalidad de] La Victoria él tenía mucha exposición en los medios y siempre salía bien parado.

Candidato, en febrero pasado la fiscalía abrió una investigación a Forsyth por negociación incompatible, por la contratación de su amigo [Renzo Navarro] como su asesor cuando no cumplía los requisitos, ¿ustedes han hablado de esto en el partido, no han levantado la ceja para nada?

No, para nada. Primero que la contratación ha sido transparente y cumpliendo la norma. Y segundo, que el contratado es idóneo para el cargo. Se le pagaba como S/4,000, S/3,800 netos por mes, para una labor de asesor de seguridad y manejar cosas muy de confianza de George en un distrito lleno de mafias. O sea, yo hubiese contratado una persona muy de confianza mía también.

Pero la investigación existe, está abierta.

Bueno, te pueden investigar, pero no hay ningún delito, ni nada. La Contraloría ha estado siempre al costado de la municipalidad, porque a George le ha gustado siempre hacer las cosas con la Contraloría al costado.

Ahora, al margen de asuntos penales, sobre Forsyth pesan otras críticas. Ha durado un año y ocho meses en la Municipalidad de La Victoria y alguno de los regidores ha denunciado que abandonó muchas obras. ¿Por qué confiar en una persona que no asume su compromiso, en este caso, con su distrito?

Dime una cosa, ¿es ilegal candidatear a la presidencia?

No es ilegal, por eso…

No es ilegal, no puedes decir entonces que ha dejado las cosas tiradas.

Son las críticas de vecinos y regidores que no me parecen menores.

Lógicamente siempre va a haber críticos. Pero si tú ves la labor que ha hecho George Forsyth en La Victoria es encomiable. Hay una relación de obras en tan corto tiempo que no ha hecho ningún alcalde y ha limpiado la municipalidad de toda la podredumbre de corrupción. Había mafias metidas dentro de la municipalidad y lo han amenazado de muerte. Encima, ha formalizado a más de 20.000 personas.

¿Y no hubiese sido mejor continuar y no dejar en orfandad todas estas gestiones que, según me dice usted, son encomiables?

Creo que las dos opciones tienen su ventaja y desventajas. Es una decisión complicada. La hizo tan bien que estuvo en los ojos de todo el mundo. Se convirtió en una especie de héroe nacional y todo el mundo alababa su gestión. Y resulta que ahora es una pésima gestión. Sí, cuando uno se va, son decisiones complicadas. También él quería hacer más cosas y sentía que ya no podía.

Candidato, durante la campaña lo he escuchado centrándose en el pequeño empresario, en la gente más necesitada. Ha criticado la concentración de Reactiva Perú en las grandes empresas, por ejemplo. Pero usted es director de la consultora Maximixe, cuyos clientes son Alicorp, Gloria, Lindley, Camposol, Interbank, BCP, Backus, Unacem. El gran empresariado, en suma. ¿No será que primarán las presiones de estos grandes grupos en un eventual gobierno de Victoria Nacional?

Si tú lees mis artículos, puedes ver mi independencia frente a cualquier grupo económico. De hecho, he perdido a Interbank como cliente, porque me puse en contra de la absorción de las cadenas de farmacias teniéndolo como uno de mis principales clientes. Pero los principios son los que mandan. Yo soy un economista profesional y opino como me dice mi mejor saber y entender. No opino en función a los intereses de mi empresa. Yo me he mandado contra el Grupo Romero cuando le puso la plata en las manos a Keiko. Pecado no es tener clientes. ¿Eso es pecado? El pecado sería que actúe como un PPK, que trabaje en función a esos clientes.

Pero es bueno aclararlo. Si un candidato se presenta con el discurso de apoyo a la pequeña empresa, uno también tiene que conocer a los clientes…

Bueno, Maximixe tiene montones de clientes pequeños. Pero si pongo eso en la palestra, se van a preguntar quiénes son. Ponemos lo que la gente conoce, porque eso vende, pues.

O sea, cuando sus actuales clientes toquen la puerta de su oficina en el Congreso para pedirle un favorcito, usted va a ser tajante en decirles que hagan su cola.

Todo tiene que estar sobre la mesa. No voy a aceptar que venga una empresa a pedirme que haga algo a su favor, a hacer lobby. Lo que sí, estoy convencido de que las empresas privadas tienen conocimientos que son importantes para tomar decisiones y que pueden aportarlos. Soy especialista en juntar opiniones de diversas personas y hacer que se acerquen en sus posiciones, soy un facilitador de consensos. En eso puede servir que conozca a diversas empresas, organismos internacionales, ONG. Pero ellos saben que yo no me vendo a nadie. Con decirte que hemos tenido problemas tremendos por no pagar coima. Nunca hemos pagado coima.

Pasemos a las propuestas. ¿Cuál es la principal medida para salir de la crisis económica en la que estamos sumidos?

Tenemos que partir de un enfoque y los partidos no tienen eso. Te sueltan medidas y medidas, pero si no tienes un enfoque, las medidas no conversan y no se llega a resultados apropiados. En mi criterio, esta es una economía entrampada por el lado del consumo. Mientras el consumo esté entrampado, la inversión nunca va a fluir. Puedes destrabar proyectos, pero la inversión, para que pueda caminar, necesita que se destrabe el consumo. La inversión depende del consumo, que está trabado porque el 80% de la fuerza laboral del Perú trabaja en el sector informal. Ahí es donde se han perdido 3 millones de empleos. Por eso, nos vamos a centrar en la base de la pirámide económica y social.

Otra de las propuestas es la reforma de la Constitución. ¿Cómo la harían? ¿Una Asamblea Constituyente?

No estamos proponiendo cambiar la Constitución como lo ha hecho Verónika Mendoza y Lescano. Nosotros lo que estamos proponiendo es reformarla, hacer cambios e introducir un capítulo anticorrupción. Vamos a hacer que se reconozca más derechos sociales, que se modifique el principio de subsidiariedad del Estado, permitiendo que el Estado juegue un rol más proactivo.

Eso pasa por cambiar el capítulo económico.

Sí, hacer ciertas modificaciones puntuales.

¿Y la gran propuesta para mitigar las consecuencias de la pandemia?

Bueno, la vacunación, ante todo. Tenemos que acelerar el proceso de vacunación que se ha llevado tan mal durante los gobiernos de Vizcarra y este. Hay que viajar, ir a los países y mandar buenos negociadores. Y si no están en el Estado, hay que traerlos del sector privado o donde estén. Eso se puede hacer, sólo que este gobierno es muy de escritorio.

Candidato, es muy probable que lo vivido en los últimos cinco años se repita. Conspiraciones, vacancias, renuncias. ¿Es consciente de que con un poco de leña al fuego los vicepresidentes pueden convertirse en jefes de estado?

Hay que hacer un pacto entre todas las fuerzas políticas, un compromiso. Si Victoria Nacional llega a ser gobierno, que se comprometa a no cerrar el Congreso y, en contrapartida, que el Congreso se comprometa no vacar al presidente.

¿Y usted cree que en este país eso puede funcionar?

Yo creo que sí. Pero además desde el Congreso deberíamos reformar esa parte de la Constitución sobre la vacancia, porque está muy mal hecha y deja muchos vacíos.

(Foto: Andina)

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