El pasado 15 de abril, la compañía ACRES Titulizadora hizo llegar vía electrónica una carta a la periodista Luisa García, de Sudaca. La misiva era en referencia al artículo “Truco en la Caja Metropolitana: La sospechosa operación financiera diseñada por una empresa de López Aliaga”. Cabe precisar que la razón social con la que opera Sudaca es Global Media Group SAC, cuyo objeto social es ser un medio de comunicación, como puede comprobarse en registros públicos (ver carta del director).
En su comunicación, la compañía sostiene que el artículo “incumple con publicar la versión de las partes mencionadas en los hechos descritos”. Sudaca precisa que: a) La mayoría de los detalles brindados por la empresa en su respuesta al cuestionario enviado fue incluida en el artículo publicado. b) En tanto fueron corroborados a través de diferentes fuentes, no todos fueron atribuidos a la titulizadora. c) La respuesta completa (pdf) fue linkeada en el artículo, de modo que fuese de libre acceso de quien quisiera revisarla con mayor detalle.
La carta de ACRES Titulizadora expone también puntos del artículo que considera faltan a la verdad. A continuación, Sudaca la publica y responde a los cuestionamientos que plantea:
1. Un Órgano de Control Institucional elabora informes investigativos no por un interés en particular sino como parte de sus funciones. La Contraloría General de la República (CGR) no puso en tela de juicio sino que continuó la investigación del Órgano de Control Institucional (OCI) como puede verse en estos comunicados de la CGR. El retiro del auditor a cargo de la investigación no tuvo relación con el contenido del informe.
2 y 3. La publicación no cuestiona la legalidad de la operación. Tampoco sostiene que las operaciones de titulización no sean comunes en el mercado de valores. Desde el inicio, el artículo explica que la operación evitó un posible naufragio financiero de la Caja Metropolitana y que esta fue su razón de ser. El informe detalla cuáles fueron las dos garantías que se colocaron para el pago de la deuda y que se logró la aprobación de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP.
4. El artículo detalla cuál es la definición de una cartera nivel pérdida, de acuerdo a la normativa de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP, y explica cómo se llegó a esa calificación. La denominación de “cartera muerta” no es una cerrada definición técnica y fue utilizada a criterio de uno de los especialistas consultados para caracterizarla.
5 y 6. Sudaca cita directamente las declaraciones que tuvo el entonces contralor general de la República Fuad Khoury sobre la contratación de la empresa para diseñar la operación de titulización. Khoury hizo públicas sus conclusiones en una conferencia de prensa oficial que se puede revisar aquí. Su investigación fue la continuación de la efectuada por el OCI como se evidenció en el punto 1.
7. Queda claro que la operación evitó una posible quiebra de la Caja Metropolitana. Como mencionamos en un punto anterior, aquello está establecido en el artículo desde su inicio. Por otra parte, este cita los hallazgos investigativos del Órgano de Control Institucional (OCI) de la Caja Metropolitana, así como los de la Contraloría General de la República. Ambas entidades se centran en investigar el comportamiento de funcionarios públicos, por lo que no califican el comportamiento de los funcionarios de ACRES Titulizadora.
8. El artículo no señala que la operación no fuese informada a la Superintendencia de Mercado de Valores, sino que se buscó un comprador de manera privada. Existe una brecha entre la información de una oferta pública y de una oferta privada a la que cualquiera pueda tener acceso, es decir, que queda publicada en la web de la Superintendencia de Mercado de Valores.
9. El artículo consigna con total claridad que tanto Cofide como ACRES Titulizadora coinciden en que los bonos emitidos en la operación de titulización fueron pagados en su totalidad y respetando el cronograma establecido. Es importante señalar un detalle incluido por la empresa en su respuesta al cuestionario de Sudaca: solo cerca del 40% de la deuda fue cancelada con los flujos de cobranza de la cartera nivel pérdida en cuestión, el resto se canceló con otros flujos de la Caja Metropolitana.