Entrevistas

El autor de “El falso Sheriff” conversó con Sudaca sobre las estrategias usadas por Juan Carrasco en su época de fiscal. Carlos Cabrejos revela detalles sobre el trato del ahora exministro con sus trabajadores y hasta con los medios.

¿Carrasco se enfocaba en armar casos que destaquen en los medios con numerosos detenidos, como fue el caso del alcalde Torres?

Era el primer caso y, además, le sirvió para tener la titularidad como fiscal, ya que en esa época era un fiscal adjunto. Él debía pasar por un proceso de evaluación en el Consejo Nacional de la Magistratura y los fiscales tenían poca fe porque sabían que había situaciones poco transparentes. Para Carrasco ese fue el primer caso, porque en los anteriores no tenía mayor protagonismo.

¿Qué ocurrió realmente en el supuesto caso de robo que denuncia Carrasco Millones y fue presentado como un intento de intimidarlo?

En el primer supuesto robo, él se encontraba en lima y nosotros, los periodistas, también. Ese día el diario Correo iba a publicar que un oficial que ahora trabaja en inspectoría llamado Romel Díaz paz estaba involucrado en el caso del alcalde Cornejo Chinguel. Era un efectivo policial de extrema confianza de Carrasco y Correo iba  a publicar que estaba recibiendo dinero de Cornejo Chinguel. Lo que hicieron fue fabricar ese robo. Se propagó rápidamente por Radio Exitosa y todo el mundo creyó que habían ingresado.

¿Cómo se descubre la verdad?

Carrasco no previó que uno de sus vecinos, al frente de su casa, tenía instalada una cámara y, cuando la Divincri ingresó, se percataron de la presencia de esa cámara, se solicitó los videos y se visualizó que nadie había ingresado. Eso se lo hicieron notar cuando fue citado para rendir su declaración como denunciando.

¿Qué ocurrió en el segundo caso?

Meses después sí le llega a ocurrir un robo. Pero ese robo no fue tan promocionado como el que inicialmente denunció. Recuerdo ese robo que sí se llega a concretar porque, a través de una persona allegada a él, me piden que pueda tener acceso a información de algunos colaboradores con la justicia y medios para saber si aparecían algunos objetivos robados que principalmente eran computadoras.

¿Cómo se podría describir el trato de Juan Carrasco con sus colegas?

Juan siempre ha tenido una actitud muy avasalladora y ha tratado de sobresalir. El hecho de tener cierto mando sobre algunas personas lo hizo perder la brújula. 

¿La prensa también recibió malos tratos de su parte?

Eso me paso directamente porque al inicio había una especie de cordialidad, conversaciones y entrevistas que daba con algunos medios y, cuando había información que era esquiva a sus intereses o trataba que no salga, acudía a nosotros. De un momento a otro, cuando empezaron a darse las investigaciones contra “Los Limpios de la Corrupción”, sentía que me habían chuponeado mi teléfono. Apartar de eso Juan empezó a recibir críticas por el mismo personal que trabaja  con él y calificaban su forma de trabajar, su trato despectivo y el querer tener a la gente sumisa ante él. Incluso fiscales de su entorno han cuestionado el trabajo de Juan y su propia gente ha terminado por traicionarlo. 

¿Cómo lo traicionaron?

Brindaron información desde adentro que ha permitido conocer al detalle cómo es que se han realizado investigaciones de casos emblemáticos y las razones por las que hasta la fecha no han logrado conseguir sentencias condenatorias ejemplares. Se ha podido determinar que se usaban testimonios y personas para direccionar estas investigaciones. Juan, a la luz de todo lo que se ha advertido, ha hecho mucho daño con las investigaciones.

¿Tomaba represalias contra los que eran incómodos a sus intereses?

Claro. Le pasó a Rubén Fernández, quien siendo oficial de la policía llegó desde Lima en una unidad especializada y lo traen a Chiclayo para desarticular unas organizaciones criminales. Inicialmente le sonreían, pero cambia cuando se dan cuenta que era una amenaza porque era un buen investigador que empezaba a destapar cosas. Fernández venía a investigar la “Resurrección Norteña”. Ahí me doy cuenta que, independientemente de esto, se investigaba un aparato de corrupción que protegía a esta organización criminal en la que terminó involucrado el primo político de Juan Carrasco y que operó pese a que Carrasco se encontraba como jefe de la FECOR en Chiclayo y, curiosamente, nunca la advirtió. Pero sí la tenía en carpeta Rubén Fernández, a quien le hicieron la vida de cuadritos y lo terminaron expulsando de Chiclayo y lo devolvieron a Lima. Así como a él hubieron algunos oficiales que sintieron el atropello.

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Carlos Cabrejos, Fiscalía, Juan Carrasco

Sudaca conversó con Carlos Cabrejos, periodista y autor del libro “El falso Sheriff”, sobre los inicios de Juan Carrasco Millones y sus primeras actividades sospechosas como fiscal.

¿Cuándo es la primera vez que escucha sobre Juan Manuel Carrasco Millones?

Como parte de mi labor periodística, yo empecé a trabajar temas del ámbito policial y judicial. Ahí empiezo a tener acercamiento con su trabajo y quienes lo rodeaban, que mayormente eran policías, fiscales y uno que otro civil.

¿En esa época era visto como un luchador contra la corrupción?

En su momento, sí, porque vimos algunos resultados. En esa época, yo también trabajaba temas de investigación y habíamos hecho una especie de colectivo periodístico con algunos medios tratando de empujar y dar a conocer presuntos actos de corrupción en la gestión de Roberto Torres como alcalde de Chiclayo. Comenzamos a advertir un interés por parte de él y un grupo de catorce fiscales que deciden sacar a la luz esta mafia delictiva. Hasta ahí creímos que había algún interés por parte de él y los otros fiscales que se identificaban con la ciudad tras dos periodos municipales que habían sido un completo desastre y que merecíamos nuevas autoridades y limpiar la casa.

¿Cuándo cambia esta imagen que tenían de Carrasco Millones?

Con lo que se dio a conocer luego sobre cómo se gestaron los operativos y denunciar, además del cómo se dieron algunos resultados forzados en algunos casos. Ahí empiezan los cuestionamientos.

¿Quiénes eran el principal respaldo del fiscal Carrasco?

Había una persona que no era de Chiclayo pero que sí lo catapultó al escenario nacional y fue Fernando O´phelan. Era una persona que casi nadie la conocía y llegaba como presidente de una asociación civil llamada Projusticia. En 2014 empezó a llevarlo a algunos medios atacando temas de corrupción, pero enfocado en ciertos objetivos, como Roberto torres y puntualmente en el caso de un fiscal que era la piedra en el zapato de Carrasco llamado Esdras Sánchez Moreno, quien terminaría siendo condenado. Fernando fue la persona que levantó esa imagen, lo llevó a Lima y lo mostró ante la prensa nacional. Su imagen creció mucho más y lo hizo ver como el personaje del año. Empezó a tener mayor alcance pese a que aún era un fiscal adjunto.

¿Pero Carrasco los llegó a traicionar eventualmente?

No creo que se haya convertido en traidor. He sido una de las personas que ha trabajado con el entorno de Carrasco. Por el trabajo de investigación fuimos tomados como elementos de consulta y creo que fue la desesperación y miedo de él al verse descubierto. La reacción contra O´phelan es una especie de búmeran. El trabajo que hacíamos en Chiclayo repercutió en Fernando porque, después que toma distancia de Carrasco, a mí me lo presentan y él empieza a  recoger el trabajo que hacíamos con otros periodistas. Al ver que él impulsaba ese trabajo, la única forma de bajar la llanta fue atacándolo. Fue una reacción de temor. Genera una carpeta e ingresa a Fernando y a nosotros. 

¿Contaba con aliados en posiciones de poder?

Nosotros teníamos información que en Lima sí y se barajaban algunos nombres. Sabíamos que el ministro que tenía acercamiento con él era Carlos Basombrío.  Gino costa también se voceaba en esa época. Sé por una buena fuente cercana a él, aunque nunca llegamos a publicar nada de eso porque no lo pudimos comprobar, que en su momento sirvió para tender el puente ese puente con Gustavo Gorriti por ese tema de los audios de “Los Cuellos Blancos”. Porque Carrasco estaba impulsando una investigación contra Edwin Oviedo y corrió una suerte de intercambio de información. En el caso de Lambayeque, sabíamos que había ciertos empresarios que tenían intereses de poder manejar algunas investigaciones sobre algunos adversarios. Pero nunca se hizo público nada de esto hasta que fue ministro en el gobierno de Pedro Castillo.

¿Cree que el operativo contra la gestión de Roberto Torres tuvo como principal motivación el golpe político que representaba a pocos días de las elecciones y no la lucha contra la corrupción?

A la fecha, yo sé que se hizo con ese fin de generar réditos políticos más allá de pensar en la ciudadanía o lucha contra la corrupción. Porque luego, el 6 de abril de este año, tomé contacto con quien es la persona que acude hasta el Ministerio Público para denunciar actos de corrupción en la gestión de Roberto Torres. Es un señor de apellido Canales Guevara. Mediante una tercera persona converso con él y me contó que denunció a tres funcionarios de una entidad que estaba bajo la órbita de la municipalidad y él exclusivamente conversa con el fiscal Carrasco. La denuncia era por un tema de coacción y un pago de beneficios. Pero es a partir de esta denuncia que se genera la carpeta contra el alcalde Roberto Torres y se ingresa a todos los investigados que dan forma a la organización criminal denominada ”Los Limpios de la Corrupción”.

¿Usaron esta denuncia como excusa para agrandar el caso?

Canales Guevara me confiesa que en ningún momento denunció a ninguno de los que terminó siendo involucrados en esta organización. Curiosamente, estamos a diez años y hasta ahora no hay una acusación. Han tenido que cambiar de fiscal para recién poder tomar la ruta correcta. Canales está esperando que lo llamen para contar su verdad. Él mismo le reclama a Carrasco por denunciar a casi treinta personas cuando él solo mencionó a tres que le estaban pidiendo una coima para que le paguen sus beneficios. Ahí parte el hecho que se habría estado direccionando las investigaciones con un interés político.

Rafael Belaunde, presidente de Libertad Popular, conversó con Sudaca sobre las propuestas de esta nueva agrupación y preocupaciones en materia económica, calificó a Antauro Humala como “una botella vacía” y se refirió a su respaldo a la candidatura de Keiko Fujimori en 2021.

¿Por qué optó por empezar con un partido político nuevo en lugar de unirse a uno con más antigüedad?

Los partidos políticos existentes, que son los partidos con representación en el Congreso, tienen una trayectoria vergonzosa, especialmente en los últimos cinco años. Han tenido una conducta deplorable. Lamentablemente, los partidos son la extensión de negocios o emprendimientos absolutamente personales. Eso explica que el símbolo de muchos partidos tenga la inicial de la persona que es la dueña. Nosotros hemos querido hacer un esfuerzo para constituir un partido distinto que no gire en torno a un apellido ni a una persona y convocar gente identificada con coincidencias ideológicas, programáticas, una visión del país en común y que deslinde con estas prácticas que tanto daño le han hecho al Perú.

¿Cómo describiría la ideología política de Libertad Popular?

Es pro inversión. Es la iniciativa individual, que es la economía de mercado, lo que genera prosperidad, empleo y riqueza. Se debe lograr que el piso en el que van a competir los peruanos esté parejo para todos con obras de infraestructura, salud y educación. Se debe bajar las barreras para poder extender los beneficios de la economía popular de mercado y el capitalismo por todo el Perú. Una lección de los últimos treinta años es que, para que eso funcione mejor, el Estado también tiene un espacio y entendemos que está centrado en salud, educación e infraestructura, sobre todo la que no se puede concesionar. Creemos en la economía de mercado y el capitalismo, pero para que eso funcione bien necesitamos un país integrado con inclusión y personas que puedan competir en igualdad de condiciones.

En el ideario del partido señalan que la lucha contra la pobreza es una tarea prioritaria y colocan a la inversión privada como un factor clave en esta lucha, ¿cree que hasta la fecha hemos tenido gobiernos que han sido un obstáculo para dicha inversión privada?

Hoy vivimos un entorno muy hostil a la inversión privada . Hemos tenido gobiernos que han sido recelosos pero tolerantes con la inversión privada. Han sido la excepción los gobiernos que han hecho un esfuerzo decidido por promover la inversión privada. Hay que entender que la inversión privada tiene que ser toda, la grande que viene de los proyectos mineros pero también la de un bodeguero, un emolientero y un pequeño empresario. Esas pequeñas inversiones constituyen una gran inversión en el Perú y para poder hacerlas necesitas un clima de paz y un marco normativo que no agobie ni persiga a la gente. Al final del día las grandes empresas pueden contratar grandes estudios de abogados que los defiendan, pero un pequeño empresario tiene que lidiar con la inseguridad y luego la avalancha de procedimientos y normas municipales. 

También mencionan que creen en la alternancia en el ejercicio del poder, ¿debemos entender que estarían en desacuerdo con la reelección presidencial y también la de congresistas?

Estoy en contra de la reelección presidencial. Entiendo que dejando un periodo podría haber una segunda reelección. Pero sí me parece que hay un tema de aprendizaje de economías de alcance en el caso de los parlamentarios, porque el oficio parlamentario se va adquiriendo con los años y me parece importante que el Perú consolide una clase política experimentada y solvente. Por eso veo con buenos ojos la reelección o que se permita, porque históricamente la reelección de parlamentarios no hay llegado ni al 3%. Es decir, lo más competentes, los que han logrado representar mejor a sus electores sí lo han hecho. 

En los gobiernos recientes, más allá de sus diferencias ideológicas, se pudo ver que tanto Pedro Pablo Kuczynski como Pedro Castillo tuvieron partidos nuevos que no tardaron en dividirse y exponer que no todos iban por un mismo objetivo ni compartían ideales, ¿cómo están trabajando en Libertad Popular para que, en caso lleguen a ser gobierno, no se produzcan renuncias masivas a la bancada o diferencias irreconciliables en el Ejecutivo?

Nosotros ,de los partidos nuevos, debemos ser de los más antiguos. Nos hemos inscrito hace un tiempo largo. Comenzamos este emprendimientos a finales del 2021 y la base central de todo es la identificación con nuestro programa económico. Lo más urgente es recuperar la economía nacional y el empleo. Para eso se requiere que todos estén plenamente a bordo de nuestro programa económico.

¿Han tenido conversaciones con movimientos regionales para una posible alianza?

No nos hemos reunido con ninguno ni hemos hecho ningún acuerdo político. Ya habrá tiempo para discutir sobre alianzas e incorporaciones, pero siempre sobre la base de un consenso programático y un consenso programático sobre todo en el programa económico que es lo que va a poner al Perú nuevamente en una senda de progreso. Nosotros, por cálculo político, no nos vamos a juntar con nadie, solamente lo haremos por la base de consenso programático.

Usted ya empezó a recorrer el país, ¿qué recepción encontró en una población que, acorde a las encuestas, atraviesa su mayor descontento con la clase política?

Nosotros hemos viajado por varias partes y, en el último semestre, nos hemos dedicado a viajar por el sur del Perú, el sur andino en especial, la sierra de Tacna y Moquegua. Diría que hay mucha decepción, gente que siente que el Estado peruano les ha dado la espalda y, si uno ve el estado de la infraestructura pública y los servicios, no podría sino darles la razón. Se ve con mucho escepticismo a los políticos. Entonces uno tiene que hablar con la verdad  y sin reserva. Nuestro planteamiento siempre es el mismo, buscamos promover el crecimiento económico a partir de la inversión, incluso de la inversión minera que no es muy popular. Hay que tener una discusión sobre el uso de la renta minera. Cómo vamos a hacer para que favorezca directamente a los pobladores que están asentados en las zonas de influencia minera. Porque también es cierto que, habiéndose generado una renta billonaria, las poblaciones asentadas en la zona de influencia minera viven en condiciones inaceptables. Es imposible que pueda convivir la minería moderna, que extrae miles de millones de dólares de mineral, en el mismo sitio donde familias tienen que meter el ganado a su vivienda para no congelarse a la noche

¿Cómo fue la reacción con respecto al tema de la minería que ha generado tanta polémica?

Hay zonas donde la población es muy escéptica. El Perú ha sido víctima de una enorme campaña de desinformación. Porque la verdad es que la minería moderna es compatible con la agricultura y el cuidado del medio ambiente. Es por culpa de las mismas empresas, porque no se puede renunciar a la lucha de las ideas ni a dar la batalla cultural, y el Estado y las empresas han abandonado ese territorio. La discusión central se tiene que dar en torno a cómo vamos a modificar el uso de la renta minera. Vemos que el canon se ejecuta poco y, de lo que se ejecuta, se ejecuta mal. Los beneficios de la minería no se individualizan. Ahí está el desafío y nuestra propuesta está en hacer reformas en ese campo siempre reivindicando la importancia de la inversión minera y la exploración de hidrocarburos. Pero claro, tenemos ahí el caso de Camisea y las poblaciones de Cusco, Ayacucho y Huancavelica ven que pasa el gaseoducto y ellos no tienen gas. Una empresa nueva que venga y pida permiso para explorar se va a encontrar con un clima muy complicado. 

¿Libertad Popular podría ser identificado como un partido progresista o no es un término que lo represente?

No hay que ser dogmático. Creo que en materia fiscal somos conservadores. Hay que ser muy riguroso en el gasto y se debe tener un respeto con el dinero público. En la política monetaria somos muy conservadores después de la experiencia nefasta de la hiperinflación. Pero hay cosas en las que se debe ser más progresista. Por ejemplo, en obras de infraestructura y la masificación del gas en el sur andino. Un país no es una empresa. No son sólo las variables económicas, hay variables geopolíticas. Cuánto más pacificado e integrado estaría el Perú si se hubiese masificado el gas en el sur andino y cuánto mejor sería el panorama minero si se hubiese hecho algo enserio por arreglar la calidad de vida de los pobladores en el sur del Perú que viven en torno al corredor minero. En un país con tantas asimetrías uno no se puede declarar conservador. 

¿Cuál será la postura de su agrupación política en temas como los derechos de la población LGTBI?

Mi postura es que cada uno tiene derecho a hacer el proyecto de vida que le dé la gana. El Estado no debería ser parte del problema. Si dos personas quieren tener un proyecto de vida en común, no soy quien para oponerme. Eso está en el ámbito de la privacidad de la gente y la búsqueda de la felicidad de las personas como quiera que la conciban.

¿Libertad popular se animaría a poner sobre la mesa un proyecto con respecto al matrimonio igualitario?

Nosotros, en los temas de conciencia, lo dejamos en el ámbito personal de cada uno. No va a ser una plataforma programática. Nos vamos a centrar en el desarrollo económico y la inclusión económica de los peruanos. El Estado tiene que reconocer que dos personas tengan derecho a un proyecto de vida en común. Pero ninguno de estos temas de conciencia, como el aborto o la pena de muerte, van a ser una plataforma programática por ser temas que no están en la ideología sino en la conciencia de cada uno y en ese sitio se tienen que quedar. No son parte de nuestra plataforma. Pero sí hay una opinión generalizada con respecto a que dos personas del mismo sexo puedan desarrollar su vida sin que el Estado tenga que estorbar.

En el último tiempo se ha visto a muchos políticos hablar de la libertad. Sin embargo, existen diferencias entre lo que cada uno entiende por libertad y, en algunos casos, incluso cuestionan que un gobierno apoye la aplicación del enfoque de género porque consideran que eso significa atentar contra la libertad. Para su partido, ¿cuáles son los límites de la libertad?

Creo que la libertad es el ejercicio de toda persona de perseguir su realización y el límite está entre eso no colisione con el mismo esfuerzo de un tercero. Pero el tema de la educación creo que, por sobre todas las cosas hay asuntos que deberían estar en el campo familiar más que en la educación pública. Pero es el entendimiento de la libertad como la búsqueda por la realización y la felicidad individual. La palabra libertad está íntimamente vinculada al individuo. Por eso es tan importante entender que la libertad económica y política son las dos caras de una misma moneda. No puede haber libertad económica sin libertad política y nunca va a haber libertad política sin libertad económica.

¿Por qué un personaje como Antauro Humala, y el historial que carga, goza de aceptación?

Creo que la gente en su desesperación ve algunos personajes radicales como una salida. Pero detrás de Antauro Humala no hay nada, él es una etiqueta en una botella vacía. El señor fue un mal oficial del ejército, después se alzó en armas en contra del Perú asesinando policías y su única experiencia laboral fue la confección de peluches de Hello Kitty. A un año y diez meses de las elecciones hay tiempo suficiente para explicarle al Perú que sí se requiere un cambio radical, pero hacia adelante, hacia el progreso y para generar un futuro en común de prosperidad. El salto al vacío no es el salto que queremos que tengan los peruanos.

El periodista Hugo Guerra acusó a su partido de ser parte de un frente de izquierda caviar, ¿qué opinión tiene de esta palabra que se ha vuelto tan común en las discusiones políticas y más en políticos de extrema derecha así como de extrema izquierda?

Nosotros no estamos en un frente, estamos solos y creo que simplificar a los peruanos en caviar o DBA me parece poco serio y hecho para el panfleto. Nosotros sí tenemos ideas muy agresivas en el plano de inversión, pero también tenemos un planteamiento que el Estado esté presente en zonas donde tiene que estar presente y recomponer la institucionalidad democrática. Un elemento fundamental para que funcione la economía de mercado es tener instituciones sólidas y predecibles. En esta anarquía institucional es muy difícil que funcione la economía de mercado. 

¿Ver que personajes como Pedro Castillo y Alberto Fujimori tienen seguidores pese a que uno fue un dictador y el otro tuvo la intención nos debería alarmar con respecto a la importancia que los peruanos le damos a la democracia?

Lo que ocurre es que las personas que estamos vinculadas a la política tenemos que hacer un esfuerzo permanente por desarrollar una cultura democrática. Si de algo ha carecido el Perú ha sido de una cultura democrática y por eso vemos la cantidad de gobiernos dictatoriales que hemos tenido y tenemos esa enorme vertibilidad de constituciones, hemos tenido doce. La democracia implica derechos pero también obligaciones  y las elecciones traen consecuencias. Por eso hay que persuadir a la gente en el plan que cada uno tenga, pero la gente tiene que saber que su voto va a acarrear un costo. Cada vez que elegimos mal no podemos hacer una nueva constitución o tirarnos abajo un gobierno. Las formas democráticas son algo que se tiene que predicar desde las personas que quieren tener un espacio preponderante en la política nacional.

¿Fue un error sumarse a la campaña en favor de Keiko Fujimori en 2021?

No me arrepiento. En una segunda vuelta uno tiene que optar por dos alternativas, no por la que uno eligió en la primera vuelta sino por las dos mayoritarias. Yo tuve la evaluación que Pedro Castillo era mucho mayor amenaza para el plano económico y la institucionalidad democrática del Perú. El gobierno de castillo se caracterizó por ser muy corrupto, muy incompetente y terminó con un efímero golpe de estado. En ese sentido, mis temores estaban fundados. Al final el Perú tuvo la suerte que actuó tan torpe e precipitadamente que su mismo emprendimiento antidemocrático le costó la presidencia. Por otro lado, vi que Keiko hizo un esfuerzo más plural, sumó a antiguos detractores y había que tomar una decisión. Vi en Castillo una amenaza mucho mayor y no me podría arrepentir por eso. El Perú se ha jugado la democracia. Si Pedro Castillo no hubiese sido tan torpe, el plan de ellos era instalar en el Perú 

En una entrevista que brindó al diario Trome, usted calificó a Rafael López Aliaga como «alguien con buenas intenciones». Sin embargo, el actual alcalde y su partido hasta la fecha insisten en que ocurrió un fraude y hasta quieren remover del cargo a las autoridades del JNE y ONPE, ¿cree que actualmente tiene buenas intenciones o su opinión ha cambiado?

Fui crítico de su gestión en la alcaldía de Lima y creo importante que en las elecciones, sobre todo cuando son muy reñidas, los partidos tengan personeros, porque en Perú se cuentan actas no votos y, una vez que los votos se han transcrito en el acta y nadie la ha impugnado, la ley es clara que ya no se puede revisar porque ya no existen los votos. Creo que la tesis de un fraude orquestado por la ONPE y el JNE es absurda. Eso no quiere decir que en las mesas puedan ocurrir anomalías, que de hecho han ocurrido siempre, y por eso los partidos se  preocupan de poner personeros. Si un partido, por ejemplo, decide no poner personeros en el sur es mala idea, pero eso es muy distinto a decir que en el Perú ha existido un fraude.

¿Cuándo empezó la crisis política que el Perú parece no poder superar?

Hemos vivido un proceso de deterioro político. El caos político ha venido desde 2016 con esa elección tan ajustada cuyos resultados tampoco quisieron ser aceptados por la parte que no ganó. Lo que nos lleva a lo mismo, forjar una cultura democrática y tener fe en las instituciones. También es cierto que en las últimas elección el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) estaba con un miembro menos. Un país serio no puede ir a elecciones  presidenciales cuando el JNE está corto de un miembro y, por lo tanto, el presidente tenía voto doble. Eso no quiere decir que hubo fraude, pero la institucionalidad y seriedad es muy importante para tener una democracia vigorosa. 

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Libertad Popular, Rafael Belaunde

Mesías Guevara conversó con Sudaca sobre los planes del Partido Morado de cara al proceso electoral del 2026. El exgobernador regional denunció que en el Congreso “están queriendo controlar el sistema electoral” y se refirió a los cuestionamientos al partido y la fallida incorporación de Carlos Añaños.

Recientemente anticipó que las elecciones del 2026 serán una carnicería, ¿cómo hará un partido de centro, como es el caso del Partido Morado, para intentar convencer al electorado en un contexto tan complejo?

Ratifico que va a ser una carnicería, una campaña bastante violenta. El Perú está muy fracturado tanto políticamente como socialmente y también económicamente. Hay sectores radicales de izquierda y derecha que quieren que esa fractura permanezca para sacar provecho. Ante ese escenario, nos toca seguir trabajando, organizando y dando a conocer propuestas que tengan soluciones reales a los grandes problemas que tiene la población.

Se ha mencionado al expresidente Sagasti como el candidato natural del partido, ¿qué falta para que se confirme a Francisco Sagasti como el candidato del Partido Morado?

Francisco Sagasti tiene todas las credenciales políticas y morales. Es un candidato de fuerza dentro del partido. No sólo sería un buen candidato sino un buen presidente, tal como lo demostró cuando fue presidente del gobierno de transición. Ahora hay que esperar los protocolos electorales, como es el caso de la convocatoria de elecciones internas. La ley exige que haya ese procedimiento y todavía no se ha convocado. 

Aspirantes a la presidencia como López Aliaga, Antauro Humala, Rafael Belaunde y otros ya están recorriendo el país, ¿cómo está trabajando el Partido Morado para darse a conocer y no quedar como un partido enfocado en Lima?

Nosotros también estamos recorriendo a nivel nacional y estamos conversando como movimientos regionales. Al igual que ellos nos estamos movilizando, pero hay personajes como los que mencionas que cuentan con ciertos apoyos en los medios de comunicación. Veo eso como un interés de querer polarizar, por ejemplo, entre López Aliaga y Antauro Humala, porque ahora todo el mundo quiere ir a una segunda vuelta con Antauro Humala pensando que le van a ganar en esa segunda vuelta.

¿Hay una campaña para invisibilizar al Partido Morado?

Por más que quieran hacerlo no lo van a lograr, porque el trabajo que estamos haciendo es muy fuerte desde el punto de vista republicano, ideológico y organizacional. Porque con la directiva que se está dando el comité político estamos consolidándonos en todas las regiones. 

¿Por qué algunos de los políticos que hicieron más conocido al partido y fueron referentes del centro, como Flor Pablo, Alberto de Belaunde o Gino Costa, se alejaron del Partido Morado?

Ellos tendrán sus razones muy personales. Creo que ellos pensaron que iban a tener un mejor performance político en otras organizaciones. 

¿Le preocupa que esto pueda generar cierta desconfianza en el electorado?

Al contrario, porque significa que cada quien se va alineando de acuerdo a sus posiciones política e ideológicas. En su momento, el presidente del partido, Luis Durán, dará a conocer las personalidades del mundo científico y profesional así como líderes regionales de mucho peso que se han incorporado al partido. 

El año pasado Sudaca publicó un informe en el cual un ex militante del partido denunciaba que había sido sancionado en un proceso con serias irregularidades e incluso firmas falsas, y cuestionaba el trabajo que venía realizando Luis Durán como presidente del partido, ¿cómo calificaría usted su desempeño al frente del Partido Morado?

Un partido es una institución con bastante militantes y para algunos puedes tener ciertas virtudes y para otros defectos. Pienso que Luis Durán está haciendo una labor bastante buena. Su gestión es muy buena al punto que ha logrado que el partido permanezca vigente.

Otro de los grandes cuestionamientos al Partido Morado fue el desentendimiento con los representantes que llevaron al Congreso, ¿por qué ocurrió este distanciamiento y no hubo un trabajo coordinado?

Los que salieron elegidos nunca tuvieron el compromiso de hacer un trabajo partidario. Por eso el compromiso tiene que ser firme con el partido y no con las personas.

Recientemente el congresista Edward Málaga dijo que el centro no existe, por qué cree que alguien que fue integrante del Partido Morado pensaría así?

Es una observación totalmente equivocada de alguien que no tiene experiencia política y, por eso, no tiene capacidad de hacer una lectura de lo que pasa en la política nacional. Estamos viendo que existen los extremos y hay un centro fuerte que, por lo general, el 15 % vota por ese centro y, según la encuesta que saca IEP, el 31% de la población peruana tiene una posición ideológica de centro. Por lo tanto, el centro si existe. El señor Málaga, por su inexperiencia política, opina de esa manera y, por otro lado, creo que también quiere ganarse la simpatía de partido de extrema derecha al que se ha afiliado.

Por qué no se concretó la afiliación del empresario Carlos Añaños al Partido Morado?

Es un tema que el señor Añaños debería aclarar. El partido siempre le abrió las puertas.

¿Considera que su llegada pudo representar un gran aporte al partido?

Considero que no siempre las personalidades que tienen éxito en el mundo empresarial van a tener éxito en la gestión pública. que es mucho más difícil que la actividad privada desde el punto de vista normativo y legal. Hay un ejemplo no muy grato del expresidente Pedro Pablo Kuczynski,  quien pese a su experiencia cometió errores. Creo que el señor Añaños ha generado muchas simpatías en un sector importante de la población, especialmente en el mundo empresarial y de un nivel socioeconómico A, pero no sé de sus capacidades para liderar la gestión pública.

También mencionó que se debe buscar hacer política decente y atractiva, ¿cómo ha trabajado en ese aspecto el Partido Morado en un contexto en el cual las ideas más radicales tienen mayor atractivo?

Ahí viene el desafío. Así como existen esos populistas que hacen una política irresponsable también contamos con un escenario en el que podemos dar a conocer nuestras propuestas a través del mundo digital. Lo primero es consolidar el mensaje, lo que se está logrando a través del consejo de plan de gobierno que preside Luis Alberto Arias, un destacado técnico y profesor universitario. 

Habló de una gran alianza para enfrentar a la extrema derecha y extrema izquierda, ¿puede dar los nombres de con quiénes ha hablado el Partido Morado para trabajar en estas elecciones?

Prefiero que eso lo comunique el presidente del partido. Se está trabajando en ese listado de personalidades, movimientos regionales y partidos que no han logrado su inscripción. También soy consciente que debemos buscar una gran coalición con principios democráticos fundamentales mínimos de transparencia y honestidad.

¿En esta gran coalición se incluirá sólo gente de centro o también hay apertura para la derecha e izquierda?

Lo que se viene conversando en la interna del partido es que el centro debe ser nuestro eje central y de ahí tener un grado de libertad hacia la izquierda y derecha, pero no a los extremos. Hay una derecha responsable e izquierda democrática con la que podríamos conversar.

¿Cómo hará un partido de centro e identificado principalmente con Lima para seducir al votante del sur que en las últimas elecciones ha preferido candidaturas más radicales?

Lo que hay que hacer con los hermanos del sur es reivindicar sus demandas sociales y liderazgo que tienen de muchos años atrás. Si el Perú es considerado un país milenario es precisamente por lo que ha puesto el sur. Hay que reconocer su liderazgo y valía para desarrollar un plan macroregional del sur reivindicando sus demandas e historia.

¿Están trabajando en ello?

Hay movimientos y líderes del sur que se han sumado. 

Uno de los reclamos de estos sectores es que se han sentido abandonado en sus luchas y reclamos por justicia para las víctimas de represión, ¿cuál es la postura del partido morado?

Respaldamos el informe de Amnistía Internacional que ha declarado que la señora Dina Boluarte es uno de los principales autores mediatos y cuestionamos que el Congreso no haya admitido a debate la acusación constitucional por las muertes que han ocurrido en esos sangrientos eventos.

Las fuerzas políticas que hoy integran el Congreso han mostrado un gran interés por sacar de sus cargos a quienes están al frente de ONPE y JNE, ¿le preocupa que se quiera manipular las próximas elecciones?

Esa manipulación del sistema electoral es parte de ese proceso electoral que podría ser violento y agresivo. Si no lo ganan en la cancha, lo van a querer ganar en la mesa. Ellos de manera muy irresponsable están queriendo controlar el sistema electoral. Debemos rechazar de manera categórica las acciones del Congreso.

¿En estas elecciones va a tener lugar la defensa de ideales de índole más progresista como los derechos de las personas LGTBI, el aborto o el enfoque de género en la educación?

El partido morado tiene una característica que es defender los derechos de las minorías y mayorías. Un  país moderno, que quiere entrar a la OCDE, debe tener una visión amplia al respecto y se debería seguir defendiendo los derechos de todos los peruanos, entre los que está este sector invisibilizado.

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Elecciones, Mesías Guevara, Partido morado

«Mujer o Soldado» es una película que, según la cineasta, no podría realizarse en la actualidad debido a la nueva legislación. «Es el tipo de película que ellos no quieren que se haga. Si has visto el documental, no tiene nada de pro-terrorista, al contrario, la señora protagonista habla de los horrores que Sendero Luminoso trajo a Manta,» explica. «Incluso utilizan el término ‘terrucos’ para referirse a ellos, una palabra que personalmente no me gusta, pero es la que ellas usan continuamente en la película. Es lo menos pro-senderista que se puede ser”, añadió. 

La cineasta describe cómo la película aborda un tema incómodo para ciertos sectores políticos: la violación sistemática como política de infiltración en los territorios del sur andino. «Los militares llegaron, instalaron bases y una de sus formas de maltratar y humillar a la población era violando a las mujeres. Es una estrategia de guerra utilizada en todo el mundo, no solo en Perú. El cuerpo de la mujer se convierte en un botín de guerra”, menciona. 

Con la nueva ley, ella recibió el 100% del financiamiento en su momento, algo que ahora ha cambiado. «El monto para Lima se ha reducido al 70%, lo que hace casi imposible completar un proyecto sin buscar otros fondos, coproducciones, etc. Ya era difícil antes, y ahora con esta reducción, cubrir todos los costos de postproducción se vuelve una tarea titánica”, explica la cineasta. 

La nueva legislación en Perú impone restricciones adicionales sobre el contenido de las producciones audiovisuales, prohibiendo películas que puedan atentar contra la seguridad del Estado, los valores constitucionales o el Estado de Derecho. Esto ha generado un ambiente de censura y autocensura entre los cineastas, quienes temen que sus proyectos sean vetados o no reciban el financiamiento necesario.

El Acercamiento a las Protagonistas y el largo proceso de Producción

El acercamiento de la cineasta a las mujeres protagonistas se facilitó gracias a su trabajo en una ONG de derechos humanos que defendía a las señoras. «Antes de hacer esto, tenía la idea en la cabeza desde hace 15 años. Viajé a Manta para un reportaje después de que la Comisión de la Verdad llegara allí. En ese momento, la mayoría de las mujeres no querían hablar; les afectaba demasiado recordar y temían que sus nuevas parejas se enteraran de lo que había pasado”, recuerda Patricia. 

El proceso judicial contra los violadores comenzó hace 20 años, y el juicio en sí hace unos 10 años. «Este miércoles se dictará sentencia en una audiencia abierta en Lima. Cuatro señoras estarán presentes para escuchar la sentencia después de dos décadas de lucha”, indica. 

El trabajo de campo comenzó en 2008 con la recopilación de testimonios y la construcción de una relación de confianza con las mujeres de Manta. El equipo de producción pasó varios meses en el pueblo, documentando las historias de vida de las protagonistas y los impactos continuos de la violencia sexual en sus comunidades. «Cada visita era un ejercicio de paciencia y sensibilidad, ya que revivir esos recuerdos era extremadamente doloroso para ellas. Hubo momentos en que tuvimos que detener las grabaciones para darles espacio y tiempo para recuperarse emocionalmente”, recuerda con nostalgia. 

La Dificultad de filmar en Manta

Filmar en Manta presentó muchos desafíos. «El pueblo no tiene hotel, las carreteras están sin asfaltar, y las condiciones eran muy duras. Contratamos una casa con un solo baño prefabricado para todos. Además, hacía mucho frío porque filmamos a fines de mayo y junio, durante la helada”, reflexiono Wiesse sobre la realidad que se vivía en la localidad.

A pesar de haber hecho un trabajo previo con la comunidad y las autoridades, enfrentaron hostilidad. «Al décimo día, la gente empezó a decir que éramos terrucos. Tuvimos que llamar a DAFO, que envió a dos personas para explicar que éramos un proyecto financiado por el Ministerio de Cultura. A pesar de esto, había mucha desconfianza y hostilidad.»

El equipo de producción también enfrentó dificultades logísticas, como el transporte del equipo de filmación en condiciones precarias y la necesidad de obtener permisos de filmación en una región sensible. La cineasta cuenta: «Tuvimos que sortear muchas trabas burocráticas, y en más de una ocasión, las autoridades locales nos pusieron obstáculos para continuar con el rodaje.»

El Enfoque del documental

La cineasta quería alejarse del formato tradicional de documentales de derechos humanos. «No quería hacer un documental periodístico o clásico de derechos humanos. Quería una película cinematográfica que mostrara el reencuentro de las cuatro amigas en Manta. La relación entre ellas, sus conversaciones y recuerdos, era lo que quería reflejar. El juicio es solo un telón de fondo, un contexto para su historia”, menciona. 

Patricia Wiesse
Documental “Mujer de Soldado” dirigido por Patricia Wiesse

El enfoque cinematográfico del documental implicó una cuidadosa planificación de las tomas y la selección de escenarios que reflejaran la vida cotidiana y los paisajes de Manta. «Queríamos capturar no solo las entrevistas, sino también los momentos espontáneos de interacción entre las mujeres, sus risas, sus silencios y la manera en que se apoyaban mutuamente. Esto requirió un estilo de filmación muy inmersivo y una presencia constante en sus vida”, sentencia la directora de “Mujer de Soldado”. 

El Crecimiento personal de las protagonistas

A lo largo de los años, la cineasta observó un crecimiento personal en las protagonistas. «Al principio, todas lloraban en las reuniones con los abogados. Pero poco a poco, tres de ellas mostraron un gran empoderamiento. Magda, especialmente, es increíblemente lúcida e inteligente. Fue la primera en decir que ya estaba harta de que su historia no se conociera”, recuerda.

Magda, junto con Santosa y Magna, mostró una gran capacidad de análisis y reflexión sobre lo que les había sucedido. «Virginia, la cuarta protagonista, ha tenido una vida muy dura y no ha procesado los eventos de la misma manera. Pero en general, he visto un crecimiento notable en todas ellas.»

El empoderamiento de las protagonistas se refleja en su participación activa en el documental y su disposición a compartir sus historias públicamente. «Magda se convirtió en una líder dentro de su comunidad, organizando grupos de apoyo para otras víctimas de violencia sexual. Santosa y Magna también asumieron roles de liderazgo, abogando por la justicia y la reparación.»

Impacto Social y Político del Documental

El documental ha tenido un impacto significativo en la discusión sobre la violencia sexual en conflictos armados en Perú. «Desde su estreno, ‘Mujer o Soldado’ ha sido utilizado como una herramienta educativa en universidades y organizaciones de derechos humanos. Ha generado debates sobre la necesidad de reconocer y abordar la violencia sexual como un crimen de guerra.»

Además, el documental ha influido en políticas públicas y en la sensibilización de las autoridades judiciales. «La visibilidad que ha dado a los casos de Manta ha presionado a las autoridades a tomar acciones más decisivas. En el juicio reciente, se han presentado nuevas pruebas y testimonios que antes no se habían considerado.»

El futuro de DAFO y el cine nacional

La cineasta expresa su preocupación por el futuro de DAFO y el cine nacional. «DAFO ha funcionado muy bien en los últimos años, permitiendo la producción de muchas películas. Pero ahora, con los cambios en la ley, temo que se convierta en un ente censor. No sé si nombran jurados militares o de grupos conservadores. No está claro qué pasará, y eso me parece terrible para el cine nacional.» 

A pesar de todos los obstáculos, la cineasta logró crear un documental poderoso que narra la historia de cuatro mujeres valientes y su lucha por la justicia. Su dedicación y pasión por contar historias reales y significativas son evidentes en cada paso del proceso de producción de «Mujer o Soldado».

La cineasta también enfatiza la importancia de la resistencia y la creatividad en la comunidad cinematográfica peruana. «Los cineastas tenemos que seguir luchando por nuestra libertad creativa y buscar nuevas formas de financiación y distribución. El apoyo internacional y las coproducciones pueden ser claves para mantener viva la industria cinematográfica independiente en Perú.»

En esta entrevista, queda claro que la lucha por la libertad de expresión y la producción de cine independiente en Perú enfrenta desafíos significativos. Sin embargo, la determinación y el compromiso de cineastas como [Nombre de la cineasta] continúan siendo una luz de esperanza para el futuro del cine documental en el país.

«Mujer o Soldado» no solo es un testimonio de los horrores de la guerra y la resistencia de sus víctimas, sino también un recordatorio de la importancia de contar historias que el poder intenta silenciar. La cineasta concluye: «Tenemos la responsabilidad de dar voz a los que no pueden hablar y de mantener viva la memoria de lo que realmente sucedió. El cine es una herramienta poderosa para la verdad y la justicia

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Desde los inicios de la presente legislatura, el economista Carlos Anderson se destacó como uno de los congresistas mejor preparados en un universo parlamentario repleto de políticos sin preparación académica ni experiencia en gestión pública.

Teniendo en cuenta esas características, buscamos a Anderson y le preguntamos: ¿qué propone el proyecto de la nueva Ley General de Industrias?

Hace mucho tiempo se pensó que no era necesario ningún tipo de política industrial; esa es una posición ideológica, nada más que eso. Ignorando 250 años o 350 años de historia de capitalismo mundial, ningún país se ha desarrollado sin políticas industriales. Las industrias, digamos, no se desarrollan de manera natural, viven de algún tipo de estímulos; lo que pasa es que después de muchos años, hubo gente, de una ideología en particular, que decía que los países en desarrollo no deben escoger ganadores, no deben tener políticas sectoriales de desarrollo; bueno, los países tontos que nos llevamos de esos consejos no desarrollamos la industria y los países que entendieron eso son los países que hoy en día se llaman de reciente industrialización, primero tenemos los cuatro tigres (originales) asiáticos: Hong Kong, Singapur, Taiwán y Corea del Sur. Ellos impulsaron la reciente industrialización de Malasia, Indonesia y Vietnam, países destruidos en la guerra mundial y recuperados a pasos agigantados.

En América Latina tenemos los ejemplos recientes de Costa Rica y de México, que son países que en los últimos 20 o 25 años han cambiado sustancialmente sus estructuras económicas; entonces, las preguntas son: ¿cómo lo hacen y qué hay que hacer? En el Perú hubo un ejercicio de industrialización en los años setenta, durante el gobierno militar, pero fue, por supuesto, muy mal hecho, con protección indefinida. Entonces hoy en día hay una nueva manera de mirar el tema de la industrialización, que consiste básicamente en tener un concepto más amplio de lo que significa industria con servicios, con tecnología y en tercer lugar promocionando, digamos, el contenido tecnológico entre las exportaciones. 

¿Cómo lo logran, cómo lo están haciendo?

Usando, precisamente, las buenas enseñanzas de los países asiáticos. En el caso del Perú, por ejemplo, no hemos transitado por ese rumbo; hemos desviado totalmente el tema de la industria. Ahora hay una discusión en cómo promocionar la industria, porque hay ciertos sectores que lo que dicen es: “ponme protección, que no entren los productos foráneos, esa es la mejor fórmula de estimular nuestra industria nacional”, y otros que dicen: “bueno, mira, dame regímenes especiales, laborales e impositivos y hay que ser cuidadosos con eso; y tiene que ser con condiciones”.

En particular, hoy en día hay un enfrentamiento geopolítico entre la China y los Estados Unidos que se ve en Asia, en África y en América Latina. Entonces los Estados Unidos, en particular en América Latina, se ha dado cuenta que ha venido perdiendo la batalla, y hace un par de años ha comenzado a impulsar una política que se conoce como nearshore, que, básicamente, es promocionar que se generen cadenas de producción y de suministro a las grandes multinacionales latinoamericanas.

El mes pasado se ha publicado un estudio que muestra cuál es el potencial que tiene esa política de estimular las exportaciones latinoamericanas, y, en el caso específico del Perú, dice que para nosotros, los que somos parte de toda esa corriente, podemos llegar a obtener beneficios de hasta 1400 millones de dólares anuales. Y si hubiéramos hecho lo que hizo México hace dos décadas con maquila y manufactura, entonces el impacto habría sido de un poco más de 5000 millones de dólares anuales, adicionales a las exportaciones.

Por ese motivo, cuando hay una discusión sobre un proyecto de ley de fomento industrial, hay escucharlo con interés y detenimiento.

El proyecto de ley que yo he presentado, que se llama REMA, que significa Régimen de Elaboración, Manufactura o Maquila y de Almacenamiento, es un poco distinto porque no busca generar incentivos por la industria que ya existe, sino para generar nuevas industrias.

 ¿Cuáles serían los incentivos que ofrecemos para atraer la inversión extranjera que necesitamos?

Si hoy en día tienes una empresa y le das un servicio de consultoría a una empresa domiciliada en el extranjero no pagas IGV; entonces, si tienes una empresa china, japonesa o francesa que quiere llegar al mercado norteamericano, vas y estableces una empresa de ese tipo en México, que está cerca al mercado estadounidense.

Este régimen, como te digo, es el que explica porqué México ha pasado de ser un país que dependía básicamente de la exportación de petróleo a ser el mayor fabricante de autos que se venden en el mercado estadounidense.

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Sudaca conversó con el politólogo José Alejandro Godoy el regreso de Alberto Fujimori a la política peruana y el panorama para las próximas elecciones. Para el autor de «El último dictador», los líderes de los nuevos partidos “están perdiendo el favor de un sector del electorado que les pide salir”.

¿Le sorprende que Alberto Fujimori siga siendo tomado como una voz autorizada por un sector de la población?

Es una situación anómala porque el expresidente del que estamos hablando ha estado involucrado en casos de corrupción, pero hay un sector de la ciudadanía al que no le importa eso o siente que es mentira. Fujimori sigue despertando pasiones y polémicas en la población peruana. Así como habrá un sector que no lo aprecia mucho, va a haber un sector de peruanos que va a querer escuchar su voz. Lo que él está buscando tiene que ver con una cuestión de corte histórica y cuál es el paso que va a tener Alberto Fujimori  en la historia nacional.

Si bien sus seguidores quieren escucharlo, ¿cree que es un personaje con la capacidad de atraer nuevos simpatizantes para el fujimorismo?

Creo que Fujimori le está hablando a dos tipos de público. Le habla a un sector más cercano a su gobierno, pero también a un sector que no vivió directamente los años noventa y ve a este personaje, por lo que sus papás le contaron, como una suerte de héroe y, en ese sentido, tratan de tener algún enganche con él. El problema es que al ser un mensaje tan abierto va a terminar recibiendo un conjunto de críticas de quienes no vivieron su gobierno y, por cuestiones familiares o posición personal, no lo aprecian así como por quienes sí vivieron su gobierno y tienen una posición. 

Sin embargo, que se trate de un político responsable de una dictadura, ¿podría interpretarse como una muestra de pérdida de confianza en la democracia por parte de un sector de la población?

Efectivamente tiene que ver con la necesidad de un liderazgo fuerte, pero además es cierto grado de desconocimiento. Es cierto que mucha gente sabe cómo gobernó el Perú en los noventa, pero otra gente no. Varias generaciones solamente han visto lo contrario y pueden sentir la tentación de pensar que así se resuelven las cosas. 

¿Pueden mejorar las posibilidades de Keiko Fujimori para llegar a la presidencia con Alberto Fujimori participando de forma activa en Fuerza Popular o la podría perjudicar?

Eso sí puede ser un grave problema para Fuerza Popular. Porque lo que está ocurriendo es que Alberto Fujimori tiene impedimento legal y constitucional para postular a cargos públicos y la idea que el indulto le permitía postular es falsa. Entonces, el problema no va por una posible postulación si no por el hecho de quién manda.   

¿Por qué la política peruana ha quedado enfrascada en personajes como Alberto Fujimori o Alan García?

Primero, porque estos líderes surgen como una suerte de tapón dentro de sus partidos y sus propios movimientos políticos se han encargado de vivir del recuerdo de los mismos. El fujimorismo sigue pensando en los noventa, el Apra sigue pensando en García y no han generado un nuevo tipo de liderazgo. Los nuevos que han surgido han sido muy débiles, no han tenido mayor respaldo que el de una elección y muchos han terminado en prisión. Hubo otra cosa muy importante y es que otros partidos no cuentan con este tipo de candidaturas o liderazgos mesiánicos que impliquen un nivel de caudillismo tan fuerte en la política peruana.

¿Por qué ningún político ha podido capitalizar el descontento que existe con el Ejecutivo y Legislativo?

Porque creo que, en muchos casos, los líderes de los partidos nuevos están con un cálculo electoral de no moverse para no afectar sus opciones para el 2026 y no se dan cuenta que al no arriesgar están perdiendo el favor de un sector del electorado que les pide salir. Lo que tenemos ahora es figuras que son importantes que son las que quieren empujar algún tipo de movilización, pero están en una segunda línea de la política. No son necesariamente precandidatos presidenciales sino figuras que probablemente estén en el Congreso o en un gabinete, pero no necesariamente  hay un líder nato.

¿Quién se está perfilando como un candidato fuerte para las próximas elecciones?

Ninguno. Ni siquiera Keiko Fujimori o Antauro Humala. Ambas figuras tienen serias debilidades y serios cuestionamientos. Son lo suficientemente débiles como para no tener un triunfo arrollador, pero tienen la suficiente fuerza como para tener un voto fijo y tentar una segunda vuelta. Creo que es el otro cálculo, la idea de tener un electorado poco pero fiel. Todo se mide con esta suerte de gran calculadora de la política peruana donde lo único que importa es ganar la elección.

¿Martín Vizcarra puede tener algún tipo de influencia en las próximas elecciones?

Hasta cierto punto él puede tratar de endosar, recordemos que tiene una inhabilitación por diez años, pero no es un respaldo tan fuerte como algunos, sobre todo del lado de los que no lo aprecian, quisiera enunciar. Porque es una figura sale con una alta popularidad del gobierno, pero tiene otros problemas que definitivamente lo colocan en una posición mucho más frágil en términos políticos. No es un líder que tenga una gran capacidad de aprobación ni de endoso.

¿Antauro Humala no es un factor a tomar en cuenta?

Creo que él quiere postular y tiene un discurso radical que empata con muchas necesidades sobre todo en el sur del Perú, pero no es una figura invencible. Porque le van a poner impedimentos para postular y lo otro es que, por más que hace trabajo político fuera, probablemente también tiene problemas de división dentro del etnocacerismo y tiene serios problemas para tener claro cuál va a ser su proyecto político. Más allá de la caricatura y lo que él ya ha exhibido, uno no tiene claro qué piensa y qué es Antauro Humala. Al momento que tenga que salir a debatir con otras personas, la pregunta es si el simple hecho de insultarlas va a generar los suficientes endosos para que eso se pueda sostener no solamente en términos de candidatura sino de gobierno.

¿Pero no ocurrió algo similar con Pedro Castillo y terminó ganando?

Pero  Pedro Castillo tenía un elemento identitario detrás y el tema de la identidad es algo que en el mundo sigue siendo muy fuerte. Que sea campesino, rondero y líder sindical le alcanzó para prender como candidatura. Ese elemento, Antauro Humala no lo tiene.

¿El discurso en contra del progresismo y más vinculado a los extremos podría tener más aceptación en las próximas elecciones?

Sería muy difícil decir si va a pasar o no. Sí creo que habrá candidatos tratando de difundir ese tipo de discurso presentándose como el Milei o Bukele peruano, pero incluso con cierto grado de limitación porque a todos aquellos candidatos que se han presentado como el Milei o Bukele de su respectiva nacionalidad no les ha ido bien en sus respectivos países y más bien han sido candidatos que no tuvieron nunca un perfil propio más allá de ese eslogan y se fueron diluyendo. Sí va a haber un intento de aprovechar este tipo de mensaje de derecha radical e izquierda radical, pero no necesariamente eso va a conllevar a que termine produciendo una candidatura exitosa. Perú es un gran laboratorio de ensayo y error de candidaturas. Podría ganar alguien como Antauro Humala hasta alguien como Bernardo Arévalo, el actual presidente de Guatemala con un discurso más institucional y tranquilo. Va a depender mucho del estado de ánimo del electorado.

La desaprobación del Ejecutivo y Legislativo se mantiene en niveles históricamente bajos de aprobación, ¿por qué eso no ha impulsado una respuesta más drástica de la población para exigir cambios, como sí ha ocurrido años atrás?

La gente está saliendo a la calle, pero no en Lima sino en varias partes del Perú. Hay movilizaciones todas las semanas por descontentos claros y notorios. No es que la gente no se está movilizando sino que no lo apreciamos en Lima. Dicho esto, la gente no se moviliza en Lima por una primera razón que son los cincuenta muertos. Eso es para atemorizar a cualquiera. Hasta 2020 marchaban sabiendo que no te iba a pasar gran cosa salvo por ahí alguna herida, pero no la posibilidad de no regresar a tu casa. Una segunda razón es que, cuando hay momentos de recesión económica, las manifestaciones pueden terminar replegándose un poco. Pasó en 1989 cuando Alan García estaba en su peor momento económico, pero ese peor momento fue de repliegue de la gente hacia salidas de sobrevivencia o a cuestiones más individuales. Tercero es que la pandemia debilita mucho del tejido social peruano, como sindicatos, organizaciones no gubernamentales y eso no ha podido recuperarse. En algunos casos, algunas organizaciones fueron asociadas con el gobierno de Castillo y han terminado pagando el precio de esa cercanía percibida por la ciudadanía. Por último es que no hay un líder o lideresa de una movilización. No lo hubo en 2020, pero al menos hubo políticos que intentaban capitalizar eso Y ahora no hay ni eso.

Pero cada vez se conocen casos más graves que involucran a Dina Boluarte y los congresistas, ¿cree que algún hecho podría desencadenar una movilización más contundente?

Nadie puede decir a ciencia cierta que con eso se va a encender la pradera. Puede resultar siendo cualquier cosa y puede que eso no se exprese en una movilización sino en las urnas u otras formas. No existe una suerte de con esto se va a movilizar todo. La política peruana es altamente impredecible. 

¿Hasta cuándo puede durar la protección del Congreso a Dina Boluarte?

Es una alianza de conveniencia y, en tanto al Congreso le sirva de paraguas para sus propios casos, la mantendrá y el día que vean que es un costo muy fuerte para las próximas elecciones se van a desprender de ella. No es una alianza programática o en donde hay un vínculo amical sino un encuentro de intereses de ver cómo duran, cómo se quedan y cómo ponen candados a la elección del 2026. Lo que quiere este Congreso es tener la imposibilidad de perder las elecciones. Por eso buscan controlar todas las instituciones que puedan. 

Usted ha mencionado que para contrarrestar las críticas de los medios de comunicación, la presidenta Boluarte ha buscado la manera de controlar totalmente el IRTP, ¿A que se refiere con su declaración?

Es tentación de todo gobierno utilizar los medios estatales como si fueran órganos de vocería. Se vio clarísimamente en los años 90, en el gobierno de Fujimori. Después de recuperar la democracia en el 2000, hemos hecho un esfuerzo por transformar los medios estatales en medios públicos. Hemos tenido momentos en los que más o menos esto se ha logrado y momentos en donde ha habido un retroceso muy grande. Estamos precisamente en uno de esos momentos.

El gobierno de la presidenta Boluarte no respeta la autonomía de los medios estatales. De hecho, a ella no le gusta ser criticada por los medios de comunicación en general. No le gusta incluso que los medios de comunicación le hagan preguntas. Pero lo que menos acepta es que un medio de comunicación financiado por el Estado pueda tener cierta autonomía. Es por ello que coloca en el directorio a gente de su confianza.

Uno de ellos fue Jesus Solari (ex presidente del IRTP) quien guardó silencio mientras se denunciaron atrasos en los pagos de los trabajadores y se despedían a periodistas reconocidos de TV Perú. Cuando renunció recién salió en RPP para advertir sobre las “irregularidades” en el IRTP¿Esto fue manipulación del gobierno?

Ella (presidenta Dina Boluarte) es quien nombra al presidente del IRTP. Vemos que al nombrar a Jesús Solari, una de las primeras medidas que toma es cancelar el programa de Carlos Cornejo. Él había entrado al IRTP en mi gestión, recomendado por el gerente de prensa de ese entonces. El Consejo Directivo, por supuesto, estuvo absolutamente de acuerdo. Aclarando que en ese entonces, el presidente era Castillo, cuya relación con los medios tampoco era la adecuada, pero respetó nuestro trabajo. Solari, en su carta de renuncia, dice que no puede seguir aceptando las presiones. Entonces, confirmamos esta manipulación desde el Ejecutivo, que viene no solo del presidente sino también de personas internamente allegadas a ella.

¿Que nos intenta decir cuando dice “internamente”?

Hablo del premier y la ministra de Cultura. Durante el gobierno de Pedro Castillo, cuando es nombrada Bettsy Chávez, se percibe un intento de manejar el canal y, por supuesto, hay fricciones y oposiciones hasta que finalmente terminó saliendo al poco tiempo de que asumió el premierato, ya que mi nombramiento es de confianza. Es aquí donde vemos que todo gobierno, Castillo incluido, puede caer en la tentación de controlar el medio estatal como decía al principio; pero este gobierno no sólo busca un trato amable, sino también servil.

Entonces, ¿Existió un mensaje detrás de la renuncia de Solari?

Cuando renunció Solari, se fue con él todo su Consejo Directivo del IRTP, apoyando a su presidente que había sido nombrado por Boluarte y por Urteaga. Todo ese consejo directivo, dos o tres meses después de trabajar con este nuevo equipo de gobierno, renuncia porque considera inaceptable el trato que se le ha dado a su presidente. Y es que considera inaceptable seguir recibiendo presiones para cambiar la línea editorial del canal y para modificar la programación. Es un mensaje muy fuerte, pero lamentablemente no tuvo mucho eco.

Varios periodistas denunciaron esto y terminaron despedidos. Está el caso de Carlos Cornejo, Carla Harada y otros que fueron retirados de la pantalla de TV Perú, ¿Donde queda la imparcialidad?

Son figuras emblemáticas que daban a entender sus desacuerdos, a veces con gestos, a veces con algún comentario. No es aceptable el trato que han recibido. Ahora se encienden las pantallas de TV Perú y los noticieros hablan de un país en el que no hay inseguridad. No hay inseguridad, no hay delincuencia, los precios no suben, el Congreso no atropella las reformas. Si uno ve el canal ahora, hay programas que están hechos para destacar todo aquello que hace el gobierno, ni siquiera el Estado, sino el gobierno.

Usted viene advirtiendo sobre cómo se viene manejando el IRTP. En su última columna mencionó la autonomía que debe existir entre el Estado y el IRTP, ¿Cuál es esa recomendación que quiere transmitir?

Lo que sugiero es cambiar la ley y establecer que los miembros del Consejo Directivo del IRTP sean elegidos mediante concurso, en lugar de ser nombrados por el presidente de la República y recomendados por el ministro de Cultura. Actualmente, dependen absolutamente de ellos. En cambio, si se sigue esta línea, no dependerá del nombramiento de alguien, sino que serán seleccionados mediante concurso público y por un tiempo determinado. Esto aseguraría la continuidad de políticas y de la línea editorial, además de avanzar hacia la consolidación de medios públicos. Sin embargo, vemos que estamos yendo de mal en peor en cuanto a esta propuesta, y la actual presidenta del IRTP no vela por los intereses de la institución.

Entonces,  ¿qué papel toma Ninoska está tomando en esta problemática?

Aquí tenemos que hacernos una primera pregunta: ¿Quién es Ninoska? ¿Quién era antes de ser nombrada presidenta del Consejo Directivo del IRTP? Ninoska era la jefa de prensa de la presidenta Boluarte como secretaria general de prensa. Ahora hace exactamente lo contrario a lo que debe ser un medio de comunicación respecto de la autoridad. Esto envía dos mensajes: la imagen donde todo lo que haga el gobierno tiene que ser difundido, tiene que estar ahí la imagen. Y por otra parte, es la tarea que le mandan a Ninoska: cuidar la imagen de la presidenta a nivel nacional. Como recompensa, su permanencia está asegurada.

Y es aquí donde podemos hacer hincapié a este viaje que realizó Ninoska a España junto al Gerente General, ¿Realmente es necesario este tipo de comisiones al exterior en medio de un estado de austeridad?

Después del reportaje que sacaste junto a Sudaca, se evidenció que se había sobrepasado del límite de dinero necesario. No había ninguna explicación convincente; yo creo que la Contraloría debería decir algo, no solo porque es un monto bastante significativo. Son 7.000 dólares que costaban los pasajes y unos 5.000 dólares de viáticos. Supuestamente, de estos viajes, el IRTP debe salir beneficiado. Tendría sentido si iban a aprender sobre la técnica de emisión satelital, ya que ahora estamos en pleno proceso de implementación, cuestión que se inició en mi gestión. Sin embargo, Ninoska se iba como invitada solo para inaugurar un evento de Inteligencia Artificial en Valencia.

Nota de redacción: La presidenta del IRTP, junto con el Gerente General, realizaron un viaje del 5 al 8 de abril a Valencia, España. Según el diario El Peruano, se desembolsaron 7.000 dólares en viajes y 4.000 dólares en viáticos solo para dos personas. Se intentó contactar al Área de Prensa de la institución para obtener información sobre el tema; sin embargo, nunca proporcionaron una respuesta fundamentada.

¿Considera que se está manejando indebidamente el presupuesto?

Si tú me dices que es un viaje para conseguir que vengan personas expertas en esa tecnología para asesorar al IRTP, pues me parece muy bien que gastemos lo que gastemos en eso. Sin embargo, no tiene mucho sentido ni mucho sustento este viaje, salvo para conocer España o Europa. Además, el Gerente General es un cargo muy administrativo, entonces, entiendo que Ninoska no quiera viajar sola, pero sería aceptable que el viaje pueda ser acompañado del Gerente de Televisión o del Gerente Técnico. Pero el Gerente General, que es, digamos, la máxima autoridad administrativa, tampoco sé muy bien qué debía hacer en ese viaje.

Viendo este tema de gastos. Cuando asume la presidencia del IRTP, ¿A cuánto ascendían los viáticos y el desembolso de pasajes aéreos por directivo?

No, durante mi gestión en el IRTP no realizamos ningún viaje al exterior. Incluso, en ese momento, existía una restricción para viajar al extranjero. Asumí el IRTP con un presupuesto muy reducido. 

¿Y al interior?

Por supuesto, con ello pudimos conocer cada una de las filiales del IRTP y ver el estado en el que estaban, además de intentar conseguir un presupuesto para mejorar su situación. Sin embargo, no hicimos ningún viaje al exterior en ese momento.

¿A cuánto ascendía estos viáticos y viajes?

Mire, no tengo la cantidad exacta, pero le aseguro que fue mucho menor que lo que actualmente viene derrochando la señora Ninoska Chandía. Podría decirte que por comisión solo iba un representante del IRTP y estos viáticos ascendían a los 210 dólares, y una cantidad igual o incluso menor en pasajes.

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¿Cuándo empezó la lucha de Ana Estrada?

Ella tuvo un episodio muy fuerte en 2015 y estuvo internada por seis meses en el Hospital Rebagliati. Hay que recordar que lleva más de treinta años padeciendo la polimiositis. Su cuerpo iba deteriorándose y ese punto de quiebre que para ella significó casi una muerte en vida, una experiencia de terror que marcó la ruta para que ella pudiese renacer y conquistar su derecho a elegir los términos en los que iba a vivir y morir con dignidad. Cuando le dan de alta en 2015, ella cuenta que era un pedazo de piel con huesos de 35 kilos y que había salido otra persona de allí, que ya no era más ella, pero estaba determinada a empezar una nueva lucha para buscar su derecho a una muerte digna.

¿Cómo empezó a trabajar en el caso de Ana?

En 2019, Ana abre su blog para compartir su historia y luego tuvo una serie de reportajes que dieron eco de su voz hasta que, en noviembre, sale en Cuarto Poder y eso le da más visibilidad a su caso. La conozco a partir del reportaje, yo estaba en la Defensoría del Pueblo y ahí se inicia el trabajo para representar su caso y acompañarla desde la defensa jurídica.

Por las dificultades que representa encontrarse en un país en el cual la eutanasia no sólo es ilegal sino que, además, existe mucho desconocimiento al respecto, ¿se pensó en alguna otra alternativa?

Ella incluso buscó hasta la posibilidad de viajar. Porque en Perú la eutanasia es un delito, pero esto es algo que se practica. Ella pudo buscar la práctica en la clandestinidad, pero era poner en riesgo a las personas involucradas como su familia y a un médico si se ofrecía. También exploró la posibilidad de ir a Suiza pero costaba un montón de dinero. Son costos que no tenía la posibilidad de solventar. Después de explorar las alternativas ahí decide alzar la voz.

Durante estos años, ¿encontraron grupos que se convirtieron en los adversarios de esta lucha?

No es que hayan ido a plantarse a la casa de Ana, pero muchas de las voces disidentes se esconden en el anonimato y esto los envalentona a hablar en términos muy violentos. Es como si naturalizaran el odio. Estos personajes que en algunos casos son trolls, pero en otros tienen plataformas y minimizaban el coraje de Ana o, porque discrepaban de sus ideas políticas, la odiaban más. Es increíble cómo una mujer determinada, firme, con coraje y con las ideas bien zanjadas, pese a las limitaciones, se vuelve una amenaza. Casi dicen que es una cortina de humo. Por parte de la Iglesia también hubo pronunciamientos que develan la hipocresía de ciertos sectores que dicen ser afines a una religión que debería basarse en compasión y amor y, sin embargo, las acciones son contradictorias.

¿Cómo se comportó el sector salud?

Lo que sí tuvimos fue que el Colegio Médico del Perú se pronunció en su momento con una posición no muy clara. Por un lado decían que apoyaban el pedido de Ana, recuerdo un video que le mandó el decano mostrando su apoyo, pero a la vez decían que estaban a favor de la muerte digna de los cuidados paliativos. Utilizaban términos que, a nivel mundial y desde los más avanzados estudios de la bioética, ya no se utilizan y son terminologías desfasadas. Desde el Colegio Médico hay un desfase y se han quedado atrapados en el siglo pasado. La posición era un poco ambigua. Eran muy cautelosos. Creo que tienen una idea muy obsoleta de lo que significa el juramento hipocrático y lo invocan para decir que están en contra de la eutanasia, pero tampoco hablan de las condiciones de una persona que vive con altos niveles de sufrimiento y una enfermedad para la cual la medicina no tiene ninguna cura. La medicina más avanzada te dice que hay que respetar la autonomía y la dignidad del paciente, y eso, en algunos casos, involucra realizar procedimientos como la eutanasia sabiendo que siempre debe ser conforme a la autonomía de la persona que está perdiendo la dignidad a tal punto por el sufrimiento que vive que no tiene sentido preservar la vida biológica por encima de la vida biográfica. Hay todavía un trabajo por hacer con los médicos.

¿Por qué cree que entre los médicos existe esta resistencia?

Todavía están formados por un paradigma de la medicina obsoleto que no toma en cuenta las realidades que hoy tenemos. El paciente es un sujeto de derechos y el médico tiene que entender que su deber es servir al paciente y hacer valer la voluntad del paciente respetando su autonomía. Esto tiene que ver con una formación obsoleta de lo que ha sido la medicina muy divorciada de la ética médica y es una medicina muy paternalista en la cual el  medico sigue teniendo la última palabra. También hay un factor muy importante que es la religión. Lamentablemente, hay una distorsión de lo que son los preceptos católicos que terminan interviniendo en la práctica médica y, por ejemplo, la interpretación que se tenga del juramento hipocrático es antojadiza y permeada por sesgos religiosos que terminan desnaturalizando la prácticas y sobre todo si hablamos de hospitales públicos y cuando el médico no solamente es médico sino también funcionario público se quiebra altamente el principio de laicidad que debería garantizar esa separación de Estado e Iglesia que debería permitir que los medidos por mas creencias religiosas estas no pueden obstaculizar el servicio médico.

Luego de la experiencia que ha vivido con este caso, ¿se podría decir que el Perú es un Estado laico?

En la práctica no. Creo que estos casos ponen de relieve que el máximo pendiente que tenemos a secularizar el estado. La libertad de religión tiene que protegerse, pero lo que no se puede hacer es imponer esas ideas no sólo sobre otras personas sino en el actuar del Estado, el cual debe ser divorciado de lo que diga cualquier religión. Cuando existe un posicionamiento de la Iglesia que son contradictorios en temas de derechos humanos, el Estado no puede actuar desprotegiendo estos derechos porque la Iglesia tiene una posición. El tema es que el Estado está conformado por seres humanos que tienen sesgos impactados por la religión. Está bien tenerlo en tu casa, pero eso es Estado y no se puede naturalizar que se intervenga en la función pública. Ayer el Colegio de Abogados de Lima me llama para hacer una conferencia por el caso de Ana e invitan como la contraparte a un reverendo. Qué tiene que hacer un reverendo en una discusión que es jurídica y, además, es patrocinada por el Colegio de Abogados. Estamos muy mal en eso. El caso de Ana no solamente es una conquista, también es una lucha por secularizar el estado.

¿Cómo lidiaba Ana con esta influencia de la religión que no sólo se oponía a su pedido sino que también tenía integrantes que la ofendían?

Las dos llegamos a tener la piel curtida. Intentábamos no estar expuestas a ello. Por un tiempo, Ana cerró sus redes sociales por la cantidad de cosas que recibía. Era muy violento. Ambas lo interpretábamos como de quien venía, de un pobre alma cuyo odio venía de una carencia de amor. Te generaba un enojo por pensar quién se creían para decirle eso a Ana sin haber vivido lo que ella. Daba lastima esa persona por el enojo que tenía. Pero habían momento en los que sí afectaban.  Pero sabíamos que siempre iba a haber una reacción y es parte de la resistencia y el mover el status quo.

¿El camino legal que siguió Ana puede servirle a otras personas que buscan una muerte digna o fue un caso particular?

Hay una sentencia que  va a sentar un precedente y reconoce que la muerte digna es un derecho fundamental. Ahí hay un desafío en la definición, yo trato de dar pedagogía para definirlo de acuerdo a los tribunales que mejor lo han hecho, como es el caso de la Corte Constitucional de Colombia que el derecho a la muerte digna como el derecho a poner fin a la vida cuando seguir prolongándola es contraria a la idea propia de dignidad. Ese derecho se basa en la autonomía y la dignidad. La existencia al derecho a la muerte digna, que antes ningún juez lo había reconocido, sienta un precedente para que otras personas puedan invocarlo a través de un proceso judicial. Lamentablemente, en el caso de la eutanasia como forma de ejercer a la muerte digna, la excepción que se hizo solamente se restringió al caso de Ana. Creo que el reconocimiento al derecho de la muerte digna debería llevar a la despenalización de ese delito. No se puede hablar que existe un derecho a decidir si me estas restringiendo una opción que es una forma de ejercer ese derecho a una muerte digna.

¿Existen otras alternativas?

Existe otra forma de ejercer el derecho a la muerte digna que no es un delito y es lo que en términos técnicos se llama la adecuación del esfuerzo terapéutico o lo que está reconocido en la ley como el rechazo al tratamiento médico. Si una persona es dependiente de una medida sin la cual no podría segur prolongando la vida, puede decir que no consiente más esta medida y la obligación del médico es retirarla para que esta pueda dar pase a una muerte natural. La justicia ya ratificó que es legal y los médicos tienen que respetar esta voluntad. Eso no se sabe con mucha frecuencia y algunos médicos siguen pensando que es eutanasia, pero no es un delito y está contemplado en la ley general de salud.

Si bien la eutanasia todavía no fue legalizada, ¿considera que a nivel social existe más aceptación por esta alternativa?

Creo que son muchísimos más los que están a favor. Nuncia había recibido tantas muestras de admiración, amor y cariño a nivel mundial. En Sudamérica tienen a Ana como un rostro firme en la defensa de un derecho. En el caso de Ecuador, Paola Roldán utilizó la jurisprudencia del caso de Ana y ella ha sido testigo de cómo su caso estaba permitiendo que en otros países se estuviese librando la lucha para despenalizar la eutanasia. Creo que son muchísimas más las personas que están sensibilizadas sobre la importancia de garantizar el derecho a una muerte digna y esto poco a poco ira llegando a una discusión abierta .

¿Cuál era el legado que Ana Estrada deseaba dejar al partir?

Ana luchó para conquistar su derecho a la muerte digna, pero al hacerlo robusteció la defensa no sólo de su derecho sino de los derechos del resto. Luchaba pensando también en el resto y en el legado que deja para la sociedad peruana. La lucha por el derecho a la muerte digna no es solamente para morir con dignidad sino para vivir con dignidad. Es una lucha que converge una serie de principios que debe orientar el actuar del Estado y derechos que tienen que ver con la dignidad y respetarla de principio a fin. La muerte es un proceso por el que todos vamos a transitar y no tiene que ser en sufrimiento. Ana nos enseño que se puede tomar el control de la vida hasta el final y ese es el justo actuar si uno quiere hacerlo. El derecho está para el que lo necesite. El que piense que solamente Dios te puede quitar la vida está bien, pero estas opiniones no pueden imponer a quienes no desean este curso de acción. Ana también luchó por estos derechos que son obstaculizado por un Estado que se niega a ser laico. Es una lucha que comprende varias luchas que no son individuales sino colectivas, y eso lo sabía bien Ana.

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