Desde conocidos de César Acuña y acusados de contratar a las amigas de su esposa hasta amigos de Nicanor Boluarte. Los nuevos funcionarios del Ministerio de Educación obtendrían las peores notas por su historial y, sin embargo, fueron designados sin mayor inconveniente con la anuencia del ministro Morgan Quero.

Para cualquier gobierno que no puede alcanzar los dos dígitos de porcentaje de aprobación en las encuestas resultaría muy complicado sostenerse al mando de un país y más si se tiene en cuenta que las grandes falencias de dicho gobierno no se relacionan con ideologías políticas sino que fallan en aspectos que impactan en la mayoría de ciudadanos, como es el caso de la inseguridad.

Sin embargo, para suerte de Dina Boluarte, el Ejecutivo ha encontrado en el Congreso, quienes tienen las facultades para ponerle fin a su mandado, un grupo de bancadas que representan a partidos políticos dispuestos a escuchar qué tiene la presidenta para ofrecerles a cambio de garantizar la continuidad del gobierno sin importar sus deficientes resultados en diversos sectores.

Como se lo han expuesto Sudaca y otros medios de comunicación, además de no interferir con los proyectos de ley que impulsa el Congreso, el gobierno de Dina Boluarte también ha utilizado a los ministerios como el botín a repartir y, en esta oportunidad, Sudaca ha podido encontrar los puestos de este ministerio que han quedado en manos de personajes vinculados a las agrupaciones políticas que tienen peso en el parlamento y hasta aprovechó para que entre algún conocido de su hermano.

PASADO PISADO

Fue hace poco menos de un año cuando el programa “Contracorriente” reveló que un grupo de personajes amigos de Nicanor Boluarte, hermano de la presidenta, habían conseguido buenos puestos de trabajo para el Estado. Entre este selecto grupo de privilegiados, el informe del dominical incluyó a Luis Alberto Quintanilla Gutiérrez, quien por aquella época ocupaba el cargo de director de la DRELM (Dirección Regional de Educación Metropolitana de Lima).

Aproximadamente diez meses después de la emisión de dicho informe, el nombre Luis Alberto Quintanilla Gutiérrez vuelve a sonar en un puesto de trabajo dejando en el olvido la polémica en la que estuvo involucrado y pretendiendo que nunca ocurrió. En una resolución ministerial del Minedu que data del pasado 10 de enero, Quintanilla Gutiérrez fue anunciado como el nuevo director general de la Dirección General de Calidad de la Gestión Escolar.

En otra de las designaciones realizadas en los primeros días de este nuevo año figura el nombre de Carlos Christian Acuña Flores, quien desde el primer día de enero pasó a ocupar el cargo de asesor en el despacho viceministerial de gestión pedagógica. Sin embargo, no es la primera vez que su nombre suena en la sede del Ministerio de Educación.

En marzo del 2023, el diario Perú21 había incluido a Acuña Flores en una lista de funcionarios con pasado como extrabajadores y militantes del partido de César Acuña que habían ingresado a trabajar en el Mineducuando el cargo de ministro todavía le pertenecía a Oscar Becerra.

Según la información que dio a conocer el medio escrito, Christian Acuña, que por aquel entonces era director de Innovación Tecnológica en Educación, venía de realizar consultorías para una de las universidades que integra el consorcio del cual es dueño el líder de Alianza para el Progreso.

Pero este no es el único vínculo entre el Ministerio de Educación y César Acuña. A finales del año pasado, más precisamente el 18 de diciembre, la Universidad César Vallejo firmó un convenio con el Ministerio de Educación que, acorde al documento revisado por Sudaca, tendrá una duración de cuatro años.

Cabe señalar que esta casa de estudios estuvo en el centro de los cuestionamientos recientemente cuando la presidenta del Instituto Nacional de Radio y Televisión del Perú (IRTP), Ninoska Chandía utilizó las instalaciones del IRTP para grabar un spot en el cual se promocionaba a la universidad del gobernador de La Libertad.

Pero en el Ministerio de Educación no sólo hay lugar para los contactos de Nicanor Boluarte y personas vinculadas con César Acuña. En el mes de septiembre, una resolución anunció que Oscar Fausto Fernández Cáceres sería el nuevo director de la Dirección de Educación Física y Deporte de la Dirección General de Educación Básica Regular.

Este nuevo director tampoco es ajeno a la escena política. En el año 2022, Fernández Cáceres postuló y obtuvo el cargo de regidor para el distrito de La Molina luego de acompañar la candidatura del actual alcalde Diego Uceda y Renovación Popular.

Anteriormente, Óscar Fernández Cáceres fue presidente del Instituto Peruano del Deporte y, aunque esta experiencia laboral podría considerarse valiosa, su gestión estuvo marcada por un informe del programa “Punto Final” emitido en 2019 y en el cual se relataba que el actual funcionario del Minedu contrató a amigas de su esposa para que trabajen en su despacho y reciban salarios de cinco mil y siete mil soles.

Fernández justificó estas contrataciones y, casualmente,renunció a su cargo poco tiempo después. “Eran de confianza mía. Son conocidas, son profesionales de mi confianza y el IPD necesitaba gente de mi confianza. Son conocidas nuestras, de mi esposa y mías”, declaró al programa dominical de Latina.

La presidenta Dina Boluarte no habría querido quedar fuera de este festín de designaciones sin filtros en el Ministerio de Educación y en el cargo de jefa de la Oficina General de Cooperación y Asuntos Internacionales se ha colocado a Roxana Magly Mayorga García, quien en 2023 fue incluida por la Contraloría en una lista de personas que el despacho presidencial estaba contratando con serias irregularidades de por medio.

“Es necesario que mínimamente se establezcan lineamientos, se redacte una premisa que nos remita a la norma, o se establezcan procedimientos para hacer factible su ejecución a fin de salvaguardar los principios de transparencia, meritocracia e igualdad de oportunidades”, se puede leer en el documento que Infobae difundió en noviembre del 2023, aunque nueve meses después Mayorga García llegaría sin mayor problema al Minedu.

¿QUÉ HACE EL MINISTRO?

Ante esta situación que atraviesa el Ministerio de Educación, resulta lógico cuestionar cuál es el rol del titular del sector, Morgan Quero Gauime, en lo que parece ser una invasión de personajes cuestionables en puestos clave del Minedu. Sin embargo, sus apariciones más resaltantes en los medios, como en la oportunidad que dijo “los derechos humanos son para las personas, no para las ratas”, invitan a creer que su única misión no es velar por la educación de los peruanos sino intentar defender a Dina Boluarte.

A ello se le suma una nueva polémica debido a que en las últimas horas se han difundido videos en los cuales se ve al ministro Morgan Quero presente en la celebración de cumpleaños del pastor José Luis Linares Cerón, quien fue denunciado por abusar sexualmente de su hija y dejarla embarazada.

 

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No sé qué es peor en términos socioculturales, si la autocensura de la Pontificia Universidad Católica del Perú respecto de una obra de teatro que trataba con irreverencia la figura de la virgen María, o si la vuelta de la estatua de Pizarro a un lugar prominente en la ciudad, a despecho de la orgía de violencia y saqueo que tuvo para la población indígena de estos territorios la llegada de los conquistadores españoles.

La PUCP ha cometido un grosero error, llevada por el temor a la reacción furibunda de la derecha conservadora y les ha dado un mensaje terrible a sus propios alumnos, al hacerles saber que el arte tiene parámetros religiosos que debe cumplir si quiere estar en caja. El festival “Saliendo de la caja” ya nunca más será el mismo luego de este acto de pusilanimidad mostrado.

Y Pizarro, el iniciador de la tragedia apocalíptica que supuso para las masas indígenas la llegada de los españoles, ha vuelto por sus fueros gracias al hispanismo iletrado del alcalde de Lima, que hace suyas tesis hispanistas que por estos días la ultraderecha ha insistido también en subrayar. El mestizaje que tanto se pondera no nació de armoniosas relaciones consentidas entre blancos e indios sino que fue producto de la violación y esclavitud sexual de las indias a sus conquistadores. Ello no merece ponderación ni rescate sino superación. Es inevitable nuestra condición de país mestizo, pero deberá asumirse bajo la contrición de un pecado original que nunca debió ser reivindicado como hecho cultural positivo.

¿Es cierto que después, con la República, el indio mereció peor suerte? Sí, he allí, pues, la herencia colonial, que aun hasta nuestros días cargamos encima y que es menester superar. Y ello no se logrará con gestos simbólicos retrógrados, como devolver la estatua del iniciador del proceso de conquista a un sitial que no merece.

Felizmente, en algo compensa estos trastes, la decisión del Vaticano de disolver el Sodalicio de Vida Cristiana, una orden religiosa preñada de denuncias de abuso sexual y psicológico por parte de la mayoría de sus fundadores. Tarde ha llegado la reacción del Vaticano, pero ha llegado y solo queda confirmar que la información se haga oficial. Un duro golpe a las huestes reaccionarias del país que la justicia demandaba. Una buena noticia en medio de una semana cargada de avances culturales de la derecha ultramontana.

La del estribo: muy placenteras y recomendables dos obras de la premio Nobel coreana, Han Kang: La vegetariana y La clase de griego. Literatura fácil en términos narrativos, pero honda en su densidad psicológica. Y sigue llegando buen teatro. A ver La Cena, obra dirigida por María Dalidou, basada en la obra de Herman Koch. Va en el entrañable teatro Ricardo Blume del 24 de enero al 2 de marzo. Entradas en Teleticket.

[Migrante al paso] Aún me sentía pequeño. Caminaba hacia un pequeño puerto en la ciudad de Hamburgo, estaba solo, con 22 o 23 años máximo. A esa edad la mayoría de gente ya se vuelve independiente, pero, para mi forma de ser, ese viaje fue una acción temerosa. Fue un modo de enfrentamiento, uno de características aniñadas y sabias a la vez. Ya eran los últimos días, después de casi un mes de viaje, y me sentía un poco solo e incluso con un poco de miedo. Extrañaba mi casa y los almuerzos en familia, en ese momento un mes parecía un año. La música fue mi refugio desde entonces y esa noche lo comprobé.

Llegué a donde estaban las pequeñas embarcaciones a una orilla del Río Elba. La luz se veía desde lejos mientras caminaba por las calles oscuras, sintiéndome un fantasma. Desde que te trepas al barco es como si ya comenzara el espectáculo, algunos personajes con vestimenta, todo adornado del Rey León, y un par de puestos circenses que tentaban. Entre lo surreal distinguía por la ventana el edificio que brillaba en la noche de la Filarmónica de Elba, mi padre me había insistido todo el día en que tenía que verla. Desembarcas en una isla llena de teatros, te reciben con champán en copas de cristal, yo no sabía ni dónde estaba parado. Todos vestidos elegantes y yo en buzo. Una vez sentado frente al escenario ya estás totalmente sumergido en el momento. La ansiedad que había estado sintiendo desapareció entre las máscaras, animales caminando a tu costado, colores y luces por todos lados. Recuerdo salir durante el intermedio, llamar a un amigo mientras sonreía y decirle que lo único que necesitaba era: HakunaMatata. Creyendo que lo había olvidado.

Desde chicos nos inculcaron el arte y la música. Desde la barriga incluso, cuando mi madre estaba embarazada de mi hermano veía todo el día la ópera La Bohème y, conmigo, Turandot. Así crecimos, nos llevaban a la ópera y si nos quedábamos dormidos, no importaba, igual nos culturizábamos. Los primeros walkmans. Limp Bizkit. Eminem. TheOffspring. Blink 182. Saltábamos de cama en cama con amigos mientras el rock noventero reventaba los parlantes. Era catártico y podíamos hacer lo mismo por horas. Ya en la adolescencia con los primeros iPod, el repertorio más amplio, y los pequeños auriculares blancos, pasaba la vida con banda sonora de por medio. Algunas épocas con Bob Marley, otras de Tupac y Biggie Smalls, y permanentemente Oasis. Terminé escuchando todo tipo de música. En casa siempre se desesperaban porque tenían que llamarme 15 veces debido al alto volumen de mis audífonos. Ahora que mi abuela no usa sus audífonos a propósito entiendo la desesperación. Ciudades enteras caminando con música y vuelos de más de 10 horas, solo escuchando las más de 3 mil canciones que he recopilado por años y viendo el mapa de las pantallas. Ya me aprendí hasta el nombre de las islas más pequeñas. Pobres de aquellos que no puedan apreciarla. Como dato curioso y sin pretender nada, el famoso Che Guevara sufría de amusia, la incapacidad de reconocer tonos o patrones rítmicos, y todos sabemos el nivel de violencia al que podía llegar este sujeto.